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Capítulo 7 – Promesa

 

Esto podría venir de la nada, pero déjenme hablarles un poco de mi familia.

 

Mis padres no eran nobles, sino gente común. Ellos eran muy íntimos el uno con el otro, siendo amigos de la infancia que terminaron casándose.

 

Su vida estaba muy lejos del peligro de las espadas y de la magia, y tenían una pequeña tienda de magia en un pueblo de provincia. Ellos, a lo mucho, eran capaces de usar magia de vida hasta cierto punto.

 

Había escuchado que mi abuela, quien había muerto antes de que yo naciera, era una reconocida usuaria de magia, y que su talento había sido heredado por mi hermana pequeña.

 

Mi hermana pequeña está actualmente asistiendo a la Academia Real e incluso en mis estándares, era sobresaliente.

 

Tenía una buena personalidad y, aunque pueda sonar como favoritismo, puedo decir que era muy linda también. Su único punto malo era que no podía dejar de estar pegada a su hermano (a pesar de que era independiente de nuestros padres, ya que vivía en los dormitorios) … De todos modos, ya que era linda, naturalmente, la deje ser.

 

Si continuara recorriendo este camino, probablemente se convierta en uno de los mejores usuarios de magia en el Reino. Dicho eso, también trata de convertirse en una (aun puedo recordarla diciendo, “¡Me convertiré en la jefa de la Corte Mágica y me encargaré de onii-chan hasta que muera!”).

 

Oh, ¿y yo? No era talentoso para nada.

 

Mis calificaciones eran decentes, pero, como ya se sabe, mi cantidad de mana era menor que el promedio. En cuanto a mis habilidades… Bueno, fueron la razón por la cual falle en el examen de admisión a la Corte Mágica.

 

La razón por la que pude avanzar en la Academia Real a la Universidad fue simplemente po convertirme en el vigilante del genio sin modales rival mía, Lidya Leinster. Después de todo, esa mujer solía pensar, “todos pueden hacer lo que yo puedo”.

 

No estoy seguro de todas las veces después de que nos inscribimos en la academia y era un cerebro-de-espada, pero ahora que es una de las más fuertes en el Reino en términos de magia, no había muchos quienes se pudieran enfrentar a sus delirios. Incluso, yo fui sacrificado— Digo, puesto para vigilarla.

 

La primera vez que nos conocimos, no pude decir que era la hija de un Duque, y ahora que había confianza entre nosotros (nuestra rutina usual últimamente era Lidya quedándose en mi dormitorio, para la mañana siguiente pegarme mientras decía “¡¿Por qué no pusiste tus manos en mí?!”).

 

Lo que trataba de decir era... a pesar de que ambas eran hijas de Duques, Lidya y Su Alteza eran completamente diferentes una de la otra.

 

Habiendo crecido como un plebeyo, no conocía ningún hijo de aristócrata a parte de Lidya, pero, al mismo tiempo, de la experiencia que había acumulado, había concluido que ella era una excepción entre las excepciones. Si algo como eso era común, preferiría renunciar al Reino y migrar hacia la Republica.

 

Por lo tanto, no podía actuar de forma irrespetuosa a una genuina Ojou-sama. Incluso yo conocía mi lugar en la sociedad

 

[…Pero, he oído que acaricia la cabeza de Miss Lidya, ¿Sensei?]

 

[E-Eso es un malentendido. No había nada más que pudiera hacer… cierto, lo hice en defensa propia… E-En primer lugar, de donde oyó eso – del profesor, ¿fue de él?]

 

Su Alteza asintió.

 

Ese maldito viejo… enserio le gusta arruinar mi imagen sin razón alguna.

 

Muy bien, seguiré esta guerra que empezaste. La próxima vez que nos veamos, todos oirán MUCHAS cosas de ti, sin importar si son hechos o solo rumores.

[…No es justo. Sensei, dijo que me elogiaría mucho. ¡Así que exijo que acaricie mi cabeza!]

 

*Suspiro*

 

[Entiendo. Pero, habrá ciertas condiciones para eso. Si haces bien las cosas en este ejercicio mágico que te pondré, entonces acariciare tu cabeza tanto que preferirás que pare.]

 

[¡¿De verdad?!]

 

[No te mentiría.]

 

[Muy bien. Mi Joya grabo tus palabras. Ahora, ¿qué quieres que haga?]

 

…Puedo sentir un poco de la presencia de Lidya emanando de esta señorita. Mejor soy cuidadoso. Pero, está bien que esté dispuesto a hacerlo. Ya es tiempo de que ella llegue.

 

[D-Disculpe.]

 

Ya llego – justo a tiempo. Lentamente, Ellie (quien esta mañana me dijo “n-no agregues ‘-san’ a mi nombre… solo llámame Ellie”) entro a la habitación. Le pedí que preparara algo para el ejercicio. Aunque, no tenía por qué ponerlo en una bandeja.

 

Ya podía imaginarme que pasaría después.

 

[Allen-sensei. Como pediste, traje – kya]

 

[Oops, eso estuvo cerca.]

 

Mientras sostenía a Ellie, que se cayó de repente, puse a flotar la bandeja en el aire. Ligeramente, flotó y aterrizo en el escritorio.

 

Uno, dos, tres – mm-hm, ya está, siete velas exactamente. Ahora podemos iniciar el ejercicio.

[A-Allen-sensei, eh, umm, err…]

 

[Sensei, a Ellie no le agrada eso. Por favor, déjela ir, en este instante.]

 

Las mejillas de Ellie se coloraron y agitaba sus brazos, mientras la sostenía. Su Alteza, quien vio la escena, mostró una sonrisa que irradiaba extrema frialdad.

 

…Esto es un poco divertido. Y así, abracé a Ellie un poco más fuerte.

 

[Eh, awawawawawawawa, erre mm uhh err uhhh emm…]

 

[¡Sensei! Por favor, déjela ir. ¡AHORA!]

 

Mientras sentía que la situación se estaba volviendo peligrosa, deje ir a Ellie. Ella miro hacia abajo avergonzada. Que linda.

 

…Y la mirada de Su Alteza me puso los pelos de punto. Jajaja.

 

[…Sensei, eres un malvado. Salvaje. Pervertido.]

 

[Ah, ¿me acaban de descubrir?]

 

[…Y una persona sorprendente. Jamás había visto a una persona usar magia de levitación tan fácilmente.]

 

[No es tan difícil.]

 

[…Mentiroso.]

 

Y así, miró de cerca. Ella era inteligente, después de todo.

 

Pongámonos serios. Ordené las velas en fila.

[Hoy – o, mejor dicho, por los próximos 3 meses, encenderás las velas de aquí con diferentes atributos, Tina.]

 

[¿Es decir?]

 

[La llamada maestría de los ‘Siete atributos’.]

 

[…De verdad eres malo, Sensei.]

 

[No es cierto. Después de todo–]

 

Con una gran sonrisa en mis labios, le dije esto.

 

[Yo creo que Tina puede lograr esto sin ningún problema.]

 

[…Si lo logro, por favor añada abrazos a la recompensa.]

 

[Claro, con gusto.]

 

Ahora – ¿podré hacerlo a tiempo?

 

Si lo hiciera, entonces no tendría que apegarme a la solicitud del Duque. Mejor…

 

De todos modos, había algo que tenía que preguntar antes de iniciar

 

[Déjame preguntarte algo. Tina, ¿de verdad quieres ir a la Academia Real?]


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