Días Grises Sobre la Tierra Gris
Mientras
tanto, de regreso a la tierra, las cosas progresaban mucho mientras Naigrat lo
describía a Willem y Limeskin. La nave de expedición fue atacada y hundida por
una Bestia.
Apareció
repentinamente durante una fiera tormenta de arena. La silueta de alguna manera
parecía a la de un humano. Desde una distancia, podía distinguirse un abdomen,
cabeza, y extremidades. Pero si te acercas, esa impresión de similitud pronto
se iba por la ventana. El gigante cuerpo del tamaño de una pequeña casa. La
roja cáscara oscura que cubría todo el cuerpo. Incontables globos pasaron por
las rajaduras de ese cascaron.
Pero tal
parece, para las Bestias no es así.
No muchos
sabían de sus procesos de reproducción, pero no parecían pensar mucho acerca de
su supervivencia personal. Hacían de todo, incluyendo arrojar sus propias vidas,
para asesinar.
El solo
objetivo en sus mentes no cambió ni un poco en 500 años: aniquilar toda la
vida. O destruir todo lo que se mueva. Tal vez lo hacían para que no fuera
molesto.
El
Legiteimitat es la Bestia más común de encontrarse en la tierra, pero también
se conocía como una de las menos peligrosas. Buscaban a su presa con el sonido
y movimiento. Si cierras la boca y te congelas tan pronto como te encuentras a
uno, y te arrastras lentamente, cabía la posibilidad que escaparas con vida.
Esa es la razón del porqué el 4to se consideraba el menos peligroso de todos.
Sabiéndolo como sentido común entre los salvadores, y se esparció a todos los
miembros de la expedición justo antes que la misión empezara.
A pesar de
eso, un pánico inmediatamente salió a la vista.
Los miembros
de la expedición corrieron por sus vidas. Sus gritos y fuentes de sangre solo
causaron que el pánico se hiciera más, lo que llevaba a más accidentes.
Así es, sin
embargo, solo era el comienzo.
Al mismo
tiempo, el Primer Técnico de Mecánica a cargo de la expedición estaba a bordo
de la aeronave Saxifraga. Cuando vio la tragedia desarrollándose por la
ventana, dejo salir un grito y fue al cuarto de control. Allí, el trato de
comenzar el hechizo de incinerador y despego, amenazando al verdadero piloto
con su espada ceremonial mientras lo hacía.
El Legiteimitat
buscaba a su presa con sonido y movimiento.
No tomo tanto
para que el ruido de truenos del hechizo del incinerador llegara a sus oídos.
El monstruo, con un gigante cuerpo del tamaño de una pequeña montaña, corría
por la tierra a una terrorífica velocidad, levantando esos brazos, y los movía
hacia la presa. Un violento sonido a choque resonó por el aire mientras la
acorazada de la nave se partía como si fuera hecha de solo tela. Balastro
llovía del cielo. La nave, que duramente cayó al suelo, se inclinó a lo salvaje
mientras se rompía.
Un tiempo
después, los dos Leprechauns finalmente llegaron al campo de batalla y se
movieron con las Bestias, terminando la conmoción casi tan rápido como empezó.
Los incidentes integraron a las 18 personas, cerca de la mitad de la expedición
original. Todos los caballos que
llevaban para llevar el equipaje también fueron aniquilados. Y, lo más
importante, el inmerso Saxifraga había perdido la habilidad de volver a volar.
El sol se
hundió debajo del horizonte.
Todos estaban
exhaustos.
Desafortunadamente,
la aeronave ahora no era más que chatarra gigante. Sin mucho que pudieran
hacer, cerca de la mitad de los sobrevivientes entraron a las tiendas y
trataron de encontrar consolación del sueño. El resto hizo una fogata y se
sentaron con vagancia.
[—Señoritas
están bien.] El Borgle lo dijo mientras sostenía un pincho de carne sobre la
fogata. Las flamas chocaban ligeramente mientras de apoco cocinaban pedazos de
caballo. [Este desastre usualmente termina en una completa aniquilación. Es un
milagro que muchos sobrevivieran. Concentrémonos en eso, no en cuántos
fallecieron.]
[¿En verdad
puedes decir que sobrevivimos?] Noft murmuró mientras miraba al fuego desde una
banca confortante. [Sin nave, no podemos regresar a Regul Aire, ¿sabes?]
[Enviamos
naves mensajeras. Si solo resisten por un poco más, la ayuda llegará tarde o
temprano.]
[Resistir,
¿huh?] Ella mordió lo tostado de la carne en su pincho. [De ahora en adelante
cuando la noche llegue no solo podremos escondernos en el cielo. Estamos en la
arena 24/7. Podemos ser capaces de tratar con uno o dos, pero si tenemos muchos
invitados Lan y yo no seremos capaces de encargarnos con solo dos.]
[Ya, ya, no
necesitamos tanto pesimismo. Al menos, no seremos vistos por el 4to en un
tiempo. Grick dijo que él tenía un nuevo pincho en las llamas.]
[¿A qué te refieres?]
[El
Legiteimitat tiene el hábito de no vivir cerca de otros. Así que es seguro
asumir que no hay otros 4tos cerca de donde el último apareció.]
[Nunca antes
lo había escuchado.] Noft abrió sus ojos en sorpresa.
[Es
conocimiento común entre los salvadores. Las otras bestias no se mueven mucho,
así si solo deberíamos tener el peligro al mínimo. Desde luego, tampoco podemos
ser muy optimistas.]
[Hmm…]
Asombrada de adquirir nuevo conocimiento, Noft giró a la chica a su lado. [¿Ya
lo sabías, Lan?]
Sin respuesta.
La chica de cabello azul se enrolló en su manta continuamente mirando a las
flamas danzar, sin mostrar el más ligero movimiento.
[¿…Qué sucede?
¿Cansada?] Grick preguntó.
[No, ella se
pone así una vez empieza a pensar en algo. Desaparece en su pequeño mundo y
deja de percibir voces o lo que sea que ronde cerca de ella.]
Noft tomo un
pincho de carne y, luego de revisar que estaba caliente, lo llevó a la boca de
Lantolq.
[¿¡Qué!?] Eso
parecía ser el truco. [¡Blrgh agrh!] Luego de un breve momento de confusión,
sus mejillas su pusieron rojas. ¡Caliente, caliente, caliente, caliente! Las
piernas y brazos se movían bajo su manta y parecía gritar silenciosamente, pero
ella ni siquiera intento escupir la fuente del problema dentro de su boca.
[No deberías
tener esos pensamientos mientras comes. Como Naigrat suele decirte siempre,
respeta tu comida concentrándote en ella.] Noft dijo en una voz regañona
mientras ponía una nueva pieza de carne en el pincho. [Dios, si te dejo sola
estarás en el espacio hasta que tu carne se queme y se hagan cenizas. Es
nuestra mejor comida en un buen tiempo, si no la disfrutas los caballos habrán
muerto por nada.]
[¡E-Eso no
significa que tengas que meter un pincho en mi boca!]
[Antes que te
quejes, come vegetales también. Se están quemando, ¿sabes?]
[¡Bien bien,
ya es suficiente!] Con la cara roja, Lantolq tomo un pincho que estaba al lado
de la fogata.
[Dejaría los
pinchos a un lado si fuera tú. Dudo que el buen gusto signifique que para los
Borgles disfrutar de una cálida bienvenida de señoritas.]
[¡Ya lo sé!]
[Pero ahora
que lo dices, me hace querer intentarlo solo una vez, ¿sabes?] Dijo Noft.
[¡Noft! ¡No
seas descortés!]
Mientras que
Noft y Lantolq iba y regresaban, Grick de pronto empezó a reír.
[…Um, ¿le
sucede algo, Grick?]
[Oh, no.
Estaba pensando que ustedes eran más como adolescentes de lo que esperaba.
Bueno, escuché eso de un conocido, pero nunca lo creí. Suponía que como estaban
en la última línea de defensa de Regul Aire esperaría más algo de soldados, o
dejaron de vivir y estuvieran de mal humor. Pero en lugar encuentro a un par de
lindas señoritas.]
[¿Hmm? Esa la
primera vez que alguien me llama linda.] Dijo Noft con una risa.
[Diría que
estoy de malhumor.] Lantolq añadió mientras soplaba el caliente pincho de
vegetales.
Comenzando a
comer una zanahoria tostada, Lantolq pensó profundamente.
Incontables
misterios rodeaban a las Bestias. Más que eso, no había tales misterios. Hace
500 años, todos se dieron en tratar de conocer más de ellos. Y en los pasados
500 años, nadie se atrevió a restaurar esa investigación. Las horribles
calamidades sin librarse sobre el mundo por la detestable raza, los Emnetwyte.
Por 500 años, nadie se aventuraba a pensar más allá de esa vaga descripción.
Lantolq lo
recordó.
Los Emnetwyte
no debieron existir. Su creación fue el primer y más grande error de los
Visitors.
Una oración la
describía en sí misma de un antiguo texto. La siguiente parte era algo muy
problemática, pero luego de pensarlo más descubrió algo que fue así.
En cuantos los
humanos, las bestias fueron liberadas, y llenaron el mundo con una gris verdad.
Sin embargo,
probablemente estaba mal traducido. Después de todo, Lantolq en realidad no
estudió el lenguaje Emnetwyte. Ella solo sabía la gramática básica y algunas
palabras. Era natural que ella cometiera un error o dos tratando de leer tal
texto difícil.
Había sido un
error. Si no, no tendría sentido. Los humanos creados por las Bestias y se
desataron sobre el mundo. Pero esa oración, al menos basados en la
interpretación de Lantolq, hacía sonar que las Bestias no fueron creados del
todo por humanos, pero de hecho…
[¿Qué acabas
de decir? ¡Deja, es malo para la digestión!]
[¿¡Blrgh—!?]
Esta vez, una
patata tostada había sido introducida en su boca. ¡Caliente caliente caliente
caliente!
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