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Capítulo 1: La Gran Capital Imperial

 

13 de julio, 1023, en el calendario imperial. El Fuerte Berg, rodeado por el desierto, estaba experimentando el mismo calor humeante.

 

[¡Hiro—!]

 

En medio de todo eso, la voz de una chica que era tan refrescante como campanitas sonando en el tercer piso de la torre central.

 

[¿Dónde estás—?]

 

Su apariencia es como la de una madre buscando a su hijo perdido. Celia Estrella Elizabeth von Grantz, la 6ª Princesa del Gran Imperio Grantz. Su serena apariencia es innegablemente llamativa. Su cabello rojo da un sentimiento de fiera pasión, y su hermosa cara haría que cualquiera se asombre en admiración.

 

[¡Hi—ro!]

 

Dejando su apariencia, había algo más que atraía la atención de las personas. Era la roja espada en su cintura. Es una de las cinco atesoradas espadas refinadas por el 1º Emperador que fundó el Gran Imperio de Grantz, y esta es la espada espiritual más amada del 1º Emperador, conocida como el “Emperador de las Llamas”.

 

[¿Dónde está?]

 

Para ella, quien no ha estado a cargo por un tiempo, el Fuerte Berz parece un laberinto. Es por eso que es difícil para ella buscar a cada persona. Era inevitable que apretara sus puños en frustración. Sin embargo, eso causó que la reluciente carta en la mano de Liz se tornara en una indescriptible forma.

 

[Mm… ya que es Hiro, pensé que estaría en el tercer piso.]

 

El tercer piso de la torre central era más que todo un almacén. Este es el piso donde libros, herramientas, y mesas son almacenadas. Ahora con un lobo blanco guardián llamado Cerberus, hubo incidentes de soldados siendo amenazados cuando llegaban al tercer piso sin llamar primero.

 

[¿Quizás debería volver al cuarto de Hiro…?]

 

Cuando Liz murmuró eso, al final del algo iluminado pasaje— la puerta trasera se abrió. De allí, el amo del tercer piso, Cerberus, el lobo blanco, y desde atrás, un chico con cabello y ojos negros, y un parche que no pegaba con su débil cara— El Hiro que Liz había estado buscando— apareció.

 

[¡Hiro!]

 

Liz levantó su mano y dijo el nombre del chico, y Hiro la vio y camino a ella.

 

[¿Qué ocurre contigo con esa prisa?]

 

[Es un tema urgente. Te estaba buscando.]

 

[¿Así es eso? Estaba en mi estudio para hacer una investigación.]

 

Hiro se dio la vuelta y vio el cuarto que estaba lleno con la historia de este fuerte. Hm, y luego de darle una mirada a la puerta sobre el hombro de Hiro, Liz puso sus manos en su cintura y dijo.

 

[Es bueno que estés tan ansioso por aprender, pero debes decirme a dónde vas siempre.]

 

Liz se había vuelto algo sobreprotectora desde que Hiro había estado sufriendo por el problema del ojo. Quizás debería decirse que se preocupa mucho, quizás no se le puede culpar luego de ver a Hiro sufrir así…

 

[Seré más cuidadoso desde ahora. ¿Y qué pasa?]

 

[Sí. Sí. Mira, mira, por fin recibí respuesta a esa protesta que envíe antes.]

 

Hiro se ve dudoso a la carta ofrecida por Liz.

 

[Está arrugada y liada, pero… esta es una carta, ¿cierto?]

 

[Una carta de mi padre. Mira, el Emperador la firma.]

 

Recibiendo la alargada y arrugada carta, Hiro la sacó mientras hace un gran sonido.

 

[¿Por qué esto es— como basura?]

 

[Estaba buscando a Hiro, y terminé con esto… No quería ofenderte. Lo siento, ¿está bien?]

 

Ella junto sus manos y dijo eso con la mirada arriba. Si pronuncia una disculpa con una forma tan linda, Hiro no podrá decir nada. Hiro una vez más había oído que las mujeres son criaturas que se benefician por ser hermosas, y Hiro se dio cuenta que era cierto.

 

[Bueno… no es que no pueda leerlo; está bien.]

 

Cuando Hiro miro a la carta—

 

[He sabido todo de las cartas de mi hija. También escuché de tu batalla contra el Principado de Lichtine.

 

Me gustaría felicitarte por tus logros, pero estoy más preocupado por algo más.

 

Quiero confirmar la autenticidad de tu decir de ser un descendiente del Segundo Emperador.

 

Una vez estemos seguros que esa información es cierta, nos aseguraremos que el Primer Príncipe sea castigado apropiadamente.

 

Mientras tanto, me gustaría que tú, la persona en cuestión, venga a la Gran Ciudad Imperial.

 

Emperador Greigheit el 48o.]

 

[Ir a la Gran Ciudad Imperial, ¿huh…?]

 

Por el futuro, Hiro pensó que debería hacer conocidos con los señores y señoras, incluyendo al emperador. Sin embargo, qué es lo que le espera… debe ir con eso en mente.

 

[¡Entonces alistémonos para ir a la Gran Ciudad Imperial lo más pronto posible!]

 

Por alguna razón, Liz tomó el brazo de Hiro felizmente.

 

[No, esta carta no dice que Liz debería también, ¿no? Así que no puedes ir, ¿bien?]

 

Más importante, si fuera a ir también, se haría un gran grupo. A diferencia de antes, el emperador está allí así que las facciones rivales no tomarán una extrema acción, pero Hiro aún se sentirá más confortable teniendo a Liz en el Fuerte Berg.

 

[Eehh… ¿no puedo ir?]

 

Su gesto de protesta con sus mejillas infladas ligeramente sacudió el corazón de Hiro. Sin embargo, Hiro decidió dejar de lado su corazón.

 

[El área alrededor del Fuerte Berg aún no es seguro. Si algo va mal, no sería bueno si el comandante, tú, no está presente, ¿o no? Y hay mucha papelería acumulada también. Necesitas firmar algunos de esos papeles… ¿cierto?]

 

[Mumu, Tris lo hará por mí.]

 

[Tris-san, huh… verás, es un cabeza de músculo— Odio decirlo, pero no es bueno para el trabajo de oficina o así.]

 

[Tampoco es fácil, ¿sabes?]

 

[Sí, lo sé… sé eso, pero vamos a dar lo mejor. Eres mucho mejor que Tris-san.]

 

Hiro tampoco no es muy bueno en cosas de papelería. El Fuerte Berg necesita un excelente sirviente civil. Sería raro para alguien querer ir a tal remoto lugar, pero Hiro pensó que le pediría ayuda al emperador si la oportunidad sale.

 

[Bueno, que si, si termino mi trabajo y todo, ¿puedo ir contigo?]

 

Los ojos de Liz se humedecieron mientras miraba a Hiro.

 

[C-Claro. Creo que no habrá problema si terminas tu trabajo.]

 

Hiro no podía evitar asistir con su cabeza. Liz saltaba arriba y abajo, escuchando eso.

 

[¡Bien! ¡Es una promesa! ¡Voy a ir a por esa papelería y terminar en nada!]

 

[Ah, sí. Pero sabes, con todo eso en un día sería—]

 

Las palabras de Hiro no le llegaron. Era porque la encantada Liz se fue a una tremenda velocidad.

 

[Bueno, me disculparé luego, y si le consigo un regalo o algo, estará de mejor humor.]

 

Solo en caso, sería problemático si Liz lo nota, sería mejor irse tarde en la noche. Por ahora, Hiro dio sus pies a su cuarto para preparar su partida.

 

Luego que el sol de la tarde se hubiera desaparecido levemente al horizonte, la hora cuando todos excepto los soldados de guardia se habían ido a la cama. Hiro empezó a actuar. Primero que todo, fue al primer piso de la torre central— procedió a bajar por el corredor con cuidado y se detuvo en frente de la oficina. Echo un vistazo por la entre puerta, podía ver a Liz yaciendo enterrada en una pila de papeles.

 

Cuando la boca de Hiro formó una sonrisa—

 

[Hey, ¿qué estás haciendo allí?]

Hiro de prisa se movió mientras una voz le llamaba desde atrás.

 

[¡¿Tú… estás tratando de atacar a la princesa?!]

 

La cara de un viejo soldado con una lampara en una mano vino con sospecha a indagar.

 

[¡N-No! ¡No, para nada! ¡Por favor calla! ¡Liz se despertará!]

 

El viejo soldado que iluminó la asustada cara de Hiro con su lampara hizo una cara rara.

 

[Muh… qué es eso, eres tú, ¿huh, chico? ¿Qué estás haciendo allí tan tarde?]

 

Es un asistente que trabaja para Liz, Tris von Termier, un oficial militar de tercera clase.

 

[Sabes…]

 

Si dudaba, Tris podía clamar que Hiro estaba saliéndose por la noche o algo, así que Hiro rápidamente le explico a Tris.

 

[Fumu. ¿Significa que querías irte luego de asegurarte que la Princesa estuviera dormida?]

 

[Sí. No puedo llevarme a Liz, ¿verdad?]

 

[En efecto. También quiero que la princesa se quede aquí. Pero eres el descendiente del Segundo Emperador, ¿cierto? Y estoy seguro que se te permite algo de protección también. ¿No vas a llevarlos contigo?]

 

[Muchos de los Señores y Señoras, incluyendo al Emperador, estarían más escépticos. Por eso, he decidido que sería mejor no llevarlos, mientras los guardias puedan causar una irritación innecesaria.]

 

Hasta que el emperador lo reconozca, es menos que un plebeyo. Debería ser lo más silencioso posible. Si quiere cumplir el sueño de Liz, necesitarán más aliados que enemigos. Cuando considera el futuro, no quiere crear una mala impresión.

 

[¿No estás muy preocupado por eso? Además, solo tú, chico, es quien tiene cabello y ojos negros. Eso solo puede ser evidencia.]

 

[Solo pueden decir que ese cabello y ojos negros son cosa de un disfraz, sabes.]

 

Hiro está pensando en enviar al “Emperador Celestial” cuando llegue el momento, pero eso solo si se queda sin opciones.

 

En el caso de una audiencia con el Emperador, hay una buena oportunidad que el Primer Príncipe esté presente. Si envía al “Emperador Celestial” en frente del emperador, será llamado un asesino, y será atacado sin advertencia. Eso sería bueno para un desastre. Stobel se convertirá en el héroe que protegió al Emperador, y Liz seré ejecutada por enviar al asesino.

 

El lugar donde Hiro se dirige es el palacio imperial, donde todo tipo de desastres están juntos— no hace daño preocuparse por eso.

 

[Bueno, ya que se me está acabando el tiempo, me iré pronto.]

 

[Bien. ¿Estás seguro de no necesitar un guardaespaldas?]

 

[Sí, no será necesario.]

 

[Pero no puedes montar a caballo, ¿verdad? ¿Qué vas a hacer?]

 

[Primero que todo, voy a visitar a Kiork-san a pie.]

 

Debe haber una diligencia en Lynx. Así que Hiro pensó que iría a la Gran Capital Imperial por eso.

 

Fumu… Tris dijo y pretendió pensar en ello.

 

[En ese caso vale intentarlo…]

 

[¿A qué te refieres?]

 

[Tengo algo para ti, chico. Sígueme.]

 

Con eso, Tris le dio la espalda y caminó. Hiro lo siguió, preguntándose. Estaba yendo a un establo— en realidad no es un establo, sino un terreno baldío en la distancia.

 

[Este es.]

 

Tris tocó una gran jaula. Algo se mueve dentro y emite un extraño sonido.

 

[¿Qué es eso?]

 

[Esto es— ¡Un dragón veloz!]

 

A la pregunta de Hiro, Tris le dio una sonrisa con un gruñido.

 

____________________________

 

Mientras el sol empieza a levantarse en el cielo con una ligera desviación de las nubes, el Fuerte Berg vuelve a la vida otra vez.

 

[Uumu…]

 

Luego de despedir a Hiro, Tris estaba en el cuarto desordenado del oficial. Aunque era un soldado viejo, la heroica atmósfera irradiando de su bien entrenado cuerpo era tan fuerte como la de un joven.

 

El hombre quien era temido como un instructor demonio ahora estaba sonando algo y tenía una complicada expresión en su rostro.

 

[— ¡Por qué, entonceeeees!]

 

La mirada de los soldados estaba concentrada en Tris mientras alguien de pronto empezó a gritar. Aunque, Tris están tan distraído por algo que no le molesta. Una chica quien está tan deprimida que se puede pensar que es un fantasma— la Sexta Princesa, Liz, aparece.

 

[He sido abandonada… Hiro me ha dejado.]

 

Mientras murmura, Liz se sienta por la gran mesa con Tris, cara a cara. Liz, quien era tan adorable que no dolía verla a sus ojos, se veía como que estaba por morir. Como se esperaría de Tris, no podía evitar llamarla.

 

[Mu, ¿ocurre algo?]

 

[No puedo encontrar a Hiro.]

 

[Ya veo…]

 

[Creo que probablemente fue donde mi tío. Hiro no puede montar a caballo, así que se irá a pie.]

 

Caballos son muy buenos leyendo las emociones humanas. Si no les gustan, se burlarán de ti, y si el jinete tiene miedo, tratarán de disuadirte de montar. Pero si les das amor y afecto, harán lo que quieras hacer, haciéndolos un confiable compañero.

 

[Oh, hablando de caballos…]

 

Tris decidió compartir sus preocupaciones. No es solo por los caballos; también es Hiro.

 

[¿Ha montado un “Dragón veloz”, Princesa?]

[Claro que no. Son del linaje dragón. Tienen una difícil personalidad, y no creo que estarían dispuestos a dejar a un humano montar sus espaldas. He oído que solo unos cuantos hombres bestias que pueden hablarle a los dragones pueden montarlos.]

 

Eso es, Hiro le mostró a Tris que podía montarlo justo frente a él.

 

Sin embargo, parece que el “dragón veloz” había bajado su cabeza al lado para hacerle más fácil montarle.

 

[Por cierto, ¿no había uno en este fuerte? Como el que capturamos antes en la villa que se estaba arrasando.]

 

[Estaba, pero el chico se fue con él.]

 

[Heh, incluso Tris puede hacer una broma así.]

 

[¡No es una broma! Lo vi con mis propios ojos. Vi al chico irse, montando al dragón veloz antes que el sol saliera. ¡No estoy bromeando!]

 

Luego de decirlo, Tris parecía darse cuenta que había cometido un error.

 

[Me gustaría escuchar esa historia a profundidad.]

 

La sangre se dreno de la cara de Tris al sonido de la voz de Liz, la cual era gentil en tono, pero llena de enojo.

 

[Hyii… perdóneme, por favor.]

 

Luego de un rato un grito salió de la boca de Tris— un gran grito resonó por el desordenado cuarto del oficial.

 

******************

 

14 de Julio, 1023 del calendario imperial. La luz estaba bajando sin más en el verdor del sol flotando en un cielo claro sin nubes. Había una criatura corriendo, cortando el aire de la pradera lleno con la esencia de las plantas. Aunque es un poco más pequeño en estatura que un caballo, su velocidad es más increíble. El que monta en su espalda es un chico vestido en un uniforme negro—Hiro.

 

Incluso yo puedo montarlo… ¡Y es tan rápido!

 

El viento golpea contra sus mejillas, haciendo que los pétalos vayan atrás. Es como si fuera uno con la naturaleza.

 

La criatura que Hiro está montando es el “Dragón Veloz” que Tris le dio. Es una especie no nativa que originalmente habita las Islas Shaitan localizadas al este del continente central. Cerca de hace tres cientos años atrás, aventureros capturaron un número de ellos de las Islas Shaitan, y escaparon, los cuales fueron a su proliferación en el continente central.

 

[¡Vamos directo a la mansión de Kiork-san!]

 

Luego de sentirse mejor, Hiro le ordeno al dragón veloz bajar por la calle de Lynx. La calle central está alineada con muchas personas, y puestos han sido alineados desde temprano en la mañana. La guerra ha pasado, y la ciudad parece haber recuperado algo de su vida.

 

Cuando Hiro llego a la mansión, se bajó del dragón veloz y corrió a la persona parada en la entre puerta.

 

[Hiro-sama, gracias por tu trabajo en este largo viaje.]

 

[Ha sido un tiempo. Um… tú eres Kurt-san, ¿cierto?]

 

Kurt von Termier, es el asistente Kiork-san, quien estuvo al pendiente durante la visita de Hiro. También es el mayordomo que supervisa a los sirvientes de la mansión.

 

[Sí, ha sido tiempo. Aunque tengo muchas cosas que hablar, por favor ven por aquí. El Señor lo está esperando.]

 

Kuru metió a Hiro a la mansión y lo llevo al cuarto de invitados del primer piso.

 

Muros blancos sin una sola mancha rodean la mansión en todos sus lados, y las ventanas en el lado oeste pasan por alto la parte norte de la casa, donde los ciudadanos del señor viven. Hiro se instaló en el poco resistente sofá en forma de L en el cuarto. Kiork estaba sentando por la mesa en el otro lado del cuarto.

 

[Una diligencia a la Gran Ciudad Imperial, ¿huh…?]

 

Escuchando la petición de Hiro, le dio un sorbo al té que la sirvienta le trajo y sonrío.

 

[Lo arreglaré para ti de inmediato. ¿Cuándo estás planeando irte?]

 

[Si es posible, me gustaría irme hoy… ¿Eso estaría bien?]

 

[¿Estás de apuro? Aunque no creo que haya algo malo con tomarse un día libre.]

 

[Aunque la carta del Emperador no mencionó una fecha límite específica, pensé que era lo mejor ir lo más rápido posible.]

 

[Ya veo, ciertamente es cierto.]

 

Kiork asistió, luego sonrío, y junto sus manos en una pequeña forma.

 

[Kurt, consigue un lápiz y un pedazo de pergamino.]

 

[Entiendo.]

 

Luego de asistir, Kurt tranquilamente cerró la puerta y desapareció del cuarto. Luego de ver eso, Kiork empezó a hurgar por sus bolsillos en frente de Hiro.

 

[Ahora… incluso si usas el carruaje expreso, aún toma unos cinco días llegar a la Gran Ciudad Imperial. No creo que puedas ir sin comida y bebida durante ese tiempo.]

Un humilde saco fue colocado en la mesa por Kiork.

 

[Toma, está lleno con comida y agua.]

 

[No, no puedo aceptar que hagas tanto…]

 

Antes de irse, Hiro había recibido un poco de dinero de Tris para financiar el viaje. Un total de ocho drates plateados—No es mucho, pero es suficiente para llegar a la Gran Capital Imperial. Sin embargo, la pequeña bolsa que Kiork saco tenía un poco más que eso, no importa cómo lo vieras. Justo cuando Hiro estaba por declinarlo con educación, Kiork lo sostenía en su mano.

 

[No, no hay necesidad de ser tímido. Estoy en deuda contigo por toda tu ayuda, y lo más importante, por salvar la vida de mi sobrina. Bueno, no creo que pueda pagarte por eso. ¿Qué crees? ¿Puedes aceptarlo?]

 

Kiork está sonriendo, pero hay una firme intención de no rendirse. Si es solo para convencerlo, es mejor tomar ventaja del favor.

 

[Muchas gracias…]

 

[Y considerando tu ascender en el mundo, no dolerá ocuparse de las cosas.]

 

Hiro sonríe amargamente. Kiork tiene expresiones de motivos ocultos que son impropios de un caballero.

 

[Daré lo mejor para vivir a sus expectativas.]

 

[Haha, estaré esperando por ello.]

 

Entonces Kurt volvió. Colocó el lápiz, tinta, y el pergamino en frente de Kiork. Kiork pasó el lápiz sin más de una forma normal.

 

[Dale esto al asistente de la diligencia.]

Ya que la tinta no está seca, el pergamino se le entrega a Hiro sin enrollarlo.

 

[Conseguirán el carruaje más rápido disponible para ti. Bueno, aunque no puede ser el carruaje más confortable.]

 

La calle en la cual la diligencia va es llamada el camino imperial porque es administrada por el estado principalmente. Además del regular mantenimiento, hay paradas de descanso en intervalos regulares, cuyas calles de vendedores ofrecen comida y agua. Además, los fuertes cercanos siempre están patrullando con guardias para proteger contra los bandidos y monstruos, por lo cual les gusta mucho a las personas ya que es el lugar seguro para viajar.

 

[Oh, no te preocupes por el dragón veloz. Cuidaremos de él.]

 

En realidad, pudo haber montado al dragón veloz a la Gran Capital Imperial, pero considerando el riesgo de perderse, Hiro decidió que era mejor usar la diligencia.

 

[Gracias. Entonces mi iré yendo.]

 

Luego de ser despedido por Kiork, Hiro dejo la mansión y empezó a caminar a la estación. El fuerte brillo del sol brillaba como si quemara su piel, pero la fresca briza alivia su piel como si se estuviera suavizando. Pasando por la puerta de hierro entre los muros blancos y bajando por una larga colina, se encontró en el distrito norte donde los ciudadanos del señorío vivían.

 

Primero, pasó por la posada y luego va a una taberna llena de ciudadanos emocionados por la reciente victoria. Luego vio un área abierta— una valla alta que encierra un jardín. Dentro hay docenas de robustos caballos atados a carruajes. Más allá de eso, podía ver una gran estación de registro con un techo pintado de rojo.

 

Entrando a la estación de Lynx, Hiro entrego un pergamino al asistente de la estación de Kiork. Luego, no en mucho, un carruaje de siete caballos vino desde el frente.

 

La Gran Capital Imperial, huh… mil años atrás fue llamada la Capital Real, pero supongo que muchas cosas han cambiado.

 

Por cómo las cosas iban cambiando, Hiro se metió al carruaje, su corazón saltaba en anticipación.

____________________________

 

En el día cuando Hiro dejo la Gran Capital Imperial, algo extraño estaba pasando en la parte más al sur del Principado de Lichtine— una ciudad portuaria llamada Ilnis.

 

La ciudad está poblada con pescadores debido a la abundancia de comida de mar, pero también tiene una atmósfera desolada. La razón para esto es que los barcos llevando esclavos van a Ilnis a todo el mundo. Lejos de los muchos barcos de esclavos en vapor, pescadores se reúnen en la orilla en pequeños botes.

 

Pero en la rocosa orilla, la cual es uno de los lugares de descanso para pescadores, está ocupado no solo por pescadores, sino por mercaderes con una bulliciosa adquisición en sus manos.

 

[La familia del Príncipe ha perdido a su hijo más grande y al tercer hijo como resultado de coger pelea contra el Gran Imperio.]

 

[Si el Imperio Grantz toma represalia, incluso este siendo el punto más al sur, puede ser peligroso.]

 

[Suspiro, es de otra manera. Oí que el Príncipe idiota está planeando invadir al Imperio otra vez y vengar la muerte de sus herederos. El rumor dice que está reuniendo tropas.]

 

[Hey, ¿qué están haciendo estas personas descansando con libertad?]

 

Todos los mercaderes miran en dirección a la voz que había interrumpido la conversación. Un hombre gordo bien vestido—su empleado, un vendedor de esclavos— estaban sudando mientras corrían por la dulce playa. Fuera de sus ojos, una chica morena estaba corriendo con apariencia desesperada en su cara.

 

Los mercaderes se acobardaron y soltaron un suspiro colectivo y dijeron “Otra vez, huh.” No era una inusual vista en el Principado de Lichtine. Eso es por vender y humillar personas que a menudo huyen de los vendedores de esclavos. La chica morena debió haber escapado de la misma forma.

[¡Hey, mis preciados bienes han escapado! ¡Vayan por ella ahora mismo!]

 

Siguiendo esas palabras, los mercaderes volvieron su atención a un hombre.

 

[Líder, ¿qué cree?]

 

[Él es nuestro cliente, así que vaya allá y atrápela.]

 

El hombre yaciendo en la sombra se paró y señalo con su barbilla a los mercenarios a su alrededor. Entonces los mercenarios empezaron a correr por la playa con leves movimientos como si estuvieran acostumbrados a ello.

 

Superaron al sudoroso vendedor de esclavos y atraparon a la chica antes que pudiera incluso verlos. Rodeada por fuertes mercenarios, las piernas de las chicas se detuvieron, y su cara se retorció del miedo.

 

[P-Por favor… por favor déjame ir.]

 

[Lo siento. Mi vida está en la línea.]

 

[Es un desperdicio. Sería mucho más hermosa cuando crezcas.]

 

Las chicas que son esclavizadas nunca llegan a edad mayor. Es porque la mayoría de ellas mueren sin llegar a la adultez debido a la dura vida que tienen que soportar. Aunque, son tratadas iguales. Solo son esclavas, y cuando mueren, una nueva esclava puede comprarse.

 

[Hah… Hah… phew… ¡Maldita esclava, deja de hacerlo difícil para mí!]

 

El vendedor de esclavos por fin atrapo a la chica, tomó su cabello con fuerza, y la derribo.

 

[¡Ah!]

 

El vendedor de esclavos pisoteó la cabeza de la chica y presionó su cara contra la calurosa arena de la playa.

 

[¡¿Uughh?!]

 

La chica estaba luchando desesperadamente para escapar del calor. Pero era imposible para la desesperada chica el escapar del calor cuando un traficante corpulento y bien formado la sostuvo.

 

[¡La siguiente que huyas, te mataré! ¡Recuerda eso! ¿Me escuchas?]

 

[Hey, hey, eso es un poco…]

 

El mercenario lo llamó para detenerlo, pero el vendedor de esclavos se burló.

 

[Hmph, es mi bien. No tienes derecho a quejarte de mí.]

 

[Está bien, solo estoy diciendo, si te gusta, está bien.]

 

Los mercenarios apartaron sus rostros en disgusto al argumento del vendedor de esclavos. Y luego los ojos del líder de los mercenarios venían desde atrás de ellos mientras bostezaba.

 

[Parece que han capturado al esclavo fugitivo.]

 

[Sí, si solo ustedes hubieran ido tras ella, no habría tenido que pasar por todo este problema.]

 

[Huh, no digas eso. La han capturado al fin de cuentas.]

 

El líder se bufo a la frustración del esclavista y lo alejo.

 

[Entonces vayámonos de aquí. Hace demasiado calor.]

Y cuando el líder se dio la vuelta—

 

[¿Huh?]

 

De pronto una gran sombra apareció del frente de él.

 

[¿Tú, qué es eso…?]

 

Un hombre quien es más alto que cualquier otro en la escena estaba parado allí. El líder lo abrazo por reflejo con su espada en mano.

 

Fumu… Qué imperfecto cuerpo. Humanos, ¿huh?

 

[¿De qué estás hablando? ¿Qué lenguaje es ese?]

 

Como se esperaría, este es— el continente central.

 

El hombre se hizo atrás desesperadamente como si tratara de distraerse del calor. Los pequeños cristales púrpuras fueron expuestos al mundo exterior y reflejados a la luz del sol.

 

Es el lenguaje más usando en el continente central, ¿no?

 

[Hey… grandote, ¿estás escuchando?]

 

[Lo siento. ¿Qué esto? ¿Entiendes?]

 

El gran hombre habló en Grantz con un fuerte acento.

 

[Tú, ¿vienes del imperio?]

 

[¿Te parezco un humano?]

El líder frunció el ceño y observó al hombre. Su boca se levantó levemente.

 

[No jodas…]

 

El hombre está más dotado de piel purpura pálida y un físico que los humanos. Más importante, el pequeño cristal purpura metido en su frente le dio la respuesta—

 

[¡¿Un demonio?!]

 

[Estás en lo correcto, humano.]

 

[¡¿Qué?!]

 

Era el vendedor de esclavos quien grito en sorpresa.

 

[Hey, si es cierto, triplicaré tu recompensa. ¡Así que atrapa al chico!]

 

Hace mil años, el demonio devastó el continente central. Para pelear contra los demonios en crecimiento, la confederación de las cuatro razas— Humanos, Enanos, Orejas Largas, y hombres bestias— lucharon y con éxito destruyeron el país demoniaco, pero no pudieron erradicar la sangre del demonio.

 

Luego de la Guerra, se dice que los demonios cruzaron el archipiélago sur, localizado al sur del continente central para escapar de la persecución. No hay forma de saberlo ahora claro, mientras el furioso mar lo haga inaccesible. Pero, no todos los demonios cruzaron al archipiélago sur, y al menos unos cuantos se quedaron en el continente central.

 

[Ya que el Gran Imperio Grantz ahora los protege, no es fácil encontrarlos en el mercado de esclavos. Incluso si puedes encontrarlos, es dudoso que sean demonios; parecen una mierda viniendo de la sangre. Creo que este chico tiene una fuerte sangre demoniaca por su apariencia. ¡Si lo vendo como esclavo, me haré rico en nada!]

 

En el noreste del Gran Imperio Grantz, hay un país llamado el Reino Levering. Es un país de demonios fundado para salvar a sus compatriotas de la persecución, pero ahora el Gran Imperio Grantz había hecho al Reino Levering un estado vasallo de cara a la protección.

[Señor. Si lo entiende, tres veces más es poco. Es posible que esta chica es una pura sangre que nunca se ha mezclado con otras razas. Cinco veces es más o menos— ¡¿boof?!]

 

Antes de poder terminar, sangre salió del torso del líder. Gotas de sangre se están saliendo sin cesar de la herida abierta, y con un crujido, las entrañas se esparcieron en la arena de playa.

 

[Santo Dios… esclavos, dinero, y todas las otras cosas de las que pudiste pensar. Es solo lo mismo como en cualquier otro país. Pero siquiera sabes de la diferencia en fuerza. ¿Crees que esos chicos pueden capturarme?]

 

Una gran espada fue tomada en la mano del demonio, el cual estaba sacando su fastidio.

 

[¡¿L-Líder?!]

 

[¡Bastardo!]

 

Los otros mercenarios atacaron al demonio con sus fuerzas.

 

[Huh, lo menos que sepas de tus destrezas, lo más que seguido que te la crees.]

 

Con un ligero movimiento de la gran espada— los cuerpos de tres mercenarios salieron volando, y sus entrañas se esparcieron en la playa, los mató. Los dos mercenarios sobrantes vieron la escena y, quizás notaron que no eran nada para él, le dieron un vistazo y huyeron.

 

[¡H-Hey, espera! ¿Las personas no quieren tu dinero?]

 

[¡El dinero no es mejor que la vida! ¡No puedo negociar con un monstruo así!]

 

[Todos son mercenarios, ¿verdad?]

 

[No te preocupes. No se alejarán de mí.]

 

El demonio se puso de rodilla en la arena y azotó sus manos en la playa. Por extraño que es, la arena se levantó y se metió en los pies de los mercenarios y los hizo rodar.

 

[¡¿Qué?!]

 

[Hay algo en mi pierna…]

 

De inmediato de eso, una nube de polvo se levantó frente a los mercenarios, quienes cayeron de golpe— una nube de polvo se levantó frente a los ojos de los mercenarios. La gran espada cortó el polvo y decapitó a dos mercenarios. Masivas cantidades de sangre tiñeron la arena de playa en rojo.

 

[Los humanos son suaves, ¿no? Bueno, será como tiene que ser, parece que solo quedas tú.]

 

Parándose en los cuerpos de los mercenarios, el demonio con una gran espada en su espalda caminó al vendedor de esclavos.

 

[Te daré diez veces más de lo que esas personas pagaran. ¿No quieres ser mi mercenario?]

 

Las manos del demonio cubrieron la asquerosa cara del vendedor de esclavos, y sus pies estaban en el aire. Bajo su pie está una chica morena— su cara está roja, y está inconsciente. Luego de darle una vista a la chica, el demonio giró sus fríos ojos al vendedor de esclavos.

 

[Eres un idiota irremediable.]

 

[¡¿Ogyuu?!]

 

Sangre salía de los ojos, nariz, boca, oídos y todo orificio del vendedor de esclavos. El demonio, bañado en sangre, sin cambiar su rostro y lanzando al vendedor de esclavos quien había terminado como un trozo de carne.

 

[Sería bueno empezar desde cero otra vez.]

 

Luego de murmurarlo, el demonio se arrodillo a la par de la chica morena. El demonio luego sostuvo a la chica como si intentara tocarle sus rojas mejillas como si la ayudase.

 

[Es una vida la que se perdió una vez. No es mala idea probar aquí y ver qué tan lejos mi poder puede ir.]

 

El demonio sostuvo a la chica que empezó a caminar por la playa sin destino.

 

***************

 

En el pequeño país de Baum— Templo del Espíritu del Rey. El país es representado por una mujer de la raza de orejas largas llamada la Princesa de la Doncella del Santuario. Hay un manantial llenó de color azul con una delgada niebla en el aire en medio de un denso bosque. Este es un santuario que solo la Princesa de la Doncella del Santuario se le permite entrar— la parte más interior del palacio bautismal del Templo del Espíritu del Rey.

 

La doncella, quien había metido su cintura en la fuente, con tranquilidad abrió sus ojos. La luz flotando en sus ojos, más azul que el ultramarino, esparcido en una pizca de luz y luego desapareció.

 

[¿Es la llegada de la tribu demoniaca algo que has orquestado…?]

 

La Princesa de la Doncella del Santuario puso su mirada a la brillante esfera entre las dos estatuas.

 

[…]

 

Sin respuesta. Como es usual, el Espíritu del Rey no le dijo nada.

 

[Entonces, haré lo que pueda para ayudar.]


Una gran onda se esparció por la fuente. Agua fluyó de la clavícula de la Princesa de la Doncella del Santuario y estaba metida hasta su gran pecho. La delgada ropa estaba bien pegada a su cuerpo, y sus extremidades tomaron una encantadora atmósfera. La Princesa de la Doncella del Santuario tomó un kimono del borde y camino, poniéndoselo tan rápido como podía. Corriendo por los frondosos árboles, un pasaje familiar apareció. Luego de caminar en silencio por el corredor de muros blancos por un rato, llego a un salón donde un grupo de caballeros doncellas del santuario, hechas todas unas mujeres, esperaban.

 

[Tráiganme una pluma, tinta y algo de papel ahora.]

 

Tensión apareció en sus rostros de los esperados caballeros del santuario de la doncella cuando oyeron el sonido de la voz de la Princesa de la Doncella del Santuario conteniendo enojo.

 

[Alístenlo de una vez.]

 

Cuando un caballero del santuario de la doncella envía una señal a su aprendiz subordinada—

 

[¡Ha! ¡De inmediato!]

 

El caballero aprendiz dejo una buena respuesta y rápidamente desapareció al fondo del pasaje.

 

[Princesa de la Doncella del Santuario-sama. ¿Qué le pico para estar en tal estado?]

 

El capitán de los caballeros del santuario de la doncella se quejó amargamente.

 

[Es un tema urgente.]

 

[¿Viste algo?]

 

[Sí, debo informarle al Emperador de inmediato.]

 

Luego el caballero aprendiz volvió sin aliento.

 

[¡Lo he traído! Hii… Fuu… Fuhee…]

 

[Fufu, gracias por tu arduo trabajo.]

 

La Princesa de la Doncella del Santuario sonrió al caballero aprendiz quien estaba cansado luego de correr lo más rápido que pudo. Sin embargo, el capitán de los caballeros del santuario puso sus manos en su cintura y se trajo su enojo.

 

[Hey, no te relajes frente a la Princesa de la Doncella del Santuario-sama. ¡Es por eso que aún eres un aprendiz!]

 

[A-Aun así, e-eso es…]

 

[No me importa. Déjala descansar.]

 

Cuando dijo eso, la Princesa de la Doncella del Santuario miro alrededor, y el caballero del santuario, reconociendo su gesto, tuvo una silla de madera para ella. La Princesa de la Doncella del Santuario puso una pieza de papel blanco y abrió su boca mientras pasaba una pluma.

 

[¿Escuchaste? Dale esto al Caballero del Espíritu y diles que dejen la Gran Ciudad Imperial lo más pronto posible.]

 

Luego de morder su dedo y ver una bola de sangre saliendo, la Princesa de la Doncella del Santuario lo presionó contra el papel blanco. Con su sangre saliendo, un cambio se hizo en el papel blanco. Emitió una leve luz y naturalmente se enrolló.

 

Se lo entrego al caballero del santuario quien estaba esperando a su par; el caballero del santuario respondió con “¡Disculpe!”. Y luego corrió por el corredor. La Princesa de la Doncella de la Princesa miro su espalda irse y murmuro tranquila.

 

[Es lo más que puedo hacer. El resto depende de ti, Su Majestad… Schwartz.]

 

____________________________

 

19 de Julio, 1023 del Calendario Imperial. El quinto día del viaje a la Gran Capital Imperial, era un incómodo viaje para Hiro. El carruaje que Kiork-san había preparado para Hiro fue diseñado para la velocidad, así que cada vez que pasaban un bache, su cuerpo flotaría, y su cabeza siempre se golpearía con algo. Es decir, era un viaje terrible.

 

[Ouch—]

 

El último día también le causó a Hiro despertar con un severo dolor.

 

[Aah… es de lo peor. Estoy bastante muerto del sueño.]

 

Mientras acariciaba el lugar adolorido, Hiro se sentó y miró el interior del carruaje con un profundo suspiro. Mientras el carruaje expreso no es de lo más cómodo, es lo bastante espacioso para que Hiro se estiré. Mientras miraba fuera de la ventana del lado derecho del carruaje, podía ver un verdoso campo, y mientras observaba aturdido, la ventana frontal fue abierta del exterior.

 

[Hey, joven. ¿Estás despierto?]

 

El que miraba dentro era el cochero operando el carruaje expreso. Luego Hiro levantó su mano para responderle al cochero.

 

[Casi estamos en la última parada, alístate para salir.] Dijo el cochero.

 

El carruaje se sacudió con estrepito mientras el cochero cerraba la ventana. Hiro empezó a levantarse y prepararse para salir. El carruaje expreso no iba directamente a la Gran Ciudad Imperial. Se detendría en la estación a tres kilómetros de allí.

 

[Gracias.]

 

Llegando a la estación, Hiro salió del carruaje—está sorprendido por la cantidad de personas.

 

[Ya veo… esta es una ciudad. Era una razonable cantidad de personas en la estación Lynx, pero hay más aquí.]

 

La estación estaba poblada con personas de todas las profesiones, de los nobles y plebeyos a mercenarios y aventureros.

 

La buena briza y la esencia de las verdes hojas acarician la nariz de Hiro mientras salía de la poblada estación. Hay un carruaje jalado por un caballo para la Gran Capital Imperial, pero Hiro decidió caminar allá debido a que algo le molestaba.

 

Alguien me está siguiendo.

 

Es problemático si alguien lo va a atacar aquí. Quiere evitar involucrarse con personas desconocidas tanto como es posible. Hiro luego entró a una banqueta oscura a un lado del camino y contó la sospechosa presencia siguiéndolo desde atrás.

 

Tres… seis… ¿ocho personas?

 

El hecho que las presencias sean fáciles de encontrar les hace verse como principiantes, pero es demasiado pronto para decirlo.

 

Como sea. Sería mejor moverse primero.

 

Hiro podía esperar a que su oponente atacara, pero si los guardias escuchaban la conmoción, vendrían. Hiro, quien no tenía prueba de su identidad, se lo llevarían para ser interrogado.

 

Incluso si pueden probar su identidad, no se podía decir cuánto tiempo sería detenido si los guardias trabajaban bajo el control de alguien más. Este no es el momento para perderlo en tales cosas.

 

Bien… quién es el mejor.

 

Luego de buscar a la presencia más cercana, Hiro miro atrás con vigor. Al mismo tiempo, el espacio en su mano se abrió, y una sola daga— el mango de un arma espiritual— salió.

Sacando el arma espiritual, Hiro al instante se movió detrás del nervioso hombre.

 

[Si actúas, te mataré. Si entiendes, quiero que se lo digas a tus amigos.]

 

Presionó el filoso borde contra la espalda del hombre y declaró tranquilamente.

 

[E-Entiendo, por favor no me mates.]

 

El hombre le lanzó una mirada a su disfrazado compañero como un viajero sentado en el rocoso camino— un hombre con una cicatriz en su mejilla. Luego el hombre con la cicatriz en su mejilla levantó sus brazos y los cruzo sobre su cabeza varias veces. Luego de confirmar que las varias presencias se alejaban, Hiro presionó la espalda del hombre y le instó a moverse.

 

[Te haré algunas preguntas. No tienes que responderlas si no quieres, solo te mataré y le preguntaré a alguien más.]

 

Movió el presionado borde abajo. La sangre salió de la cara del hombre mientras su sucia ropa era cortada.

 

[P-Por favor para; diré lo que quieres.]

 

Era solo una amenaza, pero pareció ser bastante efectivo.

 

Él es un principiante, después de todo…

 

Mientras observa al hombre con piernas temblando, Hiro continuó haciendo preguntas.

 

[¿Para quién trabajas?]

 

[No lo sé. Me dieron dinero de la nada y me dijeron… que te atacara.]

 

[Hee… ¿puedes contarme de la situación en ese momento?]

[A-Acababa de terminar en el campo, y un hombre extraño apareció en mi puerta.]

 

[¿Hombre extraño?]

 

[No pude reconocer su cara porque estaba usando capucha, pero su voz era un hombre.]

 

Hiro giro la daga alrededor de su mano y presionó el mango contra el hombre para apresurarlo.

 

[M-Me dijeron que te lanzara a la guardia como pretexto. No iba a hacerlo, pero me dieron dos monedas doradas de Grantz.]

 

El hombre fue asombrado por el dinero— las otras personas alrededor de él son de la misma villa.

 

[¿Q-Quién querría eso? ¿Cierto? Así que perdóname. Lo lamento.]

 

No hay indicación que el hombre esté mintiendo. Más preguntas no parecen darle más información.

 

[Puedes irte. Pero si muestras algún comportamiento inusual, te mataré. Y no vengas a mí por de frente otra vez. Si te veo en algún lugar. Te mataré. ¿Está claro?]

 

[E-Entiendo. Nunca más mostraré mi cara ante ti.]

 

Luego de asistir varias veces con vigor, el hombre corrió por la acera y cruzo la calle sin mirar atrás ni una vez. Varios hombres, quienes debían ser sus amigos, lo siguieron con prisa. Hiro los vio hasta que salieron de la vista y luego decidió continuar hacia la Gran Ciudad Imperial.

 

Serán asesinados por su cliente, incluso si no les pongo una mano.

 

El pago es extraordinario para un trabajo fácil— lo que significa que deben hacerlo. Si no lo hacen y fallan, serán asesinados por su cliente, lo que se merecen.

Aunque me pregunto por qué usaron peatones.

 

Si el oponente hubiera sido un habilidoso peleador, Hiro ciertamente habría peleado. Luego solo era cuestión de tiempo antes que fuera atrapado por los guardias que escucharían la conmoción.

 

Vamos a pensar en eso luego… Por ahora, vamos a disfrutar la ciudad capital luego de un rato— no, la Gran Capital Imperial.

 

Rompiendo sus pensamientos, Hiros detuvo sus pasos. Frente a su mirada estaba la gran majestuosa puerta de la Gran Capital Imperial.

 

Viendo adelante, Hiro fue envuelto en el intimidante sentimiento de los masivos muros de la ciudad viéndolo desde abajo. Cuando miro al profundo foso rodeando los muros de la ciudad, agua extraída del Río Kendell en el norte está agrupada y habitada por varias criaturas submarinas.

 

El puente al otro lado del río estaba lleno con personas. Cuando cruzó el puente y tenía su equipaje inspeccionado en la puerta principal, fue recibido con—

 

[Aah…] 

 

La escena ante él era abrumadora. Extendiéndose desde la puerta principal era un camino completa mente hecho de piedras. En intervalos regulares en ambos lados estaban estatuas gigantes que perforan los cielos— estatuas colosales exquisitamente esculpidas de los Doce Grandes Dioses de Grantz.

 

Los dioses miraban a las calles como si recibieran a los visitantes. Establos estaban alineados a sus pies. Cada tienda estaba llena con personas, y los vendedores ambulantes estaban gritando para atraer clientes.

 

[Los edificios son más altos de lo que eran hace mil años, y más importante, hay muchas personas aquí…]

 

Hiro empezó a caminar, viendo alrededor. Encontró a un grupo de personas haciendo mucho ruido frente a una venta de licor en medio del día, con botellas de licor en mano.

[¡Nuestro némesis, Felzen, ha sido destruido! ¡Traigan las bebidas, traigan las bebidas! ¡Cual es el punto de no celebrar!]

 

[¡Deberíamos también felicitar a la Sexta Princesa por derrotar al principado rural!]

 

[¡Sin embargo, oí que el descendiente de Su Majestad el Segundo Emperador estaba allí!]

 

Luego de pasar por las ruidosas calles cuidadas por los dioses, una magnifica fuente del jardín recibe a los visitantes. La columna de agua saliendo de la Fuente y las nubes detrás crean una misteriosa atmósfera, y el sonido del agua burbujeando llegando a tus oídos da un sentimiento de elegancia.

 

El área de la fuente está llena con personas con varios propósitos, de señoras con niños a ebrios a estudiantes leyendo libros. Además, a diferencia de la puerta principal, había una pacifica atmosfera aquí. La cosa que no ha cambiado son las sonrisas en la cara de todos. Quizás los efectos persistentes de dos victorias en Felzen y Lichtine aún siguen en todas las personas.

 

[¿No eres tú el descendiente-dono?]

 

Cuando se le llamó desde atrás, Hiro miro atrás y vio al subordinado de Aura— Spitz.

 

[Ha sido un tiempo desde que te vi. ¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que estabas volviendo al oeste…]

 

[Esa debería ser mi línea. ¿Por qué el descendiente-dono está aquí?]

 

[Fui invocado por el Emperador.]

 

[Oh ya veo. Seguramente hay razón para que se te convoque.]

 

[Así que Spitz, ¿por qué estás aquí?]

 

[Antes de volver al oeste, mi superior fue llamada por Su Majestad, supongo que me vi envuelto en el medio.]

 

[¿Aura?]

 

[No no, es más que ese— el tercer príncipe. Blutar-sama.]

 

Y mientras Spitz empezaba a caminar, Hiro naturalmente lo siguió.

 

[Y la Tercera Armada Imperial— los “Caballeros Negros Imperiales”— fue atrapada moviéndose en privado. Eso fue mientras Su Majestad estaba en una expedición militar, así que… debe ser cuestionada en varias formas.]

 

[Aunque siento que lo merecía. Digo, trató de atrapar a Liz.]

 

[Aunque terminamos peleando juntos, creo que el castigo es menos severo por compasión.]

 

El problema será el trato del primer príncipe, Spitz agrega.

 

[Es un gran problema en el Palacio Imperial. Un atentado a la vida de la Sexta Princesa, o un atentado para matar al descendiente de Su Majestad el Segundo Emperador, es algo grande que va y viene.]

 

[Hee…]

 

[Sin embargo, él tiene el “Emperador del Trueno” y, sobre todo, detrás del Primer Príncipe hay una familia de grandes cinco nobles, la Familia Krone. El trato del Primer Príncipe, quien tiene el apoyo de una gran facción, deber ser manejado con cuidado. Su Majestad debe estar molesto por eso.]

 

Luego Spitz volvió su atención a Hiro y sacudió su cabeza en molestia.

 

[Y el hecho que el descendiente-dono ha aparecido en la Gran Capital Imperial, eso es otra onda.]

[¿Y a dónde te diriges?]

 

[Puedo decirte, pero es un lugar especial, y creo que también debes esperar por ello.]

 

Hiro y Spitz estaban caminando por la Avenida Grand East.

 

A diferencia de la calle central, varias tiendas se alinean al costado del camino, incluyendo herrerías, tiendas de armas y de herramientas. Es por eso que hay muchos aventureros, mercenarios, y otro tipo de personas que podían verse allí, y la atmósfera es dura y revuelta. Mientras Hiro estaba viendo con interés, Spitz entró al callejón entre la caseta de guardia y la posada, Hiro siguió a Spitz mientras caminaba por la calle algo iluminada. Tan pronto después, fueron recibidos por la deslumbrante luz del sol y pasaron por un lugar donde un viejo templo estaba.

 

[Como puedes ver, Aura-sama está allí.]

 

Spitz señaló a Aura, quien estaba sentada a la sombra de un árbol— leyendo un libro con solo su mano izquierda mientras su brazo derecho cuelga, el cual estaba roto por la batalla en Lichtine.

 

Cerca de ella, un grupo de caballeros en armadura negra estaban rodeados por un gran grupo de chicos. A pesar de su severa apariencia, los soldados tenían una gran cantidad de dulces en sus brazos, y los niños parecían estar llegando a ellos en masa por eso.

 

[Son huérfanos de Guerra, sabes. Esos son los niños que fueron acogidos por el Espíritu del Templo.]

 

[Así que hay muchos niños… Pero ¿por qué hay un templo en este lugar?]

 

Las personas del continente central— especialmente en el Gran Imperio Grantz, hay muchas personas que creen en el Espíritu del Rey, y no habrá final al número de personas que lo adoran. ¿Y por qué es un templo construido en tal desolado lugar?

 

[Porque es el lugar favorecido por los espíritus.]

 

Lo que Spitz dijo hizo que Hiro se sintiera iluminado.

 

Este lugar está lleno de naturaleza como si estuviera aislado de la gran ciudad desarrollada. El templo que está rodeando el área estaba cubierto con pasto, y flores de varios colores, rojo y blanco, coge la briza con mucho placer. Observar el brillo del templo a la luz del sol parece limpiar tu corazón.

 

[Con el desarrollo de la ciudad, el sector este se ha vuelto un lugar ruidoso lleno de aventureros y mercenarios. Las autoridades han intentado algunas cosas, pero no funciona.]

 

[No pueden solo sacar a los aventureros y mercenarios fuera del sector este ahora, ¿cierto?]

 

La reacción será tremenda si tratas de romper algo que ya está un lio.

 

[Exacto, es por eso que también construyeron una guardia para proteger a los niños.]

 

Fue construido antes que vinieran aquí, dijo Spitz.

 

[Por cierto, ahora es el lugar de los “Caballeros Negros Imperiales”. El anterior oficial a cargo no era el hombre más dedicado. Aura-sama lo ha sacado y lo puso a cargo del mantenimiento de la seguridad del sector este.]

 

Cuando Spitz dijo eso con orgullo, Aura parecía notarnos y se acercó de la sombra del árbol.

 

[Hay una persona inusual aquí.]

 

[Hi, Aura, ha sido un tiempo… Aunque no tanto.]

 

[Un… Acabo de enviarte una carta ayer igual… Aparte de eso, ¿qué te trae aquí?]

 

[El Emperador me ha llamado.]

 

Hiro bajó la bolsa en su espalda al suelo, la abrió, y metió su mano dentro al azar. Hay una carta en su mano que saco.

 

[Esta es, pero…]

 

[¿Basura…?]

 

Es ciertamente cierto. Incluso está peor de cuando le fue entregada por Liz. Luego de leer la carta que le fue entregada a ella, Aura inclinó su cabeza.

 

[Entiendo más o menos. Pero ¿cómo entraste al Palacio Imperial?]

 

[Con ese cabello y ojos negros.]

 

[Esto no es bueno. El Palacio Imperial ahora tiene una pelea entre facciones. Los guardias no te tomaran en serio.]

 

[Si le muestras la carta, ellos…]

 

[Nadie creerá que esta basura es una carta del Emperador.]

 

Aura le regresó la carta a Hiro y puso su mano en su frente, y sacudió su cabeza en estrés.

 

[La carta de Su Majestad el Emperador es una cosa preciada que puedes o no recibir en toda tu vida. Es inaudito maltratarla y tirarla. Incluso si esta es la única forma de llegar, serás ejecutado por falta de respeto.]

 

[Tienes razón…]

 

[Qué hacer. Iré contigo.]

 

[¿Eh?]

[Si vamos juntos, puedo hacer pasar a Hiro.]

 

[Lo aprecio, pero…]

 

Cuando vio detrás de ella, pero antes de saberlo, niños se habían reunido. Más atrás, la elite de la Tercera Armada Imperial, los “Caballeros Negros Imperiales”, están siendo abatidos por los niños.

 

[¡Aura-neechan! ¿A dónde vas?]

 

Una pequeña niña jalo la manga de Aura. Aura palmeó la cabeza de la chica y sonrió.

 

[Voy al Palacio Imperial. Lord Spitz jugará con ustedes mientras estoy fuera.]

 

No debe ser equivocación de Hiro ver que Spitz tenía una perturbada apariencia en su cara. Aura lo ignoro y le dijo a Hiro, “Sígueme”, y empezó a caminar.

 

[¡P-Por favor espera, Aura-samaaa!]

 

Los desenfrenados niños corrieron a Spitz. En un pestañeo, desapareció de la vista.

 

[A-Alto. ¡Soy un noble! ¿Crees que estoy bien haciendo esto?]

 

[¡Soy Su Majestad Schwartz, el hombre que acabará al frívolo chico!]

 

[¡Entonces yo soy el General Ray!]

 

[¡Yo seré Su Majestad Altius!]

 

[¡Q-Qué, alto! ¡No toques esa parte!]

 

 

Spitz les dijo algo, pero los niños no le escucharon. Alentados por los gritos de Spitz, Hiro y Aura volvieron al camino del que vino y fueron al norte en la calle central. Por el camino, Aura llamó a Hiro.

 

[El lugar al que vamos es considerado por el mundo ser un glamuroso mundo donde solo los escogidos pueden vivir. Eso no está mal. Pero no debes olvidar que este es un peligroso lugar de celos y deseos. No bajes tu guardia, ¿bien?]

 

[Sí.]

 

[Sé bastante cuidadoso de esos que entran en contacto contigo. No solo los sigas cuando te llamen. Sé especialmente cuidadoso con las mujeres, porque, en el pasado, incluso el Emperador se ha destruido a sí mismo con mujeres.]

 

[¿Estás preocupado por mí?]

 

Es por eso que pensaba que ella estaba de habladora hoy, pero Aura me miro.

 

[Cállate y escucha.]

 

[Sí.]

 

[Por desgracia, no puedo ayudarte todo el tiempo. Eres al que Su Majestad ha llamado.]

 

[Sí. Bueno, la etiqueta es algo dudosa, pero creo que puedo manejarlo, ¿no?]

 

[Eso es bueno, pero…]

 

Estuvieron en silencio un rato, y luego ambos pasaron por su camino.

 

Mientras caminan a la gentil pendiente, una puerta de hierro, cinco veces el alto de Hiro, apareció. Es una puerta de hierro con una puntada cima como una lanza que da la sensación de gravedad. Cuando los guardias vieron a Aura, llegaron a ella corriendo.

[General de Brigada. ¿Qué puedo hacer por usted hoy?]

 

[El Emperador me ha ordenado llevar a esta persona al Palacio Imperial.]

 

Aura señaló a Hiro. Los guardias abrieron sus bocas, viendo a Hiro.

 

[Nunca había escuchado de esa orden. Lo siento, no puedo dejarte pasar.]

 

Hiro puso del ceño fruncido. Es imposible. Ya que el Emperador había enviado una carta personalmente a Hiro, no había forma que no les hubiera dicho a los guardias que Hiro vendría. Es bastante probable que el plan de alguien ha detenido el accionar de Hiro en algún punto. O puede ser que los guardias están bajo el control de alguien más.

 

[Entonces, ¿puedes decirme tu hombre y tu afiliación?]

 

[¿Huh?]

 

[Dudaste de mis palabras como un asociado cercano al Tercer Príncipe, Blutar. Recibirás las consecuencias que mereces.]

 

Es decir, la amenaza de perder el trabajo si no los deja pasar.

 

[E-Eso es…]

 

La cara del guardia se retorció en amargura. Es claro que hay un fiero conflicto en su mente. Luego de un rato, el guardia, cuyas mejillas estaban cubiertas en sudor, bajo su cabeza.

 

[Por favor pase.]

 

Hiro sintió un poco de pena por el estado depresivo del guardia, pero con Aura pasando con elegancia por la puerta, Hiro corrió a perseguirla. Mientras entraba al vasto terreno, reconoció un plantón patrullando el área.

Mientras lo miraban por alguna actividad sospechosa, Hiro camino en un amplio camino rodeado por un jardín de rosas. En una línea recta, hay una gran fuente, y el camino está dividido en partes.

 

El lado oeste está alineado con las mansiones de nobles influyentes. El lado este es hogar de la elite de los “Caballeros del León Dorado” de la Primera Armada Principal y sus terrenos de entrenamiento. Al lado norte está la nación central del Gran Imperio Grantz, el Palacio Imperial de Venezine. Como Aura le explicó eso a Hiro, de pronto se acercó a él.

 

[La guardia del palacio de antes es probablemente uno de la Familia Krone. Apoyan al Primer Príncipe, así que sé cuidadoso.]

 

Aura le murmuro a Hiro, y él le asistió.

 

[¿Sabes sobre el caso de la muerte del jefe de la familia Kelheit?]

 

La Familia Kelheit es la gran familia que une la nobleza del este. Habiendo perdido al jefe de familia cerca tres mesas atrás, su esposa ahora está tomando su lugar. Aunque está públicamente dicho que la muerte fue una caída accidental de un caballo, en realidad, es más probable que sea un asesinato.

 

[Sospecho que fue cosa de la Familia Krone. No tengo prueba alguna, pero están planeando controlar la familia al seguir una propuesta de matrimonio para el Duquesa de Kelheit, quien acaba de perder a su esposo. No dudarían en envenenar a Hiro en el Palacio Imperial en tal audiencia.]

 

[Muy bien. Seré cuidadoso con la Familia Krone.]

 

Luego de agradecerle a Aura, Hiro llego al Palacio Imperial y tomó un respiro. Fue golpeado no por la belleza del palacio sino por un sentido de nostalgia que salía de su pecho. Aunque ha sido reconstruido varias veces, aún le recordaba el palacio de hace mil años.

 

Se siente como llegar a casa…

 

Era el primer lugar que visitó luego de ser invocado a este mundo. Este es el lugar donde hizo el pacto de cuñado con Alitus, recibió a muchos amigos, y paso por la fuerte guerra.

Este es el último lugar donde el imperio nació, la guerra termino, y dijo adiós a Alethia. El lugar donde empezó y donde terminará.

 

Lo que sea que esté adelante, no me detendré.

 

Con el prospecto de una nueva historia, un nuevo inicio, Hiro entro al palacio otra vez. Al entrar al Palacio Imperial, a Hiro se le dio un examen físico por los guardias, y a Aura se le dio un examen por una oficial. Luego de encontrarse sanos y salvos, Aura miro a Hiro.

 

[Ellos vienen por ti.]

 

Cuando Hiro miro atrás a Aura, un hombre en su mejor momento entro.

 

[Gracias por venir hasta aquí. Soy Byzant Gils von Schaum, Primer Ministro del Gran Imperio Grantz. Me alivia ver que han llegado a salvo al Palacio Imperial.]

 

El hombre con una capucha miro arriba y dijo con una sonrisa gran sonrisa en su cara.

 

[¿Eres Hiro-sama?]

 

[Ah sí. Soy Ouguro Hiro.]

 

[…Te haces llamar un descendiente de Su Majestad el Segundo Emperador, ¿verdad?]

 

[Sí, eso es cierto.]

 

[Seré rápido, pero me gustaría cuestionarte primero para probarlo. Por favor sígueme.]

 

El Primer Ministro Gils se alejó y empezó a caminar, y Hiro y los otros les siguieron. En el muro derecho del pasillo, ventanas circulares desde arriba están alineadas hasta el fondo muestran riqueza y poder. En el techo, había una hermosa pintura del Espíritu del Rey y los Doce Grandes Dioses de Grantz, y un guerrero de negro, creía ser el antiguo Hiro, estaba enfrentándose a fuerzas enemigas.

[Ha habido muchas personas clamando ser descendientes de Su Majestad el Segundo Emperador, pero ninguno era real. Pero no hacen falta personas que pretenden serlo.]

 

La voz del Primer Ministro Gils llego a los tímpanos de Hiro.

 

[Por ello, incluso con las palabras de Su Majestad Celia Estrella, no puedo confiar en ti sin probar que eres un descendiente de Su Majestad el Segundo Emperador. A decir verdad, no estoy seguro cómo me siento con esto otra vez.]

 

Si aparece alguien que finge una y otra vez, no es extraño que se cansen de eso.

 

[El Gran Imperio Grantz es un estado militar. Hay muchas personas que creen en el Dios de la Guerra. Claro, soy uno de ellos. Clamaste ser un descendiente, y si fuera una mentira, sería más que desalentador. Eso me haría temblar con una ira desgarradora.]

 

El Primer Ministro Gils entró al frente de un cuarto y se dio la vuelta.

 

[Espero que Hiro-sama sea el real. Pido que sea así por el bien de Su Alteza Celia Estrella.]

 

Los muros estaban pintados en todas partes, y no había ventanas. Hay un escudo de armas en el centro del cuarto, y una capa negra colgada allí. No hay otros objetos presentes en el cuarto.

 

El Primer Ministro se adelantó y le hizo señas a Hiro cuando llegaron a la cercha.

 

[Hay más de doscientas personas que han clamado ser descendientes del “Dios de la Guerra” hasta ahora. Cada uno murió al momento de usar esta capa.]

 

El Primer Ministro con cuidado desabrocho la capa negra en su mano.

 

[Es la “Princesa de la Camelia Negra” que una vez fue usada por el Dios de la Guerra. Está habitada por un espíritu, y como los Cinco Emperadores del Espíritu de la Espada, escoge a su maestro— esos que no son reconocidos serán malditos por el espíritu y van a la muerte cuando les llegue. Aunque, incluso si no son reconocidos, mientras sean descendientes con la bendición del Espíritu del Rey, no morirán. Esta es la única forma de probarlo.]

¿Estás listo? Dijo el Primer Ministro Gils, y Hiro asistió.

 

Eso me trae recuerdos…

 

Un amigo con quien ha pasado por muchas batallas juntos. Por eso, no hay tensión, y Hiro sintió sus mejillas se suavizan con nostalgia. Luego Hiro trató de tomar la Princesa de la Camelia Negra, pero se desliza de las manos del Primer Ministro Gils y cayó al suelo. La caída de la capa negra en ausencia del viento causo que arrugas aparecieran entre las cejas del Primer Ministro Gils.

 

No lo dejo caer a propósito. Hiro es bastante consciente de eso.

 

Supongo que ahora está de mal humor.

 

El manto negro es un espíritu único, y comparado a los otros grandes cinco espíritus, es más obediente a emociones y la dificultad a manejar. Además, ya que ha sido descuidada por mil años, Hiro no podía culparla por estar enojada.

 

Lo siento. Perdón por hacerte esperar tanto tiempo.

 

Luego de disculparse a la “Princesa de la Camelia Negra” que cayó al suelo, Hiro luego le recogió con sus manos, pero… la bata negra paso por las manos de Hiro y se levantó levemente en el aire.

 

El Primer Ministro Gils movió sus ojos a la escena; por otro lado, Aura lo vio con interés.

 

Al momento Hiro se veía asombrado, como pensó, aún no es perdonado— la oscuridad se agranda y retuerce en sí misma alrededor de las extremidades de Hiro. En un pestañeo, todo el cuerpo de Hiro fue envuelto como si lo arrastrara.

 

Los ojos del Primer Ministro y Aura se abrieron sin decir palabra al repentino evento. La repentina apariencia de una masa de oscuridad, como si estuviera tragando algo, se expandía y encogía repetidamente.

 

[Como esperaba… él es un impostor.]

El Primer Ministro murmuro para sí mismo, revelando su decepción. Debió haber sido una escena que había visto varias veces. Pero ante sus ojos, comienza un cambio inicial. Es como el florecer de la oscuridad.

 

[Esto es… No jodas.]

 

En frente del asombrado Primer Ministro Gils, un joven y calmado Hiro aparece en un uniforme transformado. Es el viejo uniforme negro imperial, con una chaqueta de capa negra, y el diseño del dragón de oro en los hombros que crea una fuerte presencia. Es una bata negra que es bendecida por los espíritus y es una reliquia dejada por el “Dios de la Guerra”.

 

La “Princesa de la Camelia Negra”, que exuda misterio y gracia, es llamada en algunas regiones como—

 

[—Realeza.]

 

[Haha… no hay… duda.]

 

El Primer Ministro Gils, quien había estado viendo a Hiro estupefacto, se arrodillo y le dio la cortesía del vasallo.

 

[Lo siento por mi gran rudeza. Es un gran placer conocer al descendiente de Su Majestad, el Segundo Emperador.]

 

[No, solo soy un descendiente; no deberías de temerme. En realidad, no soy yo él.]

 

Es en realidad él, pero si el Primer Ministro lo descubre, le daría un derrame. En todo caso, Hiro se sintió perplejo por el hombre. Cuando regreso su mirada a Aura por ayuda, ella miró a Hiro con una mirada de devoción. Juzgando que ella no podía ser de ayuda, Hiro le dijo unas palabras al Primer Ministro Gils, quien se mantenía inclinando su cabeza.

 

[Um… ¿esto va a probar algo?]

 

[Oh no, luego de esto, irá al Templo del Espíritu del Templo.]

Luego de recuperar su compostura, el Primer Ministro Gils tomó varios respiros y abrió su boca.

 

[Si alguien clama ser un descendiente de Schwartz, ir al Templo del Espíritu del Rey a ver si es un descendiente de Schwartz o no. Si lo es, se le dará el estatus que merece. Esos que rompan este testamento serán maldecidos por el Espíritu del Rey. ¿Sabes de este testamento?]

 

Con Hiro asistiendo, el Primer Ministro Gils se paró y se dirigió a la puerta.

 

[Normalmente, te pediría ir primero al Templo del Espíritu del Rey, pero no puedo dejar que alguien que no es seguro si es real o no, se encuentre con la Princesa del Santuario de la Doncella. Si algo le sucede a ella, seremos criticados en casa y el extranjero. Por eso, luego de considerar la importancia de su seguridad, fue decidido que la persona en cuestión primero sería identificada con la “Princesa de la Camelia Negra”.]

 

El Primer Ministro dijo, por aquí, y apresuro a Hiro a salir al corredor.

 

[Lo único que queda por hacer ir al Templo del Espíritu del Rey, y si la Princesa del Santuario de la Doncella te reconoce, entonces—]

 

Notando a la guardia ir por ahí, el Primer Ministro dejo de hablar.

 

[¡Schaum-sama! ¡Un Caballero Espiritual acaba de visitarnos, y tiene una carta para Su Majestad de la Princesa del Santuario de la Doncella!]

 

[¡Haa!]

 

Los guardias saludaron y luego volvieron al camino que vinieron, el Primer Ministro los vio.

 

[Perdón. Tengo un asunto urgente que atender. ¿Puedes esperar por un momento?]

 

[No me importa, pero ¿debería solo esperar aquí…?]

 

[No, por favor espera en el cuarto de nobles. Les pediré—]

 

El Primer Ministro estaba por llamar a una sirvienta cercana, pero Aura levanto su mano.

 

[Le mostraré el camino.]

 

[Entonces por favor, General de Brigada Aura. ¡Volveré de inmediato!]

 

Luego de despedir al Primer Ministro Gils mientras se alejaba, Hiro empezó a caminar con Aura.

 

[Es inusual tener una carta directa de la Princesa del Santuario de la Doncella… a Su Majestad el Emperador.]

 

[¿En serio?]

 

[Un. Cuando la Princesa del Santuario de la Doncella recibe un oráculo del Espíritu del Rey, es casi siempre dirigida al Primer Ministro. El hecho que esté dirigida a Su Majestad significa que ella ha recibido un oráculo muy importante.]

 

[Es por eso que el Primer Ministro Gils lucía algo impaciente.]

 

[Si este es un asunto de seguridad nacional, entonces es un asunto de vida o muerte. La carta será entregada a Su Majestad de inmediato.]

 

Entonces, de pronto Aura se detuvo. En frente de ella estaba una doble puerta. Aura las empujo para abrir un camino familiar con sus manos y entro. Mientras se metía en el sofá, Hiro se sentó frente a ella y abrió su boca.

 

[Me pregunto cuánto le tomará al Primer Ministro Gils terminar su trabajo.]

 

[No creo que será por mucho. Aunque depende en el contenido de la carta de la Princesa del Santuario de la Doncella.]

[Espero que todo esté bien.]

 

Hiro bajo sus hombros y miro alrededor, y notó algo.

 

[Por cierto, no hay visitantes entre los nobles, ¿huh?]

 

[Este es un lugar principalmente para los nobles que no tienen una mansión en el Palacio Imperial. Pero los nobles pequeños y medianos se abstuvieron y descansaron en sus estados o posadas construidas en la ciudad. Así que los cuartos apenas si son usados.]

 

[¿Aura también tiene una mansión aquí?]

 

[Tengo una. No la uso estos días porque duermo en la caseta de vigilancia cuando vengo a la Gran Ciudad Imperial.]

 

Luego de una ociosa conversación que se alargó por media hora, en lugar del Primer Ministro Gils, un oficial de alto rango apareció en el cuarto del noble.

 

[Hiro-sama, lo siento, ¿por favor puede venir al cuarto del trono justo ahora?]

 

[Debería ser el interrogatorio del Tercer Príncipe Blutar y el Primer Príncipe Stobel. ¿Ya cabo?]

 

A la pregunta de Aura, el oficial de alto rango asistió con su cabeza.

 

[Sí, fue terminada sin problema. Todo lo que queda ahora es esperar por la decisión de Su Majestad, pero antes de eso, Su Majestad me pidió llevar a Hiro-sama a él.]

 

[¿Ella puede venir con nosotros…?]

 

[El Primer Ministro Gils dijo que Aura puede ir igual. Sin embargo, entrará por la puerta trasera, y Hiro-sama entrará por la puerta del frente.]

 

[Está bien. Entonces también deberías venir, Aura.]

 

[Sí.]

 

Aura también asistió ante la insistencia de Hiro mientras se levantaba del sofá.

 

[Entonces, por favor sígueme.]

 

Hiro y los otros dejaron el cuarto, corriendo tras el oficial de alto rango.

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