Reunión
Ella tocó en
la puerta, pero no recibió respuesta.
Luego giro la
perilla, y descubrió que estaba sin llave.
[¿Kutori…?]
Ah, así es.
Tiat recordó. La propietaria del cuarto que estaba en el almacén de hadas se
fue en una gran aeronave y fue por sus compañeras que esperaban en la tierra.
No estaría en casa estos días.
[Um… vine a
regresar el libro que tomé prestado.] Cautelosa, Tiat entró al cuarto vacío.
Ella anduvo en
puntillas cerca del cuarto limpio y coloco el libro que sostenía en su pecho
sobre el escritorio de Kutori. Al ponerlo, ella notó que algo había sido
colocado en el borde del escritorio. Un gran sombrero azul… y a su par estaba
un brillante objeto plateado.
[Esto es…]
Tiat lo había
visto antes. Un broche plateado con una gema azul que le quedaba. Se miraba
bien en Kutori, y Tiat siempre lo envidió. Una vez, cuando ella le dijo eso a
Kutori, respondió. [Gracias, pero estoy segura que también se verá bien en ti.
Una vez seas más grande, te lo daré como regalo.]
Tait entró en
pánico cuando lo escucho. Ella no quería parecer como que quisiera que Kutori
le diera su broche. Ella solo quería decir cuánto amaba ver a Kutori con ese
accesorio de adulto en ella. Pero, las palabras de Kutori la hicieron sentirse
un poco feliz.
… ¿Me pregunto si ella lo olvido?
Tiat de pronto
sintió malicia. Desde su conversación con Kutori, ella creció algo. Tal vez
ahora era tiempo que ella se convertiría en una elegante señorita con un lindo
broche. No haría daño con intentarlo. Ella tragó, luego con cuidado estiro su
mano hacia el brillante objeto. Sus dedos rozaron el metal plateado.
[…Tal vez no
debería.]
Tiat trato de
retomar su mano. Sintió que, si lo tocaba, incluso por un momento, incluso si
fuera una prueba, algo muy importante se perdería.
Ahora, la
Plantaginesta está, en el centro, una nave de carga. A diferencia de un barco
mensajero, estaba diseñado para llevar una gran cantidad de material. En otras
palabras, la comodidad de los pasajeros no era prioridad.
Willem podía
sentir la consecuencia de esto mientras la aeronave sosegaba de atrás hacia
adelante incesantemente. Para más, misteriosas pipas resaltaban de los pasillos
y cuartos, el olor a aceite punzaba en cada objeto en toda la aeronave,
obscenos grafitis podíam verse en varios lugares, botellas vacías tiradas en el
suelo, etc. Etc.
Ahora, Willem
podía tratar con este mal ambiente. Él vivió en la Isla 28ava. Pero como temía la
aeronave se movía, su disconformidad rápidamente paso su tolerancia límite.
Tiempo
estimado de vuelo: 42 Horas.
Esas 42 horas
serían el verdadero infierno.
Pero
eventualmente, llegaron al Nivel de las Ruinas del Suelo K96-MAL, el sitio de
la caída de la nave de expedición Saxifraga.
[El mundo se
está agitando…]
Mientras se
tambaleaba con un hombre ebrio, Willem puso pie en la tierra cenicienta. Las
suelas de sus zapatos se hundían a una distancia tan gruesa como una mano
cayendo ligeramente en el suelo. Solo caminar tomaba una gran cantidad de
esfuerzo. Él no quería imaginarse qué es correr y pelear en la arena.
Mirando el
suelo, Willem vio las vastas ruinas grises. Dentro se paraban a medias
construcciones destrozadas que parecían como si alguien se hubiera ido y las
cenizas lo cubrían todo.
Hace tempo,
una pequeña ciudad se colocaba en esos monumentos extraños. Situado cerca del
borde del imperio, muy lejos de la capital. No tan grande o prospera por alguna
causa, distante de cualquier ruta de trato, y le faltaba productos distintivos,
la ciudad había acumulado calmadamente un pequeño significado de historia por
los siglos, y debería haber continuado por mucho más.
Willem se
acuclillo y tomo un puño de arena. El ceniciento polvo rápidamente cayó por entre
sus dedos.
[Es menos
dramático de lo que esperaba…]
Él no sintió
ninguna de las emociones que había preparado de ante mano. Tristeza,
frustración, ninguna de ellas se le ocurrió. No significaba que no entendiera
la realidad de la situación. Ante sus ojos estaba su ciudad natal, Gomag, o más
bien lo que era. Él era capaz de aceptar la verdad tan rápidamente que se
sentía extraño.
[¿…Te
encuentras bien?]
[Sí, no te
preocupes por mí.] Él respondió a Nephren, quien se metió a su lado mientras se
perdía en sus pensamientos, luego se paró.
[No luces
bien.]
[Probablemente
son nauseas. En realidad, no hay nada en mi mente en particular.]
[Si en serio
no estás pensando en nada, creo que es para preocuparse. Esta es tu ciudad
natal, ¿no?]
Un fuerte viento
golpeó, causando que Nephren se protegiera con la capa que ondeaba en el
viento.
[Estoy bien.
Mi ciudad natal ya no existe, y ahora mi hogar está—] Willem señaló al cielo.
[—arriba, ¿cierto?]
Nephren
envolvió la cabeza de Willem con ambos brazos y se acercó a su cara. Vio
profundamente en sus ojos.
[¿Estás
seguro?]
[Seguro. Ahora
suéltame, no quiero que alguien nos vea.]
[No es como
que estemos haciendo algo malo.]
[Eso no
importa- que pasa con lo que las otras personas piensen.]
[Reeee—] De pronto,
él escuchó el sonido de alguien corriendo por la arena [¡—eeeen!]
Desde algún
lugar, una fuerte patada, junto con un chapoteo de arena, estuvo a su lado.
Justo cuando Collon o Panival lo atacaban, Willem lo tomó sin intentar
esquivarlo. Sin embargo, esta vez fue muy diferente. La patada, era más
poderosa de lo que imaginaba, noqueándolo, dejándolo en el suelo retorciéndose
del dolor. El asaltante de Willem, un chico… o no, chica, tomo los hombros de
Nephren y los sacudió violentamente. Willem, aun en la arena, levanto su cara y
dio un vistazo.
[¿¡Estás
bien!? ¿¡Ese pervertido trato de hacerte algo!? No te hizo nada, ¿¡cierto!?]
La recién
llegada tenía cabello escarlata y ojos con una ligera sombra oscura del mismo
color. Willem nunca la había visto, pero su apariencia era similar con alguien
del que ya había escuchado. Noft Kei Desperatio, usuario de la Arma Excavadora
Desperatio.
[No, Noft.]
Nephren, lucía incomoda, tratando de salir de la atadura de Noft. [Él no es un
pervertido tratando de hacer algo a las niñas. De hecho, alguien desearía que
lo hiciera a las niñas.]
[No creo que
vinieras al rescate. ¡Eres más divertida que antes!]
La explicación
de Nephren entro por un oído y salió por el otro. Noft, saco una sonrisa en su
cara, solo abrazo más duro a Nephren.
[…Solo ha
pasado un mes desde que salimos del almacén. Por supuesto, no he crecido desde
entonces.]
[¿En serio? Se
siente que he pasado un tiempo desde que te vi…] Noft de pronto se congelo,
como si recordara algo. [—Hey… también estaba en batalla, ¿verdad?]
[¿Hm?]
[El aquel
extra grande ‘6to’.]
[Ah…] Aunque
encerrada en los brazos de Noft, Nephren asistió. [Fui y peleé.]
[¿Kutori peleó
valientemente?]
Nephren lucía
algo confundida. [Uh, sí fue valiente.]
[Ah, eso es
bueno.] Una solitaria sonrisa cruzo la cara de Noft. [No sé cómo decirlo… en
realidad no me gusta mucho, y pensé que nunca nos llevaríamos bien, y eso no ha
cambiado. Pero luego de venir aquí, estando en una situación donde no sabes si
serás capaz de regresar a casa a salvo, empecé a sentir algo de remordimiento.
Incluso si nunca seamos amigas, incluso si peleamos todo el tiempo, desearía
habar con ella más.]
Willem lentamente
levantó su cuerpo de la arena. Vio a dos chicas más caminando de la aeronave.
Una cara que Willem conocía bien, y la otra era una que nunca había visto, pero
similar a la descripción que había escuchado. Ella debía ser la otra de las dos
hadas que las enviaron a la expedición: Lantolq Itsuri Historia, usuaria de la
Arma Excavadora Historia. Con eso, la segunda fue confirmada a salvo. Willem
respiro en silencio por un momento.
[Debió ser
fuerte, la Bestia en la Isla 15.] Noft continúo. [No fueron capaces de ganar
sin que Kutori abriera la puerta, no es normal. Pero que estés aquí a salva y
sana significa que lo hiciste. Ella fue y abrió esa puerta.]
[Umm…] Una
rara ocurrencia, la cara de Nephren mostraba signos de estar en problemas.
[Ella siempre
es sería con estas cosas, diciendo que necesita proteger a todos y todo.
Siempre trata de actuar fuerte, incluso en el interior está súper asustada.
Apuesto que se mantendrá actuando hasta que sea el fin.]
Tal vez se
debía a su esperada reunión con un amigo del almacén de hadas, Noft parecía que
dejo que su boca saliera de proporciones. Ella iba y venía, sus palabras
gradualmente se hicieron menos y menos comprensibles. Tan pronto perdió el
rastro de lo que estaba diciendo. Finalmente, un golpecito en su hombre de la
chica de cabello azul, Lantolq, la interrumpió.
[Noft.]
[¿Qué? Estoy
ocupada ahora.] Con un sorbo, Noft pauso el interminable flujo de sus palabras.
[Toma un
respiro profundo.]
[¿Huh?]
[Inhala,
exhala. Una vez te calmes, mira atrás de ti.]
Tal vez se
debía a que era obediente de corazón, o tal vez solo porque Lantolq estaba hablando,
Noft lo hizo mientras lo decía. Ella tomo un respiro profundo, y lo dejo salir
todo, luego se dio vuelta con una cara que decía que no tenía idea de por qué
lo estaba haciendo—
Noft se
congelo.
[…Um…] Un patrón
de rojo y azul se movía en el viento. Kutori se paró allí con una incómoda
mirada.
[¿…Ha pasado
tiempo?]
[¿F—?]
[¿F?]
[¡¡Fantasma!!]
Noft libero a Nephren de su agarre y se apresuró a una impresionante velocidad
considerada inestable en la arena debajo de sus pies.
[¡E-Espera!]
Kutori fue tras ella, otra vez a una respetable velocidad. Ella no era tan
veloz para atrapar a Noft, pero ella no la dejo ir tan lejos.
Las dos
chicas, fluían con un gran vigor, apresurándose por el agujero en el cascarón
de una ciudad muerta, en la vasta, tierra muerta.
[¿Quién
creería que podían ganar?] Nephren le pregunto a Lantolq.
[Veras…
apuesto el postre de esta noche que Noft atrapara a Kutori.]
[Entonces
apuesto lo mismo a que Kutori se cansará primero… ha pasado un tiempo. Lantolq.
Me alegra ver que estás bien.]
[Lo mismo para
ti. Me alegra que estén bien. En serio.] Lantolq apretó la pequeña pala de
Nephren con su mano.
Mientras
escuchaba su conversación a un lado, Willem vio a otras dos chicas corriendo en
la distancia.
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