Incluso Si la Batalla Termina
Encima de sus uniformes,
cubrÃan una ligera armadura. Y en sus espaldas, llevaban tan largas espadas que
parecÃan ridÃculas. Las tres chicas terminaron sus preparaciones para la
batalla.
[Bueno, me voy. ¡Nos
vemos!] Aiseia ondeo su mano energéticamente con su usual sonrisa.
[…Hm.] Nephren asistió
ligeramente.
Kutori solo se fue o no
dejo ninguna palabra de adiós detrás. El broche plateado estaba pegado a su
uniforme cerca del pecho simplemente enviaba una pequeña luz, como si tratara
de decir algo.
Y justo asÃ, las tres
hadas saltaron al cielo, sus figuras gradualmente se derritieron a la puesta de
sol.
[… ¿¡eres estúpida!?]
Esas fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Grick después de
escuchar la historia. [¿¡Por qué estás comiendo conmigo!?]
[¿Te refieres a por qué?
Te lo dije. Para reportar la situación actual y decir gracias.]
[¡Puedes hacerlo cuando
sea! ¡Ahora que lo recuerdo es porque es ahora o nunca, ¿entiendes?!]
[…Bueno, no estoy seguro
si incluso entiendes lo que dije.]
[¿¡A quién le importo!?
¡Eres de lo que estábamos hablando! ¡Tú!]
Bueno,
eso es cierto, pero…
Confundido por la
inesperada exasperación de su amigo Borgle, Willem tomo un sorbo de café.
[Como sea, mi cabeza está
llena de conocimientos detrás de esa fachada de paz en mentiras de Regul Aire
que no se miran en dramas o sacrificios. Bueno, supongo que derramar sangre en
lugares no vistos es el trabajo de un soldado. Si piensas en eso, es natural,
pero pensé en eso y realmente me escuchas con lo que pasa en la vida real es
bastante diferente. Cómo decirlo… la culpa de no saber de esto me choca… o más quiero darles un gran abrazo a esas
chicas… ¿qué con esa cara de miedo?]
[Nada.] Willem murmuró
mientras él tomaba su copa de café con una cara que definitivamente era de un niño
pequeño llorando.
Grick dejo salir un
suspiro. [Pensé que serÃa un trabajo más fácil y ligero, asà que te lo concedo,
pero…. Bueno, funciona bien al final, pero da miedo pensar qué pasarÃa si no
piensas mucho en esto y cedes al trabajo por alguna cosa.] Él pausó para beber
algo de café. [AsÃ… ¿por qué diablos estás aquÃ?]
[Bueno, su batalla
comienza mañana en la Isla 15, y de ahà a 4 dÃas, y cualquier contacto con un
exterior no será hasta que lleguen después de eso, ¿sabes? No hay mucho que
pueda hacer ahora.]
[¡No, no, no! ¡Usualmente
en tiempos como estos, estás preocupado, no comes apropiadamente o no duermes y
cosas asÃ! ¿Asà que estás viviendo el dÃa a dÃa como si no pasara nada?]
[Me pone ansioso no
cambiar sus oportunidades de ganar. Hasta ayer, les enseñé todo lo que podÃa y
bien hicieron sus espadas tanto como podÃan. Pero, sus oportunidades de
regresar a casa a salvo son probablemente más bajas del 5%. No sirve nada
preocuparse ahora.]
[¡Oh, vamos! ¡Tú de entre
todas las personas no puede dudar de su victoria!]
[No soy del tipo que
desvÃa la mirada de la realidad.]
[¡Pero tampoco no desvÃes
tus ojos de tu esperanza y sueños! ¡Tienes que creer!]
[Todos pelean porque la
vida no funciona asÃ… como sea, convencerte acerca de algo tan duro para
regresar a casa cuando en realidad algo inesperado puede pasar. Si voy a creer
en ellas, eso significa que ya deberÃa estar listo para aceptar lo que pueda
resultar de ellas.]
[¡Asà de frÃo, viejo! ¡No
siento el calor del romance en tus palabras!]
[Bueno, soy de una raza
que no lo le va ser salvadores.]
Grick dio una risa de
kekeke, a lo cual Willem interrumpió levantándose.
[¿Qué, tienes que ir a
algún lugar?]
[SÃ, tengo que comprar
algo de comida.]
[Willem… realmente estás
con el dÃa a dÃa de la vida, ¿huh?]
[Por supuesto. Hay
personas que pelean para proteger este estilo de vida para mÃ.]
Grick cayó en silencio.
Justo mientras Willem dio
un rápido ‘hasta luego’ y empezó a caminar, […ah, eso es.] él se pausó,
recordando que tenÃa algo que preguntar. [¿Conoces de alguna tienda que venda
mantequilla y harina barata?]
Y asÃ, el regreso al 4to
almacén de la CompañÃa de Trato Orlandri.
[¡Willem!]
Las chicas que perseguÃan
un balón en el suelo lo reconocieron y fueron corriendo.
[¿Adónde vas? ¡Te
buscamos en todos lados!]
[Um, ha pasado tiempo,
asà que, ¿le gustarÃa jugar con nosotras?]
[Últimamente no ha estado
hablando con nosotras, con todo su cansancio y cosas, asà que no harÃa mal
jugar un rato con nosotras al menos hoy.]
Pequeñas manos tiraron de
sus mangas en todas direcciones, pero…
[Lo siento, hoy tengo
algo que necesito hacer.]
¿Ehh? Sus voces de
protesta en gritos.
[Jugaré con ustedes
luego.]
Él fue directo a la
cocina, no presto atención a las voces abatidas a su espalda. En su mente, él
lanzaba por su ‘Postres Populares con Niños Pequeños’ del recetario y encontró
la página para el pastel de mantequilla. Él levemente recordó los pequeños
detalles, ya que el recetario nunca habÃa llegado a uno exitoso en el orfanato.
(Siempre comparado al de la ‘Hija’), pero él se dijo que deberÃa funcionar de
alguna manera. Hay mucho tiempo para practicar, y, sobre todo, una cuchara de
amor o algo asà seguramente tendrÃa un gran efecto impactante en el sabor.
Probablemente.
PAAADRE.
De pronto, él sintió que
escuchó una voz que lo llamaba de alguna parte.
[… ¿Almaria?]
Él se dio vuelta, miró al
cielo, pero por supuesto no encontró a nadie. Todo lo que vio era nubes con
forma a delgada seda, esparciéndose en lo interminable del rojo y escarlata.
En primer lugar, el
propietario de esa voz ya no existÃa en este mundo. Ella lo dejo hace tanto,
incapaz de recibir a la persona que ella habÃa esperado, por tanto, la persona
a la que cocino un pastel de mantequilla para que pudiera cumplir con su promesa.
[Lo siento, Almaria.]
Él sintió que hizo algo
horrible. No solo a ella, sino también a los compañeros con los que habÃa
peleado. Con los nobles que los despidieron con altas expectativas de su
victoria. ¿Por qué él no murió con ellos? O más aún, ¿por qué no termino su
vida tan pronto despertó en este mundo? ¿Viviendo esta vida donde ahora no
rompe con las promesas de hace tanto?
Él entendió, pero aún
asÃ…
[Lo siento, Realmente lo
siento.] Enfrento a los cielos, él inclino su cabeza en disculpa.
Él no tenÃa lugar en este
mundo. Pero, si alguien le hacÃa tomar parte de su lugar, entonces, con el fin
de ser capaz de decir ‘bienvenido a casa’, él necesitarÃa quedarse aquÃ. Willem
decidió eso en su mente mientras tomaba su delantal.
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