Capítulo
2: Vislumbrar
Nada se puede sentir tan extenso como
el tiempo en que uno está despierto. Nada se puede sentir tan breve como el
tiempo en que uno está dormido. Envuelto sobre una manta yacía un chico con
solo su cabeza expuesta.
Era hiro.
[Cerberus. ¿No crees que él está
durmiendo plácidamente?]
[Woof.]
[Me siento apenada por él, pero debo
despertarlo.]
[¡Woof!]
Aunque sus párpados eran un peso, la
conciencia de Hiro fue retirada de la oscuridad al escuchar ese intercambio.
Pero aún no quería desistir de tal calor y alegría. Así que se cubrió con su
manta. En ese momento—
[¡Gubooohhhh!]
Los ojos de Hiro saltaron por el shock
que fue extendido desde su estómago hacia todo su cuerpo.
[Esa… no era la reacción que esperaba
ver.]
Su vientre sentía un intenso dolor,
pero su cuerpo no pudo moverse, a pesar de que deseaba hacer desaparecer ese
dolor. Hiro sólo pudo hacer movimientos con su boca como si fuera un pez siendo
arrastrado hacia tierra.
[Fufu, ahahahahahaha.]
Las carcajadas descendieron como la
agitación de una campana.
[H-Hiro... ¿Por qué estás haciendo una cara
así? ¿Quieres que me burle tan temprano?]
Hiro observo hacía allá con sus ojos
llorosos y visualizo a Liz tocando su estómago.
[Esa es mi línea... ¿qué haces?]
Estaba cerca del estómago de Hiro. Era
el sitio de dónde provenía ese intenso dolor. La fuente de este dolor es
absolutamente ella. Cuando le pregunto por qué hizo algo tan barbárico—
[¡P-Porque quería despertarte!]
[No, pero eso no significa que no
exista un modo más agradable para despertarme.]
Hiro no pudo finalizar sus palabras.
Eso era ya que en la entrada de la tienda un demonio permanecía de pie.
[Pequeño mocoso. Qué estás haciendo...]
Era un cuerpo similar al de un oso, Tris.
[¡Esto difiere de lo que estás
pensando!]
Dependiendo del punto de vista, parecía
sospechoso, pero la verdad es que no era una historia tan sexualizada. Liz
observo a Hiro con su rostro en blanco.
[¿Cuál es la diferencia?]
[Esto se está poniendo aún más difícil,
¿no puedes hablar, aunque sea un segundo?]
Para Hiro era una situación de vida o
muerte. Tris se acercó con pisadas similares a la de un oso.
[No sabía que con tal rostro serías un
animal... Princesa, por favor aléjese de él. Tengo que destrozar a este
bastardo.]
La hoja desenvainada de la cintura de
Tris brillaba ligeramente, y Liz, al no tener la capacidad de leer la
atmosfera, inclino su cabeza.
[No comprendo, pero... ¿estamos
preparados para irnos?]
[Sí, estamos preparados, pero...]
[Entonces partiremos tan pronto como el
desayuno termine.]
El peso sobre Hiro se esfumo.
[Hiro. Estamos teniendo pan y sopa para
el desayuno, ¿puedes comerlo?]
[Oh, sí... Está bien, pero…]
[¡Entonces, comeremos rápidamente, y
podremos atravesar el pequeño país de Baum! Tris, no te quedes parado allí. ¡Ve
a tomar tu desayuno!]
[P-Pero— Chico, por el bien de
Princesa, hoy te la dejare pasar…]
Con sus impulsos asesinos activos, Tris
dejó caer sus hombros y se retiró de la tienda. Después de darse algunas
palmaditas en el pecho con alivio, Hiro cogió el desayuno que Liz le trajo.
Mientras masticaba algo de pan duro, bebió un sorbo de su sopa, que contenía un
pollo bien asado.
Cerberus estaba frente a él sentado con
una mirada hambrienta, y para cuando desvió su vista, Liz se estuvo cambiando
la ropa.
[¿Hm? ¡Así que te estabas cambiando la
buhoooh!]
El desayuno escupido fue directamente
hacia el rostro de Cerberus en lo posible. No habiendo tiempo para una
disculpa. Hiro inmediatamente protesto en voz alta.
[Qué—, cof, qué, cof cof, ¿qué estás
haciendo?]
[¿Qué quieres decir con el qué hago? Me
cambio de ropa, obviamente.]
[¿Por qué te cambias de ropa?]
[Quiero decir, aún no me he duchado,
así que pensé en al menos cambiarme mi ropa interior, ¿sabes?]
[No, supongo que tienes razón, pero sabes,
estoy aquí también.]
[¿Qué tiene de malo eso?]
Liz observo a Hiro curiosa. En cuanto a
la situación de ayer, ¿ella no sabe que es un hombre? Ante de todo no posee el
sentido de la vergüenza... Hiro tuvo el impulso de darle un interrogatorio a la
persona que crio tal chica.
[Sabes... los hombres son—]
[¿Podemos hablar de aquello cuando me
vista?]
Liz puso su mano sobre su chaqueta, y
Hiro se apuró en detenerla.
[¡Espera, espera! ¡Espérate a que
hable!]
[Geez, ¿por qué es esto?]
[Me girare, y tú cuando me gire te
cambiaras, ¿de acuerdo?]
[No hay problema... pero ¿por qué?]
[Bien; No quiero decírtelo. ¡Me girare!
¿De acuerdo?]
[No sé para qué, pero bueno.]
Cuando Hiro le dio la espalda, sólo los
sonidos de su piel siendo flotado y el de la ropa interior emanaban en la
tienda. Cada segundo lo sentía como mucho tiempo, e Hiro esperaba callado en
tan doloroso plazo.
[Hecho.]
[Muy...]
Se cubrió en sudor. Sintiéndose tan
exhausto como si hubiera corrido por un tiempo extenso. Sin querer saber más de
la persona en frente de él, Liz comenzó a poner sus manos en su desayuno con un
rostro despreocupado.
[... De todas maneras, yo también debo
comer.]
Al observar hacia abajo... sólo
visualizo un plato vacío. A dónde se fue lo que había en el plato—
[Parece que Cerberus lo comió.]
Liz le contesto. Buscó a ese ladrón, y
pudo verlo en la entrada de la tienda, Cerberus estaba afuera, moviendo su
cola.
[Parece que sí. Mueve su cola muy feliz.]
Mientras Hiro lanzo un profundo
suspiro, una cuchara de plata se estiro ante él.
[Aquí, aah.]
¿Me veo tan lamentable? Hiro se preguntó.
[No, pero, como era de esperarse, esto
es...]
Y cuando intento negarse— su estómago
levanto una bandera blanca.
Después de un desayuno vergonzoso, el trasparente
sol les dio la bienvenida al irse de la tienda. Hiro estiro sus brazos y tomo
aire con todo su cuerpo. Luego observo alrededor y se percató de que todas las
tiendas de los soldados fueron sacadas.
Lo único que quedaba en el sitio fue la
tienda en donde Liz y Hiro estuvieron, y al percatarse de que Liz estaba
sacando la tienda, los soldados se apresuraron. Entre ellos también estuvo
Tris. Hiro también se les unió, a la vez que la tienda fue retirada, el destino
próximo era el pequeño país de Baum. Después de bajar la montaña, a lo extenso
de la montaña se movieron por el sur.
Según Liz, el territorio de Margrave
Grinda está a 16 días a pie. Aunque se preparó para esto, nunca pensó que fuera
un viaje tan largo. Sin embargo, no estaba arrepentido. Su cuerpo solo estaba
algo fatigado, pero debía tener paciencia.
A medida que la bajada comenzó a ser
continua, a mitad de su camino en la montaña Himmel, un nuevo monstruo
apareció. No era ni un Ogle u Ogro, sino fue más enorme que eso.
[...Es enorme.]
Debió ser 3 veces más alto que Hiro.
Teniendo un rostro incoloro sin rastros de vida, y con su musculoso cuerpo
cubierto de una oxidada armadura. Solo al observar la parte alta de su cuerpo,
podría ser visto como humano, pero su trazo inferior era tan movedizo como una
serpiente. Sus ojos inyectados en sangre los miraba como si una serpiente
cerrara sus ojos.
A continuación, un rugido surgió, con
un dominio fuera de lo normal, Hiro no pudo evitar salir por esa presión.
[Es un Gigas. Se dice que originalmente
fue un espíritu, pero que fue exiliado aquí por revelarse al Rey Espiritual.]
[Entonces, ¿es tan fuerte como se ve?]
[Inclusive si está corrompido,
anteriormente fue un espíritu, así que lo es. ¡En comparación al ogro, es mucho
más listo y—!]
Como Liz estaba dando una explicación,
los Gigas se acercaron a donde ella con una velocidad increíble. Frente al
estupefacto Hiro, una gran cola se movió hacia donde se ubicó Liz. Con una enorme
explosión, el suelo fue destrozado, y el polvo de los escombros se levantó. Fue
tan repentino que Hiro no logro comprender la situación, y sentía como su
garganta era estrangulada.
[¡Hiro, te quedas aquí!]
Junto con esas palabras, Liz voló junto
con el Emperador de las Llamas en su mano. Era tranquilizador verle sana y
salva, pero después ella se disparó con ese impulso hacia el Gigas.
[¡Infantería ligera, sigan a la
Princesa! ¡Arqueros! ¡Den apoyo a la Princesa! ¡Infantería pesada, mientras
tanto hagan una formación!]
La infantería ligera junto a Tris al
mando apuñalaba a los Gigas. Mientras tanto, la infantería pesada formo dos tropas
con escudos, mientras que detrás de ellos, los arqueros tensaban sus arcos y
apuntaban hacia los Gigas.
[¡Lo entretendré! ¡Mientras tanto,
preparen sus lanzas!]
Liz dio órdenes a la infantería ligera
y movió el Emperador de las Llamas hacia los Gigas. Un vulgo de llamas apareció
y se movió hacia el Gigas, por un instante, el monstruo se aterro.
[¡Ahora! ¡Lancen!]
Las lanzas fueron arrojadas hacia el
Gigas. Entonces la voz de Tris sonó.
[¡Arqueros, disparen!]
Las flechas que dieron cruce del aire
hicieron una curva abierta en el cielo. En un instante, un grito provino de los
Gigas, que se transformó en una aguja en el suelo. Su cola destruyo el cielo y
se arrebató en los alrededores.
[¿Huh? ¡Aléjense!]
Al mismo tiempo, mientras Liz, al
detectar peligro, dio un grito, la cola del Gigas se dirigió hacia la unidad de
infantería ligera.
[¡Guaah!]
[¡Guh!]
Unas escasas unidades de infantería
ligera se esfumaron en polvo.
[¡Consiguiere algo de tiempo, así que
aléjense!]
Liz le apuñalo con el Emperador de las Llamas,
pero los Gigas velozmente giraron sus cuerpos y lo esquivaron. Los Gigas
empezaron un contragolpe. Girando sus enormes brazos, atraparon el viento
circundante, y golpeó sus puños en varias ocasiones hacia Liz.
[¡Ah!]
Liz supo ver a través de ello, y
prosiguió a esquivar lo de delante de ella, mientras alzaba al Emperador de las
Llamas. Después, el brazo del Gigas salió disparado por los aires con sangre
brotando, con los trazos del brazo.
Como para tragar su dolor, los Giga se
enfurecieron. La infantería ligera que le rodeaba fue atrapada saliendo
disparada de ellos. La infantería ligera rodaba por la cumbre a una velocidad
aterradora, posiblemente serían consumidos por el fangoso arroyo cercano.
Al contemplar la escena, el rostro de
Hiro, que se imaginó el futuro de ser destrozado, se tiño de desesperación. Y
luego sus pies dieron un paso hacia delante
Eeh...
La acción de haber dado un paso hacia
delante con el ardor en sus ojos se precipitó al mismo tiempo.
¿Qué es esto...?
Hiro soltó un gemido, mientras sostenía
ambos ojos.
[¿Ugh...?]
Información le era enviada como si
estuviera enloqueciendo. Su corazón latía con fuerza. Un ser insoldable le
hablaba, le decía que masacre al enemigo por delante y que es capaz de
realizarlo. Un espíritu de lucha inimaginable surgió desde las profundidades de
su corazón.
[¡Niño, no te quedes allí! ¡Los Gigas
te agarraran!]
La infantería pesada comandada por Tris
llego en el momento justo y comenzó a armar una formación en la primera línea.
[¡Apúrense! ¡Contamos con todos ustedes
ahora!]
Bajo el liderazgo de Tris, la
infantería pesada apoyo sus escudos en el escudo así creando una barrera de
acero improvisada.
[¡Princesa! ¡Por aquí!]
[¡Sí!]
Liz contesto a la voz de Tris y tomo
refugio en la barrera de acero.
[¡Hace una ligera presión sobre su
intestino! ¡Apoya tus pies en el suelo! ¡No puedes llamarte soldado de
infantería pesada si te derriban! ¡Arqueros, den apoyo a la infantería ligera!]
Las tropas de infantería ligera se
retiraron por el apoyo en las flechas de los arqueros. Después de sobrevivir a
la lluvia de flechas, los Gigas hicieron una caza espantosa, pero para solo
finalizar golpeando su cola contra la barrera de acero.
[¡A su vez carguen a los heridos hacia
la retaguardia!]
El soldado herido fue cargado hacia la
retaguardia que estaba en la dirección de Liz. La barrera de escudos temblaba
descontroladamente ante las cargas de las gigas.
[¡No podremos aguantar mucho más!]
La infantería pesada lanzo un grito. La
barrera de hierro fue deformándose antes los constantes ataques de los Gigas.
Sólo sería cuestión de tiempo en que la barrera fuera rota.
[¡Princesa! ¡Tenemos que encárganos de
esos ataques primero!]
Tris le gritó con una voz impaciente a Liz
asintió y observo a los Gigas por la brecha creada en los escudos.
[¡Llamaré la atención de ellos, y tú
usa la chance para cortar su cola!]
[¡No seas ridícula! ¡Sería seguro
atacar primeramente junto a la infantería pesada!]
[Pero ello formaría más daños. ¡Es
mejor que sea yo la persona que llame su atención!]
[No podemos dejar que algo le suceda,
Princesa. Será lo último—]
Tris no pudo finalizar sus palabras.
Liz también hizo una expresión estupefacta en su rostro. Lejos de su mirada, el
franco de la esquina en la barrera fue destrozado. Los Giga no perdieron tal
ocasión poniendo sus enormes brazos en la brecha y derribando a la infantería
pesada. Confiados de su triunfo, los Gigas dejaron escapar un grito enloquecido
y tomaron a un soldado caído.
[¡Tris! ¡Cúbreme, por favor!]
Antes de que ella obtuviera la
respuesta, Liz ya estaba apresurándose.
[¡Princesa! ¡Por favor, espere!]
La voz de Tris debió haberse escuchado
como una bofetada en su espalda, pero Liz ni siquiera se giró. Sólo contemplaba
un área, el brazo del Gigas.
[¡Devuélveme a mi subordinado!]
Liz con su Emperador de las Llamas
preparado dio un salto, pero la hoja nunca se precipito hacia allí. Esto debido
a que la cola del Gigas cruzo desde el borde de su vista.
[¡Kuh--!]
Para cuando se percató, ya era tarde.
El cuerpo de Liz, que fue golpeado por la cola del Gigas, salió disparado
fácilmente.
[¡Agghh! ¡Ugh!]
Sin capacidad para defenderse, su
cuerpo cayo contra el piso fuertemente, rondando en varias ocasiones. Finalmente,
al detenerse, Liz inmediatamente trató de pararse, pero se derrumbó sobre sus
rodillas. Ella apretó sus dientes frustradamente mientras su cuerpo no le
respondía.
[¡Ugh!]
Liz clavó al Emperador de las Llamas en
el piso y lo utilizo como apoyo.
[¡Ugh!]
El dolor se precipitó hacia su cabeza,
y mientras Liz mantenía sus manos, la sangre fluyo desde las grietas formadas
en su rojizo cabello. Tal vez su cabeza siendo impactada al chocar contra el
suelo. Sin embargo, ante el vistazo de su sangre su voluntad no vacilo. De
hecho, sus ojos carmesíes brillaban como fuego.
[¡Debo ir rápidamente!]
Si alguien fuera a vencer a los Gigas,
esa sería Liz junto a su Emperador de las Llamas. Observo a los Gigas, pero
repentinamente, su visión fue obstaculizada.
[¿Hiro…?]
Era la espalda de un chico. Teniendo un
rostro amable, pero con una gran fuerza dentro de él. Los caminos montañosos
desconocidos debieron ser atroces para él. Debió tener terror antes los
monstruos que le atacaron. Sin embargo, la gran espalda del chico estaba ante
ella como si nunca hubiera mostrado debilidad.
____________________________
[¿Hiro…? ¿Qué estás haciendo?]
Una voz confundida impactó la espalda
de Hiro. Una sonrisa amarga surgió desde su rostro. No sabía lo que hacía. En
el rostro de Hiro se percibía la vacilación. Sin embargo, dio un paso, para
después dar otro, y dio otro paso más fuertemente. La chica se lastimó antes
que él. Esa era una razón más que suficiente para que él peleara.
No quiero ir... pero no dejaré que te
hieran más.
Eso podría escucharse muy simple y
superficial, pero como sea. Lo fundamental aquí es que ella le había tendido su
ayuda sin pedir nada cuando fue lanzado a este mundo. Y ella en este momento
acababa de colapsar herida. Si no se muevo ahora, ya no podría llamarse un
hombre.
Cuando Hiro lo pensó así, su vacilación
se esfumo rápidamente, y una pequeña sonrisa se asomó en su rostro.
[¡Hiro, detente! No lo hagas—]
Rechazando las protestas de Liz, Hiro
pateó el suelo y corrió directamente hacia los Gigas.
[Desde aquí... Yo trataré con ellos.]
Los Gigas percibieron que Hiro les
golpeó la cola, no, él no lo hizo, ella traspasó a Hiro como una ráfaga de
viento, golpeando el suelo y formando numerosos escombros. Se transformaron en
afiladas cuchillas y volaron hacia Hiro, pero...
[Lo lamento. Puedo verlas venir.]
Para los asombros, Hiro pudo evadir
todo. Literalmente evadió todo moviendo su cabeza, pies, manos y hombros con
una breve postura. Si hubiera hecho un cálculo erróneo, no tendría tiempo y
hubiera sido lastimado.
[¡Liz! ¡Llamaré su atención para que
puedas derrotarlo!]
Hiro agarró la lanza que la infantería
ligera había abandonado. Los Gigas noquearon a la infantería pesada y los
habían capturado y observaron a Hiro como si hubieran percibido a una nueva
presa. Liz, que fue sorprendida, se percató de ello y cambió su expresión.
[¡Es muy temerario! ¡Regresa!]
En medio de su oración la voz de Liz se
transformó en un grito. Tal vez en su cabeza se había imaginado un final
desastroso. Pero eso era lo contrario a lo que ella imaginaba... Los Gigas
movían sus brazos por el aire. No solo daban golpes con sus colas, sino que
también disponían de veloces ataques sin complicaciones. Un solo golpe
destrozaría el quebradizo cuerpo de las personas. Ello es aún más posible si no
estás utilizando armaduras u otra cosa. Sin embargo, sorprendentemente, el
ataque de los Gigas no impactó a Hiro.
[¡De ninguna manera—!]
Liz contempló la escena con una mirada
estupefacta en su rostro.
[¿Qué significa…?]
Con todos los ataques de los Gigas
sobre Hiro, Tris y los soldados lograron más espacio para poder moverse.
[No puedo confiar en esto, ¿es esto en
verdad obra de un ser humano?]
La boca de Tris quedo abierta de la
sorpresa. Ello era un efecto después de tres años.
Para Hiro, los movimientos de su rival
parecían haberse detenido. Para un artista marcial, lo podrían llamar un tipo
de límite. Se trataba de una habilidad que solo un puñado de gente podía lograr
al entrenar toda su vida. Al poder visualizar las partículas al dar un respiro,
pueden atrapar sus acciones por el aire y percatarse de todo.
Sin querer darle más preocupaciones a
su familia, Hiro no le contó a su doctor tratante de ello. Incluso si lo
hubiera dicho, no sabrían cómo ello se ocasionó. Pero las personas de Aletia
sabían de ello. Eso era.
[Espíritu del Ojo Celestial…]
El murmullo de Liz se esfumo en el
olvido.
[¡Por aquí!]
La lanza que Hiro había lanzado fue
destrozada. Sin embargo, tuvo la capacidad de llamar la atención del Gigas. El
fuertísimo brazo del Gigas se movió y, sin embargo, ni siquiera pudo tocar a
Hiro.
Aquellos que han dominado las artes
marciales deberían haber dado suspiros admirables ante esto. Fue una postura
tan delicada y refinada, pero causó una gran cantidad de sudor desde la frente
de Hiro. Siendo causada por la extenuante subida a la montaña y por la tal
situación de vida y muerte actual. La combinación de ambos factores causó
rápidamente fatiga en Hiro.
Pero, aun así, Hiro continuó esquivando
los ataques del Gigas, una sonrisa surgió desde su rostro como si hubiera
enloquecido por el terror.
[También allí está un lobo feroz, sabes.]
Los Gigas, que estaban siendo burlados
por Hiro, se pararon momentáneamente. No había seguridad de si comprendían el
lenguaje de los humanos, pero en verdad se detuvieron.
[¡Guaaaah!]
Cerberus, que bajó su respiración,
esperaba una brecha, saltó desde el costado de Hiro. Su veloz figura se
asimilaba a una bala, sus afiladas garras desgarraron el espacio mientras se
encontraba con el Gigas.
Tan pronto como Cerberus dio un
aterrizaje en el suelo, la sangre brotó del cuello del Gigas como el agua que
se escapaba de los grifos. El gran cuerpo del Gigas tembló y no hubo modo que
tal chica perdiera tal chance.
[¡Yo me encargo de lo que queda!]
La emperatriz de las llamas yacía
vestida por un loto que quemaba el aire. Cuando tal ola ardiente se acercó al Gigas,
la figura de Liz se esfumo completamente de la visión del monstruo. El aire
explotó en la parte trasera del Gigas.
Sintiendo que Liz fue la causante, Hiro
tomó una lanza y la tiró. Cogiendo nuevamente una lanza la arrojo con un gran
impulso. Ahora, las dos lanzas no fueron destrozadas, y ambas lanzas apuñalaron
hacia el pecho del Gigas como si hubieran sido absorbidas.
Mientras la asquerosa sangre se
esparcía, el Gigas tembló y cayó al suelo. Entonces, repentinamente el monstruo
no se movió. Debieron percatarse de lo sucedido. Que solo su trazo superior
tenía movilidad. En su área cercana, lo que solía ser la parte baja del Gigas
fue quemada. El Gigas sentó un grito. Siendo un grito que hizo al viento
rechinar. Y un asqueroso olor fue trasladado por el viento hacia donde Hiro.
[Ugh...]
Cuando Hiro sostuvo involuntariamente
su nariz, pudo reconocer a esa chica. Liz estaba saltando con el Emperador de
las Llamas muy cercana a la puesta de sol.
[¡Ahora haré todo lo más fácil para ti!]
La hoja del Emperador de las Llamas
partió fácilmente al Gigas. La sangre de su cuerpo divisada fue evaporada, y
humo blanco cubría a su cuerpo. Sin gritos desesperantes, el gran cuerpo del
monstruo se vio cubierto por llamas mientras silenciosamente caía al suelo.
[¡Hiro!]
Él se percató de que Liz se le acercaba
con sus brazos estirados para tenerle cerca, pero su cuerpo no le quería
escuchar. Hiro no sabía si es por la tensión de su primer intento, o si estaba
exhausto. Como si a un títere le hubieran cortado sus cuerdas, su fuerza se le
escapó de sus rodillas, y se derrumbó en el suelo como un títere desarmado.
[¡Aguarda allí, Hiro! ¡Tris, ven
conmigo! ¡Hiro es, Hiro!]
Hiro quiso decirle algo a Liz, cuando
ella le miraba con un rostro de preocupación. Su boca se podía mover, pero su
voz no salía. Su conciencia se tornó
borrosa. Mientras sentía la agradable sensación de su cabeza siendo abrazada,
Hiro cayó a las profundidades de la oscuridad.
************
Al mismo tiempo, Dios, que seguía en su
avance hacia el sur, se le presento una situación difícil. La razón fue la
presencia de un ejército justo delante de él. La infantería pesada se formaba
en una línea horizontal para retener su movilidad, mientras la caballería
pesada aguarda en la retaguardia.
[Ya están aquí, ¿eh? Además, traen
2.000 versus los menos de 200 de los nuestros.]
[Y tampoco portan bandera.]
Dios asintió con la cabeza a las
palabras de su subordinado. No había escudo armero por ningún lado para
corroborar su identidad.
[Tienen sus excusas, es seguro que esto
es algún complot de los nobles de alto rango.]
Lo acentuaron para verse como unos
bandidos, aunque de ellos había demasiados. Después de unos instantes de contemplarse
mutuamente, un mensajero se acercó a Dios. Tal vez por qué no podían dejar que
sus rostros sean recordados, el mensajero tenía una capucha puesta, y su
expresión no podía ser vista. A medida que los ojos de Dios se tornaban agudos,
la boca del mensajero comenzó a moverse con lentitud.
[¿Está su Alteza Elizabeth presente?]
[No sé lo que hacen aquí, ¿crees que te
lo diré?]
[¿Y tú eres…?]
[Dios von Michael.]
[Oh... eres el ´Ogro´, ¿Huh?]
Dios observo al mensajero, con ni
siquiera intentando ocultar el malestar por ser llamado por su apodo.
[Hmph. ¿Eso quieres saber?]
[Huh, cierto. Eso no es de importancia.]
El mensajero alzo su mano.
[Seré preciso. Entréganos a la
Princesa, y la vida de tus hombres será salvada.]
[Sí, te comprendo. ¿Solo esperas que dé
una aceptación obediente?]
[Entonces no tienes la intención de
entregar a la Princesa, ¿es así?]
Al contestar las palabras del
mensajero, Dios lanzo un suspiro junto a una sonrisa provocativa.
[Hey hey, dijiste lo que quisiste hace
un rato, ¿no? Somos el ejército privado de la 6ª Princesa. Debes saber algo
sobre la etiqueta.]
[Desafortunadamente, no hay necesidad
de dar cortesía a alguien como tú. Dime sobre la Princesa... Oh el Ogro.]
[Bastardo. Nunca te dejaré decir ese
nombre nuevamente.]
Por las palabras enfurecidas de Dios,
la boca del mensajero se transformó en una cruel sonrisa.
[Joven. Ten claridad en tus modales.]
El mensajero movió su mano hacia abajo,
con ello la formación de infantería abrió un hueco, y desde el medio la
caballería avanzo.
[Ha, de todos modos, quieren matarnos,
¿no?]
[Iba a dejar a uno de ustedes vivir.]
[Tú bastardo.]
Después de lanzar maldiciones, Dios
retiró su mirada del mensajero y observo a la caballería que venía cargando. Todavía
hay una cierta distancia entre nosotros. Los ojos de Dios se acentuaron
infinitamente de locura mientras los regresaba a su posición original.
[Por ahora, me aseguraré de que mueras
aquí correctamente.]
Aunque arrojó su lanza fuertemente, el
ataque de Dios no fue exitoso.
[Qu.... ¿Qué?]
El mensajero lo manejó con facilidad.
En la mano del mensajero yacía una bella espada con decorado de oro y plata.
[¿Por qué te sorprendes?]
[¿Es eso... un arma espiritual?]
Los espíritus de agua pura extraña vez
producen cristales que porten sus rostrocterísticas. La belleza de tales
cristales, que poseen un brillo similar a los de una piedra preciosa, se les
llama respetuosamente piedras espirituales por las personas. En el territorio
del Imperio, se descubren 3 a 7 piedras espirituales al año. Ello era por la
escasa tierra del Imperio, pero también había países que no podían obtener
muchas piedras espirituales.
Por lo tanto, año a año por la rareza
de las piedras su valor aumentaría. Con una sola piedra espiritual, uno podría
obtener lo suficiente para vivir el resto de su vida. Incluso ahora, sólo la Familia
Imperial, o aquellos que se relacionen a ella, podrían tenerlas.
[¿De dónde la sacaste?]
[No tengo porque decírtelo.]
*Bikibiki* Un raro sonido se escuchaba.
Cuando Dios concentro su atención sobre su lanza, la punta de la lanza se
congelaba animadamente.
[¡Tsk!]
Inmediatamente arrojo su lanza y retiro
la espada de su cintura. La caballería en su espalda ya había preparado sus
lanzas, y la infantería ya tenía sus espadas sobre sus manos. Sin embargo,
incluso si lucharan aquí, sería complejo afrontar a un arma espiritual.
Aunque probablemente se deba a su
original versatilidad en la lucha, también su capacidad física debió haber
aumentado por las bendiciones del espíritu. De lo contrario, no habría forma de
que hubiera repelido la lanza de Dios tan fácilmente.
Dios dio un suspiro y reflexionó.
Mientras sentía ansiedad por matar a ese sujeto, entraría en contacto con la
caballería adversaria. Si eso sucediera, no podrían evadir su aniquilación. Dios
alzó su espada y fuertemente tornó su voz para escucharse hasta en las
llanuras.
[¡Bastardos! ¡Si caen sus camaradas no
necesitarán ayuda! ¡No observen hacia atrás, solo sigan corriendo a adelante como
siempre!]
“¡Oh!”, gritaron sus soldados al mismo
tiempo.
[¡¡¡A la carga!!!]
Con su espada retirada, Dios pateó en
la parte media de su caballo y fue el primero en correr a través de la llanura.
Sin embargo, cuando sobrepasó al mensajero—
[¿Qué, eso harán? ¿Huh?]
Dios de hecho escucho esos apagados
murmullos. Pero para poder reunirse con su señorita estando vivo, no pudo
permitirse el mirar atrás. Un sentimiento de frustración le ahogaba, pero lo
dejo a un lado. Dios gritó con pesar esas palabras tan fuertemente como se le
permitió.
[¡Bastardos, síganme como si estuvieran
al borde de la muerte!]
[¡Uwoooooooooohh!]
Con un grito de guerra, fue seguido por
un centenar de jinetes, y por 50 de infantería que habían dejado sus carretas. Inmediatamente
impactaron contra la caballería pesada del enemigo.
[¡Oraa!]
Dios arrebató la lanza a un enemigo y
lanzó a la caballerearía fuera de sus caballos.
[¡Capitán Dios! ¡Estamos alejados del
grupo!]
Su subordinado, que corría a su
costado, grito. En la retaguardia, la caballería y la infantería fueron
acorraladas y unilateralmente hostigadas por la caballería pesada del enemigo.
Su entrenamiento habitual no era a
medio corazón. Se enorgullecía de poder decir que su habilidad es tan excelente
como la del Primer Ejército Imperial. Sin embargo, al igual que sus números, no
eran contendientes para la caballería pesada. Ello era por el ligero equipaje
portado para su movilidad.
[¡Los dejamos!]
Dios no tuvo más remedio que decidir
eso. Habiendo tan abrumadora falta en los números. No habría modo de salvarlos.
Aun así, su ayudante no pudo estar esperanzado y regreso a la retaguardia.
[¡No es demasiado tarde!]
[¿No miras lo que sucede aquí?]
[P-Pero... ¡Es el irremplazable
ejercito privado que Su Alteza nos confió!]
[¡También, ellos son mis hombres! ¡No
lo diré de nuevo!]
Se negó a hablar más. No, es más
concreto decir que no podía decir nada más. Esto era debido al que el rostro de
Dios era abundado por la rabia. Con una mirada diabólica en su rostro, empujó y
destrozó la lanza del enemigo cercano. Cada vez que una lanza les era quitada
él los asesinaba.
[¡Muévete! ¡No dejaré que una papa
frita obstaculice mi camino!]
[Tú eres el Ogro, ¿Huh? ¡Eres bastante
bueno! ¡Muy bien, dejaré que pruebes mi habilidad!]
Un enemigo con voz alegre se le acercó
a Dios. Fue un corpulento caballero con gran armamento que sobre su brazo
mantenía un listón purpura, siendo un signo de los 100 jefes bandera.
[¡Cállate!]
Dios coloco su lanza horizontalmente y
la arrojó con todas sus fuerzas como un proyectil.
[¡Giguooh!]
La lanza atravesó el casco haciéndolo
deforme. Mucha sangre brotaba del casco.
[¿¡Oigan, el capitán es—!?]
El capitán de la caballería pesada
salió disparado sin finalizar sus palabras. Al mismo tiempo, cuando la
salpicadura de sangre se intensificaba, Dios señalo su espada teñida de sangre
hacia su costado derecha.
[¡Cargare a través del franco izquierdo
del enemigo! ¡Abriré el camino! ¡Solo ignoren a los debiluchos y síganme!]
A la vez que traspasen a la caballería
con armamento pesado, la infantería pesada les esperaría. Hasta los arqueros lo
harían. Sería una decisión absurda dirigirse allí.
Dios decidió evadir eso destrozando el
franco izquierdo. No era erróneo, pero varios de sus soldados deberían ser
dejado atrás para poder abandonar el campo de batalla. El mensajero observo
silenciosamente la espalda de Dios mientras batalla contra un solitario
ejército.
[Es un oficial militar decente para la
matanza, ¿no?]
A medida que el cráneo de uno de los
soldados de la caballería ligera era pisoteado hasta su muerte, la siguiente
infantería, que no podía huir, fue apabullada hasta su aniquilación. Sus
números en primera eran muy diferentes. El daño en su lado era mínimo, y
prontamente en el otro el control sería tomado.
Cuando la masacre unilateral dio
comienzo, tres jinetes se acercaron al costado del mensajero. Uno de los
jinetes bajo de su caballo y con una de sus manos contra su pecho se arrodillo.
[Al parecer una 20ª de hombres han sido
masacrados y el resto ha retrocedido. Mataremos a todos los que queden atrás
¿Está bien?]
[Haz lo que quieras. ¿Y qué daños hemos
sufrido?]
[La 6ª Princesa no ha sido vista muerta
actualmente. Y hemos confirmado que uno de los capitanes de las 100 Banderas y
que 12 caballeros han muerto. Actualmente estamos viendo las muertes entre los
heridos de gravedad y los leves.]
[Oh. El daño fue lo bastante grave.]
[¿Deberíamos ir tras ellos?]
[No, déjenlos en paz, ninguno de ellos
saldrá ileso. Serán atacados hasta su muerte por los bandidos hasta que puedan
entrar en el territorio de Margrave Grinda.]
[¿Está seguro de que no es necesario
atrapar a la 6ª Princesa?]
[Ella no iba entre ellos. No hay
necesidad de perseguirlos.]
[¿Es posible que ella se haya disfrazada?]
[Ella no es tan habilidosa.]
[Entonces, ¿dónde estará la 6ª
Princesa?]
Hubo una pausa momentánea, y después el
mensajero movió su boca.
[Debe estar en el pequeño país de Baum.
Ella pudo haber cruzado el Monte Himmel.]
[Entonces, ¿también nos dirigiremos al
pequeño país de Baum?]
[No, como es de esperar, seremos
percibidos si nos movemos demasiado. Libera al ejército.]
[Como desee.]
El mensajero retiro su mirada del
soldado que inclinó la cabeza y observo la cordillera de Glaozarm, sus ojos
semejantes como a un tigre brillando desde la oscuridad mientras cazaba a su
presa se asomaban desde su capucha.
____________________________
Lynx, la ciudad
central en el territorio de Margrave Grinda, es la combinación única de
pastizales y de desierto. Mientras los pastizales son el hogar de la clase
alta, en el distrito sur la zona desértica es el hogar de la clase baja.
En el distrito
norte, está la mansión de, Margrave Luzen Kiork von Grinda. Siendo de paredes
blancas, y con un edificio de torre octagonal en su centro, con techos
inclinados en sus alrededores.
La mansión es de
madera con dos pisos, construida en la meseta para dar vista hacia la ciudad,
otorgándole ese aire de dignidad propio de un noble. Una gran pared cubre la
mansión, y en el medio de la pared, en frente de una puerta de hierro, un
hombre cayó.
En los costados un
guardia se apresuró hacia él.
[Hey. ¿Qué
sucedió?]
[Esa es una lesión
gravísima.]
Los rostros de los
soldados se tornaron pálidos cuando colocaron al hombre boca arriba. Su cuerpo
era cubierto por contundentes heridas, y mucha sangre brotaba de él. La sangre
ya estaba seca, pero su herida se observaba fresca. Los soldados fueron sorprendidos
al ver que seguía vivo.
Repentinamente, el
hombre tomo a uno de los soldados.
[T-Transmite mi
mensaje a Margrave Grinda inmediatamente.]
[¡Hey! ¡No sé qué
te habrá pasado, pero suéltame!]
[Estás muy herido.
¡Tranquilízate, por favor!]
A los brazos bien
entrenados de los soldados se les había aplicado una fuerza anormal. Los dos
soldados intentaron alejarse, pero con desesperación el hombre sujeto a uno de
los soldados.
[¡P-Por favor! Soy
Dios von Michael... Sirvo a Celia Estreya-sama... Por favor, mi mensaje.]
[Bien, muy bien.
¡Suéltame! ¡Informare inmediatamente!]
[Por favor... no
queda mucho tiempo…]
Los dos soldados
se miraron con miradas aturdidas. No tenían el tiempo suficiente para confirmar
la verdad. Pero si fuese mentira, estarían en grandes complicaciones, y si
fuese verdad, no sabrían que castigo tendrían por eso. Decidiendo que para
ellos sería difícil de manejar, el soldado tomado por Dios grito.
[¡Hey! ¡Informen
al capitán de la guardia!]
El otro soldado
que estuvo a punto de sacarse a Dios asintió, y corrió hacia la mansión. El capitán
de la guardia que había sentido la anormalidad de la situación había salido por
la puerta. Acercándose a Dios le dio un suave golpe en el hombro.
[Grinda-sama se
reunirá contigo. Entonces, ¿Por favor, soltarías a estos tipos?]
Ambos lados
comenzaron un concurso de miradas, Dios soltó al soldado y se sentó en su
sitio.
[Por favor... Su
Alteza Elizabeth está en peligro.]
[Sí, Comprendo.
Primero hay que atenderlo.]
[Lleven a Dios-dono
hacia la enfermería.] El capitán de la guardia agrego al final.
Con dos soldados
cargándolo ente sus hombros, Dios fue guiado a la enfermería de la mansión.
Adentro, un hombre le esperaba y al verlo comenzó a mover su boca.
[Me hubiera
gustado saludarte primero, pero ¿te importaría si primero te pregunto por la
situación?]
Probablemente él
era Margrave Grinda. Se miraba tan amable como Liz le había contado. Mientras
el médico le daba tratamiento, Dios fue dejado sobre la cama y hablo.
[Éramos algo más
de 150... Y yo soy el único que sobrevivió.]
Las palabras de
Dios se tiñeron de frustración. Después de poder salir del campo de batalla,
los soldados estando heridos murieron uno a uno sobre sus caballos. Siendo aún
más desafortunados, ellos también fueron atacados por los bandidos. ¿Cuánto más
un hombre exhausto por la batalla podría acumular? Cuando más iba por el
sendero de la muerte, y en que su visión se oscurecía, quedaba solo.
Al oír la
explicación de Dios, la expresión de Margrave Grinda se torció por el dolor.
[Ya veo. Has hecho
un gran trabajo. Me hubiera gustado decir que descansase, primeramente, pero...]
Negó con su cabeza
y al tragar sus palabras, le extendió una carta a Dios.
[Esto llego ayer.]
Con una mirada de
curiosidad en su rostro, Dios tomo la carta.
[¿Esto es...?]
Después de leer el
mensaje, Dios observo a Margrave Grinda con sus ojos entrecerrados.
[Al parecer es un
enorme ejército de 2000 personas. Pero no te preocupes. No traicionaré a mi
sobrina.]
[Pero... eso es...]
[Conozco de sobra
a la “Doncella de la Guerra”. A pesar de que aquí es un área alejada, escucho
ese término a menudo. Dudo en poder igualarla. E incluso si deseara suplicar al
Emperador, en la actualidad él está en medio de una campaña militar.]
[Así que, ¿usted entregará
a la Princesa?]
[Te lo dije. No
voy a traicionar a mi sobrina. Ella es un recuerdo dejado por mi hermana menor,
sabes.]
[Tu oponente son
unos 2.000, ¿cuántos soldados eres capaz de reunir aquí?]
[Incluso durante
la guerra, se podría decir que este lugar está libre de guerra. El territorio
de Grinda tiene tres mil reservas permanentes. Eso no significa que podamos
reunirlos a todos, ni tenemos tiempo... Supongo que podemos reunir mil.]
[Eso no es
suficiente...]
Su oponente es la “Doncella
de la Guerra”. No bajará la guardia sólo porque sus oponentes son tan pocos en
número. Ella saldrá a aplastarlos con todas sus fuerzas. Esto está demostrado
por su historial de guerra hasta ahora.
[Los retendré
hasta que el Emperador regrese. Incluso si mi oponente es la temida Doncella de
la Guerra.]
[¿Cuándo volverá
el Emperador?]
[La noticia sobre
su triunfo llego hace unos 5 días. Ya debe venir de regreso con el 1º Príncipe.
Yo he enviado a un mensajero, pero podrá llegar en 5 días... o 3 prontamente.
Hasta entonces, no habrá más remedio que batallar en una guerra que no debemos
permitirnos perder.]
[Una guerra que no
debemos permitirnos perder, eh...]
[Sí. Los
exploradores me han informado que sus tropas se están movilizando hacia el sur
desde la aldea de Zegen hacia las llanuras de Grole.]
[Por lo tanto, la
batalla decisiva será en las llanuras de Grole...]
Margrave Grinda
asintió ante las palabras de Dios...
[El enemigo debe
estar apuntando hacia las fronteras en el pequeño país de Baum. Pero no se los
permitiremos. En primera, los emboscaremos en las llanuras de Grole.]
[Entonces iré con
usted.]
[No, quiero que
lleves a 200 hombre contigo y te encuentres con Elizabeth en la Fortaleza de
Alto. Esa Fortaleza no es exactamente robusta... pero en ese momento, usted
deberá comprar tiempo dando asedio o algo así.]
La Fortaleza de
Alto fue construida cercanamente a la frontera del pequeño país de Baum, pero
al no estar inducidos en la guerra solo un centenar de soldados se resguardaban
allí. Además, se comenta que su equipo no es tan resistente y la Fortaleza
también.
El territorio del
Margrave Grinda pudo haber disfrutado de mucha paz, sin embargo, Dios no tenía
deseos de lanzarles la culpa ya que así era en tiempos de paz. Además, Margrave
Grinda no estuvo llenándose los bolsillos, sino que él utilizo ese dinero para
socorrer a su pueblo.
[Lo lamento. Si
hubiera estado más decidido, no habríamos llegado a esta situación.]
[No, yo fui el que
se involucró. Así que, yo debo disculparme.]
Era Dios el que
trajo la chispa de problemas hacia esta mesa de personas. Si quisiese defender
su estatus, solo debería entregar a la Princesa. Aun así, Margrave Grinda
trataba de intentar luchar esta guerra. Él solo tenía gratitud hacia el
Margrave por dar pelea en una guerra en que no había oportunidades de ganar.
[Lo lamento...]
[La Princesa diría
lo mismo. Así que pon tu cabeza en alto por favor.]
[Gracias por decir
eso... En verdad lo aprecio.]
Una vez en que
Dios pensó en que el Margrave levanto su cabeza, ya la había bajado nuevamente.
Durante un tiempo no hubo signos de que la levantaría, así que Dios decidió
cambiar el tema.
[Entonces, ¿qué va
a hacer usted ahora?]
[Tan pronto los
soldados se reúnan, me marcharé.]
[Bien, entonces,
por favor, tenga cuidado. Debo ir a encontrarme con la Princesa, y…]
[Enviaré un
mensajero hacia la Fortaleza de Alto. Te encargare a Elizabeth.]
[Comprendo. Hasta
la próxima.]
Dios dio gala de
su mano. Margrave Grinda dio una sonrisa y apretó firmemente su mano.
[Umu. Te veré
nuevamente con Elizabeth.]
[Sí. Ciertamente.]
Por lo tanto,
ambos se juraron volverse a ver nuevamente y cada uno paso a ser sus deberes.
**********
El campamento del
Tercer Ejército Imperial fue establecido a ocho celdas (24Km) de
distanciamiento de las Llanuras Grole. La vista de cientos de tiendas alzándose
no fue nada más que impresionante.
En el núcleo de
todo, dentro de una tienda negra, un hombre y una mujer se cruzaban frente a un
escritorio. El hombre inclinó su cabeza para luego girarla hacia la mujer que
estaba abriendo un libro en frente de él.
[¿Espíritu del Ojo Celestial?]
[Sí. ¿Has oído
hablar de ello, Vizconde Spitz?]
[Sé de él, por
supuesto. Es uno de los tres grandes ojos que son confidenciales ante el mundo,
que incluso tal raza de orejas puntiagudas y largas no posee, y que en el pasado
y en la actualidad solo el Segundo Emperador los ha portado.]
Entonces Spitz
recordó algo y siguió hablando.
[Ah, sí. Hablando
de la raza de largas orejas, creo que había uno que es oficial en el estado del
1º Príncipe de Schtobel.]
[Sí. Hable con esa
persona en un par de ocasiones. Ello fue cuando supe del Ojo Celestial.]
[Con su vejez y
saber, estoy seguro de que sabía bastante de eso.]
“Fue muy
revelador. Comento que el Espíritu
del Ojo Celestial puede comprender el Cielo y la Tierra y
controlar el campo de batalla. Y añadió era un ojo absurdo e indignante.]
[Era una broma,
¿no? No creo que un ojo pueda poseer tanto poder, pero...]
Spitz se encogió
de hombros con incredulidad. Sin embargo, su expresión prontamente dio cambios.
Esto se debió a que las mejillas de Aura se hincharon de una manera
desagradable.
[Estoy segura de
su veracidad. El “Dios de la Guerra” es la prueba. Aún más importante, ello fue
contado por uno de las orejas largas, a ellos no les gusta hacer bromas. Es
creíble. ¿No lo crees, Vizconde Spitz?]
Aunque tuvo miedo
en negar las palabras de su tierna aura, aun podía creer en lo que no lo hacía.
Así que, sin vacilar, Spitz abrió su boca, mientras escogía sus palabras con
cuidado.
[No puedo creer en
eso. Eso solo haría que tácticas y estrategias no tuvieran sentido alguno. Ya
que la victoria debe ser tomada por manos humanas; no se puede ganar solo
mirando.]
[Por supuesto, no
estás equivocado. Son las personas que toman el cielo, que dan un paso en la
tierra y que manipulan a la gente. Con sólo dar tu mirada, no eres mejor que un
espectador. Aun así, yo deseo esperar, quiero que el Espíritu del Ojo Celestial sea
cierto.]
Cuando Aura dijo
eso, su mirada cayó sobre el mapa extendido en el escritorio. Spitz siguió su
acción y también le dio un vistazo. Múltiples piezas eran colocadas sobre el
mapa. Aura con lentitud en su mirada la movió para verificar el terreno y
hablo.
[¿Estás seguro de
que el número de soldados que Margrave Grinda ha podido reunir es de 900?]
[Sí, los
exploradores del Tercer Ejército Imperial son infalibles. Soy seguro de ello.]
[Tomando en cuenta
el tamaño del territorio de Margrave Grinda, deberían tener la capacidad de
reunir a 3.000 soldados... Pero tal vez ya que no han librado una batalla en
muchos años, o tal vez es que su capacidad de poder prepararse en el momento no
les ha funcionado bien. Aunque no debemos ser descuidados, esta es una guerra
fácilmente ganable. Este es el orgullo y la felicidad del Tercer Ejército
Imperial, la élite de 2000 de los "Caballeros azabaches imperiales”.]
[¿Has recibido la
respuesta sobre la carta a Margrave Grinda?] Aura hablo. Spitz arreglo su
postura y entrego la carta que acababa de recibir.
[Sí. El mensaje es
el esperado, Se negó.]
Spitz lo dijo con
un suspiro. Aura dio afirmación al mensaje de la carta y asintió.
[Era obvio.
Debemos hacer nuevamente el intento de intercambiar mensajes para realizar todo
silenciosamente.]
[¿Huh?]
Spitz se encontró
asombrado. Pensó que le había entendido mal. Sin embargo, al mirar el rostro de
Aura, ese no fue el caso.
[P-Por favor
espere. Entonces, ¿cuál fue el propósito de la estrategia pasada?]
Inclinándose hacia
delante del escritorio — Spitz le preguntó. Aunque ellos no estaban presentes
actualmente, muchos capitanes de unidad y soldados escucharon de la estrategia
de Aura anteriormente. Si no planea luchar, ¿cuál es el punto de todo esto? De
hecho, ¿cuál fue el punto de venir aquí en primera?
En diferencia al agitado
Spitz, Aura siguió calmada e inclino su cabeza con ternura.
[El propósito
único es charlar. Pero si Margrave Grinda es sólo un idiota que no quiere
comunicación, entonces tendremos que luchar contra él. Sin embargo, la
estrategia es por un por si acaso.]
[Pero tratándose
de este punto, una batalla es inevitable...]
[No es tan tarde.
Debemos evitar conflictos entre el poblado del Imperio.]
[Eso es cierto,
pero...]
Spitz no pudo
librar su segunda frase. Pero ello fue de esperarse. Pensó que su amada señora
no cedería aquí. Por eso concedió el primer paso. Al confirmar falsamente la
orden de Aura, ordeno a muchas unidades invadir el territorio de Margrave
Grinda y darle captura a la 6ª Princesa.
Aunque no quería
dar un movimiento sin el consentimiento de su amada señora, tal vez su decisión
era la acertada. Justo cuando el silencio surgía, un mensajero, lleno de barro,
se aceleró hacia la tienda.
[¡Urgente! ¡El
Principado de Lichtine con aproximadamente 15.000 soldados se está acercando a
la frontera!]
[¿Qué?]
Spitz cuando se
levantó de su silla quedó aturdido. Aura paro el movimiento de la pieza que se
iba a colocar en el mapa y le dio su atención al mensajero.
[Infórmanos los
detalles.]
[Según las órdenes
de Aura-sama, la unidad que daba espera a Su Alteza Celia Estreya cercana a la
frontera dio vista de un movimiento sospechoso del Principado de Lichtine,
luego de dar envió a los exploradores, dimos confirmación de la movilización de
un ejército.]
Después de oír el
informe del mensajero, los ojos de Aura fueron estrechados violentamente. Por
otra parte, el corazón de Spitz estaba a punto de detenerse. Esto era debido a
que Aura se enteró del envío de la unidad fronteriza por ella misma.
[... Lord Spitz.]
Naturalmente, no
es sorprendente que Aura no de basto en algo que ella no recuerda. Una mirada
furiosa atravesó a Spitz. Pero actualmente no era el momento para eso, Aura
negó con su cabeza, se movió hacia el mensajero y le informo.
[Sé que estás
exhausto, pero solo hazme un favor.]
[Como ordene.]
Aura sonrió ante
la rápida respuesta.
[Me gustaría que
le contaras esto a Margrave Grinda. También que si él nos puede ayudar.
Escribiré una carta inmediatamente.]
Papel y una pluma
se pusieron sobre el escritorio. Aura escribió con suavidad con la tinta que
estaba sobre la punta de la pluma. El sonido de esa punta de la pluma se había
escuchado un tiempo en esta tienda de alto rango.
Cuando Spitz,
momentos después de recuperar su compostura, no tenía seguridad de si debía
pedir perdón o no, los ojos de Aura, que se miraban llenos de furia, al
terminar se regresaron hacia él.
[Debería
enfadarme, pero esta vez no te cuestionaré.]
[¿...Eh?]
[Si tú Lord Spitz
no hubieras dado envió a esos soldados a ocultarse en la frontera,
probablemente no hubiéramos sabido lo que el Principado de Lichtine hacía. Así
que esto no es un problema.]
[¿En verdad?]
Spitz se paró de
su silla alegremente. Aura, que le dio la carta al mensajero, dio un vistazo a
Spitz.
[Pero si no te doy
castigo, no dará muestra a los soldados de que te estoy disciplinando. Y así
que, solo te recompensare por tu futuro trabajo.]
Después de dar por
concluido eso Aura tomo el libro sobre el escritorio y comenzó a leerlo. Spitz,
que había estado dándole miradas apasionadas, se movió de su silla y se puso de
rodillas.
[¡Lo haré! ¡Sin
dudas este favor será devuelto!]
Spitz juro,
mientras su voz temblaba de la emoción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario