Capítulo 2
[¿Huh? Qué me gusta él. En
serio, ¿puedes dejar de bromear?]
Durante mi inolvidable
verano de 3er año de escuela media, un cierto día después de clases – escuché
una linda voz con la que era familiar.
[¡Ya veo, es un alivio!
Estaba preocupada cuando pensé que Aikawa podía ser como ese Otaku.]
[Hey, ¿puedes pararle ya?]
[Bueno, a menudo le hablas a
Kashiwada, ¿que no?]
[No, eso solo es, pensé que
sería divertido si hablaba con él.]
[Ah, ¿así que solo estabas
jugando con él?]
[¡Claro! ¡No hay ninguna
razón para que hiciera más que eso!]
Junto a la conversación, el
sonido de risas resonaba de varias chicas.
Estaba de regreso a mi clase
para ir por algo que olvide. Sin embargo, no pude hacer más que quedarme allí
luego de escuchar las voces de adentro.
La estudiante llamada Aikawa
Kizuna que está en la clase ahora es alguien que me había aplastado en ese
momento.
¿La voz que viene de la
clase ahora es la misma voz que siempre he escuchado? No puedo más que ponerme
a escuchar.
Ella era así. ¿Por qué una
linda chica como ella le habla a un lamentable Otaku como yo? Siempre lo
encontré raro.
Pero—
[De ninguna manera me
gusta.]
[Solo encuentro divertido
andar con él.]
Las palabras que escuché
ahora son sus verdaderos sentimientos.
Esas palabras suyas siempre
resonaron en mi cabeza.
[Digo, ¿no esos Otakus son
demasiado grotescos?]
[Sí, sus conversaciones son
de alguna manera acaloradas, también son ruidosos y molestos, y su asquerosidad
contamina toda la clase también.]
Las otras chicas con Aikawa
continuaron sus insultos. La palabra “ellos” en su conversación obviamente ser
refería a Otakus como nosotros.
Es verdad que mis amigos y
yo tenemos conversaciones Otaku en clase. Pero no nos dimos cuenta que las
personas cerca de nosotros podían escucharnos, y nunca me imaginé que los otros
encontrarían eso malo y molesto.
Justo entonces, por primera
vez, me di cuenta que las personas nos ven como Otakus.
Y tanto me sorprendió que no
podía moverme de ese lugar.
En ese día, cuando
accidentalmente descubrí cómo pensaba de mí la chica que me gustaba, y cómo las
otras chicas hablaban mal de mí llamándome repugnante Otaku, fue el peor día de
mi vida.
Luego de eso, el resto de mi
vida de escuela media fue basura.
Tanto como fue posible, con
el fin de evitar pensar de eso como malo, traté de ser consciente de las
personas a mí alrededor, me abstuve de hacer algo que sobresaliera, y pasé el
resto de mi vida escolar de esa manera. Incluso cuando mis amigos Otakus que
tenían sus pláticas Otaku, estaba consciente de mis alrededores, y deje de
meterme.
La chica que me solía
gustar, Aikawa Kizuna, aún me hablaba, pero luego de escuchar sus verdaderos
sentimientos, incluso cuando me hablaba, yo no podía responderle de manera
apropiada como en el pasado.
Solo así, mi preciosa vida
escolar llego a su fin con esos desagradables recuerdos.
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