Koori no Kuni no Amaryllis - Prólogo

Descripción

En el futuro distante, el mundo era de hielo

Los humanos vivían en instalaciones criogénicas bajo el suelo, esperando la distante Primavera 

Los robots manejaban las instalaciones

Construyeron una 'villa' allí, y vivían allí.

Soñaban con ese día, vivían junto con los 'Humanos (Maestros)'

Esta es la historia de un País de Hielo 

Prólogo

El sol brillaba sobre el jardín en la enfermería.

[Ya no llores, Fuu. ¿De acuerdillo?]

Di mi mejor esfuerzo para apaciguar a la chica que lloraba a cantaros.

Sin embargo, no importa qué tanto lo intentara, ella no se detenía.

[¡Yuu! ¡Disculpa!]

[No estoy mal.]

Yuu hizo un mal gesto con sus labios.

Este es el más grande matón que estaba en la enfermería quien no podía llevarse bien con Fuu por alguna razón.

[¡De todas formas es su culpa por no lanzarme el balón!]

[Pero Fuu es el que empezó a jugar con el balón primero. ¿Por qué se la arrebataste?]

[Le pedí que me lo prestara, pero no quiso.]

[Santo Dios…]

El balón cielo azul al pie rodaba, moviéndose de aquí, allá con la briza.

[Fuu, el balón está aquí.]

[¡Waaahhh!]

[Yuu, discúlpate.]

[No quiero.]

 ¿— Uu… ahora qué hago?

En verdad me gustan los niños, pero soy realmente ingeniosa para terminar esa situación.

¿—Qué hago? ¿Qué hago…?

Justo cuando andaba perdida en qué hacer.

[¿Oya oya? ¿Qué sucede?]

El balón flotaba ligeramente, y alguien lo recogió mostrando su usual sonrisa gentil.

[¡Director…!]

[Buen trabajo.]

El Director me consoló mientras sonreía, la arruga en su cara era más que específica mientras golpeaba las cabezas de Yuu y Fuun.

[¿Quieres jugar con este balón?]

Él lo pregunto, y Fuu asistió.

[¿Quieres jugar con ese balón?]

Yuu fue confrontado con la misma pregunta, y sus cabezas se inclinaron de lado y él asistió.

[Ya veo, ya veo.]

El Director asistió, y dejo el balón moviéndose rápidamente entre sus dedos. El balón cielo azul hacía ruidos mientras se movía en su dedo índice; Yuu y Fuu abrieron sus ojos mientras lo veían.

[Ya que ambos quieren este balón—]

El Director sonrió, e hizo una señal como de cortar con sus manos.

[Lo ‘dividiré’.]

Cien años pasaron luego de eso.

Hasta ese día, aún podía recordar las escenas de ese día.

Un azul cielo, cálido sol, una deslumbrante enfermería dorada, la traviesa cara que el Director mostraba, y los niños con ojos parpadeantes.

El tiempo pasó, el Director falleció, Yuu, Fuu y los otros niños se volvieron adultos. Crecieron, y finalmente fallecieron.

En este mundo, soy la única que conoce de todo eso. Esos recuerdos jamás se desvanecerán.

En el momento final antes que mi consciencia se cortará, de pronto me pregunte.

Ah, Director, mi querido Director—

¿’Partirlo a la mitad’ se consideraría un éxito?