Capítulo 11 – Hacia la capital

 

Querida Lidya,

 

Hace un mes desde que te escribo.

 

…Espera. Entiendo que estés enojada, así que primero oye mi excusa.

 

Como te había informado, actualmente estoy enseñando a la hija de la casa Ducal de Howard. Mis estudiantes son la señorita Tina y su maid la señorita Ellie. Ambas son extremadamente excelentes, y no hay duda de que serán aceptadas en la Academia Real.

 

— Aun así, para Tina, apenas ha empezado a usar magia hace un mes.

 

No estoy mintiendo. Entre nosotros dos, tú deberías saber sobre su situación mejor que yo.

 

Aparentemente, ya es de conocimiento común el hecho de “La segunda hija del Duque Howard no puede usar magia” entre la alta sociedad.

 

Pasaron muchas cosas y llegamos a un pinto donde es capaz de usar magia, pero… justo como tú, esta chica posee mucho maná. Un poco más de lo que debería.

 

Me recordó a la primera vez que nos conocimos… Aunque, ella no es una señorita insolente y arrogante que conocemos. Pero, ella era igual a ti en cuanto a que tenía unos pensamientos peligrosos y un estado mental inestable, y no podía soportar verla así.

 

Por esa razón, no había podido escribirte. He estado ocupado ensañado a Tina como controlar su mana y preparando a Ellie para el examen escrito (El conocimiento académico de Tina es asombroso). Lo siento por eso.

 

Eso es todo lo que tengo que decir.

 

Estaré partiendo en unos días. La siguiente carta será mandada desde la capital.

¿Nos encontraremos allá? Hay algo de lo que quiero hablarte.

 

…Una vez que sus resultados de exámenes salgan, regresare a mi pueblo natal.

 

De un tutor de casa de un paisaje nevado, a una señorita del sur.

 

Allen

 

X X X X X

 

Querido cabeza dura.

 

Comprendo tu situación. Yo de ninguna manera estoy molesta. Para nada.

 

No me imagino para nada, ni una pizca, ni una minúscula parte lo dulce y gentil que eres hacia mujeres que apenas conoces, así que no te preocupes por mí.

 

Estoy triste… Una persona que he conocido desde hace algunos años resulto tener gusto por lolis… Ah, ‘ta bien. Después de todo, aprecias más a esas niñas de lo que me aprecias a mí, ¿verdad?

 

Ya hablando en serio – Si no me equivoco, ¿acabas de decir que hiciste que una niña que nunca había usado magia en su vida, pudiera usarla? Que trucazo, huh… Espero equivocarme, pero claro que no usaste el mismo método que usaste conmigo, ¿verdad?

 

Debes saber lo que significa hacer eso, incluso si eres tú quien lo hacer, así que espero hayas usado un método diferente.

 

Entonces, si lo usaste… tendremos una buena y larga charla.

 

Aún está el ridículo que hiciste por haber fallado en el examen de Mago de la Corte Real que tengo que oír, después de todo. Te prohíbo huir de esto. Trata si quiere, te perseguiré hasta el fin del mundo.

 

Nos encontraremos en la capital.

 

¿Quién va a dejar que te encierres en tu pueblo natal? No lo permitiré, y nunca lo haré. De una conocida, a un casi pedófilo.

 

 

Lidya Leinster

 

Posdata: Mi hermana pequeña me dijo, y cito; “Si quiere ser un tutor de casa, debió haberme tomado a mi como pupila…” Asegúrate de consolarla.

 

X X X X X

 

 

 

 

 

El camino hacia la estación estaba lejos.

 

Tardaría alrededor de unos 2 meses más hasta que en la Ciudad del Norte se notara la temporada de primavera. Pero el frio duraría mas que eso al parecer.

 

[–Sensei, ¿la temperatura está bien?]

 

[Sí. Gracias.]

 

[Ehehe. Es todo gracias a ti, Sensei.]

 

Tina que intencionalmente se había sentado en mi regazo (ignoremos como Ellie tiene una mirada de envidia) se agitó.

 

Lo que había conjurado era la magia de manipulación de temperatura dentro del carro (una diferente a la de antes).

 

Las personas que vieran esto dudarían mucho que esta niña no podía usar magia hasta hace unos meses.

 

Dentro del carro, Grama-san quien manejaba y Ellie que estaba en el asiento de a un lado (y se veía descontenta) la animaban.

 

[Muy bien hecho, ojou-sama.]

 

[Es increíble. P-Pero creo que Allen-sama lo haría mejor.]

 

[Ayer Sensei te dio cumplidos a ti. Hoy es mi turno.]

 

[¡A-A Tina ojou-sama le dieron cumplidos dos días seguidos, el día antes de ayer y el día anterior! ¡Hoy debería ser mi turno!]

 

[…Dejemos eso a un lado por ahora.]

[¡J-Justo como quería!]

 

Desde que el maná de Tina enloqueció, ella no se contenía más. Al menos, en cosas relacionadas a mí.

 

Pensé mucho en ello, pero la única conclusión a la que pude llegar era que la causa fue porque ella había enterrado sus emociones. Y por eso, al día siguiente, le dije ‘En lo que respecta a mí, no te aguantes en nada’.

 

… Y este fue el resultado. Incluso, Ellie adopto esa actitud. Bueno, ambas solían contenerse, así que pensaré en ello como que su practica se hizo más abierta.

 

Pero, tengo que arreglar su hábito de pedir abrazos… Lidya parece tener cierta rara sospecha hacia ella también. Me refiero, esa niña una vez –

 

[Ahora que recuerdo, Sensei.]

 

[¿Sí?]

 

[¿Qué estaba escrito en la carta de Lidya-sama? Ella incluso lo mando a través de Correos Gryphon.]

 

[…En resumen, dijo ‘¡Estoy enojada!’]

 

[¿S-Solo por eso fue muy lejos?]

 

[Desafortunadamente, así es ella.]

 

El servicio de correos regular era barato y distribuido por todo el reino. Aun así, era algo lento en llegar a su destino. Cubrir la distancia de la región del sur al norte, tomaría alrededor de una semana, ¿creo?

 

Por esa razón, había servicios de correos privados que se enfocaban en la velocidad de entrega, compitiendo ferozmente entre ellas.

Entre ellas, ‘Flying Dragon Mail’ y ‘Gryphon Mail’ eran los lideres en el mercado.

 

Claro, eran costosos, así que rara vez se usaban para mandar solamente una carta.

 

…Lidya estaba furiosa, Para ser honesto, me gustaría escapar, pero esa mujer iría detrás de mí.

 

[Dejaré que la conozcan en la capital… prepárense.]

 

[Está bien. ¡Yo ganare!]

 

[¡Y-Yo también daré lo mejor de mí!]

 

Solo espero que no aviven el fuego… Graham-san, por favor, no te burles de mí.

 

—Me asegurare de llevarlas a la capital, no te preocupes.