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Capítulo 1 – ¿Mujer del Pasado?


En Amaddo, que era un mayor poder de magia, los guerreros mágicos se constituían como el núcleo de la armada. A lo sumo, 1/10 personas podía usar magia y en realidad, tanto a lo que concernía a soportar el combate, el porcentaje incluso decaía más—manteniendo una armada la cual se reunía y abarcaba tales talentos solo podía ser descrito como una característica de un país fuerte como Amaddo.

Sin embargo, incluso si una persona ordinaria se volvía capaz de usar magia—Si Amaddo podía monopolizar la técnica la cual hacía posible lo anterior, está posición incrementaría con firmeza. Pero si esa técnica era compartida entre varios países, entonces la ventaja de Amaddo decaería grandemente.

♦♦♦

Un hombre lo llamaba espada de doble filo “Ingeniería Mágica”.

En un rincón del castillo de Roma en un pequeño salón donde la Orden del Caballeros del Sello celebraban una ceremonia, había un “Cuarto para Caballeros”. Aunque la ceremonia de investidura no había ocurrido en varios años ya, este lugar no estaba para otras funciones oficiales.

Por lo tanto, era impredecible el número de personas reunidas en este “cuarto de caballeros”.

Uno de los protagonistas no era otro que el Príncipe a la Corona, Jeffren Isaac. Agrupados en el flanco del príncipe estaba el Ministro Militar Garido-kyou y sus asistentes. Y así, el Vice-Líder de la Orden de Caballeros, Lucius Richternach también estaba presente.

Sin embargo, postrado ante tales autoridades de la corte real estaba colocado este otro protagonista, el “bicho raro” – el Ingeniero en Jefe del Tercer Arsenal de la Armada de Amaddo, Quique Albiol, quien, por ley, no debería de haberse reunido con el Príncipe a la Corona tan fácilmente.

El Príncipe a la Corona estaba arreglando las rosas de un florero en una mesa y Quique, quien estaba parado en su usual bata blanca sucia, pulía su monóculo y suspiro.
 ¡Tú!

Encontrando mal el comportamiento de Quique, Garido-kyou alzó sus cejas.

—¡En presencia de Su Majestad, ¿qué comportamiento es ese?!

Ah, iya… eso es, maa… Originalmente soy un inútil empleado que no suele estar en presencia de Su Excelencia, por lo que no estoy seguro qué comportamiento sería—

¿Hasta qué punto él es serio? Quique inclino su cabeza con un “Pekori”.

Garido-kyou parecía estar por decir algo más, pero si él (Isacc) dejara que el ronco ministro hablará otra vez, la plática no precedería a cómo va pasando el tiempo. Mientras su poda resonaba con un “chaki chaki”, Isaac freno al ministro y pregunto.

Jefe Ingeniero Albiol… ¿no?

Así es, Su Majestad.

Nada de eso, no es una reunión para interrogarlo.

Ya veo. Pensé que sería una pesquisa informal.

Quique respondió despreocupado.

El Príncipe a la Corona mezcló una agria sonrisa y le murmuro en secreto a Lucius que estaba de su lado.

…Recuerdo haber visto esto en otra parte (el comportamiento de Quique), aunque es difícil de recordarlo.

Siento que la actitud de Dimitar de burlarse de las personas está considerablemente influenciada por este Jefe Ingeniero-dono.

Ah, Dimitar fue cuidado por él.

Isaac asistió con una mirada de auto-satisfacción.

Jefe Ingeniero.

Lucius aclaro ligeramente su garganta y pregunto de nuevo.

—Este ya es un anuncio oficial y creo que ya escucho de ello, pero una revuelta ocurrió en Seriba hace unos cuantos días.

¿Eso no fue suprimido por Costacurta?

Sí. Con los esfuerzos de Costacurta, la revuelta no se extendió a otras tierras y fue suprimida en su etapa inicial… No obstante, vimos algo que nos molestó mucho en ese momento.

¿Algo les molesto…?

Una magia que borra crestas mágicas al instante—y un guantelete que lo hace posible.


Poniéndose su monóculo, Quique frunció el ceño a las palabras de Lucius.

La revuela en Seriba fue causada por cosa de una persona del sur llamada Hokon. Ese cuento está siendo investigado, pero es probable que alguien le proveyera ese guantelete a ese hombre.

El guantelete que mencionó, ¿qué tipo de cosa es?

Por desgracia, el artículo no fue recuperado, pero acorde al reporte de Su Eminencia, es un guantelete que tiene aplicado sutiles crestas mágicas. Con una persona que originalmente no puede usar magia a sus anchas, él sería capaz de usar magia, o eso parece.

Jefe Ingeniero.

Levantando su viejo pero indescriptible pecho grueso, Garido-kyou habló.

…De lo que escuché, ¿no está haciendo una investigación similar? Ingeniería Mágica o algo como eso—

Espere, Garido-kyou

Isaac apunto la punta de las tijeras hacia el Ministro Miliar.

¿Por qué está actuando alto y poderoso?

¿…Ha?

”De lo que escuche” dijo, ¿por qué involucra a otras personas? Si lo recuerdo bien, ¿no es usted ministro militar? Siendo ese el caso, lo normal debería ser que entienda lo que es un fabricado en un taller de la armada o qué tipo de investigación se hace, ¿no lo cree?

Err, eso es, um—

Su Excelencia, es natural que el Ministro-kakka no sepa de ello.

Quique respondió en lugar de Garido quien se silenció a las palabras del príncipe.

En primer lugar, no había un presupuesto decente asignado a mi investigación. Aunque se le llame investigación, maa, es igual a mi hobby, y ya que los fondos son necesarios, lo pague todo de mi bolsa, es como eso, sí.

Por la forma de hablar de Quique, era como recitar un reporte detallado de no estar obligado a nada ya que no recibió fondos. O quizás, podía ser un pobre sarcasmo hacia los jefazos que no comprendían su investigación

Sin embargo, el hecho que el taller de la armada esté manejado por el financiamiento de un Jefe Ingeniero es un problema en sí.

¡S-Su Excelencia, tal cosa, me permite un momento! Acerca de su preocupación con eso—

¿Asumo que la pregunta de Su Majestad es sí puedo hacer una cosa similar al guantelete?

U, umu

A menos que vea el artículo, es una lástima, pero siendo directo…maa, es casi imposible.

¿Imposible? Como lo esperaba, es imposible.

Más bien, si tal cosa existe, me encantaría verla para futuras referencias. Es un gusto saber que hay personas que son devotas a su entusiasmo a la ingeniería mágica además de mí.

Entonces…alguien más lo hizo y se lo dio a Hokon, ¿me pregunto yo?

¡Su-Su Excelencia! ¡Es apresurado asumirlo así! ¡Aún investigamos el taller de este hombre!

¿Eh? ¿Puede ser que esté bajo sospecha?
Quique miro a Garido-kyou asombrado. Está bien para el ministro que de alguna manera es promovido a un militar por mostrar tal fortaleza y nerviosos de acero, pero su manera de pensar es muy inflexible. Estaría bien dejarlo comandar una armada que estaba comprendida por oficiales capaces, pero dejar que la misma persona lleve estrategias puede ser una apuesta considerable.

Isaac ondeó su mano levemente para callar a Garido-kyou y le habló a Quique.

Maa, la posibilidad es nula ya que el guantelete original está indeterminado. Incluso los subordinados de Hokon no saben de dónde y cómo su líder obtuvo ese guantelete.

Qué pena, pero como dije antes, está más allá de mi capacidad hacer tal cosa.

Comprendo. Pero si ese es el caso…

Mientras Isaac gestaba con sus labios y gruñía, un botones llego a notificarle que había una persona que requería una audiencia.

¿Una audiencia? ¿Conmigo? ¿De quién?

Es Valeria Costacurta.


Isaac levantó sus cejas y por impulso vio a Lucius.

♦♦♦

A la urgida Bettina, Valeria llegó al palacio real con urgencia y por reflejo frunció el ceño al ver a Dimitar que estaba parado en la puerta decorativa del elegante jardín. Aunque era difícil decir que Dimitar era amable, él tenía una cara la cual demostraba que estaba de un muy mal humor hoy. Ella tenía una premonición del anterior saludo, descorteses palabras volaron a ella al instante que se encontraron.

—Justo cuando pensaba en eso, ellos llegaron a ella.

Llegas tarde. No andes de holgazana por ahí.

¿¡Haa!?

Aunque ella lo anticipo, Valeria frunció sus cejas a esas duras palabras y se acercó a Dimitar.

¡Tú… así le hablas a una persona luego de llamarla de la nada, ¿no?! ¡Incluso estaba pasando mi tiempo con calma en casa! ¡En primer lugar, ¿por qué razón un Hiera Glaphicos exclusivo como tú me llamó!?

Oi, no abras tu gran bocota y cállate. Los soldados están viendo.


En efecto, en el jardín donde el verdor y simétricos caminos pavimentados de ladrillos se dibujaban, guardias reales podían verse de aquí a allá. Valeria notó que uno de ellos le dio una respetuosa inclinación mientras atraía su atención.

Valeria cerró su boca, sacó el manto que ella usaba para evitar la atención pública y vistió su traje formal.

…En todo caso, debiste llegar personalmente si tenías algo de lo que ocuparte. ¡Enviar a Bettina para llamarme, hay un límite para tu pereza!

Oi, Gacha Rosa. ¿No le explicaste nada?

S-Sí. Solo pensé en encontrarme con Valeria-sama lo más pronto posible…

¿Eh? ¿Qué?

Tu asistencia es necesaria, hablando en serio, y es para ella y no para mí.

Golpeando el casco de Bettina, Dimitar sacó la espada que colgaba de su cintura.

Da igual, lo explicaré de a pocos. — Sostén esto y espera aquí mientras entro a la parte interior del palacio real.

¡E-Entiendo! Por favor cuida de Oji-sama~

Ah.

Dimitar le dio su espada a Bettina, que temblaba y saltaba repetidamente para resistir sus ganas de orinar, y procedió sin más al interior del palacio real.

¡E-Espera un momento! ¡Richternach-kyou! ¿Qué pasa? ¿Quién es este Oji-sama?

Es el Jefe Ingeniero de la armada y también el Oji-san de la Cosa Rosa, pero parece que él fue llevado al palacio real esta mañana. La Cosa Roja dijo que lo recuperaría de alguna manera y espero que Su Eminencia Costacurta apareciera personalmente.

¿El Oji-san de la chica? ¿Por qué? ¿Está culpado de algo?

Ciertamente es excéntrico, pero no es alguien que obre de mala fe.

Entrando al palacio real, una fría sombra cayó de las cercanías y el par de pisadas resonaba en alto. Incluso aquí, un considerable número de guardias reales estaban protegiendo varios lugares, pero excluyendo a Dimitar, nadie trato de detener a Valeria. El estatus como una Dominas era especial hasta este punto.

Dimitar continúo hablando en una voz muy baja.

¿…Escribiste del guantelete de Hokon en el reporte del caso de Seriba?

¿Eh? Claro. ¿Qué hay con eso?

Tú, ¿quizás hiciste uso de mi Jagieruka como un ejemplo para explicar el guantelete de ese chico? Juzgando por eso, no me extraña que sea interrogado por el mismísimo Príncipe a la Corona.

¿Eh…? ¿Qué cosa?

Pensando en eso, dado que una persona puede crear útiles herramientas de tal irregularidad, el príncipe tratará de preguntarle su historia primero. Puede ser su manera de interrogación, creo.

Manera de interrogación… ¿no?

Considerando cómo los soldados llegaron al taller y se llevaron a la fuerza al Ossan, el príncipe probablemente tenga sospechas que él es un espía de una fuerza hostil a Amaddo o un colaborador.

Entonces, ¿disiparemos esa duda?

Sí. Si él lo piensa con calma, al instante quedará claro que el Ossan y el caso de Seriba no están relacionados ya que Su Excelencia es una persona inteligente contrario a la impresión de la ciudad. Dudo que él piense del Ossan como un criminal. Para que los demás lo entiendan y liberen al Ossan, no tenemos más que elucidar esto y aquello… ¿O nos regresaos con Bettina y le decimos que no podemos abogar por el Ossan?

Uh…

Como es usual, él joven dijo cosas desagradables. Ella podía ignorarlo o contradecirlo si fuera solo un abuso verbal, pero parte malvada de Dimitar era la de ser hábil en hacer un apelativo al sentimiento de culpabilidad de las personas. Dimitar dijo tales cosas en espera que Valeria no tomara una actitud indiferente hacia Bettina de quién es amiga.

Dimitar indiferente levantó sus labios y miró al botones que llego tratando a ellos.

No hagas una cara patética. Del otro lado está Su Excelencia el Príncipe a la Corona, ¿sabes? Además, es probable que Lucius también esté.

¿¡Lucius-sama!?

…Qué interesada.

Burlándose al rápido cambio de actitud de Valeria, Dimitar reviso su semblante y comunico el propósito de Valeria para la aplicación de una audiencia con el Príncipe a la Corona.

¡P-Por favor espera un minuto!

El título de Dominas tenía la misma importancia que un ministro en la corte real de Amaddo. Por eso el botones regreso totalmente apurado a un trote que podía ser consecuente al miedo de tener esperando a Valeria.

Y parecía que el título incluso tenía efectos en los dignatarios que estaban reunimos en el pequeño salón. Sin esperar ni 3 minutos, el botones regreso casi al mismo tiempo que se fue y guío al par al “cuarto de caballeros”.

…Si no sabes qué decir, deja que me encargue del asunto.

Dimitar lo susurro levemente mientras el sonido de la puerta abriéndose resonaba.

—Ya que Bettina podría llorar si haces un comentario despreocupado y empeoras la posición del Ossan. Se ve como algo que harías.

¡Gunuu…!

A las palabras de Dimitar que toma a las personas por idiotas, Valeria tomo el ribete de su tabardo con fuerza y suprimió su enojo.

♦♦♦
Luego de una reverencia y levantar su cabeza, Dimitar se las apañó para leer la atmósfera del lugar observando los rostros de los presentes.

El Ministro Militar Garido-kyou quien tenía una antipática expresión aun metida en la conservadora caballería e infantería concentrada en el campo de batalla, y no pensaba bien de los guerreros mágicos que poseían un gran poder dentro de la armada. Diciendo nada, Garido no intentó mostrar un entendimiento hacia la investigación de Quique el cual podía ser incapaz de usar magia como una persona ordinaria.

Probablemente, el Príncipe a la Corona y Lucius estaban apaciguando a Garido-kyou quien no tenía una impresión favorable de Quique, por eso sospechaba que él era un espía - ¿Algo como eso quizás? Y la sarcástica sonrisa de Quique, quien es el centro de todo al ver a Dimitar aparecer lo hizo sentirse algo irritado.

Dimtar pensaba en el motivo que lo hizo venir hasta aquí. Él mitigo la urgencia de maldecir y vio a Valeria de reojo.

Err, um…

Valeria termino sus saludos y cambio su mirada a los alrededores con nervios. Dicho eso, esta señorita no era del tipo que se ponía nerviosa enfrente de nobles; es probable que ella se tensara con facilidad por estar frente a Lucius.

Luego de ver a Dimitar mezclando un suspiro, como si supiera sus sentimientos, Lucius fue directo al tema.

Costacurta-geika, el tema urgente con Su Excelencia… ¿qué puede ser?

E-Eso… uh, es acerca del guantelete que estaba en posesión del líder enemigo del reciente caso de rebelión de Seriba…

¿Hay algo que usted deba reportarle a Su Excelencia?

¡L-Lo hay! Bueno, si tengo que decirlo, lo hay, pero cómo lo digo—

¿Qué será, Costacurta-geika?

El taciturno de Garido-kyou apresuro a la indecisa Valeria.

Sin embargo, la presente Valeria no tenía un plan para pasar este punto muerto. Ella estaba segura que no había nada. Si lo hubiera, ¿ella no mantendría esta plática unilateral con el obstinado hombre?

Era evidente ya que Valeria veía en ocasiones a Dimitar. Era obvio que su mirada le gritaba ¡No puedes decir algo!

Su Excelencia.

Reverenciándose con su mano colocada en su pecho, Dimitar de inmediato empezó con su lio de mentiras.

—Costacurta-geika y yo nos enfrentamos al tipo Hokon. Dicho eso, los que conocen mejor del guantelete usado por ese hombre seríamos Su Eminencia y yo.

Eso supongo

Basados en eso, no creo que el Jefe Ingeniero Albiol es la persona que hizo ese guantelete.

Me gustaría escuchar su razón para eso, Su Eminencia.

La persona que interfirió no era el Príncipe a la Corona, sino Garido-kyou.

E-Eso—Richternach-kyou, explícaselo a Su Excelencia y al Ministro-kakka

Valeria no sabía lo que quería que Dimitar dijera, por eso desvió el tema a él.

Si tuviese que decirlo… sin rodeos, el Jefe Ingeniero Albiol no tiene talento para la magia. Sin talento para la magia, él no puede dibujar crestas mágicas.

¿…Y qué quiere decir con eso?

En resumen, para que el Jefe Ingeniero haga una herramienta, la cooperación de un guerrero mágico que pueda diseñar crestas mágicas es indispensable.

¡Como dije! Qué estás—

Garido-kyou.

El Príncipe a la Corona reprimió al ministro militar que alzo su voz espontáneamente.

Eso es lo que quiere decir Richternach-kyou. — Para que el guantelete de Hokon sea completado, una persona que pueda usar magia para borrar crestas magias es necesaria

Eso es correcto… sin embargo, ¿un guerrero que pueda usar magia tan conveniente realmente existe?

A lo que yo sé, no. Tampoco hay información de magia siendo usada en otros casos.

Lucius respondió en seco. Sus palabras estaban bien fundamentadas ya que su madre era la directora de la Academia Real Mágica.  

Entonces se justifica. Si la cresta mágica que sirve como (guantelete) base no existe, es imposible para el Jefe Ingeniero crear tal cosa aun así él lo quiera.

Nu…

Garido-kyou no se le ocurrió nada y a cada palabra solo frunció sus cejas.

Escuchando las palabras de Dimitar que estaba en frente del jarrón de rosas, el Príncipe a la Corona se quitó sus guantes y le dijo a Quique.

—Siendo ese el caso, Jefe Ingeniero Albiol. Mis disculpas por sospechar de usted.

Para nada, si su punto de vista es tomado en cuenta, el juicio es justificado. Además, no puedo decir nada concerniente a las crestas mágicas ya que el artículo no está aquí, pero parece que el guantelete fue creado por medio de la ingeniería mágica.

Jefe Ingeniero.

El Príncipe a la Corona entonces fue adelante y pregunto.

Me gustaría su opinión, ¿sabe de alguna persona además de usted que pueda hacer tal cosa?

Es probable que pueda ser cualquier país, este tipo de investigación está en progreso, aunque a un grado diferente, es lo que creo. — Sin embargo, no tengo conexión con compañeros investigadores de eso, así que no tengo idea quién pueda ser.

¿Quiere decir que no sabe quién pudo hacerlo?

Bueno, solo hay una persona, pero…

¿Quién es?

A decir verdad, hay una persona llamada Nareida que investigaba conmigo en mi taller, pero dejo Amaddo con el propósito de mejorar la investigación hace 5 años.

Dice que dejo Amaddo, en resumen, ¿fue reclutada?

Creo que probablemente sea ese el caso… Y eso es debido a una mala cantidad de presupuesto asignada a mi taller.
Quique vio a Garido-kyou repetidamente en su monóculo. Encontrando la cara del Ministro Militar roja e incapaz de decir algo, Dimitar bajo su rostro y río.

El Príncipe a la Corona suspiro y vio a Garido-kyou.

Ya que nuestro país tiene numerosos guerreros mágicos, puedo entender por qué la expansión artificial del potencial de guerra es apático, pero… ¿no es desagradable si tal intelecto se va a otro país? Si ese es el caso, es necesario distribuir la cartera más a consciencia.

Entonces, Jefe Ingeniero.

Remplazando al Príncipe a la Corona, Lucius pregunto.

¿Dónde está esa persona Nereida ahora?

Solo me ha enviado una carta.

¿Cuándo?

El último otoño. Era una carta para volver a estar en una investigación juntos, pero por eso, lo rechace. No sé dónde esté ahora, pero parece que estaba en Biranoba esa vez.

Biranoba, huh…

Hey, un minuto.

Mientras observaban al Príncipe a la Corona, Lucius e incluso Garido-kyou discutieron algo, Valeria murmuro levemente a la oreja de Dimitar.

Cuando él dijo Biranoba, ¿se refería a esa Biranoba? ¿Nuestros vecinos?

Eso supongo.

Biranoba era un firmante de la “Santa Alianza” y un vecino que había prosperado negociando con Amaddo. Basados en eso, era difícil pensar que Biranoba estuviese quitándole investigadores a la armada de Amaddo, aunque el pensamiento de ellos haciendo eso aún existía.

—Ah, ¿Valeria-jou? Y también Richternach-kyou.

Habiendo terminado la discusión, el Príncipe a la Corona se dirigió al par con un tono muy relajado.

¿Me pregunto si ustedes dos pueden ir de viaje por mí?

¿Ha…?

Les pregunto si es posible para ustedes viajar a Biranoba

¿Nosotros?

Hablando en serio, solo ustedes dos. — En todo caso, solo ustedes han visto ese guantelete; ¿no hay una frase que dice “tu barco ya se ha embarcado (punto de no regreso)”? También hay varias coordinaciones esenciales, pero por ahora, ¿pueden empezar su partida?

E-Eso es—

¿No pueden? ¿Incluso si tengo la tentación de usar el poder del Padre que ahora no está y que es un comando especial del Señor Inspector?

Err, bueno, no es que no pueda—

Está hecho. Gracias. Y también a usted Jefe Ingeniero Albiol.
Resumiendo su plática con un gentil choque de manos, el Príncipe a la Corona una vez más habló con Dimitar y Valeria luego de ordenarle a Quique que dejara el cuarto.

Valeria-jou, si lo recuerdo, Karin Rudbeck que es de su misma edad tiene lazos con Biranoba, ¿cierto?

Sí… Escuché que su madre materna nació allí.

Está decidido entonces… No tiene quejas, ¿cierto, Garido-kyou?

…Ya que Su Excelencia lo decidió, yo acataré la sanción de Su Excelencia.

Aunque dijo eso, el desagrado estaba escrito en la cara de Garido. No era claro por qué, pero probablemente el giro de eventos no era del gusto de Garido-kyou.

Valeria-jou y Karin-jou se dirigirán a Biranoba tan pronto las preparaciones sean completadas.

Como embajadoras de buena voluntad para Biranoba… ¿verdad?

No era raro para las Dominas que son esposas de Redountra visitar otros países como delegadas del país. Por eso, era natural que Valeria tuviera tal pensamiento al escuchar la propuesta del Príncipe a la Corona.

Iya, no como representante del país; quiero ir bajo el pretexto de visitar a los familiares de Rudbeck-jou. Si hacemos eso, incluso si problemas surgen, sería difícil tener roses entre países.

Era una decisión racional, aunque parecía que Su Excelencia omitió la posición oficial y dijo sus verdaderas intenciones. Fue suficiente, Valeria quien había escuchado eso no sabía cómo responder y solo pudo mostrar una sonrisa complicada.

Si esa persona Nereida hizo un formidable guantelete, hay una probabilidad que Biranoba esté involucrado en la rebelión de Seriba. Investigar en secreto tal cosa es una misión importante. ¿Lo harían?

C-Comprendo. Pondré todo mi esfuerzo

Valeria respiro profundamente y suspiro. En todo caso, para esta chica desesperada por logros, le era imposible rechazarlo luego de escuchar tal importante misión.

Claro, para Dimitar también, no importa qué tantas oportunidades se les presenten, él no lo siente. Levantando sus labios ligeramente, Dimitar dejo la presencia Príncipe a la Corona junto a Valeria.

♦♦♦

—Yo

Cuando el par regreso al jardín enfrente al palacio real, Quique Albiol estaba esperado por ellos junto a Bettina pegada a su cintura.

Qué mala pasada, huh, Ossan.

Iya, qué va. Por lo mismo, el problema es para Su Eminencia Costacurta, como lo siento.

Quique apretaba la cabeza de Bettina que moqueaba y se inclinaba. Esa era su propia forma de darle su respeto a Valeria, pero habiendo dicho eso, él no le prestaba mucha atención a las formalidades. Habiéndose acostumbrado a la insolencia de Dimitar y la familiaridad de Bettina, Valeria no tomo como ofensa la actitud de Quique.

Mientras sostenía el ribete de su vestido debajo del tabardo, Valeria se inclinó y entonces le pregunto a Quique.

Debo preguntárselo aquí sin rodeos, pero el Jefe Ingeniero no hizo ese guantelete, ¿verdad?

¿Presumo que esa cosa les dio problemas?

Quique sacó un kiseru del bolsillo de su pecho de su arrugada bata blanca y lo agito. En ese momento, un rayo de luz salió con un “poun”. Probablemente era un ítem que Quique creó con la ingeniería mágica.

Aspirando el humo con un “fuka”, Quique asistió.

—Ma, en teoría es fiable, pero es imposible en la realidad. Es lo que digo ahora, pero puede ser posible si existe un guerrero mágico que pueda usar la magia para borrar al instante crestas mágicas y si su cooperación es obtenida.

Magia que borra crestas mágicas existe. Es usada primariamente para despojar a guerreros mágicos que cometieron crímenes con su magia; sin embargo, no podía borrar crestas mágicas al instante. A lo mejor, la velocidad era casi la misma que dibujar crestas mágicas, y llegaban al grado de borrarlas de poco a poco, él había escuchado de ello.

…Por el contrario, ¿quiero preguntar si ese guantelete realmente existe?

Sí.

Dimitar respondió más antes que Valeria.

Incluida esta persona (Valeria), pero ya lo he visto. — Más bien, incluso puedo verificar que las crestas mágicas grabadas en la hoja de Jagieruka han desaparecido por completo, ¿cierto? Sufrió daños del guantelete, ¿sabes?

En el caso del metal, cabe la posibilidad que ellos las (las crestas mágicas) estén desgastando con calor. No lo creeré a menos que vea esa cosa.

Eso me recuerda… ¿me pregunto por qué no fue descubierto?
Hokon había pasado sus momentos finales dentro de la ardiente mansión. Por eso, el guantelete en cuestión debió ser recuperado por la investigación de cada rincón y grieta devastada por el fuego.

¿No se volvería un problema si se encontrara?

¿Eh?

El cuerpo carbonizado de Hokon fue encontrado.

Censurando el comentario de Quique, Dimitar continúo.

…Pero el guantelete no estaba en la mano de Hakon. Su cuerpo había continuado igual a pesar de lo fuerte que pudieron ser las flamas, así que es inconcebible para el guantelete el cual está hecho de metal derretirse sin dejar rastros. — Siendo ese el caso, solo puedo pensar que alguien se lo llevo.

Teniendo eso en mente, Su Excelencia parece pensar que Hokon tenía un colaborador. Diferente a Bigerou, seguramente alguien quien puede manipular magia peligrosa.

Ossan.

Dimitar pregunto con una apariencia pensativa en su cara.

¿Qué tipo de persona es esa Nereida? Ella no había estado en su casa cuando empecé a ir y salir de ella, ¿cierto?

Ahora que lo pienso, tampoco sabía de esa persona.

Bettina concordó con las palabras de Dimitar. Si fue hace 5 años, ella sería una chica de 8 años por ahí. Para una chica con una falta de discernir lo que viene y va, el taller de Quique era muy peligroso.

Si ella sigue viva, debe estar por los 30 ahora. Además no conozco su pasado tan bien.

Me asombra que hiciera una investigación tan importante con tal persona.

Eso fue porque era una investigación que no recibía fondos. No tenía razón para rechazar su asistencia. Más que eso, ella era calificada. — Sin embargo, si lo pienso ahora, quizás la intención de esa mujer desde el inicio era robar mi investigación.

Esa persona… ¿es una mujer?

Nereida es su nombre, Su Eminencia. Es una mujer muy hermosa de cabello negro. Solo puedo describirla por las características de su apariencia exterior hasta este punto…

Si es en Biranoba, el cabello puede no ser común. Por ahora, solo podemos investigar con esa pequeña pista.

¿No es lo mismo que agarrar agua con las manos? —

Sintiendo la fatiga desde que salió, Valeria suspiro.

Sin embargo, si ella considera esto como una oportunidad para hacer una gran hazaña, es una plática beneficiosa. Además, era plausible que hubiera varias gratificaciones.

—Entonces Richternach-kyou, haz las preparaciones sin cometer ningún error.

Ordenándole eso a Dimitar, Valeria empezó a regresar a casa.

Diferente a su anterior misión, esta misión – aunque es un secreto nacional – no requería cuestiones de su estatus social o hacer algo precipitado; ser una Dominas hasta el final, y esconder su verdadero objetivo y dirigirse hacia Biranoba.

En resumen, es un viaje de gala, ¿cierto?

Valeria mezcló un murmuro mientras tarareaba.

Ella estaba segura que habría tres comidas por día y una siesta al llegar a Biranoba, y una fiesta de bienvenida por la noche. Sin mucho decir, ella no debía olvidar que era una orden imperial del Príncipe a la Corona, pero si estuviera dentro de lo perdonable, no estaría bien disfrutárselo, o es lo que Valeria pensaba.

Por eso, Valeria llamó a Nei y Maru que eran sus amigas de la infancia, así como también criadas cuando regreso de la mansión y empezó la selección de un vestido.

¿Irá a Biranoba?

Sí…Ma, Karin parece que también se irá.

Abriendo el closet, Valeria reviso la variedad de vestidos de un lado al otro.

Durante las misiones o ceremonias, ella estaba obligada a usar el tabardo concedido por el Rey; por lo que ella quería usar algo que le gustara algunas veces.

—¿Mu?

Recientemente, Valeria por fin se había quitado el vendaje de su frente, y su padre Borha se veía aburrido en el cuarto.

¿Qué ocurre, Valeria? Es inusual para ti quitarte uno y ponerte otro vestido.

Eso no importa, ¿cierto? No tiene nada que ver con Chichi-ue.

Sosteniendo el vestido contra su pecho, ella repetidamente giraba ante el gran espejo y respondió de una forma descortés.


Aunque era un pariente sanguíneo, ella no podía hablar de los detalles de su misión ultra secreta a lo bandido. E incluso si no, como resultado de andar diciendo que ella iría a una misión secreta la última vez, su padre se metió en el palacio de Lucius y causó un inconveniente.

Por lo mismo, Valeria se hizo a la idea de no hablar de la misión esta vez.

¿Y bien? ¿Es un baile que se celebrará en el palacio con alguien? Oí de los extravagantes eventos que siguen en revisión temporal debido al reciente caso en Seriba.

Aunque Su Majestad no debe haber regresado con su amante, no hay necesidad de auto-frenarse, ¿cierto? Si Su Majestad regresa en un futuro cercano, una explosiva celebración de victoria se celebrara en el palacio, ¿así que no debería ser devota a mí misma con un nuevo vestido?

La protagonista de esa celebración obviamente era Valeria y ella ya había ordenado un vestido.

Sin embargo, no importa qué tanto lo pensara, ella sabía que no sería divertido andar en fachas con los invitados en el día acordado. Por lo tanto, para esta misión donde ella estaba a sus anchas, Valeria intentaba encontrar un espacio para su disfrute a cualquier costo.
 
Entonces, ¿por qué escoges un vestido?

…Haces tanta bulla para todo.

Valeria suspiro exasperada y volteó su cara a su padre.

Solo voy a acompañar a Karin ya que visitará la casa de sus padres en Biranoba. Es suficiente, así que deja de meterte

¡¿Qué!? ¿¡Irás a Biranoba!? ¡Cómo es que no escuche de esto!

¿No es obvio? Esta es la primera vez que lo menciono. Por cierto, iré incluso si dices que no, ¿bien? Ya que soy la líder de esta familia, no tengo porque darte razón por cada detalle Chichi-ue.

Ya lo sé… Pero ¿Biranoba? …Y si no me equivoco, ¿Karin es la hija de la Casa Rudbeck?

¿Qué con eso?

Eso significa que su familia debe ser muy distinguida. — ¡Bien, ve, mi hija!

Como dije, iré aún sí tú me lo dices—

Aunque es un país pequeño, Biranoba tiene una larga historia. Si es con una familia distinguida, puedes alcanzar un estatus social alto. Y parece que ya estás lista para asistir a una fiesta por esa apariencia. ¡Ahora, ve adelante y captura a un hijo de esa buena familia, será el tercer o segundo hijo!

¿¡Haa!?

Borha en seco se lo dijo a Valeria y empezó a empujarla por su espalda, pero era de esperarse si pensaba en ello. En resumen, él probablemente quería decir que fuera y buscara un esposo. El asombro y enojo fluyeron simultáneamente, causando que Valeria arrojara el vestido en sus manos hacia Nei.

¡No tengo que buscar a un esposo, ¿cierto?! ¡Desearía que dejaras de sacar el tema por cada cosa!

No te digo que consigas un novio de inmediato. Pero por los 9 años siguientes, mientras aún puedas—

¡Es ahora o en 9 años, no quiero escuchar tales cosas de ti! ¡No me gusta vivir para traer a un heredero!

N-No, yo no—

Porque eres mi guardián que te permito quedarte en esta mansión, pero aun así puedo vivir sola. Si vas a quejarte por más cosas, ¿por favor puedes irte de esta casa, Chichi-ue? ¡Por el dinero, puedo dártelo ahora con todos los intereses incluidos!

La Casa Costacurta había estado en un gran declive durante la generación del abuelo de Valeria, pero se recuperó gracias a la vasta cantidad de dinero que Borha había preparado cuando fue adoptado por la familia. Como esperarías, una persona que digas tales cosas a Valeria no tiene que existir más, pero su abuelo esa vez fue maldecido por vender a su hija con un mercante por dinero.

Era una vieja historia, lo de su abuelo y su madre ya había quedado en el pasado, pero Valeria aun niega a su abuelo quien trato a su madre como un material de transacción, y ella no podía llevarse bien con su padre que compró de esta manera a esta familia.

Debido a eso, Valeria no podía dejar de oponerse a su padre quien la molestaba con conseguir un esposo lo más pronto posible.

Viendo la espalda de su padre saliendo del cuarto sin ánimos, Valeria expulso su enojo.

Ojou-sama—

Nei quien ayudaba a Valeria a escoger un vestido habló con una expresión indescriptible.

Danna-sama no piensa en Ojou-sama como una herramienta para dar un heredero—

¡Ne—i! ¡Suficiente de pláticas!

…Hai

                                          ♦♦♦

Eventualmente, se arregló que Dimitar y los otros partieran a Biranoba una semana después. Karin Rudbeck probablemente había enviado una carta a sus parientes durante ese periodo para fechar la visita. Aunque no iban de visita como los representantes de un país, los otros necesitaban prepararse adecuadamente para recibir a un par de Dominas.

En todo caso, el rol de coordinación no era el trabajo de Dimitar bajo estas circunstancias. Su deber era de actuar como escolta hasta el final. Lo mejor sería si no llegase su turno de actuar, pero dependiendo de la situación, podía haber un momento cuando él actuaría como un espía. Quizás en esa ocasión, Dimitar tendría que ensuciarse sus manos,

…—Para empezar, quiero preguntar esto, pero…

Dando una mirada hacia Bettina quien estaba corriendo dentro del taller con un “gashon gashon” y consolido el equipaje, Dimitar le pregunto a Quique.

Por aquello, si esa mujer llamada Nereida realmente está involucrada en la rebelión de Seriba, será una persona buscada en Amaddo.

Estoy seguro que está al tanto.

Quique respondió sin interés mientras limpiaba el tazón de su kiseru con una pieza de papel retorcido.

—Cabe la posibilidad que tenga que matar a esa mujer; aun así, ¿estás bien con eso?

¿Buscas mi permiso?

Si estabas en una irremplazable relación con esa mujer, pienso disculparme.

Oi oi, no hables de esas cosas con niños presentes.

Quique relleno otra vez el tazón con hojas de tabaco molido, encendió el fuego y entonces apretó sus cejas.

¿Me pregunto si ella es tu hija?

Tome custodia de ella y la críe, así que es como una hija para mí.

¿Así es eso? Tienes gustos raros.

Kora.

Dejando de lado a la Cosa Rosa.

Dimitar se levantó de la silla que estaba por la ventana.

—Ya que no te importa, no me contendré contra ella. Es más fácil de esa manera. ¿Hay algo más?

Por algo más, ¿te refieres?

…Por ejemplo, ¿ella es una gran maestra de esgrima o una experta en magia?

Nunca la vi usar una espada o magia… Pero sabe lo necesario, así que puede estar ocultando el hecho que puede usar magia.

Decir que sientes que lo oculta, ¿sospechaste de esa mujer hasta ese punto?

Quique no contesto la pregunta de Dimitar. Ya que él nunca había escuchado esa pregunta, él vio por fuera de la ventana y sacó el humo.

Honestamente, incluso Dimitar no podía entender las verdaderas intenciones de este vejete. Desde el inicio, él era un hombre que le dio la espalda a una promoción y la fama, solo se metió en las investigaciones que quería hacer. Siendo separado del mundo, la autenticidad de las cosas que hablaba no podía ser confirmada.

Dimitar sostenía el mango de Jagieruka en su mano izquierda y suspiro.

—Cosa rosa, es hora de irnos.

¡Haai!

Con el equipaje sujetado en la espalda de su pequeño y robusto cuerpo, Bettina se inclinó ante su tío con un “pekori”.

—Pues bien Oji-sama, Bettina irá a borrar los arrepentimientos de Oji-sama.

Oi, deja esa manera de hablar. Es como si hubiese muerto de una manera innatural.

Por un momento, Quique sonrió amargamente a su sobrina quien se había equivocado con el uso de esas palabras y tapo su kiseru con el borde de su cenicero.

…Maa, creo que Dii lo sabe perfectamente, pero ustedes dos, tengan cuidado de no andar dando información clasificada, ¿de acuerdo?

Roger-desu~

Sí, estaré vigilando de cerca.

Despedidos por Quique, Dimitar y Bettina dejaron el taller detrás de ellos.

Dimitar-san, Dimitar-saan.

¿…Qué?

Estoy convencida de saber qué tipo de persona es Valeria-sama, pero ¿qué tipo de persona es Karin-sama que viajara con nosotros esta vez-desu?
No me preguntes. Todavía no me encuentro con ella.

¿Así es eso-desu? Pero de seguro es una buena persona ya que fue elegida como una Dominas, ¿cierto?

Supongo. Parece competente, es probable que sea del tipo calmada y prodigio… Su Eminencia (Valeria) está por sobre esa persona (Karin), no lo creí en su momento.

¡Si ella está por sobre Karin-sama que es un prodigio, entonces Valeria-sama es un genio-desune!

Más que genio… esa persona es una cabezona. Es del tipo que no sabe nada de teorías mágicas y logra todo por instinto o intuición.

Levemente arrugando su frente, Dimitar cerró su boca al ver un carruaje parquearse dentro de la Academia Real Mágica. Allí había tres chicas y Lucius estaba parado al lado del carruaje.

¡Ah!

Notando al equipo de Dimitar, Valeria se quitó su sombrero adornado con plumas y alzó su voz. Ya que este era un viaje personal, Valeria no estaba usando su ropa ceremonial de Dominas bajo su tabardo, sino un hermoso vestido naranja típico de la hija de un noble.

Llegas tarde—¡Es descortés hacernos esperar!

Ma ma, Valeria-jou, ya que este es un viaje de largo tramo…

Cuando Lucius dijo eso, Valeria se giró a él con la sonrisa de una flor y asistió.

Si Lucius-sama dice eso…hai

Dii, vienes ligeramente tarde.
Llegue a tiempo.

Confirmando la hora en el reloj de la torre, Dimitar dijo eso.

—Si tienes quejas, debiste especificar que había que estar 5 minutos antes.

Mira—

Cuando Valeria abrió su boca con enojo, el timbre señalaba el inicio del mediodía. En vez de perder su tiempo, Valeria inhalo un gran respiro y bufo con un “¡funn!” y alejo su rostro.

Lucius hundió sus hombros ligeramente y le presento al par a Dimitar.

—Dii, ella es Karin Rudbeck-geika y su Hiera Glaphicos exclusiva, Petra Rudbeck-jou.

Su fama es muy bien conocida.

Ya que Valeria y Karin estaba en buenos términos, era probable que Karin ya haya escuchado de la personalidad de Dimitar. Era inútil tomar un comportamiento cortés ahora, pero ya que Lucius estaba cerca, quizás lo mejor es ser respetuoso desde el inicio al menos.

Soy Dimitar Richternach, Su Eminencia.

Dimitar colocó su mano derecha en su pecho, inclino su cabeza y se reverencio.

……

La belleza con el cabello plateado—Karin Rudbeck vio a Dimitar quien es más alto que ella.

Esta chica probablemente es más prudente y cautelosa que Valeria. Tratando de ver los sentimientos de sus oponentes sin revelar sus emociones—mientras lo examinaba, qué era lo que Dimitar pensaba mientras daba una mirada indiferente.
 …El gusto es mío, Richternach-kyou.

Luego que un tiempo pasara, Karin saludo a Dimitar.

Aunque puedes darnos uno que otro problema, espero trabajar contigo, Richternach-kyou.

Golpeando sus anteojos, Petra Rudbeck sonrió dulcemente. Aunque Karin y Petra eran primas de la misma edad, se sentía innatural para Dimitar que Petra sonriera como si fuera la prima menor descortés.

Aunque esto y eso son cosas que no podía decir, Dimitar golpeó ligeramente la cabeza de Bettina que estaba cargando el equipaje al carruaje.

…Ella es la sobrina del Jefe Ingeniero Albiol y la asistente de Costacurta-geika, Bettina Albiol. Ella nos acompañara en este viaje como escolta junto a mí.

¡Be- Bettina-desu! Mucho gusto~

…El mío.

Respondiendo indiferente, Karin se volteó a Lucius.

…Entonces Vice-Líder, partimos ahora.

Sí, como guste.

Prestando la mano de Lucius, Valeria y el resto abordaron el carruaje.

—Dii—

Lucius le murmuro levemente a Dimitar que confirmaba que su equipaje estuviese seguro.
Creo que está de más decirlo, pero la seguridad de (Karin y Valeria)—

Lo sé. Más que eso, ¿no es natural que haya más asistentes?

Era un lujo que 4 personas tuvieran un carruaje de dos caballos, pero si el par de Dominas de las que Amaddo estaba orgulloso se fueran a un viaje al extranjero, ellos contratarían a decenas de asistentes o escoltas adicionales.

Incluso si era un viaje personal, ser capaz de contar con el número de asistentes a mano era en efecto necesario.

Esta eso, pero… no es necesario del otro lado.

¿Al otro lado?

El hogar de la abuela de Rudbeck-geika— la Casa Valiente espera por ellas así que hicieron los preparativos necesarios.

¿..Esa es correspondencia adicional?

Creo que es una táctica para expresar algo, pero… maa, llevarse asistentes sería más responsabilidad, y en el peor caso, tu carga puede incrementarse.

Lucius lo murmuró con una voz baja. Aunque no estaba claro qué pensaban Valeria y Karin, pero al menos Lucius parecía haber tomado en consideración la posibilidad de que se llegase a eso.

—Como esa, te lo dejo a ti.

Sí.

Las chicas habían abordado el carruaje, pero sin un chofer, el carruaje no se movería. Por eso, Dimitar se sentó en el pedestal del chofer y tomo las riendas.
 Um~, ¿Qué de esto es bueno para mí…?

Estará apretado si entras y las tres personas allí pueden llorar… te vienes conmigo. Ponte tu manta así no te verás sospechosa.

Roger-desu~

Dimitar espero por Bettina, quien estaba subiendo al pedestal del chofer con un “noso noso”, y entonces golpeo las riendas con un “snap”.

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