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Capítulo 1: Espalda Distante


Una ciudad quemada.

Todo lo que era reconocible fue devorado, engullido por las lenguas de las flamas.

Hasta ahora, era conocida como el área superior de Elpis, habitada por solo aquellos que eran especialmente ricos entre los ciudadanos influyentes de la Federación Mercantil.

Al verlo, muchos de los jardines de los ricos fueron hecho humo, uno tras otro. Sus mansiones unidas a sus jardines, color blanco, rojo, o azul están todos marchitados a la misma ceniza negra mientras los edificios pierden su forma y sucumben. Lo que una vez fue una avenida lineal con árboles verdes se transformaron en un camino de luz iluminado por una serie de gigantes antorchas.

[…No puede ser.]

En un rincón de la plaza, lejos de cualquier chispa danzante perdida del incendio, una pequeña y delgada figura usando una capucha sin fuerza de desplomo en sus rodillas.

[No puede ser… esto no es real, ¿verdad?]

La persona viendo directo al centro del incendio, ignorando cómo brillaba la luz del incendio en sus ojos. A ciegas, sin un solo centello en sus apagados ojos, veían a lo que estaba perdido. Al observarlo, las flamas empezaron a ir a la plaza con una tremenda fuerza.

Una Bestia había sido liberada en la Isla Flotante.

Era el Materno, la Asfixiante y Envolvente Quinta Bestia. Una masa enorme de liquido viscoso que debería ser incapaz de moverse por su propio poder, independiente a eso – si lentamente – se mueve. Todo y nada de cosas vivientes que lo tocan eran derretidas, como si fueran metidas en un fuerte ácido.


Sin embargo, en algún otro lugar, considerablemente lejano a ese lugar, y nunca se movía muy rápido. Probablemente devoraría pronto la ciudad, pero tal escenario no ocurría en un tiempo. Quedaba tiempo.

[¡Hey, muévete!]

Un hombre bestia apartado de la figura encapuchada, un gran ramo de equipaje cruzaba su espalda. La figura lloraba mientras aplastaba un pedazo de pavimento, su fina capa rápido se volvió en algo sucio y mundano.

Una gran cantidad de personas corrían por allí. Con casi sin excepciones, sus ojos estaban que disparaban sangre. Incomprensibles palabras de oraciones, nombres al azar, y gritos que salían de su boca. Algunos llevaban equipaje y otros no. Se empujaba y tiraban de su camino a otros, siempre intentando dar un paso delante de alguien más para poder llegar al puerto, a las aeronaves, y salir de la Isla Flotante.

Era de conocimiento común para todos quienes vivían en el cielo que la 17ava Bestia no podía volar. Ya que no podía estar en el cielo, el Materno no les alcanzaría.

La multitud, se volvió una estampida por el caos y el ajetreo, sin importarle lo que yacerá bajo sus pies. Una y otra vez, esa pequeña figura fue golpeada como un balón, sus llantos fueron tragados por el sonido de las pisadas y voces de enojo.

Eventualmente, el número de gritos, fueron llevados por las llamas, hasta que el último desapareciera en la plaza.

En su despertar estaba la pequeña figura, que ahora se había vuelto algo que parecía un trapo sucio. Con sus pequeñas manos y pies plantados en el pavimento, temblando con el esfuerzo de levantar su cuerpo. La capucha de su capa se había roto, exponiendo su cara.

Era la cara de un niño.

En su cabeza, orejas negras triangulares. En sus mejillas, tres largos y delgados bigotes. En su genética se mezclaba sangre de Hombres bestia, una rareza en sí misma, había casos donde el niño podía haber nacido con pequeños rasgos tales como en sus cuerpo.

El niño lo vio otra vez, sus ojos cristalinos se apuntaron más allá de las llamas, hacia el lugar donde cada día de su vida había existido hasta el otro día.

[¡…Hey! ¡¿Estás bien?!]

Un Borgle usando ropa anti-fuego llego corriendo a la chica, llamando a la chica como si fuese de verdad se pareciera a un harapo sucio.

[Lo siento, pero voy a tocarla por un rato.] Torpemente palmeo el cuerpo de la niña desde arriba de lo que había sido su abrigo mientras hacía muecas y soltó un pequeño y patético grito. La cara del Borgle se hizo más oscura mientras se daba cuenta cuál era su condición. Sintiendo su suave y flojo cuerpo, juzgó que sus huesos estaban todos quebrados. La chica estaba en una condición crítica, y sin duda moriría a menos que fuese cuidada de inmediato.

[Por favor… suéltame…] La chica golpeó el brazo del impotente Borgle, intentado alejarlo.

[¡Hey!]

[Necesito ir… lo sé, es imposible… pero aun así…]

[¡Hey, no te presiones! ¡Esa área ya se ha ido! ¡No debes acercarte más!]

[Es imposible… pero estar… allí…]

Ella se paró. A pesar de su tambaleo, empezó a caminar, hacia el fuego creciente. [Porque… el día de hoy… se supone que me encontraría… con él…]

La chica rápidamente llegó a su límite. Sus rodillas le fallaron, y se derrumbó al lado izquierdo de su hombro. [Voy… a encontrarme… dile que lo siento…]

[¡Cielos, te dije que no te presionaras!] El Borgle levantó a la chica otra vez. No sabía si había sido dolor, fatiga, otra cosa, o todas ellas combinadas, pero se había desmayado. Él chasqueó su lengua, envolviéndola en su ropa anti-fuego.

Claro, ya lo había notado. La Bestia aún estaba lejos de la ciudad. Naturalmente, eso significaba que el incendió se detendría al no estar relacionado al ataque de la Bestia. Dicho eso, juzgando por cuán rápido las llamas habían crecido y rodearon la ciudad, no podía ser considerado un mero accidente.

[¡Si igual todo va a desaparecer y ser devorado por las Bestias, solo es diferencia de si es tarde o pronto!] Fue una desgracia, pero la ciudad probablemente también es el tipo de lugar para facilitar esos sentimientos.

El Borgle gritó en seco mientras colocaba a la lastimada chica en su espalda. [Aunque, solo pensar en el tipo de persona que hizo todo este incendio me hacer querer vomitar.]

[Feo…dor…] Aún inconsciente, la chica fue y murmuró el hombre de alguien en su delirio. […Lo siento… decir… tales cosas egoístas… voy a disculparme, por eso… por eso… por favor…]

El Borgle bajó su cabeza, intentando hacer lo mejor por no escuchar las palabras dirigidas a alguien que ya no estaba allí.

Él reajustó la posición de la niña en su espalda, luego empezó a regresar al puerto.

3 comentarios:

  1. Buen capitulo, pero... ¿Donde están los otros? Por favor siga traduciendo más si Dios y ustedeslo desean

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  2. Hola, me podrían decir si la van a seguir traduciendo? Por favor...
    Es que quiero saber que pasa.

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  3. Excelente capítulo buena traducción

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