Ayaha Interludio III

[¿Y tú?]

[¿Hm?]

[¿Qué harías? Si tuvieras tales poderes].

Ahora que lo pienso, era una respuesta fuertemente influenciada en el drama. ¿No? Pero aun así, estaba alegre que le hubiera respondido apropiadamente.

Dime, Ayaha—

Si tuvieras el poder de leer mentes, ¿qué harías?…

[Hm… ¿Yo? Yo—…]

Si fuera yo, lo habría usado para mi propio bien. Justo como usaba mi poder hasta ahora.

Las cosas como “¡Usarlo para contribuir algo con la sociedad!” podría ser dicho por alguien que no tiene poderes. Y todos lo dicen porque no los tienen.

Coincidentemente, conseguí un poder único. ¿Cómo lo uso? Era una pregunta a la que me había rendido en encontrar la respuesta. Así que pretendo… pretendo que nada está mal. Cobarde.

Y cuando finalmente lo usé—

No sé lo que está bien o lo que está mal. ¿Qué habría hecho? Aún me lo pregunto. Es por eso que necesitaba oír su respuesta.

Ayaha, ¿tú qué harías?

[Veamos… Hm. Quizás, puedo caer a acceder. Hahaha]. Ella sonrió tímidamente.

[¿Hm?]

Ella era la más hermosa cuando sonreía. Todo parecía estar en paz, la gentil pendiente de sus cejas cafés, la calidez irradiando de sus fruncidos ojos.

[Exponer los secretos de esos que no me agradan, leer la mente de todos durante exámenes, cualquier trampa en general. Ah, hacer trampa sería mucho más fácil así].

[Qué loca].

[Digo, ¿es mi habilidad? ¿Por qué no usarla? Qué mal, Dios le dio el poder a la persona equivocada].

[Probablemente Dios se apenaría si escuchara esto].

Ella estalló en otro mar de risas. Sí, soy un idiota, un simplón. Era como si me entendiera, estando a mi lado. Estaba genuinamente feliz.

[¡Ah! Aunque trataría de balancearlo].

[¿Balancear?]

[Ayudar a personas, bueno, mayormente a mi familia o seres queridos. Ser capaz de leer las mentes abre muchas posibilidades, imagina lo que puedo hacer. Puede haber algo que solo yo puedo notar, algo como eso].

[Hm, ¿como por ejemplo?]

[Un— Mira, si te sientes deprimido, lo habría notado y hecho algo, ¿cierto?]

Mi corazón daba saltos.

A pesar que solo era una presunción, pero…

[Esta onee-chan podría darte un fuerte abrazo. ¡Cabeza arriba! Eres como mi querido hermanito].

[No estoy interesado…]

[Ah, ah. ¿Qué con eso?] Ella se burló. [¿Estás avergonzado? Qué lindo].

[¡No lo soy!]

Mi corazón iba a mil por hora, mi respiración se agitaba, era una tortura. Pero también estaba increíblemente feliz, bendecido, yo…

[Así que, Io-kun]. Ella sonrió otra vez. Esperaba que lo hiciera por siempre. [Si la estás pasando mal, y estas ansioso, solo cuéntame. Si lo haces, no necesitaría ningún poder para ayudarte. Sin poder, ¿bien?]

No podía hablar, para que estas emociones no se me salgan. No lo olvidaré, nunca, este recuerdo, su rostro, su gentil voz.

[Tú también]. Dije.

Siempre tan adorable. ¿Te importaría?… si me aferro a ti un poco más. Me pregunto si eso era egoísta.

[Ayaha, cuéntamelo también, ¿sí?]

Hey, respóndeme, por favor, Ayaha, por favor.

Ayaha.