miércoles, 1 de junio de 2022

Capítulo 6: La Tenko de la Calamidad

Capítulo 6: La Tenko de la Calamidad

 

El lado oscuro del Camino de las Hadas era un complejo laberinto cubierto en profunda oscuridad. El cavernoso espacio y el frío y sombrío aire resonaba con el eco de los profundos tonos bajos emanando desde el subterráneo. Con sus elevados techos y el camino zigzagueando al infinito, el camino parecía llevar directo por el centro del mundo. Endea caminaba con una siniestra expresión en su rostro. Silbaba impacientemente, sus delgados hombros estaban de punta. Como si expresara su disgusto, sus pasos se hacían más largos y las pisadas más ruidosas mientras sacaba su frustración al suelo.

 

[Vaya, alguien está de mal humor hoy.] Flora, camino a la par de Endea, calmadamente remarcó. Ella le sonrió. [Y luego nuestro éxito está hecho.]

 

[¿Lo ves?] Endea preguntó con una mirada severa.

 

El objeto de su mirada era Tenko, siguiéndoles desde atrás. Sin embargo, algo claramente estaba mal. Sus ojos estaban cristalinos, y su rostro era falto de vida. Por alguna razón, su uniforme de escudero ahora estaba teñido de negro. Era como si fuera una muñeca sin afecto propio— o una persona con un alma libre por la oscuridad.

 

[Bueno.] Flora admitió. [Es una lástima que no sucumbiera a su oscuridad como mi adorable maestra deseaba tanto.] Ella le sonrió a Endea en un intento de aplacar su disgusto. [Pero si tu verdadero objetivo es el Príncipe Alvin, ¿este no es un resultado ideal para ti?]

 

[¿De verdad lo crees? ¡Bueno, supongo que no necesito estar tan molesta ahora!] Endea se hecho a reír. [¡Te lo buscaste, Alvin! ¡Oh, que no daría por ser una mosca en la pared cuando descubras que te he robado a Tenko!] Aunque algo en la risa sugería que estaba exagerando su alegría. Flora miraba a Endea en un rincón de su mirada.

 

Eventualmente, los labios de Flora se convirtieron en una sonrisa, una raya roja se dibujó en la oscuridad.

 

[Muy bien, mi adorable maestra. Partamos.]

 

Endea tomó el mando. Flora empezó a seguirla, pero se detuvo de golpe y le dio un grito de alarma. Sin decir palabra, miró al techo y murmuró algo.

Endea se dio la vuelta y preguntó. [¿Qué ocurre?]

 

[Están aquí.] Flora murmuro.

 

[¿Quién está aquí?]

 

[Sir Sid… junto con Alvin e Isabella. Ahora veo. Deben estar tomando el Camino de las Hadas del lado de la luz para adelantársenos. Mi predicción es que deben estar tratando de tomarla de vuelta.] Sus ojos apuntaban a donde la Tenko como muñeca seguía un paso detrás de Endea.

 

Endea pensó como si no le creyera a Flora. [¿Nos están siguiendo? Pero ¿cómo? ¡Dijiste que borraste toda la evidencia que nos infiltramos en el castillo!]

 

[Sí, y lo hice.] Flora rio dulcemente. [¡Vaya, no es extraño! Ciertamente pensé que había borrado mis rastros. Isabella de las Damas del Lago debe tener ojos muy perceptivos si pudo seguirnos desde leves marcas que no podía borrar.]

 

Endea apretó sus dientes y lanzó sus brazos alrededor del cuerpo sin vida de Tenko. [¡No!] Ella gritó. [¡No! ¡Ella ahora es mía! No se la devolveré a Alvin. ¡No lo haré!]

 

Flora río otra vez. [No hay necesidad de temer, mi adorable maestra.] Ella se relajó. [Si desean venir y tomarla de vuelta, deben confrontarnos primero.]

 

[¡Flora!] Endea dijo.

 

[Además, mirémoslo desde otra perspectiva. ¿No es esta nuestra perfecta oportunidad?] Flora le dio a Endea una sonrisa extraña.

 

Endea asintió. [Tienes razón. Esperaba que pudiéramos alargarlo un poco más, pero tienes razón. ¡Esta es una gran oportunidad! ¡No puedo esperar a ver a Alvin en lágrimas!] Soltando a Alvin, ella infló su pecho y declaró sin más. [¡Y en este caso, Flora, estás a cargo de arreglar todo! ¡Estoy esperando que sea el show perfecto de un emocionante drama y una gran comedia!]

 

[Delo por hecho, mi adorable maestra.] Flora dijo con una cortés inclinación. Aunque las puntas de su boca aún se retorcían con la misma extraña sonrisa.

 

Varios gritos grotescos atravesaban el túnel y resonaban sin fin por el pasillo. Esos gemidos originados de las horribles criaturas estando a la espera de Alvin y los otros en el lugar donde había entrado al lado oscuro del Camino de las Hadas. Algunos eran monstruos esféricos peludos con grandes bocas, atrofiados con tres piernas, garras y un enorme ojo. Otros eran ogros, gigantes musculares, o goblins, pequeñas criaturas repulsivas del tamaño de niños humanos. Los monstruos cazaban tontos que entraban a su reino, pero Alvin no retrocedería sin dar pelea.

 

[¡Tayweed!] Alvin rugió, y fue al frente con su espada. Un goblin saltó a ella, su garrote se levantó con un movimiento, pero se detuvo con gruñido mientras la espada iba directo a su garganta. Rápidamente se alejó y sacó su estoque de su cuerpo. Un monstruo corrió a ella, pero se hizo a un lado y lo cortó mientras pasaba. Justo entonces, un ogro movió su hacha a ella desde atrás. Saltó, y con un flash, cortó la cabeza del ogro de tajo. Se retorció en medio de aire y movió el estoque otra vez, desgarrando a varios goblins y arrasando con el resto.

 

Isabella estaba casi estupefacta. [Increíble…] Dijo mientras observaba a Alvin atravesar a los enemigos ferozmente. [Estoy asombrada que alguien pueda luchar así en el dominio de la oscuridad. ¿Es debido al poder de la Voluntad?]

 

[Sip, claro.] Sid dijo mientras se paraba detrás de Isabella. [Pero Alvin aún es un novato. A penas está al nivel de un sirviente de mi era.]

 

[¿Quieres decir que aún no ha llegado al nivel de escudero?]

 

Los sirvientes ahora eran un rango extinto de la caballería que solían estar a la espera y ocupaban de los escuderos. Básicamente, eran aprendices de los caballeros aprendices.

 

[Digo, todos en la Clase Blitze tiene el talento.] Sid dijo. [Aunque aún no pueden vencerme, incluso con lo debilitado que estoy.]

 

[No creo que necesiten ser tan fuertes…]

 

[No, lo harán. Al fin que, necesitan la fuerza para luchar contra el reino demoniaco al norte, ¿no?]

[Tienes razón.] Isabella admitió. Suspiro. [A los gobernantes de este reino les falta un apropiado sentido del peligro.]

 

[No tienen idea de cuán atemorizantes son nuestros enemigos. ¿Cómo podrían? A lo mejor, con todo lo que han luchado son peleítas con caballeros fantasmales de nivel bajo o caballeros oscuros pequeños, ¿cierto?]

 

[Es correcto. No conocen el peligro en el que están, así que pasan todo su tiempo luchando entre sí.] Isabella dijo, asintiendo sin más.

 

Sid continuó. [Es por eso que le estoy dando a Alvin y sus compañeros una buena educación. Si podemos tomar a esos considerados los débiles y hacerlos fuertes, quizás todo el débil sistema de caballeros podría tener un despertar.]

 

[Sir Sid…]

 

[Cuando llegue el día que los caballeros de esta era sean lo suficientemente fuertes que no necesiten a fósiles de la vieja era como yo… entonces es cuando mi deber estará hecho. Entonces estoy seguro que Arthur también me perdonará.]

 

Isabella entendió a que se refería. Esta guerra de facciones significaba nada para un caballero del calibre de Sid. Si es algo, reviso a las dos facciones ducales, las cuales lo habían amenazado, como caballeros protegiendo el reino. La raíz de todo no era más que simple, aunque noble, la determinación de proteger lo que era su deber. Luchar por su deber, y nada más, definía a Sid como un caballero.

 

Me preguntó por qué tal grandioso hombre se volvió conocido en la posteridad como un bárbaro. Quizás deba verlo por mí misma, Isabella pensó.

 

[Como sea, no tenemos el tiempo para sentarnos y hablar del progreso de Alvin. Tú eres la única líder de las Damas del Lago. ¿Quieres mostrarnos tus poderes mágicos?] Sid dijo con una sonrisa.

 

[En efecto.] Ella dijo, regresándole su sonrisa con una burlona. [Aunque, me temo que no sé si mis habilidades serán suficientes para impresionar a un caballero de leyenda.] Ella sacó una varita de tercio de metro de largo de su espalda, la levantó, y empezó a recitar un hechizo en lenguaje mágico antiguo. [Maoter, Dansin Izea, Soph Haghings, Ko.] Ella gritó, lo que significaba. [¡Oh, agua que es nuestra madre, dele un suave abrazo a los bailarines!]

Esa era una de las características de los demi-humanos, demi-hadas Nimu— un enorme almacenamiento de maná se combinó con sus poderes como hadas. A diferencia de los caballeros mágicos, quienes usaban encantamientos como si les rezaran a sus espadas mágicas, los Nimue eran capaces de lanzar hechizos por su cuenta para cambiar el orden natural del mundo. Esto les permitía usar magia poderosa incluso dentro de los reinos de la oscuridad.

 

Con un grito final de “¡Ko!” la espada mágica para, “¡Go!” el hechizo de Isabella despegó. Numerosas esferas de agua del tamaño de sandías se materializaron alrededor de ella. Ella movió su varita, y al mismo tiempo, enormes orbes iban y venían de ella. Se aplastaban en los rostros de los monstruos cercanos con un gran sonido de salpicadura, pero el agua no se esparció a ninguna parte. Ni se drenaba en el suelo. En cambio, el agua fluía a través de las bocas de los monstruos, bajando de sus gargantas, y bajando a sus pulmones donde se reposaba como arcilla. Los monstruos golpeaban, tratando de sacar el asfixiante líquido, pero solo era agua. No había forma de comprenderlo. Pronto, los monstruos colapsaron y se debilitaron en el suelo antes que todos sus movimientos eventualmente se detuvieran. Hasta el último murió.

 

[W-Wow…] Alvin estaba casi sin palabras mientras miraba a la magia de hadas.

 

[¿Lo harás, Sir Sid?] Isabella preguntó.

 

[Eso fue increíble. Este despliegue de magia fue tan bueno como, o mejor, lo que cualquier Nimue en mi era podría hacer.]

 

[Me sonrojas. Nunca podré compararme con los maestros antiguos.] Ella le dijo.

 

[Es algo raro verte sonreír así luego de realizar un brutal ataque. Recuérdame no hacerte enojar.]

 

Alvin no podía hacer nada más que temblar del miedo. Inconsciente de su reacción, Sid dijo. [Bien, Alvin, continuemos. No tenemos mucho tiempo.]

 

[¡C-Cierto!]

 

Isabella siguió el camino, y el equipo continúo bajando el pasaje.

 

Sus pisadas resonaron por el corredor. Isabella invocó a un fuego fatuo para agitar y alumbrarles el camino mientras viajaban más en lo profundo del subterráneo. Las vueltas y giros del calabozo eran extraordinariamente complejas. Si Isabella no hubiera adquirido un mapa, se habrían perdido vagando en los túneles por toda la eternidad. De tomar un mal giro, Alvin temía que nunca llegarían con vida. Se esforzaba por reprimir ese miedo mientras caminaban.

 

Giro a la derecha en el cruce de caminos… entonces subir esas escaleras… pasar por ese túnel… sacudir las periódicas ondas de monstruos… seguir y seguir en la misma línea.

 

De pronto, el camino frente a ellos terminaba, y Alvin pudo ver un gran espacio vacío extendiéndose delante de ellos.

 

Isabella, avanzando con su bola de cristal, dijo. [Alguien está adelante.]

 

Alvin se tensó. [Relájate.] Sid le dijo. Caminaba desde atrás mientras guardia de retaguardia para proteger al equipo de algún ataque repentino. [Estás conmigo.]

 

El grupo de Alvin entró al espacio abierto. [¿Q-Qué es este lugar?] Alvin preguntó. Parecía como un gigantesco pozo, pero también le recordaba un sitio ceremonial carnívoro. El salón estaba rodeado con innumerables pilares enormes soportando el techo tan en alto que era tragado en la penumbra. Antorchas ardiendo de aquí y allá, apenas manteniendo la oscuridad al mínimo, haciéndolo visiblemente suficiente para navegar.

 

[Parece que es uno de los salones de rituales de los Titanes.] Sid dijo. [El mundo de las hadas y el mundo material son dos lados de la misma moneda. Frecuentemente, los diseños de un mundo serán trasladados y adaptados en otro.] Miro alrededor mientras hablaba. Alguien se paraba en el centro del salón con su espalda al grupo, y parecía que—

 

[¡¿Tenko?!] Alvin gritó sin pensar.

 

Escuchando el grito, la persona— Tenko— la persona se dio la vuelta. Sí, era Tenko. Por alguna razón, su uniforme de escudero estaba cubierto en algo negro, pero no parecía estar lastimada.

 

Aliviado, Alvin corrió a llamarle. [¡Tenko! ¡Me alegra tanto que estés a salvo! Oh, sí que me alegro.]

Tenko no dijo nada.

 

[¡Vinimos a rescatarte! Vamos, ven con no—] Sid de pronto tomó el brazo de Alvin y sostuvo su espalda. [¿Sir Sid?]

 

[No te le acerques.] Él le advirtió.

 

[¿A qué refieres? ¿Por qué no?] Ella miró de aquí y allá de Tenko a Sid. Entonces, de pronto se dio cuenta… [¿Tenko?] Tenko se veía lista para correr, su mano en el mango de su espada. Miró a Alvin con una expresión indescriptible, casi como si estuviera por atacar. Se veía como—

 

Ella… quiere matarme. Mientras ese pensamiento pasaba por la mente de Alvin, Sid levantó la mirada y dijo. [Está bien. Sal ahora, quién sea que esté aquí. Es de mal gusto sentarse fuera del alcance y observar a alguien más hacer el trabajo sucio para ti.]

 

Una voz desdeñosa arriba de ellos salió. [¿Oh? ¿Viste eso? Supongo que debe ser el por qué te llaman un caballero legendario.]

 

Alvin levantó la mirada. Allí, sobre un pilar rajado cercano por el medio, se sentaba una chica con cabello plateado, un vestido gótico, y una corona. Usaba una máscara sobre su rostro que no revelaba nada más que sus ojos, y cruzaba sus piernas y los miraba.

 

[Y yo aquí había esperado una interesante actuación. En serio, Sir Sid, ¿es un grosero bárbaro que ni siquiera entiende cómo ser mi juguete?]

 

[¿Quién eres?] Alvin le preguntó a la misteriosa chica.

 

Ella miró a Alvin y produjo una sonrisa tan fría como el hielo. [Endea. Puedes llamarme, Endea, Alvin.]

 

[Espera, ¿sabes quién soy?]

 

[Claro que sí. Por qué, sé todo de ti.] Justo entonces, la voz de Endea perdió su tono burlón mientras sus ojos ardían con odio e ira. [Sí, sé todo acerca de ti… Todo… ¡Todo!]


¿Qué carajos Alvin había hecho para provocar tal enojo? ¡No tenía idea! Abrumada, dio un paso atrás.

 

Sid se ocupo por Alvin con los hombros encogidos. [Endea, ¿verdad? ¿Quién eres?]

 

[¿Quién sabe?] Ella dijo. [¿Quién crees?]

 

[Eso no responde mi pregunta. Pero bien, tampoco importa por ahora.] Sid nivelo su mirada con Endea. [Sí, no me importa quién eres. ¿Regresarás a Tenko?]

 

Ella sonrió. [Claro que no. La chica ahora es mía.] Su risa crecía a un estallido.

 

[¡No trates de jugárnosla!] Alvin gritó. [¡Tenko no es de nadie! ¡Ella no le pertenece a nadie! ¡Si insiste en lo mismo, vamos a hacerlo todo para recuperarla! ¿Entiendes?] Sacó su espada y se preparó. Isabella igual sacó su varita y se preparó para recitar un hechizo.

 

Endea los miró con un aire de aburrimiento y dijo. [Santo Dios, qué aburrido.]

 

[¿Qué es tan divertido?] Alvin dijo.

 

[Tenko no es de nadie. Convéncete. ¿No deberías tomar sus sentimientos en cuenta también?]

 

Asombrada, Alvin miró a su amiga.

 

[Estoy segura que se siente igual, ¿verdad, Tenko?] Endea dijo. [Soy mucho, mucho, mucho, mucho más amable que Alvin, ¿verdad? ¿No sería mejor que se quedase conmigo?]

 

Los ojos sin vida de Tenko y cara plana se retorció en una sonrisa. [Sí.] Ella pronunció con perfecta claridad. [Me volveré en el caballero de Endea. Acabe contigo, Alvin.]

 

Alvin se endureció como si fuera golpeada en su nunca. [¿Qué?]

 

Isabella estaba sin palabras. Sus ojos se abrieron, pero Sid frunció el ceño.

 

Endea sonrió con alegría mientras observaba a Alvin entrar en pánico. [¿Ves?] Ella se jactó.

 

[Pero… ¿por qué?] Alvin empezó a temblar. [V-Vamos, Tenko. Esto tiene que ser una broma, ¿cierto?]

 

[¿Crees que estoy bromeando?] Tenko dijo. [¿Por qué crees que estaría bromeando con esto? ¿Descartas todo lo que inconveniente para ti como una broma?]

 

[No, pero… así no puede ser cómo realmente te sientas. Debes estar bajo la influencia de algún tipo de hechizo.]

 

[¿Estarías feliz si dijera que lo estaba? Bien, entonces pretende que lo estoy. ¿Eso te hará creerme?]

 

[¿A qué te refieres?]

 

Tenko era como una persona completamente diferente mientras le fruncía el ceño a Alvin. [He tenido que llevar una gran responsabilidad desde que éramos niños. Lo negué ayer, pero… la verdad es, te estaba mintiendo.]

 

Alvin se palideció mientras Tenko presionaba. [¿Por qué tenía que ser un caballero en primer lugar? ¿Tenía idea de cuán aterrador iba a ser? ¡Estoy cansada de siempre estar herida y asustada, Alvin! ¡Pero no, siempre tenía que ser tu caballero! ¡Solo porque soy la última de mi raza! ¡Solo porque si no era por tu compasión, estaría muerta!]

 

[¿Qué?]

 

[¡Aunque… habría estado bien si te hubieras quedado sin poder! ¡Habrías estado bien si te hubieras vuelta una marioneta para los duques! ¡Pero no! ¡Eres diferente! ¡Eres un idiota que siempre toma las cargas que no necesita y se presiona a pasar por caminos difíciles para hacer lo correcto! ¡Debido a eso, me has forzado a ser responsable para protegerte y limpiar todos tus desastres tras andar mostrándole a todos lo idiota que eres! He tenido suficiente de eso. ¡Déjame fuera de eso! ¡Puedes jugarle al tonto todo lo que quieras, pero no me fuerzas a ir contigo! Lo odio, ¿sí? ¡Te odio!]

[Tenko… ¿estás bromeando?]

 

[No, no lo estoy. Y no lo estoy diciendo por un arranque de ira. Así es cómo realmente me siento, pero claro, puedes pensar que estoy siendo forzada a decir esto si quieres.] Tenko río.

 

En la profunda oscuridad, su rota risa sonaba como si viniera de una persona enteramente diferente.

 

[No… Me rehúso a creerlo. Tenko, tú y yo hemos estado juntas desde que éramos niños. Dijiste que siempre estaríamos juntos. Dijiste que siempre me protegerías.]

 

[¿No te lo dije antes? Todas fueron mentiras. Te estuve diciendo buenas mentiras todo el tiempo. Al fin que, como dije, no estaría con vida si no fuera por tu compasión.]

 

[No jodas…]

 

[Pero Endea es diferente. Ella no es como tú. No asume que siempre estaré con ella, y en realidad me da que pensar.] Allí, Tenko puso sus ojos en Endea. [Endea me dio poder. Es el poder absoluto que puedo usar para forzar a quien sea a rendirse ante mí. Y ahora, debido a eso, ya no necesito tener miedo. Si es algo, estoy feliz. Completamente libre ahora. Ella medio felicidad.] Tenko rio. [Si tengo que escoger ir con Endea o con Alvin, ¿no es sencillo? Mi verdadero maestro ahora es Endea.]

 

Alvin se tambaleó, su boca se abrió. Siempre había pensando en Tenko como su vieja amiga de la infancia. La magia no pudo haber forzado a Tenko a decir eso. Sus palabras llevaban verdad. Pero aun así—

 

[Estás bromeando.] Alvin repitió. [Debes estarlo.] Simplemente no podía creerlo. Se tambaleó hacia Tenko, un paso vacilante a la vez, mientras lágrimas salía de sus ojos. [Vamos, Tenko, por favor. Dime que estás bromeando.] Rogó.

 

[Bien. te lo diré. ¿Estoy bromeando? Aquí está mi respuesta.] Y entonces— Tenko se movió. [¡Muere!] Su espada era difusa mientras iba al frente tan rápidamente que parecía desaparecer. En un solo momento, cerró la distancia con Alvin a solo 10M. A media respiración, estaba sobre Alvin y sacando su espada.

 


Alvin jadeo. ¡Ese era el método practico de Tenko de desfundar y atacar en un solo impulso! Su espada cortaba a través del aire hacia el cuello de Alvin cuando— ¡Smack! La oscuridad se tornó en rojo.

 

[¡¿Sir Sid?!] Alvin gritó.

 

Sid, saltando frente a Alvin para protegerlo, gruñó mientras la espada de Tenko cortaba profundo en su espalda.

 

Isabella y Alvin jadearon. [Tenko, ¿realmente trataste de matarme?] Alvin dijo.

 

[¡No solo eso!] Isabella gritó. [¡Menudo poder debe poseer para herir a Sir Sid!]

 

Era claro que algo extraordinario estaba pasando. Sid era un maestro de la Voluntad, lo cual hacía su carne tan fuerte como el acero. Ningún ataque ordinario podría lesionarlo. Incluso si sus estudiantes lo intentaban con todas sus fuerzas para herirlo, no podrían darle ni un solo rasguño. En cuanto a una espada para lastimarlo tan profundamente…

 

[L-Lo siento, Sir Sid… Debí haber prestado atención.]

 

Pero Sid ignoró a Alvin. Se paraba exactamente dónde estaba, protegiéndole, y miró directo a Tenko— o más bien, a la negra espada en su mano.

 

Incapaz de contenerlo más, Endea se hecho a reír y apretó su estómago. [¿Viste eso? ¿Qué crees, Alvin? ¡Tenko dice que te odia ahora! y dijo que le agrado más, ¿cierto? Hey, ¿cómo se siente? Pensaste que era tu querida amiga, pero ahora se ha puesto en tu contra y te abandonó. ¿Cómo se siente? ¡Eres lamentable, Alvin, eso es lo que eres! Es agradable verte de esa manera. Probablemente pienses que es el final, ¿huh? bueno, adivina qué, Alvin. ¡Solo estoy empezando! ¡Voy a tomar todas y hasta la última cosa de ti!]

 

[¡E-Endeaaa!] Alvin rugió en rabia y frustración. Lágrimas corrían por sus mejillas.

 

Y entonces—

 

[¿Es esa… una espada mágica oscura?] Sid murmuró.

La risa de Endea abruptamente se detuvo.

 

[Endea, ¿era?] Sid preguntó. [Hiciste que Tenko tomará una espada mágica oscura, ¿verdad?]

 

Por un momento, Endea solo miró al techo y se mantuvo en silencio. Entonces dijo. [Claro, ¿y qué si lo hice? ¿Y bien? ¿Qué vas hacer al respecto, Sid el Bárbaro?] Ella lo miró con todo el odio a un rival de años.

 

[Lo entendí. Alvin, el repentino cambio de Tenko es causado por esa espada mágica oscura.]

 

[¿Qué es una espada mágica oscura?] Alvin pestañó con las lágrimas saliendo de sus ojos mientras lo miraba.

 

Sid siguió mirando a la espada en la mano de Tenko. Su hoja era de una siniestra oscuridad. [Similar a cómo tienes tus tres coloreadas espadas mágicas concedidas a ti por Éclair, el Dios Hada de la Luz, Opus, el Dios Hada de la Oscuridad, concede sus propias espadas mágicas también… Miedo, enojo, odio, ansiedad… Todas esas emociones negativas se arraigan en esas pesadas. Cualquiera que escoja una de esas espadas tiene sus emociones negativas amplificadas y los esclaviza. Siente como que nada les traerá más placer que lastimar y matar a otros. Ellos ya no son personas. Son monstruos. Así es cómo son creados los caballeros oscuros.]

 

[No jodas… ¿Así que Tenko es así por la espada?] Alvin le preguntó a Sid. Había un poco de esperanza en su voz.

 

[No.] Sid sacudió su cabeza. [Es una parte de ello, pero no todo. Las espadas mágicas oscuras simplifican la oscuridad en el corazón de alguien.] Se detuvo y luego se dispuso. [Pero no puedo amplificar lo que ya no está allí.]

 

[¿Eso… significa…?]

 

[Sí. A ese punto, la Tenko que estás viendo justo ahora es la representación de cómo realmente se siente.]

 

Alvin jadeó. ¡Si solo Tenko estuviera siendo controlada por algún tipo de magia! Alvin se derrumbó, su leve esperanza se deshizo.

 

Aunque Sid colocó una mano en su cabeza. [No te desanimes. Todos tienen algo de oscuridad en sus corazones. Estoy seguro que tú también… Y bueno, sé que yo también. Nuestros corazones son débiles al fin de cuentas. Pero eso es lo que es el código de un caballero.]

 

[¿Sir Sid?] Alvin preguntó, haciéndose atrás.

 

Sid dejó a Alvin dónde estaba y dio un paso al frente. [Endea.] Él la llamó. [Perdón por esto, pero no a pedirte a Tenko de vuelta.]

 

[No.] Ella respondió con un impertinente comentario. [¿No me estuviste escuchando? Tenko dice que me prefiere a Alvin. Tenko blandió la espada por sí sola, lo que significa que, al final, me prefiere igual—]

 

[Eso no es cierto.] Sid dijo.

 

Endea se silenció.

 

[Supongo que trataste de tentarla con una espada oscura al principio, pero juzgando por toda la sangre en su cuarto, se rehúso a tomarla. Para manejar eso, la apuñalaste a través del alma con la espada oscura y la usaste para asimilar su alma. ¿Estoy en lo correcto?]

 

[¿Qué? Claro que no. No hice nada. Tenko escogió unirse a mí por pura voluntad—]

 

[Tampoco es cierto.]

 

Endea apretó sus dientes de cara a la fuerte convicción de Sid. [¡¿Cómo lo sabes?! ¡Deja de hacerme esas engañosas preguntas!]

 

[¿Cómo lo sé? Porque he visto la misma jugarreta antes.]

 

[¿De qué estás hablando, Bárbaro?]

 

Sid la ignoró. [Mi verdadera pregunta es acerca de lo planeas. ¿Por qué secuestraste a Tenko? ¿Y por qué dijiste una mentira tan obvia y dijiste que se te unió por las buenas?]

 

Endea estaba sin palabras, pero Sid siguió su línea de preguntas. [Claro, Tenko tiene la habilidad de ser un increíble caballero oscuro. Puedo verte queriendo expandir tu poder militar al reclutarla, pero en ese caso, no tendría caso mentir por eso.]

 

[Cállate.] Ella respondió en una frígida voz. Su expresión al instante cambió de la relajada a una seria.

 

Aunque Sid no le prestó atención y siguió retorciendo su daga en ella con su razonamiento. [Déjame ver… Mi suposición es que viste que Alvin tenía a una buena amiga en Tenko y estabas celosa. ¿Me equivoco? Eso significa que estás—]

 

Los ojos de Endea se encendieron en furia. [¡Cállate, cállate, cállate!] Ella gritó.

 

Alvin pestañó de la impresión a la repentina transformación.

 

[¿Yo? ¡¿Celosa?! ¡No seas estúpido! ¡No sabes de lo que estás hablando! Yo no… yo no… ¡Argh! ¡Está bien! Iba a evitar esto y solo tomar a Tenko. ¡Pero! ¡Ahora todo ustedes morirán aquí, morirán! ¡Mataré a todos los que estén de lado de Alvin!] Endea se agitó como un niño mimado. Sus gritos resonaron en los muros del cavernoso salón.

 

[¡No dejaré que eso pase!] Isabella gritó, preparando su varita y apuntándola a Endea. [¡Teip, Teip, Teip!] Aunque, mientras empezaba a recitar el hechizo en Espirish para lanzarlo, una repentina voz salió de la oscuridad del lado de Isabella.

 

[Vaya, Lady Isabella. Es de mala educación interrumpir.]

 

Una persona se materializo fuera de la oscuridad con una varita dirigida a Isabella. Isabella interrumpió su hechizo a medio canto y apuntó su varita a esa figura. Su maná de luz y oscuridad chocaron en una erupción de chispas, iluminando la oscura figura. Era—

 

[¡¿Flora?!]

 

Flora río. [¿No es más beneficioso para un usuario mágico luchar con otro? Desde tiempos inmemoriales, nosotras las brujas siempre hemos trabajado detrás de escenas. Nuestra mera existencia es más peligrosa que el combate.]

 

La varita se cruzo con la de Isabella, ella cantó en Espirish, [Kam Da Dell Loorking Darks.] Lo que significa. [¡Vamos, criaturas que residen en la oscuridad, afilan sus venenosos colmillos!] Después de un inquietante sonido llego desde la sombra a los pies de Flora.

 

Entonces se salieron de la oscuridad— serpientes, arañas, centrípetos, sapos, y cada tipo de insecto venenoso imaginable— una repulsiva marea avanzando a Isabella.

 

[¡Holia El Udia!] Isabella gritó, lo que significaba. [¡Repele esta magia, oh santo árbol!] Un acebo se extendía del suelo a los pies de Isabella y creía rápidamente. Al instante que las criaturas tocaban las santas espinas del acebo, fueron consumidas con un puff de blanco humo.

 

[Vaya vaya.] Flora comentó. [No tenía idea que Lady Stella pudiera realizar tales hechizos mágicos en esta era. Quizás sea el tiempo de recurrir a… esto. ¡Mekia!] Lo que significaba. [¡Llamas negras!] En la punta de la varita de Flora salió fuego negro.

 

[¡Creata!] Lo que significaba, [¡Purificador de agua!] Una montaña de agua bendita engullo la varita de Isabella.

 

La batalla de extraordinarios usuarios mágicos talentosos— la bruja vs la Dama del Lago— empezó ahora.

 

[¡Sir Sid!] Isabella dijo, lanzándole una mirada. [¡Retrasaré a Flora a toda costa! ¡Protege al Príncipe Alvin, por favor!] ¡Woosh! Ella alejo a Flora de los demás.

 

[Está bien.] Sid dijo. [Confió que la manejes.] Entonces se dio vuelta para darse de frente a su oponente.

 

Tenko se paraba allí y no dijo nada. Miro fijamente a Alvin en una baja y profunda postura, lista para sacar su espada y atacar en un solo movimiento. Maná oscuro y sed se sangre llenaban sus ojos.

 

Inseguro qué hacer, Alvin miró a Sid y a Tenko, comparando a los dos. [Tenko…] Murmuró.

 

Sid se paró al frente para proteger a Alvin de cualquier ataque. [Hey, Tenko.] Él dijo. [¿No era un caballero oscuro quien asesinó a tu madre y a tu gente?]

 

[Oh, ahora que lo mencionas, es cierto.] Ella dijo. [Oh bueno. Fue su culpa por ser débiles. Estoy segura.]

 

[¿No tenías miedo de enfrentarlos?]

 

[Claro, solía estarlo. Hace mucho tiempo.] Su boca se retorció en una leve sonrisa. [Pero ya no estoy asustada. Ni un poco.]

 

Sid estaba en silencio.

 

[Entiendes por qué, ¿verdad? Solo mira cuán poderosa soy ahora.] El imponente poder de la espada oscura tamborileó a través de Tenko. [Esta espada oscura es increíble, ¿no crees? Honestamente, no estoy preocupada por enfrentarte. Estoy segura que soy mucho más fuerte.]

 

Sid, otra vez, no dijo nada.

 

Tenko rio. [¿Por qué trate de evitar a la oscuridad? Perdí mucho esfuerzo tratando de ser fuerte. Pero ahora… ahora todo es fácil.] Ella estaba extasiada, ebria en su propio poder.

 

Sid suspiro. [Esta estúpida niña. Dejar que la oscuridad la supere.]

 

[Sir Sid, ¿qué deberíamos hacer?] Alvin preguntó. [¿Hay alguna forma de traer a Tenko a sus sentidos?]

 




Pero la respuesta a esa pregunta era—

 

[Nope.] Llamó a Endea, desde su posición como espectador. [¿No eras consciente? Una vez tomas una espada oscura mágica, tu alma es devorada por la oscuridad. Nunca podrás ser la misma persona que una vez fuiste. ¡Eso significa que Tenko ahora es mía!]

 

[¡No me jodas!]

 

Endea parloteó. [¡Ahora no es algo digno de ver! ¡Me pregunto cómo se verán sus cadáveres una vez mi Tenko les dé una dolorosa muerte!]

 

Alvin tembló con impotencia y frustración.

 

[Quédate atrás.] Sid le odenó a Alvin con una fuerte voz. [Aún tenemos una oportunidad.]

 

Las cejas de Endea se retorció de la sorpresa. [¿De qué estás hablando? ¿Eres estúpido? ¿Seguro que eres un caballero legendario?] No hizo ningún movimiento para ocultar su extrema irritación a él. [Dime, ¿has oído de alguien que se vuelva en un caballero oscuro y regrese a lo que eran antes?]

 

Sid no respondió. Su rostro era indescriptible. Endea le sonrió una vez se dio cuenta que sabía que estaba en lo correcto.

 

Alvin mordió los labios. Endea tiene razón. Ella pensó. Nunca he oído de alguien que se convirtió en un caballero oscuro vuelta a sus sentidos. ¡Entonces debe significar que es demasiado tarde para Tenko también!

 

Muy tarde. Demasiado tarde. Todas las imágenes circulando por la mente de Alvin se desvanecieron: la sonrisa de Tenko, todos los días que pasaron juntos, todos los recuerdos tan frágiles como vidrio, ahora se desfragmentaba y esparcían en el viento. Alvin sintió como que el suelo debajo de sus pies fuera a sucumbir, pero entonces Sid habló, y ella recordó.

 

[Un caballero solo dice la verdad.] Sir Sid recitó el antiguo dicho de los caballeros.

 

[¿Sir Sid?]

[¿Lo olvidaste, Alvin? Te lo prometí. Juré que la traería de vuelta.] Sid se paró ante ella, valiente y monumental.

 

[Oh…] No había nada que pudiera hacer más que quedarse allí en asombro.

 

[Pero esta vez, necesito tu fuerza también, mi señor.]

 

[¿Huh?]

 

[Lo arreglaré para ti, pero necesitas hacer el movimiento final. Como el señor de Tenko, eres el único que puede hacerlo. Es importante para ti y Tenko.]

 

[¿Te refieres a mí? Pero ¿qué puedo hacer?]

 

[Lo sabrás cuando llegue el momento. Haz lo que tu corazón te diga.]

 

Entonces Sid fue al frente y enfrentó a Tenko una vez más.

 

Dale, Endea dijo. [¡Bien, bien! suficiente con las charlas.]

 

[Claro.] Sid dijo. [Bien por mí. Empecemos.]

 

Endea gritó histéricamente. [¡Hmph! ¡Bien! ¡Está bien, Tenko, mi leal caballero oscuro! Oye mi orden y obedece. ¡Derriba a todos esos idiotas que se me oponen! ¡Ahora eres muy fuerte para hacerlo!]

 

[Como ordene.] Tenko djo, y al mismo tiempo, ella se agachó tan bajo como podía y fue a Sid como una flecha voladora. Sin perder velocidad incluso un poco, sacó su espada y lo cortó de un solo golpe, dejando una imagen en su despertar.

 

Sid gruñó mientras detenía el golpe con su puño. Hubo un sonido de impacto, y entonces la onda de choque se emanó de ella y se esparció a los rincones del cuarto.

 

Alvin protegió sus ojos con sus brazos del viento resultante y jadeó.

 

[Dios… Con esto, será la segunda vez.] Sid dijo con una sonrisa mientras miraba a Tenko a un rango muerto. [Oh bueno, lo haré las veces que tome mientras sea por mi señor.]

 

Saltaron para alejarse simultáneamente, como si la sincronización estuviera preparada. Entonces corrieron para atacarse de frente. Tenko rugió en furia mientras corría en línea recta a Sid, su cuerpo fluía con maná. Ella fue la primera en golpear. Sosteniendo su espada, ella golpeó como un rayó apuntando a la cabeza de Sid. La hoja de su espada rebosaba con una atemorizante cantidad de maná oscuro.

 

Sid salió del camino con un gruñido y entonces regresó con un puño mortal. Tenko rechazó su puño con una increíble velocidad. Al mismo instante, ella río, dio medio paso al frente, y llevo su espada en lo profundo de su pecho. Sangre se esparció sobre las cabezas de sus combatientes.

 

Sid gritó. Por un momento, parecía que estaba por echarse atrás, pero Tenko gritó. [¡No te vas a ir fácilmente!] Cuadrando paso por paso, bloqueó su retirada. Entonces, con un giro y un rugido, regresó por su tercer ataque. Con barrida de espada de una posición de albea, giró su pierna izquierda, saltó, y se metió en el aire arremolinado girando sobre su cabeza en una postura de fomtark. ¡Whack! ¡Whack! Sid gritó otra vez mientras numerosas flores se sangre florecían en el suelo.

 

Se hizo atrás, su cuerpo transpirando sangre de sus varias heridas. El cabello de Tenko y ropa estaban empapadas de su sangre. Sid cayó en un pilar, el cual sucumbió del impacto, polvo y desechos cayeron en su cabeza.

 

 

[¡¿Sir Sid?!] Alvin gritó.

 

¡Pero justo entonces, un flash! Un rayó de luz impactó cruzando el terreno de un lado al otro. Sid saltó sobre el rayó y fue hacia Tenko. ¡Ese era Sid, el Caballero Relámpago de leyenda! Sid y el rayo desgarraron la oscuridad y arremetieron contra Tenko.

 

Sin embargo, al siguiente momento, Tenko de pronto se deformó y colapsó en una piscina de sombras. Entonces, mientras las Piernas Eléctricas de Sid pasaban, de momento se detuvo, y a su espalda— ¡Slash! Tenko saltó desde arriba y golpeó a Sid por la espalda.

 

[¡Hazlo con ganas!] Ella se mofó. [Esa era la Espada mágica oscura el Sueño de la Luna. ¡Solo era una ilusión!] Ella se retorció en medio del aire y le dio una feroz pata a la lastimada espalda de Sid mientras aterrizaba.

 

Sid gruñó y tembló en el suelo. Rápidamente sacó una mano y se tambaleó en sus pies para enfrentar a Tenko una vez más. Chasqueó su lengua bajo su respiración. La batalla ni siquiera había durado un minuto, pero Sid ya estaba hecho polvo y sangriento.

 

[¿Eso es?] Tenko preguntó. [¿Eso es todo lo que se requiere para derrotar a mi así llamado poderoso profesor? Qué decepción.] Sus ojos estaban llenos con desprecio mientras alistaba su espada una vez más.

 

Alvin no podía creer lo que estaba pasando. ¿Realmente Tenko estaba superando a Sid donde sobresalía? [Es imposible.] Ella respiró. [¡No puede ser tan fuerte que incluso Sir Sid no pueda derrotarla!] Ella estaba estupefacta.

 

Endea, encaramado en una alcoba, rugió con una risa que resonó por los muros. [¿Sorprendido? ¿Qué crees? ¡Este es el poder de una espada mágica oscura, un poder de la misma que tú evitaste! Debo decir, es raro que alguien se haga tan fuerte como lo es en su primera vez con una espada mágica oscura. ¡Tenko debió haber nacido para ser un caballero oscuro! ¡Qué conveniente, entonces, soy su maestra!]

 

[¡No jodas!]

 

Endea explicó. [No es solo para ella, pero este dominio de la oscuridad fortalece los poderes de sombra de la espada. ¡Incluso el llamado Bárbaro es inútil para detenerla! ¡Ahora resiste!]

 

Tenko rugió y corrió a Sid a una cegadora velocidad, sacando su espada y atacando con un solo flash de movimiento horizontal. Mientras pasaba, creó una línea punzante desde su costado. ¡Splash! Otra enorme cantidad de sangre. Sid se tambaleó y entonces colapsó. Alvin gritó. Desesperadamente lucho por huir de la terrible vista.

 

El rostro de Endea se convirtió en una sonrisa de alegría que se extendía de oreja a oreja. [¡Sé que podías hacerlo, Tenko!] Ella gritó. [¿Qué, es todo lo que el Bárbaro tiene que ofrecer? ¡Apenas queda algo!] Ella colapsó, muriéndose de risa.

 

Tenko rugió otra vez y fue a Sid una vez más. Se quedó a la defensiva mientras ella atacaba otra, y otra, y otra vez. Cortó su costado, apuñaló su hombro, acuchillo, pisoteo, y cortó. Todo a la vez, todo el cuerpo de Sid se cubrió en sangre.

 

Alvin se paraba allí horrorizado. Apenas lograba moverse algo, pensó. Tenko fue a por él una y otra vez. Incluso un guerrero mágico legendario no podía hacer nada contra ese poder demoniaco. Alvin no necesitaba pensar antes que se diera cuenta de la verdad: Tenko era más fuerte que Sid.

 

Sir Sid debe estar tras algo, pensó, pero… ¡Ese no puede ser su plan! Debería haber sido imposible para Tenko ser tan buena. ¿Era el poder de la espada mágica tan fuerte? O quizás— ¿Tenko de verdad tiene mucha oscuridad en su corazón? Al fin que, Alvin sabía que las espadas mágicas transformaban la oscuridad en los corazones de las personas en poder. ¿Ese era el poder de Tenko? ¿Esta tan fuerte para darle una tunda a Sir Sid?

 

Por último… nunca pensé por mí misma. Ahora que puedo verlo claramente. Se había aprovechado de Tenko. Incluso ese día en la lluvia… Todo en lo que pensé era en mi propia felicidad de que decidiera ser mi caballero. Nunca consideré los verdaderos sentimientos de Tenko. Consumida con arrepentimiento, Alvin tomó el mango de su espada. Debo tomar el trono como un hombro… e incluso con unos cuantos apoyos, debo soportar esa pesada responsabilidad, pero egoístamente asumí que podía apoyarme en mi vieja amiga Tenko incondicionalmente. Solo deseaba que siempre pudiéramos estar juntos, y debido a eso, cerré mis ojos a todo el dolor por el que estaba pasando. ¡Me he aprovechado de ella por completo todo el tiempo! Y ese era el resultado de sus acciones.

 

Tenko rio. [¡Eres débil!] Ella dijo. [¡Eres demasiado débil para vencerme, Sir Sid! ¡Y ahora mírame! ¡Soy fuerte ahora, incluso sin ti! ¡Este es mi verdadero poder!]

 

Sí. El resultado en efecto— esta retorcida versión de Tenko, quien se daba un gustirijillo en atormentar a Sid. No había rastro de la amable y noble chica que una vez había sido.

 

Una vez una persona se transforma en un caballero oscuro, Alvin lo recordó, ellos nunca podrán volver a quienes eran… ¿Tenko pronto tomaría el liderato de todos los otros caballeros oscuros, se consumen por su propia codicia, y se transformaban en un masacre monstruo y sediento de sangre? Era impensable. Con su nivel de habilidad y ferocidad, Tenko sería una amenaza como ningún otra. Alvin no podía imaginar cuántos de sus soldados caerían en las manos de Tenko si se unía ala armada oscura.

 

 

Eso significaba que… en lugar… Dominada por amarga angustia, Alvin sacó su espada. Alvin era la que quería ser rey. Algunas veces, un rey no tenía más que tomar decisiones crueles para el bien de su gente. Era su deber. Podían no huir o forzar a otros a sostener esa carga. ¡Si Tenko se convierte en un enemigo de mi gente… si ella asesina a inocentes… entonces es mi deber acabar con ella por mi propia mano!

 

Su visión se nubló con lágrimas mientras miraba a Tenko, quien estaba completamente absorta atacando a Sid al punto que el mundo exterior apenas existía para ella. Viendo arriba, Alvin vio que Endea, no le prestaba mucha atención, en lugar observa la batalla con una gran dicha. Isabella y Flora estaba metidas en su batalla mágica por el otro lado. Nadie le prestaba atención a Alvin, lo cual significaba que era libre de moverse.

 

Eso significaba— Si le acierto un repentino golpe justo en el punto frágil, puedo tener la oportunidad de derribarla. Podía matar a Tenko. Podía cortar a la amiga con la que había pasado mucho de su vida, con la que había compartido buenos momentos y malos también. El solo pensarlo la hacía temblar. Quería nada más que esconder su rostro, gritar, y liberar su corazón. ¿Por qué habían llegado a eso? De verdad, no le habría importado, si Tenko no se hubiera hecho su caballero. Lo único que quería era estar con ella. Podía sobrellevar cualquier dificultad, cualquier problema, mientras Tenko estuviera con ella. ¡Pero! Pensó. Ahora necesito… ¡Ahora necesito matarla!

 

Aunque sus piernas temblaban, observó la batalla y Tenko con atención. Lo que necesitaba era una grieta en la armadura de Tenko, un instante en el cual su espalda estuviera expuesta. En ese momento, si Alvin corría tan rápido como pudiera, ella podía apuñalar a Tenko a través de su corazón, y todo terminaría.

 

Yo… soy el rey. ¡Y por es eso que… necesito proteger a mi gente! ¡Necesito que!

 

Ella observó. Tranquila, Alvin empezó a consumir su Voluntad, agudizando sus sentidos a su límite mientras observaba a Tenko. Era una masacre unilateral. Cada vez que la espada de Tenko se giraba, un nuevo charco de sangre salía del cuerpo de Sid. Ambos lados entendían que solo una persona determinaba la corriente de esta batalla. Como bailarines, sus posiciones seguían cambiando, cambiando, y entonces—

 

Allí. El flujo de la batalla llevaría a Tenko a un lugar donde su espalda ser daría. Allí. Tenko se daría la vuelta, poniendo todo su cuerpo y alma en el siguiente ataque contra Sid. Allí. Solo estaría a unos 10 o 20 metros a lo mucho. Con todas sus fibras concentradas, Alvin espero por un solo instante antes que Tenko hiciera contacto. Allí. El tiempo se detuvo mientras se concentraba. Y Alvin— Alvin se resignó a su trágico destino. Lo siento. Adiós… Tenko.

 

Allí. Alvin se lanzó a la espalda de Tenko. Limpió en terreno entre ellas como una veloz lanza. Alvin estaba convencida de una cosa. Tan poderosa como Tenko fuera con la espada mágica, le faltaba la astucia de los soldados más veteranos. Aún estaba a medias para convertirse en un caballero. Eso hizo que dejara su guardia baja lo suficiente para que Alvin la tomara de improviso y le acertara un golpe falta. Era el momento de la muerte de Tenko.

 

Pero Alvin no se movió. No, no podía moverse. Alvin jadeo y miró abajo para ver lo que la había detenido de acabar con Tenko. ¡Era… Sid! Si hizo contacto visual con ella desde atrás de Tenko, con el fuego de su voluntad escondida en sus ojos. Tenko estaba por partirlo con un ataque, pero Sid solo tenía ojos para Alvin. Sus ojos estaban diciéndole un mensaje.

 

Oh. De pronto, se sintió avergonzada. Solo había estado pensando en ella otra vez y, ebria en heroísmo, llego a la peor decisión posible. Ella estaba horriblemente avergonzada. ¿Qué estoy haciendo? Se preguntó. Entonces su mente se aclaró.

 

¿Recuerdas lo que Sir Sid dijo? Un caballero solo dice la verdad. ¿Cómo te atreves a desconfiar en él, mi leal súbdito, solo tomar la decisión por tu cuenta? Soy un fracaso de rey. Alvin mordió su labio, le dio la vuelta a su espada en sus manos y la incrustó en la tierra. Aun entonces, Sid ignoró su batalla y siguió viendo directo a sus ojos.

 

Palabras no salían de la boca de Alvin, pero sus ojos se lo pedían y enviaron un mensaje. [Confió en ti.] Incluso en medio de la batalla, los labios de Sid formaron una pequeña sonrisa. Entonces esquivó el ataque de Tenko.

 

La batalla de Sid y Tenko seguía y seguía, y todo lo que Alvin podía hacer era observar. Tenko bajó su espada en un ataque, el cual Sid cubrió con sus brazos cruzados. La espada llego a la carne, esparciendo sangre. Tenko contraatacó con un corte torbellino a sus piernas. De inmediato saltó atrás, pero no pudo esquivarlo a tiempo, y sangre brotó de sus muslos. No se detuvo antes de saltar con otro ataque diagonal que Sid tomó con el pecho. Se tambaleó y cayó mientras sangre salía de su torso.

 

Allí parado Alvin, involuntariamente contuvo su respiración. Endea estaba disfrutando con dicha, y Sid en silencio se puso de pie y se puso en guardia una vez más porque Tenko ya estaba acercándose por otro ataque. Su espada voló como un bailarín, cortando, cortando, cortando. Sid trató de detener sus ataques con sus puños, pero era incapaz de detenerlos todos. Poco a poco, las heridas seguían llegando y la sangre seguía saliendo.

 

En medio del violento ataque, Sid logró arremeter con su puño para contraatacar, aunque en ese momento, las crestas de la espada de Tenko cortaron su mano de una forma brutal.

La mano de Sid se abrió, pero la espada de Tenko ya estaba en movimiento otra vez, al mismo tiempo, cortando su hombro. Con un tirón, Sid se tambaleaba mientras el dolor sus gestos se deformaban. Tenko le dio una escalofriante sonrisa. Una vez más, se hizo atrás para una ofensiva más fiera.

 

Un choque de espadas y puños. Primer encontrando la espada. Otra colisión de espada y puños. Mientras Sid bloqueaba a Tenko otra vez, saltaba y empezaba a recitar en Espirish. Una llama oscura salió de la punta de su espada y se sumó al violento ataque. El impacto y el calor abrazador de un torbellino envolvió a Sid, quemándolo. Incapaz de soportarlo más, Sid se alejó, pero Tenko había anticipando su retirada y lo encontró con un gran movimiento de su espada. ¡Corte! La espalda de Sid explotó en sangre.

 

Sangre.

 

Sangre.

 

Sangre.

 

La visión de Alvin se llenó con sangre. Tomó el mango de su espada donde la había incrustado en el suelo mientras observaba la carnicería. Tenko siguió atacando a Sid como si fuera un show para Alvin. cortar, retirarse, golpear, retirarse, apuñalar, retirarse— un golpe rápido y separarse de momento, entonces, cortar, cortar, cortar. Tenko se iba por todas partes, ahora aquí, ahora se iba, ahora allá, ahora se iba, dejando imágenes residuales y nuevas heridas a su paso.

 

Aunque, no importa cuánto lo lastimara, seguía dándose vuelta y enfrentándola de cara. No importa cuántas veces lo pusiera de rodillas, no importa cuántas veces lo aplastara en el suelo, no importa cuántas veces lo enviara a volar, la única respuesta de Sid era pararse y enfrentarla, continuando la batalla una vez más. Era claro que era una batalla que no podía ganar, y aunque siguió enfrentándola tan obediente como una marioneta en una cuerda.

 

Endea junto sus manos en deleite a la fútil situación de Sid. Tenko río cruelmente a la cómica vista de Sid. Cada vez se paraba, se hacía más fuerte y más feroz, le llovían ataques cortantes. Ella lo cortó como si fuera un muñeco de entrenamiento.

 

Alvin observo esta horrible vista, forzada a ignorar cada impulso que le pedía apartar la mirada. Ella observaba mientras temblaba, su rostro se retorcía en angustia. Observaba mientras resistía la desesperada urgencia a entrar a la batalla.

¿Por qué? Debido a que él estaba— Sid Sid, aun parado, aun luchando. El hombre que le juro lealtad a Alvin, el hombre que fue el primer caballero de Alvin, aun luchaba. El hombre cuya elocuencia superaba todo cuando le ordenaba creer en él. El hombre que, goteando sangre de muchas heridas, lanzándose a la pelea una y otra vez.

 

Alvin apretó sus dientes. No tenía más opción que luchar contra sí y quedarse atrás. De ser necesario, creerían en él hasta el final y confirmaría con sus propios ojos que no había más esperanza. Cada ataque en Sid le dolía a Alvin como si fuera una herida en su corazón. Pero eso solo era su propia debilidad, lo recordaba, y apretaba su mandíbula. Comparado a las heridas de Sid, las suyas no eran dignas de ser etiquetadas como dolor. ¡Sir Sid! Alvin pensó. No había nada que pudiera hacer, salvo por una cosa: observar. Observar y creer en Sid. Ante todo, cree en Sid. ¡Sir Sid! ¡Sir Sid! Ella quería arrancar sus ojos de esta horrible vista, pero no les dejaría vacilar. Era la única cosa que podía hacer por él en esta batalla. Y entonces—

 

El momento finalmente llegó.

 

Tenko rugió mientras se sumergía en un torbellino y acertaba un profundo corte. Puso la fuerza de todo su cuerpo en ese crítico golpe. Sid jadeó mientras una bola de sangre se esparcía en el aire. Completamente vacío de fuerza, se aflojó y dejo que la gravedad lo llevara al suelo. Sin movimiento para defenderse, rebotó una, dos, tres veces, y finalmente llegó a un alto. Su cuerpo yacía en el suelo tan flácido como una muñeca de trapo abandonada. No hizo sonido o movió un músculo. Ni siquiera parecía que estuviera respirando.

 

La paciencia de Alin por fin llegó a su límite. Sin pensar, gritó. [¡¿Sir Sid?!] Corrió a su cuerpo caído. Aunque, antes que pudiera llegar a él—

 

[¿A dónde crees que vas, Alvin?] Como un vendaval, Tenko se entrometió para bloquear el camino de Alvin.

 

[¿Tenko?] Alvin gritó.

 

[¿Qué crees? ¿Cómo se siente saber que tu preciado caballero está derrotado, y no pudo hacer nada para detenerme?] Ella dirigió la punta de su espada a Alvin. [Pero no necesitas preocuparte.] Ella dijo. [Ya que eres quien sigue.]

 

Alvin involuntariamente se sorprendió y dio un paso atrás, alarmado por la sangrienta mirada que le echaban encima.

[Qué patético, Bárbaro.] Endea se mofó. [¡Debo decir, me decepciona que no dieras una mejor batalla!] Ella río.

 

[¿Qué?] Isabella dijo con un grito de alivio. [¿Dices que ni Sir Sid es competencia para una espada mágica oscura?]

 

Flora dirigió su varita a Isabella. [Me temo que no tienes el lujo de preocuparte por alguien más que por ti misma ahora.]

 

Una onda de negros brezos surgió del suelo y se arrastraban, buscando a Isabella. Ella gritó [¡Quédate atrás!] y levantó su varita, creando una explosión de llamas que quemaron las espinas. La batalla mágica de Flora e Isabella seguía sin un aparente lado ganador. Los bellos rasgos de Isabella se contorsionaron en desesperación.

 

Y en medio de todo eso, Tenko simplemente se paraba allí riendo.

 

[¡Ah!] Ella gritó. [¡Me siento mucho mejor ahora! En serio, tengo que decir… Nunca podré estar a la altura de Sir Sid.]

 

Alvin pestañeó en sorpresa a la mirada de odio de Tenko. [¿T-Tenko?]

 

[¿Un bárbaro? ¿El caballero más fuerte en la historia? ¡Por favor! ¡Yo estuve allí para ti por mucho, mucho tiempo antes que siquiera apareciera!]

 

Alvin jadeó. [¡¿Huh?!]

 

[¡Pero mira qué fácil me robo mi posición como tu primer caballero, como tu persona de más confianza! He estado en agonía, todo porque egoístamente decidiste traer a ese bárbaro. ¿Entiendes por lo que he pasado?]

 

[Oh…]

 

[¡Siempre he llevado esa responsabilidad por ti y trabajado tan duro como pude por ti! ¡Pero me diste la espalda! ¡Me traicionaste!]

 

Alvin estaba sin palabras, y la furia de Tenko sacó lágrimas de sus ojos. Eso, también, debió haber sido parte de los verdaderos sentimientos de Tenko. Alvin no tenía respuesta más que sentarse en silencio y dejar que todo saliera.

 

[Pero está bien ahora.] Tenko dijo. [Porque ahora tengo a Endea.] Ella sonrió como si todo su dolor se hubiera ido y olvidado. [Endea no es como tú, Alvin. ¡Ella me dio este increíble poder y se llevó todo mi dolor y miedo! Ahora lo entiendo— ¡Nací para servirle a Endea!] Mientras gritaba entre risas, los últimos rastros de la noble chica que una vez fue se desvanecieron.

 

Es muy tarde, Alvin pensó. Ahora ella es el mal. La Tenko que solía ser nunca regresaría. Ella había caído ahora, al igual que cualquier otro caballero oscuro. Esta desesperación dominó la mente de Alvin.

 

[Pronto será tiempo ara que le digas adiós, Alvin.] Tenko dijo. Se preparó en una postura media mientras todo su cuerpo surgía con maná y sed de sangre.

 

[Tenko… lo siento. Lo siento tanto. Yo…] La cabeza de Alvin cayó. La voluntad de resistir estaba perdida.

 

[Es demasiado tarde para disculpas.] Tenko dijo. Empezó a avanzar hacia Alvin, y entonces—

 

¡Whoosh! De pronto, una persona se paró ante ella para bloquear el camino de Tenko. Era Sid.

 

[Qu—] Tenko balbuceó.

 

[¡¿S-Sir Sid?!] Alvin gritó.

 

[¡T-Tiene que ser una broma!] Endea dijo, incapaz de creerle a sus ojos.

 

Apenas capaz de pararse con sus propias piernas, cubierto en sangre, y hecho añicos, Sid no estaba en condiciones de luchar. Sus rodillas tambaleaban, y parecía como si el toque de un dedo sería suficiente para derribarlo. Y aun así, allí ser paraba, enfrentando a Tenko.

 

[¿A-Aún estás de pie?] Ella dijo. Su voz vacilaba mientras lo observaba esforzándose para ponerse recto. [Estás destrozado y acabado, pero ¿aún tratas de luchar?]

 

Sid se limpió un rastro de sangre del rincón de su boca y entonces dijo. [Tenko. ¿Esto es lo que realmente piensas de mí?]

 

Las orejas de zorro de Tenko saltaron mientras fruncía el ceño.

 

Sid rio y entonces continuó. [Me lo imagine. Pensé lo mismo también.]

 

[¿D-De qué estás hablando?]

 

[También pensé que mi mentor era fuerte.] Mientras Tenko temblaba ante él, Sid se encogió de hombros. [No podía competir con él, no importaba cuánto tratase. Me llevo contra las cuerdas, y era una piedra en el zapato para mí. Pensé que algún día, si pudiera usar algún truco barato, se la regresaría por seguro.]

 

[¿D-De qué vas?] Tenko respondió. [Estás… ¡¿Aún estás tratando de fingir el papel de mi mentor?!]

 

[No estoy fingiendo ningún papel. Soy tu mentor.] Sid dijo con una sonrisa.

 

[Qué carajos… ¿Qué carajos estás diciendo?] Su agarre se endureció en el mango de su espada. [¿No te rendiste conmigo hace mucho?]

 

[¿Yo, rendirme contigo? No seas tonta. Nunca me rendiría contigo.]

 

[¡¿Qué?! ¡Cómo te atreves a pararte allí y decir eso!] Tenko arremetió contra el suelo con su espada con ira.

 

Sid declaró sin más. [“Un caballero solo dice la verdad”. Te jure esa noche que nunca me rendiría contigo. No importa en qué pudieras convertirte, aún soy un caballero, y cumpliré con mi juramento.]

 

Sus palabras tenían un fuerte poder. Tenko libero un pequeño, [Ah…] mientras se ponía rígida. Su rostro de retorció en agonía, y parecía como si algo la estuviera molestando.

 

[¿Huh?] Alvin dijo. [¿Tenko? ¿Qué está pasando?] Este repentino cambio en Tenko, quien hasta ahora había sido inamovible a sus palabras, asombró a Alvin. Qué extraño, ella pensó. ¡Pensé que una vez alguien se convierte en un caballero oscuro, nunca podría volver atrás! Pero ¿entonces por qué Tenko está sacudiéndose así?

 

Ignorando a Alvin, Sid continuó. [En serio, comparado al estado en el que deje a mi mentor, esta pequeña rebeldía juvenil tuya es bastante linda.]

 

Tenko gruñó.

 

[Bueno, esta es una buena oportunidad para sacar todos los sentimientos que has estado guardando, me imagino. Vamos, déjalos salir. Puedo manejarlo… ya que soy tu mentor.]

 

[No… yo… yo… yo estoy…]

 

Basado en el número y severidad de sus heridas, Sid claramente estaba perdiendo la batalla. Y, por alguna razón, era como si les hubiera dado vuelta a las tablas.

 

Endea se agitó histéricamente. [¿Q-Qué estás haciendo, Tenko? ¡¿No eres mi caballero?! ¡Date prisa y acábalos! ¿Qué, quieres volver a estar siempre asustado y en dolor?]

 

Tenko jadeó, y el regaño de Endea la lanzó una vez más a la oscuridad. Sin embargo, a su postura le faltaba la ferocidad que había desplegado antes.

 

[Genial, ya le afecto.] Sid gruñó con una mirada que había previsto todo antes. [Alvin, casi es hora para que entres. ¿Crees que puedes manejar a Tenko desde aquí?]

 

[¿Huh?] Alvin dijo, atónito.

 

 

 

[¡Usaré mi espada mágica oscura Lunar Eclipse y te mostraré mi verdadero poder!] Tenko grito. Movió su espada, y con un movimiento fluido, lo regreso a su vaina. [De Darmoon El Naitonatio.] Lo que significaba, [Vuestro arte negro, un negro más profundo que la sombra, luna que brilla en la oscuridad de la noche.] Murmurando en Espirish, se movió a una posición más bajo desde donde podía sacar su espada y terminar a Sid en el mismo movimiento.

 

De pronto, Alvin sintió una extraña pesadez empezar a tirar de ella. Un géiser de maná estalló de Tenko y roció el área circundante de negro. Alvin perdió todo concepto de lo que era arriba y lo que era abajo mientras todo el mudo alrededor se ponía de patas para arriba.

 

[¡Clay Steg Hora Specias!] Significa. [¡Pueden tus colmillos abrir un hoyo en el mundo!]

 

La presencia de Tenko se inflaba infinitamente mientras más y más maná se vertía de ella. Una enorme luna del color de una profunda piscina de agua se materializó arriba de su cabeza— como una luna demoniaca, una luna tan negra como el vacío abismo. La negra luz lunar emanando de ella era insoportable. La razón no podía explicar por qué, pero el instinto lo sabía. La luna traía consigo una intensa premonición a muerte.

 

[¡Ripald Roothlass!] Significa. [¡Sé un asesino sin misericordia!] Y entonces la luna se completó. Su siniestra presencia lo dominaba todo. Sin duda, Tenko había usado— [¡¿U-Un Gran Encantamiento?!] Alvin gritó en asombro. [¿Ella lo hizo con una espada oscura? ¡No tenía idea que Tenko pudiera hacer eso!]

 

Endea se regocijaba con risas. [¡Bravo, Tenko! ¡Ya eres un caballero oscuro maestro!]

 

Alvin se asustó. [¡C-Corra, Sir Sid! ¡Incluso yo no puedo contra eso!]

 

Sid siguió enfrentando a Tenko de frente. [¡Cree en mí!] Él ordenó en una poderosa y aliviada voz.

 

Mientras hacía eso, el maná de Tenko crecía, crecía, crecía— su presencia crecía hasta un titan— y entonces todo su espíritu ya estaba listo para lanzar una flecha letal. Entonces atacó.

 

[Gran Encantamiento Oscuro— ¡Cielo Cortado de la Luna Maléfica!]

Ella corrió a Sid, liberando toda su energía amasada. Explotando con maná oscuro, Tenko se aceleró hasta que se movía como un oscuro rayo de luz. Su velocidad destrozó el suelo y rasgó al mismo aire, dejando vacíos que pronto se llenarían con oscuridad a su paso.

 

En este espacio muerto, Tenko era el rey. Ninguna defensa servía de protección, y ninguna evasión era posible bajo la oscura luna, su propio resplandor produjo un efecto asesino. Tenko arremetió a Sid y sacó su espada una vez estuvo dentro del rango. La espada dibujó una línea a través del aire y se incrustó en Sid.

 

Sid estaba en guardia, tomando su ataque sin siquiera moverse una pulgada. Y entonces su espada se deslizó en él y la luna sobre su cabeza.

 

Alvin gritó. [¡¿S-Sir Sid?!]

 

Mientras la luna se separaba en dos piezas, el mundo regresó a la normalidad. Sin embargo, el cuerpo de Sid se partió profundamente, esparciendo una gran rociada de sangre que se esparcía por todo el cuerpo y espada de Tenko.

 

No. Era eso. Por fin se acabó. Alvin apretó sus dientes. Y entonces— ¡Whoosh! De pronto, la ensangrentada espada de Tenko se encendió en brillantes llamas blancas. Tenko gritó, y mientras lo hacía, la sangre cubriendo su cuerpo también se incendió en una gran bola blanca de llamas. Sin embargo, el fuego no quemó a Tenko, sino la purificó, alejando la oscuridad aferrada en ella. Tenko gritó, y mientras las llamas se hacían más fuerte, engullían su espada, destruyéndolo y haciendo cenizas todo el destructivo poder maléfico.

 

[¿Qué está pasando?] Endea gritó. [¿Qué diablos es ese fuego blanco?]  Ella pestañó en sorpresa. Eso incluso estaba fuera de su imaginación.

 

Lo que Alvin vio hizo que pestañara en sorpresa también. A través del campo de batalla, Sid lentamente se desmorono a la nada, todo su poder acabado… aunque un murmuro sin sonido llego a los oídos de Alvin.

 

Allí. Sus labios se movieron, sacando una sola silaba… Ve. ¡Ve!

 

[Oh…] Al escuchar su mensaje, Alvin entró en acción.

 

[¡¿Q-Qué es eso?!] Tenko rugió. [¡Mi espada mágica oscura… está sucumbiendo!] Tenko olvidó que estaba en medio de un campo de batalla y empezó a asustarse. Sin embargo, incluso en medio de su angustia, la oscuridad nublando sus ojos se alejaba poco a poco, y la luz de la razón empezó a regresar. [¿Qué… qué he hecho?]

 

[¡¿Qué estás haciendo, Tenko?!] Endea gritó. [¡No puedes volver a quien solías ser!]

 

Tenko jadeó.

 

[Eres mi caballero ahora, ¿verdad? ¿No ibas a convertirte en mi caballero? ¿Realmente quieres ver a estar siempre asustado y con dolor? ¿Quieres ser fuerte?]

 

[C-Claro. Yo…] Tenko apretó el agarre en su espada otra vez, y el maná oscuro brotaba en ella una vez más. Se desbordaba en su cuerpo, amenazando con extinguir el fuego blanco mientras sus ojos se nublaban otra vez.

 

Endea suspiro en alivio.

 

Pero entonces, un gritó agitó el aire. Alvin fue a Tenko con su espada en alto, rugiendo mientras andaba, volando como si se propulsara por una patada en el suelo. Ella consumió cada pizca de Voluntad que tenía y corrió directo a Tenko. [¡Tenkoooooo!]

 

Tenko jadeó y levantó su espada para protegerse. Confusión, intranquilidad, y agonía se reunían en sus ojos mientras miraba a Alvin, y una vez más, recurrió al maná oscuro de su espada.

 

[¡A-Alvin!] Ella gritó. [Voy a… ¡Voy a lastimarte!] El poder de la espada lo rechazó, alejando las últimas llamas, cuando—

 

[¡No me importa! ¡Incluso si lo haces, aún eres mi mejor amiga en todo este mundo!] Alvin gritó.

 

[¡Oh!] Por un momento, los movimientos de Tenko se detuvieron como si estuviera perpleja. El flujo de maná en su espada se detuvo.

 

Entonces, al momento siguiente, la espada de Alvin impactó de frente a Tenko. La hoja bloqueó la otra hoja. El maná blanco y el maná oscuro chocaron en un baño de chispas. El viento del impacto se arremolinó en todas direcciones, y entonces se apartaron.

 

Y entonces. ¡Crack! Un sonido metálico seco resonó por el aire, y la katana de Tenko— su espada mágica oscura— se desquebrajo en la base. Tenko se quedó estupefacta mientras Alvin pasaba detrás de ella, con la espada afuera.

 

Entonces, al momento siguiente— ¡Whoosh! La oscuridad revistiendo su cuerpo se desvaneció, y la gruesa nube de oscuridad en la base de su espada se disipó. Por un largo momento, Tenko se mantuvo de pie, viéndolo en un asombrado silencio antes que finalmente murmurara. [N-No puedo creerlo…]

 

Lágrimas salía de sus ojos. [No puedo creerlo. ¿Qué estaba haciendo?] Ella cayó de rodillas, viendo a sus manos. [¿P-Por qué hice algo tan terrible?] La oscuridad aferrada a ella ya no estaba mientras murmuraba aturdida. Tenko por fin había regresado a sus sentidos.

 

[Hey. ¿Ya estás despierto de tu pesadilla? Vamos y arriba, dormilona.] Una gran manó llego de abajo y palmeó la cabeza de Tenko. Ella levantó sus ojos, y allí estaba Sid, de pie con sus dos pies otra vez. Estaba cortado y ensangrentado, pero no parecía que lo sintiera. Toda su atención se concentró en ella.

 

No estaba segura qué decir. [¿M-Master…?] Ella balbuceó, sus ojos se cayeron.

 

Justo entonces, Alvin se tiró a Tenko en un abrazo.

 

[¿A-Alvin…?]

 

[¡Tenko! ¡Oh, estoy tan aliviado! Ahora estás de vuelta, ¿cierto? Estoy tan aliviado. Tan…] Se echó a sollozar mientras apretaba más fuerte a Tenko.

 

Sid sonrió gentilmente mientras observaba a las dos chicas abrazadas por unos momentos antes de darse vuelta para fijar su mirada en Endea. Su boca boquiabierta de la sorpresa, pero no dijo nada. Claramente no tenía idea de lo que pasó.

 

Finalmente, logró preguntar. [¿Qué… hiciste?]

Sid respondió calmadamente. [¿A qué te refieres?]

 

Endea apretó sus dientes en frustración y luego dijo. [¡No te pases de listo! ¡¿Qué lo hiciste a mi Tenko?!] Sus ojos brillaban con suficiente malicia para maldecir a todo el mundo y entregarse a la muerte. [¡Esto es imposible! ¡¿Por qué Tenko volvió a su anterior yo?! Apuñalé su alma con la espada oscura, incluso tanto para usar un encantamiento mágico y fui cuidadosa para asegurarme que estaba completamente bañada en la oscuridad. ¡No hay manera que pudiera volver de eso! ¡Se suponía que fuera mi leal sirviente! ¿Y por qué, por qué, por qué? ¡¿Qué le hiciste?!]

 

Sid respondió tan casualmente como si todo ese ajetreo no hubiera pasado. [Fue la Sangre de la Santa.]

 

[¿Q-Qué con eso?]

 

[No es un buen título, siendo yo el Bárbaro, pero tengo un hechizo, una bendición del Dios de la Luz. Mi sangre tiene el poder de purificar la oscuridad.]

 

[¿Qué? No me jodas…]

 

[Es por eso que permití ser golpeado, así la espada de Tenko tendría mi sangre. Tomó bastante sangre, pero eh… estoy acostumbrado.]

 

[¿Por qué?] Los hombros de Endea se agitaron. Ella gritó en rabia y frustración. [¿Por qué? ¿Por qué, por qué, por qué, por qué, por qué? ¡Nunca he oído de un poder así! Suponiendo, solo por un momento, que es cierto, entonces debes estar enojado. ¡Si dabas un solo mal paso, habrías muerto entonces! ¡¿Todo esto fue una broma para ti?!]

 

[Eso no te incumbe, ¿cierto?] Sid dijo. Dio un paso y entonces otro hacia Endea. [Para estar claros, estoy muy furioso.]

 

Endea jadeó.

 

[Trataste de pasarte de lista con mi aprendiz y mi señor. ¿Sabes que eres? Eres nadie. Y vas a caer.] La voz de Sid no demostraba la furia que sentía. Si es algo, sonaba calmado. Sin embargo, una letal furia se sentía en el tono de sus palabras.

 

Endea jadeó y dio un paso atrás, abrumada por la formidable presencia de Sid. Pero entonces, algo parecía despertar en ella, y se hecho a reír.

 

[¿Qué?] Ella dijo. [¿Vas a atacarme? ¿Tratarás de luchar conmigo en esa condición?]

 

Sid no respondió.

 

[Además, tengo ventaja aquí abajo en esta tierra donde la oscuridad gobierna. ¡Quizás deberías conocer tu lugar, basura!]

 

Endea recitó en Espirish, y la oscuridad los encerró. Ella sacó algo desde atrás de su espalda— un largo y delgado estoque. Su diseño exhalaba algo siniestro, y su hoja era de un diabólico negro. Endea río. [¿Qué crees?] Ella preguntó. Ella pasó su dedo por la hoja para mostrársela a Sid. [Esta es mi espada mágica oscura Twilight… la espada mágica más fuerte en el mundo.]

 

Al momento que sacó su espada, la temperatura en el salón cayó notablemente— más, más y pasando la congelación, y aún más bajo. Emitía una onda de sombras congelantes mientras el oscuro maná se alzaba dentro de ella para volverse en una abrumadora fuerza. Su presencia se levantó a un terrible nivel. La absoluta presión podía de eso pudo haber congelado y aplastado a una persona ordinaria solo con ver. Incluso los más lejanos límites de la oscuridad de Tenko no era nada comparado a la poderosa oscuridad de Endea. La diferencia entre ellas era absurda.

 

Endea río. [Qué pena por ti. Parece que la mayoría de mi poder ha vuelto desde la batalla en la capital. No puedes competir conmigo más.] Ella se mofó, con sus ojos oscuros como las trincheras más profundas de un océano.

 

Aunque, por toda su mofa, Sid no respondió.

 

Endea se río de él. [¿Qué ocurre? ¿Asustado? ¿Estás temblando del miedo?]

 

Sid no respondió.

 

[Si te pones de rodillas, lames mis zapatos, y ruegas, puedo hacerte uno de mis sirvientes. ¿No soy genial?] Ella se carcajeó.

Justo entonces, el mundo se agitó con el rugido de un trueno, y un flas de luz acabó con la oscuridad alrededor de ellos.

 

[¿Huh?] Endea gritó. Entonces fue arrojada al aire. Siguiendo el rayo con sus ojos, lo vio como un solo rayo cruzando el campo como una pista con Sid montándose, su mano derecha se extendió y se deslizó en el rayo mientras iba al frente en posición de guardia.

 

Esas eran las Piernas de Rayo de Sid, pero ahora estaban en una magnitud mucho más rápida y fuerte de lo que él había usado en Tenko.

 

Endea alejaba la sangre mientras giraba, sin peso, en medio del aire. [¿Huh?] Ella jadeó. [¿Qué fue eso?] Ella entonces recordó el momento antes del impacto. Mientras el rayo se deslizaba por el terreno, Sid la había atacado con su rayo, y su oscuridad fue inútil para detenerlo.

 

La gravedad la llevó abajo hasta que golpeó la tierra con un gran sonido, rebotó varias veces, y rodo hasta un alto. Ella gritó y se tumbo en el suelo. Haciendo muecas de dolor, ella murmuro. [Qué… ¿Qué acaba de pasar?]

 

[¿Es todo lo que puedes hacer?] Con su espalda a ella, Sid le dio la vuelta a su cabeza hacia Endea y la miró desde abajo.

 

[¡¿Qué… acabas de decir?!]

 

Ella tembló, y en ese momento, sintió una infinita cantidad de miedo y pavor. [P-Pequeño irrespetuoso…] Ella escupió. [¡¿Quién crees que soy?!] Mientras su enojo subía, otro desborde de oscuridad la paso. [¿Tanto quieres morir? ¡Entonces, eso es lo que obtendrás! ¡Te mataré!]

 

Mientras la oscuridad subía dentro de ella, levanto su espada y voló a Sid. Se retorció a través del aire y arremetió a él con una velocidad atemorizante.

 

[¡Muere!] Ella gritó.

 

Fue un flash. Sid se transformó en un rayo, giraba por el cuarto, y entonces la pateó otra vez, causando que salieran volando. Ella gritó. ¡Bam! Ella golpeo la tierra otra, y otra, y otra vez, impactó en un pilar y finalmente se detuvo.

 

Acostada con las piernas abiertas, miró al techo, asombrada, y murmuró. [Pero… ¿por qué? Use todo mi poder. Esto no puede estar pasando.] Endea ya estaba muy cansada y acabada en su cuerpo, mente, y espíritu. En solo dos golpes, Sid le dio una reverenda madreada.

 

Entonces acertó el golpe final al decir. [¿No lo sabías? Es parte del código de un caballero. La ira de un caballero destruye el mal.]

 

Endea miró a Sid en asombro mientras yacía tumbada en el suelo, y una vez al fin entendió la diferencia en su fuerza, ella tembló.

 

[No estabas luchando en serio, ¿verdad?] Ella preguntó. [Le diste ventaja a Tenko.]

 

[Bueno, sí, claro. Ella es mi aprendiz. ¿Qué se suponía que hiciera? ¿Qué clase de mentor sería si tratase de matarla?]

 

[Pero ¿por qué? Esto tiene que ser una broma…] Endea hizo un berrinche como una pequeña mientras luchaba por ponerse de pie con su espada. [Mi espada oscura es la más fuerte. ¡Además, mi poder ha regresado! ¡Y prácticamente estabas a las puertas de la muerte! Pero ¿por qué, por qué, por qué? ¡¿Cómo es que eres más fuerte que yo?!]

 

Entonces eso la golpeó. Era porque tenía tal poder que era llamado. [El caballero más fuerte de la era legendaria…] Ella murmuró, asombrada.

 

Con el toque de un poderoso trueno, varios rayos se deslizaban a ella y se electrocuto donde estaba parada. Su orgullo y dicho, su espada oscura, todo fácilmente se deslizó de sus manos y cayó al suelo. El rayo impactó, y Endea gritó en agonía hasta que casi se desmayara. Quedó tan inmóvil que no podía mover un músculo.

 

[¡Duele!] Ella gritó. [¡Duele mucho!]

 

[Es todo para ti, Endea.] ante sus ojos, Sid lentamente levantó su mano derecha. Tronó con un rayo mientras adoptaba una pose para golpearla.

Endea lloraba y gemía como un niño. [¡No!] Ella gritó. [¡No, no, no!] Ella luchaba, pero su cuerpo le escuchaba. [¡No! ¡Alto! ¡No quiero morir otra vez! ¡No!]

 

Sid no dijo nada.

 

[¡¿Por qué?! ¡¿Por qué, preguntas?! ¿Por qué nada va como deseo? ¡No es justo!]

 

Ignorando eso, Sid avanzo a ella lentamente, preparando su mira. Tenía cierta corazonada que Endea era peligrosa. En efecto, ella estaba lejos de ser una amenaza en el momento, pero una oscuridad más, más profunda de la que acechaba en las profundidades del corazón de Tenko. Estaba convencido que pronto, si no ya, esto podía crecer para causar una mayor calamidad. Al fin que, era la misma chica que la exaltada bruja Flora llamaba maestra. No había duda en su mente que ella era una figura clave involucrada en los oscuros poderes amenazando a todo el mundo. Significaba que no podía dejarla libre, no importa cuán cruel pudiera parecer. Necesitaba asegurar que esto terminara aquí. Si se transformaba por completo en un rayo y la atacaba con su puño, la vida de Endea terminaría. Podía terminar esta amenaza para el futuro del mundo. Se agacho y estaba a punto de ir al ataque cuando—

 

[Eres el Rey del Rayo, ¿verdad? Entonces, ¿por qué llegaste a salvarme?] Endea lo miro con ojos solitarios y llena de lágrimas. Ella murmuró en una voz mezclada con lamento y amargura. [¿Cómo… es que solo ayudaste a Alvin?]

 

Algo en eso tocó el corazón de Sid. Se puso rígido, sus ojos se abrieron, y jadeo. Él dudo— no, dejo de atacar.

 

Al momento que bajo su guardia, una bola de fuego oscuro cayó en él con el rugido de un trueno. La tormenta de llamas ardía con un sofocante calor que se extendía al techo en un ardiente pilar de fuego. Al instante, Sid terminó con su ataque, pero cuando miró detrás de él, vio a Endea sollozando mientras una mujer la abrazaba con fuerza.

 

[Vaya.] Una voz conocida dijo. [Mi pobre y adorable maestra está sufriendo. Vaya, vaya, querida.] Era la bruja.

 

[¿Flora?] Sid dijo. Aun poniendo su concentración lo que está delante de él, y dio una mirada al costado.

 

[Me disculpo. Fui incapaz de detenerla.] Isabella bajo una rodilla con una expresión de dolor, herida y exhausta de la batalla mágica.

[No, gracias por contenerla por tanto tiempo.] Sid dijo mientras volvía sus ojos a Flora.

 

[Me disculpo, Sir Sid.] Flora dijo con una risita. [¿Dónde deje mis modales? Espero que haya estado bien de salud.] La sonrisa en su rostro era serena, pero apática. [Aunque, debo decir, Sir, es un caballero malvado si trata a una jovencita tan cruelmente.]

 

[Al momento que pones un pie en el campo de batalla, el hecho que seas mujer o niño no hace diferencia.]

 

[Vaya vaya, ¿no es ese su caso? Solo dice la verdad, señor.] Ella río como si lo hubiera encontrado tan divertido. [Aunque… Dudo de si puede matar o no a esta señorita con sus propias manos.]

 

Sid no respondió.

 

[Estoy segura que hay mucho de lo que ustedes dos quieren hablar, pero… me temo que tendrá que esperar para otra ocasión.] Ella río otra vez. [Qué pena, la verdad, que no pudimos llevar a Tenko a nuestro lado.]

 

Sid, una vez más, se mantuvo en silencio.

 

[Oh sí, eso me recuerda. Un día, ella será una persona muy importante para el reino demoniaco. Si no dejas que siga a su destino cuando sea el momento, tendré que oponerme a ti. ¿Qué me dices?]

 

Sid siguió mirándola sin decir palabra.

 

[Tomaré tu silencio como un sí.] Ella dijo. Entonces abrazo a la sollozante Endea y materializo un círculo mágico estilo Torah a sus pies. Las dos gradualmente empezaron a desvanecerse en la oscuridad. Flora debió haber preparado una ruta de escape en algún lugar. No solo era la bruja más astuta en el mundo, sino era sinuosa.

 

[Nos volveremos a encontrar.] Ella dijo mientras Alvin y los otros en silencio observaban que se iba.

 

Y entonces, al momento antes que Flora y Endea se desvanecieran por completo en la oscuridad, un pequeño murmuro, uno que sonaba como si viniera desde las profundidades del infierno, vino de la boca de Endea. [No te perdonaré.] Ella levantó su cabeza caída, y mientras lo hacía, la máscara cubriendo la parte superior de su rostro, se aflojo por el ataque de Sid, se resbaló y descubrió su rostro.

 

[¡¿Huh?!] Alvin gritó. [Ella— Ella es…]

 

[¡Imposible!] Isabella jadeó.

 

Aparte de sus ojos y color de cabello, el rostro de Endea lucía idéntico al de Alvin.

 

Lágrimas recorrían por las mejillas de Endea mientras gritaba. [¡Juro que nunca te perdonaré, Alvin! ¿Cómo es que siempre eres tú? ¡Y ahora incluso estás acaparando a Sir Sid! ¡Nunca, nunca de los nunca te perdonaré! ¡Lo juro, llegaré a ti algún día!]

 

Y entonces, junto con Flora, Endea se desvaneció.

 

Alvin no sabía cómo responder. Se quedó inmóvil y murmuro. [Endea… ¿quién eres? ¿Por qué me odias?]

 

[También me da curiosidad. Sin embargo, ella no es el problema que necesitas enfrentar ahora.] Sid dijo mientras ponía su mano en su cabeza.

 

[¿Huh?] Alvin preguntó sin más.

 

Entonces Isabella gritó. [¡Tenko! ¿A dónde vas?]

 

Alvin se dio la vuelta y vio a Tenko alejarse en silencio, sus hombros se desplomaban. [¡Tenko!] Alvin gritó.

 

Tenko detuvo sus pasos. Su pequeño cuerpo se agitó mientras empezaba a lloriquear. [Lo siento, Alvin. Yo… te lastime mucho. Lo que hice fue terrible.]

 

Alvin no respondió.

 

[No tengo excusa. No estaba siendo controlada… Nadie me dijo que lo hiciera… Supongo que… en lo profundo, incluso la más mínimo, fue porque quería hacerlo.]

 

Alvin no respondió.

 

[Es por eso… Ya no soy la ideal para ser tu caballero… Ya no soy la ideal para estar contigo.] Lágrimas se desbordaban de sus ojos, se derramaban, y caían en sus mejillas. [Así que… Yo… voy a dejarte ahora… voy a dejarte sola, y… y…] Tenko hizo lo imposible para sacar esas dolorosas palabras y dio otro paso hacia el oscuro túnel.

 

Pero entonces, como si algo se encendiera, Alvin corrió a ella y la abrazó desde atrás. [¿Alvin?] Tenko jadeó.

 

[No tienes que decir nada más.] Alvin dijo. [Soy la que lo siente. Siempre di por sentado que estarías aquí para mí… Siempre te hice hacer cosas para mí… pero ni una vez pensé en lo que querías.]

 

Ahora era el turno para Tenko estuviera en silencio.

 

[Por favor, te lo ruego, no digas que te vas. No necesitas ser mi caballero si no quieres… Solo quédate conmigo. Tenko… por favor.]

 

Incapaz de soportarlo más, Tenko lloró, dándose la vuelta, y tomó las manos de Tenko. [¿Estás segura?] Preguntó. [Soy una cobarde… soy débil, patética, y tímida… pero ¿un me quieres?]

 

[No digas eso… Tenko, no quiero vivir sin ti. Si no estuvieras aquí, entonces yo…]

 

[Alma…] Tenko sollozo.

 

[Tenko… Lo siento. Lo siento tanto.]

 


Las dos chicas lloraron y lloraron mientras se abrazaban. Isabella sacó un suspiro de alivio mientras las observaba.

 

[Todo lo que está bien, termina bien, ¿huh?] Sid dijo mientras las miraba antes de darse la vuelta. Pero Flora… pensó. ¿Planeo esto? El mal humor se apodero de su mente. Su ayuda fue tan oportuna que lo debió haberlo preparado de ante mano… y también tenía una ruta de escape lista. Estaba esperando que arrinconara a Endea. Apuesto que también dejo esos rastros de oscuridad cuando secuestro a Tenko. En efecto, apuesto que lo planeó todo… Eso fue todo lo que Flora hizo. No había otra explicación. Pensando en ello, todo queda perfecto.

 

Pero ¿qué carajos estaba tratando de hacer? Y entonces esa chica Endea… No, ella no puede ser… La calamidad de Tenko se terminó. Nah, no importa, él pensó. Sacaré mis colmillos por mi señor de esta era… o hasta que mi vida se acabe. Él se deshizo del torbellino de ansiedad nublando su mente y, con una fresca brisa de determinación, se grabó ese voto en su alma.

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