
Capítulo 1 – ¿Mujer del Pasado?
En Amaddo, que era un mayor
poder de magia, los guerreros mágicos se constituían como el núcleo de la
armada. A lo sumo, 1/10 personas podía usar magia y en realidad, tanto a lo que
concernía a soportar el combate, el porcentaje incluso decaía más—manteniendo
una armada la cual se reunía y abarcaba tales talentos solo podía ser descrito
como una característica de un país fuerte como Amaddo.
Sin embargo, incluso si una
persona ordinaria se volvía capaz de usar magia—Si Amaddo podía monopolizar la
técnica la cual hacía posible lo anterior, está posición incrementaría con
firmeza. Pero si esa técnica era compartida entre varios países, entonces la
ventaja de Amaddo decaería grandemente.
♦♦♦
Un hombre lo llamaba espada
de doble filo “Ingeniería Mágica”.
En un rincón del castillo de
Roma en un pequeño salón donde la Orden del Caballeros del Sello celebraban una
ceremonia, había un “Cuarto para Caballeros”. Aunque la ceremonia de
investidura no había ocurrido en varios años ya, este lugar no estaba para
otras funciones oficiales.
Por lo tanto, era
impredecible el número de personas reunidas en este “cuarto de caballeros”.
Uno de los protagonistas no
era otro que el Príncipe a la Corona, Jeffren Isaac. Agrupados en el flanco del
príncipe estaba el Ministro Militar Garido-kyou y sus asistentes. Y así, el
Vice-Líder de la Orden de Caballeros, Lucius Richternach también estaba
presente.
Sin embargo, postrado ante
tales autoridades de la corte real estaba colocado este otro protagonista, el
“bicho raro” – el Ingeniero en Jefe del Tercer Arsenal de la Armada de Amaddo,
Quique Albiol, quien, por ley, no debería de haberse reunido con el Príncipe a
la Corona tan fácilmente.
El Príncipe a la Corona
estaba arreglando las rosas de un florero en una mesa y Quique, quien estaba
parado en su usual bata blanca sucia, pulía su monóculo y suspiro.
「¡Tú!」
Encontrando mal el comportamiento
de Quique, Garido-kyou alzó sus cejas.
「—¡En presencia de Su
Majestad, ¿qué comportamiento es ese?!」
「Ah, iya… eso es, maa… Originalmente
soy un inútil empleado que no suele estar en presencia de Su Excelencia, por lo
que no estoy seguro qué comportamiento sería—」
¿Hasta qué punto él es serio?
Quique inclino su cabeza con un “Pekori”.
Garido-kyou parecía estar
por decir algo más, pero si él (Isacc) dejara que el ronco ministro hablará
otra vez, la plática no precedería a cómo va pasando el tiempo. Mientras su
poda resonaba con un “chaki chaki”, Isaac freno al ministro y pregunto.
「Jefe Ingeniero Albiol… ¿no?」
「Así es, Su Majestad.」
「Nada de eso, no es una
reunión para interrogarlo.」
「Ya veo. Pensé que sería una pesquisa
informal.」
Quique respondió
despreocupado.
El Príncipe a la Corona
mezcló una agria sonrisa y le murmuro en secreto a Lucius que estaba de su
lado.
「…Recuerdo haber visto esto
en otra parte (el comportamiento de Quique), aunque es difícil de recordarlo.」
「Siento que la actitud de
Dimitar de burlarse de las personas está considerablemente influenciada por
este Jefe Ingeniero-dono.」
「Ah, Dimitar fue cuidado por
él.」
Isaac asistió con una mirada
de auto-satisfacción.
「Jefe Ingeniero.」
Lucius aclaro ligeramente su
garganta y pregunto de nuevo.
「—Este ya es un anuncio
oficial y creo que ya escucho de ello, pero una revuelta ocurrió en Seriba hace
unos cuantos días.」
「¿Eso no fue suprimido por
Costacurta?」
「Sí. Con los esfuerzos de
Costacurta, la revuelta no se extendió a otras tierras y fue suprimida en su
etapa inicial… No obstante, vimos algo que nos molestó mucho en ese momento.」
「¿Algo les molesto…?」
「Una magia que borra crestas
mágicas al instante—y un guantelete que lo hace posible.」
「…」
Poniéndose su monóculo,
Quique frunció el ceño a las palabras de Lucius.
「La revuela en Seriba fue
causada por cosa de una persona del sur llamada Hokon. Ese cuento está siendo
investigado, pero es probable que alguien le proveyera ese guantelete a ese
hombre.」
「El guantelete que mencionó, ¿qué
tipo de cosa es?」
「Por desgracia, el artículo
no fue recuperado, pero acorde al reporte de Su Eminencia, es un guantelete que
tiene aplicado sutiles crestas mágicas. Con una persona que originalmente no
puede usar magia a sus anchas, él sería capaz de usar magia, o eso parece.」
「Jefe Ingeniero.」
Levantando su viejo pero
indescriptible pecho grueso, Garido-kyou habló.
「…De lo que escuché, ¿no está
haciendo una investigación similar? Ingeniería Mágica o algo como eso—」
「Espere, Garido-kyou」
Isaac apunto la punta de las
tijeras hacia el Ministro Miliar.
「¿Por qué está actuando alto
y poderoso?」
「¿…Ha?」
「”De lo que escuche” dijo, ¿por
qué involucra a otras personas? Si lo recuerdo bien, ¿no es usted ministro
militar? Siendo ese el caso, lo normal debería ser que entienda lo que es un fabricado
en un taller de la armada o qué tipo de investigación se hace, ¿no lo cree?」
「Err, eso es, um—」
「Su Excelencia, es natural
que el Ministro-kakka no sepa de ello.」
Quique respondió en lugar de
Garido quien se silenció a las palabras del príncipe.
「En primer lugar, no había un
presupuesto decente asignado a mi investigación. Aunque se le llame investigación,
maa, es igual a mi hobby, y ya que los fondos son necesarios, lo pague todo de
mi bolsa, es como eso, sí.」
Por la forma de hablar de
Quique, era como recitar un reporte detallado de no estar obligado a nada ya
que no recibió fondos. O quizás, podía ser un pobre sarcasmo hacia los jefazos
que no comprendían su investigación
「Sin embargo, el hecho que el
taller de la armada esté manejado por el financiamiento de un Jefe Ingeniero es
un problema en sí.」
「¡S-Su Excelencia, tal cosa, me
permite un momento! Acerca de su preocupación con eso—」
「¿Asumo que la pregunta de Su
Majestad es sí puedo hacer una cosa similar al guantelete?」
「U, umu」
「A menos que vea el artículo,
es una lástima, pero siendo directo…maa, es casi imposible.」
「¿Imposible? Como lo
esperaba, es imposible.」
「Más bien, si tal cosa existe,
me encantaría verla para futuras referencias. Es un gusto saber que hay
personas que son devotas a su entusiasmo a la ingeniería mágica además de mí.」
「Entonces…alguien más lo hizo
y se lo dio a Hokon, ¿me pregunto yo?」
「¡Su-Su Excelencia! ¡Es
apresurado asumirlo así! ¡Aún investigamos el taller de este hombre!」
「¿Eh? ¿Puede ser que esté
bajo sospecha?」
Quique miro a Garido-kyou asombrado.
Está bien para el ministro que de alguna manera es promovido a un militar por mostrar
tal fortaleza y nerviosos de acero, pero su manera de pensar es muy inflexible.
Estaría bien dejarlo comandar una armada que estaba comprendida por oficiales
capaces, pero dejar que la misma persona lleve estrategias puede ser una
apuesta considerable.
Isaac ondeó su mano
levemente para callar a Garido-kyou y le habló a Quique.
「Maa, la posibilidad es nula
ya que el guantelete original está indeterminado. Incluso los subordinados de
Hokon no saben de dónde y cómo su líder obtuvo ese guantelete.」
「Qué pena, pero como dije
antes, está más allá de mi capacidad hacer tal cosa.」
「Comprendo. Pero si ese es el
caso…」
Mientras Isaac gestaba con
sus labios y gruñía, un botones llego a notificarle que había una persona que
requería una audiencia.
「¿Una audiencia? ¿Conmigo? ¿De
quién?」
「Es Valeria Costacurta.」
「—」
Isaac levantó sus cejas y
por impulso vio a Lucius.
♦♦♦
A la urgida Bettina, Valeria
llegó al palacio real con urgencia y por reflejo frunció el ceño al ver a
Dimitar que estaba parado en la puerta decorativa del elegante jardín. Aunque
era difícil decir que Dimitar era amable, él tenía una cara la cual demostraba
que estaba de un muy mal humor hoy. Ella tenía una premonición del anterior
saludo, descorteses palabras volaron a ella al instante que se encontraron.
—Justo cuando pensaba en eso,
ellos llegaron a ella.
「Llegas tarde. No andes de
holgazana por ahí.」
「¿¡Haa!?」
Aunque ella lo anticipo,
Valeria frunció sus cejas a esas duras palabras y se acercó a Dimitar.
「¡Tú… así le hablas a una
persona luego de llamarla de la nada, ¿no?! ¡Incluso estaba pasando mi tiempo
con calma en casa! ¡En primer lugar, ¿por qué razón un Hiera Glaphicos exclusivo
como tú me llamó!?」
「Oi, no abras tu gran bocota
y cállate. Los soldados están viendo.」
「—」
En efecto, en el jardín
donde el verdor y simétricos caminos pavimentados de ladrillos se dibujaban,
guardias reales podían verse de aquí a allá. Valeria notó que uno de ellos le
dio una respetuosa inclinación mientras atraía su atención.
Valeria cerró su boca, sacó
el manto que ella usaba para evitar la atención pública y vistió su traje
formal.
「…En todo caso, debiste
llegar personalmente si tenías algo de lo que ocuparte. ¡Enviar a Bettina para
llamarme, hay un límite para tu pereza!」
「Oi, Gacha Rosa. ¿No le
explicaste nada?」
「S-Sí. Solo pensé en
encontrarme con Valeria-sama lo más pronto posible…」
「¿Eh? ¿Qué?」
「Tu asistencia es necesaria, hablando
en serio, y es para ella y no para mí.」
Golpeando el casco de
Bettina, Dimitar sacó la espada que colgaba de su cintura.
「Da igual, lo explicaré de a
pocos. — Sostén esto y espera aquí mientras entro a la parte interior del
palacio real.」
「¡E-Entiendo! Por favor cuida
de Oji-sama~」
「Ah.」
Dimitar le dio su espada a
Bettina, que temblaba y saltaba repetidamente para resistir sus ganas de
orinar, y procedió sin más al interior del palacio real.
「¡E-Espera un momento! ¡Richternach-kyou!
¿Qué pasa? ¿Quién es este Oji-sama?」
「Es el Jefe Ingeniero de la
armada y también el Oji-san de la Cosa Rosa, pero parece que él fue llevado al
palacio real esta mañana. La Cosa Roja dijo que lo recuperaría de alguna manera
y espero que Su Eminencia Costacurta apareciera personalmente.」
「¿El Oji-san de la chica? ¿Por
qué? ¿Está culpado de algo?」
「Ciertamente es excéntrico, pero
no es alguien que obre de mala fe.」
Entrando al palacio real,
una fría sombra cayó de las cercanías y el par de pisadas resonaba en alto.
Incluso aquí, un considerable número de guardias reales estaban protegiendo
varios lugares, pero excluyendo a Dimitar, nadie trato de detener a Valeria. El
estatus como una Dominas era especial hasta este punto.
Dimitar continúo hablando en
una voz muy baja.
「¿…Escribiste del guantelete
de Hokon en el reporte del caso de Seriba?」
「¿Eh? Claro. ¿Qué hay con eso?」
「Tú, ¿quizás hiciste uso de
mi Jagieruka como un ejemplo para explicar el guantelete de ese chico? Juzgando
por eso, no me extraña que sea interrogado por el mismísimo Príncipe a la
Corona.」
「¿Eh…? ¿Qué cosa?」
「Pensando en eso, dado que
una persona puede crear útiles herramientas de tal irregularidad, el príncipe
tratará de preguntarle su historia primero. Puede ser su manera de
interrogación, creo.」
「Manera de interrogación… ¿no?」
「Considerando cómo los
soldados llegaron al taller y se llevaron a la fuerza al Ossan, el príncipe
probablemente tenga sospechas que él es un espía de una fuerza hostil a Amaddo
o un colaborador.」
「Entonces, ¿disiparemos esa
duda?」
「Sí. Si él lo piensa con
calma, al instante quedará claro que el Ossan y el caso de Seriba no están
relacionados ya que Su Excelencia es una persona inteligente contrario a la
impresión de la ciudad. Dudo que él piense del Ossan como un criminal. Para que
los demás lo entiendan y liberen al Ossan, no tenemos más que elucidar esto y
aquello… ¿O nos regresaos con Bettina y le decimos que no podemos abogar por el
Ossan?」
「Uh…」
Como es usual, él joven dijo
cosas desagradables. Ella podía ignorarlo o contradecirlo si fuera solo un
abuso verbal, pero parte malvada de Dimitar era la de ser hábil en hacer un
apelativo al sentimiento de culpabilidad de las personas. Dimitar dijo tales
cosas en espera que Valeria no tomara una actitud indiferente hacia Bettina de
quién es amiga.
Dimitar indiferente levantó
sus labios y miró al botones que llego tratando a ellos.
「No hagas una cara patética. Del
otro lado está Su Excelencia el Príncipe a la Corona, ¿sabes? Además, es
probable que Lucius también esté.」
「¿¡Lucius-sama!?」
「…Qué interesada.」
Burlándose al rápido cambio
de actitud de Valeria, Dimitar reviso su semblante y comunico el propósito de
Valeria para la aplicación de una audiencia con el Príncipe a la Corona.
「¡P-Por favor espera un
minuto!」
El título de Dominas tenía la
misma importancia que un ministro en la corte real de Amaddo. Por eso el
botones regreso totalmente apurado a un trote que podía ser consecuente al
miedo de tener esperando a Valeria.
Y parecía que el título
incluso tenía efectos en los dignatarios que estaban reunimos en el pequeño
salón. Sin esperar ni 3 minutos, el botones regreso casi al mismo tiempo que se
fue y guío al par al “cuarto de caballeros”.
「…Si no sabes qué decir, deja
que me encargue del asunto.」
Dimitar lo susurro levemente
mientras el sonido de la puerta abriéndose resonaba.
「—Ya que Bettina podría
llorar si haces un comentario despreocupado y empeoras la posición del Ossan.
Se ve como algo que harías.」
「¡Gunuu…!」
A las palabras de Dimitar
que toma a las personas por idiotas, Valeria tomo el ribete de su tabardo con
fuerza y suprimió su enojo.
♦♦♦
Luego de una reverencia y
levantar su cabeza, Dimitar se las apañó para leer la atmósfera del lugar
observando los rostros de los presentes.
El Ministro Militar
Garido-kyou quien tenía una antipática expresión aun metida en la conservadora
caballería e infantería concentrada en el campo de batalla, y no pensaba bien
de los guerreros mágicos que poseían un gran poder dentro de la armada. Diciendo
nada, Garido no intentó mostrar un entendimiento hacia la investigación de
Quique el cual podía ser incapaz de usar magia como una persona ordinaria.
Probablemente, el Príncipe a
la Corona y Lucius estaban apaciguando a Garido-kyou quien no tenía una
impresión favorable de Quique, por eso sospechaba que él era un espía - ¿Algo
como eso quizás? Y la sarcástica sonrisa de Quique, quien es el centro de todo
al ver a Dimitar aparecer lo hizo sentirse algo irritado.
Dimtar pensaba en el motivo
que lo hizo venir hasta aquí. Él mitigo la urgencia de maldecir y vio a Valeria
de reojo.
「Err, um…」
Valeria termino sus saludos
y cambio su mirada a los alrededores con nervios. Dicho eso, esta señorita no
era del tipo que se ponía nerviosa enfrente de nobles; es probable que ella se tensara
con facilidad por estar frente a Lucius.
Luego de ver a Dimitar
mezclando un suspiro, como si supiera sus sentimientos, Lucius fue directo al
tema.
「Costacurta-geika, el tema
urgente con Su Excelencia… ¿qué puede ser?」
「E-Eso… uh, es acerca del
guantelete que estaba en posesión del líder enemigo del reciente caso de rebelión
de Seriba…」
「¿Hay algo que usted deba
reportarle a Su Excelencia?」
「¡L-Lo hay! Bueno, si tengo
que decirlo, lo hay, pero cómo lo digo—」
「¿Qué será, Costacurta-geika?」
El taciturno de Garido-kyou
apresuro a la indecisa Valeria.
Sin embargo, la presente
Valeria no tenía un plan para pasar este punto muerto. Ella estaba segura que
no había nada. Si lo hubiera, ¿ella no mantendría esta plática unilateral con
el obstinado hombre?
Era evidente ya que Valeria
veía en ocasiones a Dimitar. Era obvio que su mirada le gritaba 「¡No puedes decir algo!」
「Su Excelencia.」
Reverenciándose con su mano
colocada en su pecho, Dimitar de inmediato empezó con su lio de mentiras.
「—Costacurta-geika y yo nos
enfrentamos al tipo Hokon. Dicho eso, los que conocen mejor del guantelete
usado por ese hombre seríamos Su Eminencia y yo.」
「Eso supongo」
「Basados en eso, no creo que
el Jefe Ingeniero Albiol es la persona que hizo ese guantelete.」
「Me gustaría escuchar su
razón para eso, Su Eminencia.」
La persona que interfirió no
era el Príncipe a la Corona, sino Garido-kyou.
「E-Eso—Richternach-kyou,
explícaselo a Su Excelencia y al Ministro-kakka」
Valeria no sabía lo que
quería que Dimitar dijera, por eso desvió el tema a él.
「Si tuviese que decirlo… sin
rodeos, el Jefe Ingeniero Albiol no tiene talento para la magia. Sin talento
para la magia, él no puede dibujar crestas mágicas.」
「¿…Y qué quiere decir con eso?」
「En resumen, para que el Jefe
Ingeniero haga una herramienta, la cooperación de un guerrero mágico que pueda
diseñar crestas mágicas es indispensable.」
「¡Como dije! Qué estás—」
「Garido-kyou.」
El Príncipe a la Corona
reprimió al ministro militar que alzo su voz espontáneamente.
「Eso es lo que quiere decir
Richternach-kyou. — Para que el guantelete de Hokon sea completado, una persona
que pueda usar magia para borrar crestas magias es necesaria」
「Eso es correcto… sin
embargo, ¿un guerrero que pueda usar magia tan conveniente realmente existe?」
「A lo que yo sé, no. Tampoco
hay información de magia siendo usada en otros casos.」
Lucius respondió en seco.
Sus palabras estaban bien fundamentadas ya que su madre era la directora de la
Academia Real Mágica.
「Entonces se justifica. Si la
cresta mágica que sirve como (guantelete) base no existe, es imposible para el
Jefe Ingeniero crear tal cosa aun así él lo quiera.」
「Nu…」
Garido-kyou no se le ocurrió
nada y a cada palabra solo frunció sus cejas.
Escuchando las palabras de
Dimitar que estaba en frente del jarrón de rosas, el Príncipe a la Corona se
quitó sus guantes y le dijo a Quique.
「—Siendo ese el caso, Jefe
Ingeniero Albiol. Mis disculpas por sospechar de usted.」
「Para nada, si su punto de
vista es tomado en cuenta, el juicio es justificado. Además, no puedo decir
nada concerniente a las crestas mágicas ya que el artículo no está aquí, pero
parece que el guantelete fue creado por medio de la ingeniería mágica.」
「Jefe Ingeniero.」
El Príncipe a la Corona
entonces fue adelante y pregunto.
「Me gustaría su opinión, ¿sabe
de alguna persona además de usted que pueda hacer tal cosa?」
「Es probable que pueda ser
cualquier país, este tipo de investigación está en progreso, aunque a un grado
diferente, es lo que creo. — Sin embargo, no tengo conexión con compañeros
investigadores de eso, así que no tengo idea quién pueda ser.」
「¿Quiere decir que no sabe
quién pudo hacerlo?」
「Bueno, solo hay una persona,
pero…」
「¿Quién es?」
「A decir verdad, hay una
persona llamada Nareida que investigaba conmigo en mi taller, pero dejo Amaddo
con el propósito de mejorar la investigación hace 5 años.」
「Dice que dejo Amaddo, en
resumen, ¿fue reclutada?」
「Creo que probablemente sea
ese el caso… Y eso es debido a una mala cantidad de presupuesto asignada a mi
taller.」
Quique vio a Garido-kyou
repetidamente en su monóculo. Encontrando la cara del Ministro Militar roja e
incapaz de decir algo, Dimitar bajo su rostro y río.
El Príncipe a la Corona
suspiro y vio a Garido-kyou.
「Ya que nuestro país tiene
numerosos guerreros mágicos, puedo entender por qué la expansión artificial del
potencial de guerra es apático, pero… ¿no es desagradable si tal intelecto se
va a otro país? Si ese es el caso, es necesario distribuir la cartera más a
consciencia.」
「Entonces, Jefe Ingeniero.」
Remplazando al Príncipe a la
Corona, Lucius pregunto.
「¿Dónde está esa persona
Nereida ahora?」
「Solo me ha enviado una
carta.」
「¿Cuándo?」
「El último otoño. Era una
carta para volver a estar en una investigación juntos, pero por eso, lo
rechace. No sé dónde esté ahora, pero parece que estaba en Biranoba esa vez.」
「Biranoba, huh…」
「Hey, un minuto.」
Mientras observaban al
Príncipe a la Corona, Lucius e incluso Garido-kyou discutieron algo, Valeria murmuro
levemente a la oreja de Dimitar.
「Cuando él dijo Biranoba, ¿se
refería a esa Biranoba? ¿Nuestros vecinos?」
「Eso supongo.」
Biranoba era un firmante de
la “Santa Alianza” y un vecino que había prosperado negociando con Amaddo.
Basados en eso, era difícil pensar que Biranoba estuviese quitándole
investigadores a la armada de Amaddo, aunque el pensamiento de ellos haciendo
eso aún existía.
「—Ah, ¿Valeria-jou? Y también
Richternach-kyou.」
Habiendo terminado la
discusión, el Príncipe a la Corona se dirigió al par con un tono muy relajado.
「¿Me pregunto si ustedes dos
pueden ir de viaje por mí?」
「¿Ha…?」
「Les pregunto si es posible
para ustedes viajar a Biranoba」
「¿Nosotros?」
「Hablando en serio, solo
ustedes dos. — En todo caso, solo ustedes han visto ese guantelete; ¿no hay una
frase que dice “tu barco ya se ha embarcado (punto de no regreso)”? También hay
varias coordinaciones esenciales, pero por ahora, ¿pueden empezar su partida?」
「E-Eso es—」
「¿No pueden? ¿Incluso si
tengo la tentación de usar el poder del Padre que ahora no está y que es un
comando especial del Señor Inspector?」
「Err, bueno, no es que no
pueda—」
「Está hecho. Gracias. Y
también a usted Jefe Ingeniero Albiol.」
Resumiendo su plática con un
gentil choque de manos, el Príncipe a la Corona una vez más habló con Dimitar y
Valeria luego de ordenarle a Quique que dejara el cuarto.
「Valeria-jou, si lo recuerdo,
Karin Rudbeck que es de su misma edad tiene lazos con Biranoba, ¿cierto?」
「Sí… Escuché que su madre
materna nació allí.」
「Está decidido entonces… No
tiene quejas, ¿cierto, Garido-kyou?」
「…Ya que Su Excelencia lo
decidió, yo acataré la sanción de Su Excelencia.」
Aunque dijo eso, el
desagrado estaba escrito en la cara de Garido. No era claro por qué, pero
probablemente el giro de eventos no era del gusto de Garido-kyou.
「Valeria-jou y Karin-jou se
dirigirán a Biranoba tan pronto las preparaciones sean completadas.」
「Como embajadoras de buena
voluntad para Biranoba… ¿verdad?」
No era raro para las Dominas
que son esposas de Redountra visitar otros países como delegadas del país. Por
eso, era natural que Valeria tuviera tal pensamiento al escuchar la propuesta
del Príncipe a la Corona.
「Iya, no como representante
del país; quiero ir bajo el pretexto de visitar a los familiares de
Rudbeck-jou. Si hacemos eso, incluso si problemas surgen, sería difícil tener
roses entre países.」
Era una decisión racional, aunque
parecía que Su Excelencia omitió la posición oficial y dijo sus verdaderas
intenciones. Fue suficiente, Valeria quien había escuchado eso no sabía cómo
responder y solo pudo mostrar una sonrisa complicada.
「Si esa persona Nereida hizo
un formidable guantelete, hay una probabilidad que Biranoba esté involucrado en
la rebelión de Seriba. Investigar en secreto tal cosa es una misión importante.
¿Lo harían?」
「C-Comprendo. Pondré todo mi
esfuerzo」
Valeria respiro
profundamente y suspiro. En todo caso, para esta chica desesperada por logros, le
era imposible rechazarlo luego de escuchar tal importante misión.
Claro, para Dimitar también,
no importa qué tantas oportunidades se les presenten, él no lo siente. Levantando
sus labios ligeramente, Dimitar dejo la presencia Príncipe a la Corona junto a
Valeria.
♦♦♦
「—Yo」
Cuando el par regreso al
jardín enfrente al palacio real, Quique Albiol estaba esperado por ellos junto
a Bettina pegada a su cintura.
「Qué mala pasada, huh, Ossan.」
「Iya, qué va. Por lo mismo, el
problema es para Su Eminencia Costacurta, como lo siento.
」
Quique apretaba la cabeza de
Bettina que moqueaba y se inclinaba. Esa era su propia forma de darle su
respeto a Valeria, pero habiendo dicho eso, él no le prestaba mucha atención a
las formalidades. Habiéndose acostumbrado a la insolencia de Dimitar y la
familiaridad de Bettina, Valeria no tomo como ofensa la actitud de Quique.
Mientras sostenía el ribete
de su vestido debajo del tabardo, Valeria se inclinó y entonces le pregunto a
Quique.
「Debo preguntárselo aquí sin
rodeos, pero el Jefe Ingeniero no hizo ese guantelete, ¿verdad?」
「¿Presumo que esa cosa les
dio problemas?」
Quique sacó un kiseru del
bolsillo de su pecho de su arrugada bata blanca y lo agito. En ese momento, un
rayo de luz salió con un “poun”. Probablemente era un ítem que Quique creó con
la ingeniería mágica.
Aspirando el humo con un
“fuka”, Quique asistió.
「—Ma, en teoría es fiable, pero
es imposible en la realidad. Es lo que digo ahora, pero puede ser posible si
existe un guerrero mágico que pueda usar la magia para borrar al instante
crestas mágicas y si su cooperación es obtenida.」
Magia que borra crestas
mágicas existe. Es usada primariamente para despojar a guerreros mágicos que
cometieron crímenes con su magia; sin embargo, no podía borrar crestas mágicas
al instante. A lo mejor, la velocidad era casi la misma que dibujar crestas
mágicas, y llegaban al grado de borrarlas de poco a poco, él había escuchado de
ello.
「…Por el contrario, ¿quiero
preguntar si ese guantelete realmente existe?」
「Sí.」
Dimitar respondió más antes
que Valeria.
「Incluida esta persona
(Valeria), pero ya lo he visto. — Más bien, incluso puedo verificar que las
crestas mágicas grabadas en la hoja de Jagieruka han desaparecido por completo,
¿cierto? Sufrió daños del guantelete, ¿sabes?」
「En el caso del metal, cabe
la posibilidad que ellos las (las crestas mágicas) estén desgastando con calor.
No lo creeré a menos que vea esa cosa.」
「Eso me recuerda… ¿me
pregunto por qué no fue descubierto?」
Hokon había pasado sus
momentos finales dentro de la ardiente mansión. Por eso, el guantelete en
cuestión debió ser recuperado por la investigación de cada rincón y grieta
devastada por el fuego.
「¿No se volvería un problema
si se encontrara?」
「¿Eh?」
「El cuerpo carbonizado de
Hokon fue encontrado.」
Censurando el comentario de
Quique, Dimitar continúo.
「…Pero el guantelete no
estaba en la mano de Hakon. Su cuerpo había continuado igual a pesar de lo
fuerte que pudieron ser las flamas, así que es inconcebible para el guantelete
el cual está hecho de metal derretirse sin dejar rastros. — Siendo ese el caso,
solo puedo pensar que alguien se lo llevo.」
「Teniendo eso en mente, Su
Excelencia parece pensar que Hokon tenía un colaborador. Diferente a Bigerou, seguramente
alguien quien puede manipular magia peligrosa.」
「Ossan.」
Dimitar pregunto con una
apariencia pensativa en su cara.
「¿Qué tipo de persona es esa
Nereida? Ella no había estado en su casa cuando empecé a ir y salir de ella,
¿cierto?」
「Ahora que lo pienso, tampoco
sabía de esa persona.」
Bettina concordó con las
palabras de Dimitar. Si fue hace 5 años, ella sería una chica de 8 años por ahí.
Para una chica con una falta de discernir lo que viene y va, el taller de
Quique era muy peligroso.
「Si ella sigue viva, debe
estar por los 30 ahora. Además no conozco su pasado tan bien.」
「Me asombra que hiciera una
investigación tan importante con tal persona.」
「Eso fue porque era una
investigación que no recibía fondos. No tenía razón para rechazar su asistencia.
Más que eso, ella era calificada. — Sin embargo, si lo pienso ahora, quizás la
intención de esa mujer desde el inicio era robar mi investigación.」
「Esa persona… ¿es una mujer?」
「Nereida es su nombre, Su
Eminencia. Es una mujer muy hermosa de cabello negro. Solo puedo describirla
por las características de su apariencia exterior hasta este punto…」
「Si es en Biranoba, el
cabello puede no ser común. Por ahora, solo podemos investigar con esa pequeña
pista.」
「¿No es lo mismo que agarrar
agua con las manos? —」
Sintiendo la fatiga desde
que salió, Valeria suspiro.
Sin embargo, si ella
considera esto como una oportunidad para hacer una gran hazaña, es una plática
beneficiosa. Además, era plausible que hubiera varias gratificaciones.
「—Entonces Richternach-kyou, haz
las preparaciones sin cometer ningún error.」
Ordenándole eso a Dimitar,
Valeria empezó a regresar a casa.
Diferente a su anterior
misión, esta misión – aunque es un secreto nacional – no requería cuestiones de
su estatus social o hacer algo precipitado; ser una Dominas hasta el final, y esconder
su verdadero objetivo y dirigirse hacia Biranoba.
「En resumen, es un viaje de
gala, ¿cierto?」
Valeria mezcló un murmuro
mientras tarareaba.
Ella estaba segura que
habría tres comidas por día y una siesta al llegar a Biranoba, y una fiesta de
bienvenida por la noche. Sin mucho decir, ella no debía olvidar que era una
orden imperial del Príncipe a la Corona, pero si estuviera dentro de lo
perdonable, no estaría bien disfrutárselo, o es lo que Valeria pensaba.
Por eso, Valeria llamó a Nei
y Maru que eran sus amigas de la infancia, así como también criadas cuando
regreso de la mansión y empezó la selección de un vestido.
「¿Irá a Biranoba?」
「Sí…Ma, Karin parece que
también se irá.」
Abriendo el closet, Valeria reviso
la variedad de vestidos de un lado al otro.
Durante las misiones o
ceremonias, ella estaba obligada a usar el tabardo concedido por el Rey; por lo
que ella quería usar algo que le gustara algunas veces.
「—¿Mu?」
Recientemente, Valeria por
fin se había quitado el vendaje de su frente, y su padre Borha se veía aburrido
en el cuarto.
「¿Qué ocurre, Valeria? Es
inusual para ti quitarte uno y ponerte otro vestido.」
「Eso no importa, ¿cierto? No
tiene nada que ver con Chichi-ue.」
Sosteniendo el vestido
contra su pecho, ella repetidamente giraba ante el gran espejo y respondió de
una forma descortés.
Aunque era un pariente
sanguíneo, ella no podía hablar de los detalles de su misión ultra secreta a lo
bandido. E incluso si no, como resultado de andar diciendo que ella iría a una
misión secreta la última vez, su padre se metió en el palacio de Lucius y causó
un inconveniente.
Por lo mismo, Valeria se
hizo a la idea de no hablar de la misión esta vez.
「¿Y bien? ¿Es un baile que se
celebrará en el palacio con alguien? Oí de los extravagantes eventos que siguen
en revisión temporal debido al reciente caso en Seriba.」
「Aunque Su Majestad no debe
haber regresado con su amante, no hay necesidad de auto-frenarse, ¿cierto? Si
Su Majestad regresa en un futuro cercano, una explosiva celebración de victoria
se celebrara en el palacio, ¿así que no debería ser devota a mí misma con un
nuevo vestido?」
La protagonista de esa
celebración obviamente era Valeria y ella ya había ordenado un vestido.
Sin embargo, no importa qué
tanto lo pensara, ella sabía que no sería divertido andar en fachas con los
invitados en el día acordado. Por lo tanto, para esta misión donde ella estaba
a sus anchas, Valeria intentaba encontrar un espacio para su disfrute a
cualquier costo.
「Entonces, ¿por qué escoges
un vestido?」
「…Haces tanta bulla para
todo.」
Valeria suspiro exasperada y
volteó su cara a su padre.
「Solo voy a acompañar a Karin
ya que visitará la casa de sus padres en Biranoba. Es suficiente, así que deja
de meterte」
「¡¿Qué!? ¿¡Irás a Biranoba!?
¡Cómo es que no escuche de esto!」
「¿No es obvio? Esta es la
primera vez que lo menciono. Por cierto, iré incluso si dices que no, ¿bien? Ya
que soy la líder de esta familia, no tengo porque darte razón por cada detalle Chichi-ue.」
「Ya lo sé… Pero ¿Biranoba? …Y
si no me equivoco, ¿Karin es la hija de la Casa Rudbeck?」
「¿Qué con eso?」
「Eso significa que su familia
debe ser muy distinguida. — ¡Bien, ve, mi hija!」
「Como dije, iré aún sí tú me
lo dices—」
「Aunque es un país pequeño,
Biranoba tiene una larga historia. Si es con una familia distinguida, puedes
alcanzar un estatus social alto. Y parece que ya estás lista para asistir a una
fiesta por esa apariencia. ¡Ahora, ve adelante y captura a un hijo de esa buena
familia, será el tercer o segundo hijo! 」
「¿¡Haa!?」
Borha en seco se lo dijo a
Valeria y empezó a empujarla por su espalda, pero era de esperarse si pensaba
en ello. En resumen, él probablemente quería decir que fuera y buscara un
esposo. El asombro y enojo fluyeron simultáneamente, causando que Valeria
arrojara el vestido en sus manos hacia Nei.
「¡No tengo que buscar a un
esposo, ¿cierto?! ¡Desearía que dejaras de sacar el tema por cada cosa!」
「No te digo que consigas un
novio de inmediato. Pero por los 9 años siguientes, mientras aún puedas—」
「¡Es ahora o en 9 años, no
quiero escuchar tales cosas de ti! ¡No me gusta vivir para traer a un heredero!」
「N-No, yo no—」
「Porque eres mi guardián que
te permito quedarte en esta mansión, pero aun así puedo vivir sola. Si vas a
quejarte por más cosas, ¿por favor puedes irte de esta casa, Chichi-ue? ¡Por el
dinero, puedo dártelo ahora con todos los intereses incluidos!」
La Casa Costacurta había
estado en un gran declive durante la generación del abuelo de Valeria, pero se
recuperó gracias a la vasta cantidad de dinero que Borha había preparado cuando
fue adoptado por la familia. Como esperarías, una persona que digas tales cosas
a Valeria no tiene que existir más, pero su abuelo esa vez fue maldecido por
vender a su hija con un mercante por dinero.
Era una vieja historia, lo
de su abuelo y su madre ya había quedado en el pasado, pero Valeria aun niega a
su abuelo quien trato a su madre como un material de transacción, y ella no
podía llevarse bien con su padre que compró de esta manera a esta familia.
Debido a eso, Valeria no
podía dejar de oponerse a su padre quien la molestaba con conseguir un esposo
lo más pronto posible.
Viendo la espalda de su
padre saliendo del cuarto sin ánimos, Valeria expulso su enojo.
「Ojou-sama—」
Nei quien ayudaba a Valeria
a escoger un vestido habló con una expresión indescriptible.
「Danna-sama no piensa en
Ojou-sama como una herramienta para dar un heredero—」
「¡Ne—i! ¡Suficiente de
pláticas!」
「…Hai」
♦♦♦
Eventualmente, se arregló
que Dimitar y los otros partieran a Biranoba una semana después. Karin Rudbeck
probablemente había enviado una carta a sus parientes durante ese periodo para fechar
la visita. Aunque no iban de visita como los representantes de un país, los
otros necesitaban prepararse adecuadamente para recibir a un par de Dominas.
En todo caso, el rol de
coordinación no era el trabajo de Dimitar bajo estas circunstancias. Su deber
era de actuar como escolta hasta el final. Lo mejor sería si no llegase su
turno de actuar, pero dependiendo de la situación, podía haber un momento
cuando él actuaría como un espía. Quizás en esa ocasión, Dimitar tendría que
ensuciarse sus manos,
「…—Para empezar, quiero
preguntar esto, pero…」
Dando una mirada hacia
Bettina quien estaba corriendo dentro del taller con un “gashon gashon” y
consolido el equipaje, Dimitar le pregunto a Quique.
「Por aquello, si esa mujer
llamada Nereida realmente está involucrada en la rebelión de Seriba, será una
persona buscada en Amaddo.」
「Estoy seguro que está al
tanto.」
Quique respondió sin interés
mientras limpiaba el tazón de su kiseru con una pieza de papel retorcido.
「—Cabe la posibilidad que
tenga que matar a esa mujer; aun así, ¿estás bien con eso?」
「¿Buscas mi permiso?」
「Si estabas en una
irremplazable relación con esa mujer, pienso disculparme.」
「Oi oi, no hables de esas
cosas con niños presentes.」
Quique relleno otra vez el tazón
con hojas de tabaco molido, encendió el fuego y entonces apretó sus cejas.
「¿Me pregunto si ella es tu
hija?」
「Tome custodia de ella y la
críe, así que es como una hija para mí.」
「¿Así es eso? Tienes gustos
raros.」
「Kora.」
「Dejando de lado a la Cosa
Rosa.」
Dimitar se levantó de la
silla que estaba por la ventana.
「—Ya que no te importa, no me
contendré contra ella. Es más fácil de esa manera. ¿Hay algo más?」
「Por algo más, ¿te refieres?」
「…Por ejemplo, ¿ella es una
gran maestra de esgrima o una experta en magia?」
「Nunca la vi usar una espada
o magia… Pero sabe lo necesario, así que puede estar ocultando el hecho que
puede usar magia.」
「Decir que sientes que lo
oculta, ¿sospechaste de esa mujer hasta ese punto?」
Quique no contesto la pregunta
de Dimitar. Ya que él nunca había escuchado esa pregunta, él vio por fuera de
la ventana y sacó el humo.
Honestamente, incluso
Dimitar no podía entender las verdaderas intenciones de este vejete. Desde el
inicio, él era un hombre que le dio la espalda a una promoción y la fama, solo
se metió en las investigaciones que quería hacer. Siendo separado del mundo, la
autenticidad de las cosas que hablaba no podía ser confirmada.
Dimitar sostenía el mango de
Jagieruka en su mano izquierda y suspiro.
「—Cosa rosa, es hora de
irnos.」
「¡Haai!」
Con el equipaje sujetado en
la espalda de su pequeño y robusto cuerpo, Bettina se inclinó ante su tío con
un “pekori”.
「—Pues bien Oji-sama, Bettina
irá a borrar los arrepentimientos de Oji-sama.」
「Oi, deja esa manera de
hablar. Es como si hubiese muerto de una manera innatural.」
Por un momento, Quique
sonrió amargamente a su sobrina quien se había equivocado con el uso de esas
palabras y tapo su kiseru con el borde de su cenicero.
「…Maa, creo que Dii lo sabe perfectamente,
pero ustedes dos, tengan cuidado de no andar dando información clasificada, ¿de
acuerdo?」
「Roger-desu~」
「Sí, estaré vigilando de
cerca.」
Despedidos por Quique,
Dimitar y Bettina dejaron el taller detrás de ellos.
「Dimitar-san, Dimitar-saan.」
「¿…Qué?」
「Estoy convencida de saber
qué tipo de persona es Valeria-sama, pero ¿qué tipo de persona es Karin-sama
que viajara con nosotros esta vez-desu?」
「No me preguntes. Todavía no
me encuentro con ella.」
「¿Así es eso-desu? Pero de
seguro es una buena persona ya que fue elegida como una Dominas, ¿cierto?」
「Supongo. Parece competente,
es probable que sea del tipo calmada y prodigio… Su Eminencia (Valeria) está
por sobre esa persona (Karin), no lo creí en su momento.」
「¡Si ella está por sobre Karin-sama
que es un prodigio, entonces Valeria-sama es un genio-desune!」
「Más que genio… esa persona
es una cabezona. Es del tipo que no sabe nada de teorías mágicas y logra todo
por instinto o intuición.」
Levemente arrugando su frente,
Dimitar cerró su boca al ver un carruaje parquearse dentro de la Academia Real
Mágica. Allí había tres chicas y Lucius estaba parado al lado del carruaje.
「¡Ah!」
Notando al equipo de
Dimitar, Valeria se quitó su sombrero adornado con plumas y alzó su voz. Ya que
este era un viaje personal, Valeria no estaba usando su ropa ceremonial de
Dominas bajo su tabardo, sino un hermoso vestido naranja típico de la hija de
un noble.
「Llegas tarde—¡Es descortés
hacernos esperar!」
「Ma ma, Valeria-jou, ya que
este es un viaje de largo tramo…」
Cuando Lucius dijo eso,
Valeria se giró a él con la sonrisa de una flor y asistió.
「Si Lucius-sama dice eso…hai♪」
「Dii, vienes ligeramente
tarde.」
「Llegue a tiempo.」
Confirmando la hora en el
reloj de la torre, Dimitar dijo eso.
「—Si tienes quejas, debiste
especificar que había que estar 5 minutos antes.」
「Mira—」
Cuando Valeria abrió su boca
con enojo, el timbre señalaba el inicio del mediodía. En vez de perder su
tiempo, Valeria inhalo un gran respiro y bufo con un “¡funn!” y alejo su
rostro.
Lucius hundió sus hombros
ligeramente y le presento al par a Dimitar.
「—Dii, ella es Karin
Rudbeck-geika y su Hiera Glaphicos exclusiva, Petra Rudbeck-jou.」
「Su fama es muy bien
conocida.」
Ya que Valeria y Karin estaba
en buenos términos, era probable que Karin ya haya escuchado de la personalidad
de Dimitar. Era inútil tomar un comportamiento cortés ahora, pero ya que Lucius
estaba cerca, quizás lo mejor es ser respetuoso desde el inicio al menos.
「Soy Dimitar Richternach, Su
Eminencia.」
Dimitar colocó su mano
derecha en su pecho, inclino su cabeza y se reverencio.
「……」
La belleza con el cabello
plateado—Karin Rudbeck vio a Dimitar quien es más alto que ella.
Esta chica probablemente es
más prudente y cautelosa que Valeria. Tratando de ver los sentimientos de sus
oponentes sin revelar sus emociones—mientras lo examinaba, qué era lo que
Dimitar pensaba mientras daba una mirada indiferente.
「…El
gusto es mío, Richternach-kyou.」
Luego que un tiempo pasara,
Karin saludo a Dimitar.
「Aunque puedes darnos uno que
otro problema, espero trabajar contigo, Richternach-kyou.」
Golpeando sus anteojos,
Petra Rudbeck sonrió dulcemente. Aunque Karin y Petra eran primas de la misma
edad, se sentía innatural para Dimitar que Petra sonriera como si fuera la
prima menor descortés.
Aunque esto y eso son cosas
que no podía decir, Dimitar golpeó ligeramente la cabeza de Bettina que estaba
cargando el equipaje al carruaje.
「…Ella es la sobrina del Jefe
Ingeniero Albiol y la asistente de Costacurta-geika, Bettina Albiol. Ella nos
acompañara en este viaje como escolta junto a mí.」
「¡Be- Bettina-desu! Mucho
gusto~」
「…El mío.」
Respondiendo indiferente,
Karin se volteó a Lucius.
「…Entonces Vice-Líder, partimos
ahora.」
「Sí, como guste.」
Prestando la mano de Lucius,
Valeria y el resto abordaron el carruaje.
「—Dii—」
Lucius le murmuro levemente
a Dimitar que confirmaba que su equipaje estuviese seguro.
「Creo que está de más decirlo,
pero la seguridad de (Karin y Valeria)—」
「Lo sé. Más que eso, ¿no es
natural que haya más asistentes?」
Era un lujo que 4 personas
tuvieran un carruaje de dos caballos, pero si el par de Dominas de las que
Amaddo estaba orgulloso se fueran a un viaje al extranjero, ellos contratarían
a decenas de asistentes o escoltas adicionales.
Incluso si era un viaje
personal, ser capaz de contar con el número de asistentes a mano era en efecto
necesario.
「Esta eso, pero… no es
necesario del otro lado.」
「¿Al otro lado?」
「El hogar de la abuela de
Rudbeck-geika— la Casa Valiente espera por ellas así que hicieron los
preparativos necesarios.」
「¿..Esa es correspondencia
adicional?」
「Creo que es una táctica para
expresar algo, pero… maa, llevarse asistentes sería más responsabilidad, y en
el peor caso, tu carga puede incrementarse.」
Lucius lo murmuró con una
voz baja. Aunque no estaba claro qué pensaban Valeria y Karin, pero al menos
Lucius parecía haber tomado en consideración la posibilidad de que se llegase a
eso.
「—Como esa, te lo dejo a ti.」
「Sí.」
Las chicas habían abordado
el carruaje, pero sin un chofer, el carruaje no se movería. Por eso, Dimitar se
sentó en el pedestal del chofer y tomo las riendas.
「Um~,
¿Qué de esto es bueno para mí…?」
「Estará apretado si entras y
las tres personas allí pueden llorar… te vienes conmigo. Ponte tu manta así no
te verás sospechosa.」
「Roger-desu~」
Dimitar espero por Bettina, quien estaba subiendo al pedestal del chofer con un “noso noso”, y entonces golpeo las riendas con un “snap”.
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