Yuzuki Minato no Retrocederá
[Oi–, el chico de la lectura de allá].
El libro de Konomi Kujiru desapareció,
y reapareció en la mano de Yukito. Entonces empezó a girar las páginas.
[Hey, regrésamelo].
[Es la usual historia de amor, huh]. Él
suspiró.
[¿Qué ocurre? El romance es magnífico].
[Aunque se me da mejor el romance de la
vida real—]
Él me devolvió el libro. Le puse un
marcapáginas en la hoja, pero aún era molesto.
[¿Y? No me digas que estás
interrumpiendo a tu cliente sin razón alguna]. Lo alejé.
[Uh, la tienda está cerrada. Ayúdame a
limpiar o vete a casa, escoge una].
[¿Eh? Ah…] Desbloqué el teléfono y
revisé la hora. De hecho había pasado la hora de cierre. Parecía que estaba
completamente inmerso, como se esperaba del trabajo de Kujiru.
Decidí ayudar con el trabajo de cierre,
parcialmente debido a la consciencia de culpabilidad de quedarme mucho tiempo.
Limpié el piso y ahora estaba regresando los platos a los estantes.
[Hii]. Oí el sonido de la puerta
abrirse y una chillante voz.
Quien entró a pesar de letrero de
“cierre” no podía ser otro que una molestia.
Yukito miró desde el mostrador. [Oh,
Aki-chan, ha pasado tiempo. ¿Del club?]
[Solo terminé mi comida, nada que ver,
y entonces pasé aquí. Hace calor afuera].
Aki Hiura en su verde jersey hizo su
entrada al café. Con un sonido, se sentó en una silla cercana sin más. Su casa
estaba cerca, así que probablemente era verdad.
[Hey, acabo de limpiar. Quédate donde
estás].
[Duh, ya limpié mis zapatos]. ¿Por qué
ella es la que se molesta? ¿Por qué todos insisten en joderme últimamente?
Hiura es un conocido de Yukito y visita
la tienda de vez en cuando. Aunque esta vez era la primera vez que se metía a
pesar del letrero de cerrado. Como es usual, la forma en la que habla era la
misma, como si Yukito fuera su amigo.
A pesar que dijo que vino aquí por el
aire acondicionado gratis, ella compartió el trabajo. Ella era macha y hostil algunas
veces, pero ese lado suyo estaba fuera de balance.
Yukito y Hiura, que extraña
combinación. Ambos sabían que yo era el Ángel…
Me paré. [¿Puedo preguntarle algo a los
dos?]
[No holgazanees—]
[Bueno…]
Mientras me pagaran, quejarme no iba
conmigo. Aunque a Hiura no le estaban pagando.
[Hacer que alguien se enamore de ti sin
intención de salir… ¿Es malo?] Mi voz pasó por todo el desolado café.
Los dos continuaron trabajando en
silencio.
[Ni siquiera sé el contexto. ¿Esperas
una respuesta con solo eso?] Hiura fue la primera en decir algo.
Bueno, supongo que tenía un punto.
[Um… Como, hacerlo para otros
propósitos. Incluso si tengo éxito en hacerlo, nunca aceptaría los sentimientos
del otro].
[Normalmente, es malo. Quizás es inaceptable].
Simple y conciso, ese es Yukito.
En contraste, Hiura mantuvo su gustosa
sonrisa. ¿Ella no estaba de humor para hablar?
[Lo pensé de más…]
[Ya lo sabes, pero aun así lo
preguntas. La situación no es “normal”, ¿cierto?]
[Nunca fallas con mis expectativas].
[Hmph]. Ella dijo.
Otro que era directo a pesar de estar
tonteando. Es por eso que ella era confiable y daba miedo.
Ella se movió a limpiar el mostrador.
[Dime lo que puedas. O solo sería una pérdida de tiempo].
Por fortuna, le había informado a
Minato de esta posibilidad. Todo era por su bien.
Filtré las cosas, omití nombres, y di
lo mejor para explicar la situación actual. Para cuando termine, el proceso de
limpieza ya estaba terminado. Nos estábamos desplomando en diferentes lados.
[Tengo una buena idea de quién pueda
ser esa Don Juana].
[Ella no es una Don Juana].
Bueno, sin un nombre por el que
referirse a ella, supongo que era inevitable. Pero no era como que no tuviera
idea de quién era…
[Y cómo es que ella tiene algo que ver
con “enamorarse de ella”].
[Bueno, esencialmente, para curar de su
enfermedad, hacer que se enamore de alguien que no tenga intenciones de salir
con ella. ¿Está justificado?]
[Déjate esas complicaciones. ¿Quién
está haciendo que se enamoren?] Ella expresó su exasperación.
No tenía palabras. Como ella dijo, eran
cosas complicadas. Pero… solo no puedo…
[“Hacer que se enamore de ti”,
¿cierto?]
[Sí, eso es].
[Hm, dime más].
Hah, ella es una dura.
[Si le gusto a ella, sería el mejor ejemplo].
Concluí.
[Ya veo]. Ella dijo sin más.
[Podrías descartar cosas, sería mejor
de esa manera. Aún no le gusto a ella, así que cuando lo haga, reduciría el
margen significantemente].
[¿Y crees que es tu mejor opción? Pero
con la pregunta de antes, no estás seguro, ¿verdad?]
[Sí, algo como eso]. Liberé un largo
suspiro.
Esa era la conclusión a la que había
llegado los últimos días. Si estuviéramos dispuestos a darlo todo, entonces era
una opción irrefutable. En efecto, debí haberlo pensado antes. Y quizás, Minato
también…
Hiura de pronto se paró. [Bueno,
regresando a tu pregunta de antes].
Yukito mantuvo su fría sonrisa.
[Así que no aceptarás sus sentimientos
incluso si le gustas a esa Don Juana].
[Sí].
[¿Seguro?]
[Sí, no puedo].
[Hmm]. Su mirada estaba medio fruncida
y medio molesta. [Pero “gustar” y “querer salir” pueden ser cosas separadas].
[Bueno… Sí, pero ese no es el punto.
¿Realmente está bien hacer eso?] Entiendo a lo que iba, pero esto es acerca de
los sentimientos, no la razón. No usas la razón con los sentimientos
románticos.
Probablemente quería una confirmación.
Porque no podía estar confiado con los resultados.
[Tus eventos son un desastre, así que
lo dejaré simple].
[Por favor hazlo…]
Ella deliberadamente caminó a ese lado,
entonces se sentó en el asiento opuesto. Descansó su mentón en una mano, y el
meñique de la otra en su ojo.
[Tanto como me concierne, tu plan
apesta]. Ella escupió.
[¿Eh? ¿Por qué?]
Pasé días pensando, ¿sabes?
[En primer lugar, ¿hay algún patrón
cuando te gusta alguien? Debiste haber visto a las personas dar giros de 180°
cuando se trata de amor más de lo que he visto].
[Tienes un punto…]
Pero oírlo de ella era bastante
inesperado.
[Incluso si le gustas a ella, no
significa nada, o puede significar algo. ¿Qué si eres un caso especial? Eso
solo estropearía tu información aún más. No puedes describir la irregularidad
con regularidad].
[Y-Ya veo…]
Ella era franca, pero era lógica. Era
cruel, pero justa para lo que necesitaba.
[¿Qué harías entonces?]
[Si soy yo, empezaría a poner posibles
potenciales hipótesis, y entonces verificarlas. Aunque la más leve falta puede
ser fatal… Bueno, no es que lo haya hecho antes].
[Oh… Eres una genio, Hiura].
[No, tú eres el que cuyo pensamiento es
demasiado estrecho. Es todo].
Hm… Ella tenía un punto. Quizás mi
pensar se volvió estricto al estar con ella.
[Y si ese es el caso, ¿cómo establezco
una hipótesis? Si puedo ser una irregularidad, entonces los otros lo son. Al final,
¿hay algo confiable?]
[Pensé que era obvio. Digo, tu lógica
hasta ahora no tiene sentido].
[Eh… ¿En serio?]
Había pensado eso con el fin de
entender su mal, entrelazar posibilidades era el camino…
[¿Qué si la condición no está en los
otros, sino en ella? Las putas son putas, la razón no está en el ambiente, sino
en sí mismas. ¿Qué deberías hacer para descubrir más de ella? Nada más].
[O-Oh… Hiura-sensei].
¡Qué revolucionario comentario!
Pero, de acuerdo a su teoría, estaba
completamente mal. Hasta ahora, nunca había dudado en mi propio método. Había
dicho que no era mi especialidad, pero ¿cómo podía estar tan confiado en mis
métodos? ¿Qué estoy haciendo?
[Gracias, Hiura. Dame tiempo para
pensarlo un poco].
[Aún no me has invitado al helado—] Ella
lo recordó molesta.
[Bien, bien. Te compraré dos de 31
bolas].
Ella me dio una sonrisa asombrada, pero
contenta.
A pesar que fue por coincidencia,
estaba alegre de que llegara hoy. Y debería llamar a Minato para reunirnos
mañana, las cosas estaban por cambiar.
[Eres un idiota, diré lo obvio una vez
más en caso que lo hayas olvidado].
[¿Hm? ¿Hay más de una santa revelación
para mí?]
Usualmente estaba desinteresada en el
Ángel, me pregunto por qué iba a tales extremos hoy.
[Aún hay una cosa que no está bien].
[¿Una cosa?]
[Esa Don Juana, ¿por qué aún no se ha
enamorado de ti?]
[Eh…]
[Bueno, no debería ser extraño, las
personas tienen tipos—]
[Deja las palabrerías. Dado su
tenacidad, lo sabes de sobra. O ella lo estaba escondiendo de ti, eso es].
No, no puede. No había nada que esconder,
mi poder me dijo que yo no le gusto de forma romántica. No puede ser.
[¿La ayudaste?] Ella siguió.
[Con todo lo que pude].
[Para hacerlo, ¿cuántas veces se han
reunido?]
[Um, uh…] Había perdido la cuenta.
[¿Entonces por qué no se ha enamorado
de ti? Eres considerablemente un buen tipo, ¿por qué no?]
[Eh…]
¿Heh?
[¿H-Hiura-san? Um…]
[¿Huh? ¿Realmente crees que saldría con
algún tipo ruidoso? Diablos, no].
[31… Te compraré tres conos].
[No, dos conos, y un waffle].
Me incliné. [Orden recibida].
Hiura… Puedes no ser una de las Tres
Grandes de Kuze, pero eres mi diosa…
[En resumen, Yuzuki— Oops, la razón por
la que esa chica no se ha enamorado de ti es la llave. Esa es la mejor ruta en
mi opinión].
[Hey… B-Bueno, ya veo… Trataré de
preguntarle, a esa cierta persona].
[Sí, sí. A esa cierta persona].
◆ ◆ ◆
Un rato después, de camino a casa. Caminé
a la estación con Yukito. Al final, no dijo nada en toda la sesión. No lo forcé
si no quería. Pero el hecho que Yukito, de todas las personas, decidiera estar
fuera de algo así, me molestaba.
[Es como si ella fuera tu lado opuesto].
Dijo de la nada.
[¿Eh?]
[¿Opuesto?]
[Tú, que no has podido gustar de nadie
más desde entonces, y la chica que se enamora de quien sea. Irónico]. Una
pausa. [No, son lo mismo]. Él dijo.
No entendía a lo que se refería.
Luego de que aclarara su garganta,
siguió. [Nada. Si quieres ayudarla entonces hazlo, pero si necesitas mi ayuda,
solo dilo].
[Uh… Pedí tu consejo hoy. ¿Cómo resultó
así?]
[Aki-chan estaba allí. Por cierto, ella
es popular, ¿cierto?]
[… No]
Había sido por puro hábito, pero escondí
el hecho que ella era del Plus Four, por sí volvía a tener algún interés raro
otra vez.
[Mentira. Definitivamente le daría como
cajón que no cierra si fuera tú. Se ven compatibles].
[Hey, eso suena ilegal].
[Estoy celoso de tu legalidad para
eso…]
Él río bromeando y continuamos el resto
del camino en silencio.
◆ ◆ ◆
Luego de la escuela, al día después de
recibir el supremo consejo de Hiura.
[Así que es por eso que… Uh, en resumen].
Llamé a Minato al techo de la escuela.
No la había llamado al café solo porque
odiaba el hecho de Yukito escuchando esto. Ahora que sabía la gravedad de la
situación, probablemente no se burlará, pero aun así.
[La razón por la que aún no te gusto…
¿Puedo descubrir por qué?]
Le había dicho brevemente lo que Hiura
sospechaba. El proceso era más vergonzoso de lo que pensé. Ella cruzó sus
brazos en un “Hm”.
Los gritos del club de atletismo
resonaban desde abajo. Cuando se mezclaban con el club de música, una solitaria
música de fondo pasaba al techo.
[¡Hey! ¡No solo dejes el “Hm”!] ¡Me
esforcé mucho por decir eso en alto, sabes!
[¡D-Digo! Yo… es vergonzoso…]
[Ah, bueno. Sí… lo entiendo].
Silencio.
Su rostro estaba rojo. Un vendaval
sopló y acarició su cabello, haciendo su cabello detrás de espalda. Blanco,
negro, rojo. En ese momento esta combinación parecía ser la más bella del
mundo. Ella era tan hermosa.
[Pero… yo tampoco lo sé].
[Hm…]
[Sí… Pero pudiste haberlo olvidado, te
lo dije antes… que puede que me hayas gustado].
¿Cómo pude olvidarlo? Nunca olvidaré
ese emocionante evento. Esa fue la primera vez que fuimos al café de Yukito.
[Así que… sería extraño si no].
¡Ese es un golpe bajo!
[¡Ah! ¡Digo, no es así! Pero es lo que
creo].
[Estoy bien, estoy… bien… ¿Solo yo? Ah,
me dan ganas de llorar].
[¡Dije que lo siento! No sobreactúes…]
[Como, “lo siento mucho, no me gustas”.
¡Qué lamentable!]
[¡Io! ¡Lo siento! ¿Sí?]
[Ah, no soy lo hombrunamente
suficiente…]
[¡No es eso! Quizás…]
[Pero aún no me gustas…]
[¡Hey! ¡Es suficiente!]
[Nah, estoy bromeando. Realmente no me
importa].
Estaba empezando a sentirme mal por
ella, así que dejemos aquí las bromas. No estoy molesto, para nada. Que va.
[No es que quisiera gustarte o al
revés. En realidad, eso ayuda mucho].
[Pero… aún no sabemos la causa, a pesar
que podríamos…]
[Bueno, en efecto—]
Eso fue— Hm, creo que este puede ser un
descubrimiento.
[Bien, una vez más, no tienes ni idea
del por qué te empiezan a gustar muchas personas, ¿verdad?]
Vamos con una corta pausa. [Sipi].
Esa pausa… puede ser su sentimiento de
impotencia, pero ¿qué con esos vacilantes?
[¿Realmente lo crees? ¿Ni la más mínima
idea?]
Recitando a Hiura, las putas son putas,
la razón estaba en ellas mismas. Lo qué debería hacer ahora era no comparar las
muestras y la información, sino indagar más en la misma Minato.
Ella mantuvo su mirada baja. Detrás de
las cortinas de su cabello, su expresión era… oscura.
[No, nada. Te lo dije, ¿cierto? ¿Por
favor puedes entender eso?]
[Sí, lo siento…]
[Está bien]. Ella murmuró y agitó su
cabeza débilmente.
Quería presionar más, pero verla así
es… Hmph, otro callejón sin salida.
Nah, no es que todo encajaría
milagrosamente solo por cambiar la perspectiva.
[Minato, ¿me das algo de tiempo?]
[¿Eh?]
[Necesito tiempo para pensar más en
esto. Quizás pueda ver algún patrón luego de aclarar mi cabeza. Es lo mejor que
puedo hacer ahora].
[Sí, adelante. ¿Debería hacer algo
mientras? ¿Cómo la operación?]
[No, gracias. Toma un descanso. Pero
notifícame si algo cambia].
[Sí, claro. Gracias].
La conversación llegó a un fin, estiré
mis brazos. Escuchando un satisfactorio sí, mi cabeza se aligeró.
[Io].
[¿Hm?]
[Perdón. Y quiero que sepas que aprecio
lo que hiciste por mí].
[¿Hm? No es nada. Además, las gracias
te las guardas para el final, ¿no?
[Bueno… Sí, que tonta].
[Hay algo…] ¿Más? Me detuve antes de
completar la oración. Quizás no era el momento para preguntar, debió haberse
sentido confundida. Especialmente luego de decirle que lo que hicimos fue por
nada.
Y—
[Te veo].
Ella se dio la vuelta y se fue. Luego
de verla desaparecer del tejado, me senté. Sopladas por el viento, las nubes se
movieron y mostraron al sol.
¡Ow! Qué brillante.
Un rato pasó, pero no podía pararme
otra vez. Eso era— no lo era. No es que quisiera decir algo.
[No quería decir ese algo, huh…] De
alguna manera, el cielo arriba se fue contra mí para que lo dijera.
Nunca supe que las cosas se pondrían
más difíciles.
◆ ◆ ◆
Una semana pasó sin encontrarme a
Minato.
Durante ese tiempo, hice un progreso
con mi trabajo del Ángel luego de una larga ausencia. Animé más a Makino a la
confesión y me acerqué a otra chica de segundo año. Comparado a Minato, lo que
necesitaba hacer para ellos eran simple. No es que fuera fácil, pero sabía lo
hacía.
Pero luego de reunirme con Minato,
todos parecían flojos. Bueno, si fuera simple entonces el Ángel no sería
necesitado en primer lugar.
[¡Sí, qué desperdicio!]
Mi cabeza se levantó por el fuerte strike.
Reiji regresó su bolo con una mirada engreída en su rostro. Nos dimos los cinco
mientras yo entraba. Reiji me invitó a los bolos hoy. No tenía planes y estaba
necesitado en cambiar de aires. El centro de bolos estaba cerca de la Estación
Hamaotsu en la Línea Keihan Ishiyama Sakamoto. Este era el único Round One en
la Prefectura.
Como esperarías de la Prefectura Shiga,
solo un Round One, el último indicador de la ruralidad. había un dicho que
decía que Shinga solo tiene el Lago Biwa. El cual era cierto, de hecho. El Lago
Biwa contaba como un sexto del área total. Por alguna razón, los residentes de
Shiga estaban orgullos de ello.
Y el establecimiento estaba lejos de la
Secundaria Kuze, la mayoría de personas aquí estaban en las escuelas cercanas. Por
lo tanto, aún había tiempo con los de los clubs, así que solo las personas
libres a esta hora eran los miembros del club para ir a casa.
[Wow, que hermosa falla. Mi victoria
está sellada]. Reiji se jactó.
[Definitivamente los derribaré. Y tú
perderás la siguiente ronda]. No, este era un caso perdido, perderé por seguro.
[Hoh— Me aseguraré de grabar este maravilloso
lanzamiento].
[Hey, ¿intentas con un ataque
psicológico? ¡No es justo!]
Oí un sonido mecánico desde atrás,
probablemente Reiji grabando. Me deshice de todos mis pensamientos, con una
mente tan clara como la superficie del agua de la fuente del jardín zen, me
dejé ir.
Hmph, te lo mostraré, Reiji.
[Mierda…]
El bolo pasó los pines sin vacilar. Con
un zumbido, el monitor del techo reafirmo mi patética actuación.
Ah, perdí. Bueno, aún había algo de
esperanza, pero será mejor rendirse ahora.
[Le enviaré el vídeo a Hiura].
[¡Para!]
[Muy bien, lo enviaré al LINE de la
clase].
[¡Más razón para que lo dejes! ¡Y se
convertirá en uno de esos “Leído, sin respuesta”!]
Derrotado, me senté. En respuesta,
Reiji se paró y fue al pasillo. El perdedor compra la bebida, con el dinero
necesario del presupuesto de un estudiante. Sin embargo, considerando lo bueno
que era, no parecía justo. Solo me estaba dejando seco.
Por desgracia, no hubo progreso en el
caso de Minato. No había contacto de ella tampoco, y así, era un completo
parón.
¿Qué si me estaba ocultando algo?
Para ser honestos, esa era la única
cosa en la que podría pensar. Aun así, era mi sospecha. Por su expresión e
incomodidad en ese momento. Así que asumiría que era cierto y buscaría por evidencia.
Pero—
[¡Sí, strike!]
[Hahh…]
Nada va como lo planeé. E incluso si mi
intuición era la correcta…
Entonces sería algo que no quería
discutir. Por desgracia, conocía ese sentimiento también. Si es posible, quería
que fuera ella quien me lo dijera. Quizás mi falta de decisión bloqueó ese
proceso.
[… ¿Qué debería hacer?]
Con esos pensamientos melancólicos, desplomé
el resto de mi cuerpo.
◆ ◆ ◆
[Aquí tienes, es café].
[Gracias].
Él atrapó la lata que le lancé. Yo bajé
la mía y tomaba un sorbo mientras me sentaba frente a él. Había un área de
descanso cerca de la entrada del edificio. Entre los numerosos bancos, nos
sentamos en los más internos.
Sobre nuestras cabezas colgaban
numerosos bolos decorativos, algunos grandes, algunos pequeños, algunos
transparentes con pequeños bolos adentro. Habían estado aquí por mucho tiempo
como el edificio, pero no podía entender que se suponían que eran.
[Aún adicto a la cola]. Reiji comentó,
con sus ojos en mi lata.
[Delicioso].
[No lo entiendo. Ni forzándome].
[Mis condolencias. Incapaz de saborear
este placer. La efervescencia y el azúcar van a llenarte. La soda es lo mejor].
[Oh, y es por eso que eres un idiota
cuando no la bebes].
[Devuélveme mi café].
[Demasiado tarde].
Mierda, ¿dejarías de joder por una vez?
[Pero, no has bebido ni una sola vez
durante la escuela media]. Algo se alumbró en sus ojos.
[He refinado mis gustos. He crecido].
No podía evitar gruñir.
[Uh, si tengo que escoger una, diría
más infantil].
[…]
[Por cierto, Io].
[¿Sí?]
[¿Lo has descubierto? ¿El misterio de
la perra Don Juana?]
[Deja de llamarla “puta”, y no, ya me
cansé de pensar].
[¿Huh? Aburrido].
¿Y recuerdas los detalles? ¿Cómo es
aburrido eso para ti?
[Pensé que habría algo interesante por
primera vez—]
[No es aburrido ni interesante. Mi
trabajo como el Ángel no es algo para entretener].
[¿No es ese tu problema?]
[Incluso si es otro problema, me
preocupo a mi manera].
Levanté la mirada a las esferas
colgantes y suspiro para que pudiera escucharlo. El aroma del bollo horneado y
el queso waffle de Lotteria. Pero no tenía apetito.
[Quizás deberías lidiar con tus
problemas antes de ayudar a otros]. Él dijo.
Estaba por responder, pero su tono era
inesperadamente meloso, así que me aguanté.
[No hay nada que pueda hacer con ello].
[No hay nada que puedas hacer con lo
tuyo, pero crees que podrías con los de ella].
[Ngh…]
Algo en sus ojos cambió al instante. Retrocedí
inconscientemente.
[No son lo mismo. Tú y esa chica].
[…]
[¿Estás consciente de qué tan ciego
estás con tus propios defectos?]
[Cállate].
Él pretendió no notar mi gruñido. Sus
plateados aretes brillaron. Su perfil era el de un guapetón.
[Hablando de eso, ¿qué hay de tu lado?]
[¿Hm? ¿Qué?]
[Esa kohai que es tu novia].
La vi venir a nuestra clase una vez,
ella era llamativa, el tipo de Reiji.
Él hizo su cabeza a un lado. [Ahh.
Rompimos].
[¿Qué pasó? No fueron ni tres semanas].
[Haciendo la historia corta; no compaginamos.
Gracias a Dios]. Reiji dijo.
No podía esperar menos de él.
Dudo que esto hará alguna diferencia,
pero. [Si vas a romper así, ¿no pudiste pensarlo antes de decir que sí?]
[¿Huh? Nunca sabrás hasta que te
emparejes. ¿Sin compatibilidad? Solo romper. Esa es la única forma de saber si
funcionaría o no].
Reiji… era despreocupado, pero no
significaba que estuviera jugando. Sus argumentos eran, a tal punto, buenos.
Eso no detenía el resentimiento de aquellas que rechazaba.
[No esperes que todos traten el salir
como un ritual sagrado como tú. Si se te confiesan, entonces ve con ello, al
menos es lo que creo].
[Sí, sí. Lo siento].
Pero ¿ritual sagrado? Solo soy otro
pendejo, ¿no? Soy normal, ¿cierto?
[Quizás puede que empiecen a gustarte por
su afecto. Algunas personas son así, ¿sabes?]
[¿Hm?]
¿Gustarte… por su afecto?
[Bueno, en resumen, Io, sin ofender,
pero supera a esa senpai—]
Escupí. [¡Ya veo!]
Mi cabeza estaba trabajando en una
velocidad sin precedentes. Lo más que teorizo, lo más que tiene sentido.
[¿Qué? Esa extasiada expresión…]
[¡Reiji!] Lo tomé por los hombros y
agité.
[Tranquilo…]
[¡También te invitaré al helado!]
[¿Eh? Uh, bueno, ¿si insistes?]
Lo solté y corrí a la puerta. No podía
bajar el paso y corrí directo a casa, la emoción me quitó mi fatiga del pasado
mes. Finalmente. Me quité mis zapatos y controlé mi respiración.
“El helado, una torre, ¿bien?”
Le envié a Reiji un mensaje y lancé el
teléfono al sofá. Ignoré la sorda vibración de la notificación de respuesta y
repasé los eventos hasta ahora. Recordé el día que nos encontramos, y lo que pasó
incluso a eso.
◆ ◆ ◆
Ese sábado.
Minato respondió a mi llamado. Como es
usual, nos reunimos en el café de Yukito.
Ella usaba una elegante blusa negra y
apretados jeans de mezclilla. A diferencia de nuestra anterior salido a Kyoto.
Su atendo era claro y daba una imagen de madurez. Como es usual, realmente le
quedaba. Aunque por desgracia, no era tiempo para eso.
[Creo que pude haberlo descifrado].
Empecé a tomar un sorbo. La Sprite hizo un buen trabajo para quitarme el
nerviosismo.
[¿Descifrar qué?]
[La condición de tu límite].
Un parpadeo. Por un segundo, sus cejas
se fruncieron. Su reacción me hizo dudar un poco, pero no había vuelta de hoja
ahora. [Cambié mis métodos].
[¿Y?]
[La pista estaba en las personas que te
gustaban, no es lo que pensé que sería].
[¿Hay una conexión?]
[Sí, había una cosa que pasé. Por
fortuna, pasa que soy el único que puede verificar esta teoría].
Mira mi palma. Ella vio el gesto y sus
ojos se abrieron en reconocimiento.
[No estaba seguro al principio, pero lo
intenté igual. Hay treinta personas que te gustan actualmente]. Hablé en
silencio. [Usé mis poderes en ellos].
Claro, el proceso fue arduo. Pero no
importaba. No podría hacer mucho en otros casos, pero no dejé que se escapara
ninguno de los estudiantes de Kuze. Bueno, pude parar a mitad del camino si la
tendencia lo sugería de otra forma. Sin embargo, bueno…
[Treinta personas, revisé veintiocho.
Veintisiete de ellos—]
Su ceño se profundizo.
[—les gustas].
Aoki, quien recogió su pañuelo. Ese
tipo normal que nunca había hablado con ella. El senpai de tercer año que habló
con ella durante el almuerzo. El consultante del Ángel, Makino. A todos ellos
les gusta ella.
[También lo intenté con el ikemen del
que aún no gustas].
[¿Y?]
[Resulta que él ya tiene una novia, así
que tiene cero interés en ti. También traté con los otros con condiciones
similares a las de él].
[Pero hay muchas personas a quienes no
les gusto…]
[Y es precisamente por eso].
Su rostro asombrado y de pronto se vio
aliviada. Llevó su mano a su pecho y cerró sus ojos. Tenía curiosidad con su
reacción, pero necesitaba concluir primero.
[Minato, probablemente te gustan esas
personas porque ellos gustan de ti. O más precisos, estás reaccionando a su
expresión de afecto].
Esa era mi teoría. Todo gracias a
Reiji.
[Eso encaja con el hecho que tú aún no
gustas de mí, a pesar de lo mucho que hemos hablado. No tengo sentimientos
románticos por ti, así que tú, en cambio, tampoco].
Bebí el resto de la soda de un trago. Debido
a lo mucho que había bebido, las burbujas en mi boca eran levemente audibles. Aunque
resentí el dolor que trajo, hizo un buen trabajo al aclarar mi cabeza. Y
probablemente no podría soportar este silencio si no lo hubiera bebido.
El rostro de Minato siguió oscurecido
mientras la sombría atmósfera quedaba entre los dos.
Aunque este era un gran paso al frente,
aún quedaba camino hasta que pudiéramos curar el Síndrome del Enamoramiento.
Había pensado que este sería un pequeño respiro para ella, pero ella solo mira
abajo con dolor.
[Y el chico de la escuela cercana al
que pasamos, probablemente le gustaste a primera vista y tú lo sentiste. No
puedo estar seguro al 100%, y necesito más tiempo para probarlo bajo
condiciones diferentes. Aunque, cuando esto esté terminado, podremos movernos
a—]
[Está bien, no hay necesidad de
revisarlo]. Su tono era débil, pero lleno de resignación.
Era como si tuviera que forzarse a
decirlo.
[¿Eh? ¿Dijiste que definitivamente lo
curarías?]
[Dije que haría de todo. Y que tú
llegaste a la misma conclusión igual. Había sospechado la misma cosa…]
[¿Tú qué…?]
¿Desde cuándo? ¿Y por qué no me lo
dijiste?
[Gracias, Io].
Dolor. Su rostro se contorsionó en
dolor.
Llanto, pero sin lágrimas. Su rostro
era así. Conmovedor.
[Aquí es donde mi consulta termina. Me
ocuparé de mí desde ahora en adelante].
[¿Haha? ¡Hey!]
Ella puso un billete de cien mil yen y
se paró.
Antes de marcharse, miró hacia abajo
otra vez, diciéndome que no la siguiera.
[¡Ahora podemos saber el disparador,
pero la causa aún es desconocida! ¡Quédate hasta al final!]
Ella me ignoró y cerró la puerta, la
campana sonó levemente.
Mis ojos se cruzaron con el mostrador y
vi a Yukito mirándome bastante preocupado. De alguna forma, estaba alegre que
se viera de esa forma.
Patética e inútilmente, me quedé allí como un tonto por un tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario