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Parte 3

Haciendo a los caballos correr con todo su poder en el camino el cual carecía de signos de vida, y reduciendo su velocidad para los lugares sospechosos al ojo público, Valeria y equipo fueron con afán al sur. El sol ya se había inclinado al este, y pistas de la noche cayendo era cercanamente inadvertidas.
Valeria estaba sobresaltada por los caballos desde hace rato y su trasero estaba bastante mal. Entonces ella desmontĂł el caballo y a un lado con numerosas personas que iban y venĂ­an, empezaron a caminar mientras relajaba todo su cuerpo.

Por cierto, ¿quĂ© tipo de lugar es Seriba?

… ¿No investigaste mucho de ante mano, genio Valeria-jou?

Dimitar enviaba una frĂ­a apariencia desde encima del caballo.

¡No hay tiempo para eso!

DeberĂ­amos pasar la noche.

Más bien, ¡¿por quĂ© montas a caballo tan orgulloso mientras yo camino!?

No pediste bajarte del caballo. Te bajaste por propia voluntad.

Sin embargo, Dimitar, quien alejo la cara escupió, desmontó el caballo mientras chasqueó la lengua, halo las riendas mientras caminaba. Incluyendo a Bettina quien estaba halando las riendas del caballo similarmente y siguió desde atrás, parecen un trio de viajeros desde la perspectiva de otros.

Inspeccionando los alrededores, Dimitar empezĂł a hablar suavemente.

…Seriba es una ciudad cercana el sudeste de la frontera nacional. Parece un paĂ­s sombrĂ­o que no tiene una rama de la academia mágica
¿Hicieron um… una rebeliĂłn ocurriĂł en tal lugar campante?

Se hizo un alboroto por lo que ocurriĂł, ¿cierto?

Pero—

Seriba es una ciudad pequeña, pero cuando cruzamos por las montañas, Bigerou ya era una zona de influencia.

Al sudeste del barbárico lugar, Bigerou, creyeron en nuevos grandes dioses extranjeros. Religión sabía, era como un eterno enemigo del alma para Amaddo que usualmente era el núcleo de la religión Redountra. En efecto, no fue ni una o dos veces que ambos países fueron a la guerra en 10 años después que Valeria naciera.

Entonces, ¿la Ă©poca de la rebeliĂłn…?

Hay la posibilidad que esté en el plan de Bigerou.

Valeria temblĂł ligeramente a las indiferentes palabras de Dimitar.

…¿Estás asustada?

¡N-No estoy asustada!

Sintiendo que estaba siendo vista por debajo de Dimitar, Valeria lo rehĂşso inmediatamente.

¡No me asusta algo como barbáricos creyentes!

「¿Eh~? ¿Valeria-sama no está asustada~?

Bettina habló más allá del casco.

No me había encontrado con barbáricos creyentes-desuyou. Sin embargo, no puedo evitar sentirme asustada cuando escuchó de los actos de los barbáricos creyentes-desu~

A-Ahora que lo dices, todavĂ­a no me he encontrado con los barbáricos creyentes…pero mientras tengamos Fe en Dios, no importa quĂ© tipo de oponente sea el enemigo, no hay porque asustarse.

Es maravilloso que sea de fiar, pero estaré en problemas si actúa sin pensar. Sería de ayuda si se sintiera un poco aterrada.

Mira, soy—

“¡La siguiente Dominas de Amaddo, Valeria Costacurta!” Ella cerrĂł su boca de prisa mientras ella estaba por decir algo. Tal vez estaban cerca de la ciudad, habĂ­a muchos grupos de personas en ropa de viaje y figuras de granjeros en las afueras.  HarĂ­a una conmociĂłn si la verdadera identidad de Valeria fuera expuesta en este lugar.

Dimiar sonriĂł ampliamente y vio hacia adelante.

…Casi estamos en la ciudad Cromatan. Vamos a descansar y partiremos mañana antes del amanecer. DeberĂ­amos ser capaces de cubrir mucha distancia con eso.

¿¡P-Partir antes del amanecer y viajar continuamente todo el tiempo!?

¿Por quĂ© haces una cara de desesperaciĂłn? Los caballos son los que corren continuamente, no tĂş. Es fácil para ti que solo estás sentada.

¡Es bastante cansado si solo estás sentado!
Es por eso que, descansa lo suficiente en la noche

En ese momento, el toque de las campanas se escuchó desde la distancia. Si miran, una oscura silueta de una pequeña ciudad crecía del otro lado del camino.

¿Puedes escuchar el sonido de las campanas—?

Ah, ya casi es la puesta del sol. Las puestas de las ciudad están por cerrarse.

¿A-AsĂ­ es eso? ¿Por quĂ©?

Para prevenir robos y violaciones cubiertas bajo la oscuridad… Pero como se esperaba de Valeria-jou, es ignorante de los caminos del mundo. Esta regla es igual en Roma, pero no eres consciente de eso.

「¡Gu…!

Era inevitable para Valeria quien creciĂł como la hija de un noble quien era un poco ignorante del conocimiento general de la plebe, pero decir eso era lo mismo que admitir su falta de conocimiento, y Valeria solo podĂ­a morderse sus labios.

Bettina tiro del borde del manto de Dimitar y,

「¡Dimitar-san, Dimitar-san! ¡Será malo si no nos damos prisa-desuyou!

No seas impaciente. Hay tiempo hasta que el sol se ponga.

Valeria se sintiĂł segura—aunque estaba molesta—por esa forma de hablar que parecĂ­a ser usada para los viajes.

R-Richternach-kyou, um… bueno, ¿estás acostumbrado a…um viajar?

No es el caso, pero hice varias cosas cuando era un aprendiz de la Orden del Sello de Caballeros.

¿Expediciones de la armada?

A diferencia de la armada normal, ese lugar es como un club de nobles. Incluso si fuera a ir tan lejos con una maniobra, ellos nunca acamparĂ­an en la noche. El acopio es el mejor lugar en la ciudad de su destino, gastando su dinero lujosamente y tonteando toda la noche. Hablando de maniobras, aunque es bueno tener un timbre, en realidad solo es un viaje de placer… por lo tanto, aprendices como yo naturalmente hacĂ­an pruebas triviales.

Una amarga sonrisa que no anhelaba tal pasado y que ni siquiera detestaba colorear la expresión de Dimitar quien lo dijo así; era una amarga sonrisa mediante la cual no era fácil leer sus profundos sentimientos.

Ha—…Lo hicimos de alguna manera.

Bettina quien era capaz de entrar a la ciudad Cromatan antes que las puertas cerraran rechinaron con un “gachi gachi” bajo el manto, y dejo salir un suspiro de alivio de “ho”.

El lugar que Valeria, quien prácticamente salió de la Ciudad Santa, vio por primera vez lo que era una ciudad completamente desordenada.
Tal vez ellos lo hicieron en el camino que corría del norte al sur para que las personas con mercancía parecieran llevar carga de caballos y numerosos viajeros vestían mantos como Valeria podía ver. También había obvios extranjeros entre ellos juzgando por el color de su piel. El ajetreo y bullicio y varios olores de esas diversas personas en el atardecer de la puesta del sol intervino y creo una peculiar atmósfera. Tomando un pañuelo y presionándolo dentro del pico de su nariz, Valeria pregunto mientras miraba sus alrededores.

Esto es inconsecuente, ¿pero dĂłnde nos quedaremos esta noche? No puedo dormir a menos que sea en una cama, ¿sabes?

No pidas nada extravagante. ¿Crees que podemos quedarnos en una Posada de Tabardo cuando somos unos viajeros de incognito?

¿Posada de Tabardo? ¿QuĂ© es eso?

Ah, ya sé.

Mientras halaba al caballo y caminaba por la calle principal, Bettina le explico a Valeria.

Una Posada de Tabardo es una posada de alta clase donde las personas visten tabardos—en otras palabras, Dominas-sama, el cĂłnsul especial de un paĂ­s y una casa de hospedaje para nobles-samas de alto rango. ¿Cierto, Dimitar-san?

¿No? —SĂ­, algo como eso.

Dimitar estaba viendo con inquietud el lugar como si Ă©l estuviera buscando algo y no parecĂ­a estar interesado en la conversaciĂłn de las chicas.

Entonces, ¿quĂ© deberĂ­amos hacer cuando nos quedemos en un lugar como ese?

Si no te gusta dormir afuera, no hay más que arreglarse con una posada normal

¿Posada normal?

Dimitar detuvo su pie y apunto diagonalmente hacia arriba. Un letrero con un diseño de una uva y una hiedra entrelazadas colgaba de la pared de un edifico de tres pisos.

¿AquĂ­? ¿Esta es una posada?

Valeria miró desde la puerta que estaba abierta, pero no era una posada no importa cuánto lo pesará. Viéndolo como Valeria, era un bar en las afueras del cual ella había escuchado en pláticas, y no parecía un lugar donde una señorita pudiera estar en paz toda la noche.

El letrero de uva indica que sirven vino de uva.

「¡Como pensĂ©, esta no es una posada sino un bar!

Valeria frunció el ceño al fuerte aroma de alcohol que pasaba hasta su cara y miró a Dimitar.

Realmente eres una ojou-sama que es ignorante de los caminos del mundo, huh, Valeria-jou. —Si es por el área, entonces es natural para los bares servir como posadas. Recuerde eso.

Dimitar mirĂł el exterior de la posada otra vez y puso su mano en su barbilla.

…Juzgando por la apariencia, este lugar parece ser una posada grande incluso en esta ciudad y tambiĂ©n tiene muchos cuartos. Parece que tambiĂ©n tienen un establo. Probablemente no encontraremos otro mejor que este.

Ah—, hai hai, Richternach-kyou puedo entender todo como es.

Es solo que sĂ© más del mundo que tĂş… y tĂş, si tienes tiempo para el sarcasmo, entonces no trates de sobresalir.

Una vez más Valeria bajo su capucha que voluntariamente había levantado, Dimitar habló.

—Puedo que no haya personas que te conozcan aquĂ­, pero viĂ©ndolo de otra perspectiva, tambiĂ©n pueden haber personas que no puedan contenerse debido a razones como que eres una Dominas-sama o una persona de la Casa Costacurta.

「¿Eh…?

En este mundo, hay muchos tipo que tratan de tomar a buenas mujeres y chicas que parecen ser comerciables sin dudar cuando las ven. Toma esto en cuenta.


¡D-Dimitar-saan! ¡Por favor, no me asuste tanto!

Estás a salvo. No serás secuestrada con esa armadura tuya.

FrĂ­amente empujando a Bettina, Dimitar entrĂł al bar.
Valeria, quien estaba afuera colgó ligeramente sus hombros a las palabras de Dimitar, pero quizás lo note, Bettina tomo el borde de su manto y lo halo ligeramente.

—Valeria-sama.

「¿Eh? ¿Q-QuĂ©?

Si se siente incĂłmoda al salir, ¿deberĂ­a pedirle Oji-sama hacer otro juego de Bachururusu la siguiente vez? Parece que no será secuestrada si usa esto-desuyou.

…Si uso eso, no podrĂ© usar magia en los momentos crĂ­ticos.

Usando su puño para tocar la grieta en la secciĂłn del casco de Bettina con un “kon kon”, Valeria sonriĂł amarga y dĂ©bilmente. Dimitar quien habĂ­a regresado con la compañía del propietario y varios hombres de la posada.

Nuestra partida es mañana antes del amanecer. Por favor alimenten a los caballos.
Mientras Valeria estaba vagando, Dimitar confiĂł los caballos al hombre y se moviĂł a la negociaciĂłn de los cargos de la posada con el propietario. Sin olvidar la propina de ambos equipos que probablemente eran necesarios para el viaje que llevarĂ­an. Aunque ella a menudo estaba molesta por varias cosas, Valeria finalmente se dio cuenta que la asistencia de este chico quien era completamente realista era indispensable con el fin de terminar a tiempo esta misiĂłn.

Dimitar-san es increĂ­ble-desuu. ¡Es tan confiable como se esperaba!

…Supongo.

Después de asistir por reflejo, Valeria frunció el ceño y sintió la derrota.

Oi, es por aquĂ­.

Cuando Dimitar, quien termino su plática con los propietarios, dejo la mitad del equipaje a Bettina y llevo el resto en su espalda, él le indico a las chicas y entraron a la posada.
La atmĂłsfera del bar en el primer piso era honestamente de lo peor para Valeria. El olor a alcohol barato y tabaco, y, sobre todo, el hedor a sudor de los hombres que trabajaban todo el dĂ­a se mezclaba. Parece que se enfermarĂ­a si se quedaba en este lugar por mucho tiempo.

Regocijaos. Solo uno de los mejores cuartos está bacante.

Un condescendiente Dimitar guio al par al cuarto del tercer piso.

…¿Este es el mejor cuarto?

Viendo el cuarto, Valeria murmuró. aunque no tenía una mala atmósfera como el bar de abajo, solo era un cuarto espacioso para cuatro personas que usaban los sirvientes de la Casa Costacurta, y era sombrío con solo dos camas, una mesa y también una silla adentro. Incluso si era llamado el mejor cuarto de la mejor posada de la ciudad, ella no podía creerlo del todo.

Si gustas, ¿me gustarĂ­a echarle un vistazo a otros cuartos?
Colocando el equipaje en la esquina del cuarto, Dimitar suspirĂł.

—El tamaño de los otros cuartos no son ni la mitad de este. Sobre todo, las camas son de paja cubiertas con sábanas, y tiene un sistema de alojamiento para que 5 o 6 personas duerman amontonadas.

…Me rehusĂł.

Un tĂ­pico juicio sabio de la genio Valeria-jou.

Tomándola con sarcasmo, Dimitar puso pan, queso, salchichas y la cartera de cuero de vino en la mesa.

Oi, Atrapa Rosada.

Es Bettina-desuu… aunque es mejor que ser llamada “armadura”.

Eso no importa… ¿no es mejor que cambies tu cartucho?

Todo está bien-desu~

¿AsĂ­ es eso? —como dije ahora, pero partimos mañana antes del amanecer. Termina de comer y duĂ©rmete temprano.

Viendo a Dimitar quien dijo eso  saliendo cuarto, Valeria tomo el manto en forma de pregunta.

Hey, ¿a dĂłnde vas?

No puedo descansar aquĂ­, ¿verdad?
¿Vas por otro cuarto?

Desafortunadamente, parece que no hay más cuartos disponibles. Pero ya que soy un hombre, no importa dónde sea, está bien si me quedo en el suelo.

Colocando su mano en la manija, Dimitar hablĂł por sobre su hombro.

Más que preocuparse por las personas, debes ser la que descanse. Sería un problema para mí si colapsas por falta de sueño.

¡N-No estoy preocupada por ti en particular!

Lo supuse… asegĂşrate de cerrar apropiadamente.

Habiendo dicho eso, Dimitar desapareciĂł en frente de Valeria. De acuerdo a lo que ella dijo, Bettina se seguro de cerrar dentro y fuera del cuarto.

¿Estará bien Dimitar-sa …?

¿No estará bien ya que es la misma persona que lo dijo?

Valeria sacudiĂł ligeramente su cabeza y se quitĂł su tabardo despuĂ©s del manto. Cuando ella lo doblĂł pulcramente y lo puso encima del equipaje, ella saltĂł a la cama con un vigoroso “pon”. Sin duda, habĂ­a una gran diferencia en suavidad comparada a la cama a la que Valeria estaba acostumbrada a usar, pero no al punto donde no pudiera dormir. Pensar que podĂ­a ser mejor dormir en el exterior, ella se estiro grandemente.

—Entonces, Valeria-sama, vamos a comer.

Incluso si dices que esa es la comida…
Valeria, quien movió la silla y recogió el pan, ella junto sus cejas con dureza. Incluso el pan horneado de la mañana no podía ser tan duro a este punto. Para Valeria quien había crecido como un noble, era increíble que una comida consistiera de un pan duro, y un terrón de queso con solo salchichas.

¿No hay algo más caliente? ¿CĂłmo sopa de vegetales o pollo rostizado?

Eso es imposible-desuyou.

Tomando hábilmente un cuchillo con su mano cubierta de armadura, Bettina empezó a cortar el duro pan.

En resume esta es una posada, no llevan la comida a tu cuarto. Si quiere comer algo caliente cocínelo, no tenemos más que pagar de más en el bar de abajo, pero es imposible para nosotros hoy-desuyou

Comer en un lugar como este es imposible incluso si es una misiĂłn secreta.

¡Ah, está bien!

Bettina hablĂł como si de pronto pensara en una idea.

Por favor tosté este pan o al menos el queso.

¡¿Haa!?

「¡Como dije, es fácil, hora, con magia!

Mira—

Valeria era una Dominas. Solo hay doce de ellas en todo el continente no importa la era que sea, y ella era una de las tres Dominas en Amaddo. Usando la magia de Dominas para tostar un pan tieso era algo que remarcaría una falta de respeto. Incluso si tomaba la consideración de Bettina como una niña y su inocencia, ella le dedico unas cuantas palabras.

Escucha, ¿bien? Soy una Dominas quien sirve a Dios—

Escuché que el talento mágico de Valeria-sama es sobresaliente incluso entre las candidatas a Dominas~. Para mí quien no tiene talento mágico, no puedo evitar sentir envidia-desuu

Los ojos de Bettina interrumpieron la charla de Valeria—aunque su cara no era visible por el casco—probablemente brillaban con un “kira kira” de seguro.

Escuchando eso, Valeria de pronto se sintiĂł bien.

N-No lo puedo evitar…

Cuando Valeria carraspeĂł un poco, ella levanto su dedo incide con un “pin”.


Cuando Valeria concentro ligeramente su mente, una cresta mágica roja apareció detrás de su mano. Si era magia de ese grado para encender una pequeña flama, una cresta mágica era innecesaria. Preciso y complejo era la cresta mágica que envolvió y tallo todo el cuerpo de Valeria. La creta mágica la cual era alborotada a causa de una flama no podía ni siquiera alcanzar un porcentaje de su totalidad.

IncreĂ­ble-desuu~♪

Bettina quien aplaudiĂł con un sonido metálico “gachan gachan” empezĂł a sostener el pan que envolviĂł con el cuchillo sobre las llamas de la punta del dedo de Valeria.

Seguramente es la bendiciĂłn de Dios; la sabidurĂ­a que se nos otorgĂł por Dios-desunee.
Supongo.

¿Pero por quĂ© hay quienes pueden y no usar magia?

Valeria no podĂ­a responder inmediatamente a la ingenua pregunta de Bettina que puso el queso derretido en el bien tostado pan e hizo un queso tostado de deliciosa apariencia.
La magia era una tĂ©cnica que pensĂł Dios para sellar al demonio y era algo que Él heredo a los humanos. –o asĂ­ VelerĂ­a lo habĂ­a aprendido. Ella tambiĂ©n aprendiĂł que solo las personas que tienen fe en Dios pueden usarla.
Pero en realidad, solo 1 de 10 podía usar magia. Valeria y Dimitar eran eso de 1 de 10, mientras Bettina era alguien quien pertenecía a esos 9 de 10. Incluso cuando se toma solo al reino en consideración, casi que la mitad de ciudadanos eran creyentes devotos a la religión Redountra. La mayoría no podía usar magia. Incluso Valeria no podían entender la diferencia del por qué existía.

Maa, suficiente de detalles menores. Son trivialidades.

Valeria colgĂł sus hombros mientras comĂ­a el pan tostado con un “mogu mogu”.
Aunque Valeria decĂ­a que poseĂ­a talento innato, ella era dĂ©bil en el pensamiento teĂłrico y asuntos nacionales. Su amiga, Karin, dijo Tu talento es Salvaje, y en efecto, Valeria no era del tipo que pensaba en una cosa difĂ­cil u otra en su cabeza y manejaba la magia con sus sentimientos. Por lo tanto, aunque Valeria era independiente como un pequeño genio, no era debido a su ser humilde o absoluto, pero ella no entendĂ­a realmente la razĂłn sutil. 

Hey, ¿no está el vino ácido?

Bebió vino de una andrajosa copa de madera, Valeria inclino su cabeza a un lado. Ella sintió que el vino el cual probó en la casa de Orvieto ayer era más que delicioso.

Parece de alguna manera añejo, pero la calidad es la que bebe normalmente la plebe.

Levantado ligeramente su visor, Bettina respondiĂł mientras comĂ­a el pan tostado que inserto dentro de su casco por la apertura.
—Ya que mi Oji-sama es alguien que ama el alcohol, siempre compra nueva infusiĂłn de vino. Pero usualmente, lo mezcla con azĂşcar y pimienta para baratear, unos son amargos y los beben asĂ­-desuyou

Fuun

Aunque Bettina quien era más joven que ella, estaba bien informada de esto o de cosas de carácter mundial. Por el contrario, Valeria se dio cuenta cuán ignorante era de varias cosas del mundo en su primer día de viaje.
Sin embargo, si ella tenĂ­a que decir que estaba sorprendido por todo, entonces era el hecho que comiera comida con alguien asĂ­—incluso si la comida era simple no podĂ­a compararla con su propia casa—sintiĂł que era gustoso y más divertido de lo que esperaba. Cuando ella pensĂł en esto, era porque mayormente comĂ­a sola en la mansiĂłn.

……

Valeria de pronto se preguntó dónde estaba Dimitar y qué estaba haciendo ahora.
Si fuera ese chico, Ă©l probablemente estarĂ­a comiendo en silencio, como remojando el pan tieso con vino amargo sin decir que si estaba delicioso o era desagradable. Cuando ella pensĂł tal cosa, ella termino quemando una pieza de pan en cenizas.


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