Días Cálidos en una Temporada Fría
Recientemente,
rumores habían rondado que la lluvia se metía por el pasillo en el segundo
piso. Una rápida vista confirmo que algo de trabajo de carpintería era
necesario. Alguien podía ser llamado de la ciudad luego de un día, pero por
ahora se usará un parche—
[¿…Hm?] Aunque
miraba al cielo, Willem inclinó su cabeza en confusión.
[¿Qué ocurre?
¿Encontraste algo?] Kutori siguió la mirada de Willem, pero ella no podía
encontrar nada más que lo usual, madera podrida arriba en el cielo.
[Oh, nada.
Siento como si la misma cosa ya hubiera sucedido antes.]
[¿De verdad?]
Kutori tratando de indagar en sus recuerdos, llego a un vacío. [La última cosa
que recuerdo es que reparaste el muro que Collon derribo.]
[No me refiero
a eso… olvídalo. Si no puedo recordarlo, no debe ser nada tan importante.]
Willem chasqueo su cuello. [Creo que no son suficiente tablones y clavos desde
la última vez… hey, ¿sabes dónde está el martillo de madera?]
[¿No
preguntaste eso antes? ¿Ya lo olvidaste?]
Ahora que lo
decía, tal vez lo hizo.
[Mi culpa… así
que, ¿dónde está?]
[Wow, en
verdad eres malo recordando cosas.] Kutori lo dijo con una sonrisa. Luego abrió
su boca otra vez diciendo algo. [— ¿Huh?]
La
localización del martillo de madera. Kutori ciertamente debería saberlo. Por
algunas razones, eso no paso por su cabeza.
[¿Qué ocurre?]
[Lo siento,
yo, um… parece que también lo olvide.]
[Oh, vamos,
¿tú también? Debe ser un escurridizo martillo de madera.]
[S-Sí…] Ella
dudosamente asistió, aún perpleja por la situación. Un siniestro sentimiento
salió de ella, pero ella trató de afirmar que no era gran cosa.
[Bueno, no te
apresures. Si ambos lo olvidamos, solo debe haber una tercera persona,
¿verdad?]
[S-Sí… está
bien.]
Willem era un
buen chico. A veces podía ser un poco raro y tonto para con las chicas, pero
cuando lo dejas de lado Kutori podía decir que él siempre trabaja duro para
preocuparse por ellas. Sus acciones y palabras llevaban su amabilidad. Así que
por supuesto, ella quería estar a su lado como fuera posible. Para estar más
cerca de él. Para ser mimada por él.
[Entiendo.]
Willem se dio
vuelta y empezó a caminar. Kutori vio a su mano vacía. Si ella corriese y la
tomara, ¿le sorprendería? Probablemente no lo resistiría… ¿pero pensaría
positivamente en ello? De regreso a la 11ava Isla cuando Nephren se le pego a
su brazo, él no la forzó a alejarse, pero lo vio algo molesto. Si ella
sostuviera su mano y consiguiera la misma expresión a cambio, sería… no muy
bueno. Con un debate circulando por su mente, Kutori camino tranquilamente a
medio paso atrás de Willem.
[Ooooh.] Tiat
parecía estar más que emocionado por algo.
[¿Este es… el
romance adulto?] Además, asomándose desde atrás por la esquina estaba Lakish,
cuyas mejillas estaban un poco rojas por alguna razón.
[A medio paso
atrás… de pronto se juntó toda la soledad, no saben cómo acercarse en la
distancia.] Aiseia lo dijo, se metió entre los dos.
[Puedo
escucharlas chicas.] Kutori las llamo, y las tres cabezas desaparecieron desde
atrás del muro.
Cinco días han
pasado desde que ella despertó.
Al menos por
ahora, no hay problemas visibles con el cuerpo de Kutori.
Ella no acepto
la verdadera proposición de Naigrat, pero tampoco hizo algo más en particular,
habiendo perdido su papel de hada soldado. Todo este tiempo, ella lo usó para
pasar por su propio entrenamiento que ahora podía usar para otras actividades.
Para empezar, llevo a una de las pequeñas a su entrenamiento y ayudo a Naigrat
que se mantuvo ocupada en sus actividades.
Kutori dio una
pequeña cucharada a la sopa y la probo. Una ligera sensación cubrió la punta de
su lengua. Nada mal. Pero, considerando el volumen de la farola que añadió luego,
podía ser mejor dar un sabor más picante.
Ella pico algo de hiervas y las lanzo a la cazuela.
[… ¿otra vez
carne con especias? La comida favorita de una cierta persona, huh.]
Aiseia entró y
empezó a probarlo, pero Kutori tan pronto la echo otra vez, citando la muy
conocida regla que solo una chica estaba permitida en la cocina con el deber de
la comida. La regla aplicaba a todas las hadas, pero no a Willem, Naigrat, o
Kutori, que recientemente fue añadida como la nueva asistente de Naigrat.
Podía ser una
buena idea endulzar los vegetales un poco. Bueno, eso lo haría más popular
entre las pequeñas, pero no tenía suficiente información para decir que sí o no
sería recibido bien por la persona importante. Sus opciones son limitadas,
Kutori decidió servirlo por hoy y observar su reacción. Hoy, mañana, al día
siguiente. Ella crecería de a poco cada día, ella seguramente se convertiría en
la versión que ella misma aspiraba a ser tarde o temprano.
[Mantenerte en
la cocina solo para darle gusto al estómago de una persona no es bueno, ¿sabes?]
Kutori escuchó
una voz que venía desde afuera de la cocina, por lo que lanzo una cuchara para
espantar a la peste.
La chica
corrió.
Había hablado
de muchas estrellas fugaces en el cielo al norte. El clima era bueno y el aire
era claro, pero incluso si no lo fueran, sería una lástima perderse de la
oportunidad de ver tal hermosura en el cielo nocturno.
El problema
estaba en encontrar un lugar adecuado para ver el espectáculo. ¿Por la gran
ventana en la cafetería? ¿Pasando por la ventana pequeña del cuarto? ¿En el
banco en frente de la entrada principal? Aunque, al final, lo cuerdo era que la
vista era aburrida, los lugares ordinarios tenían límites. En lugar tenían un
asiento VIP en el área para ellos: el techo. El techo normalmente podía estar
lleno con ropa puesta a secar en el viento, pero en una noche clara seguramente
sería genial verlo desde una plataforma.
Las pequeñas
corrían impacientes, corrían por el pasillo para asegurarse que podían tener el
mejor asiento para ellas.
[¡E-Espera!]
Tiat gritó, persiguiéndolas con una toalla de baño en la mano. [¡Sequen su
cabello luego de un baño! ¡¡Atraparan un resfriado!!]
Una demanda
lógica y razonable. Desafortunadamente, la mente de las niñas tendía a ignorar
la lógica y razón cuando se ocupaban de algo más emocionante. Especialmente era
la verdad para las hadas jóvenes, quienes en particular no les preocupaba su
propia salud en primer lugar.
Las chiquillas
corrían, su cabello mojado goteaba detrás de ellas mientras se iban.
[¡¡Aguarden!!]
Tiat finalmente atrapó a una exitosamente y le restregó su cabeza con la
toalla, pero durante ese tiempo las otras siguieron escapando. Las
oportunidades de atrapar a todas desde el principio eran pocas.
Tiat lucho por
ser escuchada desde afuera.
[Ella
realmente hizo un buen trabajo cuidando de ellas, ¿huh?] Willem lo dijo
mientras veía al cielo nocturno desde su banquillo.
Tiat aún tenía
10 años, ella era baja, y sus pensamientos y acciones eran, como esperaba,
infantiles. Considerando eso, Tiat intentaba ser una adulta inesperadamente parecida
a Kutori. Sin embargo, ella no estaba exactamente sorprendida.
[Ella
probablemente esté actuando como yo.] Kutori rio. [Solo ha pasado un rato, era
una de las que las perseguía.]
[Ya veo. Eso
tiene sentido.] Aunque miro arriba, Willem sonrió.
Admirando el
mismo cielo nocturno, Kutori dio un breve brillo en la cara de Willem. Él
parecía calmado. Sentada a la par del otro en la banca hacía que el corazón de
Kutori se acelerara, pero aparentemente Willem no tenía el mismo efecto. A
parte de su sentimiento de decepción, sino otra parte de sus pensamientos es
que estaba bien mientras fueran así.
[Oh sí,
estabas persiguiendo algo la vez que nos conocimos. No fue hace tanto que lo
recuerdo todavía. Pero…]
[Eh…]
Incontables mármoles rodando.
[No creo que
tenga que preguntar. ¿Por qué estabas en la Isla 28 en ese entonces?]
…………
[Además, ¿El Mercado
Medlei? No es donde los turistas van usualmente. ¿Estuvo en tu camino a casa de
una batalla con una las Bestias o algo así?]
…………
[Los edificios
cerca eran un desastre, y no es exactamente un área segura. Las cosas siempre
están cayendo del cielo. Usualmente eran calderos o botellas de aceite… a veces
era una cocina y siempre tenías la cena del día.]
……qué……
[Pero fue como
la primera vez que vi a una chica caer del cielo, estaba bastante sorprendido.]
[¿De qué estás
hablando?]
Los eventos
que describía eran tan desconocidos para Kutori. Ella los sentía como preciados
recuerdos, pero ella no los había recolectado. Ella nos los olvido. Los
recuerdos tampoco estaban exactamente perdidos. La Kutori que experimentos esos
eventos ya no estaba viva.
[¿Kutori?
¿Ocurre algo?]
[Ah… um…] Ella
no sabía cómo responder. Ella no tenía la confianza de transmitir la extraña
realización que había pasado por su cabeza. Y más que nada, ella estaba
asustada de decepcionar a Willem. Ella no quería que él notará que ella ya no
era la chica que una vez se preocupó tanto. [Um…]
¿Qué hará
ella? ¿Cómo podía pensar tales cosas? Willem se preocupaba por ella. Ella
necesitaba alzar la mirada y decirle [Estoy bien]. Ella necesitaba asegurarlo.
No era tiempo de actuar sospechosa. Ella no podía dejar que Willem notara algo
malo. Ella no podía dejar que supiera la verdad. ¿Qué está mal? ¿Cuál es la
verdad? Ella no lo sabía. No lo sabía, pero eran importantes. Son cosas que no
podía ceder si quería mantenerse como Kutori Nota Seniolis.
[¿Kutori?]
Willem miro a la cara de Kutori con una cara sospechosa.
— De pronto,
un sonido metálico siniestro resonó de arriba.
Instintivamente,
Kutori levanto su cabeza.
Un rail corría
por el perímetro del techo del almacén de hadas. Sin embargo, no eran
exactamente recios rieles, y sobre todo era el comienzo de la deterioración
debido a la edad. A este punto, era lo suficiente inestable para romperse si
alguien se fuera apoyar. Ella había pensado que necesitaría ser reparado mientras
tanto, pero todos siempre estaban ocupados y continuamente lo aplazaban para
luego.
A la altura de
los dos pisos en el aire, Kutori avisto a una chiquilla cayendo. Incluso
acortando a las pequeñas en el almacén, su cabello limón ondeaba en el viento.
¿¡Almita!?
Ahora, en
verdad no estaba en alto, pero eso también significaba que no sería hasta que
golpeara el suelo. Kutori nunca lo haría al tiempo con solo correr.
Willem fue
hacia adelante.
No parecía que
fuera ese Ruiseñor o lo que sea que esa técnica fuera que se llamara. La
distancia probablemente era mucha. Las técnicas para cubrir cortas distancias
que no podían, ser usada para cubrir una distancia más grande que eso. Pero,
como Kutori, él definitivamente no sería capaz de hacerlo naturalmente
corriendo a velocidad.
Kutori activo
su hechizo de visión.
Ella vio las
ascuas de la magia que empezaron a incinerarse dentro del cuerpo de Willem.
¡¡Ese idiota!!
Ella golpeo el
suelo.
El cuerpo de
Willem cubierto en viejas heridas, al punto donde Naigrat consideraba un
milagro que él siguiera con vida. Incinerar Venom con ese cuerpo es el
equivalente a un suicidio. Y este hombre herido indudablemente se dejaría
llevar en un acto sin pensarlo dos veces para salvar a su preciada hija.
Por lo que
Kutori necesitaba vencerlo. Ella incinero su propio Venom, extendiendo sus alas
ilusionarías y planeando por el aire, dejando una huella de luz azul argéntea
en su despertar, Willem apoyo sus brazos, y atrapo a la chica antes que ella
pudiera caer en el suelo.
Entonces,
fuertemente abrazo el pequeño cuerpo, Kutori cayó. Sus momentáneos recuerdos no
se disiparon fácilmente. Ella tembló unas veces antes que finalmente se
detuviera en el muro del almacén de hadas.
[Hnn…]
Sería una
mentira decir que no dolía. Sin embargo, el Venom protegía su cuerpo previendo
cualquier herida mayor. La chica sostuvo sus brazos pareciendo algo asombrada,
pero estaba bien.
[¿¡Kutori!?]
Willem desesperadamente la llamó mientras corría.
[No seas un
llorón… eres un adulto, ¿verdad?] Kutori se paró y sacudió la suciedad de su
ropa. [Estoy bien. Y mira, así es Al… um…] Ella le dio a la chica en sus brazos
algo agitados. [También está bien. Solo algo sucia.]
[Ese no es
problema. ¡No seas imprudente! ¡¿Estas mareada?! ¡¿Puedes sentir tus dedos?!
Nada raro en tu espalda, ¿cierto?] Willem tomó sus brazos y los acerco.
[¡H-Hey!
¡Estás cerca! ¡Me alegra, pero ahora no ahora no!]
[¡Escucha! El
Venom es lo opuesto a la vida. Incinerarlo significa que despertaras la vida de
tu propio cuerpo. ¡No puedes ir usándolo para detener algo sin que te mate!]
Por supuesto,
Kutori ya sabía todo eso. Era un conocimiento fundamental para cualquiera que
usara magia.
[Y los
Leprechauns ya tienen una fuerza vital débil, incluso sin tener que poner mucho
esfuerzo para controlar todos los fuertes conjuros de Venom.] Willem continúo.
[Sí, así…]
[¡Pero ya no
eres uno!] Él gritó. [Además, ¿¡qué fue ese impensable Venom!? ¡Leprechaun o
no, cualquiera moriría instantáneamente si hace eso!]
[Eh…]
Ahora que
Willem lo mencionaba, Kutori se dio cuenta por primera vez. Incinerar Venom es
como incinerar una flama real. Para crear un inferno, primero necesitas empezar
con una pequeña chispa y construirla a poco. El Venom no funcionaría bien de
pronto, en las situaciones de vuelo. Por supuesto, hacer lo de Kutori era
impensable y peligroso, pero normalmente no sería posible en primer lugar.
[Yo… pensé que
perdería contra ti otra vez.]
[Dios.] La
cabeza ya se había hecho un lio antes, y ahora esto solo lo empeoro.
Incontables pensamientos se atascaron en su mente, la cara de Willem estaba
cerca, viendo de cerca ella notó que sus pestañas eran inesperadamente largas…
[Cálmate.]
Ella ligeramente palmeó el cuello de Willem. Ella también se palmeo el suyo
mientras estaba en esas. Willem no era el único que necesitara calmarse.
[Primero, te regresaré tus palabras. Si no lo hacía, tú tenías qué, ¿no? Fuiste
insensato conjurando Venom para subir tu velocidad. Lo estaba viendo. Lo vi.]
Willem se
silenció.
[Además, estoy
bien. No me siento aturdida, mi espalda es normal… mis dedos están algo tensos,
pero irán bien para luego.]
[No te estás
haciendo la fuerte, ¿verdad?]
[Wow, veo que
estoy muy confiada.] Kutori rio y hundió sus brazos en los hombros de Willem.
Mirando al
techo, ella vio un riel completamente averiado, como se esperaba. En el borde,
Tiat estaba en cuatro y miraba su camino con una cara que parecía como si fuera
a estallar en lágrimas en cualquier momento.
[¡Está bien!
¡La atrape!] Ella gritó, y el humor de Tiat mejoro inmediatamente. [¡Pero aún
es peligroso, así que no vayas al techo por un rato! ¡Lleva a los niños por las
escaleras!]
[¡D-De
acuerdo! ¡Entiendo!]
Tiat se paró y
se puso a trabajar rondando a las pequeñas en el techo. Kutori podía confiar en
Tiat para que las asegurara.
[Bueno, iré a
tomar un baño. Vienes a ayudar a Tiat.]
[Ah…] Willem,
algo sorprendido, asistió.
Por suerte,
había mucha agua caliente en la tubería. No había necesidad de sacar más agua
del rio o calentarla con Venom, así que podían ir directo al asunto. Kutori fregó las burbujas que cubrían el
cabello limón de la chica. Su mullida cabeza había recogido una fuerte cantidad
de suciedad mientras estaban temblando por el suelo. Tomaría un poco de
esfuerzo para Kutori quitarlo todo.
[U-Um…] La
pequeña chica, mantuvo sus ojos cerrados para quitarse el agua, cuidadosamente
empezó a hablar. [L-Lo siento.]
[Si vas a
disculparte, díselo a Tiat, no a mí. Si la hubieras escuchado, no habrías
terminado en una situación tan peligrosa.]
[E-Está bien…
lo siento.]
¿Ella está
escuchando? Bueno, Kutori no esperaba mucho. Cuando los niños son de esa edad
son regañados por hacer algo, tienden a no concentrarse en lo que en verdad
está mal. Ella probablemente ni si quiera se asustó por casi caer y morir, así
que probablemente no entendía por qué Kutori le regañaba en primer lugar.
Kutori una vez más recordó cuán retorcidas son las ‘vidas’ de los Leprechauns,
faltándoles el instinto fundamental de sobrevivir.
Ella miro
arriba.
Un gran espejo
está en el baño del almacén de hadas. Fue puesto allí por Naigrat para el
tiempo cuando Kutori llego primero. De acuerdo a Naigrat, todas las chicas,
armas o no, necesitan mantener su apariencia. El espejo era una de tantas cosas
que Naigrat añadió al almacén, pero pues como sea…
[¿…Huh?]
Kutori sintió
algo extraño en la imagen reflejada en el espejo: rojo. Su cabello era rojo.
Solo hasta ayer, o unos momentos antes, solo unos mechones eran rojos. Pero
ahora, el nuevo color cubría casi la tercera parte de su cabeza.
¿Qué sucedió?
Ella sintió
como su situación podía ser ligeramente diferente a esas personas bestias que
Naigrat describió cuyos cabellos cambiaban por temporada o adultez. Esas
especies cubrían su cabello antes que creciera un nuevo juego de color
diferente. Su cabello no cambiaba de pronto mientras se golpearán en sus
cabezas. Eso significaba que Kutori había experimentado algo más.
Una chica de ojos rojo estaba viendo.
— Este
sentimiento. Las numerosas imágenes bobas pasaban por su cabeza. Kutori lo
recordaba. Su propio cuerpo se sentía al de un extraño. Fuerza, sentimientos de
odio y perdida. Y también…
[¿…Elq?]
Ella recordó
ese nombre y solo ese nombre. Todo lo demás había escapado de su memoria.
[¿Huh? Qué fue
eso…]
Su cuerpo
empezó a temblar. Su campo de visión se hacía de tras hacia adelante.
¿Qué era el
nombre de la chica? Kutori no lo recordaba. Casi como si nunca lo hubiera
conocido. Pero ¿por qué? Solo hay un poco más de 30 residentes en el almacén de
hadas. Todos son una preciada familia. O tal vez lo son. ¿Así que por qué?
[¿Tienes
frío?]
No. No es eso.
Algo más contuvo su corazón y lo congelo. Pero ella no sabía qué era ese algo.
Kutori se sentó allí, asombrada, incapaz de poner sus casuales pensamientos en
palabras.
Ella quería escuchar “bienvenida a casa”.
Ella quería decir ‘estoy en casa’.
Ella quería comer pastel de mantequilla.
Todos esos
deseos se hicieron realidad. Ella había regresado a casa a donde pertenecía, se
encontró con la persona que quería ver por última vez, y completo todo lo que
quería hacer.
Su promesa se cumplió.
El final termino atrapando a la chica, y
ahora silenciosamente ponía una mano en su hombro.
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