Un Corto Tiempo Después de Eso
Recientemente,
rumores circulaban que la lluvia se colaba en el pasillo del segundo piso. Una
rápida visita confirmo que un trabajo de carpintería era necesario. Alguien
podía ir a la ciudad luego, pero por ahora podía ser algo difícil repararla. Lo
que significaba que se necesitaba manera y—
[—Hey, ¿sabes
dónde está el martillo de madera?] Willem se volteó.
El cuarto de
guardado en el primer puso. Solía antes… ¿ya lo olvido? Kutori respondió. Wow,
realmente es malo recordando esas cosas… ella trato de sonar algo irritada,
pero la verdad es que ella estaba molestando a Willem.
Sin embargo,
antes que pudiera terminar su queja, ella noto algo mal: Willem no la estaba
mirando. ¿Qué ve? Ella se volteó, pero nadie más estaba allí, solo el vacío
pasillo.
[Kutori,
¿adónde fuiste?] Willem pregunto y empezó a ver por el área.
¿De qué estás hablando? Estoy aquí, ella
dijo con una vez más fuerte que antes.
[Es raro.
Pensé que estaba allí.] Willem, no vio a Kutori, parecía ignorar su llamado.
Hey, ya bájale—
Ella extendió
su mano, o eso trato. No pudo. La mano que quería usar no existía en primer
lugar. Mirando bajo su cuerpo, Kutori se dio cuenta que no había nada allí.
[¿Kutori?
¿Dónde te escondes?] Willem empezó a caminar.
El deambulo
por todo el almacén de hadas, buscando a la invisible chica. Él no la encontró.
Dejo el almacén y busco por toda la isla. No la encontró. Tomo a quien viera y
le pregunto de Kutori Nota Seniolis. Él no recibió respuesta.
¿Qué
está pasando?
¿Qué buscas?
Estoy
aquí.
A tu
lado.
Hey.
¡Hey!
Mírame.
No importa
cuánto Kutori tratara de hablar, ella fallaba en producir una voz. Y por
supuesto, las palabras no le llegaban a nadie.
Eventualmente,
Willem se cansó de caminar y se detuvo, perdido confundido. Alguien coloco una
mano en su hombro.
[Es tiempo
para que lo aceptes.] Naigrat lo dijo con una sonrisa solitaria en su cara. [Ya
murieron.]
—Kutori se
sacudió, dándose a volar en cualquier parte.
Su corazón no
mostro signos de acelerase. Sostuvo su mano sobre su violentamente en su pecho,
ella tomó un profundo respiro. Cuando finalmente se calmó un poco, su cuerpo
tembló. Podía ser la fría mañana de invierno atacando por sus pijamas,
quitándole su calor. Ella se levantó de la cama, levantando sus sabanas,
envolviéndose en una bola, y abrazándolas fuertemente.
[Un sueño…]
Kutori murmuró. [Un sueño, ¿cierto?]
Ella vio por
la ventana. El mundo por fuera estaba envuelto en la oscuridad de la noche,
esperando por el atrasado amanecer de invierno.
Su cuerpo se
sentía torpe. Ella quería acurrucarse en sus sabanas una vez más y regresar a
dormir. Pero no pudo. Sus ojos no se cerraron, sabiendo que el sueño que vio
podía continuar.
Dos días han
pasado desde que la batalla en la 15ava Isla y las hadas regresaran al almacén.
Willem aún no
ha vuelto a casa.
La torrencial
lluvia empezó a caer con el sol detenido un poco antes de lo normal. Bajo el
milagroso cielo azul, pequeñas hadas iban a los terrenos. La limpia bola blanca
que llevaban con ella rápidamente se ensucio de lodo. Tan pronto, las chicas
emocionadas la persiguieron hacían que se cubriera de más cosas también.
En una esquina
del cuarto, Nephren estaba disfrutando de una siesta. Usando sus brazos en el
escritorio como una almohada. Roncado sin pena con una gentil expresión en su
cara.
[Bueno, es
inusual para Ren, arrojar un libro así.] Aiseia lo dijo mientras levantaba el
libro debajo del escritorio de Nephren. [Para ella, el problema principal es
haber presionado el Venom, pero solo es fatiga normal. Ella no tiene mucha
experiencia desde que se hizo adulta, así que su resistencia tiene a irse. Pero
ella lo hice bien en una larga batalla.] Aiseia palmeo la cabeza de Nephren.
[…Te sientes
mejor, ¿Aiseia?]
[¿Yo? ¡Me
siento como nueva! Tengo confianza en mí longevidad.] Aiseia respondió
orgullosa.
Kutori no se
convenció. Su amiga de cabello dorado siempre decía cosas importantes de esa
manera haciendo imposible si iba enserio o era broma. Como resultado, Kutori no
sabía qué creer.
[¿Y cómo
estás, Kutori?] Aiseia le regreso la pregunta.
[¿Yo? Estoy…
uh…] Bien por supuesto, ella dijo. Quería decirlo. Pero al final, Kutori no
pudo. En contraste a su tono usual, Aiseia mira a Kutori con una mirada seria.
[Supongo que no estoy en mi mejor forma. Probablemente no peleare por un rato.]
Ella puso una débil sonrisa y bajo sus hombros.
[Bueno, si empiezas
a verte mal, tal vez pidas regresar a la Isla 11ava. Probablemente te darán
permiso por ser un importante soldado ahora, y estoy segura que el doctor puede
darte un consejo.]
[Te lo dije,
estoy bien. Solo un poco incomoda como es usual.] Kutori agitó su cabeza. [Que
me des un consejo es todo lo que necesito. Confió en ti.]
[Bueno, me
alegra, pero…] Aiseia retorció su cabello.
[Además, sería
malo me voy y regresa, ¿cierto? Quiero verlo lo más pronto posible, así que
necesito esperar en casa como dijo.]
[Ah… eres toda
una doncella en modo amor, ya veo.]
[Mhm, eso es.]
[¿No vas a
tratar de ocultarlo más?]
[Bueno, él
conoce mis sentimientos pero trata de huir. Definitivamente no seré capaz de
tomarlo si se mantiene pretendiendo. En ese punto, creo que seré honesta sin
ocultare nada es mi única opción. Él puede parecer tener cosas juntas en su
propio mundo, pero incluso algo pequeño va mal, él realmente puedo arrojarlo.]
[Hmm, es
cierto.]
[Así que tan
pronto regrese, iré con todo con él. Por supuesto, me ayudaras, alístate.]
[Bieeen,
déjamelo a mí.] Aiseia dio un pulgar arriba.
Kutori le
regreso el gesto. No había mentiras en sus palabras ahora. Si regresaba, ella
sería implacable con él. Esa era la llave del ‘Si’.
Originalmente,
él no estaba aquí. Lo que significaba, el estado de hada de almacén sin él era
cómo algo que tenía que ser.
[Tal vez no
vuelva.] Las palabras rondaban en su mente algunas veces y escapaban de sus
labios en momentos de debilidad. [Quiero decir, él es una persona valiosa en
Regul Aire casi es increíble que esté aquí todo el tiempo. Piensa que él apunta
a una súper alta posición y empezara a pedir compartir todos sus arcanos
conocimientos. Tal vez es mejor si él nunca regresa a casa.]
Ella recibió
varias respuestas cuando decía eso en frente de las personas.
[¡No lo
dejaremos!] [No quiero estar sola.] [¡Seré la que derrote al técnico!] [¿Qué es
arcano?] Era cuestionable si o no Tiat y las otras en realidad entendían de lo
que Kutori hablaba.
[Deberías ser
más honesta contigo misma] Naigrat dijo en una voz algo regañona.
Nephren solo
bajo sus ojos y no pudo reaccionar más. Bueno, Kutori realmente no esperaba
más.
[Bueno si no
lo es, ¿qué harás?] Aiseia regreso la pregunta con una sonrisa tentona.
¿Qué hará si
realmente no regresa? Kutori pensó en eso, pero no llego la respuesta. [Supongo
que no haré nada…] Su vaga respuesta causo que Aiseia suspirara dramáticamente.
Originalmente,
él no estaba aquí. Lo que significaba que, su vida diaria sin él a su lado era
una vida que ella había vivido.
[¡Haaa!]
Escuchando un
agudo, pero lindo, grito de guerra detrás, Kutori incisivamente lo esquivo.
Panival y Colon chocaron en el suelo, fallando en atrapar a su objetivo.
[¿…Qué están
haciendo chicas?] Ella les ayudo a levantarse.
[¡Te lo dije!]
Lenta detrás de sus compañeras, Tiat llego corriendo y les puso sus narices
rojas. Un par de gritos pasaron por el pasillo. [No hay forma que ustedes atrapen
a Kutori. Todavía tiene 10 años.] Por alguna razón, Tiat se pecho en el pecho
orgullosamente.
[Pero sin
Willem cerca, no tenemos con quien practicar, y nuestras habilidades
empeoraran.] Una lágrima solio de Colon al decirlo.
[Qué
habilidades…]
[¡Habilidades
de conquistar al mundo!] Pavinal levanto su puño.
[Qué mundo…]
Tiat se paró
disgustada mientras Lakish reunía a la multitud y empezaban a disculparse.
[…Oh, sí. Por
cierto, Tiat.] Kutori dijo.
[Ah, ¿sí?]
[Fuiste
confirmada como hada adulta, ¿cierto? ¿Ya tienes tu compatibilidad revisada con
las Armas Excavadoras?]
[Aún no.
Naigrat dijo que esperara hasta que Willem regresara antes de buscar una
espada.]
[…Ya veo.]
Kutori palmeo el pecho de la chica un poco.
[¿K-Kutori?]
[Espero que seas
buena.] Ella lo dijo gentilmente antes de darle una mano en su espada.
[¿Algo pasó?
No te ves bien.]
[¿En serio?
Tal vez sigo cansada.] Kutori rio.
Cuando Kutori
regreso a su cuarto, ella cerró la puerta y recostó en ella, gradualmente fue
bajando hasta llevar a sentarse en el suelo. Se encorvó en una bola, y envolvió
fuertemente sus brazos alrededor de sus rodillas y dejo caer su cabeza.
[Es mentira…]
Murmuró tan tranquilamente que solo ella pudo escucharlo. [Mantuve mi promesa.
Pero por qué… por qué no puedes…]
Después de un
rato, Kutori levanto su cabeza y se levantó. La puerta cerrada las cortinas del
cuarto casi tan oscuras como la noche, pero lo sabía bien. Ella fue a la luz de
su escritorio y tomo un espejo que estaba allí.
[…….]
En la
oscuridad expandiéndose en lado del espejo estaba una chica con ojos rojos
parada.
Una araña plana.
[¿Quién eres?]
Kutori pregunto con una voz temblante para el extraño espejo.
Ella debía
estar viendo una cara familiar, la que ella veía cada mañana cuando la lavaba.
Ella debió ver esa cara cuya expresión había visto tantas veces que le era
aburrido.
¿Por qué? ¿Por
qué la chica estaba del otro lado viéndola? ¿Por qué Kutori miraba es cara y
pesaba y creía que era un extraño? Si era alguien que no conocía, ¿entonces
quién estaba parada del otro lado del espejo?
Un pastel a medio comer. Una candela
encendida y un incendio. Un pájaro de hierro y un arcoíris sobre la cabeza.
Cállate. Cállate, cállate, cállate.
¿Por qué? ¿Por qué esos recuerdos siguen
fluyendo?
La batalla
había terminado hace días. Ella no uso más magia después de eso. ¿No se suponía
que mejoraría? Si la practicaba con moderación, ¿no habría mayor impacto en su
vida diaria? ¿Aiseia mintió?
No.
Era su propia culpa.
Durante la
batalla, ella arrojo algo importante en nombre de la determinación. A cambio de
la milagrosa destrucción de la Isla 15ava, casi vendió todo su tiempo restante.
Ella no lo lamento.
O no, ella no podía lamentarlo. Regul aire estaba al borde de la aniquilación.
La salvación por una ligera reducción de tiempo de vida de un pobre soldado a
cambio.
La cosa que
debería arrepentirse fingir estar bien en frente de Willem después de la
batalla. Ella no quería preocuparlo. Ella quería regresar con el Willem normal.
Así que calmó al invasor y flanqueo a Aiseia y Nephren hablando de ello. pero
ahora, ella ya estaba en esa condición.
Ella al menos
quería decir ‘estoy en casa’. Y también…
[Quería comer
pastel de mantequilla…] Ella murmuró con una voz apacible.
La chica del
otro lado del espejo movió sus labios como si lo repitiera detrás de Kutori.
Una sola
lágrima se derramo de su mejilla.
Una espada rota. Un pescado nadando entre
estrella. Un animal de peluche amarillo. Una chica no familiar con ojos azules.
Un ligero árbol. Y un gato negro ronroneando. Una alhaja envuelta en papel. Un
cielo brillante. El mundo más allá del espejo. Y. Y.
El espejo cayo
de la mano de la chica y se hizo pedazos en el suelo, enviando incontables
pedazos a volar.
La chica
colapsó en el suelo.
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