Prólogo
— Mineros
Con su futuro y su libertad
en la hoguera, Tsunehiro Koboshi corrió tanto como pudo. Él ya había corrido 5
kilómetros, ocasionalmente regresaba la mirada y revisa a su perseguidor
mientras andaba. Pasando sobre girasoles en el camino, él miraba que su camino
había hecho un solo camino directo. Todo lo que él podía ver era el bosque, y
sentía menos personas alrededor, lo cual le hacía sentir incómodo. Sus músculos
estaban tiesos y su ropa se sentía burda, con su piel enmasillada de sudor.
Esta distancia era difícil de soportar para un humano normal que no fuera una
Niña Maldita.
De pronto, Tsunehiro recodó
cómo un compañero de la escuela media había golpeado ligeramente su hombro con
su puño y reía, diciendo, “Necesitas más resistencia”. Eso era lo que él necesita.
“Tsunehiro, ¿estás bien?”
Él dio a una mirada a la
chica que corría a su par. Tres años más joven que él, ella también estaba
vistiendo la misma ropa de trabajo que él, la cual estaba levemente sucia. Sin
embargo, ella no estaba jadeando, y sus ansiosos ojos eran de color rojo vino.
Ella tenía los mismos ojos que los Gastreas.
“E-Estoy bien… ¿qué… hay…
de ti… Shuri?” él preguntó, limpiándose el sudor mientras hablaba.
Shuri asistió ligeramente.
El forzó la fuerza dentro
de sus rodillas, las cuales se sentían cerca de ceder, y apretó sus dientes. Su
vida no era la suya propia más. Ahora que él la había involucrado, él no podía
permitirse darse por vencido.
Sabiendo que eso era una de
las cosas que no podía hacer, él miró atrás. Él no podía ver a sus
perseguidores, pero él sabía que seguramente estaban detrás de ellos. Él miedo
paso por Tsunehiro, y abruptamente tropezó sobre sus propias piernas y tambaleó
en el suelo.
En cuando Shuri de pronto
se detuvo, ella vio a sus enemigos quienes estaban disparándoles desde atrás.
“¡Tsunehiro, huye mientras peleo con ellos!”
Dándose vuelta, él vio a
Shuri enfrentando a los enemigos. “¡N-No puedes, Shuri! No puedes pelear con
ese Iniciador—”
Antes que Tsunehiro pudiera
terminar, Shuri fue arrojada a la superficie del camino hacia él con un gran
sonido. Tsunehiro se quedó pálido. Pensando acerca de cuán aterradoramente
fuerte era ese Iniciador para no darle una oportunidad a Shuri, él fue a
ayudarla, y continuaron con su escape.
Después de un rato, él vio
una enorme estructura frente a él. Al principio, él no podía decir que era,
pero después de ver alrededor las góndolas y la silueta de rieles en el aire
pasando en el muro, él lentamente se dio cuenta que estaba en un parque de
diversiones. Detrás de ellos estaban oficiales de servicio civil[1], y
en frente de ellos estaba un callejón sin salida. Tsunehiro tenía la corazonada
que su corto acto de escape acabaría pronto, y él apretó sus dientes. Él no
podía dejar que termine aquí.
Él y Shuri, quien estaba
corriendo a su par, se miraron y asistieron, entonces saltó sobre el torniquete
del parque de diversiones. Él vio una cara de sorpresa saliendo de la cara de
un trabajador y se disculpó silenciosamente. Si ellos conseguían perderse en la
multitud, podían tener una oportunidad. Eso era lo que pensaba, pero mientras
llegaron adentro, Tsunehiro fue asombrado.
No había nadie en la
silenciosa calle, y los coches que giraban y giraban casi que estaban
completamente vacíos. Parte de eso podía haber sido porque era de noche en un
día de trabajo, pero esto estaba demasiado desierto. No había personas donde
perderse aquí…
Él miró atrás y se echó a
andar. El Iniciador quien había estado persiguiendo a Tsunehiro y Shuri saltó
sobre el torniquete y apareció frente a ellos. Ella vestía un fino abrigo con
cubierto de cuadros y una minifalda. Ella tenía zapatos de tacón grueso y
coletas amarradas con lazos bastante grandes que se balanceaban de izquierda a
derecha.
Con el sol poniéndose
detrás, ella camino hacia ellos, haciendo una gran X con sus brazos arriba de
su cabeza. “¡Cometer crímenes es un absoluto no-no! ¡No voy a permitir eso!”
Detrás de ella, una mujer
que parecía ser el Promotor de la chica apareció, montando una bicicleta. Ella
se fue a un lado de la entrada de los torniquetes y lanzo algo que parecí un ID
(probablemente es su licencia de servicio civil) al trabajador, dejando su
bicicleta y lanzo su cabello negro al aire. Ella sorpresivamente era una
hermosa mujer. ¿Quién era ella?
“Enju, buen trabajo.”
Diciendo eso, la chica enfrentó a Tsunehiro. “Ustedes son Tsunehiro Koboshi y
Shuri Nazawa, ¿cierto? Por orden de nuestros clientes, nosotros, la Agencia de
Seguridad Civil Tendo, vamos a tomarlos en custodia.”
¿La
Agencia de Seguridad Civil…?
El nombre sonaba familiar, así que él se quebró la cabeza, y entonces empezó a
darse cuenta. “¿L-La Agencia de Seguridad Civil……? ¿L-La verdadera Agencia de
Seguridad Civil Tendo?”
“Espera, ¿qué? ¿Sabes
quiénes somos? “Ella se reclino hacia adelante y le miró con ojos ilusionados.
“Por supuesto, sé quién eres……” Los salvadores quienes derrotaron a un Fase 5
cuando el Área de Tokyo estaba al borde de la destrucción. Esos salvadores eran
parte de la Agencia de Seguridad Civil Tendo.
Temidos asesinatos,
secuestros, o caza desde otros países, su personal de información rápidamente
fue colocado bajo una media de bloque, pero antes del nombre del salvador,
Rentaro Satomi, se esparciera alrededor de la mina junto con mucha
especulación.
El estado de humor de la
joven ahora había mejorado completamente, puso su mano en su cara con una
elegante sonrisa. “Eso es. Somos la Agencia de Seguridad Civil Tendo, y soy la
presidenta Kisara Tendo. Y ustedes dos fueron traídos aquí a este parque diversiones
donde Satomi trabaja a medio tiempo.”
Rentaro
Satomi—
Tsunehiro se quedó pasmado
de la impresión, y el cuerpo de Shuri se sacudió. Una celebridad, ¿un legendario oficial trabaja aquí?
La presidenta ondeaba su
mano con éxito. “¡Mira! ¡Éste es el orgullo de la Agencia de Seguridad Civil
Tendo, nuestro Promotor más fuerte, Satomi!”
Tsunehiro y Shuri cayeron
de rodillas, se abrazaron entre sí. Este fue el final. Tsunehiro apretó sus
ojos cerrados y espero por su último aliento.
Sin embargo, no importa
cuánto tiempo esperara, nada pasó.
Cuando Tsunehiro abrió un
ojo y miro a la presidenta, ella dijo. “E-Es extraño, escuché que estaba
trabajando aquí…” ruborizada, ella giró a la chica a su par. “Enju, ¿sabes en
qué parque trabaja Satomi?”
“No tengo idea de eso.
Muchas veces le he dicho que quiero ir a verlo, pero siempre dice. ‘¡No
vienes!’ así que no lo sé.”
Cuando los dos empezaron a
ver a su alrededor, Tsunehiro también miró sus alrededores. El parque de
diversiones estaba en total silencio, sin señal de personas en el lugar—No, eso
no era cierto. Si miraba con cuidado, había un lugar donde había una multitud
de personas.
Niños estaban reunidos ante
una chica mágica.
Más acorde, los chicos de
primaria estaban apuntando a alguien vestida en un disfraz de chica mágica,
pateando y golpeando todo a la vez. Era un impopular personaje, “Tenchu
Violet.” De los dibujos animados Tenchu Girls, la contaba la historia de 47
chicas mágicas.
“¡Atrápala!”
“¡Solo muere ya!”
“¡Gah-ha-ha!”
“¡Muerte! ¡Muerte!”
No estaba claro que
hicieron para odiarla tanto, pero los niños únicamente golpeaban a Violet como
si estuvieran poseídos. Un grito sordo pudo escucharse de la chica mágica que
sonreía mientras estaba siendo rodeada y pateada.
La presidenta hizo una cara
de disgusto. “No me digas…”
“Aaaarrgggghhhhhhh, aaah,
¡bájense de mí, putos!” de pronto, la chica mágica dijo palabras increíblemente
horribles.
Los chicos se congelaron y
miraron en su alrededor, pero por supuesto no había nadie más.
Mientras Violet se
levantaba lentamente y ponía su mano en su cuello, un hombre apareció en el
interior, jadeando y cubierto de sudor. Él tenía una mirada desagradable en sus
ojos y una expresión agria en su cara. “¡Sean más buenos, mocosos! ¡Voy a
aplastarlos!”
En primer lugar, los niños
estaban en un estado de conmoción, pero de pronto, comenzando con un niño cerca
del joven, los niños uno a uno empezaron a orinarse del miedo.
“¡Violet murió…! ¡Tengo
miedo!”
“¡Algo raro salió de ella!”
“¡Hey, no lloren! ¡Dije que
no lloren! ¡Violet todavía está viva. ¿Ves?! ¡Soy la chica mágica! … ¡Ah
mierda! Eso es, soy una larva alíen que nació en el estómago de Violet. ¡Lo
siento, maldición!” El hombre lanzó la cabeza de Violet en el suelo y
lentamente camino hacia Tsunehiro y los otros. Él estaba como una chica mágica
del cuello para abajo.
Ése no puede ser Rentaro
Satomi, Shunehiro lo pensó indudablemente.
La presidenta cruzo sus
brazos. “¡Satomi, llegas tarde! ¡Supuestamente vendrías cuando te llamara!”
Rentaro se rasco la cabeza
y se quejó con una vez desalentada. “Puedes decir eso, pero Kisara, incluso
después que arriesgué mi vida para salvar el Área de Tokyo, ¿por qué tengo
menos paga que como un vendedor de una tienda de conveniencia? Debido a eso,
tuve que convertirme en una bolsa de golpeo humana en un trabajo de medio
tiempo, sabes.”
“Eres el que me llama
‘presidenta’ en el trabajo. Además, es tu culpa, Satomi. Después que derrotaste
al Fase 5, los movimientos de los Gastreas bajaron, y tenemos menos trabajo. No
hemos sido capaces de resolver un solo caso desde ese incidente, sabes. Tenemos
Cero ingresos este mes, debido a
alguien. ¿Entiendes eso, poco fiable Satomi?”
El hombre dejo salir un
grito como si él hubiera sido golpeado en un lugar doloroso, y él saco su barbilla.
Entonces, él notó a Tsunehiro y Shuri. “Bueno, esto no es inusual.”
“Objetivo para capturar.”
“¿Objetivo para capturar?
¿Éste es un trabajo del gobierno?”
“No, es un cliente es un
oficial de servicio.”
“¿Oficiales de Servicio
contratan a otros Oficiales de Servicio?”
“Bueno, eso no es inusual.”
“¿Qué, como un subcontratado?”
se quejón con indiferencia, entonces puso la mirada en Tsunehiro.
“Bueno, ¿qué hicieron
chicos?”
Tsunehiro y Shuri se
miraron entre sí, entonces dijeron, “En realidad…” y contaron lo que los llevo
a huir.
Tsunehiro dijo de cómo su
padre junto muchas deudas, hasta el día de hoy, cuando Tsunehiro fue casa,
estaba un yakuza en su casa. El yakuza lo amenazo, diciendo. “Chico, mañana, ya
no serás capaz de ir a la escuela media.” Justo con eso, él fue llevado a donde
los yakuza estaban minando ilegalmente Varanio detrás del frente de una
compañía.
Él les contó cómo en la
mina de Varanio es un Territorio Inexplorado, él era capaz de hacer una labor
sin esperanza día tras día. Tal vez podía decirse que las aves de una pluma
vuelan juntas, pero los oficiales de servicio consiguen proteger la mina de
todos los buenos para nada. Y ellos parecen más preocupados que sus compañeros
de oficiales no huyan.
“Hmm, ustedes no son chicos
malos, ¿verdad?” Cuando Enju dijo eso, Rentaro y Kisra parecían avergonzados.
“¿Qué deberíamos hacer,
Presidenta?” Rentaro pregunto, después de una pausa.
“¿Cómo se supone que lo
sepa…? Además, ya contactamos al cliente de camino aquí diciendo que lo
encontramos…”
“¿El cliente?”
Hubo un veloz sonido, y un
golpe ruidoso en el suelo bajo los pies de Tsunehiro con una increíble
velocidad.
Ésa era una flecha de una
ballesta. “¡Los encontré, bastardos!”
Cuando Tsunehiro se dio la
vuelta, parecía como si fuera a gritar.
El tirador de mala gana
bajo su ballesta que tenía en su mano derecha con un evidente odio agudo,
frunció el ceño, con una cara difícil.
Era Haga. Él era la
personificación del miedo en la mina de Varanio del que huían de eso, un
terrorífico Promotor quien había matado a tres trabadores porque no les
agradaba.
Haga lamio sus labios,
viendo con sus ojos de reptil. “Tuviste el descaro de huir de esa manera.
Prepárense, mocosos. Voy a matarlos y alimentar a los cerdos con sus cuerpos.”
Ellos habían huido. A pesar
de sus pensamientos, Tsunehiro estaba paralizado de miedo, y sus piernas no se
movían. Haga deliberadamente apuntaba su ballesta y puso su dedo en el gatillo.
“Hey, espera un segundo,
Osan.” Rentaro interrumpió. “¿Eres el cliente oficial de servicio? ¿Dónde está
tu Iniciadora?”
Haga paso su mirada al
lado, parece que notó a Rentaro por primera vez. “Voy a pagarles luego, así que
cállate, enano.”
“Dije, ¿dónde está tu
Iniciadora, estúpido?” Rentaro miróa Haga sin pestañar,
Comenzando, Haga fue quien
movió su mirada primero. “Maldición. Oh sí, ahora que lo mencionas, tenía una.
Ella lloró y gritó tanto que la asesine accidentalmente, pero bueno, dije que
ella murió en el cumplimiento de su deber, así que la IISO me enviara un
remplazo pronto-”
“Estilo de Artes Marciales
Tendo, Número 3—”
“¿Huh?”
“¡Kabuto Rokuro!”
El puño de Rentaro se
enterró en la inofensiva cara de Haga, requebrando sus rasgos, destruyendo tres
de sus dientes, y lanzándolo a casi tres metros detrás mientras la sangre fluía
de su nariz. Entonces, hubo un completo silencio.
“¡¿Qué diablos?! ¡Eres una
desgracia para los Oficiales de Servicio, bastardo! No vuelvas a mostrar tu
cara en frente de mí otra vez. ¡Si te veo otra vez y aun eres un oficial de
servicio, voy a matarte!” Después de jurarlo vigorosamente, el cuerpo de
Rentaro de pronto se puso rígido por alguna razón, y se volteó a Kisara con los
hombros caídos en forma de disculpa. “Lo siento, lo hice otra vez…”
“Hey Satomi, ¡¿qué estabas
pensando en dejar a nuestro cliente fuera de combate?! ¿Cuántas veces crees que
hemos perdido nuestras oportunidades de paga? ¡Si vas a golpearlo, golpéalo
después que nos paguen!” Kisara lo dijo.
“¡¿Eso es lo que te
preocupa?!”
Dejando de lado la acción,
Tsunehiro se quedó con la boca abierta. ¿Había sido salvado… por el oficial de
servicio?
Prestando una libreta y
lápiz a Kisara, Rentaro escribió algo debajo y puso la pieza de papel en la
mano de Tsunehiro.
“Ve al departamento de
homicidio de aquí, en frente de un inspector llamado Tadashima. Ese chico no
tiene prejuicios contra las Niñas Malditas, así que él probablemente te
ayudara. Puedes enfrentar las consecuencias de andar sin licencia, pero allí
hay muchas circunstancias extenuantes. Oh, ten cuidado. Ese inspector tiene una
cara que le hace como un yakuza con apariencia a Buddha.”
“U-Um… yo…” Tsunehiro no
tenía palabras. Cuando él levanto su cara, pensó que tenía que decir algo, él
fue interrumpido por el teléfono de Kisara.
“Satomi, ha pasado tiempo,
pero conseguimos una presa.” Ella dijo eso después de colgar. “¡Un Gastrea de
Primera Fase fue visto en Distrito 23 del Área Tokyo! Parece que está perdido
en una gran altura.”
Rentaro parecía harto. “Espera,
Kisara. Estamos en el Distrito 11, ¿cierto…? ¿Vas a conseguirnos un carro o
qué?”
Kisara señaló la bicicleta,
se sentó en la silla, puso su pie en los pedales, y dio vuelta. “No digas
estupideces. ¡No tenemos dinero para eso! ¡Corre! ¡Vamos! ¡Ahora!”
Mirando abajo, Rentaro
confirmó que él todavía estaba como una chica mágica del cuello para abajo.
“Entonces, ayúdame a salir de aquí. El zipper de esta cosa se descompuso, así
que no puedo hacerlo desde dentro.”
Kisara y Enju si miraron
una con la otra y sonrieron malévolamente. “Se ve bien en ti, Satomi” dijo
Kisara.
“Eso es lo que te tú,
Rentaro,” dijo Enju
Rantaro inclinó su cabeza
con desánimo. “Denme un respiro…”
En la lenta oscuridad
creciente, Tsunehiro miro al joven en el disfraz y a una chica que le seguía
como un cachorro desaparecer con en las sombras, y la joven les siguió en una
bicicleta gritadoles en un megáfono.
Las personas que se
quejaban de su justicia sin desear nada a cambio. “Ese… es un verdadero…
Oficial de Servicio.”
La gran llama estaba
encendida, y los sentimientos de voluntad en su pecho. Haciendo un puño tan
duro que duele, él se giró a Shuri. “Shuri, quiero convertirme un oficial de
servicio cuando crezca. Así que, um… si gustas, ¡quisieras convertirte en mi
Iniciadora!”
Shuri estaba sorprendida, y
abrió sus ojos por un momento, pero ella tímidamente asistió con su cabeza. “Si
eso es lo que quieres, Tsunehiro.”
Su sonrisa estaba tan
brillante que Tsunehiro se puso rojo hasta las orejas. Desviando sus ojos de la
vergüenza, él miró a la sombra que estaba haciendo más pequeña.
El año 2031. Población
Mundial sobreviviente: 750 millones.
Oficial registrado en la
Organización Supervisada Iniciador Internacional (IISO) parejas de oficiales de
servicio: 2.4 millones de parejas.
Un mundo declinado a la
confusión dentro de los Monolitos, caminando tranquilamente al camino de la
destrucción. Iniciadores y Promotores, peleando en parejas.
Usando el poder cultivado
de su cuerpo para pelear contra los Gastrea—son la última esperanza de la
humanidad.
[1] civsec officer = en particular no le encontré traducción
buena, pero por lo que pude investigar significa eso.
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