Parte 3
Muchos de los
edificios daban la impresión de ser depósitos y residencias oficiales que
estaban en fila alrededor de la alcaldía con un gran jardín. Cuando lo observas
cuidadosamente, débiles luces estaban alumbrando desde las ventanas que estaban
cerca de las cortinas. Era correcto concluir que los residentes de la
organización circundante habían evacuado el área como se esperaba.
「—Oi, nos movemos. 」
「U-Un」
Dimitar lidero
a Valeria, pasando por la ventana de gablete y se metió a la alcaldía.
Dimitar que
había bajado al lugar parecía haber encontrado las escaleras del ático que
estaban debajo de sus ojos que se habían acostumbrado a la débil luz.
「…Aunque pareces experimentado en
estas cosas, realmente no tienes un registro criminal, ¿cierto?」
¿Quién diría—la
oscuridad hace a una persona habladora? Tal vez ella estaba tratando de hacer
caso omiso a su intranquilidad, Valeria de pronto pregunto tal cosa.
「No hubiera si sido recomendado como un Hiera Glaphicos
si tuviera uno, ¿cierto?」
「¿Entonces porque te despidieron de la Orden del Sello
de caballeros?」
「En los rumores de la sociedad, ¿fui despedido?」
「Incluso si no hice la petición, fue un rumor que papá
aprendió de alguna parte.」
「…¿Así es eso?」
Golpeando su
nuca, Dimitar respondió ambiguamente. Independiente en cómo respondió,
compañeros que creían lo que creían, y compañeros que no creía lo que no
creían. Dimitar conocía bien a las personas como él que están cansados de
palabras tratando de explicar su posición era una pérdida de esfuerzos en
muchos casos.
「……」
Cuando Dimitar
levantó su mano en silencio y sostuvo a Valeria, él tranquilamente abrió la
puerta la cual estaba ante ellos después de descender de las escaleras.
Era un oscuro
corredor. La flama de un candelero el cual estaba colgada del muro sacó un poco
de iluminación a los alrededores, y las voces de múltiples personas discutiendo
con un “boso boso” se escuchaban de abajo. Tal vez eran soldados que cuidaba de
noche.
Cuando Dimitar
confirmó que no había guardias cerca, él avanzo rápidamente por el corredor y
se paró ante una puerta que yacía al fondo. Presionando su oreja ligeramente,
él supuso el estado interior.
「¿Son… ronquidos?」
Valeria, que
imitó a Dimitar y presiono su oreja contra la puerta, apretó sus cejas y
murmuró.
「Incluso si esos chicos están tensos allí abajo, y
estos tipos están roncando fuertemente sin alguna preocupación, entonces
generalmente es una persona de estatus alto. 」
Cuando Dimitar
le dio vuelta a la perilla tranquilamente y entro al cuarto, él se apresuró a
la cama que estaba a la par de la ventana y sofoco al hombre que estaba
durmiendo sin cuidado.
「¡¿Mugu~!?」
「No hagas ruido. 」
Presiono la
almohada en la cara del hombre que despertó y trato de estrangularlo,
susurrando cerca de su oreja.
「…Realmente vas a caer si haces
mucho ruido, ¿sabes?」
「¡…!」
El hombre
contrajo la parte de atrás de su nuca con un “hiku” y todo su cuerpo se pudo
débil. Confirmando eso, Dimitar continúo más.
「¿Es el alcalde de Seriba, Don Pujor?」
「¡…!」
El hombre
asistió muchas veces para frotar su cara contra la almohada.
「Levántate lentamente y aléjate.」
Dimitar separó
su brazo de la nuca del hombre, se bajó de la cama lentamente y predio la
lámpara.
「—Este es el deber especial de la
enviada de Roma, Dominas Valeria Costacurta-geika」
「¿Dominas…-sama?」
El hombre en
pijama giró su cabeza ligeramente y vio a Valeria que estaba parada.
「…Oi」
Dimitar golpeó
a Valeria para apresurarla.
「Ah, un」
Cuando Valeria
apresuradamente lanzó su manto, ella mostro la espada que cargaba en su
cintura.
「S-Soy—」
「No hable. Extrema solemnidad.」
Restringiendo
a Valeria quien trató de presentarse de nuevo, Dimitar tomo la espada la cual
le arrebato a ella y se aproximó al hombre.
「C-Ciertamente es la “Espada del Sello” esa que solo se
le permite llevar a Dominas-sama—! E-Entonces tú eres…」
「No haga ruido. Quédese quieto.」
Amenazando al
hombre—Don Pujor cuya voz se puso emocionada, Dimitar presento el decreto que
le fue confiado por Orvieto.
「Recibí su reporte del mensajero, el príncipe de la
corona y la academia mágica enviaron a Costacurta-geika… Es un gran secreto. No
quiero saber de sus subordinados.」
「Por cierto, ¿q-quién eres?」
「…El Hiera Glaphicos que se le
asignó a la Dominas.」
「¿Qué? ¿¡Hay tal cosa como un Hiera Glaphicos hombre
asignado a una Dominas!?」
「Su conocimiento general no importa… dejando de lado
eso, ¿pueden explicarme la condición actual de la ciudad?」
Ofreciendo la
silla la cual había traído de la esquina del cuarto a Valero, Dimitar le
pregunto al Alcalde Don Pujor mientras él personalmente estaba parado al lado
de la cama.
「—Juzgando por la dura apariencia, ¿parece
que el sur de la ciudad tuvo grandes apostatas?」
「¡E-Eso es! ¡Esos chicos ganaron todo el control de las
nuevas áreas al sur!」
「¿Conoce a la mente maestra?」
「¡Ha, hai! Un hombre llamada Hokon que vende vino y
cerveza en esta ciudad.」
「¿Un comerciante de alcohol es el líder de la armada reveladora?」
「¡Dominas-sama, ese hombre no es un comerciante de
alcohol normal!」
¿Estaba feliz
por haber llamado directamente a Valeria? El alcalde que estaba sentado
dócilmente en la cama en seiza golpeo su regazo con un “supan” y levanto su
suspenso.
「—En cuanto a ese hecho, Hokon quien
vino del sur cerca de hace 10 años parecía ser un antiguo soldado de Bigerou.」
「¿Qué?」
「Aparentemente el perdió en una lucha de poder militar,
fue expulsado de su país y escapó a esta ciudad…」
「No tenía idea que esos tipos despreocupados dejaran a
una persona así en la ciudad…」
「N-No fui yo, ¿¡sabes!? ¡Si alguien es responsable, entonces
es el alcalde de ese entonces!」
「Incluso si es el caso, él debería mantener constante
vigilancia con una persona peligrosa.」
Dimitar se
rasco la arruga en su frente con su dedo con un “kori kori”. La rebelión de
esta vez probablemente fue algo que Hokon y sus compañeros aclamaron desde
Bigerou y la causaron. En primer lugar, esta ciudad tiene muchas personas y
mezcla razas que vienen del sur. Por esas personas potencialmente rencorosas
hacia Amaddo, era indudable incitarlos si ellos eran hábiles.
「Santo Dios, se debe por la poca fiabilidad de las
tropas estacionar que la rebelión no se pudo prevenir.」
「No culpo a las personas. Las cosas que pasan en esta
ciudad es su responsabilidad sin excepción.」
「I-Incluso si dices tal cosa…no participare en el
funcionar de la armada…」
「Deja la cuestión de quién es culpable después que todo
se asenté—Así que, ¿Bigerou realmente está involucrado en la rebelión de esta
vez?」
「Eso…Eso no puede ser confirmado todavía. Aunque las
tropas estacionarias del Comandante Mazzari también tiene una posibilidad.」
「…Ya que era un soldado que podía
pensar tanto, ¿por qué el control del 70% de la ciudad fue tomada en unos
cuantos días?」
「Eso es, um…h-hay muchos usuarios de magia en la armada
rebelde…」
Dimitar miró a
Valeria incisivamente. La otra parte también lo estaba viendo con una expresión
de sorpresa. Probablemente estaban pensando la misma cosa.
Guerreros
mágicos que alcanzaban un cierto nivel eran existencias más peligrosas que todo
un equipo de caballeros. En Amaddo, los guerreros mágicos eran puestos bajo la
administración de varios lugares como academias mágicas, y el acto de aplicar
crestas magias en el cuerpo de las personas sin el permiso de la academia
mágica también era prohibido. Puede decirse que todos los guerreros mágicos al
nivel que pudiesen ser un potencial de guerra en el campo de batalla
básicamente estaban registrados en la academia mágica. Por lo tanto, era
innatural que muchos guerreros mágicos estuvieran en Seriba sin estar en alguna
academia mágica.
「Ano~…」
El alcalde vio
a Valeria y Dimitar alternativamente mientras apretaba sus manos.
「Así que, ¿me pregunto cuándo llegaran los refuerzos de
la central…?」
「Quién sabe.」
「¿Ha?」
「No tengo nada concreto.」
「¿¡D-De ninguna manera!?」
「No se puede evitar, ¿cierto? Su Majestad está ausente
ahora. Incluso si Su Majestad moviliza la armada a discreción, nada pasara.
—Así que, ¿dónde están los chicos del cuartel general?」
「Aunque no hay una prueba positiva, es la villa de un
caballero llamado Earl Boske en la ciudad. Tal vez lo confiscaron y la usaron— 」
「Ya veo.」
「¿Q-Qué deberíamos hacer?」
「Por ahora, discutamos apropiadamente con ese
Comandante-dono y defendamos este lugar de último. Si comienzas a atacar al
mismo tiempo desde adentro cuando los refuerzos vengan, la armada perderá el
espíritu de pelea y colapsara de una vez.」
「¿A-Así es como es…?」
「Sí. —Pero no le digas a nadie de nosotros, incluyendo
al comandante.」
「¿Por qué? ¡Ya que una Dominas-sama vino especialmente,
¿no le subiría mucho la moral a las tropas anunciarlo?!」
「Dije que estábamos en medio de una misión secreta,
¿cierto? No quiero que el enemigo lo sepa.」
Dimitar cubrió
a Valeria con la manta otra vez.
「Para la armada rebelde, una Dominas enviada de la
central es un objetivo ideal. Si ella fuera capturada y asesinada, no solo
subirá, la moral podrá bajar. Es mejor dejarlo como un secreto para evitar que
Su Eminencia sea apuntada.」
「E-Entonces… ¿cómo debería recibirla?」
「Su trabajo no es recibir a Su Eminencia. Es suprimir
la rebelión. —Vamos a regresar.」
「¡Hey!」
Cuando Dimitar
jalo a Valeria y salió apresurado del cuarto del alcalde, ellos regresaron al
ático, saliendo por la ventana y se volvieron en ladrones otra vez.
「Santo Dios… ¡Qué te paso ahora! ¡Me trajiste hasta
aquí!」
Moviendo
violentamente sus manos, Valeria miró a Dimitar con una mirada filosa.
De alguna
manera, parece que esta chica no era capaz de comprender la seriedad de la
situación incluso ahora. Aunque él sabía que ella era una chica sobreprotegida,
era molesto que llegara a este punto. Dimitar golpeo su cuello mezclando con un
suspiro, y regreso la mirada a Valeria.
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