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Capítulo 1

 

[Veamos. Considerando las condiciones atmosféricas, terreno, y la temporada… ¡Felicia, debemos concentrarnos en los barcos para mantener el frente abarrotado! ¡No tendremos más tormentas de las que preocuparnos!]

 

[Entiendo, Tina. En ese caso, tomaré los vagones que se liberaron de los asedios de la capital y usarlos para apoyar a las personas que piden refugio. ¡Ellie, revista esos papeles!]

 

[¡S-Sí! ¡Daré lo mejor!]

 

Día del Fuego en la mañana, el inicio de una nueva semana, ubicados en el gran salón de la Casa Ducal de Leinster en la capital sur resonando con los gritos de chicas. Varios días habían pasado desde que Tina Howard, Stella Howard, Ellie Walker y yo, Lynne Leinster, habíamos llegado aquí desde la capital este en persecución de nuestro tutor, Allen y mi hermana mayor, Lydia Leinster.

 

Creíamos que mi Nii-sama ahora estaba en la ciudad del agua, el centro de la Alianza de Principados. Pero incluso en Griffin, era imposible viajar allá y regresar a la capital sur. Así que pusimos nuestros esfuerzos en el apoyo logístico, esperando acelerar la capital de Atlas, la cual yacía al suroeste de nuestra actual locación y más cerca de la ciudad del agua. Desde que habíamos llegado a esa decisión, este salón se había convertido en nuestro nuevo campo de batalla, por así decirlo. Sin embargo…

 

Un suspiro se me escapó mientras supervisaba a Tina, Ellie y Felicia Fosse. Mi compañera de cabello plateado en un blanco uniforme militar estaba leyendo y hojeando papeles a una velocidad sobrehumana. La chica rubia vestida como una maid y la chica pechugona de lentes en uniforme militar estaban procesando una interminable corriente de documentos.

 

No podía evitar preguntarme si había tal cosa como extralimitarse más allá de todo. Y no estaba sola, si los murmullos de las especialistas fueran a tomarse en cuenta.

 

[¿Realmente predecir el clima es tan fácil como lo hace ver?]

 

[Miss Fosse parece tan radiante. Quieto, corazón.]

 

[¿Cómo manejamos la reubicación de los barcos y vagones?]

 

[¡La papelería ya está dando vueltas!]

 

[Esa es nuestra Miss Walker.]

 

[O G-Gran Luna…]

 

Con ese raro comentario de lado, los representantes de todas las casas sureñas claramente estaban agitados. Mi maid personal en entrenamiento, Sida Stinton, había empezado a rezar igual.

 

Felicia era físicamente frágil casi siempre, pero estaba usando su bolígrafo a una increíble velocidad, haciendo avances constantes en los papeles. Mi querido abuelito, el Duque Emeritus Leen Leinster, la había asignado como inspector general de logística, lo cual la volvía la persona con más alto rango presente.

 

Tina tocó el clip en el frente de su cabello mientras se sumergían en pensamientos, entonces hizo un papel a un lado. [Ellie, dime si hay algo malo con estos cálculos.]

 

[¡S-Sí!] La maid personal de Tina tomó el papel, pasó sus ojos sobre él y asintió. [¡Todo bien!]

 

¿Cómo pudo haberlos revistado tan rápidamente?

 

El desempeño de mi mejor amiga y mi antigua senpai me estaba dando un dolor de cabeza. [Olvídalo, Felicia.] Murmuré en tono bajo, jugando con un mechón de mi cabello rojo. [Pero nunca soñé que Tina y Ellie pudieran hacer todo eso.]

 

Tina era la hija de un duque, al igual que yo, y tengo mejores notas que Ellie en la Academia Real. No puedo permitirme volverme un peso muerto, especialmente no después que la ciudad del agua entró al aislamiento desde anoche.

 

De pronto, sentí un piquete en mi mejilla, y una voz dijo. [Esa es una temible cara la que estás haciendo, Lynne. Las dos eran iguales en la capital norte. En cuanto a la ciudad del agua, debemos esperar por un reporte más detallado.]

 

[Lady Stella.] Jadeé, girándome a la jovencita en el asiento a mi par. La hermana mayor de Tina, Stella Howard, usaba un listón azul que hacía juego con el ligero tinto de su adorable cabello plateado. Pensé que se veía mas asombrosa ahora, vestida en su uniforme militar, de lo que había estado antes de la rebelión Algren.

 

[No te pidas de más.] Lady Stella añadió, presionando su dedo índice en mi frente. [Si no descansas cuando puedes, no tendrás la fuerza necesaria cuando la necesites de verdad. Así que toma un descanso.]

 

[Está bien.] Balbuceé, sonrojada porque había visto directo en mi desesperación. El hecho que su gesto me recordaba a mi Nii-sama me había avergonzarme más.

 

Ugh.

 

[También paren, Tina, Felcia.] Lady Stella ordenó con orgullo. [Chicas, tomen un descanso.]

 

[¡Sí, Lady Stella!] Un coro de respuestas llegó, y una onda de alivio se esparció por el salón. En los pasados días, la futura Duquesa Howard se había ganado por completo a las maids y oficiales. Era fácil ver que ella los tenía en sus manos.

 

¡Así que eso es lo que la sangre del “dios de la guerra” puede hacer!

 

Tina y Felicia solo estaban decayendo.

 

[¡Stella! ¡Aún puedo trabajar!]

 

[¿No puede esperar hasta que termine estos papeles?]

 

[Ellie, haz una nota con esos comentarios.] Lady Stella dijo. [Me gustaría reportárselo a Allen.]

 

[¡S-Sí!]

 

El ofendido par retorció sus labios, entonces bajaron sus cabezas. Lady Stella las había derrotado con facilidad.

 

La audiencia de maids se asombró, y aplaudieron. La actuación debió haberles impactado mucho, ya que Felicia pasándose de la raya había causado problemas durante la insurrección también.

 

[Es mejor.] Lady Stella dijo, con una asistencia. [Me gustaría que mi hermana y mis amigas hagan lo que se les dice.]

 

[Stella, malvada.] Tina gruñó, molestándose.

 

Felicia se quitó sus lentes y añadió. [¿Estás segura que no estás imitando a Allen?]

 

Nuestra presidente del consejo río. [¿Eso crees? Sally, Ellie, ¿nos prepararían un té?]

 

[Claro, Lady Stella.] La número cuatro de la Corporación de Maids de Howard, Sally Walker respondió. Ellie hizo lo mismo y las dos empezaron a prepararse para servir el té, moviéndose con perfecta y practica eficiencia.

 

[O Gran Luna.] Sida murmuró, juntando sus manos en oración. [¿Seré capaz de hacer un té como ese para Lady Lynne?]

 

Felicia se puso sus lentes y miró alrededor. [Espera.] Ella dijo. [¿Dónde está Caren?]

 

Caren era un miembro del clan lobo y la hermana menor de mi Nii-sama, aunque no por sangre. También actuaba como la vicepresidenta del consejo de la Academia Real, lo cual la hacía la senpai mía, de Tina y Ellie. Y ahora que Felicia lo mencionaba, no la había visto.

 

Tina se movió a la silla a la par de la mía y revisó el salón. [Lily tampoco está aquí.] Ella dijo. [¡Oh! ¡N-No me digas que se fue a la ciudad del agua sin nosotras!]

 

[Qué descortés.] Una calmada voz respondió detrás de nosotras. [A diferencia de ti, Tina, no lo haría.]

 

Nos giramos, Tina molesta. [A qué te refieres con eso, Care— ¿Huh?] Los ojos de mi compañera de cabello plateado se abrieron, y compartía su sorpresa.

 

Lady Stella, Felicia y Ellie igualmente se veían sorprendidas.

 

[¿Oh?]

 

[Caren, ese traje…]

 

[¡Ow, wow!]

 

Cabello gris. Esponjosas orejas furras y una cola que secretamente añoraba tocar algún día. Una boina militar de flores obsequiada por el jefe de los espíritus en su cabeza y una daga en su cintura. Todo eso era la usual Caren. Sin embargo, su ropa, fue un fuerte golpe. Tenía una chaqueta extranjera con entrelazados patrones en formas de violetas, una larga falda y botas de cuero.

 

¡Le queda a la perfección!

 

Bajo nuestras miradas, la vicepresidenta cruzó sus brazos y giró su cabeza. [No tenía elección.] Murmuró. [Mi uniforme escolar no regresó de la lavandería a tiempo. Y entonces Lily…]

 

Recibí el sonido de alguien corriendo ligeramente por el salón. Una larga cola de caballo escarlata, atada con un listón negro, flotaba mientras una belleza cuyo atuendo hacía juego con el de Caren en todo, menos color, tomó a la vicepresidente en un abrazo desde atrás.

 

Lily, la número tres de la Corporación de Maids de Leinster, liberó una risita mientras tomaba la mejilla de nuestra senpai. [¡Miss Caren, luces mejor que nunca!]

 

[Yo… yo… solo estoy usando esto por hoy.] Caren protestó sonrojada mientras trataba de liberarse.


[En serio, Lily—]

 

[Lady Lynne, tuve una revelación.] Mi prima— quien actuaba como una maid por gusto, era la hija mayor del viceduque— interrumpió antes que pudiera empezar a amonestarla. Alejándose de Caren, presionó su mano derecha en su temple con una rara expresión seria.

 

¡¿C-Cuál podría ser el error?!

 

[Soy la número tres en la Corporación de Maids de Leinster.] Ella continuó, añadiendo un morboso suspiro. [Y ni la ama de llaves o la segunda al mando acceden a darme un uniforme.]

 

Levanté una mano a mi frente y cerré mis ojos. ¿Qué estaba mal con mi prima?

 

Lily apretó su puño derecho. El clip de cabello cerca de la parte frontal de su cabeza se movió mientras declaraba. [Pero entonces, llegó. “No puedo tener un uniforme de maid. Muy bien. ¡En ese caso, haré que mi atuendo sea el estándar!”]

 

Todos cerca liberaron un sonido de “¿Huh?”

 

Mientras nos tambaleábamos, Lily dio una vuelta en el lugar y señaló a Caren, quien estaba sentándose en un sofá y observando los papeles de Felicia. [¡Un toque de genialidad, si tengo que decirlo! ¡Solo miren a Miss Caren! ¡Con sus orejas y cola, tiene un encanto que no puede ser derrotado! ¡¿Qué maid podría verla sin querer intentarlo con ella?! ¡Ninguna maid, lo digo ya! ¡Ninguna! Tomen por ejemplo…]

 

Elli estaba haciendo el té y Sida estaba observando su trabajo, pero ambas chicas de pronto liberaron un chillido y se estremecieron.

 

[Miss Walker, Sida.] Lily continuó, acariciando sus manos con una perversa sonrisa. [¿No luce Miss Caren adorable con este atuendo? Sean honestas.]

 

El par se miró entre sí y se silenciaron. Entonces miraron a la vicepresidenta bebiendo su té y dieron sus honestos pensamientos.

 

[Ella, um, luche achombrosa.]

 

[M-Muy encantadora, creo.]

 

[¡Muchas gracias!] Lily dijo. [Siguiente—]

 

En un flash, Caren tenía sus manos sobre la boca de la maid. [¡E-Es suficiente!]

 

Tina susurró en mi oído. [No sueles ver a Caren nerviosa tan a menudo, ¿verdad?]

 

Bastante cierto.

 

Lady Stella y Felicia también estaba dándole a su compañera miradas de encanto.

 

La maid de cabello escarlata se libero y dijo. [¡Oh, Miss Caren! ¡Solo estabas viéndote en el espejo y preguntándote si Allen te alagaría!]

 

[N-No me digas que estabas espiando—] Caren se detuvo y aclaró su garganta. [Por favor, paren con sus bromas. Recuerden, tenemos problemas serios que discutir.]

 

[Oh, está bien.] Lily cedió con un aire de sofisticación y se acercó a Ellie para empezar a servirse nuevo té. Apropiado a nuestra número tres de la corporación, nunca pierde.

 

[¿A qué problemas te refieres, Caren?] Lady Stella preguntó, aceptando una taza.

 

La vicepresidenta enderezó su boina y paso su mirada sobre nosotras. Vi una sólida determinación en sus ojos mientras respondía. [Lily y yo vamos a observar la última línea de defensa de la capital de Atlas— el Fuerte de las Siete Torres. Tenemos el permiso del Duque Leen.]

 

Tina y yo jadeamos y nos miramos entre sí.

 

[Ms Caren.] Ellie murmuró con una mano en su boca.

[¿Quieres ir al frente?] Felicia demandó, haciendo el mismo gesto.

 

Lady Stella estaba sin palabras.

 

El Fuerte de las Siete Torres era un enorme bastión norte de Sets, la capital de Atlas. Renovado de una antigua iglesia durante la era de ajetreo, ahora estaba guarnecida por la fuerza de Robson Atlas, rumoreado por ser el mejor general de los principados. Era por eso que nuestros ruegos fallaron para convencer a mis queridos abuelitos y los otros líderes de guerra para priorizar tomar la ciudad— hasta hace unos días, cuando su acercamiento había cambiado drásticamente. La armada ahora estaba dirigiéndose hacia el fuerte y nadie nos diría por qué.

 

[Estos días lo han dejado claro para mí.] Caren explicó claro. [Todo lo que puedo hacer en los cuarteles es retrasar el trabajo de Tina y Felicia. Seré más útil en el campo, reuniendo información para compartir con todas ustedes.]

 

[¡También quiero ir!] Tina se ofreció, más rápido que el resto de nosotras.

 

Sentí un golpe en mi pecho. La Señorita Primer Lugar siempre estaba por delante de mí.

 

Pero nuestra vicepresidenta agitó su cabeza. [No tú, Tina.]

 

[¡¿P-Por qué no?!] Mi compañera Howard demandó, un mechón de su cabello se levantó.

 

Caren, en contraste, se mantuvo calmado. [Necesitas pronosticar el clima en toda el área de guerra— un trabajo que nadie más puede hacer.]

 

[P-Pero…]

 

Tímidamente, mi mejor amiga rubia levantó su mano también. [M-Ms Caren, lléveme c-con usted.]

 

[Ellie, tienes un papel importante apoyando a Tina y Felicia.] Caren dijo. [Puedo ver más que claro ahora el por qué mi hermano te llena de halagos.]

 

De cara el directo halago, Ellie bajo su mirada, sonrojada como tomate que incluso su cuello estaba rojizo, y murmuró. [M-Muchas gracias.]

 

El dolor en mi pecho estaba creciendo.

 

Lynne, ¿qué quieres hacer?

 

Puede ver a Lily ponerse detrás de mi silla.

 

Con una sonrisa sin miedo, Caren continuó. [Espero no tener que mencionar que Lady Stella Howard, cuya salud aún sufre cada vez que lanza un hechizo— incluso si la fórmula que mi hermano dejo le haya ayudado.]

 

[Alguien que no puede pelear no tiene que hacer en los frentes de línea, y necesito cuidar de Tina y Felicia también.] La chica a la que incluso mi familia estaba empezando a llamarla una santa accedió. [Caren, sonaste casi igual a Allen ahora.]

 

Ver la fuerza de los lazos entre esos dos alimentaba mi ansiedad.

 

[Desde luego.] Caren respondió. [Soy la única hermana que tiene. Tina, Felicia, traten de no molestar mucho a Stella. Ellie, cuida de Stella.]

 

[Sí, señora.] Tina gruñó.

 

[Eso no fue muy bueno, Caren.] Felicia se molestó mientras Emma y las otras maids la atendían.

 

[¡S-Sí!] Ellie respondió con entusiasmo.

 

Necesitaba hablar pronto— para decir, “Me gustaría que me llevaras.” Pero antes que pudiera reunir el coraje, Caren se giró a mí.

 

[Lynne, ¿vendrías conmigo?] Preguntó.

Por un momento, estaba sin palabras. Entonces pude sacar un. [¿Qué?]

 

Caren se acercó a mí y me miró a la cara. [Justo ahora, parece que necesitas aire fresco.]

 

Empecé. [Yo…]

 

Tina y Ellie vinieron a mi par, luciendo preocupadas.

 

[¿Lynne?]

 

[¿Lady Lynne?]

 

No habían hecho nada malo. La debilidad yacía en mi corazón y la envidia se reflejaban en mis buenas amigas.

 

Recuerda, Lynne. Eres una Leinster— la hermana de la Dama de la Espada. Y más importante, y nunca llegarás a Nii-sama si te quedas de la manera en la que estás.

 

Me paré de mi asiento y declaré. [Iré. Por favor… ¡Por favor, llévame contigo!]

 

[Muy bien.] Caren dijo, luciendo como todo un adulto. [Lily.]

 

[¡Lo tengo!] Mi prima respondió y, sin previo aviso, me abrazó desde atrás.

 

[¿Lily? ¿Q-Qué es esto?] Pregunté mientras un terrible e insano presentimiento me cubría.

 

Lily libero una sonrisa. [Lady Lynne, ¿no crees que el uniforme de un Leinster sería muuuy sospechoso?]

 

Eso fue todo lo que mi cerebro necesito para adivinar la verdad. Tina y Ellie debieron haberlo adivinado casi al mismo tiempo, porque de pronto tenían miradas de conspiradoras. Lady Stella, Felicia, y las otras maids no eran mejores. Incluso Sida estaba lista para unirse al complot.

[No lo usaré.] Le dije a Lily, luchando por calmar a mi ajetreada mente. [En todo caso, mi abuelita está en el frente, y ella nunca permitiría tal—]

 

[Claro que recibí la aprobación de la venerable señora usando la comunicación mágica.] Lily interrumpió.

 

[¡¿Qué?! ¡N-No! ¡N-No puede ser!]

 

Mi querida abuelita— la Duquesa Emerita Lindsey el “Cielo Escarlata” Leinster— ahora era nuestra comandante suprema en los frentes de línea. ¡¿Cómo pude haber previsto que Lily ya habría preparado los atuendos con ella?!

 

[Lynne, ríndete.] La chica del clan lobo dijo.

 

[P-Pero… Lady Stella, Felicia…]

 

Sin ya no ser capaz de fingir calma, me fui para rogarle a mis senpais. Aunque ambas me rechazaron, sin siquiera levantar la mirada de sus tés y pasteles.

 

[Sí que te verás encantadora.]

 

[Creo que te quedará.]

 

Gruñí, y la fuerza dejo mi cuerpo. Mientras Lily me llevaba, las fuertes palabras de Caren resonaron mis oídos.

 

[Muy bien, nos vamos. Espera más noticias esta noche, en nuestra habitación.]

 

✽✽✽✽✽

 

Nuestras Griffins surcaron por la Planicie Avasiek. El terreno se expandía hasta la frontera entre los Principados de Atlas y Bazel y el parte del Ducado de Leinster— anteriormente los Principados de Etna y Zana.

También había sido el primer campo de batalla de esta guerra. Aún podía ver los restos esparcidos del hechizo tabú Merciless Sword del Demonio de Fuego, el cual mi hermanita había liberado en la batalla.

 

Esta segunda llegada me trae recuerdos de lo devastadoramente poderosa que era su magia.

 

[¡Puedo verlo ahora! ¡Los cuarteles generales!] Lily gritó, mirando sobre su hombro y señalando al frente mientras controlaba a su Griffin. Era perfectamente capaz de manejar uno, pero para mi mal, nadie en alto mano me dejaría hacerlo así.

 

Caren entrecerró sus ojos mientras se pasaba a nuestra par. Los estandartes de muchas casas revoloteaban sobre una colina gentilmente inclinada, en la cual se paraba un campamento que parecía más un castillo que un fuerte. Ondeé mi mano, asintió y empezó un gradual descenso.

 

[¡Buen viaje, Miss Caren!] Lily gritó. [¡Prácticamente está lista para unirse a las fuerzas aéreas!]

 

[Estás hablando de alguien quien montó a un Griffin oceánico verde hasta la capital oeste sola.] Le recordé. [Estoy segura que nuestros Griffins lo saben.]

 

[¡Buen punto!] Incluso mientras hablaba, Lily maniobraba hábilmente nuestra monta. La casa subducal en la que había nacido comandaba una orden de caballeros griffins, así que suponía que pudo haber aprendido a montarlos.

 

Mientras especulaba, el campo se hacía más cercano lentamente. Varias docenas de caballeros levantaban la mirada en curiosidad, aunque un mensaje mágico supuestamente había avisado a mi abuelita que nos esperara.

 

Miré mi ropa. El atuendo era idéntico al de Caren excepto por su color— todo rojizo. No es sorpresa que los caballeros estuvieran alerta.

 

[¡Soy Lynne Leinster!] Les grité. [¡Les pido sus servicios! ¿Mi querida abuelita está libre?]

 

[¡Rogamos su perdón!] Respondió un asombrado caballero a la cabeza del grupo. [¡Su Alteza el Cielo Escarlata está en el centro del cuartel! ¡Por favor, proceda! ¡Hay un campo de aterrizaje dentro!]

 

[Gracias.] Dije, un momento antes que nuestros griffins tomaran vuelo.

 

Juzgando por los estandartes que vi, la fuerza principal de mi querido padre y las tropas del Marqués Pozon están ausentes.

 

Un tiempo después, avisté un campo abierto, justo como el caballero había dicho.

 

[¡Bajemos, Lady Lynne!] Lily anunció.

 

Sentí una sacudida mientras aterrizábamos. Lily saltó y abrió sus brazos. Puse una cara de molestia mientras me bajaba, evadiendo a mi prima.

 

[¡Aaw!] Ella gritó. [¡Esa fue tu señal para saltar a mis brazos!]

 

[Deja eso.] Gruñí. [Todos están observando. ¡Dios!]

 

Mientras, los rangos de caballeros se dividieron en perfectas filas ordenadas, y dos mujeres salieron detrás de ellos. Una era casi como una niña, con largo cabello escarlata y túnicas de hechicero del mismo matiz. Su sirviente era una hermosa mujer alta con plateado ornamento en su largo cabello escarlata pálido. Sus orejas eran largas, y su complexión de alguna manera era más oscura. Eran la Duquesa Emerita Lindsey el “Cielo Escarlata” Leinster, aclamada como uno de los hechiceros más poderosos del continente— quien también pasa que es mi abuela— y la otra es la segunda al mando de nuestra corporación de maids, Celebrim Ceynoth, el “Cazador”.

 

[¡Dios!] Mi querida abuelita juntó sus manos y dijo. [Qué adorables invitadas tenemos.]

 

[Querida abuelita, perdónanos por nuestra abrupta—] Mi saludo terminó en un chillido mientras ella me tomaba en un gentil abrazo y tocó sus mejillas.

 

[Es bueno verte, Lynne.] Ella dijo, sonriendo musicalmente. [¡Y qué encantador traje estás usando! Celebrim, ¿serías un encanto y grabarlo en un orbe de vídeo?]

 

[Sí, venerable maestra. Lady Lily, ¿puedo molestarla y a las otras jovencitas a pararse a la par de Lady Lynne?] La maid preguntó, haciéndoles señales a sus compañeras.

 

Oh cierto. No la he visto en un largo tiempo que casi lo olvido, pero todas las Ceynothistas son el tipo de personas que dirían, “Existimos para servir a la Casa de Leinster” con una cara dura.

 

[¡A-Abuelita!] Protesté mientras la gran hechicera continuaba acariciando mi cabeza. [¡P-Por favor, suéltame! Dios.]

 

[Santo Dios.]

 

Habiendo escapado de su abrazo, arreglé mi ropa, ajusté el clip de cabello que funcionaba como mi orbe de comunicación, y aclaré mi garganta. [Abuelita, no vinimos a jugar. Ella es Caren, mi senpai en la Academia Real y la hermanita de Nii-sama— Allen, el Cerebro de la Dama de la Espada.]

 

[Caren, hija de Nathan y Ellyn del clan lobo, a su servicio.] Caren añadió, luciendo tensa mientras se inclinaba respetuosamente. [Mi hermano ha hablado de Su Alteza en varias ocasiones.]

 

Un murmullo salió de los caballeros cercanos.

 

[Hey.]

 

[Lo sé.]

 

[Así que es la hermana del salvador.]

 

Mi abuelita gentilmente tomó a la chica del clan lobo por las manos, su rostro irradiaba afecto. [Finalmente te conozco.] Dijo. [Soy Lindsey Leinster. Llámame Lindsey. ¿Te importaría si te llamo Caren?]

[No, Duquesa Lindsey.]

 

[Gracias, Caren.] Mi abuelita rio. Entonces se enderezó, y los caballeros siguieron su ejemplo mientras la atmósfera se tornaba tensa. Se paró ante nosotras como el Cielo Escarlata, sin su usual amabilidad.

 

[Los Leinster le han cargado a tu hermano con pesadas responsabilidades en más de una ocasión. El dragón negro, un demonio, un vampiro, un antiguo monstruo… ¡Aunque las personas nos llaman uno de las Cuatro Grandes Casas Ducales y los “gobernantes” del sur, le forzamos a un chico contenerlos todos! Aun así, quiero que recuerdes esto.] Mi abuelita encontró los ojos de Caren. Sus ojos estaban húmedos con lágrimas. [Los Leinsters nunca olvidan una deuda, por nada, y ciertamente menos cuando mi queridísima nieta está incluida. Le pagaremos al joven Allen. Y oí que has sido una buena amiga con Lydia también. Gracias por eso. mi nieta es la persona más amable y frágil que probablemente hayas conocido, y ciertamente estoy agradecida por que hayas estado allí para ella. Lindsey Leinster nunca, nunca olvidará eso.]

 

Caren bajó su mirada, completamente inclinada. Sus orejas y cola estaban agitándose.

 

Coloqué una mano sobre mi corazón.

 

Nii-sama, juro que también te lo pagaré.

 

Al final, Caren dijo. [No tiene que. Lydia ha sido, um, m-muy buena conmigo, así que—]

 

[Lady Lydia y Miss Caren son las mejores amigas.] Mi prima intervino, abrazando a la chica del clan lobo desde atrás mientras su animado tono destrozaba la tensa atmósfera. [Incluso van de compras juntas en sus días libres en la capital real. ¿No es cierto, Lady Lynne?]

 

¡Qué agallas! Aunque, es una buena oportunidad.

 

[Sí, es cierto, Lily.] Respondí, uniéndome a la conversación. [Mi querida hermana le muestra más cariño a Caren de lo que lo hace por mí, su propia carne y sangre. No puedo evitar envidiarla.]

 

[No tú también, Lynne.] Caren dijo.

El ambiente en el campo se relajó y sonrisas aparecieron en los rostros de Celebrim y los caballeros. No era rival para Lily en momentos así.

 

[La amistad es algo encantador.] Mi abuelita dijo, juntando sus manos. [Tú y Allen pueden venir a jugar una vez todo esto se calme. Ahora, prométemelo.]

 

[Lo prometo.] Caren respondió de inmediato. [Muchas gracias.]

 

Mi abuelita soltó una sonrisita. [Ahora, vamos al pabellón. Celebrim ha horneado deliciosos pasteles que van con un té.]

 

[Presiento que conseguirán su aprobación.] La maid añadió. Su siniestro apodo desmentía su pasión por la pastelería.

 

Caren me lanzó una mirada.

 

¡Sí, lo sé!

 

[Abuelita, antes del té, déjame explicar nuestra razón para—]

 

[¡PERDON!] La voz de un hombre venía desde arriba, ahogando mis palabras. [OÍ QUE MI HIJA ESTABA— ¡ALLI ESTAS, LILY!]

 

Lily puso una inusual cara amarga y gruñó. [Qué molestia.] Dijo.

 

Un griffin militar aterrizó en el campo, su cuerpo cubierto con una banda— una banda señalando la casa del Subducado de Leinster. Un fuerte hombre de cabello y barba roja en uniforme se bajó.

 

[Cuide su tono, querido Tío Lucas.] Le amonesté.

 

[¿Hm? Oh, lo siento, Lynne. Los jinetes de griffins tiene el hábito de gritar, y ni los orbes de comunicación cambiarán eso.] Mi tío— el Viceduque Lucas Leinster— explicó, rascando su cabeza. [Pero ¿por qué estás vestida así?]

Ignoré la pregunta y procedí con las presentaciones. [Él es mi querido Tío Lucas. Tío Lucas, ella es la hermana de Allen-niisama, Caren.]

 

[¡Oh! ¡La chica que voló a la capital oeste sola! Qué dicha conocerte aquí. Lucas Leisnter, el viceduque.]

 

[Caren del clan lobo.] Respondió la vicepresienta del consejo. Agitada como podía estar, pero eso no la detendría.

 

[¿Y qué podría querer Su Alteza con una humilde maid como yo?] Lily preguntó, usándome como un escudo.

 

Las pobladas cejas de mi tío se levantaron en sorpresa. [¿Aún estás llevando eso? no me sorprende que no te haya visto en casa. No te diré que lo dejes todo de una vez, siendo tiempos de guerra, pero es buena hora que regreses a casa y pienses en asentarte con un buen—]

 

[¡Que no!]

 

Y justo así, el padre y la hija empezaron a pelear. Mi abuelita y Celebrim se giraron para hablar de las hojas de té, mientras los caballeros tenían miradas que decían. [No otra vez.]

 

Me paré de puntillas y susurré en los incrédulos oídos de Caren. [No te preocupes. Toda la familia está acostumbrada a las peleas de mi tío y Lily.]

 

[Ya veo.] Caren murmuró lentamente. [Los Lebuferas fueron algo raros, pero supongo que todas las casas ducales—]

 

[¡N-No me metas en el mismo barco que ellos!]

 

Sin embargo, excéntricos como podían ser, no era de ese tipo. Al menos, pensaba que no.

 

[¡¿Cuántas veces debo decírtelo?!] Lily demandó, el brazalete en su muñeca izquierda brilló. [¡Soy una maid! ¡Y en cuanto al matrimonio, ya te di mi respuesta! ¡Considero que nadie podrá vencer a Allen!]

Mi tío gruñó. [Oh, muy bien. Pero no olvides esas palabras.]

 

¿Qué? ¿Ya está cediendo? Normalmente toma más tiempo.

 

Mientras reflexionaba, mi abuelita dijo. [¿Pasó algo, Lucas?]

 

[Señora.] Mi tío sacó una carta desde dentro de su túnica y se lo entregó. El sello de cera me hizo preguntarme si era un documento secreto. [De Sykes. Está trabajando en el descifrado de las comunicaciones mágicas de la ciudad del agua.]

 

[Ya veo. Celebrim.]

 

[Ya mismo, venerable señora.] La maid tomó y abrió el mensaje, entonces se lo entregó a mi abuelita.

 

El normalmente animado rostro de mi abuelita se vino abajo y nos señaló para unirnos. Todos nosotros nos agrupamos para leer la carta— y nos sorprendimos.

 

“La ciudad del agua cayó en el silencio antes del amanecer la noche pasada debido a interferencia de comunicaciones en masa del enemigo. Su fórmula de hechizo confirma que la Iglesia del Espíritu Santo está involucrada y posiblemente en alianza con la facción proguerra. Lady Lydia y Mr Allen parece que se han visto envueltos en un conflicto mayor dentro de la ciudad. Las señales indican que la iglesia está planeando algo en el futuro cercano, pero no es claro qué.”

 

¡¿Nii-sama y Nee-sama habían tenido una batalla en la ciudad del agua?! Entonces… tenía sentido. Mi abuelito y los otros estrategas habían pasado a atacar la capital de Atlas porque no podían permitirse quedarse sentados mientras la iglesia se mueve.

 

El mensaje tenía las firmas de ambos, el Conde Simon Sykes y su hija, Sasha. Debajo sus nombres, sin embargo, una postada se leía:

 

“Estamos usando todos nuestros recursos para entrar en las comunicaciones mágicas, pero debido a un fuerte incremento en la fuerza de su encriptado, será difícil obtener información adicional en el presente.”

 

¿Los Sykes se habían retirado? ¿Cuánta fuerza de lucha la iglesia había llevado a la ciudad del agua?

 

Lily estaba recitando nombres en susurros. [Allen, Lydia, Atra, Saki, Cindy, chicos.] Nuestra casa mantenía maids estacionadas permanentemente en la ciudad y suponía que debieron verse atrapados en el disturbio.

 

Mi abuelita volvió su mirada al sur y murmuró. [Parece que Leen y el profesor tuvieron razón en preocuparse. Caren, Lynne, quieren explorar el fuerte, ¿verdad?]

 

Caren y yo asentimos, respondiendo simultáneamente.

 

[Sí.]

 

[Dudamos que los mapas nos darán una visión completa.]

 

La situación era más urgente de lo que temíamos. ¡Necesitamos apresurarnos!

 

[Madre, las chicas solo—]

 

[Señora, por favor permítame protegerlas.] Celebrim dijo, pasando al frente antes que mi tío pudiera dar voz a su objeción. Nuestra anterior segunda al mando de la corporación era tan amable como fuerte también.

 

[¿Lo harías?] Mi abuelita respondió.

 

[Puede confiármelo.] La alta maid realizó un hermoso saludo.

 

Mi abuelita asintió, luego se giró a nosotras. [Enviaré a Celebrim para mantenerlas a salvo. No hagan nada imprudente. Y lo mismo va para ti, Lily.]

 

✽✽✽✽✽

 

[Vaya.] Una vivida voz llenó el pabellón actuando como nuestro comando frontal. [Lady Lynne, bienvenida a este pobre lugar. Por favor, perdone este desastre— no es fácil ser ordenado en el frente. Los encantos de Su Alteza sí que van a inspirar a mis tropas.]

 

Un aristócrata en armadura escarlata— el Conde Tobias Evelyn— nos saludó con un educado saludo. Un mensaje mágico le había alertado de nuestra llegada. Del mapa y las piezas de ajedrez en su escritorio, supuse que había estado preguntándose cómo tomar el fuerte. A pesar de su atrevida apariencia, el Conde Evelyn era el audaz líder de la Orden Escarlata, la armada elite roja de las casas sureñas. Aunque solo tenía 28 años, mi abuelita lo había asignado para comandar el asedio junto al Marqués Hugues.

 

Le regresé su saludo y dije. [Odio ser brusca, Tobias, pero ¿cómo van las cosas?]

 

El comandante miró detrás de mi a Caren, Lily y Celebrim, entonces levantó sus manos y agitó su cabeza. [Las tropas están cansándose de los días de aburrimiento. El enemigo no se ha movido de su fuerte, pero atacarán nuestra retaguardia si los ignoramos y tratamos de ir por la capital. A diferente de su hermano, el marqués, Robson Atlas es hábil y un líder capaz. Miren aquí, señoritas.]

 

El joven conde señaló hacia la mesa del mapa, y nos apoyamos sobre ella. Los detalles deben haber sido los frutos del reconocimiento aéreo. La forma del fuerte y la posición de la tierra cerca era tan clara como el día.

 

[Escomo un castillo en medio de un lago.] Caren murmuró.

 

Justo como había leído, el Fuerte de las Siete Torres era un enorme fuerte heptagonal ocupando una pequeña isla en las afueras de Sets. En su centro sobresalía una antigua iglesia, en la cual al parecer servía como el cuartel enemigo. Tres juegos de muros se extendían entre los siete colosales espirales que formaban los puntos del heptágono. Rojas letras a la par de las torres se leían: “Generadores de barreras.”

 

El fuerte estaba entre el océano en su lado oeste y los ríos naturales al este y sur. Y en su lado norte, un foso de agua marina que atravesaba lo que presuntamente una vez había sido una tierra desierta. La única forma de entrar era la puerta frontal, la cual yacía frente a la fosa del campamento principal de la Orden Escarlata.

 

No es sorpresa que lo llamen inaccesible.

 

[¿Tu señora ha oído de mí?] La chica del clan lobo preguntó, incrédula.

 

[Naturalmente.] El galante comandante dio una cortés reverencia.

 

Lily, mientras, estaba tarareando mientras jugaba con las posiciones de las piezas representando a los sitiadores. El joven conde apuesto no le prestó atención.

 

[Cada oficial que conocí en la capital real vocifera cumplidos.] Él continuó con Caren. [Te has ganado una reputación como la “adorable chica del clan lobo que luchó contra la iglesia en la capital este, se ofreció para volar al oeste sola para salvar a su tierra, y logró el éxito.]

 

[Ya… veo.] Las orejas y cola de Caren sen pusieron tiesas. Estaba sorprendida de verla actuar tan tímida.

 

[Suficiente de halagos, Tobias.] Dije, señalándole al conde con un movimiento de mi mano izquierda. [¿Cómo están las defensas enemigas?]

 

[¡Sí, mi lady!] El aire que daba el audaz conde era la de un comandante del frente mientras levantaba un señalador e indicaba el terreno alrededor de la ciudad. [Como pueden ver, el Fuerte de las Siete Torres se para en la delta del río. Los defensores han derribado los árboles de la isla para eliminar los espacios ciegos, y también han construido pendientes entre la costa y los muros. La barrera estratégica protegida por los siete espirales es poderosa también— hemos usado nuestros griffins para lanzar varios ataques aéreos, pero sin efecto.]

 

[¿Y la puerta frontal es la única entrada?] Pregunté. [Parece bastante fortificada.]

 

[Sí. Es otro problema.] Tobias frunció el ceño y tocó la puerta con su señalador. [La paliza que les dimos en nuestras tres guerras anteriores a esta debieron dejar una marca, porque han tomado precauciones contra la magia de fuego. Dudo que cualquier hechizo ordinario podría traspasar sus defensas.]

 

[Ya veo.] Murmuré.

 

[¡La venerable maestra les puso números!] Lily intervino, atrapando a una protestante Caren en un abrazo desde atrás. Mi prima nunca cambia para nada— un hecho por el cual algunas veces estaba agradecida.

 

¿Ningún hechizo “ordinario” funcionará? En ese caso…

 

[Tobias, ¿puedo intentar algo?] Pregunté.

 

El valiente comandante, a quien le decían que nunca había demostrado cobardía en batalla, me dio una mirada de asombro. [¿Ruego tu perdón?]

 

[Soy una Leinster hecha y derecha.] Dije, tocando la vaina de la espada que había heredado de mi hermana. [Puedo lanzar el hechizo supremo Firebird, así que investigaré las defensas de la puerta principal. Préstame un griffin militar.]

 

Finalmente prevalecí sobre Tobias, aunque se había mantenido renuente hasta el final. Aun así, me encontraba intimidada por la vista expandida desde debajo de mi griffin.

 

[Desde arriba, es más grande de lo que imaginé.] Dije.

 

Los muros blancos y los siete espirales del fuerte sobresalían sobre sus alrededores. Dentro de su valla, antigua iglesia brillaba con el vidrio. Los soldados nos señalaban desde las rampas.

 

El foso norte también pudo haber sido parte del océano. La puerta frontal fue cerrada con firmeza y brillaba con oscuridad, su rigidez era buena. Hacia el sur, pude distinguir lo que había sido la capital de Atlas.

 

Detrás de nosotros, en el lado opuesto, Tobias y su Orden Escarlata se paraba de lleno armada y lista en caso que el enemigo atacara. Los griffins de Caren y Celebrim estaba circulando arriba del fuerte. Habíamos planeado que nos dieran un desvío antes de mi ataque.

 

Sus reportes venían por medio del orbe de comunicación en mi cabello.

 

[Cuando estés lista, Lynne.]

 

[Por favor, no exagere, mi lady.]

 

[Entiendo, Caren.] Respondí. [Celebrim, lo sé. No te preocupes— tengo una confiable maid conmigo.]

 

[¡Eso es!] Lily intervino desde el griffin a la par del mío. [¡Soy la maid más confiable que pueda pedir!]

 

Oí una risa falsa desde mi orbe.

 

[Empecemos.]

 

[Deje todo a su fiel Celebrim.]

 

La comunicación se cortó, y los dos griffin descendieron, luego se detuvieron. Un momento después, una agitación salió en los rangos aliados detrás de nosotras mientras un rayo violeta y una niebla carmesí bloqueaba todo el fuerte. Entonces una campana resonó, y luces brillantes brillaban desde las torres. Siete pilares radiantes se formaron de una complicada barrera, dispersando la niebla y el rayo.

 

¡Si no es porque su magia puede perdurar, esas defensas deben ser más formidables de lo que había imaginado!

 

Me paré sobre mi griffin, apoyándome en mi pobre magia de viento, y saqué mi espada. [¡Lily!] Grité. [¡¿Estás preparada?!]

 

[¡Claro!] Mi prima circulo su brazo derecho en un amplio movimiento, y tormentosas flores de fuego llenaron el aire alrededor de nosotros.

 

Cerré mis ojos.

 

Nii-sama, Nee-sama, préstenme su fuerza.

Exhalé, entonces abrí mis ojos y levanté mi espada en alto. [¡Ahora!]

 

[¡Lo tengo!] Lily respondió.

 

Concentré mi maná en la punta de mi espada, y el símbolo de la Casa Ducal de Leinster— el hechizo supremo Firebird— tomó forma. Gritando a todo pulmón, lancé la más potente ave de presa que podía crear hacia la puerta frontal.

 

El agua de mar en el vasto poso se evaporó en un blanco vapor. En los muros, soldados enemigos de prisa levantaron sus armas y lanzaron un bombardeo de hechizos— pero mi Firebird seguía adelante. Tan fácil como fue olvidar cuando Nii-sama los desmanteló con facilidad, los hechizos supremos eran considerados imparables una vez lanzados.

 

Mi demonio aéreo fue al frente, imperturbable por las bolas y lanzas de agua que le arrojaban. No podía llegarle a los Firebirds de mi abuelita, madre o hermana, pero me sentía confiada que al menos podría romper un poco las defensas. Al final, cruzó el poso, golpeó de frente en la puerta frontal… y libero un lúgubre gemido como si se desintegrara

 

Lily se puso a pensar. No podía creer lo que veía, pero chocó en la puerta. Como Tobias lo había dicho, más de un centenar de barreras resistentes al fuego la protegieron. Había descubierto de primera mano que no estábamos luchando contra idiotas.

 

[¡Los veo!] El oficial enemigo rugió desde las murallas. [¡Allí! ¡Fuego!]

 

Los soldados enemigos estaban llevando… ¿armas encantadas? Las armas brillaron en rápida sucesión, dirigiendo al menos un centenar de Divine Water Shots a mi camino.

 

¡Qué ataque!

 

[Oh no, no.] Lily intervino, hábilmente guiando su griffin mientras acababa con el bombardeo con el hechizo elemental Divine Fire Wave. Las flores de fuego volando alrededor de nosotros también se multiplicaron, tomando una formación defensiva a mi alrededor. Caren y Celebrim también bajaron sus griffins y volaron alrededor del fuerte a una rápida velocidad, confundiendo a los defensores y desviando algunos de sus ataques.

 

Mi primera se giró a mí mientras sus flores repelían otro centenar de Divine Water Shots, y no tenía su actitud de maid. [Lynne, ponte detrás de nosotros.] Lady Lily Leinster dijo, la hija mayor del subducado. [El enemigo puede tener ideas luego de detener un Firebird, así que les daré un susto.]

 

[Muy bien.] Respondí renuentemente. Un jalón de las riendas envió a mi griffin a una retirada. Podía oír el crujido y rugido de los hechizos, pero ni uno solo me llegó.

 

Justo ahora, soy más débil que Lily.

 

Frustración brotaba dentro de mí, pero tenía un deber que realizar. Apretando mis dientes, lo dije a través de mi orbe de comunicación. [Caren, Celebrim, nos retiramos. Tobias, por favor, retira tu fuerza del campo. No hay necesidad de comprometerse.]

 

[Entiendo.] Llego la respuesta de Caren.

 

[Por favor, no deje que le pese, Lady Lynne.] La maid añadió.

 

[¡Sí, mi lady!] El comandante gritó.

 

Una vez estuve fuera del rango de hechizos del enemigo, descendí más mi griffin. Mis compañeras ya se habían retirado, y ninguna magia salía del fuerte.

 

[¡Larga vida a Atlas! ¡Larga vida a la Alianza!] Nuestros enemigos gritaban, pronunciando el hecho mágicamente para transmitir su triunfo para todo el que lo oyera.

 

Me agité, devastada por el arrepentimiento. ¿Había escogido mal? ¿Qué habría hecho Nii-sama si—?

 

“Usa tu poder cuando te protejas, a esos a los que les importas, y tus creencias.”

 

Eso fue lo que me dijo en el carruaje de camino a la ceremonia de entrada a la Academia Real. Y… toqué mi mejilla izquierda. Aunque no había logrado regresarle a Tina esa cachetada que me dio en la capital real.

 

¡No es hora de llorar!

 

Ya que estaba ocupada recuperando mi espíritu, el griffin de Lily alcanzó al mío. Un grito de “Lady Lynne” de mi orbe me decía que no estaba lastimada.

 

Gracias a Dios.

 

La saludé mientras miraba al fuerte y los siete brillantes pilares saliendo de él. [El resistente Fuerte de las Siete Torres será un hueso duro de roer.] Murmuré. [Necesitamos un plan.]

 

La Orden Escarlata de Tobias era lo mejor de lo mejor. No hay duda que podían tomar el fuerte por la fuerza, pero no sin sufrir terribles perdidas. Era un problema, y la vieja yo— la que solo tenía a su familia a recurrir— pudo haberse rendido sin más. Ahora, sin embargo, tenía a—

 

[Lynne, ¿qué sigue?] Caren preguntó vía el orbe. [¿Regresamos a la capital sur?]

 

[No.] Respondí, viendo al cielo. El sol estaba en lo alto, y nuestros griffins estaban llenos de vigor. ¡¿Qué más podría pedir?! [Todavía tenemos tiempo, así que exploraremos los alrededores del fuerte también. Incluso si no se nos ocurre algo, Tina y las otras pueden. Celebrim, ¿nos acompañarás?]

 

[Sí, mi lady.] La maid respondió. [Esas fueron las órdenes de la venerable señora.]

 

[¿De mi abuelita?] Pregunté, asombrada. Sentí una calidez en mi pecho.

 

¡No estoy sola!

 

Lily me señaló desde su griffin, volando junto al mío. Asentí firmemente y anuncié. [¡Todas al frente! ¡Hagamos lo que esté en nuestras manos!]

 

✽✽✽✽✽

 

[¿También exploraste el área alrededor del fuerte?] Tina demandó desde la cama. [¿A pesar que el enemigo pudo atacar? ¿Mientras Ellie y yo no estuvimos contigo? ¿Y te llevaste un griffin para hacerlo? Muy bien.]

 

[Oh, L-Lady Lynne, Ms Caren, eso fue peligroso. ¡T-Tsk!] Ellie se unió.

 

La noche había caído para la hora que regresamos a la capital sur. Nos habíamos bañado de la suciedad de la batalla, nos pudimos nuestros vestidos de noche, y comimos la cena. Pero tan pronto que Caren y yo entramos al cuarto fue que esas dos nos acosaron— una usando un vestido de noche azul, y la otra, uno verde.

 

[¿C-Cómo pudimos haber confirmado sus defensas?] Protesté. [Y no estábamos solas— teníamos a Celebrim para protegernos.]

 

Mis amigas lucían perplejas.

 

[¿Celebrim?]

 

[¿Quién es ella?]

 

[La maid personal de la Duquesa Emerita Lindsey Leinster.] Felicia explicó desde la otra cama, donde estaba peinando el cabello de Caren. Lady Stella estaba sentando por la ventana con una resma de documentos, pero levantó la mirada para escuchar. [La he visto en el alto mando unas cuantes veces. ¡Espera, Caren! ¡Tenías a Lynne contigo, pero aún asi actuaste imprudentemente!]

 

[Sí, sí. Tendré cuidado. Pero tengo algo que mostrarles.] Caren— cuyo vestido de noche era amarillo— activó un orbe de vídeo, proyectando una imagen del vasto fuerte con sus imponentes espirales en el muro opuesto. Entrecerró sus ojos mientras ajustaba el orbe y continuaba. [El Fuerte de las Siete Torres no tenía puntos ciegos. Su lado oeste está el océano, los ríos en el sur y este pasaban muy rápido por los caminos, y el poso norte es muy profundo.]

 

[El mismo fuerte también está rodeado por tres altos muros y la mayoría de su guarnición llevaba armas encantadas. Una poderosa barrera resistente al fuego cubre la puerta frontal.] Renuentemente, añadí. [Incluso repelió mi Firebird.]

 

La proyección cambió al vídeo de mi hechizo desintegrándose. Mis amigas me palmearon la cabeza, murmurando mi nombre. Mi temperatura se elevó mientras me volvía consciente de las miradas de simpatía de mis senpais, así que aclaré mi garganta y seguí con mi reporte.

 

[Considerando la escala del bombardeo de armas encantadas que nos dispararon, un ataque aéreo no es viable. Debieron haber aprendido del daño que nuestros griffin hicieron al comienzo de la guerra.]

 

La Señorita Primer Lugar gruñó, perpleja.

 

[No será fácil.] Su angelical maid murmuró, luciendo igualmente sombría.

 

[Apreciamos todo lo que has hecho, Lynne.] Lady Stella dijo, poniendo sus papeles en una mesa. [Un vídeo dice más que mil palabras. Todas juntas pensaremos en esto. Pero primero, creo que será mejor que tengamos unas palabras de mi vicepresidenta por fracasar en detener algo tan peligroso como la fuerza en reconocimiento.]

 

Caren se agitó, sus orejas y cola cayeron mientras gruñía. [No trates de asustarme, Stella.]

 

[No estoy sola— Felicia se siente de la misma manera. ¿No es cierto, Señorita Inspectora General de Logística que trató de hacer algo de trabajo durante el almuerzo?]

 

[¡¿S-Stella?!] La pechugona chica de lentes chilló y tembló de cara a este ataque sorpresa. Entonces se escurrió bajo las mantas y se refugió detrás de Caren. Encontraba difícil de creer que alguien mayor que yo podría ser tan adorable.

 

Tina y Ellie se acobardaron detrás de mí también, solo asomando sus cabezas para justificarse.

 

[¡Yo… no hice nada, Stella!]

 

[Y-Y solo lo hice con un poco de papelería.]

 

[Oh, en serio.] Gruñí. Mis mejores amigas al parecer amaban trabajar tanto como Felicia.

 


[Sí, estaba observando.] Lady Stella levantó su dedo índice. [Pero mejor se toman un verdadero descanso mañana.]

 

[L-Lo haremos.] La joven Lady Howard y su maid respondieron juntas. Podía sentir su larga historia juntas.

 

La futura Duquesa Howard se giró a mí. [Lynne.]

 

[¡¿S-Sí?!] Respondí, prestando atención.

 

[Las misiones de reconocimiento son vitales, pero nunca olvides cuántas personas se entristecerían si te lastimas.] Lady Stella se rio. [Tina y Ellie estuvieron todo el día con los pelos de punta.]

 

Tina y Ellie sucumbieron en la cama, sonrojadas levemente y gritaron.

 

[¡S-Stella!]

 

[¡S-Stella-neesama, n-no se lo diga!]

 

Qué idiota soy. Nunca necesite preocuparme.

 

Bajo la afectuosa mirada de Lady Stella, presioné mi mano izquierda en mi corazón y dije. [Gracias. Seré más cuidadosa.]

 

[Solo estoy referenciando a Allen.] Respondió. [Caren, tendremos una larga y tendida plática más tarde. No creo que Felicia haya terminado de decir su parte.]

 

[Puedo hacerlo yo.] Caren dijo. [Ahora, suéltame ya, Felicia.]

 

[¡No! ¡Estamos durmiendo en la misma cama!]

 

[Ugh.]

La tensión dejo el cuarto y me encontraba pensando. Si solo Nii-sama y Nee-sama estuvieran aquí.

 

Tina y Ellie estaban jugando con mi cabello cuando un toque llegó a la puerta. [Perdón.] Dos voces dijeron— una más que solo las otras.

 

[¿Emma? ¿Lily? ¿Ocurre algo?] Pregunté mientras la maid morena y pelirroja entraban, jalando un carro cargado con viejos libros. Lily fácilmente llegaba a esta hora, pero Emma era una historia diferente. Y Sally no estaba con ellas.

 

Mi prima notó mi confusión y abrió sus dedos para desplegar una llave marcada con una pequeña ave. [¡Tenemos todo lo que pidieron, Lady Tina, Miss Fosse!] Ella dijo, riendo orgullosamente.

 

El par en cuestión abrieron sus ojos y liberaron un chillido. Entonces, no contentas con eso, arreglaron la cama y juntaron sus manos, diciendo sus nombres.

 

[Lily, ¿no es esa la llave para el archivo? ¿Y qué son todos esos libros?] Le pregunté a la maid, quien se veía más que a gusto.

 

[Bueno, verás—]

 

[Las señoritas deseaban examinar todo el material disponible concerniente a la historia y geografía de Atlas, y el venerable maestro estuvo más que feliz concediendo su petición.] Emma intervino desde la puerta.

 

¿Mi abuelito había abierto la puerta del archivo Leinster— uno de los únicos cuatro archivos ducales en el reino— para miembros de otras casas? Esto demuestra de cuán mente abierta era. Incluso había extendido el mismo permiso a Nii-sama cuando había acompañado a Nee-sama hacia la capital sur— y Nii-sama había incrementado su conocimiento al recluirse en el archivo.

 

[¡Está bien!] Tina declaró, un mechón de su cabello se movía de lado a lado. [¡Lynne, Ellie, a trabajar!]

 

[¿Qué?]

[¿S-Sí?]

 

Era el fin de la noche. Profunda oscuridad yacía sobre el mundo fuera de nuestras ventanas. ¿Y quería que empezáramos con los libros ahora?

 

[He calculado el tamaño de la guarnición del fuerte.] Felicia dijo, ajustando sus anteojos y luego apretó sus puños. [Una vez conozca el estado de almacenaje de su comida y dónde consiguen su agua, puedo pensar en el número de días que pueden soportar el asedio. ¡¿Qué estoy esperando?!]

 

¿Qué pasa con esas dos?

 

Pero antes que pudiera reprenderlas, Lily intervino, como si solo estuviera teniendo una plática. [¡Tienen el espíritu en alto! Oh, y hablando de espíritus, creo que he oído los rumores que uno de los volúmenes en nuestro archivo atrae a los fantasmas. Dicen que está imbuido con un muy antiguo hechizo de invocación, si pueden creerlo. ¿Verdad, Emma?]

 

Ellie, Felicia y yo un asombrado “¿Huh?” en conjunto.

 

[¿Fantasmas?] Tina repitió, luciendo asombrada.

 

[Oh, sí. Oí algo como eso.] Respondió la intelectual número cuatro de la corporación.

 

La chica de lentes, quien había estado tan entusiasta solo hace unos momentos, colapsó en la cama con un chillido.

 

Caren le dio una amable mirada y una palmadita en su cabeza. [Creo que deberíamos esperar hasta la mañana, Felicia.]

 

[¡Yo… no me asustan los fantasmas! M-Mis piernas están entumecidas, y— ¡Dios, Caren! ¡D-Deja de reírte!] Felicia se paró y empezó jalar el brazo de Caren.

 

Observé la encantadora escena, tratando de escapar de algún modo— hasta que sentí un jalón en mi brazo izquierdo y oí un desesperado. [Oh, L-Lady Lynne.]

 

[No te preocupes, Ellie.] Dije. [Todo estará bien.]

 

¡Protegeré a esta maid angelical!

 

Luego de tomarme un momento de calma, me volteé a mi compañera, quien estaba ansiosa por empezar a investigar en este instante. [Tina, leer puede esperar hasta mañana—]

 

[No estás asustada, ¿verdad, Lynne?] Tina interrumpió. Era el ataque perfecto, y el hecho que estaba juntando sus manos y sonriendo lo hacía más irritante.

 

Qué tonta. Voy contra la líder de nuestra clase en la Academia Real. No debo subestimarla.

 

[Claro que no.] Respondí rápidamente, alejando mi mirada. [¡Soy Lynne Leinster! ¡Si algún fantasma trata de asustarme, simplemente lo quemaré! Pero… Pero verás…]

 

[¡S-Señorita Primer Lugar!] Grité, pero Tina salió de mis cercanías y se tiró a la cama.

 

[¡Eek! ¡Señorita Segundo Lugar y Asustada de los Fantasmas me está atacando!] Ella gritó mientras la miraba, temblando.

 

[Está bien, es suficiente.] Lady Stella intervino, parándose para reprender a su castrosa hermana.

 

[Caes mal, mija. Y tú también, Felicia.] Añadió su vicepresidenta.

 

[Stella, Caren.] Tina murmuró.

 

[No puedes leerlos todos.] La futura duquesa de cabello plateado continuó con una sonrisa de molestia. [Tienes el entrenamiento matutino mañana, ¿recuerdas? Caren y yo prepararemos el té.]

 

Tina libero otro chillido, mientras una temblante Felicia susurraba los nombres de sus amigas.

Espera. ¿Lady Stella y Caren van a preparar el té mientras Lily y Emma están aquí?

 

[¡Estamos contigo, Felicia!] Tina proclamó desde arriba de la cama, sacando su casi inexistente pecho. [¡Ahora, vamos a leer!]

 

[¡¿Por qué soy parte de esto?!] Demandé, mientras Ellie balbuceaba incoherencias.

 

[Tina.] Felicia murmuró, sus ojos se abrieron en sorpresa.

 

Lily intervino con un “Que ambiciosa.”

 

Emma había estado a la espera. Ahora se puso de rodilla y tomó mi senpai de pálido rostro y de lentes de ambas manos. [Miss Fosse, por favor, confiese a mi cuidado. ¡Indigna como soy, no permitiré que ningún espectro malicioso le ponga un solo dedo encima! Lady Stella, Miss Caren, Sally ya está preparando el té. Las hojas de hoy provienen de la capital real, creo.]

 

¿La misma capital real que está en medio de un desastre?

 

Mientras pensaba en la pregunta, Lily lanzó sus brazos alrededor de mí.

 

[¡H-Hey!] Protesté.

 

[¡Es hora de ir por los libros!] Ella dijo. [¡Espero que un fantasma aparezca!]

 

[¡Eso sería tan emocionante!] Tina dijo.

 

[¡N-No esperes mucho!] Respondí, sobre el leve temblor de Ellie y un gruñido de Felicia. Ambas tomamos un viejo libro.

 

Lady Stella y Caren dejaron el cuarto. De pronto, miraron atrás y avisté una fuerte expresión de sus rostros en el momento antes de cerrar la puerta.

 

✽✽✽✽✽

 

[¿Qué? ¿Están listas, Lynne, Tina?] Caren preguntó, parándose ante nosotras en su uniforme de la Academia Real. Estaba desarmada.

 

[¡¿C-Como esquivaste tantos disparos de fuego y hielo?!] Demandé, mientras Tina libero un frutado gruñido. Ambas estábamos agitadas por este terrible amanecer.

 

Si no fuera por las oscuras marcas de quemaduras y los restos de hielo que llenaban nuestro campo de entrenamiento improvisado en el jardín interior, habría asumido que estaba soñando. Todas habíamos estado tomando turnos para desafiar a Caren desde nuestro retorno a la capital sur, pero ninguna había logrado una sola victoria.

 

Lady Stella, Felicia y Ellie estaba observando desde afuera del campo de entrenamiento.

 

[¡N-No cedan, señoritas!] La maid las animó, calmada a pesar del terror que nos había enseñado la noche anterior.

 

Por otra parte, la Señorita Primer Lugar, quien se paraba a mi par con su varita y su uniforme militar blanco, había dado lo mejor para asustarnos mientras leía. Lily se había unido, abrazando a Sida mientras tanto.

 

[¡Esta vez, tomaré la ofensiva!] Caren anunció mientras rayos rugían a través del campo de entrenamiento. La chica del clan lobo se envolvió en ellos mientras entraba en acción.

 

[¡Tina!] Grité, agitando la espada de mi hermana.

 

[¡Lo sé!] Tina gruñó mientras simultáneamente lanzaba los hechizos elementales Divine Fire Wave y Divine Ice Wave.

 

Caren estaba acercándose rápido, apoyándose en su maestría del Lightning Apotheosis. ¡Habíamos fracasado en derrotar con nuestro bombardeo de hechizos, pero no los esquivaría tan fácilmente!

 

[Buen planeamiento de estrategia.] Caren dijo, incrustando su mano izquierda cubierta de ratos en nuestro ataque de fuego y hielo. Tina jadeó y yo gruñí, levantando nuestros brazos defensivamente, con una ráfaga, ella los traspasó.

 

[Pero pude atravesar un poco de fuego y huelo así de fácil. ¿Lo dejamos por hoy?] Preguntó, sus orejas y cola se paraban en espera.

 

[Nunca lo dejaríamos.] Respondí, levantando la espada que aún no estaba acostumbrada a usar.

 

[¡Solo estamos empezando!] Tina gritó, apretando su agarre en su varita. En momentos como este, su infinito entusiasmo era una bendición— no es que se lo diría.

 

[Me gusta su valor. Dicho eso…] Sentí un leve toque en mi cuello. Desde atrás de mí, Caren lo dijo fríamente. [La determinación no es suficiente para derrotarme. Tina, Lynne, si este fuera un campo de batalla, estarían muertas.]

 

Nos giramos, mordiendo nuestros labios en frustración mientras alistábamos nuestras armas otra vez.

 

Ellie y Sida nos observaron con preocupación, sus manos se juntaron.

 

[Oh, Lady Tina, Lady Lynne.]

 

[O Gran Luna, ¿podría ser Miss Caren el Gran Lobo envuelto en rayos del que las escrituras hablan? Se ve tan divina.]

 

¿Qué escrituras?

 

Quería preguntarle, pero no era el momento. Los más grandes rayos violetas del día estaban atravesando el jardín. Dos cortas lanzas de electricidad se materializaron en las manos de Caren— una nueva técnica ideada por Nii-sama. Las barreras resistentes a los rayos resonaron, asombrando a Felicia en su desfallecimiento. Emma y Sally dijeron su nombre mientras corrían para ayudar— algo en lo que claramente eran expertas.

 

[Tina, tengo una sugerencia.] Dije, concentrando mi atención en el formidable oponente ante nosotras.

 

[Qué coincidencia, Lynne.] Ella respondió. [¡Yo igual!]

 

Un “¿Hm?” se escapó de Caren mientras gritábamos, simultáneamente activando los hechizos avanzados que habíamos conjurado en silencio: ¡Scorching Sphere y el Imperial Ice Blizzard! Gotas de fuego y arrebatada nieve envolvieron a la vicepresidenta.

 

[Fracasamos.] Le advertí a Tina, apretando más fuerte mi espada. [No está funcionando.]

 

[Caren es mucho más fuerte de lo que lo era durante nuestro duelo en la capital real.] Tina dijo. [¡Las reglas que Stella puso— evitar cualquier hechizo más allá del nivel avanzado— está jugando en nuestra contra!]

 

Nunca me imaginé que simplemente privarnos de la magia suprema nos forzaría a luchar tanto. Lady Stella tenía un entendimiento exacto de nuestras capacidades.

 

[Sí, y no podemos comprarnos el tiempo suficiente para atacar inmediatamente y usar hechizos avanzados para compensarlo. Contra Caren, un solo hechizo avanzado a la vez es lo más que podemos permitirnos.] Dije, mentalmente revisando las notas de Nii-sama. [Tina.]

 

[¡Toma la vanguardia, Lynne! ¡Me quedará atrás y prepararé los hechizos!] La Señorita Primer Lugar gritó, levantando en alto su varita. También debió haber tenido un as bajo la manga.

 

Levanté mi espada también— mientras nuestros dos hechizos avanzados explotaban y se desintegraban.

 

[¿Suficiente de charlas?] Caren preguntó, girando sus lanzas gemelas. Sus ojos se tornaron violetas. [Me gustaría probar unos nuevos movimientos, así que…] Un sonido metálico atravesó el aire. Para mi asombro, sentí que mis pies se hundían en el suelo mientras apenas detenía el ataque de Caren con mi espada. [Seré más dura de lo usual.]

 

[¡Lynne!] Tina gritó.


[¡Concentrada!] Le respondí, activando un hechizo que había estado creando. Fuego engullo mi espada, y presioné a Caren.

 

La chica del clan lobo frunció sus ojos. [Sus métodos mejoraron desde ayer.]

 

[¡Claro que sí! Estoy ajustándome a la espada de Nee-sama. Así que déjame disculparme de antemano: ¡Por favor, perdóname si derroto!]

 

Los ojos de Caren se abrieron mientras mágicamente fortalecía mi cuerpo al máximo, alejándola y forzándola a retirarse. La vicepresidenta se recompuso en medio del aire y aterrizó levemente.

 

[Parece que las subestime. En ese caso…] La corta lanza de la chica del clan lobo se extendió, y la fuerza de su maná se elevó.

 

Un asombrado grito se escapó de mis labios.

 

¡¿Una lanza de rayos completa en cada mano?!

 

[Nii-san es todo un sádico.] Caren dijo, tan complacida como orgullosa. [Escribió que debería “tratar de entrenar sin mi daga,” nada podría ser tan simple. “Empieza con lanzas cortas, luego sigue con lanzas completas. Te vendrá útil cuando tu daga recupere su filo. Estoy seguro que te acostumbraras en cuestión de tiempo.” ¿Pueden creerlo?]

 

[¡Oigan, oigan! ¡Allen no tiene piedad!] Lily intervino, levantando su mano izquierda. Ese brazalete suyo recibió la luz solar, y todas nosotras— excepto Felicia, quien aún estaba mareada— lo miramos como si enfrentáramos a un enemigo mortal. Accesorios a juego con Nii-sama era una imperdonable ofensa.

 

Incluso Caren aceptó mi corazonada. ¡Veremos que se haga justicia!

 

La luz solar entraba al jardín, finalmente topando sobre el techo de la casa. Tomando eso como señal, Caren y yo nos echamos a correr.

 

Espada y lanza chocaron juntas en el centro del campo de entrenamiento. Ya había fortalecido mi cuerpo casi a su límite. ¡Ahora era el momento de tratar otra tarea que Nii-sama había escrito para mí!

 

Rechacé un ataque desde la izquierda, entonces esquivé la lanza de Caren con mi espada. Alarmada, se hizo atrás, doblando sus rodillas mientras aterrizaba.

 

[¿Así que finalmente lograste sentir el maná?] Ella preguntó con una disgustada admiración.

 

[¡Nunca he dejado de entrenar!] Respondí, recordando las palabras de Nii-sama.

 

Me había dado esa misma garantía cada vez que lo veía, viniendo desde nuestro primer encuentro. Sabía que mi talento palidecía en comparación al de Lindsey Leinster, el Cielo Escarlata; Lisa Leinster, la Dama Ensangrentada; Y Lydia Leinster, la Dama de la Espada. Pero nunca podría ser una excusa para dejar de intentarlo. Nii-sama era incluso menos afortunado, nacido con menos maná que la persona promedio, pero eso no lo detuvo de ser lo más fuerte que había. Y yo era su— de Allen— estudiante. ¡No podía dejar que nadie me asustara!

 

Caren disipó sus lanzas de rayos y se paró. [Conozco esa mirada.] Dijo. [Realmente eres su hermana. Me alegra. Y quizás alarma. Es complicado. No quiero que tomes el ejemplo de la Dama de la Espada, quien debe estar disfrutando de mi hermano solo para ella en la ciudad del agua ahora mismo. Por otra parte…]

 

Alcé mi pecho— el cual me sentía confiada superaba al de la tabla de la Señorita Primer Lugar— y dije. [No necesitas preocuparte. ¡Nunca podre convertirme en mi hermana, y no planeo intentarlo!]

 

Caren lo consideró. [Buena respuesta.]

 

Detrás de mí, el maná de Tina se estabilizó. Significaba que estaba lista.

 

[¡Lily, Emma, Sally, Ellie!] Caren gritó. [¡Asegúrense de fortalecer más las barreras!]

 

Las maids respondieron en conjunto mientras las formidables defensas mágicas se hacían más gruesas.

[¡Entendido!]

 

[Delo por hecho.]

 

[Claro, señorita.]

 

[¡S-Sí!]

 

La chica del clan lobo deslumbro una valiente sonrisa, entonces saco su daga de su vaina y la lanzo al cielo. No estaba sola en la sorpresa que llego después— todos observando jadearon mientras una masiva lanza de rayo con cabeza de cruz tomaba forma. Caren lo tomó con sus dos manos y la lanzó al cielo a la vista.

 

[En verdad son las estudiantes de mi hermano.] Ella dijo mientras su armadura de rayos tomaba la apariencia de un colosal lobo. [Pero no lo olvides: He estado aprendiendo sus hechizos desde mucho antes que cualquier otro. Defiéndanse con todo lo que tengan— ¡Esta técnica tiene un gran impacto!]

 

[¡Tina!] Gritó.

 

[¡Estoy lista cuando lo estés!] Ella respondió de inmediato.

 

El siguiente choque sería el último. Tomé mi espada con dos manos y canalicé todo mi maná en ello. Mi mirada encontró la de Caren— y ambas salimos.

 

Mi ardiente espada y su enorme lanza de rayo colisionaron de frente.

 

[¡¿Es todo lo que tienen?!] Caren demandó mientras la pasaba mal.

 

El suelo crujió. Llamas y rayos agitaron las circundantes barreras. Pero no fue suficiente— ¡Ella no iba a superarme!

 

[¡Lynne!] Tina gritó. Podía oír la preocupación en su voz.

Eres demasiado amable para tu propio bien.

 

Reformé las llamas alrededor de mi espada en zarzas, aferrándose a la lanza de rayos.

 

[¡Ese es el truco de Allen!] Caren exclamó.

 

[¡Yo… también estoy creciendo! ¡No seré una niña para siempre!] Grité. Entonces me detuve y me hice atrás. [¡Tina!]

 

[¡Estoy lista!] La Señorita Primer Lugar respondió, bajando su varita. ¡Cuatro Imperial Ice Blizzards cayeron sobre Caren a la vez!

 

[Tina, exageraste. Ese siempre es el problema contigo, Señorita Primer Lugar.]

 

Mi enojo pasó por la nevada planicie en la que la mitad del jardín se había convertido en el despertar de la ventisca. Por suerte, las barreras lo contuvieron, a pesar que el estanque se congelo.

 

Por mi jadeo, añadí. [Aunque me impresiona que aprendieras a controlar cuatro hechizos avanzados sola.]

 

 

[Di… lo mejor para controlarlos.] Mi compañera dijo, descendiendo de la gélida montaña en la que había terminado encima. [Aunque parece que nuestro tutor tenía razón— la persistencia es realmente la llave para la fuerza.]

 

[Recuérdame, quién fue la que seguía llorando, “Él tiene favoritismos contigo y Ellie; ¿todo lo que yo consigo es hechizos de control básico?”]

 

[¡No yo!]

 

[Vaya, descarada— No, espera.]

 

Antes que pudiéramos entrar en nuestra usual rutina, regresamos nuestra atención al masivo bloque de hielo ante nosotras. Un momento después, fue cortado en pedazos. Mi compañera de cabello plateado se veía tan admirada mientras Caren emergía sin rasguños.

 

[Nada mal, Tina, Lynne.] Ella dijo, envainando su daga y juntó sus manos. [Dejémoslo aquí por hoy.]

 

[¡Sí!] Respondimos juntas.

 

Tan pronto que envainé mi espada fue que flores de fuego llenaron el espacio, derritiendo los restantes bloques de hielo. Esa era la magia de Lily. Ciertamente era capaz, no.

 

[¡Lady Tina, Lady Lynne!] Ellie gritó, corriendo hacia nosotras. Su abrazo dejo sin aliento a Tina y me hizo sacar un chillido, sus ojos brillaban con admiración. [¡Ambas estuvieron increíbles! ¡Me di cuenta que tendré que trabajar más duro! ¡Mañana, estaré con ustedes! Oh…]

 

No podíamos evitar reírnos mientras una ansiosa Ellie nos rogaba que nos detuviéramos.

 

Supongo que una mañana como esta puede estar bien, de vez en cuanto.

 

Lady Stella y Lily se acercaron luego. Felicia… aún estaba agitada. ¿Se recuperaría con el desayuno?

 

[Congelar a gran escala con magia de hielo.] La futura Duquesa Howard pensó. [Nuestras fuerzas congelaron un camino para su avance cuando nos enfrentamos al imperio. Y el rayo tiene el más grande poder penetrante que cualquier otro elemento. Puedes llamarle a eso la lanza de largo mango de Caren. Con todo eso…]

 

[¿Lady Stella?] Pregunté. [¿Ocurre algo?]

 

Ella salió de su trance, luciendo agitada. [Solo estaba pensando.] Ella respondió. [Tina, Lynne, ambas han estado trabajando muy duro. Me gustaría seguirlas. ¿Oh?]

 

[Hola. Ya veo que se les salió de las manos otra vez esta mañana.] Mi abuelito— el Duque Emeritus y actual cabeza de nuestro alto mano Leen Leinster— entró al campo de entrenamiento. Inusualmente, tenía a una maid con él.

 

[Buenos días, abuelito.] Dije. [¿Y… Celebrim?]

 

La hermosa maid me dio una gentil sonrisa y una silenciosa palmada. Había sido nuestra guardaespaldas el día anterior, pero ¿qué estaba haciendo en la capital sur?

 

[Buenos días, chicas.] Mi abuelito dijo, sacando una carta de su bolsillo y abriéndola. [Odio tener que ser abrupto, pero Lindsey y sus comandantes frontales me han enviado una propuesta. Me gustaría que lo vieran.]

 

Intercambiamos miradas de asombro, fuimos por la carta, y nos miramos entre nosotras. No me gusta a dónde va esto.

 

[Duque Leen, ¿esto es en serio?] Lady Stella preguntó lentamente. [Dice que están considerando un ataque a gran escala en la capital de Atlas.]

 

[No, pero no puedo negar que los partidarios están ganando terreno.]

 

[No estoy en contra. Capturar la capital y establecer comunicaciones con la ciudad del agua son objetivos urgentes, pero no podemos perturbar ese fuerte sin fuertes pérdidas.] Lady Stella dijo calmada. Las mejillas de Tina y Ellie se sonrojaron, y Caren lucía alegre.

 

[Concuerdo. Pero la alianza está controlando la agitación, y sospecho que están cortos de tiempo. Por ello…]

 

Entonces algo me llegó. La ciudad del agua estaba tan lejos para que cualquier griffin llegara en un viaje redondo. Así que a cualquiera que enviáramos necesitaría ser capaz de controlarse en cualquier situación. La adorable maid expandió su falda en elegante cortesía.

 

[Enviaré a Celebrim Ceynoth a la ciudad del agua.] Mi abuelito dijo. [Se reunirá con Allen y Lydia y regresará con información. Eso debería ayudarnos a tomar mejores decisiones.]


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