Prólogo
El campo de batalla fue cubierto con un
gran número cuerpos muertos. Los árboles fueron incendiados, humo negro pinto
el claro cielo, y el olor de óxido de hierro llenó el aire.
[¡Haaaa!]
En tal infernal campo de batalla, una
chica con cabello rojo estaba bailando hermosamente. Bailaba como si estuviera
acabando la escena de una pesadilla, esparciendo el olor de la muerte en el
aire.
Pero no importaba cuántos enemigos
cortara, no importaba cuántas pilas de cadáveres construyera. Cada vez que
bailaba, gritaba, lloraba, se creaban todo tipo de espíritus de venganza.
— Esta desesperada situación no
cambiaría.
La chica libero un irregular suspiro y
clavó su ardiente espada roja en el suelo.
[Me pregunto si eso es lo que
significaba estar rodeada por muchos enemigos.]
Miró a sus alrededores, pero no pudo
encontrar a ninguno de sus aliados.
La ruta de escape ya está bloqueada.
Los soldados quienes la habían seguido hasta el final también habían muerto. Con
solo un poco de fuerza sobrante, era improbable que sería capaz de irrumpir por
el cerco.
La chica vio al cielo y tenso su rostro
mientras el humo de la sangre obscurecía su visión.
[Pero prometí encontrarme con él. No
puedo rendirme tan fácilmente.]
Recordando la promesa que le hizo al
joven de negro, la chica apretó su agarre en el mango de su espada roja otra
vez. Se prometió mostrarle que había mejorado y que se reunirían otra vez.
―― Entonces no hubo forma para que
quedara de rodillas.
La chica ondeó la punta de su espada a
los lados como si intimidara a los soldados enemigos rodeándola.
[Ahora, ven a mí. No voy a morir aquí.]
Incluso si sus brazos son cortados,
incluso si pierde sus piernas, de seguro llegará a donde el joven de negro está
esperando y ver su sonrisa otra vez. La chica alzo su espada con fuerza,
poderosamente, para enfrentar a los soldados enemigos.
[Estaré bien; ¡No acabará en este
lugar!]
La chica le sonríe al chico que palpita
en su mente y empezó a apresurarse.
Al lugar donde la punta de la lanza
llena su campo de visión. Mientras corre al joven delante de ella, lo
sobrepaso. Con una cierta determinación en sus rojos ojos, la chica cortó al
grupo de apresurados enemigos.
No necesitaba apuntar, e incluso si
cerraba sus ojos, aún podía cortarlos y golpearlos. Fue solo un golpe— y con
eso, un charco de sangre tiñó el suelo de rojo y un grito cubrió el cielo.
Como en respuesta al espíritu de la
chica, la roja espada brillo con fuerza, esparciendo las llamas del infierno.
La chica siguió matando soldados
enemigos con toda su fuerza, pero sintió una extraña presencia y dejo de
moverse.
[¿Qué…?]
El sonido de los tambores de las
cercanías. Exuberancia salió de la armada enemiga. El disparo sacudió el suelo,
y el pisoteo de pies se apoderaron del lugar.
Una ola de personas irrumpiendo,
cubriendo todo el campo de visión, y una mujer caballero apareció entre ellos.
[De verdad admiro la forma que sigues
resistiéndote a pesar que las ventajas se pilan en tu contra.]
La clara voz de la mujer se derritió en
sus tímpanos mientras gritos de gozo la rodeaban.
[Pero aún eres superada. Bajemos las
cortinas.]
Con una sonrisa de una amorosa madre,
la mujer movió su azul lanza con una mano.
Con solo un movimiento, el suelo fue
despedazado por las secuelas. Con la mujer en el centro del polvo, los miles de
olas generadas liberaron una abrumadora fuerza que hizo que el espacio se
rajara.
[Nunca apartes la mirada. Siempre
mantén tus ojos al frente.]
Se quedó el sonido del estallido del
aire.
[De otra manera— Morirás.]
Lo siguiente que supo, la mujer
caballero estaba frente a ella. Cuando la chica de prisa sostuvo la roja espada
por arriba de su cuerpo, un terrible impacto perforó su cuerpo.
[¡¿Guh…?!]
[Está bien. Pero te juzgué mal.]
Se sintió una intensa irritación en su
piel y un frío viento se desliza desde la lanza azul que había recibido. Notó
el cambio y giró su mirada a ello: la hoja de la espada roja que cogió la punta
de la lanza estaba empezando a congelarse.
[¿Y qué me dices?]
La chica tomó una inclinada postura para
presionar y movió la espada roja con todas sus fuerzas.
[¡Aquí es donde inicia!]
Pero no importa cuán fuerte su corazón
es, sus ataques carecerán de fineza si ya está asustada, no importa cuánto
espíritu tenga. Aun así, la chica continúo atacando sin medida. Incluso cuando
las olas del frío de la lanza azul congelan el sudor en su frente, aunque cuando
sus secos labios se abrieron y sangraron, ella continúo luchando desesperada
por alcanzar su destino.
[Pero hasta aquí llegaste.]
[Ugh…]
Fue solo un respiro. El siguiente
respiro que fue tomado para lanzar el siguiente ataque tuvo faltes consecuencias.
La bella cara de la chica se retorció del dolor mientras la punta de la lanza
perforaba su suave piel.
[¡Ouch—!]
La siguiente vez la lanza perforó el
hombro de la chica, sangre fresca se roció atrás. Distraída por su intenso
dolor, la chica dejo de moverse por completo.
[Supongo que se acabó.]
La mujer caballero arrojó su lanza azul
al suelo y levanto una mano. Luego, dándose cuenta de la oportunidad, los
soldados enemigos desesperadamente fueron a la chica.
La espada roja, la cual sintió el
peligro, emitió una fuerte luz, pero fue envuelta de inmediato por el aire frío
emitido por la lanza azul y la disipó.
[No puedo dejar que termine…]
Sus ojos aún tienen una fuerte voluntad
en ellos, pero no hay forma de prevenir la tormenta de violencia a una chica
que ha perdido su mano.
[Hiro…]
En medio de todo eso, la chica estiro su mano hacia el joven que esperaba ver otra vez. Pero el deseo nunca llego, y en un instante, la chica fue tragada por las olas de soldados enemigos.
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