La conciencia de Hiro fue
despertada por una impresionante luz que le traspasaba sus parpados y dio
estímulo a sus pupilas. Después de hacer sombras con su mano, abrió sus ojos
con lentitud, y lo primero que llego a su vista fue un enorme árbol que le hizo
percibir su anillo anual. La luz del sol se vertía a través de los orificios en
las ramas y hojas que crecían aleatoriamente.
Cuando levanto la parte
superior de su cuerpo y observó a su alrededor, diviso innumerables árboles, era
un bosque tan oscuro que no lograba mirar más allá de él. Pero curiosamente, no
lo hayo terrorífico. Más bien, hubo algo que tranquilizador al respecto. Por lo
tanto, Hiro no estaba alterado o gritando, sino también fue desagradable el
estar callado.
[Haha, ¿y esto dónde es?]
Después de todo, fue una
línea cliché, pero aquellas fueron las únicas palabras que le pasaron por su
mente.
Además, debería estar de
camino a la escuela en este momento, pero la sensación al tocar los arbustos y
los aromas tan naturales que le proporcionaba el viento eran tan realistas que
le hicieron difícil creer que era un sueño. Y es más, no era asfalto lo que se
mostraba ante él, sino una gran cantidad de árboles creciendo.
[Si esto es un sueño, el
tiempo me despertara…]
Hiro murmuraba para sí
mismo. De la nada se despertaría en su usual habitación, mientras daría vueltas
vergonzosamente al recordar lo asustado que estaba en su sueño.
[El explorar no es una mala
idea por ahora.]
Se obligó a persuadir su
mente decidiendo dejar el enorme árbol y seguir por el bosque. Pero no importaba
hasta dónde avanzase, no pudo salir del bosque. Los robustos arboles cubrían su
visión, e incluso si forzase los ojos, no podía ver hacia más adelante. Cuando
el espíritu de Hiro estuvo a punto de frustrarse por el hecho de estar muy
cansado para caminar.
Él apareció.
Un par de ojos dorados
surgieron de la oscuridad, brillantemente como una mancha. Se acercaba con unas
fuertes pisadas y gruñidos. Baba goteaba desde sus grandes y expuestos colmillos
como si mostrase satisfacción por la aparición de su comida.
[¿Un lobo…?]
La luz solar que envolvía a
los árboles ilumino a la bestia, advirtiendo su hermoso pelaje blanco. Siendo
probablemente del tamaño de un perro de mediana altura... cerro la distancia
golpeando el suelo con sus garras que se extiendan desde sus patas bien ubicadas.
[Ugh...]
Se preparaba para su ataque,
pero la bestia se detuvo a una cierta distancia.
¿Está siendo cauteloso?
Entonces me podría ser
posible huir.
Al recordarme, se supone que las bestias salvajes le temen al fuego... pero no
hay manera que ahora tenga algo así. Después de ello, no tendría que observar
hacia los lados; no debería tener miedo; sólo daría un paso hacia atrás y
huiría lentamente. Hiro tomo la decisión de apostar por lo que había aprendido
en la televisión.
Pero luego, al dar un paso
atrás, mientras el contacto visual se mantenía, el lobo proseguía con un paso
hacia delante. Cuando daba dos pasos más hacia atrás, prosiguió con dos más
hacia delante; cuando proseguía con tres más, daba tres más hacia delante.
Ah, esto no tiene sentido...
Ni siquiera sabía hasta dónde
debería caminar con sus pisadas que iban hacia atrás o en dónde estaba la
salida en primer lugar.
Además, ¿este lobo no me
perseguirá hasta las últimas?
A pesar de la confusión de
Hiro, el lobo repentinamente se quedó en el suelo. Abriendo su gran boca y
haciendo un movimiento fuera de lugar. Rascándose su cabeza con sus patas
traseras, luciendo aburrido. Sin alejar su mirada de Hiro, el lobo se estiro
como si fuera un gato y se echó en su sitio. Está alerta; si me muevo, me
morderá. Sus dorados ojos me lo insinúan.
¿Cuánto tiempo ha
transcurrido…? El lobo que repentinamente se había echado en el suelo, sacudió
sus puntiagudas orejas y se levantó. Casi al mismo tiempo, un sonido susurrante
se escuchaba desde detrás de los arbustos. No esperaba el mirar a otro lobo...
pero lo que apareció ante Hiro fue una hermosa chica.
[¿Hmm? ¿Quién eres tú?]
La chica se detuvo delante
del lobo mientras secaba su cabello mojado con un pañuelo. Manteniendo su
mirada en Hiro, coloco su mano sobre el lobo y comenzó a acariciarlo.
[.....]
Inclinó su cabeza con
curiosidad hacia Hiro que estaba observando el transcurso de las acciones
silenciosamente.
[Hey... Te lo pregunte a ti,
¿sabes?]
[Eh, ah, aah, ¿me lo
preguntaste a mi quieres dices?]
[¿Quién más está por aquí
aparte de ti?]
Me quedé fascinado por ti,
no hay manera que él dijera eso.
Su rojizo cabello le
recordaba a una llama en una esplendorosa hebra de seda. Su rostro bien
proporcionado era más precioso que un rubí, y con unos ardientes ojos de color
carmesí de abundante voluntad. Debajo de su piel tan blanca como la porcelana,
sus venas se observaban azules y transparentes. A menudo se comenta que el
cielo no te concedería dos obsequios, así que, desgraciadamente, sus pechos
fueron pequeños, pero aquel encanto no se reduciría ni a la mitad, y
seguramente a futuro se transformaría en una mujer rebosante de encanto.
[Ahaha... Soy Ouguro Hiro.]
Como no podía permanecer
callado siempre, Hiro menciono su nombre, la chica levemente inclino su cabeza
mientras su mirada divagaba.
[¿Ouguro Hiro?]
[Sí... pero si es complicado
decirlo, llámame Hiro.]
[Bien. Entonces, te llamaré
Hiro, pero ¿qué haces aquí?]
[He estado buscando la
salida, pero…]
[Hmm.]
Haciendo un diminuto ceño
fruncido, la mirada de la chica se aferraba al cuerpo de Hiro, como si le
estuviera observando.
Siendo solo por un momento.
[Bien, okay. No te ves como
una persona sospechosa. Buscas una salida, ¿verdad?]
De este modo, la chica le dijo
y comenzó a caminar. Hiro se apuró en seguir su espalda. Como para defender a
la chica, el lobo se interpuso. Mientras caminaba, él observaba como la cola
del lobo se balanceaba de un lado a otro, y eventualmente pudo distinguir una
gruesa capa de luz al final del bosque.
Esa era la salida que no
pudo encontrar a pesar de estar caminando por tanto tiempo. Sin embargo, fue
tan sencilla de hallar, y Hiro se sintió como si hubiera sido arrastrado por un
zorro.
Nunca pensé en hallar la
salida así de fácil...
A pesar de que estaba
confundido, prosiguió su caminar a través de los árboles que se volvían
partículas, y sobrepaso la luz.
[Eh...]
Hiro parpadeaba mientras
observaba la escena que se extendía ante él. Al levantar su vista, En lo azul
del cielo el sol brillaba arrogantemente sin nubes mientras miraba hacia abajo.
El sol era vertido hacia la tierra plenamente, y las antenas de hierba eran
balanceadas confortablemente por el viento.
Mientras sus ojos eran
atraídos hacia los diversos pastizales, Hiro se encontró a un extraño grupo en
su vista. Era un grupo que estaban montados sobre caballos de guerra en una
formación horizontal con armadura pesada, de lanzas bien mantenidas, y con
espadas en sus cinturas. Las miradas que le eran dirigidas por las personas a
caballo no se veían muy agradables.
A medida que Hiro se volvía
vacilante, un caballo se dispersó del grupo. El hombre en el caballo llevaba
una gran cicatriz en su mejilla. Además del hecho de que portaba una armadura
le daba la impresión de un guerrero. El hombre observaba a Hiro con sus agudos
ojos, como una bestia y después se giró hacia la chica.
[Princesa... ¿Te estuviste
bañando nuevamente?]
[Después del entrenamiento
hizo bastante calor, ¿sabes?]
[¿Al menos podrías llevar un
guardaespaldas contigo?]
[Ara, lleve un
guardaespaldas, ¿sabes? ¿No es cierto, Cerberus?]
Cuando la chica mencionó el
nombre del lobo blanco, le dio palmaditas en su cabeza.
[Woof.]
Cerberus dio un ladrido
alegremente. Después de respirar, el hombre negó con su cabeza consternado. En
una perspectiva de 3ra persona, se ve como cuando un hermano mayor discutiera
con su hermanita marimacho, pero—
[Entonces, ¿quién es ese
sujeto?]
Repentinamente, el hombre le
señalo a Hiro con su pulgar.
[Um, sólo soy un niño
extraviado... así que, ¿puedo irme ya?]
Él dijo eso y le dio una
afectuosa sonrisa.
[¿Estás tratando de
engañarme…?]
Sin dudas, fallo por la vena
creciendo en la frente del hombre.
[Él es Hiro.]
La chica coloco su mano
contra el hombro de Hiro.
[Nos conocimos más antes. Ya
somos como amigos, ¿cierto?]
La chica caminó frente a
Hiro y le miro el rostro. El rostro de Hiro se tiño rojizo rápidamente. Puede
ser que no estuviera acostumbrado al hablar como una chica a una distancia tan
corta, pero lo era aún más al ser una belleza.
[Q-Quizás sea su amigo, ¿me
pregunto? Sin embargo, no sé si nos podremos considerarnos amigos.]
Hiro dijo aquello
rápidamente para que no se percatara de lo aturdido que estaba.
[Woof.]
Cerberus le lanzo un
ladrido. Tal vez estando de acuerdo con él. Por supuesto, el hombre de la
cicatriz frunció el ceño.
[¿Es tu amigo...? Eso sería
bastante sospechoso.]
El hombre ni siquiera trato
de ocultar su molestia al observar a Hiro.
[¿Y qué con esa ropa rara?
Tú no eres del imperio, ¿verdad?]
De hecho, Hiro era la única
persona de aquí que usa un uniforme escolar. Partiendo, Hiro no estaba
acostumbrado al mirar personas con armaduras y espadas en sus cinturas, pero—
[Y lo más importante aquí,
tu rostro y el color de tu cabello no es igual que la gente del Imperio. ¿De
qué país vienes?]
Después de que el hombre con
heridas en las mejillas se lo dijera, él se percató de que todos no tenían
rostros tan japoneses. Además de que todos llevaban el cabello rubio o castaño,
pero nadie lo tenía negro como el de Hiro. Y dándole un vistazo más cercano,
sus rasgos eran más afilados, con hombros más altos y anchos. En comparación
con el cuerpo de Hiro, son dos medidas diferentes.
Cuando Hiro se revelo
confundido, la chica que se había trasladado a su lado le dio un ligero golpe
en su hombro. Cuando giro su cabeza en su dirección, la belleza se le acercó y
le señalo su nariz.
[Tienes un rostro muy fino;
incluso tus ojos brillan, te pareces a un mini Cerberus.]
Estaban tan cercanos que, si
le empujaran su espalda, sus labios se rozarían. El aroma levemente dulce le
estimulaba las fosas nasales a Hiro. A pesar de la situación de que Hiro se
sentía nervioso, la chica tenía una sonrisa despreocupada.
[Me gusta eso, ¿sabes?]
[Eh, aah... G-Gracias.]
¿Qué dijo tan así de repente…?
Mi mente se está volviendo violentamente loca.
[¿De qué te sonrojas? Eso le
hace ver más sospechoso. ¿Tú sabes dónde estás?]
[Dios. No seas tan
amenazante con el niño. ¡Lo asustas!]
[Princesa. Incluso si es un
niño, ¿no es aún sospechoso?]
Las palabras no fueron
escuchadas por Hiro. Estaba bien para el hombre llamado Dios le dijera niño.
Sin embargo, era extraño para una chica— quien era más joven que él—decirle que
es una chica.
[¿Por qué? Es muy lindo...]
[No es para nada lindo—]
Hiro levanto su mano,
mientras interrumpía las palabras de Dios que le causaban mover su boca.
[U-Um...]
[¿Qué es?]
La chica le miro con una
mirada piadosa. Era lamentable que descubriera que se la estaba dando a un
chico.
[Incluso si yo me veo así;
Aún tengo 16 años. 17 en este.]
[Es mentira, ¿cierto? ¿Tú
eres mayor que yo?]
¿Por qué me mira como si la
hubiera estafado?
Cuando observo a Dios en su caballo, pareció tan impactado como la chica, y su
boca se vio medianamente abierta.
[¿En verdad no tienes como
unos 10 años?]
La chica se le acerco sin
creerle.
[En verdad tengo 16 años.
Absolutamente no tengo 10 años.]
De hecho, con frecuencia a
los japoneses se les considera jóvenes a pesar de su edad real. Ante todo, Hiro
mide 165 cm. Siendo pequeño para un estudiante de 2do de secundaria, no muy
distinto de una chica. Además de eso, tiene rostro infantilizado, que, mezclado
con su atractiva apariencia. Lo hace ver más cierto.
Cuando Hiro se preguntó que
debería hacer para que le creyeran.
[¿Eres un tipo de espíritu?]
Dios le lanzo una mirada
seria.
[¡Oh, ya veo! Por ello
estabas en el bosque, pero me pregunto si los espíritus se pueden extraviar…]
Tan pronto como la chica fue
convencida, ella inclino su cabeza y gruño, “Hmm”.
Es una chica que
constantemente cambia sus expresiones. Siendo divertido de mirar, pero para
cuando Dios detuvo el caballo, Hiro una vez más se reboso de tensión.
[Por ahora, llevaremos a
este sujeto con nosotros.]
[¿Eh? Nosotros no podemos.
Sus padres deberían estar en su búsqueda. Tenemos que asegurar que llegue a su
casa.]
[Princesa, este sujeto tiene
16, ¿no? A un niño se le puede perdonar, pero es el un adulto responsable. Paso
por la propiedad de la familia real sin permiso. Por dudas, deberé interrogarlo.]
[Eh, no creo que debamos
preocuparnos. Llevémoslo a casa.]
[Podría ser un espía del
enemigo.]
[No creo que sea eso,
pero...]
[No.]
[Entonces, hare que lo
traigan a mi carruaje. ¿Está bien?]
Dios abrió su boca, mientras
las arrugas entre sus cejas se arrugaban por la chica que no quería rendirse.
[Josh, Okay. Entonces
regresemos a la fortaleza.]
Dios, que había hecho unas
vueltas desde su caballo, regreso con sus subordinados. Como si fuera un
sustituto, un lujoso carruaje apareció delante de Hiro.
[Pasa, entra. Por dentro hay
mucho espacio, por lo que no lo sentirás estrecho.]
Cerberus entró primero, y
cuando Hiro observo hacia adentro, había el suficiente espacio para que 6
personas se pudieran sentar. Después de evadir a Cerberus, quien se había
echado en el suelo, Hiro se sentó en el asiento que le proporcionaron. Mientras
que la chica que se subió después se sentó rostro a rostro con él.
[Lamento el asustarte de
varias maneras.]
[No, esto es solo un sueño,
no te culpes.]
Incluso ahora, Hiro todavía
no quería admitir que la situación era real. La chica inclinó su cabeza en
asombro.
[¿Un sueño…?]
[Sí. Hay varios detalles que
no podrían ser explicados.]
[¿No pueden explicarse por
qué?]
[Hace un tiempo estuve de
camino a la escuela, y después me vi aquí. ¿Sabes que, en los sueños, la
escenografía cambia repentinamente, y una persona que nunca has visto aparece?]
[Bueno, sí. Pero tú estás
aquí, yo creo que esto es real.]
De repente, la chica
movilizo sus caderas y se le acerco a Hiro. Justo cuando se preguntó que
sucedía, le fue puesta una cálida mano sobre su mejilla, sintiendo su suavidad
para después su atención ser llamada por un intenso dolor.
[¡Duueeleeeee!]
La chica le pellizco las
mejillas a Hiro con la fuerza que más pudo.
[¿Cómo estás? ¿No te duele?]
[¡Placentero!]
Cuando menciono una palabra
tan incomprensible, la chica alejo su mano, y se sentó nuevamente en su sitio
original. Sorprendido por tal grito de Hiro, Cerberus, que estaba cerca de sus
pies, movió los ojos.
[Observa. Esto no es un
sueño, ¿cierto?]
[Pero tú no debiste
pellizcarme.]
[Perdón. Pero yo pensé que
sería el método más sencillo de saberlo.]
[Mmm...]
No hay nada que pueda
decirle después de una sonrisa tan bonita. ¿Qué sucederá si despierto un
extraño hábito sexual?
Mientras Hiro se frotaba sus mejillas estremecidas, la ventana del carruaje
sonó.
[¿Pasa algo?]
Dios le observo con
sospecha, pero la chica le contesto sin dificultades.
[No es nada. Hiro me dijo
que esto era un sueño, así que le di un pellizco en su mejilla.]
[Hmm, escapando de su
realidad, eh... Como lo pensé, es un espía.]
Con ello, Dios se distancio
de la ventana. Hiro dejó escapar un suspiro mientras sujetaba sus adoloridas
mejillas. Aunque en una parte de su cabeza lo acepto, en algún sitio en el
extremo superior de su mente, no pudo abandonar esa esperanza de que todo era
un sueño.
[¿Qué haré ahora?]
Hiro miró hacia sus pies en
el suelo y se tomó la cabeza. Lo sintió superficial por el comprender que este
era otro mundo por el dolor en su mejilla, pero... ¿Puede regresar a su mundo,
o escapar de estas circunstancias? La ansiedad del qué debería hacer de ahora
en adelante era un gran desbordamiento uno tras otro.
[Hey... ¿Estás bien?]
La chica sentada frente a él
le dio un golpecito con su mano, que estaba en un estado perdido.
[No te deprimas mucho. Está
todo bien; No es como si hubiera sido una falta de respeto.]
[No es eso lo que me tiene
deprimido, pero... ¿qué quieres decirme con falta de respeto?]
[Oh, cierto, aún no me he
presentado.]
La voz de Hiro, que fue
vocalizada en un tono muy débil, pareció no haber llegado a sus oídos.
[Soy Celia Estreya Elizabeth
von Grantz, la 6ta Princesa del Gran Imperio de Grantz, y acabo de cumplir 15
años. Todos me dicen Liz, Hiro también me puedes llamar así.]
Ella colocó una mano sobre
su pecho y lanzo una sonrisa elegante.
[.....]
Sería una falta de respeto
si le llamara a una Princesa por su apodo ¿no? Tal vez también debería cambiar
la forma en que le hablo. No quiero que me decapiten por una situación tan
absurda.
[¿Qué sucede?]
[¿No sería muy irrespetuoso
llamarte así, Liz?]
[Todo bien. Yo dije que está
bien. Mira, incluso Dios puede hablar o hacer cosas sin ser irrespetuoso.]
[Oh, pensando en ello,
tienes razón... Entonces, supongo que te llamaré Liz.]
Ella es muy amigable desde
que nos conocimos, así que tal vez es una de esas Princesas agradables.
[Sí, es bueno que seas
honesto. Pero como es de esperarse, sin embargo, inclusive Dios no me llamaría
por mi apodo.]
[Uwooooooooo. ¡Fui engañado!
¡Sabía que esto era muy irrespetuoso!]
Al observar a Hiro tan
agitado, Liz se burló teniendo lágrimas en las esquinas de sus ojos.
[Hahaha, no te preocupes por
eso. Pero supongo que no deberías llamarme por mi apodo en público. Incluyendo
a Dios, las personas en la fortaleza se enfadarían por eso.]
¿Cómo alguien más joven que
yo me la puede jugar así—? Se ríe y divierte mientras se sujeta el estómago,
pero agradecería que no bromes con la vida y la muerte. Pero ¿por qué me dejas
llamarte por tu apodo y eres tan amable conmigo de tantas formas distintas?
[Tengo unas preguntas para
ti…]
[¿Qué es?]
[¿Por qué eres tan amable
conmigo?]
[Porque sigues vivo.]
[¿Huh?]
Incliné mi cabeza, sin
comprender el significado de sus palabras.
[¿Podrías explicármelo más
detalladamente?]
Con esas palabras, Liz movía
su mirada con un dedo en su mentón, diciendo: “Hmm”.
[Hmm. Cerberus no te estuvo
mordiendo y, además, los espíritus tampoco se pusieron ruidosos.]
[Um... ¿qué hubiera sucedido
si Cerberus me mordía y los espíritus se ponían ruidosos?]
[Tendrías que estar muerto.]
Liz se encogió de hombros y
prosiguió.
[El bosque de antes era el
bosque de Anfang que es habitado por muchos espíritus. Su Majestad, el 1er
emperador, realizo un trato con ellos para proteger el bosque a cambio de que
vivieran allí, e incluso ahora, después de 10.000 años más tarde, aún siguen
protegiéndolo de la manera más disciplinada. Es por ello por lo que a nadie más
que la realeza se le deja la entrada al bosque, y ellos tampoco podrían salir
con vida.]
[No sabía que estuve en un sitio
tan peligroso...]
No había manera de huir de
allí. Si me hubiera quedado, podría haber muerto. Escalofríos surgían desde la columna vertebral
de Hiro al oír tan horripilante historia.
[Por ello te salvé. ¿Te
convenciste?]
[Sí. Comprendo lo peligrosa
que era mi situación. Pero ¿por qué sigo con vida? Ni soy de la realeza,
¿sabes?]
[Por eso es extraño. Así que
Dios sospecha que eres un espíritu.]
[Aah, por eso... reaccionó
de ese modo, ¿huh?]
[Así están las cosas. Así
que, ya que te he convencido, ¿Podrías decirme tu historia?? ¿Qué hacías allí?
¿O en verdad eres un espíritu?]
[Si solo lo supiera, no
tendría tantos problemas…]
[¿Amnesia?]
[No es eso. Sólo soy un
plebeyo, y un estudiante de secundaria en sus 16 años.]
[¿Qué es un estudiante de
secundaria?]
[¿Hm…? ¿Los estudiantes que
van a la escuela?]
[Oh... ¿Te refieres a los
estudiantes de la escuela formativa?]
Como era de esperarse, no
pudo lograr el que comprendiera su historia. No hay forma de que hubiera
estudiantes de secundaria en este mundo. El idioma le pareció ser japonés, pero
eso no significaba en que las palabras del mundo de Hiro las pudiera
comprender...
No, esto es diferente.
Hiro finalmente se percató.
[Yo estoy hablando japonés,
¿no?]
[¿Japonés? No sé si haya un
idioma así.]
Liz inclinó su cabeza y
resoplo.
[Um, sólo por confirmar,
¿qué idioma estoy hablando ahora?]
[Grantzian.]
[¿Qué significa eso?]
[Eh, ¿qué?]
[No, sólo me pregunto cómo
puedo estar hablando en Grantzian.]
[No sé qué quieras decirme
con eso. Y lo más importante, dime, ¿qué es ese tal estudiante de secundaria?]
Liz se inclinó y acerco
nuevamente su rostro hacia él. Esta era su 2da vez hoy, pero aún no se podía
acostumbrar a eso, y Hiro mostro que tan agitado se sintió al punto de que su
corazón casi se le sale de la boca.
[¡Tan cerca! ¡Estás muy
cerca!]
[¿Sí? No debes gritármelo…]
Cuando Liz se alejó con una
mirada triste en su rostro, Hiro sintió escalofríos desde su pecho y quiso
pedir perdón. Pero igual sentía que sería fatal el que se acercara su rostro
nuevamente. Finalmente, no pudo decir una disculpa y tuvo demasiadas cosas en
cuales pensar, pero Hiro decidió contestar su pregunta para huir de esa
disculpa.
[Volviendo al tema... los
estudiantes de secundaria son como los estudiantes en la escuela formativa que
tú mencionaste.]
[¡Heh! Así que, en el mundo
de los espíritus, se les llama estudiantes de secundaria.]
Ella unió sus manos como una
doncella en rezo, y Liz se giró hacia él con ojos brillantes. Hiro le lanzo una
sonrisa irónica, y luego el abrió su boca.
[No, no soy un espíritu. Soy
humano como tú.]
[Como te lo comenté antes,
tienes un rostro demasiado juvenil. Además, pareces tener un tono más agudo que
el de un adulto.]
[En mi mundo, un chico de 16
años es menor de edad, sin embargo. Como sea, ¿los espíritus que mencionas se
ven como yo?]
[Definitivamente no. Los
espíritus no poseen voz o cuerpo. Pero Su Majestad, el 1º Emperador, parecía
ser capaz de hablar con ellos.]
[Entonces, ¿cómo crees que
yo soy un espíritu?]
Por solicitud de Hiro, Liz
inclinó levemente su cabeza mientras un dedo descansaba sobre su fino mentón.
[Um... ¿Lo siento de alguna
forma así? Además, tiene más sentido para ti el ser un espíritu.]
Él fue impresionado al
contemplar que una chica podría lograr que cualquiera de sus gestos fuera
fascínate, Liz repentinamente dio una mirada a través de la ventana.
[Deberíamos estar llegando
pronto a la fortaleza. Soy algo quisquillosa, pero te tratare como un correcto
invitado, así que tomate el tiempo que quieras por favor.]
Hiro giró su mirada en esa
misma dirección, y el sol se observaba a punto de desaparecer en el horizonte,
dejando un color rojizo junto a un resplandor en el suelo.
____________________________
El Gran Imperio de Grantz,
es el supremo gobernante del Continente Central. Su capital es llamada la gran Capital
Imperial, Cladius, está ubicado a dos días en pie desde el extremo oriente de
la ciudad, Fortaleza Taoen.
Esta fortaleza en la
historia fue registrada como fundamental por el 1º Emperador. La razón de esto
era que cuando el país estuvo al borde de la destrucción, fue de aquí, en donde
el país siguió su camino hacia delante.
Los posteriores generales de
esta fortaleza tan histórica y fundamental eran nombrados por aquellos que
portan parentesco con la familia imperial de Grantz. Actualmente, Celia Estreya
Elizabeth von Grantz, la 6ª Princesa de Grantz, posee este nombramiento. En la
actualidad se celebraba una reunión entre ella y su séquito en el salón de
mandos operacionales adentro de la fortaleza.
En el centro de la recamara,
Liz junto a dos hombres rodeaban un escritorio.
[Todo el equipo se cargará
en los carruajes. Ahora todo lo que debemos hacer es saber cómo llegar a la
fortaleza de Berg...] Dijo el hombre con una cicatriz en su mejilla, Dios von
Michael, el actual capitán de los Cien Pendones.
[No podemos eliminar la posibilidad
de ser atacados.]
Continuando esas palabras de
Dios, el que hablaba era Tris von Termier, el actual capitán de los Quinientos Pendones.
A pesar de ya ser un veterano guerrero, su cuerpo aún expulsaba una gran
masculinidad en su vejez. Ni siquiera trato de ocultar su confusión al seguir
hablando, mientras se rascaba la nuca.
[Este plan de la Princesa es
sabido por todo el Imperio. No hay seguridad de si alguien haya cometido una
falta de respeto.]
[Como es de esperarse, un
centenar de caballería y 200 soldados de infantería no son suficientes, ¿eh?]
El rostro de Liz se volvió
sombrío al mirar a Dios.
[No se puede evitar. La
mayoría de los soldados en la fortaleza de Taoen son de la Primera Armada
Imperial. No podemos traerlos con nosotros. Además, si nos dirigimos a la
Fortaleza de Berg... No, si nos dirigimos hacia el Territorio de Margrave
Grinda, podremos estar a salvo.]
La Fortaleza de Berg en el
territorio de Margrave Grinda es gobernada por el tío de Liz, Margrave Luzen
Kiork von Grinda.
[Mi tío estará contento de
poder recibirme... Pero me preocupa lo que está sucediendo en el Principado de
Lichtine.]
En el extremo sur de los
Territorios de Margrave Grinda se ubica el estado esclavista del Principado de
Lichtine. Dependiendo del movimiento del lobo hambriento del desierto, la
política futura tendrá cambios.
Cuando una expresión de
preocupación surgió del rostro de Liz, Dios le tranquilizo afectuosamente.
[Estaremos bien. No podría
imaginarme que el principado lance un ataque.]
El Principado de Lichtine ha
estado bajo el poder del Gran Imperio de Grantz durante varios años. Por lo
tanto, a pesar de la situación que el territorio de Margrave Grinda y el
Principado de Lichtine compartan una frontera, esta seguía siendo un sitio
pacifico sin conflicto alguno en las últimas décadas.
[Cierto, pero el problema en
esta ocasión es lo que se oponen a la Princesa.]
Tris se unió a la
conversación y prosiguió con esas palabras.
[Supongo, que lo más
doloroso es la intromisión de los demás herederos al trono.]
Aquel plan se debe por la
intromisión de los herederos al trono. Ya que ella fue movilizada a una zona
pacifista en donde no hay batallas, lo que le significaba la eliminación de su
escalada hacia la cima ya que no tomaría créditos por ello.
[No comprendo. Nuestra
princesa es 8ª en el orden de sucesión al trono. No hay sentido en que se metan
con usted.]
Dios evito el decirlo
directamente, por un lado, por la presencia de Liz, pero no está mal decirle
que se quedó corto.
[Eso es porque... se le fue
otorgada una de las cinco espadas del rey de los espíritus.]
[¿Qué importa eso? Eso es
sólo una espada, ¿no?]
Por tales palabras
insolentes de Dios, Liz le lanzo una mirada para acusarlo.
[Ara, si papá te escuchara,
te mataría por tal falta de respeto. O tal vez serias maldecido por el rey de los
espíritus.]
[H-Hmph, si tuviera miedo de
los espíritus, no habría modo de que este aquí en la guerra.]
Dios dijo fuertemente, pero
en su rostro se le marcaba del miedo. Tris se burló con vigor ante tal vista.
[Gahahaha, asegúrate de
pedir perdón antes de ir a la cama.]
Las cinco espadas
espirituales del emperador. Estas eran cinco espadas preciosas que fueron
refinadas por el 1º emperador luego de que el rey de los espíritus le otorgara
poderes. Se dice que en las cinco espadas ronda la voluntad de los espíritus,
como el nombre indica.
Nunca aparecerían si ellas
no te reconocieran como su dueño, y si tú intentaras en forzarles a hacer
aparición, obtendrías una maldición. Sin embargo, si llegaran a ser
reconocidos, se otorgará una astronómica cantidad de poder.
Por esa razón, también
fueron nombradas como el “Obsequio” del rey de los espíritus.
El
Emperador Espiritual de las Llamas es una espada en la que reside el espíritu del fuego.
El
Emperador Espiritual de Hielo es una lanza en la que reside el espíritu del hielo.
El
Emperador Espiritual del Trueno es un hacha en la que reside el espíritu del trueno.
El
Emperador Espiritual del Viento es un arco en el que reside el espíritu del viento.
La espada espiritual
sobrante fue perdida en el tiempo tanto así que no hay documentación de cómo
era. Sólo se sabe por las leyendas que esta favoreció al 2º emperador.
Entre ellas, el Emperador de
las Llamas era la preferida del 1º Emperador. Sin embargo, ningún emperador
después de él fue nombrado con el Emperador de las Llamas... Después de 1000
años, el nuevo propietario de la espada del Emperador Espiritual de las Llamas
apareció. Ella era Celia Estreya Elizabeth von Grantz, la 6ª Princesa.
Incapaz de poder ceder a la
Princesa propietaria del Emperador de las Llamas en matrimonio a otro país, su
padre, el Emperador, le concedió a la 6ª Princesa el título de general de
división y la traslado a la Fortaleza de Taoen, que está en la jurisdicción del
primer ejército real. Hasta ahora, todo iba bien, pero había quienes que no se
querían quedar de brazos cruzados y dejar que aquello ocurriera.
Los herederos al trono.
A medida que la fuerza
central de la 6ª Princesa, que fue nombrada como el emperador de las llamas iba
en más y más en aumento con los días y de que, al mismo tiempo, la gente iba
rumoreando que ella era la reencarnación del 1er Emperador y le brindaron su
apoyo.
Decidiendo sobre el peligro
que era tener aún a la 6ª Princesa en la Ciudad Imperial, el 1º Príncipe
Imperial, Reinhardt Schtobel von Grantz, decidió el transferirla a la frontera.
Normalmente, aquí es en
donde todos serían criticados por hacer uso de sus ejércitos personales, pero
en esta ocasión no fue el caso. Esto fue debido a la armonía entre los demás
herederos y el 1º príncipe. Ya que trabajaron todos juntos para darles presión
a los nobles que se había levantado a Liz.
Después de perder su
respaldo, Liz finalizo como una general de una fuerza lejana, y en su camino,
no había seguridades de que la facción Schtobel no tratase de enviarle un
ejército para matarla. También era posible que otro heredero enviara su
ejército personal. Así que debía atravesar estos peligros para llegar a la
fortaleza de Berg.
Dios se rascó su cabeza y
señalo hacia el mapa estirado en la larga mesa.
[Hay dos rutas hacia la Fortaleza
de Berg. Una que va desde el sur directamente, esta se le puede considerar una
trampa total. Asesinos, tropas, ladrones y con bandidos de todo tipo. La otra
se ubica en el este, es más allá del Monte Himmel por las montañas de Glaozarm,
en un sitio pequeño en el país de Baum, está en el territorio del Margrave
Grinda.]
[Lo sabes, también, también
tenemos jinetes. Ellos no podrán atravesar el Monte Himmel.]
[Si escogemos el sur, no
podremos evadir nuestra total destrucción. La única forma de elevar las posibilidades
de supervivencia es atravesar el Monte Himmel.]
Continuando las palabras de
Dios, Tris cerca de él ubicó dos piezas sobre el mapa.
[Nos separaremos. No podemos
llevar a todos nuestros hombres al Monte Himmel; necesitaremos una distracción.
Dios, quiero que tomes a la caballería y los traslades hacia Berg. Si te
encontraras con enemigos por la carretera, abandona los carruajes y haz todo
posible por obtener la ayuda de Margrave Grinda. ¿Le parece, Princesa?]
Liz no se vio muy
convencida, pero después de un momento, ella dio un pequeño asentimiento. Dios
dejó escapar un suspiro aliviado al ganar en política, y se dirigió a Tris.
[¿Qué hay de ti, viejo?]
[Cruzaré la montaña con la
Princesa.]
[Eres solo un viejo, así que
no te des tanta presión...]
[Hmph, no estoy preparado
para ver que un novato me derrote aún.]
[¿Es eso así? Tienes tus
brazos mucho más delgados últimamente ¿sabes?]
[¿Qué? ¡¿De verdad?!]
La broma de Liz pudo llevar
algo de luz a través del salón de mandos operacionales.
____________________________
En el exterior lejos de las
ventanas, el sol había desaparecido completamente, y las estrellas brillaban
sobre el cielo en el anochecer. En una habitación en la fortaleza Taoen, Hiro
yacía allí, sentado en su cama, sin hacer nada.
En la mesa a su lado había
un plato que contenía comida que había sido devorado hace bastante tiempo.
Aparentemente, Liz no mintió, Hiro fue hospedado como un invitado.
Aunque él nunca había sido
interrogado, sus movimientos eran restringidos, y todo el tiempo delante de su
puerta habría un soldado en guardia. Era egoísta seguir alarmado, pero para
Hiro, que está en un mundo que ni sabía izquierda o derecha, no había manera de
que no se moviera con cautela en este mundo.
Sin embargo, el tiempo
trascurría en vano mientras trataba pensar en qué hacer a futuro, sin tener
buenas ideas. Esta fue la etapa en que Hiro comenzó a batallar con su
somnolencia.
[Lamento interrumpir tu
descanso.]
Repentinamente la puerta se
abrió, y Liz entro. Prontamente como ella se acercó al impactado Hiro, Liz se
rasco su mejilla como pidiendo perdón.
[Hay algo urgente que debo
hacer…]
[¿Qué está sucediendo?]
[Nos largamos de aquí, y
será esta noche.]
[¿En otras palabras…?]
[Tendremos que devolver este
lugar al Primer Ejército Imperial, y Hiro no te podrás quedar aquí.]
[Eso es... ciertamente, un
problema.]
Siendo abandonado en un
extraño lugar, en donde no sabe ni izquierda o derecha. En su noche no habría
algo más abrumador que esto. Quería pensar en el que hacer, pero...
Repentinamente observo a Liz y se percató de la mirada impaciente de su rostro.
Tal vez no hay tiempo para pensar.
Entonces... Hiro decidió.
[¿Está bien si te sigo?]
[¿Eh?]
Liz hizo parpadear sus ojos
mientras Hiro le lanzaba una sonrisa irónica.
[¿No puedo?]
[Será un viaje complicado.
Estarás muerto si no tienes cuidado, ¿estás seguro de que quieres eso?]
[De igual forma,
probablemente muera si soy echado en una noche como esta.]
[Sabes, no te dejaría partir
con tus manos vacías. Al menos te daría algo de flexibilidad y comida.]
[Yo te debo una comida, Sin
embargo. Hay oportunidad de que salde este favor, pero... Sí es bueno seguirte,
lo haré.]
[Eres un tipo extraño,
¿cierto, Hiro?]
[Sí. Me lo dicen a menudo.]
Sin embargo, sobre todo lo
dice Fukutaro.
Liz lo traslado hacia la
plaza central de la fortaleza, allí, una hoguera alumbraba el lugar. Mirando
hacia el cielo, la luna llena se mostraba cerca de las nubes, cubriendo al
suelo con una luz relajante.
Frente a la puerta principal
de la fortaleza, un gran digito de soldados esperaban en sus armaduras que
resplandecían con un tono opaco hacia la luz de la luna. Al frente de ellos
estaba Dios y otro hombre de unos 40 años. El hombre de mediana edad se
acercaba a Liz mientras tiraba de las riendas de un caballo.
[Princesa. Estamos
preparados, podemos irnos en cualquier momento.]
[Gracias. Entonces, partamos.]
Después de tomar las riendas
dadas por el hombre de mediana edad, Liz se subió elegantemente a su caballo.
Un momento después, surgió un estallido de aclamaciones. Cuando Hiro se giró
sorprendido, observo a muchos soldados de la fortaleza que habían venido a esta
despedida, independientemente del número reunido.
[¡Celia Estreya-sama, cuídese!]
[¡Larga vida a Celia Estreya-sama!]
[Larga vida a el Gran
Imperio Grantz.]
[¡Que recibas las bendiciones
del Rey Espiritual!]
[Que reciban las bendiciones
de los Doce Dioses de Grantz.]
[¡Nos veremos nuevamente!]
Liz dio una sonrisa y los
saludo, atrayendo otra ronda de aplausos.
[¡Partimos!]
Mientras Liz lanzo un grito
y giraba el cuello de su caballo, un cuerno se pudo escuchar, que señalaba su
partida. Los soldados comenzaron a caminar. Hiro estaba detrás del caballo de
Liz para no alejarse mucho de ella.
[Cuando ya no se pueda ver
la fortaleza... nos separaremos. Solo me sigues, para no separarnos.]
La voz de Liz se escuchó
sobre su cabeza.
[Sí. Comprendo.]
Después de devolver su
respuesta, Hiro continúo su camino en silencio. Nadie más comento algo en
privado. Sólo estaba el sonido de las armaduras sacudiendo el aire en el
anochecer. Mientras se rodeaba de un extraño sentido de tensión, repentinamente
observo hacia atrás y el fuerte estaba con niebla y alejado de la vista.
[¡Tris! ¡Es mejor que nos
guíes por el camino perfectamente!]
Liz gritó y saltó de su
caballo.
[Me pregunto solo si usted
se podrá poner al día con este anciano, Princesa.]
Tris comenzó a correr
delante de Liz.
[¡Hiro! ¡Vamos!]
Liz tomo la mano izquierda
de Hiro, y empezaron a correr sin mencionar alguna palabra. Detrás de ellos, se
veían separados de las filas de soldados, que seguían sin complicaciones. Junto
a ellos, Cerberus corría en un ritmo estable con una mirada cómoda en su
rostro. Levemente envidioso por esa agilidad del lobo, Hiro realizo lo posible
para que sus pies no se estorben, y siguió desesperado a Liz.
Más bien, era concreto decir
que estaba condenado a correr. Cuando Hiro se acercó a sus limitaciones, Liz
comenzó a caminar.
[¿Estás bien?]
Liz le observo su rostro. Su
frente estaba cubierta de sudor, pero su aliento no fue estorbado en lo más
mínimo. Sorprendido por ella. Hiro le dio una frágil sonrisa.
[Lo estoy.]
Mientras respiraba con
salvajismo, y con cautela para no morderse su lengua, lo comento, y Liz le dio
una sonrisa.
[¿Es así? Avísame si estás
complicado. Podemos tomar un descanso si es a…]
[Princesa, usted no puede
hacerlo.]
Era Tris el que intervino en
la conversación.
[Si mimas al chico, sólo se
volverá un debilucho. Un hombre crece siendo lanzado desde las montañas.]
Él querría contradecirle,
pero con su boca apropiándose del oxígeno, no pudo hacerlo. Como para si se burlara
de Hiro, Cerberus corría por ahí con alegría.
[Hiro es sólo un niño. Si lo
lanzara fuera de la montaña, morirá.]
[¿Hm? Este chico tiene 16,
¿no? Eso es lo que me ha contado Dios.]
[Pero por fuera es un niño.
Debes ser amable con él.]
[¿Hm? ¿Es verdad que se ve
joven para tener 16... Pero ¿es un niño? Fumu, no comprendo.]
Apartando la mirada de Tris,
que empezó a reír, Hiro observo hacia detrás de él. Un gran digito de soldado
les seguían. A pesar de que sus respiraciones se veían alteradas por la pesada
armadura, no se observaban en caída.
Todos debieron tener un buen
entrenamiento. Aun así, hay algo más sorprendente.
Una vez más, miro a Tris,
que a pesar de ser el más mayor aquí, ni sudaba. De todas maneras—
[¿Hay alguien más así atrás?]
Liz dijo preocupada y
veterano soldado se vio confiado.
[Aquí no existen debiluchos.
No nos entrenamos a medias.]
Sin dudar, Tris le afirmo.
Parecía que les tiene bastante confianza a sus soldados, y tal confianza se
reflejaba en sus palabras.
[¿Es eso así? Entonces está
bien…]
Liz dejo escapar un suspiro
aliviada, y Tris le dio una sonrisa de lo más natural.
[Bien, hasta ahora.
Deberíamos ser capaces de poner nuestros pies sobre las montañas antes de que
amanezca. Si proseguimos así, nadie nos vera.]
[¿Cómo piensas que Dios lo
está haciendo?]
[No se preocupe. Ese tipo es
fuerte.]
Mientras Hiro escuchaba su
conversación, el cielo empezó a volverse despejado, y pudieron contemplar las
montañas frente a ellos. Liz aún sostenía la mano de Hiro. Tal vez era por su
cansancio... o tal vez era porque se estaba acostumbrando, no se sentía tan
avergonzado como en la primera vez.
Cuando pasaron la entrada
hacia el camino montañoso. Liz se acercó a su rostro. El rostro de Hiro se puso
rojizo por tal repentino acercamiento, pero él decidió escuchar sus palabras en
silencios en su espera.
[Más allá de esta montaña,
se ubica el pequeño país de Baum, y es un sitio lo bastante seguro. Con una
bella ciudad llena de la naturaleza. Sin embargo, no hay tiempo para ir allí.]
[Me hubiera encantado mostrarte
todo. Lo lamento.] Liz le murmuro con culpa y llamo a Tris.
[¿Me pregunto si el contacto
de mi hermano ya se habrá comunicado con el pequeño país de Baum?]
[Me encantaría decir que no
deberíamos preocuparnos, pero no creo que sea un pensar tranquilizador. Sin
embargo, no podemos eliminar que se hayan informado sobre nuestro plan.]
Tris realizo un rostro complicado
y continúo hablando.
[Además, esta vez no pudimos
enviarle una notificación al país de Baum, tendremos que dirigirnos hacia al
territorio del Margrave Grinda lo más rápido que podamos sin crear problemas
innecesarios.]
[Tienes razón. Quiero decir,
somos del tamaño de una empresa, así que es capaz que se percaten rápido.]
[Inclusive si lo supieran,
no podrían hacer nada contra el Imperio. Aunque ellos nos lo hayan jurado
anteriormente.
[Me siento culpable de que
estemos usando su debilidad.]
[Les enviaré una carta con
nuestro perdón cuando nos las arreglemos en el territorio de Margrave Grinda.]
[Sí. Estoy segura de que nos
darán su perdón al ver porque lo hacemos.]
Después de que ya
finalizaran, Liz giro su mirada hacia arriba. Cuando Hiro le observo, contemplo
una agradable colina. El camino se llenaba de plantas que eran excelentes para
un picnic, y aunque había escuchado que era algo inclinado, el aire se sentía
tan calmado que no se notaba. Un diminuto animal corría por la montaña, y mientras
Hiro lo miraba, sus ojos se suavizaron.
[Fufu, parece que te
diviertes.]
Liz le dijo. Hiro asintió
con su cabeza con una sonrisa en su rostro.
[Sí. Escuche que era
inclinada. Y me prepare para ello, pero es una bella colina, perfecta para
darse una siesta.]
[Ciertamente. Himmel es una
de las montañas más sencillas de escalar aquí en la cordillera de Glaozarm.
Pero está tan copada de monstruos que los vendedores ambulantes no pueden
transitar. Sin embargo, hasta aquí esta excelente.]
[¿M-Monstruos?]
Preguntó nuevamente con una
voz miedosa.
[Sí, así es. Cuanto más
cerca la cumbre, más aguerrido se pone. En esta ocasión debemos cruzar hacia el
otro extremo, así que será complejo, ¿sabes?]
Es espeluznante escuchar
tales palabras por el vocabulario de una bella chica. Es porque su rostro
persiste tan firme que se ve creíble.
[No te preocupes por eso, yo
te protegeré, solo debes estar parado detrás de mí y tener tu pecho en alto.]
[Woof.]
Cerberus le ladro. Yo
también te protegeré, hermano. Eso parecía decir, observando su expresión. Pero
después de un instante, no le miro, para luego.
[¿Por qué no tenemos un
descanso aquí?]
Liz le dijo a Tris. Y el veterano
guerrero le asintió mientras acariciaba su caballo.
[Tiene razón... Teniendo en
cuenta lo que vendrá, es mejor recuperar fuerzas.]
[¡Entonces está decidido!
¡Cada uno puede tomar su descanso como desee!]
Los soldados comenzaron a
poner sus espadas y escudos sobre el suelo, como fue dicho por la voz de Liz.
Hiro se posó en una roca en las sombras mientras le miraba de costado.
No es tan duro como pensé
que sería...
Tal vez está muy sencillo ya
que recién habían entrado en la montaña... pero su cuerpo estaba aguantado el
trayecto más de lo que había pensado. Ciertamente fue igual cuando corrió desde
la Fortaleza Taoen hacia la entrada de la montaña. Aunque no tanto como Liz y
los demás, Hiro logro estar al día de una forma decente.
Era impresionante que Hiro,
que nunca realizo actividades en su club, fuera capaz de correr como los
soldados que lo hacían con frecuencia.
Tal vez es por eso... Me
sienta relajante.
Cuando Hiro no pudo evitar
sonreír.
[Oh, muchacho. Lo estás
haciendo bien.]
Un veterano soldado le dio
una palmadita a Hiro en su hombro y le dijo.
[Eres lo suficientemente
sólido para tu juventud. Pienso que estarás corriendo nuevamente en 1 o 2 horas.]
[A duras penas, sabes, no es
sencillo.]
Un joven soldado se le
acerco riendo. El veterano soldado le negó con gesto en exageración.
[Sin embargo, te mereces un
cumplido al seguirnos a tu edad, ¿no?]
[Sí, cierto. Sin dudas en un
logro hacerlo a tu edad.]
De alguna manera... pareció
ser malentendido, así que Hiro les corrigió.
[Para que lo sepan
solamente... Tengo 16, ¿de acuerdo?]
[Haha, este chico tiene
palabras cómicas que decir.]
[Así es. No deberías bromear.]
[Es verdad.]
Liz intervino en la
conversación. Los dos soldados incomodos observaron a Liz.
[No, ¿eh, en serio?]
[Sí, es verdad. ¿Crees que
yo mentiría?]
Cuando Liz sonrió y asintió
con su cabeza, el veterano soldado observo a Hiro mientras se rascaba su cabeza
preocupado.
[No, Princesa-sama no
mentiría. Pero, muchacho, es muy confuso…]
[Bueno, ahora que lo pienso,
es entendible que tenga 16.]
Los dos soldados le dieron
un buen vistazo. Hiro estaba perplejo, pero desde el rabillo de su ojo, se
percató de que Liz le observaba feliz.
Ah... ¿tal vez me está dando
demasiada atención?
Un tipo desconocido los
acompañaba en su viaje. Naturalmente, los soldados estarían con tentación en
preguntar su identidad. Sin embargo, debido a la presencia de Liz, no pudieron
hacerlo. Liz pudo haber intervenido en la conversación para tratar esa
distancia tan sensible.
[Entonces, okay, el descanso
termino. ¡Partiremos!]
Además, la intervención fue
en el momento clave de la conversación. Él no sabía cuándo se presentaría el
siguiente descanso, pero estaba seguro de que la distancia entre él y los
soldados sería menos de lo que es actualmente. Hiro se levantó, y le dio las
gracias a Liz por eso.
____________________________
Han transcurrido 5 horas
desde que Hiro ha estado subiendo hacia la cima de la montaña mientras
fomentaba amistades con los soldados.
El sol hizo su aparición completa
mientras Hiro observaba sobre su cabeza, con el sitio enteramente iluminado.
Cuando asomo la vista, pudo contemplar la cima de la montaña, pero en ese
momento.
Repentinamente un sujeto
hizo aparición.
Un rostro regordete y antiético.
Con dos ojos inyectados en sangre como si estuviera calificando a Hiro y a los
demás. Dando un vistazo a su boca que se encontraba abierta, se podían mirar
dientes amarillentos con algunos caídos. Su cuello era más extenso que la
cintura de Hiro, y su estómago se expandía como un globo. Era un horripilante
monstruo humanoide.
[¿Qué es... eso...?]
Liz al momento siguiente se
acercó a Hiro, que se aterrorizo y le hablo.
[Es un Ogle. Se dice que
originalmente fueron humanos, pero un espíritu los maldijo y por ello tienen esa
horripilante forma. Es un monstruo exilado de la civilización humana y que
habita en estas cordilleras, atacan y comen la carne de los viajeros.]
Liz le explico con
tranquilidad, pero no pudo concentrase mucho ya que su aliento le rosaba las
mejillas.
[Es fuerte pero no muy
listo, sin embargo, no será complicado someterlo.]
Prontamente a que Liz dejo
de hablar, Cerberus salió corriendo.
[¡Guruaaahhh!]
En un instante sus garras
aparecieron sobre el cuello del ogle. Con un inquietante sonido, la parte alta
del cuello del ogle cayo, y la tierra se tiño de un rojo oscuro mientras
brotaba. Brutal... Hiro se giró, pero incluso por encima de eso, Paso una de
esas escenas que le hizo cubrirse los ojos. La cabeza del ogle resonaba
mientras rodaba por la pendiente. Mientras Liz miraba esa escena, hubo una
sonrisa en su rostro como si una flor hubiera aparecido.
[¡Observa!]
[... Sí.]
[Como se esperaría de
Cerberus-dono. ¡Que garra invisible! Fue una acción digna de ver.]
[Woof.]
Cerberus contestó a esos
elogios de Tris meneando su cola.
[Por allí existen muchos más
fuertes que ese.]
Una sonrisa amenazadora se
formaba en el rostro de Liz mientras se giraba. Hiro se encogió de hombros y
dejo escapar un suspiro.
[Ni siquiera me lo puedo
imaginar…]
Después de murmurar a las
espaldas de Liz, Hiro empezó a caminar nuevamente, pero sentía un continuo
dolor desde las plantas de sus pies.
Como era de esperarse, se
está poniendo más difícil.
Lo que una vez fue un
verdoso sendero en las montañas, ahora se había convertido en un sendero
mezclado de grava y grandes rocas. Con cada paso realizado más dolor sentía desde
las plantas de sus pies. Sin embargo, si intentase el perder su concentración,
su fuerza se desvanecería. Liz observo el rostro de Hiro preocupada, tal como
se mostraba en su rostro.
[Hiro, ¿estás bien? Si
duele, te llevaré en mi espalda, ¿de acuerdo?]
[No, no dejare que una chica
me lleve en su espalda... Después de todo, soy un hombre.]
Al mostrar su gratitud por
tal atención, Hiro se concentró en la cumbre. Le parecía cercana, pero tan
lejana. Aun así, ver el cambio de escena le hizo sentir que había progresado.
Además, Liz entre medio
otorgo sufrientes descansos. Para no permitir fragilidad. Algo fundamental era,
que cada que los soldados les daban un descanso, ella decía, “Eres muy
decidido” y “Sólo ten un poquito más de paciencia”. Así que fue más una
sensación gratificante que dolorosa. Desde el fondo de su corazón, él estaba
contento de acompañarla en su viaje.
Cuando Hiro se centró en tal
sentido de satisfacción que ni en su mundo anterior podía conseguir, Liz le lanzo
una mirada seria.
[De aquí en adelante habrá
muchos monstruos, por lo que nunca te alejes de mí, Hiro.]
[¿Aún veremos algo como el
Ogle?]
[Síp. Mejor dicho, aquí hay
muchos ogles.]
[Es en serio...]
[Sabes, lo digo en serio.]
Mientras Liz hacía una imitación
de Hiro, una gran cantidad de rocas rodaron hacia adelante.
[¡Ocúltense detrás de las
rocas!]
Cuando Tris gritó en voz
alta, los soldados se ocultaron velozmente detrás de las rocas. Hiro también
intento ocultarse, pero no pudo. No logro moverse ya que Liz lo tomo del brazo.
[¡Liz! ¡Hay que huir rápido!]
Cuando la frustración se
notó en su voz, Liz le sonrió con tranquilidad.
[No. Deberías quedarte aquí.
Es mucho más seguro para ti estar cerca de mí.]
[¿Qué eres tú—?]
El suelo tembló fuertemente,
lo que dificultó la estabilidad. Una roca impacto contra otra y se volvió
pedazos en el suelo. Con los escombros cayendo sobre ambos. Estaba bien si eso
hubiese sido todo, pero como si fueran meteoros, un enorme grupo de rocas
caían. Y entre una de las enormes rocas que caían al suelo.
No lo lograremos. Seré
aplastado.
Hiro no pudo evitar el cerrar sus ojos ante el pensamiento de ser aplastado.
Pero no importase cuanto tiempo pasara, el dolor no hizo aparición. Cuando
abrió sus ojos, dimensiono una roca partida a la mitad y que se estaba
derrumbando.
[Eh, ¿qué es esto...?]
Hiro le observo con una
mirada sorprendida en su rostro. Sin embargo, no había solo una. La roca
derrumbada se utilizó como un apoyo, y con un sonido sordo y fuerte, más rocas
se pusieron encima de esa. Cuando una gran roca caía hacia Hiro y los demás:
Repentinamente, la roca fue cubierta por llamas y destrozada. Los escombros se
dispersaron evadiendo a Hiro y el resto.
[Hiro! ¡No te vayas de aquí!]
Cuando el estupefacto Hiro
contestó a la voz, Liz se apresuró hacia las rocas. Los soldados, que estaban
ocultos detrás de ellas, habían llegado hacia donde Hiro con rostros
imperturbables. Junto a ellos, Cerberus se estiraba distraídamente mientras
miraba hacia el cielo. Cuando Hiro fue desconcentrado por su amplio margen de
maniobra, los tímpanos del estupefacto Hiro fueron sacudidos por una fuerte
explosión.
Contemplando a la fuente del
sonido, miro a un cabello rojizo danzando. Con las rocas delante de ella, Liz
movió sus brazos, y extrañamente, las rocas se destrozaron una tras otra,
escombros se formaron en el aire y cayeron hacia el suelo, logrando que un
hedor a quemado se sintiera en las fosas nasales mientras un humo blanco se
acentuaba en los alrededores.
[Me pregunto si vendrán más.
Hiro, ¿estás herido?]
Liz, que había afrontado a
todas las rocas, regreso sin sudar.
[Eh, no, no, pero...]
Hiro trató de preguntarle
algo, pero.
[¡Allí hay un grupo de
Ogles!]
Alguien había gritado eso.
Haciendo que las miradas de todos se giraran hacia el mismo sitio. Un grupo de
horripilantes ogles les observaba. En el centro del grupo yacía un enorme ogle,
con 7 más que le rodeaban.
[También hay un ogro. Si
Dios estuviera aquí, estaría feliz.]
Liz a un lado, murmuraba con
nerviosismo.
[¿Ogro?]
Cuando Hiro pregunto de
regreso, Liz asintió, con una mirada sin cambios.
[Así es. Uno enorme y
aterrador, ¿cierto? Es una mutación; siendo más listo y violento que el resto.
Por ello forman grupos y atacan a las personas.]
[Es posible que el derrumbe
de esas rocas fue...]
[Acertaste. Ellos lo
hicieron. Supongo que pensaron que sería agradable devorar carne humana.]
[... Pero ¿todo saldrá bien?]
[Esta no es la primera vez
que afrontamos a un ogro, si mantenemos la calma no habrá complicaciones.
Además, está la situación de que a Dios le apodan el ´Ogro´ debido a la
cantidad de veces que ha matado ogros.]
[Heh--...]
Mientras Hiro y Liz
charlaban, los soldados se alistaban para la batalla. Frente a Hiro una gran
muralla hecha de escudos era puesta por la infantería fuertemente armada.
Detrás de ellos, los arqueros preparaban las cuerdas de sus arcos mientras
esperaban la señal.
Liz, que les miraba, levantó
su mano hacia el cielo y la movió verticalmente.
[¡Arqueros, disparen!]
Innumerables flechas se
dispararon hacia el grupo de ogles. En un abrir y cerrar de ojos, Varias
flechas traspasaron los cuerpos de los gigantes matando a 4 de ellos en el
momento.
Dos Ogles enfurecidos
corrieron hacia adelante, por la muerte de alguien de su propia raza.
[¡Arqueros, dispárenles a
las piernas!]
Como Liz ordenó, los Ogles,
que habían sido impactados por tal precisión, cayeron hacia el suelo
fuertemente. Chocando contra la enorme pared de escudos que los soldados
hicieron de improviso deteniendo sus movimientos, sólo para ser asesinados por
las lanzas que estaban en las aberturas.
El Ogro sobrante junto con
un ogle decidieron escapar y se retiraban por la cumbre.
[¡Cerberus!]
[¡Woof!]
Contestando a la voz de Liz,
Cerberus saltó sobre el muro y corrió con un ritmo acelerado. Velozmente llego
hacia el ogle e le arranco la cabeza, haciendo que el ogro parara.
[Infantería con armamento
pesado! ¡Liberen el frente! ¡Infantería ligera, vengan conmigo!]
[¡Oooh!] Gritaron los
soldados al mismo tiempo.
El muro de escudos se abrió
en dos francos distintos, Desde allí Liz fue quien tomó la delantera. Tris
junto a la infantería ligera le seguían desde atrás.
[¡No bajen su guardia solo
porque es uno! ¡Él es mucho más listo y fuerte que los Ogles!]
El grupo de infantería
ligera se concentró en sus piernas. Retirándose velozmente para no poder ser
contratacados, para luego realizar un disparo inicial, siendo no lo
suficientemente fatal. El Ogro seguía avanzando a pesar de ser atravesado por
varias flechas. Era una extraordinaria lucha de ida y vuelta contra la
vitalidad del ogro.
Sin embargo, el equilibrio
fue roto gracias a las manos de una chica pelirroja.
[¡Retrocedan! ¡Yo me encargo
del resto!]
Llegado a este punto, Hiro
finalmente se percató de lo que tenía Liz en sus manos.
[Oh, ¿es la primera vez que
la ves, chico?]
Uno de los soldados golpeteo
el hombro de Hiro y le comento. Hiro mantuvo su mirada mientras abría su boca.
[Eh, ¿qué quieres decir?]
[Contempla la Espada
Espiritual, el Emperador de las Llamas.]
Su corazón latía y latía.
[Oh, sí... probablemente es
mi primera vez.]
Hiro tomo su pecho mientras
observaba a Liz batallar con el ogro. En su mano una sola espada rojiza había,
con una bella hoja color rubí, con una brillante empuñadora similar al sol. El
horripilante rostro del ogro era distorsionado por el miedo cuando unas
infernales llamas surgían desde la hoja de la espada. El Ogro decidido que el
combate cuerpo a cuerpo era peligroso y dio comienzo a lanzar rocas cercanas a
él a Liz.
Sin embargo, Liz continúo
evadiendo sin esfuerzo, con las rocas siendo quemadas inevitablemente por el
emperador de las llamas. En el momento en que Liz cerro la distancia entre ella
y el ogro prudentemente, un viento ardiente estaba en el aire. Prosiguiendo un
intenso grito del monstruo, con el gran ogro envuelto en un loto carmesí. Las
llamas se volvieron más fuertes, en vez de bajar, hasta que el cuerpo se
convirtió en cenizas.
[¡Lo ha vencido!]
Después de confirmar la
muerte del monstruo, Liz hizo una gran sonrisa encantadora y corría hacia Hiro
agitando su mano. Tal vista de ver a Liz con la Espada del Emperador de las Llamas
apuntando hacia el suelo, atrapó a los ojos de Hiro.
La belleza que puede rivalizar
con cualquier cuadro. Nuevamente, En las profundidades de su pecho eran como
fuertes golpes, Hiro dejo escapar un aliento ardiente mientras se tomaba el
pecho.
[Qué pasa... ¿qué es
esto...?]
Su corazón latía
rápidamente, sabiendo que algo furioso se asentaba dentro de él. Pero entonces
la bella chica pregunto: “¿Estás bien?”, mirándole el rostro regreso a sus
sentidos.
[¡Hiyau!]
[¿Hiya?]
Hiro fue sorprendido e hizo
un extraño sonido. Liz también lo fue y giro los ojos.
[¿Qué paso? ¿Te lastimaste
en algún lado?]
[Lo lamento. No estoy
herido... ¡Pero quiero decirte, te viste tan genial! ¡Así que—!]
Mientras Hiro movía sus
manos por su rostro mientras expresaba sus pensamientos, el rostro de Liz se
acercó aún más, sin querer perderse de eso.
[¿En serio? ¿Fue tan genial?]
[Eh, no, no lo sé, es
sólo... un tipo...de impresión; en verdad... es tan bello.]
[Geez. ¡No me avergüences
con eso! ¡Sin embargo, puedes mencionarlo de nuevo!]
Liz le dio palmaditas a Hiro
repetidamente en el hombro mientras meneaba su cabeza con vergüenza.
[Bien, chicos, vámonos.]
[Hey, chico, lleva algo de
mis cosas.]
[Quiero que hagas lo mismo
con lo mío igual.]
[Yo también.]
[Por favor.]
[Tal vez puedas ayudarme.]
Los soldados que habían sido
amables con Hiro cambiaron sus actitudes. Una gran cantidad de espadas, lanzas,
arcos y escudos fueron apilados alrededor del estupefacto Hiro.
¿Estos no son objetos
fundamentales para defender sus vidas? ¿Qué pasa? Incluso Tris-san también se
está beneficiando de esto ...
El notorio acoso le causo un
dolor de cabeza, mientras observaba hacia el cielo, que se estaba transformando
en un café rojizo. Liz había mencionado que en la noche llegarían a la cumbre,
pero tal vez el plan significaba que las cosas no saldrían como uno se espera.
[Por hoy aquí tomaremos un
descanso ¿verdad?]
Liz dijo, y Tris asintió.
[Está bien. El número de
monstruos de aquí en adelante ira en aumento. Creo que será beneficioso acampar
aquí.]
[Entonces preparemos el
equipo y levantaremos las tiendas antes del anochecer.]
Después de decir eso, Liz
omitió las instrucciones detalladas, y los soldados empezaron a moverse
coordinadamente. Para cuando finalizaron en instalar las tiendas, la oscuridad
había cubierto por completo el área.
Cuando Hiro observo hacia
atrás, miro a los soldados instalando tiendas para dormir, Solamente que todo
estaba centrado en la tienda más grande que era para el uso exclusivo de la
Princesa. También se instalaron varias hogueras para evitar la aparición o
acercamiento de los monstruos, y la infantería pesada estaba defendiendo en
pares de 4 personas todos los francos sin impórtales de donde vinieran los monstruos.
[Haah... nos las hemos
arreglado para sobrevivir hoy, ¿no es así?]
Hiro dejó escapar un extenso
aliento y se puso a observar las estrellas en el cielo nocturno. Después de
mirarlas por un tiempo, Liz salió de la tienda mientras soplaba sus manos.
[¿Qué sucede? Ya sabes
tenemos que ir a dormirnos temprano... o ¿tienes hambre?]
Hiro negó con su cabeza a
eso.
[No, no. sólo miraba las
estrellas.]
Había otras razones...
[¿A Hiro le gustan las
estrellas?]
[No, en verdad no. Pero
nunca las he mirado tan de cerca, esto es inusual.]
[Ya veo.]
Liz se acercó hasta el punto
de que sus hombros se tocaban el uno con el otro. Para ocultar su aturdimiento,
Hiro miró hacia el cielo nuevamente. El cielo estaba rebosante de estrellas que
podría tomarlas con una mano, otorgándole un abrumador resplandor. El aliento
exhalado se volvió blanco, pero raramente no se sintió su frio.
[Supe de eso por mi madre
hace mucho tiempo.]
La voz directa y dulce de
Liz llego plácidamente a los parpados de Hiro.
[Cuando las personas fallecen,
se transforman en espíritus, con esas almas espirituales volviéndose estrellas,
mientras observan el mundo junto al Rey Espiritual. Cuando estés asustado,
triste, o solitario, solo ve hacia el cielo, y así veras que no estás solo.]
[Ese es un dicho acertado.]
[Todos los ciudadanos del
Imperio conocen esta canción de cuna.]
Liz sonrió tímidamente y
tomo la mano izquierda de Hiro mientras sus dientes blancos aparecían.
[Regresemos a la tienda y
vayamos a dormir antes de que podamos contagiarnos de un resfriado.]
Hiro fue lanzado hacia una
situación vergonzosa.
[¡E-Espera! ¡Espera! ¡Yo no
puedo hacerlo!]
[¿Por qué?]
[“¿Por qué, lo preguntas?
Porque un hombre y una mujer en esta edad, durmiendo ambos en la misma tienda
es solo...]
Esa fue su razón para
quedarse afuera.
Cuando Liz había terminado
en instalar la tienda, sus palabras, [Hiro dormirá aquí también.] hicieron a
Hiro estremecerse. Queriendo evitar eso, planeo de que el tiempo transcurriera
y que ella se durmiera primero, pero todo se volvió inútil.
[Cerberus también está.]
[No, aún...]
Dentro de la tienda,
Cerberus yacía dormido.
["¡Vamos, sólo entra,
entremos!]
Hiro fue empujado desde su
espalda y entro en la tienda. En el extremo superior de la tienda, una linterna
con velas daba luz a la tienda. Siendo no tan brillante para mostrar todo el
lugar, pero si lo fue en darle una iluminación haciendo que el corazón de Hiro
latiera más rápido. El suelo fue cubierto por una gran manta para lastimarse
por la grava.
Cerberus estaba posicionado
en el centro, y dando un vistazo a su izquierda, una manta similar a un edredón
fue preparada para ellos.
[Hubiera sido agradable si
nos hubiéramos duchado, pero lo lamento si tengo olor a sudor, ¿de acuerdo?]
[No, quiero decir, como lo
esperaba, no puedo dormir contigo.]
[Eh, ¿en verdad huelo
sudorosa...?]
Liz comenzó a olfatear su
propio olor corporal con su suave y bien proporcionada nariz.
No hablo de eso. Más bien,
probablemente yo sudo más que tú ahora.
Cuando Hiro no tenía
seguridad en que decir, Liz le dio una sonrisa sin preocupaciones.
[En verdad no sé a qué
huelo. Pero sabes, descansemos sin preocuparnos el uno del otro.]
[No, no quiero acostarme aún.]
[Geez. ¡Para con tus quejas!
¡Te dije que mañana hay que levantarse temprano!]
[¡Gubuh!]
Hiro dejó escapar un gran
suspiro por un choque desde su espalda. Por un momento, su visión se puso en
negro, y al momento siguiente de abrir sus ojos, ya estaba acostado. El rostro
de Liz estaba tan cerca ya que lo podía ver desde un costado, todo su cuerpo se
sentía caluroso, por lo que no tenía que molestarse en confirmarlo con sus
ojos.
[Cerberus no me deja
abrazarlo al dormir.]
Pero eso no significa que me
uses como su remplazo.
Dijo Hiro en su interior.
[Fuwaah, hoy creo que me
dormiré temprano...]
El corazón de Hiro palpitaba
con demasiada fuerza que no podía dormirse, contrariamente.
[Fuu... nnn...]
[Qué gran dormilona eres.]
Bueno, qué hare ahora...
Sería ideal que las ovejas
hagan pronto su aparición, pero todo lo que dio presencia fue un diablo. Inclusive
ahora, esto es peligroso, pero al mirar a su costado, no pudo evitar el
desarrollar sentimientos malvados. Hiro fue hacia la oscuridad mientras trataba
de encargarse de un demonio uno tras otro.
____________________________
Al mismo tiempo.
En cien celdas (a 300 km) al
sureste de la gran capital imperial, Cladius, existe un pequeño poblado llamado
Zegen. Debido a su poca distancia con la segunda capital imperial, es un lugar
seguro sin muchos bandidos y monstruos, pero en la actualidad estaban rodeados
de una atmosfera sombría.
En la aldea fueron
instaladas tiendas de distintos tamaños, con infantería de armamento pesado
patrullando. Los aldeanos, por no involucrarse o por miedo, se encerraron de
igual forma en sus casas.
Decenas de unidades de
infantería pesada rodearon el hogar del jefe del pueblo. Enfrente de la puerta
yacía una bandera con un espada sobre un escudo sobre una base de color
purpura, mientras era movida por el viento circundante.
Una vez dentro, a la
izquierda había un pasadizo bien resguardado, que hacía llegar a la habitación
de huéspedes. Habiendo dos personas allí, una chica con gran encanto y un joven
de rostro intrépido.
[Aura-sama. ¿Debería revisar
más este lugar?]
El joven que se llamaba
Lawrence Alfred von Spitz. Observaba a su mayor, que era alabada como una
diosa.
[.....]
Tal vez debido a su cabello
plateado y ojos grises, se miraba mortalmente fría. Pero también es cierto que
su flequillo separaba la parte alta de su frente, y capazmente debido a sus
enormes ojos, se le miraba tan resguardada como un pequeño animalito. Debido a
su pequeña y bien proporcionada figura, la palabra ´encantadora´ le venía muy
bien. A pesar de sus 17 años, se podría mencionar que su figura era milagrosa.
Ah... Las miradas otorgadas
por esta diosa son tan excelentes como las de la familia imperial de Grantz.
A un lado su apariencia,
también posee un gran trasfondo.
Trea Luzandi Aura von
Bunadara. Graduada de la escuela de practicantes en el grado más alto. Siendo
la más joven en ser seleccionada por la Tercera Armada Imperial y capitán en
jefe, en la actualidad es una jefa de gabinete. Convirtiéndose en jefa de
gabinete a sus 15 años.
También coincidió con el año
en que el tercer príncipe, Brutar, querría lograr más hazañas, invadiendo
Felzen, una gran potencia en el extremo oeste, con quien se había involucrado
en enfrentamientos a pequeña escala diariamente. Sin embargo, se obligó a
batallar con más dureza de lo esperado causando un gran daño en la confianza
del emperador.
El Tercer Príncipe, Brutar,
que se vio acorralado, reunió a sus súbditos y dijo: [Quien pueda ideárselas en
hacer una estrategia para ganar esta guerra, ¡Da un paso adelante! ¡Si dices
algo mal! ¡Serás decapitado!]
Todos los miembros del
personal se callaron, y con el enfado del tercer príncipe, Brutar, al borde de
alcanzar sus límites.
[Su Excelencia. Puedo guiar
esta guerra a la victoria.]
La chica, que había sido
agregada de las últimas en el personal, dio un paso hacia adelanto y dejo muy
curiosos a las personas en la mesa. El tercer príncipe, Brutar, otorgo el
título de jefe de gabinete por su valentía, como fue decepcionado por la
situación de que nadie más de los presentes expreso algo, decapito al resto sin
incluir a los hijos de los nobles con poder.
Fue escogida como jefa de
gabinete, dando prontamente a su extraordinaria inteligencia una buena
utilidad. Ella ideó, ejecutó y triunfo sucesivamente en planes inteligentes y
astutos, y en un pestañeo, comenzó a acentuarse en el territorio de Felzen.
Mientras tanto, la gran potencia de Felzen consecutivamente tuvo una guerra
tras otra, resultando en innumerables muertes y una gran decaída en el poder
nacional. Se tomó la decisión de que si había una guerra más grande colapsarían,
por lo que Felzen ofreció un cese el fuego, dando resultado las negociaciones.
El tercer príncipe, Brutar,
le elogió como la “Doncella de la Guerra” por su contribución en la victoria
del Imperio, en honor al apodo del 2º Emperador, el Dios de la Guerra. En este
momento ella se apoyaba sobre su silla mientras abría un libro.
[.....]
En la habitación en donde el
sonido había caído eran solo páginas siendo giradas. Tal vez ella no lo
escucho, o tal vez le ignoraba, pero aun así, Spitz no quiso rendirse y la
llamaba.
[Aura-sama. Agradecería que
escuchara lo que tengo que decir, en vez de estar leyendo un libro.]
Siempre que dispone de
tiempo libre, Aura posee el hábito de leer libros. Además, siempre anda leyendo
libros sobre la vida del 2º Emperador. Probablemente en todo el imperio nadie
más lo conocería tanto como ella.
[Aura-sama, por favor
escúcheme.]
Finalmente, los ojos de Aura
se volvían hacia Spitz mientras cerraba su libro, tal vez porque su voz fue
escuchada. Spitz se conmovió tanto que se puso de rodillas.
[Vizconde Spitz. Lo que diré
ahora no es una ofensa hacia Su Majestad el 1º Emperador.]
[¿Huh?]
Ella está comenzándolo de
nuevo, Spitz se lamentó en su interior. Después de haber leído ese folclore,
siempre comienza con esta historia.
[El reinado de Su Majestad
Altius, el 1º Emperador, era brillante. Pero quien sentó las bases para eso
fue... Su Majestad Schwartz, el 2º Emperador, quien llevo a la victoria a un
país en decadencia, conquistando a los países circundantes. Sin él, no existiría
el gran imperio de Grantz.]
[Eso es muy cierto, madam.]
[Después del fallecimiento
de Altius, su hermano, Su Majestad Schwartz, tuvo más de 70 años al heredar el
trono. Quedándole escaso tiempo. De hecho, falleció un año más tarde de subir
al trono. Si él hubiera sido el 1º Emperador, pudo haber unificado al mundo.]
La cabeza de Spitz fue
derribada en un solo párrafo al observar a su mayor, que estaba hablando de una
manera apasionada con expresiones apagadas. Ella hablaba de una historia de
hace 1.000 años, ambos siendo alabados y nombrados los 2 dioses de Grantz. Dado
que el gran Imperio de Grantz persiste, es cierto que ambos fueron reales.
Sin embargo, la historia
debió ser adaptada de distintas formas. Por ejemplo, el 2º Emperador, Schwartz,
venció a 10.000 hombres en su última batalla. Además, de un solo golpe con su
espada, en las leyendas aquella ciudad fue destruida, pero inclusive con las
cinco espadas del Rey de los Espíritus, tal logro sería imposible de hacer.
Después de todo, su portador
es solo un humano. También eso era un lio en temas de fuerza física. Spitz
estipulo que fueron 1.000 personas en el mejor universo. Siendo un gran logro,
pero...
Me encantaría que te
centraras en lo que hay delante de ti ahora en vez de eso ahora.
[¿Cuánto tiempo se quedará,
Aura-sama?]
[... Aún tengo más cosas que
decir.]
[Una carta de Brutar-sama
llego para ti.]
Al decir ese nombre, ella
dio una queja, pero lo escucho de mala gana.
[Mmm... ¿Qué dice?]
[Aún no la he leído.]
[¿Por qué?]
[No puedo abrir una carta de
un miembro de la familia real sin tener permiso.]
[Acabo de leer el folclore
de Su Majestad Schwartz. Quiero gozar el efecto de eso. Así que debes leerla,
Lord Spitz.]
[... Bien. Entonces le daré
una leída para ti.]
Spitz tomo un sobre
elegantemente adornado.
En el trozo de papel decía: [Mi
querida Doncella de la Guerra. Han transcurrido 10 días desde que abandono el
castillo y estoy sorprendido de aun no escuchar las buenas noticias. No debes
dudar ya que lidias con alguien de la familia imperial. Dale a esa insolente y
pequeña niña su merecido con el martillo de la muerte. Si tienes
preocupaciones, enviaré un ejército en tu ayuda, tantos como desees. Que los
doce grandes dioses de Grantz le bendigan, mi “Doncella de la Guerra.]
[Eso dice.]
[Una persona idiota…]
Aura declaró con una mirada
llena de disgusto en su rostro. Spitz coloco una sonrisa con ironía en su
rostro.
[No puede evitarse. A pesar
de ser el 3º en orden de sucesión, si algo le pasara al 1º Príncipe, la 6ª
Princesa, que posee la bendición de las cinco espadas del emperador, subiría al
trono.]
[El 28º y 36º Emperador ni
siquiera saben el cómo usar una espada. No trata de ser escogido por una de las
espadas espirituales, sino de poseer los rasgos de un emperador.]
[Yo espere que Brutar-sama
lo comprendiera.]
[Si lo hiciera, no haría
nada por caer en la ira del emperador. De hecho, él ni siquiera pensó en que su
posición peligraría.]
[Bueno... el temperamento
que tiene se queda corto.]
[Quema esta carta, es
horrenda.]
[Entendido.]
Después de tirar la carta
hacia un horno en las cercanías, Spitz saco un papel rojizo. A medida que lo
lanzaba, un diminuto pilar de fuego surgió y lo transformo en cenizas, sin
quedar ningún resto de la carta atrás. Cuando Spitz se regresó para mirar a
Aura, un color de complicación se expandía por su rostro.
[Es un desperdicio que un
talismán espiritual se use para quemar una carta.]
[Hemos quemado cartas de la Familia
Imperial. Si incluso el trozo más pequeño se queda atrás, Aura-sama estaría en
peligro. Debemos ser precavidos con temas así, o no sabremos que nos sucedería.]
[Mm.… tienes razón. Enviaré
una carta al Templo del Rey del Espíritu más tarde. Estos papeles deben ser
costeados por Brutar-sama… ¿20 serán suficientes?]
[No, no debe hacerlo, un
solo talismán espiritual no es gran cosa.]
Spitz decía, pero el costo
de un talismán espiritual es de 3 monedas de oro Grantz. El salario de un
plebeyo al día es de 3 monedas de plata Dratz. 10 monedas de plata Dratz
equivalen a una moneda de plata Gratz, y 10 monedas de plata Gratz equivalen a
una moneda de oro Grantz.
Aunque para costear son bien
rostros para una persona promedio, los talismanes espirituales tienen su gran
valor en curar enfermedades. Mucha gente, independientemente de su estatus, se
dirigen al Templo del Rey del Espíritu para comprar talismanes.
Sin embargo, es una
posibilidad muy baja que un plebeyo pueda comprarlos. Esto es debido a que la cantidad
de papeles producidos por día es entre 80 y 100, y la familia imperial junto a
los nombres compran la mayoría. Y si coincidentemente dieran su aparición en el
mercado, la mayoría de ellos serían vendidos al doble de su precio.
[También poseemos algunas
reservas, así que deberíamos tener lo suficiente para esta misión.]
Hoy en día se usan
fundamentalmente en armas espirituales por ser costosas y raras. Así que nadie
lo utilizaría para quemas una carta como ahora. Inclusive si se tratara de la
familia imperial, si le dieran ese uso, sus finanzas se desplomarían, y esa
espera les conduciría a su ruina.
La familia Spitz no era
pobre, pero tampoco era ricos. Los talismanes espirituales son muy valiosos,
pero...
Por el bien de Aura-sama, no
me importa si mi casa se derrumba.
Spitz tiene el pensamiento
de que no es un gran gasto si es por su respetada y amada madam. Observando a
tal subordinado adicto a su trabajo, Aura suspiró y luego se puso seria.
[No es que juegue aquí. Este
sitio se ubica al lado del territorio de Margrave Grinda.]
Si viajasen unas docenas de
celdas hacia el sur, podrían entrar hacia el territorio del Margrave Grinda.
[¿Los invadiremos?]
[No te apresures. Y, ante
todo, no tienes razón para ello. Si lo hicieras, tu cabeza saldrá volando.]
[Entonces, ¿por qué estamos
aquí?]
[Para una reunión con la 6ª
Princesa.]
[Dudo que estén dispuestos a
obedecer después de vernos en persona, ¿cierto?]
[Entonces me rendiré y me
marchare a casa.]
Si la 6ª Princesa se negara,
Aura se marcharía a su casa como menciono. Sin embargo, si lo hiciera, Aura
sería la responsable.
[Brutar-sama quiere matar a
la 6ª Princesa.]
[¿Qué cree que suceda si
asesinamos a la 6ª Princesa?]
[Si Su Majestad el Emperador
se enfada, el peor escenario es que Brutar-sama seria decapitado.]
[El portador del Emperador
de las Llamas es raro. Estoy seguro de que Su Majestad no daría perdón a tal
barbaridad de su hijo.]
[Pero peligraríamos si no acatamos
las ordenes de Brutar-sama.]
[Por lo tanto, debemos ganar
tiempo para que Su Majestad regrese de su campaña. Entonces Brutar-sama también
se rendirá.]
En la actualidad, el
Emperador no estaba en el Gran Imperio de Grantz. Debido a que las
negociaciones para cese al fuego con Felzen fracasaron, y junto al 1º Príncipe
estaban en una invasión. En otras palabras, el 3º Príncipe, Brutar, como
ventaja, aprovechaba la ausencia del Emperador para asesinar a su hermana. Si
el Emperador regresara, el 3º Príncipe, Brutar, no tendría más remedio que
rendirse, pero tal ira por su fracaso se dirigiría hacia aura.
Eso no debe pasar.
Spitz tomo la decisión de no
verse afectado por fuera.
[Comprendo. ¿Qué quiere que
realice primero?]
[En 1ª, escríbele una carta
a Margrave Grinda. Con un contenido acorde.]
Para luego Aura dejo caer su
mirada y regreso a su apreciada lectura. Spitz dejo la habitación de huéspedes,
mientras dejaba escapar un gran suspiro mientras se apoyaba contra la puerta.
[Debo hacerlo ya que se
trata de esto.]
Cuando se trata de eso, Aura
se volverá muy testaruda. No daría un movimiento, pasase lo que pasase. Spitz
inclinó su cabeza en dirección a la puerta y abandono la casa.
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