Parte 2
Después de la
escuela, Rentaro cambio de tren y fue al Primer Distrito del Área Tokyo. En su
camino, el distraídamente miro a la ventana al Monolito mientras se preguntaba
por qué ella lo eligió.
Cerca de un
mes antes, Rentaro había arruinado una ceremonia que supuestamente era en honor
a sus logros salvando al Área Tokyo y destruir al Gastrea Etapa Cinco. Ella
debería estar resentida con él. Definitivamente no tenían el tipo de relación
donde ella le ofrecería un trabajo.
Aunque no era
una satisfacción completa, Rentaro se bajó en la estación frente al palacio de
Seitenshi. Después de unos minutos caminando, el palacio de Seitenshi entro a
su vista. Mirando como el edifico era de arquitectura Neo-Gótica. Todas las
cosas parecían consistir de muchas curvas orgánicas, con el vidrio de la
ventana curvo se podía ver por los pilares de piedra los que parecían ser
huesos y el área de en frente de la entrada se inclinaba como olas. No importa
cuántas veces él lo viera, era una construcción hermosa estilo Occidental, pero
para Rentaro, a quien le faltaba sentido del buen gusto, solo miraba el pobre
gusto de las personas con dinero.
Él dio su
nombre al guardia de seguridad y el propósito de su visita. Después el guardia
llamo y habló por un rato, a Rentaro se le permitió pasar, enfrascado entre
guardias adelante y atrás de él.
Había sillas
plegables alineadas en un buen orden, y en frente de ellos estaba un foco y
muñeca parada. Probablemente era donde los portavoces siempre se paraban para
hacer preguntas de la prensa. En el pasado, Rentaro tuvo la oportunidad de ver
eventos similares cuando él estuvo en el palacio del emperador, así que había
un escenario familiar cuando él llegaba a lugares como este.
Debido a esos
pensamientos, él se sorprendió cuando se dio cuenta que la misma Seitenshi fue
al podio. Directamente en frente de su asiento unas personas dispersas. Parece
que ella practicaba algo de su discurso. Parece que no había notado Rentaro.
La líder de
tercera generación del estado del Área Tokyo estaba vistiendo el mismo vestido
blanco puro que siempre vestía y tenso la expresión en su cara. Como es usual,
ella poseía tal belleza que difícilmente abordaría. [Hoy es un día de buena
fortuna, y deseo salud y gozo a esos que se reunieron aquí hoy. Ahora, solo hay
tres puntos que desearía hablar hoy. Solo tres—]
Su contacto
visual, la colocación de su respiración, el tempo de su discurso—todo era
perfecto. En frente de los ojos de Rentaro, había una regla nacional que a su
edad presentaría un discurso que pondría a los adultos en vergüenza.
Rentaro fue
reclutado para interrumpir y escuchar atentamente, puso su mano en la parte de
atrás en una silla de al lado. Cuando lo hizo, una pierna en esa silla dio un
chirrido, él se sorprendió mientras todos lo voltearon a ver.
Seitenshi ajusto
la postura de su silla y plegó sus manos elegantemente en frente de su vestido,
con una sonrisa. [Buena tarde, Satomi. Llegas a tiempo.]
De pronto, el
recuerdo de casi tomar a Seitenshi fluyo por la mente de Rentaro, y él miró abajo,
rascando su cabeza. [Um, siento lo de antes.]
[No me
preocupa eso.]
Mirando la
sonrisa de Seitenshi, él gruño en su corazón que ella no solo parecía buena
sino, ella tenía un buen carácter. No importaba lo popular que fuera con los
ciudadanos.
Una mujer que
parecía una secretaria presiono sus lentes mientras se aproximaba a él. [¿Quién
es?]
[Kiyomi, esta
es la primera vez que lo conoces, ¿no es así? Es Rentaro Satomi de la Agencia
de Seguridad Civil Tendo, le héroe del Área Tokyo quien derroto al Gastrea Fase
Cinco.]
La mujer
llamada Kiyomi fue tomada por sorpresa. [Rentaro Satomi… ¿se refiere al
cantante infantil de TV y stripper de un bar gay? ¿Ese Satomi Rentaro?]
[¡¿A quién
llamas stripper de bar gay?! ¡Como sea, ¿quién esparció esos rumores?!]
Debido a la
información incompleta eso había sido impuesto, extraños rumores se
esparcieron, primariamente en la red. Su información personal se había
distorsionado dándole un dolor de cabeza a Rentaro. Basados en esos rumores,
Rentaro era un antiguo ingeniero cultivador de hongos Shiitake, un antiguo
consejero de la fortuna, un antiguo terapista animal. Lo de cantante de TV
infantil y stripper de bar gay era nuevo.
[Hey, si no me
necesita para nada. Me voy a casa.]
[Te necesito
para algo.] Seitenshi lo señalo con una mirada a su alrededor para que le
cedieran paso, y abajo a la plataforma, y se acercó a él.
[Satomi, el
Presidente Saitake, le representante del Área Osaka, informalmente visitara el
Área Tokyo el día después de mañana.]
[¡¿Qué?!]
Rento se congeló sin más al reconocer el nombre que dijo. ¿Sougen Saitake?
[Eso es. Estoy
segura que ya lo sabes, pero en realidad Japón se dividió en cinco
áreas—Sapporo. Sendai, Osaka, Hakata, y Áreas Tokyo—gobernada por cinco líderes
de estado. Uno de ellos, el Presidente Saitake, envió de la nada un mensaje el
otro día diciendo que vendría de visita al Área Tokyo y que quería una
conferencia conmigo.]
[¿Por qué…?]
El Área Osaka no había contactado al Área Tokyo en años. ¿Qué quería después de
tanto tiempo?
[No lo sé. Sin
embargo, creo que gran parte es por qué lo escogió ahora porque está ausente
Kikunojo.]
[Ahora que lo
mencionas, ese viejo está en China O Rusia, ¿cierto? Aparecieron en la TV.]
Seitenshi
asistió ligeramente. Saitake y Kikunojo tenía un largo historial siendo
oponentes políticos desde antes de la Gran Guerra, así que mientras Kikunojo
estaba fuera podía ser visto como cobardía o algo de segunda mano.
[Ya veo. Bien,
dijiste que me querías como escolta, pero, ¿exactamente qué quieres que haga?]
[Quiero que te
sientes a mi lado en la limosina cuando viajemos, parado detrás de mí durante
las reuniones y que seas mi guardaespaldas.]
[¿Dice que me
quiere parado en el lugar que el viejo siempre ha estado y que sea su
reemplazo?]
[Simplificándolo,
sí.]
Rentaro no
sabía que pensar. ¿Qué estaba pensando el líder nacional de estado en frente de
él? [¿Está a su propia discreción?]
[Sí.]
[Cuando el
viejo regrese y descubra lo de esto, él va a enojarse, lo sabes.]
[¿Por qué
debería?]
[Porque… estoy
con Kisara Tendo.]
Como si
entendiera con solo eso, Seitenshi dejó salir un ‘Ah.’
[No hago
planes basado en lo que concierne a las disputas de la familia Tendo.]
[Pero sabe que
esto no es tan simple como una disputa familiar.]
Ella no dijo
nada.
[Da igual, ¿no
tiene ya buenos guardias a su alrededor?]
[Estaba por
presentarte a ellos. Por favor, entren.]
Cuando
Seitenchi levantó su brazo para llamarlos, hubo una estampida de soldados, y
hombres sin duda entraron al cuarto de la conferencia de prensa y formaron una
línea. Esos eran guardias personas de Seitenshi, quienes siempre estaban a su
lado en durante las transmisiones de TV. Rentaro contó seis.
Todos vestías
abrigos blancos y gorras similares, con armas en sus cinturas. Él no quería
decirlo, pero más que guardias, parecían una tremenda fuerza militar policial
de la Segunda Guerra Mundial. Cuando se veían esto similar, era extraño que no
hubiera espadas militares en su cintura. [Satomi, él es el capitán, Yasuwaki.]
Un hombre
visiblemente alto y guapo dio un paso hacia adelante, sonriendo con su brazo
derecho extendido. [Mucho gusto conocerte. Soy Takuto Yasuwaki. Mi rango es
Teniente Segundo, u tengo el honor se el capitán de guardia. Escuché de usted.
Si algo pasara en el deber, espero contar contigo, Satomi.]
[Todavía no
acepto la oferta, sabes. Además, no vine a servir. Solo vine a escuchar la
explicación de un trabajo.”] Incluso cuando habló, Renato se sorprendió. El
hombre parecía estar en sus 30. Pel era muy joven para ser capitán de los
guardias personas de Seitenshi.
Rentaro miro a
la propuesta de mano derecha por un rato, y entonces levando su cabeza viendo a
Yasuwaki. Él tenía ojos filosos como flecas, con una cara nerviosa. Detrás de
su ingrata voz, esos ojos empezaron a verlo fríamente. Rentaro pudo sentirlos
en su piel que de pronto se puso en el radar sensitivo. Por alguna razón,
contrario al tono de voz de Yasuwaki, Rentaro no era bienvenido.
Sintiendo
intranquilidad en el aire, Seitenshi rápidamente intervino. [Satomi, ¿no es un
poco mal educado de ti regresar el saludo de manos?]
Yusawaki
ligeramente se quitó su sombrero y le sonrió. [No, Señorita Seitenshi. Estoy
acostumbrado a ser tratado de estaba manear por los oficiales públicos. Incluso
si es el héroe, solo es un simple estudiante de secundaria, así que debe estar
un poco nervioso.] Yasuwaki no parecía particularmente lastimado mientras
extendió su mano y dio una educada inclinación.
Él sabía cómo
arreglárselas: Rentaro pensó. ¿Esa fue mi culpa?
Seitenshi se
volteó y fue de Rentaro a Yasuwaki. Entonces, con una extraña ansiedad, ella se
movió rápidamente a discutir en compensación.
Rentaro dejó
que entrar y saliera de su oreja mientras ponía su mano en su mentón y pensó,
tiene que dejar de lado los sentimientos de su personal de lado por un momento.
Él se sintió mal por hacerle esto a Kisara, pero realmente no era un trabajo
que sintiera que tenía qué.
Primero que
todo, durante el anterior incidente terrorista, él paso por muchos problemas
porque el gobierno había escondido información importante. El trabajo estaba
vez parecía ser una petición persona de Seitenshi, pero no sonaba como un deseo
egoísta de una princesa donde él definitivamente tendría que apegarse.
Otra razón era
que él simplemente no pensaba que fuera muy bueno. Un trabajo como este debería
ser tomado bajo una unidad especial de guardias VIP. Esa era una cosa si no
tienes dinero y el cliente quiere mantener los costos bajos para contratar a un
oficial civil, por regla nacional, esto era impensable. Salvando a una
indefensa chica como Seitenshi probablemente sería un trabajo exasperante. Él
no pensó que nada de eso pasara, pero si lo hacía, la responsabilidad sería
grande.
[Bien
entonces, si puedes aceptar el trabajo, por favor llena el papeleo necesario y
contáctanos.]
La de hace
rato termino la explicación estándar y entrego el contrato a Rentaro. Entonces,
Seitenshi concluyo diciendo, [Tengo otro compromiso.] y se fue, llevada por sus
guardias personales con ella.
Para cuando
Rentaro extendió su brazo preguntando, [Uh, hey, dónde está la salida—] todos
ya habían dejado el cuarto de conferencia de prensa.
Perdido,
Rentaro rasco la parte posterior de su cabeza, metió las manos en sus
bolsillos, y vago por el palacio de Seitenshi. Sin embargo, él se detuvo de
pronto y rasco su cabeza tres minutos después cuando él se dio cuenta que
estaba perdido. Después de pasar por el cuarto de recepción decorado con una
ciervos y caimanes de peluches, entonces cerró el cuarto de reuniones, Rentaro
descubrió que estaba en un pasillo que nunca antes había visto con una alfombra
roja, sin saber cómo había llegado allí.
Mientras
Rentaro caminaba buscando a un trabajador para pedirle la dirección, de pronto
sintió el golpe en su brazo que iba hasta su espalda. [No digas una palabra.]
una voz susurró en su oreja, y él fue llevado al baño de hombres y fue lanzado
contra la pared. Rentaro vio estrellas, y pensó que su cabeza se partiría
mientras miraba sangre esparciéndose en el muro. Bastardo, aunque atrapado,
Rentaro le dio un codazo a su captor detrás de él y lo atrapo. Se liberó, él
usó su mano izquierda para tomar la cabeza de su oponente y la estrello de
regreso al muro.
[Hijo de
puta.]
Rentaro sintió
que alguien más venia de atrás para golpearlo y tomo el ataque para poner su
brazo derecho para bloquearlo sin mirar. Entonces, él usó un poco de aikido
para retorcer y lanzar a su oponente contra el muro.
Había un jadeo
mientras el aire salía de los pulmones de sus atacantes.
[Es
suficiente.] hubo el click de un gatillo, y Rentaro dejo de moverse. Se dio
vuelta lentamente, él vio a seis guardias ante él, incluyendo a Yasuwaki. Uno
estaba parado en guardia afuera del baño, dos habían sido derrotados por
Rentaro, y dos le apuntaban sus armas a Rentaro.
Y el último, Yasuwaki,
había chocado sus manos detrás de su espalda, mirando abajo a Rentaro como una
serpiente atormentando a algo que era débil.
[¿Qué estás
tratando de hacer… bastardo?] Dijo Rentaro.
Yasuwaki
enérgicamente camino a Rentaro, y justo como Rentaro pensó él saco un gran
cuchillo de su cadera, Yasuwaki empujo la cara de Rentaro contra el muro del
baño tan duro como pudo. Yasuwaki llevo su boca a la oreja de Rentaro y susurro
con una voz reprimida. [Rentaro Satomi, rechaza este trabajo. Es mi trabajar estar
parado detrás de la Señorita Seitenshi.]
[¿Huh?]
[Haces que me
enferme. ¿A quién le importa si eres el héroe que derroto a un Zodiac? Fuiste
uno de los que abandono el módulo railgun, cachorro. Si hubiera estado allí,
hubiera derrotado al Zodiac]
Rentaro no
dijo nada.
[¿Por qué tú?]
Yasuwaki continúo. [El Señor Tendo me encargo a la Señorita Seitenshi mientras
no estaba. Para mí, la usual posición del Señor Tendo debería ser mía. Eres el
que siempre está a su lado protegiéndolo, ¿verdad?]
Yasuwaki dio
un bufido. [Idiota. No es lo mismo como estar con ella en el carro o durante
las reuniones. Además, Rantaro Satomi—] Yasuwaki se apoyó y dijo, lamiendo sus
labios repulsivamente—[La Señorita Seitenshi ha crecido hermosamente y pronto
tendrá 16 años. ¿No crees que es hora que el gobernador del Área Tokyo tenga un
sucesor?]
[Oh, ¿así es
cómo es? Al final, siempre fue eso, ¿huh?]
Yasuwaki sacó
su arma de su cintura y la puso entre las cejas de Rentaro. [Cállate. Ahora,
tendré tu respuesta.]
[No voy a escucharte.]
Yasuwaki alejo
su arma rápidamente y fue al pasillo con una sacudida de su mentón. [Aplasten
los huesos de sus brazos y piernas.]
¿Estos chicos
iban en serio? Contenido por guardias a su derecha e izquierda, él estaba
disgustado y lo azoto salvajemente hasta que de pronto el agarre de su maño
derecha se soltó. Al momento siguiente, antes que él pudiera siquiera pensar,
su mano derecha había llegado a el arma en su cintura. Él apunto ligeramente al
costado derecho de la cara asombrada de Yasuwaki y jalo el gatillo.
La bala voló
directamente y rozo la mejilla de Yasuwaki, y luego el sonido de explosión del
disparo de la pequeña arma en un cuarto pequeño paso por el palacio. Luego,
hubo un breve momento de silencio, y el olor de pólvora pego en las fosas
nasales de Rentaro.
[Este chico…]
[No puedo
creer que dispararas en el palacio de Seitenshi.] Los guardias estaban
asombrados.
Yasuwaki le
grito a los guardias, quienes empezaron a lucir nerviosos. [¡Cójanlo juntos,
idiotas!] Sosteniendo su mejilla donde la bala lo rozó, Yasuwaki frunció el
ceño en sus ojos que estaban ardiendo en odio. [¡Te mataré… te mataré, hija de
perra!] Escupiendo parte de su amenaza, él y los guardias se retiraron
rápidamente.
En su lugar,
los trabajadores se apresuraron en un gran número. [¿Estás bien?] le
preguntaron a Rentaro.
Mientras
agitaba las manos que le extendieron en su estado de confusión se paró, él miró
en la salida a Yasuwaki y los otros. Aparentemente, los guardias personales de
Seitenshi iban más lejos que la honestidad y diligencia. Rentaro recibió un
simple trato y un interrogatorio por el personal y lo encontraron inocente.
Para el tiempo que él dejo el palacio con el personal, él había decidido tomar
el trabajo.
Cuando Rentaro
dejo el palacio, el sol había bajado, y el cielo se tinto de rojo. Él se
estiró, y los huesos de su cuerpo hicieron el sonido de chasquidos. Cada vez
que él sufría este tipo de cuestionamientos, sus hombros se ponían rígidos. De
pronto, él sintió un dolo agudo y presiono su mano en el vendaje de su frente.
Por otra
parte, a pesar del extremado asunto serio del disparo de un arma en el palacio
de Seitenshi, se le permitió ir a casa sorpresivamente fácil. Por alguna razón,
el personal entendía su situación, pero cuando Rentaro trato de voltear su
conversación a Yasuwaki y los otros guardias, el personal le veía y bajan la
mirada.
Parece que el
personal en el interior del palacio sabía de la arrogancia de los guardias
personales de Seitenshi. Al menos, lo suficiente para darse cuenta
inmediatamente que algo había pasado entre Rentaro y los guardias cuando ellos
vieron a Yasuwaki y los otros dejando el baño, con Rentaro en el interior con
sangre bajando de su frente. Rentaro suspiro. Se había hecho algo molesto. Entonces
él levanto la mirada y pensó, ¿oh? Había una bicicleta circulando la elaborada
fuente diseñada en frente del palacio de Seitenshi. Había estado circulando
todo este tiempo. Montando la bicicleta estaba una chica cerca de la edad de
Enju con el cabello que probablemente podía ser llamada rubio platino. El
viento golpeó su hermoso cabello, y reflejo la luz roja del sol poniéndose,
brillando.
Sin embargo,
la chica estaba usando una pijama, sus pies calzando pantuflas caseras, ella
tenía un serio caso de somnolencia saliendo de su cabeza, su boca medio
abierta, y ella pedaleó la bicicleta con una expresión de auto-destrucción en
su cara. Era difícil de verlo.
Las personas
caminado tenía una expresión en sus caras que dejaba claro que no querían
involucrarse con esa apariencia de somnámbula en una bicicleta en un
interminable circuito que rodeaba la fuente, y apresuraban su paso para
dejarla.
Rentaro tenía
un mal presentimiento acerca de esto y bajo sus hombros, camino rápidamente
para dejar a la chica, dejando un gran espacio entre ellos. Con un sentimiento
de alivio, él golpeo su pecho y trato de no mirar atrás mientras iba a casa. De
pronto, hubo un sonido de algo cayendo a su espalda.
[¡Hey…!
¡¿Qué…?! ¡Mira por dónde vas!] La tremenda voz llegaba a cientos de metros, y
cuando Rentaro dio vuelta atrás, había tres chicos delincuentes con cabello
rubio rodeando a la chica de antes. La chica había arrojado su bicicleta y
parecía como que no sabía qué pasaría. Sorprendentemente, ella miro de derecha
a izquierda, pero entonces los empezó a patear sin misericordia, y Rentaro
cerro uno de sus ojos.
La espalda de
la chica topo con el borde de la fuente, y bufo una voz que escapó cuando el
aire golpeo sus pulmones que incluso llego a Rentaro.
[¿Por qué no
dices nada? Dije algo, perra. pasaste en mi pie con esta bicicleta.
¿Entiendes?]
[Aw vaya, ese
probablemente se quebró.]
[¡Tienes que
pagar la compensación! ¡Compensación!]
Uno de los
chicos empezó a pisar fuerte en la vanidosa forma de hablar de la bicicleta con
un poco de enojo. La chica no sabía qué iba luego y se paró con su boca
abierta. Había más personas rodeándolos que evitaban a la chica y caminaron, y
alguien apareció que no sería ser involucrado y giro completamente.
Rentaro se
sintió mal por eso, pero él no era una buena persona que actuaría como un héroe
e iría a ayudar. Sus sentimientos no querían involucrarse, y se dio la vuelta,
pero cuando de pronto pensó qué diría Enju si estuviera aquí, sus piernas se
detuvieron como si fuera pegamento en el suelo. Rentaro paso sus dedos por su
cabello. Maldición. Podía también llamar a sus padres, él se dijo eso mientras
ponía una mano en el chico de cabello puntiagudo que estaba hurgando a la chica
y que parecía ser el líder, forzándolo a encarar a Rentaro.
El chico de
cabello puntudo se enojó y dijo, [¿Huh?]
Rentaro saludo
al chico con un poco de entusiasmo. La pura violencia es este tipo de cara
aterradora con boca grande que difícilmente era fácil de tratar que con mano
limpia, el rencoroso Yasuwaki. Cuando Rentaro no dijo nada, [¿Quién diablos
eres?] y puso su cara cerca de Rentaro para amenazarlo.
Rentaro no
dijo nada y solo palmeo su propia espalda dos veces donde su arma estaba pegada
a su cinturón. Los ojos de reptil del chico de cabello puntiagudo emitieron una
luz de peligro, y hubo un opresivo silencio. La fibra de las ropas de Rentaro
pincharon su piel. Él no sabía cuánto tiempo había pasado, pero el chico de
pelo puntiagudo finalmente taconeo y dijo, [Hey, vamos,] y se fue, llevándose a
sus amigos con él. Exhalando levemente y relajando sus hombros, él se juró que
nunca volvería a hacerlo otra vez. Mientras Rentaro se volteó de vuelta
represivamente, él vio a la chica de cabello rubio mirándolo con la boca
abierta.
[Un héroe… es
mi primera vez que veo uno.] La chica en pijamas que salvó lo miró con una
expresión de abstraída.
[No tienes qué
agradecerme. ¡Date prisa y ve a casa! Hasta luego.]
Al despedirse
despreocupadamente y cerca de irse, la chica tomo la manta de su uniforme.
[¿Dónde estamos?]
Rentaro cubrió
su cara con su palma y agito su cabeza ligeramente. Maldición, se involucró,
después de todo.
Sentando a la
chica en una banca en un parque del vecindario, Rentaro fue a traer agua del
grifo, una tolla mojada, y regreso. Estrujando la toalla, él limpio la cara de
la chica. [Quédate quieta por un segundo.]
Él levanto su
mentón, estrecho sus ojos, y se quedó allí. [Parece que estás… acostumbrado a esto.]
[Tengo a una
vividora de tu edad en casa, es por eso. Vamos, todo limpio.] Rentaro dio un
paso atrás para mirar a la chica, poniendo su mano en su cadera y asistió una
vez.
La chica bajo
su cabeza en agradecimiento—pero extrañamente, ella nunca levanto su cara de
regreso. Rentaro pensó que era sospechoso y asomo su cara desde abajo. Sus
párpados lucían pesados y pestañaba con sueño mientras empezaba a dormirse.
[Hey…]
De pronto
levanto su cabeza, la chica excavo en su bolsillo y sacó una botella con una
etiqueta inglesa en ella, tomo una píldora, y la puso en su boca. Rentaro pesnó
que ella estaba comiendo algo y hecho un vistazo a la marca en la botella y
frunció el ceño. Aparentemente, eran pastillas de cafeína. [Soy… nocturna, así
que, si no hago esto, no me quedare despierta durante el día.] Mientras ella
hablaba, ella lanzó una gran cantidad de píldoras en su boca una tras otra,
meditando soñolientamente, y trago. Rentaro no sabía mucho de ese tipo de
píldoras, pero podía decir que era más de una dosis normal.
[¿De dónde
vienes? ¿Cuál es tu nombre? ¿Dónde está tu guardia? ¿Por qué usas pijama y
pantuflas?]
La chica bajo
la mirada a su propia rota e inclino su cabeza lentamente. [No lo sé…] Le tomó
cerca de 10 segundos reaccionar.
[¿A qué te
refieres con ‘no lo sé’? dios… Entonces, ¿qué hay de tu nombre?]
[Mi nombre
es…] Por alguna razón, la chica desplazo sus ojos por un momento, pero entonces
ella pareció rendirse y levanto su cara. [Tina… es Tina Sprout.]
[Soy Satomi
Rentaro.]
[Llámame
Tina.]
[Entonces,
puedes llamarme Rentaro.]
[¿Rentaro…?]
Tina vio a Rentaro abstraídamente con su boca media abierta.
[¿Qué pasa?]
[Solo… quería
intentarlo.]
Rentaro bajo
sus hombros. Estaba cansado. [Bueno, Tina, te lo preguntare otra vez. ¿Dónde está
tu guardián?]
[No tengo
uno.]
¿No tiene? [¿De
dónde vienes? Puedes contarme lo que recuerdes.]
Con sus ojos
medio cerrado, Tina inclino su cabeza de atrás hacia adelante, de izquierda a
derecha golpeando su dedo índice en su barbilla, y empezó a hablar lentamente.
[Todo lo que recuerdo es que creo que desperté en mi apartamento hoy, tomé una
ducha, me cambié de ropa, y salí.]
[¡No mientas!
Ni siquiera te cambiaste o bañaste, ¡parece que sólo te despertaste!]
Tina abrió su
boca y dijo, [Oh,] suavemente, sus ojos seguían medio cerrados. [Me conoces
mejor que yo… sé quién soy… ¿verdad?]
[Hey… la
bicicleta que está rota es tuya, ¿cierto?]
[¿Bicicleta?
¿Estaba… montando algo… como eso?]
[Olvídalo.
Deberías ir a la policía y preguntar por las direcciones.]
[No puedo…
realmente…]
[Sólo hazlo.
Ahora me doy cuenta que no puedo contigo.]
[No… digas…
eso.]
Rentaro
escribió su número de teléfono en un pedazo de papel y se lo dio. [Toma, si te
pierdes otra vez, puedes llamarme, así que ve a la policía. Por favor.]
[Entonces,
¿puedo tratar de llamarte como una prueba ahora?]
[¿Por qué
tienes que hacer algo como eso…?]
[Porque
pudiste haberme dado un número de teléfono falso.] Rentaro no tenía palabras.
Tina se volteó
y jugo con su teléfono, y entonces el bolsillo del pecho de Rentaro empezó a
vibrar. [Sé que es repentino, pero estás interesado en las chicas de 10 años,
¿cierto?]
[¿Qu… Qué?]
[Estaba muy
consciente de que estabas vendo mi piel a través de mi pijama.]
[Ve a ver a un
doctor.]
[Estaba
asustada por decirlo en persona, pero realmente tienes una cara desafortunada,
¿verdad, Rentaro?]
[Cállate.]
[Además no
tengo que decir esto, pero sabes dónde está mi apartamento.] Rentaro se sintió
como un idiota. Entonces, ¿qué era pasando por algo con este niño?
Tina sonrió
levemente y cerro su teléfono lentamente. [Hoy fue muy divertido.]
Aparentemente, en la mente de esta chica, esta farsa se guardó como un recuerdo
divertido. Eso no era divertido para mí, sabes, casi lo dijo, pero se lo guardo
después de ver su cara de felicidad.
Tina
lentamente se despegó del banco y sonrió. [Espero que podamos encontrarnos otra
vez.]
[Bien
entonces, adiós, Rentaro.] La chica se inclinó educadamente y camino fuera del
parque de forma vacilante. Rentaro la vio irse, sin exhalar con alivio hasta
que ya no pudiera verlo. Ella no parecía una niña mala.
Pensando que
tenía otra historia que contarle a Enju, el camino en la dirección opuesta a la
chica.
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