Introducción – El Mito de la Creación
Hace mucho, en los tiempos de leyendas ——
Cuando crearon al mundo, se establecieron
tres reglas.
Primero, el Dios no podría traer la Guerra
al mundo.
Segundo, ningún Dios podría intervenir
directamente con este mundo.
Tercero, todos los Dioses tenían que dar un
“regalo” ——
Un dios creo “humanos” para este mundo.
Otro dios preparo el “alma”, creo los “arboles”,
dio el “agua” y el “aire”, dejando atrás los poderes del “fuego”, “agua”, “trueno”.
Hubo muchos dioses que crearon bestias
feroces, también muchas razas no humanas
como los Goblis[1],
Naiads[2]
y Fairies[3].
Cuando todos ellos presentaron sus regalos,
fue finalmente un giro a los nuevos dioses.
Sin embargo, todo el mundo necesitaba la
preparación de sus predecesores.
Debido a esto, cada uno de estos nuevos
dioses le dio al mundo una de sus posiciones.
El Dios Mago, Orlaido, mando su invaluable
báculo.
“Quien posea este báculo obtendrá el poder
de la creación. En cuanto a usar este poder, eso se le dejará a este mundo.”
El Dios de la Música, Letia, dio su amada
arpa.
“Esta arpa puede tocar los corazones de
muchos. Con el propósito para el cuál lo usen, también se le dejará a este
mundo.”
El Dios Sagrado, Iska, entrego la joyería
que estaba portando.
“Esta perla contiene mi bendición. Este
poder se convertirá en una divina protección que ayudará a las personas de esta
tierra”
El Dios Artesano, Nirwario, presento su
martillo usado.
“Entonces, voy a dejar este martillo
dorado. Este contiene el poder de falsificar todo. Si el usuario es capaz de
usarlo libremente, ese no es mi problema.”
El Dios de la Guerra, Seshi desmonto la
espada de su cintura.
“Voy a dejar un arma usada para la
protección y como armamento. No contiene un incomparable poder como los regalos
de los otros, pero definitivamente será conveniente.”
Finalmente, El Dios Dragón, Draukairas,
pensó por un momento, entonces rompió su propio ”cuerno”.
“No tengo ningún regalo conmigo como los
otros. Es por eso que, debo entregar un cuerno.”
El Dios Dragón intentó dar un regalo al
costo de dañar su propio cuerpo. Esta acción disparó el respeto de los otros
dioses.
Y así, dragones nacieron del cuerno del
Dios Dragón.
Debido a esto, Dragones eran reverenciados
como bestias sagradas de este mundo.
Habiendo dicho que no importaba cuantos
humanos estuvieran allí, ninguno sería capaz de excederse en su territorio.
De ahora en adelante, este mundo comenzó a
girar.
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