Capítulo
2: El Príncipe Negro
El otro sentado en el trono es tan
joven que es difícil creer que está por los 60 años, y sentado a su par es el
Primer Ministro Gils.
La sala del trono está llena con una
pesada atmósfera que causaría que una persona ordinaria se desmaye, pero Hiro,
sin miedo, se mueve por la alfombra, balanceando el dobladillo de la Princesa
de la Camelia Negra.
[¿Realmente es el descendiente de Su
Majestad el Segundo Emperador…?]
[Es tan joven. ¿No es aún niño? Aun
así, ¿es esa— quizás, la Princesa de la Camelia Negra?]
[Hou— ese joven de hecho ha poseído el
estilo de un Rey, ¿verdad?]
[No hay tensión ni indicación de ser
abrumado en esta tensa atmósfera. No sabía cómo podía caminar con tanta confianza.
Entonces otra vez, ¿de verdad es algo, o solo es insensible?]
Palabras salieron de los nobles en un
murmureo.
Hiro se detuvo a una corta distancia
del Emperador y cayó de rodillas, golpeando su pecho izquierdo con su mano
izquierda. El movimiento creo una briza. El dobladillo de su capa se levantaba
y caía al suelo.
[—Inicia.]
El Emperador dijo mientras miraba a
Hiro con ojos como un jade. El Primer Ministro Gils solemnemente se adelantó y
desdobló la hoja del pergamino.
[El Primer Príncipe Stobel, Tercer
Príncipe Blutar, su lidiar ha sido decidida. Vengan.]
El gran cuerpo del Primer Príncipe
Stoble se arrodilló al lado derecho de Hiro y se inclinó. Fue seguido por el
Tercer Príncipe, Blutar, un hombre de cabeza calva y mala mirada en los ojos. Se
puso de una rodilla en el lado izquierdo de Hiro.
[Primero, Tercer Príncipe, Blutar. Por
la presente quedas fuera.]
Ooh, las ligeras voces de los nobles
apoyando al Tercer Príncipe, Blutar.
[Siguiente, Primer Príncipe, Stobel, estás
privado de tus logros en Felzen. Por la presente eres sentenciado a tres meses
de arresto domiciliar.]
Hubo una escena de alivio de los nobles
que apoyaban al Primer Príncipe Stobel por el leve castigo. Incluso la facción
opositora del Tercer Príncipe, Blutar, no se quejaron. Esto es primariamente
porque el castigo de Blutar fue leve igual, y de quejarse, se pueden retractar.
Sin embargo, hay murmullos de los nobles sin facciones.
[Ridículo. ¡Él trató de matar a la
Sexta Princesa!]
[¿Es porque aún tiene al Emperador del
Trueno?]
[Debería ser degradado en el orden de
sucesión o privado del comando de la Primera Armada Imperial.]
Entre el descontento lentamente
creciendo, el Primer Ministro Gils alzó su voz.
[¡Silencio! ¡Están en presencia de Su
Majestad!]
El silencio se retomó como si el agua
golpeara, pero el odio y rabia que se extendían por la sala del trono no podían
ser contenidas.
Ahora… me pregunto en que están
pensando. De continuar, habrá una gran insatisfacción.
El castigo para ambos príncipes es muy
ligero. No es sorpresa que los nobles sin facción piensen tan mal de ello. Es
una historia diferente si pudieran lidiar con eso justo ahora.
[Siguiente, Hiro-dono. Serás hecho un
oficial de militar de tercera clase por tus logros en la guerra contra el
Principado de Lichtine.]
Hiro pensó que era apropiado, pero las
palabras del Primer Ministro no terminaron allí.
[Por eso, de acuerdo al testamento de
Su Majestad el Primer Emperador, por la presente eres aceptado como el Cuarto
Príncipe de la Familia del Imperio Grantz y serás el quinto en la línea de
sucesión al trono. Dependiendo en tus futuros logros, serás promovido en orden
de sucesión.]
Hiro casi mira al improcedente trato. Es
porque siempre había pensado que sería recibido al final de la Familia Imperial
y darle un territorio compartido de la frontera.
Un silencio llenó la sala del trono.
Nadie era capaz de hablar.
Mientras todos estaban asombrados, el
Primer Príncipe Gils sacó una pieza de papel— una pieza de papel blanco que no
estaba iluminado por algo, sino por luz.
[He recibido la prueba de la Princesa
del Santuario de la Doncella que de hecho es un descendiente de Su Majestad el
Segundo Emperador. Y para añadir, la Princesa de la Camelia Negra también lo
reconoció.]
La mirada de los nobles se movía de acá
para allá entre la carta de la Princesa del Santuario de la Doncella y Hiro.
[Hiro-dono. Desde ahora serás conocido
como Hiro Schwartz von Grantz.]
Tan pronto como el Primer Ministro
chocó sus manos dos veces, varias doncellas aparecieron y desplegaron una gran
pancarta. La bandera era negra con un dragón sosteniendo una blanca espada
plateada. Estás autorizado a usar el escudo de armas de su Majestad el Segundo
Emperador. Mereces el honor de tus ancestros.
La mayoría de los objetos que una vez
le pertenecieron les fueron regresados. Hiro solo pudo sonreír.
Me dieron…
Si el príncipe hubiera sido privado de
sus derechos de sucesión o degradado en rango, los nobles que apoyaban al
primer y tercer príncipe pudieron haber tenido una guerra civil. Sin embargo,
el inesperadamente leve castigo los desalentó de hacerlo así. Por eso, el
nacimiento de un nuevo príncipe puso sus pensamientos en confusión. Las dos
opciones que llegaban a la mente de los nobles son: ¿deberían cambiar al nuevo
príncipe o deberían continuar esperando y ver? Porque incluso el nuevo príncipe
tiene el título del descendiente del “Dios de la Guerra”. Si llevan al chico,
pueden ganar un tremendo apoyo de las personas.
Ya veo, todo esto ha sido apuntado a
mí…
En ese aspecto, los nobles sin
facciones quienes estaban infelices con ese castigo podían fácilmente acercase
a Hiro. Podían evadir a los poderosos nobles que estaban atrapados por lazos de
facciones y control del momento. Sus mentes serían ocupadas en cómo evadir a
los otros nobles más que rebelarse contra el Emperador.
Pero… esta es una oportunidad para mí
también.
En el futuro, las personas con todo
tipo de agendas se estarán acercando a Hiro y aprovecharse de él.
Entonces, usemos eso para mí ventaja
también.
Hiro levantó su boca en asombro.
[Entonces sigamos con el banquete. Los
señores y nobles deberían unirse con ganas.]
Luego de decir eso, el Primer Ministro
Gils dejo el salón con el Emperador. El Primer Príncipe Stobel, y el Tercer
Príncipe Blutar también dejaron el salón con sus respectivos subordinados. En
cambio, varios sirvientes llegaron para empezar a preparar el banquete. Luego
Aura entro para ver a Hiro, quien se quedó desocupado.
[¿Has experimentado algo como esto
antes…?]
Aura le da una mirada algo
cuestionadora.
[Eh, ¿a qué te refieres?]
[Cualquiera estaría nervioso de caminar
en tal tensa atmósfera bajo la mirada de varios nobles poderosos del Gran
Imperio Grantz. Pero la manera que Hiro camina es como algo que ha pasado en el
pasado— sentí como que estabas acostumbrado a ello.]
[No, estaba bastante nervioso también,
¿sabes? Q-Quizás es por el parche. No puedes ver mi expresión.]
[Si insistes, está bien conmigo.]
Quizás la inteligente mujer reconoce la
verdadera identidad de Hiro. Hiro suspiro y bajo su voz.
[¿Qué pasaría si alguien del pasado de
pronto aparece en el futuro?]
Con ojos fruncidos, Aura pauso por un
momento y abrió su boca para escoger unas palabras.
[¿Es esa una hipótesis…?]
[Sí. Hipotéticamente, ¿qué crees que
pasará, Aura?]
[Por ejemplo, si el gran “Héroe de hace
mil años” apareciera hoy, muchas personas pensarían que sería un obstáculo.]
[Eso supongo.]
Para Hiro, quien concordó, Aura
continúo hablando del asunto de hecho de manera sencilla.
[Las personas estarán encantadas. Pero
para esos con poder, no es nada más que una molestia. Tal peligrosa presencia
es inevitable que se choquen. Para evitarlo, es razonable esconder su poder— o
llamarte un descendiente. Siendo así, las personas alrededor pueden encontrarlo
aceptable.]
[Aceptable, huh…]
[Habiendo dicho eso, la mayoría de
personas no te creerían si dijeras que eres un Dios.]
[Es ciertamente cierto.]
[Pero nunca sabes lo que pasará en el
futuro. Es sabio estar preparado por algo que pueda salir en cualquier
momento.]
[Sí. Tienes razón.]
Mientras Hiro tiene determinación en
sus ojos, una desagradable mirada viene de los ojos de Aura.
[Es una hipótesis. No tienes que verlo
tan serio.]
[E-Eso es… Hahaha.]
Aura le sonrió a Hiro, quien estaba
rascándose su cabeza para hacerse el tonto.
Esto es donde una deliciosa melodía
llega a sus oídos. La actuación de los músicos estaba empezando a tocarse en el
salón. Cuando Hiro vio alrededor, los sirvientes habían terminado sus preparaciones
y estaban parados atrás del muro. Seguido, la entrada del salón— un gran número
de nobles entraron por la puerta abierta.
Hiro miro a la escena y luego tomo un
respiro repetidamente.
Este es un campo de batalla. Tengo que
averiguar en quién o quién no puedo confiar.
Por el futuro, sería mejor contactar a
la Familia Krone también.
Aunque, debería esperar que ellos
vengan a mí. Si los contacto primero, puedo iniciar un nuevo rumor. Si un rumor
inicia que el descendiente del Segundo Emperador había apoyado a la Familia
Krone, sería una causa perdida. Bueno, supongo que no estarán en este banquete.
La facción del Primer Príncipe Stobel
puede no participar en este banquete, dejando atrás al Primer Príncipe Stobel
quien estaba bajo arresto domiciliar. Además, el suelo que pensaron era roca
solida está empezando a sacudirse. Este no es el momento que te emborraches en
frente a una emergencia. Tuvieron que dar su mejor movida, o caerían en un
pestañeo. Deben estar rascándose sus cabezas en un desesperado intento por
descubrirlo ahora.
Pero estoy seguro que el Primer
Príncipe Blutar y la nobleza del oeste se unirán.
Mientras reflexionaban, sus mangas fueron
jaladas.
[Hiro… ¿estás bien?]
[¿Hmm?]
Hiro detuvo sus pensamientos y volvió
su atención a Aura, quien estaba mirándolo desde abajo.
[Si vamos a quedarnos más tiempo, será
sospechoso, así que tengo que irme ahora.]
Ya que es un oficial, claro, Aura
pertenece a la facción del Tercer Príncipe Blutar. Si fuera a estar con Hiro,
quien se volvió el Cuarto Príncipe, habría muchas especulaciones.
Deberá ser sospechosa de tener un
cambio de facción. Esta es la perfecta oportunidad para esos que habían estado
poco dispuestos a tomar su posición. Estarán acusándola de algo u otro.
[Sería lo mejor; no querría ponerte en
una mala posición al final de cuentas.]
[Mm… Nos vemos luego.]
Hiro miro a lo lejos a Aura, quien
estaba caminando con arrepentimiento.
El Tercer Príncipe, Blutar, es
fácilmente engañado por las palabras de sus vasallos. Se puede decir que es fácil
de manipular. Supongo que es probable que su facción creciera.
Cuando vio al Tercer Príncipe Blutar
antes, pensó que es una persona muy sospechosa. Esa es una ventaja para Hiro. Es
por eso que si las palabras de Hiro pueden persuadirlo, el Tercer Príncipe hará
lo que Hiro quiera. Si hay un obstáculo, sería los poderosos nobles en su lado.
¿Cómo puedo acercarme?
Hace mil años, solía escapar de esas
molestias. Siempre estaba en las líneas frontales y volvía al castillo unas
cuantas veces. El costo de continuar
escapando era grande, así que dejo todo atrás y volvió a la Tierra. Sin
embargo, no hay forma de escapar ahora. Aunque podía hacer algunos dolorosos
errores debido a su falta de experiencia.
Lo sembré yo mismo. Tengo que terminar
apropiadamente ahora.
Luego de ordenar sus pensamientos, tomó
un vaso de agua traído por el mesero y se dirigió a la gran mesa donde lujosa
comida estaba yaciendo. Viendo esto, varios nobles se le acercaron a Hiro. Todos
usando lujosas joyerías y extravagantes ropajes.
Esas personas parecen como que tiene
muchos deseos de mostrarse a sí mismas… Bueno, es por la primera impresión.
Y entonces un noble de alto rango
emergió del grupo.
[Su Majestad Hiro Schwartz. Es un
placer conocerle.]
[Ah gracias.]
[Yo—]
Mientras estrechan manos, la
presentación de los hombres inició a parecer un discurso.
[—Eso es. Lo mejor respecto al futuro.]
Un simple resumen es que él es un noble
que tiene un territorio al oeste. Los nobles del oeste apoyan al Tercer
Príncipe Blutar. Aunque es algo no cuestionado ahora, no es seguro lo que
pasará en el futuro. Así que, supuso que le gustaría llegar a conocerlos, al
menos por ahora.
[Bien. Recordaré tu nombre y tu cara
muy bien.]
Como una persona poco fiable, la
palabra “poco fiable” fue almacenada en la mente de Hiro. Desde ese punto, los
nobles se reunieron uno a uno. Estaba rodeado por una variedad de nobles
codiciosos, tales como esos que le sugirieron a sus hijas para matrimonio o
esos que recomendaban a sus hijos como subordinados.
No fue hasta media hora después que no
podía escapar de la situación— Tratando de no mostrar su cansancio, Hiro
descanso su espalda en el sofá cercano al muro.
Estoy rodeado por más de los que
imagine…
Él bebió un vaso de agua de una vez y
dejo su mirada vagar por el salón. Había muchos nobles espiando la situación.
Parece como que aún va a repetir los saludos.
Pero entonces, la casa central noble,
la cual está organizada por la Familia Krone, no participo en nada.
No está sorprendido porque así se
esperaba. Aunque, también era decepcionante porque estaba preparado para varias
cosas. Además, los nobles más comunes que se le acercaron eran nobles del este.
Parece que han perdido su cohesión
debido a la perdida de la cabeza de la Familia Kelheit.
Lo que sintió en las palabras de los
nobles del este era su insatisfacción con el actuar de la jefa de familia, el
Duquesa de Kelheit. Por otro lado, hay muchos que están del lado de la Duquesa
también, y los dos están al borde de separarse entre sí.
Es donde la Familia Krone, que apoya al
Primer Príncipe Stobel, se aprovechó de la situación.
Se dice que la Familia Krone está en
acecho de controlar el este. La Familia Kelheit, la cual ha perdido a su cabeza,
probablemente será controlada por la Familia Krone en el futuro cercano.
Si me siento y observo, el Primer
Príncipe Stobel, pondrá sus manos en el trono.
Ahora… qué hacer…
Una sombra cubrió la cabeza de Hiro
mientras reflexiona.
[Disculpa, ¿te importaría si me siento
a tu par?]
____________________________
Cuando Hiro levanto la mirada, una
mujer en un vestido rojo estaba parada allí.
Su ondulado cabello rubio estaba atado
atrás en un moño, flotando desde su hombro derecho hasta el frente, mientras
sus lustrosos ojos azules miraban a Hiro. El bien amplio y proporcionado cuerpo
seguro atrapa la atención de todos. Su falda está audazmente entre sus muslos,
y las piernas saliendo de la abertura son tentadoras y fascinantes.
Sin embargo, no era su apariencia lo
que molestaba a Hiro; era los nobles alrededor de ella cuchicheando lo que lo
molestaba. La mujer, preguntándose por la reacción de sus alrededores, cerro la
distancia entre Hiro y ella.
[Ah lo siento. Mi nombre es— Miste
Calliara Rosa von Kelheit. La anterior 3ª Princesa, y ahora jefe interino de la
Familia Kelheit. Pero eso debe de ser conocido para ti.]
Luego de una breve presentación, la
Duquesa de Kelheit le dio una sonrisa cautivadora.
[Ya veo. Puedo ciertamente ver por qué
Liz está tan entusiasta. Tienes una inusual apariencia, como el color de tus
ojos y cabello.]
Hiro no mostró sorpresa en su rostro,
pero la confusión estaba apretando su corazón.
Es muy pronto. Por qué— ¿por qué
apareció en este momento?
Estaba esperando que ella lo contactara
eventualmente, pero no ahora, más tarde.
¿Puede ser que están realmente tan
preocupados?
No hay mucho tiempo para pensar. No
podía dejar que se dé cuenta de lo que Hiro estaba pensando. Aunque ella es la
hermana de Liz, ahora es la jefa interina de la Familia Kelheit. No hay duda
que se está acercando a Hiro para aprovecharse de él. Con Hiro poniéndose más
nervioso, más que ella se acerca. No queriendo dejarla tomar la iniciativa,
Hiro, fingiendo compostura, le indico el costado con su mano.
[Adelante; no hay nadie cerca, está
bien.]
[Es bueno oírlo.]
Rosa colocó uno de los vasos que
sostenía en ambas manos, el lleno con el líquido rojo, en la mesa en frente de
Hiro. Es probable que es Vino o algo, pero debido a la posibilidad que pueda
estar mezclado con algo, Hiro decidió evitar beberlo.
[Um, no bebo alcohol, así que…]
[Ah no sabía eso. Entonces puedes estar
tranquilo, esto es solo agua.]
Y entonces ella lo colocó con un
líquido rojo— un vaso de agua. La esencia de rosas picotea las fosas nasales de
Hiro mientras Rosa se sentaba a su par.
[¿Qué es lo que quiere la hermana de
Liz conmigo?]
[Es solo que mi hermana escribió de ti
en su carta. Y ya que has hecho mucho por ella, pensé que debería de pasar y
decir hola.]
[Soy el que está en deuda con Liz. Es
un placer conocer a su hermana mayor.]
[Oh Su Majestad Hiro, no necesita
hablar tan formal. Tomémoslo tranquilo entre nosotros. Sobre todo, estás en una
posición mejor que yo. Sería un buen ejemplo para otros.]
[Entiendo— Ah, digo, está bien. ¿Le
parece?]
[Sí. Todo está bien. Debería conocer un
poco más su lugar en este mundo.]
Ella sonrió felizmente y bebió vino,
luego río entre dientes e inclino su vaso.
[No soy buena en esto.]
No es porque es mejor— en este mundo,
se te considera adulto a la edad de los quince.
[Es malo. Ganarás muchos beneficios de
beber en el futuro.]
[No creo que sea buen momento para
beber, porque las cosas están locas estos días.]
[Hm, ¿estás siendo curioso o tímido? ¿Cuál
eres tú?]
[Quizás es porque soy un cobarde.]
[No puedo creer que esto venga de un
hombre que fue tan imponente en su audiencia con el Emperador. ¿Puedo preguntar
por qué tienes tal baja autoestima?]
Hiro hizo cara fría mientras ella lo
miraba de perfil con interés.
[Tengo miedo de arrepentirme. Por
ejemplo, en el campo de batalla— no importa cuánto lloren y griten, no importa
cuánto rueguen por sus vidas, no los perdonaré. Si los dejo ser, alguien más
puede ser infeliz. Aunque, al menos vale la pena.]
[…]
Ella parecía asombrada porque la
expresión del chico había cambiado, o quizás porque se dio cuenta de la locura
que yace en lo profundo de él. Rosa sirve un vaso de vino, lo vacía, y luego
llama al camarero y le pide nuevo vino. Luego de disfrutar el aroma del vino
blanco que el mesero trajo, le pregunto a Hiro.
[¿Cuánto años tienes?]
[Tengo 17.]
[Estás bastante retorcido para tu edad.
Aunque es arrogante. Kuku, me interesa tu pasado.]
[No es tal cual pasado. He pasado por
muchos problemas.]
[¿Así es eso? Y qué si— por ejemplo,
¿me vuelvo tu enemigo aquí en este momento?]
[No haré nada. Dibujaré una línea, si
la cruzas, voy a ir por tu cabeza.]
[¿No me matarás ahora?]
[Si hago eso, solo seré un bárbaro. No
soy así de simio.]
[Estás pensando con claridad, ¿verdad?]
[Si pierdo la razón, no soy mejor que
una bestia. Solo haré más enemigos, y no será bueno para mí en nada. Solo
causaré problemas para mis compañeros, y sobre todo, eso solo me hará
arrepentirme.]
Una pista de arrepentimiento paso por
los distantes ojos de Hiro, pero solo fue por un momento, y Rosa no pareció
notarlo. Repetidamente asintió como si estuviera evaluando las palabras de Hiro
y luego cruzo sus brazos y enfatizo sus pechos.
[Hm. ¿Como Stobel?]
Hiro pensó las palabras de Rosa, pero
no era una respuesta clara.
[No puedo asumirlo. Pero creo que está
más retorcido que yo.]
[Hm, buena respuesta. Solía ser un
hombre con el carácter de un Emperador.]
[¿Puedes decirme qué pasó?]
[Stobel fue favorecido por el
“Emperador del Trueno” cuando tenía 18, y ha cambiado desde ese momento. Ya no
puede considerar los sentimientos del débil. De verdad cree que el fuerte es
justo, y el débil es el mal. Es por eso que tiene bastante miedo que alguien
más fuerte que él aparezca.]
[Esto también es retorcido…]
[No hay fin a los deseos del hombre.
Cuando tienes mucho poder, se vuelve incluso más pronunciado. Incluso puede
cambiar el carácter de una persona. Será mejor que tengas cuidado.]
[Lo tendré en mente.]
En respuesta a las palabras de Hiro,
Rosa lamió sus labios y levanto su boca.
[Ahora— el tiempo se está acabando, así
vayamos al grano.]
Está pasando. Si Hiro no fuera
cuidadoso, esta pantera le arrancaría su cabeza.
Una batalla desgarradora le daría más
tiempo al oponente para pensar.
Entonces— para tomar ventaja de nuestra
conversación, Hiro decidió dejarlo.
[Ya que la Familia Kelheit está en una
mala situación, ¿quieres hablar de ello?]
Las palabras de Hiro causaron que los
ojos de Rosa se pusieran más filosos al instante.
[¿Lo has notado… eres muy entusiasta
por aprender? No, supongo es porque no estoy tan bien.]
[No lo habría sabido si los nobles del
este se hubieran organizado.]
[Si sabes tanto, no hay necesidad de
ocultarlo. Como puedes imaginar, la nobleza este está al borde de una división.
En un área donde los hombres son fuertes, teniendo a una mujer como líder
interino de la familia es un poco inconveniente.]
[La nobleza del Imperio Grantz se supone
ser línea masculina de sucesión. Incluso los cinco grandes nobles no deberían
estar desconectados entre sí.]
[Sí. Es por eso que estoy teniendo
problemas con todo tipo de hombres acercándoseme.]
[Es una gran oportunidad para hacerse
de un hombre para su clan. Especialmente ya que tendrán exactamente lo que la
Familia Kelheit ha estado construyendo.]
[Pero no quiero tener al segundo hijo
de otra familia que puede ser una mierda igual.]
[Creo que ellos puede haber alguien bueno,
¿no?]
[Quizás hay algunos. Pero necesito
alguien quien no esté respirando bajo el cargo de nadie.]
[Por eso, no puedes conseguir los
resultados que quieres al tenerme como tu mozo…]
Rosa agita su cabeza a las palabras de
Hiro, negándolo.
[No voy a pedirte ser mi mozo. Y no
creo que tenga alguna intención de hacer eso.]
[¿Entonces vas a aprovecharte de la
posición del Cuarto Príncipe? Lo siento, pero no tengo mucho que decir al
asunto ahora mismo para interferir en tu clan.]
[Eso es… Pero solo hay una solución.]
[¿Cuál es?]
Ella no respondió a la pregunta de
Hiro, pero miro alrededor como si estuviera cautelosa de sus alrededores. Puede
haber alguien en algún lugar escuchando. Debe haber algunas cuántas personas
que pueden hacer ese tipo de destrezas en un lugar tan concurrido…
Hiro suspiro y mirado al vaso en la
mesa. Rosa lo había colocado en la mesa por él, pero no lo bebió, juzgando que
probablemente estaba mezclado con algo.
Pero no quiero continuar jugando este
inútil juego y dejar el tiempo pasar…
Habiéndose hecho a la idea, Hiro
recogió el vaso y bebió el agua de una vez. Un ligero entumecer en su garganta
es el único cambio en su cuerpo. Sin embargo, ¿debería estar bien solo al
confirmar que hay algo mezclado?
[Solo quiero preguntarte, ¿qué estaba
adentro?]
Rosa pasó sus ojos cuando vio el
indiferente rostro de Hiro.
[Es increíble. Una persona ordinaria
siquiera sería capaz de hablar…]
Entonces le dio una pequeña risita y
suspiro profundamente como si pensará que el engaño era inútil.
[Es una poderosa droga anestésica.
Traté de desordenar tu consciencia, pero parece que ha sido en vano.]
[Una nube de humo en un lugar público
como este solo te hará quedar mal.]
[Es solo un chico ebrio en frente de
mí. ¿Cómo eso hace mi situación peor?]
[Ya veo. Has pensando sobre eso,
¿verdad? ¿Y qué tal del futuro?]
[Claro. Aunque todo es vano. Cómo
puedes ser así de fuerte… ¿Realmente eres humano?]
Hiro sonríe a la pregunta de Rosa.
[Claro, solo soy una persona un poco
tenaz.]
[Haha— debí haber preparado una droga
como la usada para monstruos…]
Iban a tener una conversación privada
que no querían que nadie escuchara. Rosa bajo su mirada al suelo con una
sincera mirada de decepción. Parece que el hecho que no se fuera incluso si sus
planes fueran expuestos era un juego para ella. Así que, con el fin de reganar
su compostura, Hiro decidió ayudarla.
[Es demasiado pronto para estar
deprimida. ¿Seguirás con tu plan?]
Cuando Hiro dijo eso, Rosa levanto la mirada
en sorpresa.
[¿Estás seguro? No quería ir por tu
vida, pero— ¿ugh?]
Hiro acerco el cuerpo de Rosa y murmuro
con su cara cerca de su oído.
[Si has comido veneno, lame el plato,
es lo que dicen. Quiero escuchar tu historia primero. ¿Eso está bien?]
[¿Qué tanto una bestia acecha dentro de
esa linda cara tuya…?] Rosa dijo felizmente y luego tiro la cabeza de Hiro a un
abrazo.
Sus grandes pechos se estaban
presionando contra la cara de Hiro, el salón estaba lleno de bullicio como una colmena
de abejas en un atrevido abrazo que dio lugar en el ojo público.
[Parece que Su Majestad Hiro se ha
embriagado. Dejaré que descanse en mi mansión. Alguien me ayuda.]
Tres señoritas y dos hombres nobles
respondieron a la voz de Rosa. Se acercaron con movimientos que no mostraban
duda como si lo hubieran discutido de ante mano. No hay duda que la respiración
de Rosa está al límite.
[Veneno es veneno, pero es veneno
dulce. Lo amarás.]
Rosa murmuro a los oídos de Hiro
mientras los nobles lo tenían cautivo. Desde la perspectiva de otros, la escena
parece como que están ayudando a un ebrio.
[Eso espero.]
[Entonces vamos.]
[Espera…]
[¿Hm?]
Rosa se dio la vuelta y vio a Aura
parada allí.
[Bueno, bueno… eres… la famosa Señorita
Bunadhara, ¿qué puedo hacer por ti…?]
[¿A dónde quiere llevar a Hiro?]
[Lo siento. No tengo tiempo para
explicar. Hablaremos luego.]
Rosa sonó sus dedos, y tres señoritas
rodearon a Aura.
[Vamos, vamos, tengamos una charla por
allá.]
[Muh, fuera.]
[Houhou, no debes ponerte así.]
Sin un arma espiritual en su posición,
y más con un brazo rotó, no se pudo resistir y fue fácilmente atrapada por las
señoritas.
[Ahora que ya no hay personas en el
camino, vayamos a mi mansión.]
Sus hermosos dedos se deslizaron por el
parche de Hiro. Hiro fue sacado del salón y lanzado a la mansión de Rosa en el
estado del Palacio Imperial. Solo están en un cuarto bañado por la luz lunar. Rosa
estaba sentándose en una decorada silla, y Hiro estaba yaciendo en una gran
cama que podía acomodar a cinco adultos.
[Me disculpo por mi rudo trato.]
[Está bien, pero me gustaría una
explicación.]
[Lo sé. Pero te has dado cuenta ahora,
¿verdad?]
[Más o menos…]
Luego de un rico abrazo en público, el
ebrio príncipe desapareció con la viuda en la mansión. Los dos han concluido
que la relación entre ellos debería ser extraordinaria.
[La otra familia dudaría en ofrecer un
matrimonio a una mujer que se ha vuelto la sirvienta de un príncipe.]
[Puedo comprarte algo de tiempo, pero
tarde o temprano, tendrás que tomar a un esposo de otra familia.]
[Solo comprar tiempo, ¿huh?]
La luz lunar en el oscuro cielo
nocturno brilló por la ventana, iluminando su hermosura.
[Me pregunto qué pasaría si – en este
cuerpo – fuera a llevar a tu hijo.]
[Qu…]
[Para escapar de las garras de la
Familia Krone, he concluido que luego de mucho pensar—me volveré tu mujer. Eres
el descendiente de Su Majestad el Segundo Emperador, el Cuarto Príncipe, y usa
tu título para unir a la nobleza del este. Entonces llevaré a tu hijo y haré de
él la cabeza de la Familia Kelheit. Te lo dije— necesito de alguien quien no ha
tenido un superior.]
[Eso no va a satisfacer a la Familia
Kelheit. Si das a luz a mi hijo, sería como que tomaste el control de la
Familia Kelheit.]
[Tendré que concordar con eso. La
sangre de Su Majestad, el Segundo Emperador, estará en la Familia Kelheit.]
[Por eso, eso es—]
Hiro no podía refutar. La razón es que
vio la encantadora cara de Rosa.
[No hay necesidad de preocuparse por la
sangre corriendo. Dar al hijo del recién nacido de una hija de una familia
conectada a la Familia Kelheit. La sangre de la Familia Kelheit continuará, y
también conseguirá la sangre de Su Majestad el Segundo Emperador. ¿Quién se
puede quejar?]
[…]
[La paga para ti es grande. Tendrás mi
sangre como gustes, y también tendrás a la nobleza este de tu lado. Suena como
un buen trato.]
Ciertamente no es una mala idea para el
futuro. Dejando de lado el cuerpo de Rosa, lo que le falta a Hiro ahora es
contactos y dinero. La Familia Kelheit sería capaz de resolver esos problemas.
[Además, no quiero un hijo justo ahora.
Tampoco es que sea pura. Estaría agradecida si puedes darme un poco de tiempo.
Pero es solo por mi conveniencia, y es irrelevante para ti. Así que no me
importa si lo quieres ahora.]
¿Qué debería hacer? Dijo Hiro, está
perdido por una respuesta cuando alguien le pregunta.
[No me importa unir fuerzas contigo,
pero preferiría no tener hijos.]
[Kuku, está bien por ahora. Estoy
segura que será Liz antes de mí.]
Ella se levanta y se mete a la cama,
haciendo que la cama cruja y se acerca más y más.
[En sí, ya es demasiado tarde. Vayamos
a dormir ahora.]
[No creo que necesitemos dormir juntos
en la cama. Puedo dormir en el colchón si quieres.]
[Eso no tendría ni un sentido. Quiero
por el hecho que dormimos juntos sin la actividad sexual.]
Ella sonrío con malicia y llego a la
par de Hiro y lo abrazó.
[No tengo intención de hacerlo así, pero
si no puedes soportarlo, no me importa si me atacas. No me resistiré.]
[¿No podemos solo dormir por separado?]
[Hoamm…]
[Ella es una buena durmiente, justo
como su hermana.]
Pensando que había experimentado algo
similar antes, Hiro cayó en el sueño profundo. Rodeado por el suave toque
femenino, Hiro empezó a caer en su sueño.
____________________________
El cuarto estaba decorado con grandes
pinturas en todos los muros y muebles de todo el mundo. El cuarto es símbolo de
poder, con cada pieza de arte. Este es el aposento del Emperador, el palacio
donde el Emperador vive, y también es un cuarto secreto que solo sus ayudantes
conocen.
El Primer Ministro Gils estaba allí. Sentado
en frente de él estaba el 48º Emperador Greyheit.
[¿Tienes algo que decir?]
Con un vaso de vino en su mano, el
Emperador dirigió sus agiles ojos de halcón al Primer Ministro Gils.
[¿Es la forma correcta de tratar al 1º
Príncipe? Si iba a usar a Hiro-sama, no habría problema en degradar a los otros
príncipes en la línea de sucesión.]
[Eso habría interferido con nuestros
planes futuros, ¿no?]
[Es por eso que el primer paso es
debilitar a la Familia Krone.]
[Los viejos nobles piensan solo en su
propia preservación. La corrupta Familia Krone es un típico ejemplo. Pero
incluso si es un perro viejo, si te muerde, aún te dañaría. Entonces tienes que
lanzarlo a una jaula, quitarle su comida, debilitarlo al extremo, y luego
estrangularlo.]
[Sería mejor si solo se queda en su
jaula…]
[Por eso, déjalos pensar que están
tomando la iniciativa. No les dejes saber nuestras intenciones y lentamente
aseguraran sus muertes. Si los viejos nobles caen, nuevos nobles emergerán, y
el Imperio Grantz será más revitalizado.]
Oliendo el aroma del vino, el Emperador
tiro su vaso el suelo. El vaso se extendió con ruido, y el rojo líquido lanzo
su mancha en la cara alfombra. La sonrisa del Emperador se profundizo mientras
observaba la escena.
[No me gusta el estancamiento, sabes.]
El Emperador detuvo al Primer Ministro
Gils con sus manos mientras trataba de limpiar los escombros.
[Está bien, solo ignóralo. Más
importante, ¿sabes qué tan capaz es mi nuevo hijo?]
[Dicho eso… quizás esa persona lo sabrá
mejor.]
Con el Primer Ministro Gils palmó sus
manos, un hombre vestido como un viajero rápidamente apareció detrás de él. El
hombre habló mientras se arrodillaba.
[Para ser honesto, yo no pude
suponerlo.]
Las cejas del Primer Ministro Gils se
retorcieron. El hombre disfrazado como un viajero de los más poderosos en la
secreta organización de la Familia Schaum, el “Cuello Secreto”. ¿Cómo ni
siquiera puede estimar la fuerza de los otros? El Primer Ministro Gils sacó
unas cuantas palabras con decepción.
[¿Realmente es tanta la diferencia…?]
[Mis disculpas.]
La cabeza del hombre bajo en
arrepentimiento. Paso sus días de entrenamiento al punto donde se andaba entre
la vida y la muerte, dando todo lo que tenía para refinar sus habilidades hasta
que su Señor le dio una misión en persona.
Su primera prueba era medir la fuerza
del chico, la cual debió haber sido una solicitud bastante simple para un
hombre quien había estado en tantos baches.
[Cuando el chico desapareció, el
granjero que contraté fue servido. Es todo lo que sé.]
[Suficiente. Lidiaremos con ella más
tarde. Por ahora, descansa.]
[Sí…]
Desapareció como si se asimilara en una
sombra. El Primer Ministro Gils suspiro y se inclinó al Emperador.
[Parece que he escogido al hombre
equivocado. Me disculpo.]
[No te preocupes por eso. Sé muy bien
de lo que el Cuello Secreto es capaz.]
El Emperador cerró sus ojos y soltó un
pequeño suspiro.
[Deja que el Cuello Secreto se infiltre
al Fuerte Berg. Asegúrate que no falle esta vez.]
[Muy bien.]
Con eso, el Primer Ministro Gils dejo el
Aposento Imperial.
******************
— La siguiente mañana.
Hiro, quien estaba durmiendo en cama,
fue despertado por el sol de mañana iluminando en su cara. No había señales del
dueño del cuarto durmiendo a su par, quien parecía haber salido temprano en la
mañana.
¿A dónde se supone que lave mi cara…?
Se acercó a la puerta del pasillo para
buscar un lugar para lavar su cara. Sin embargo, la puerta estaba abierta al
otro lado. La persona que apareció era Rosa, quien exudaba una seductiva atmósfera,
sus pechos se presionaban bien en su uniforme militar.
[Mm, ya estás despierto.]
[Acabo de levantarme. Y ahora necesito
lavar mi cara.]
Rosa señaló su dedo detrás de su
espalda a Hiro, quien estaba buscando el lugar.
[Pero primero, tienes una visita.]
Inclinó su cabeza a ella con curiosidad
y miro a Rosa. Hay un hombre parado con una cara delgada y larga— El Primer
Ministro Gils.
[Me disculpo por la temprana
intromisión.]
Mientras se inclinaba, Hiro sintió un
signo de pregunta aparecer en su cara.
[¿Por qué el Primer Ministro Gils está
aquí?]
[Estoy aquí para entregar una carta al
Emperador. Sabía que no podía dejarlo a nadie más, así que me di a la molestia
de venir a usted.]
[¿Una carta de Su Majestad?]
[Aquí está por favor léela solo.]
Luego de entregar la carta, el Primer
Ministro Gils le dio una vista a Rosa, se inclinó y se fue. Mientras Hiro lo
observa irse, notó que Rosa miraba la carta.
[¿Quieres verla?]
[Solo si crees que vale la pena
mostrarla.]
Bajando sus hombros, Rosa empezó a
caminar por el corredor y se dio la vuelta rápido.
[Cuando termines de leer, ¿puedes venir
al comedor? El desayuno está listo. Y si necesitas lavar tu cara, el pozo está
en el jardín.]
Moviendo su mano detrás de su espalda y
diciendo. [Estaré esperando en el comedor.] Rosa se fue por el pasillo. Hiro
miro a la carta y dejo salir un suspiro. El contenido de la carta es casi predecible.
Supongo que debería lavar mi cara
primero…
Cuando Hiro llego al jardín, camino por
el pozo y se lavó su cara. Sin embargo, se dio cuenta que no tenía toalla. Miro
alrededor por algo que parecía como ropa, pero no pudo encontrar nada.
Supongo que lo dejaré así…
Medio habiéndose rendido, camino hacia
la cafetería donde sintió algo suave en su cabeza. Recogió la toalla blanca y
limpió las gotas de agua en su cabeza antes de poder ver quien se la había
entregado.
[Gracias. Ayuda—]
Trató de decir gracias, pero no pudo
terminar. Porque Aura estaba parada allí, luciendo muy enojada.
[Príncipe Negro… ¿se divirtió ayer?]
Hay muchas cosas que quería preguntarle
a Aura acerca del por qué estaba allí, pero…
[¿Qué con eso del Príncipe Negro—?]
[Eso es lo que muchos de la nobleza están
diciendo de ti.]
[¿De mí?]
[Sí. Dicen que el Príncipe Negro de
aprovecho de una joven viuda y la llevo a su mansión.]
[E-Eso es mierda… Además, soy el que
fue acogido, ¿verdad?]
[No se preocupe. Eso fue lo que pensé.]
[No te asustes…]
[En serio, te llamaron el Príncipe
Negro por seducir a la mujer de acero.]
[¿La mujer de acero?]
[La Duquesa de Kelheit. Ella es llamada
así porque se mantuvo rechazando compromisos de otras familias por varios
motivos.]
Aura lo miró con desdén.
[Fuiste capaz de seducirla en poco
tiempo y desapareciste en la mansión. No es sorpresa que se haga un rumor.
Muchos de los nobles quieren aprender de ti.]
[No sabía que tal cosa había pasado…]
No es como que lo esperara. Pero no
pensó que fuera tanto para decir que querían aprender algo así. Hiro sostuvo su
cabeza, preguntándose qué hacer. Luego Aura llego a él y lo miro con ojos de
plomo.
[Te dije ayer que tengas cuidado con
las mujeres.]
[Lo hiciste… lo siento.]
[Era la Familia Kelheit que esparció el
rumor tan rápido. Ni una familia habría dicho algo para encender a Hiro. Si
fuera yo, esparciría el rumor que Hiro era un príncipe tonto seducido por una
viuda y arruinaría su reputación.]
[Tampoco lo haría.]
[Pero hizo lo opuesto, esparciendo
rumores y levantando su reputación. Quiero alabarla por su habilidad— pero te
envió mi desdén.]
[No te culpo por pensar así. Lo tomaré
como avance por ahora.]
[Desde ahora, seré muy cuidadoso.]
Aura suspiro y miro a la Princesa de la
Camelia Negra.
[¿Qué fue lo que la Princesa de la
Camelia hizo luego de eso? ¿No funciona cuando la virtud del Señor da en el
punto?]
[Bueno, no creo que vaya a escucharme
por un rato.]
[No pensé que la Princesa de la Camelia
Negra tuviera un espíritu en ella.]
[Sí. Bueno, si siente que mi vida está
en peligro, me protegerá.]
[Ese es mi retorcido espíritu.]
[Lo sé…]
Hace mil años, antes del favor del
Emperador Celestial, ella me escuchó muy bien. Sin embargo, parece que la
Princesa de la Camelia Negra se ha vuelto más y más egoísta desde que el Emperador
Celestial apareció frente a Hiro.
Y la deje sola allí hace mil años.
Cuando pensé en ello, no sería
sorprendente si hubiera estrangulado a Hiro a muerte, y puede ser un milagro
que incluso es capaz de usarlo ahora. Cuando miro a su uniforme militar, Aura
se dio cuenta de la carta en su mano.
[¿Qué es eso?]
[Oh, es una carta del Emperador.]
[¿Aún no lo has leído?]
[Estoy intentando de superar mi soñera.
Pensé que lavaría mi cara primero. Además, tengo una idea bastante buena de lo
que la carta es.]
Aura asintió a las palabras de Hiro.
[Debió haber dicho atacar al Principado
de Lichtine.]
[Si no nos vengamos, las personas nos
llamarán débiles, y los nobles se quejarán. Lo peor que puede pasar es que
algunos países se unirán al Principado de Lichtine.]
Llegando al punto de Aura, Hiro sacó la
carta del envoltorio. Las palabras en ella eran como se esperaría, pero hay
unas cuantas cosas que llamaron su atención.
[Fumu…]
[¿Es lo que esperabas?]
[Sí. Supongo que eso me hace ganar un
logro.]
[Un capaz oponente por la primera
batalla de Hiro.]
El Principado de Lichtine puede decirse
estar en un estado de sofocación por su derrota del otro día. Mientras
movilizan tantos soldados como 15000, fueron incapaces producir algún
resultado. Por ello, el poder de apelación del Principado de Lichtine debe
estar en baja. Con solo unas amenazas, los nobles del Principado seguramente escogerían
el camino de la rendición.
[Parece que el General Kylo, el nuevo
comandante de la Cuarta Armada Imperial, está liderando 10000 tropas en marcha
al Principado de Lichtine. Parece que Liz se les unirá.]
Como resultado de su reciente torpeza,
el General Loing fue puesto en arresto domiciliario, como el 1º Príncipe
Stobel, y parece que el comandante ha sido reemplazado.
[¿Qué hay de ti, Hiro?]
[Dice unirse con ellos lo más pronto
posible y unirme al personal. Bueno, supongo que es mi trabajo hacer alguna
diferencia en debilitar al Principado de Lichtine mientras el General debilita
un poco más.]
[No es problema si todo está
programado.]
[Eso es. Quiere que tome el control de
la parte norte del Principado de Lichtine y usarlo como herramienta para hacer
la paz con ellos.]
[Eso es razonable. Si destruimos al
Principado de Lichtine, no quedará país sobrante para emplear en la venta de
esclavos.]
[Lo siento por el Principado de
Lichtine que tiene que vivir solo por eso.]
Bajando sus hombros, Hiro le dio otro
vistazo a la letra. Lo que le está molestando es la última oración que no le
dijo a Aura.
Es por eso que el Primer Ministro Gils
me dijo que la leyera solo, ¿huh?
No pensó que Aura les diría a otros,
pero no sabía por dónde se filtraría. Alejo la carta, tratando de no dejar que
sus pensamientos más internos sean vistos. Luego Hiro dijo algo que había
estado preguntándose por un tiempo.
[Como sea, ¿por qué Aura está aquí?]
Ella es la jefa del personal del 3º
Príncipe Blutar. Había una posibilidad que un rumor sería iniciado que ella está
de camino a la casa de la Familia Kelheit.
[No es lo que Hiro piensa lo que va a
suceder.]
[¿Viniste en secreto?]
[No necesito hacer esos truquitos.]
Aura le respondió a Hiro, quien inclinó
su cabeza.
[El Palacio Imperial ahora es un
bullicio con rumores de Hiro. No es un problema para mi visitar la residencia
de la Duquesa de Kelheit.]
[¿Me dices que no hay porque
preocuparse por eso?]
[Puedes decirlo así. Por ejemplo, si es
rumoreado que me cambie con Hiro, todos tendrán que defenderme que eso es
imposible para una chica como yo. Por otro lado, los nobles indecisos llegaran
a la Familia Kelheit.]
La influencia de Aura es fuerte. Sus
logros al derrotar a Felzen, también como su sobresaliente registro de guerra,
son brillantes a los ojos de los nobles. Es por eso que no pueden iniciar ni un
rumor extraño ahora. La razón para esto es que pueden inducir un cambio al
corazón de los nobles que están observando la situación en desarrollo.
[Pudo haber sido ayer, pero hoy es un
tiempo delicado. Nadie va a estar fisgoneando por ahí.]
Aura continúo en un tono indiferente.
[Por cierto, la razón para que esté
aquí, es porque me voy en media hora. Así que esto es un saludo de despedida.]
[¿Al oeste…?]
[Correcto. Los remanentes de Felzen
están arrasando por todo el lugar. Su Majestad me ha dado órdenes de
aplastarlos.]
[Estaba esperando poder mostrarte la
capital, pero parece como que ambos estamos muy ocupados para eso.]
[Lo siento, pero tendré que esperarlo
para otra ocasión.]
Aura inclino su cabeza y se fue,
diciendo, [Bueno, te enviaré una carta otra vez.]
Hiro quería decir adiós a Spitz
también, pero tendría que prepararse para su partida, y Hiro tendría que ir al
Fuerte Berg de inmediato. Decidiéndolo para otro momento, Hiro volvió a la
mansión y le pregunto a la sirvienta dónde estaba el comedor y fue allí. Una
sirvienta allí estaba parada en la gran puerta, y cuando Hiro asistió, ella le
abrió la puerta.
[Perdón por hacerte esperar.]
[Está bien. Puedes sentarte aquí.]
Rosa agitó su cabeza y le señaló la
silla a su par.
Tan pronto Hiro se sentó, Rosa chocó
sus manos, y las sirvientas salieron de la puesta oeste— la cual conecta con la
cocina— con comida en sus manos y sin ruido sirvieron la comida. Hiro giró su
cabeza a Rosa antes de poner sus manos en la comida.
[La carta decía que debía unirme al
ataque al Principado de Lichtine. Es por eso que he decidido irme de inmediato
luego de comer.]
[Fumu, ya veo que ese es el caso…
entonces tendré que despedirte como se debe.]
Sin preguntar por qué, Rosa asistió
como si lo supiera por adelantado.
Luego de terminar el desayuno, Hiro
salió de la mansión y fue saludado por un gran número de nobles. Al momento que
Hiro apareció, todos los nobles en línea se arrodillaron a la vez. El hecho que
todos los famosos nobles se inclinaron a un solo chico era algo que asombraría
a todos. En efecto, los guardias quienes habían estado observando desde lejos
estaban viendo la escena con expresiones de sorpresa.
Para contener la confusión mostrada en
su cara, Hiro lanzó su atención a Rosa, quien estaba parada a su par en un
uniforme militar.
[No te apures; Solo reuní a los nobles
del este que se quedaron en la Gran Capital Imperial.]
[Aunque parece que hay muchos de
ellos…]
Si no lo hubiera previsto de antemano,
no habría sido capaz de reunir a tal gran número de personas. Hiro se preguntó
cuándo Rosa había estado preparándolo, y admiró su habilidad al mover tantos
nobles y no dejar que otras familias supieran de eso. Rosa puso su mano en los
hombros de Hiro como si estuviera confundido.
[Vamos, sigue. Príncipe Negro.]
La cara de Hiro se endureció a las
palabras que había escuchando en alguna parte antes. Un lujoso carruaje
apareció frente a Hiro. Uno de los nobles parado allí le abrió la puerta.
[Por favor entre. Su Majestad.]
Hiro se sentó en el sofá y escupió esas
palabras con un suspiro.
[Tengo una pregunta para ti.]
Solo había una persona a la cual
giraría su mirada. Era Rosa, su amplio cuerpo envuelto en uniforme militar. Se
sentó en el lado opuesto del carruaje, cruzo sus piernas con una cara calmada e
inclino su cabeza.
[¿Qué pasa?]
Cualquier gesto es un refinado
movimiento y luce hermosa en sus manos. Ella es la antigua 3ª Princesa después
de todo.
[¿Me pregunto cuánto tiempo has estado planeándolo
a tal grande escala?]
Los ojos de Hiro estaban brillando
vivazmente como si los planes y decepciones no funcionaran. Rosa, quien tenía
una amarga mirada en su cara a eso, bajo sus hombros.
[Eso fue el mismo día que recibí la
carta de Liz. Me imagine que era una oportunidad. Las molestas platicas de
matrimonio acabarían, y la Familia Kelheit podría ser salvada.]
[¿Y qué ibas a hacer si no era yo el
descendiente?]
[Estaba preparada para apoyar a Liz
otra vez.]
[¿Y qué hay con el esposo?]
[Iba a acoger a un huérfano bajo el
pretexto que era el hijo ilegitimo de mi esposo. Te lo dije, no debo ser tan
falta de principios.]
[Así que decidiste apoyarme por más razones
de las que discutimos ayer.]
[¿Te diste cuenta de eso?]
[Sí. El hecho que has lo has preparado
tan meticulosamente indica que hay otras razones.]
Cuando Hiro miro fuera de la ventana,
el escenario había cambiado por completo.
Parece que Rosa les había instruido
desde antes, y las armadas privadas de la nobleza del este se les habían unido.
Todos los soldados usan armadura con los emblemas de las casas de sus señores,
y muchos de sus banderas flotaban en el viento. Sin embargo, la que sobresale
más era la bandera de Hiro, la cual representa a un dragón sosteniendo una
blanca espada plateada en un fondo negro. La bandera del dragón está flotando
claro, un cielo sin nubes no era menos que fantástico.
[¿Qué crees del Imperio Grantz de hoy?]
Rosa tenía una seria expresión en su
cara cuando miro al carruaje.
[Creo que son fuertes… Es solo que
están sobre extendiendo su alcance.]
[Sin embargo, Su Majestad está deseando
unir el continente central. El territorio continuará expandiéndose.]
[Creo que nuestro actual territorio es
suficiente. Si nos expandimos más, la autoridad del Emperador puede no llegar a
la frontera. No, diría que ya lo ha hecho.]
[Es por eso que el anterior Emperador,
mi abuelo, insistió. Pero el actual Emperador está interesado en volverse en el
treceavo de los Doce Grandes Dioses de Grantz.]
[¿Crees que quiere ser deificado?]
[La historia está hecha por las manos
de las personas. Dioses no son diferentes. Sin embargo, la deificación no es
concedida por tibios logros. Incluso si es por un Emperador.]
[¿Así que la condición para eso es la
unificación del continente central?]
[El 1º Emperador se volvió el Primer Dios
al fundar el Imperio, y el Segundo Emperador al volverse el Dios de la Guerra
por acabar el turbulento mundo. Por una variedad de otras razones, todos esos
emperadores han contribuido grandemente al Imperio.]
Aunque hay excepciones, quienes no eran
emperadores, pero se volvieron dioses. Rosa añadió, continuando sus palabras.
[Una proeza que emperadores exitosos
han sido incapaces de cumplir. Al cumplirlo, el actual emperador intenta
volverse un Dios.]
[¿Eso se conecta al por qué Rosa me
está apoyando?]
[El Emperador, sin embargo, no vivirá por
siempre. Puede caer en medio de su sueño. No sabes lo que pasará entonces. Solo
me estoy preparando para eso ahora.]
Rosa extendió sus brazos y habló de la
raíz de la razón para apoyar a Hiro.
[Hay más que suficiente tierra en el
Imperio. Incluso si fuéramos a extender nuestro territorio, sería bastante
difícil de mantenerlo. No debemos esperar por más porque más pronto que luego,
habría una ruptura en algún lugar de la línea. Será la chispa que incitará una
guerra civil en el Imperio.]
Sintiéndose sofocada, Rosa desabrocho
el primer botón de su uniforme militar.
[Se aprovecharon del hecho que las
facciones estaban colapsando, y Liz fue transferida al otro lado. Yo estaba
consternada por mi propia ineficiencia. Es por eso que te estoy agradecida por
salvar a mi hermana de ser atrapada. Cuando leí la carta de Liz, estaba tan
feliz que lloré. Y luego— llegue a la idea de usarte.]
[Para poner a Liz en el trono, dices.]
[Perdón por eso.]
[No, creo que lo apreció.]
Porque Hiro nunca tuvo alguna ambición
de volverse Emperador. Hay una posibilidad que será enviado de vuelta a la
Tierra. Si tal persona fuera a tomar el trono, causaría una innecesaria
confusión. Rosa rió al entendimiento de Hiro.
[Pero, ya sea que quieras o no, los
emperadores también crearon a las personas.]
Un blanco dedo señalaba a Hiro.
[Cuando llegue el momento, prepárate.]
Al mismo tiempo, las ventanas del
carruaje se estremecieron. Rosa paso sus ojos y miro por la ventana. Las personas
estaban sonriendo y saludando con sus manos, gritando, “¡Príncipe Negro!” al
tope de sus pulmones.
Personas estaban alineadas en ambos
lados de la calle central, y grandes cantidades de pétalos de flores estaban
volando en el aire. Incluso los vendedores habían abandonado sus trabajos para
unirse a la línea, y todos estaban saltando de arriba y abajo para avistar a
Hiro, moviéndose y gritando para atraer su atención.
[Una vez más, estoy asombrado de la
popularidad del Dios de la Guerra. Incluso si eres un descendiente, parece que
tu popularidad no ha disminuido.]
Rosa dijo orgullosa, pero Hiro no pudo
evitar estar sorprendido que nombre de “Príncipe Negro” se había extendido a
las personas, más por el gran número de personas que se habían reunido.
No, fue un montaje. Incluso así, si una
persona dice el nombre, otros harán lo mismo.
Como Hiro había predicho, el coro del
“Príncipe Negro” empezó en nada. Los ánimos sin una pista de maldad eran
gustosos. Siempre es lo mismo, Hiro pensó.
[Es maravilloso, ¿no? Pero hasta allí
llega la intoxicación.]
Rosa lo miro con una cara seria.
[Vamos a hablar del futuro.]
[En cuanto a mí, quiero ir a Lynx y
luego unirme al ataque en el Principado de Lichtine…]
[¿Estás preocupado por Liz?]
[Sí, es parte de eso. Pero también
estoy preocupado por algo más.]
[Si estás preocupado por Liz, deberías
ir al este de Lynx. Aunque no podrás contratar a una armada privada, así que
puedo darte un escolta… ¿qué crees?]
Incluso si Hiro es el 4º Príncipe, no
tenía un territorio como una fuente de ingreso. Se le dará un territorio dependiendo
en sus futuros logros. Hasta entonces, el salario militar oficial será su fuente
de fondos inmediata, pero será pagada en una fecha después. Además, tendrá que
contratar a una armada privada, el cual no sería capaz de tener con el salario
de un oficial de tercer grado.
Si se lo pide al Primer Ministro Gils,
probablemente podía conseguir una cuota del tesoro nacional, pero no quería
estar en deuda. Es por eso que decidió usar a Rosa— la Familia Kelheit.
[No necesito un escolta. Solo necesitas
darme un carruaje.]
[La seguridad al este es mejor que en
otras partes del país, pero no significa que no hay bandidos o monstruos. Si
estás preocupado por el dinero, puedo ocuparme de todo.]
[Si tengo un escolta, estaré llegando
tarde a Lynx. Quiero llegar con Liz lo más pronto posible.]
[Bueno, si insistes, supongo que no
tengo opción. Tendré nuestro carruaje más rápido listo. También te daré algo de
dinero; por el momento, lo necesitarás.]
[Gracias, eso es muy lindo de ti. Te lo
pagaré en un tiempo.]
[No me importa. Tengo suficiente para
mis necesidades. ¿Qué vas a hacer ahora?]
Ella debe estar refiriéndose al futuro,
luego del ataque al Principado de Lichtine.
[Reuniré personas en las que pueda
confiar y establecerme en ese país.]
[Fumu. Entonces, si tienes necesidad de
dinero o tropas, siéntete libre de venir a mí.]
Viendo que Rosa sostenía su mano, Hiro
sonrió y la tomó.
[Desde ahora, estamos juntos en esto.
No te atrevas a morir, ¿está bien?]
Hiro asistió a las palabras de Rosa y
decidió preguntarle por lo que le estaba molestando.
[Vamos a cambiar de tema; ¿qué cree
Rosa acerca del ataque de esta vez al Principado de Lichtine?]
[Espero que sea una batalla fácil…]
Es como Hiro esperaba, y suspiro. No
importa lo que pregunte, estaba seguro de conseguir la misma respuesta.
[Hemos derrotado a 15000 enemigos.
¿Alguien lo habría pensado así?]
[Sí, eso es cierto.]
[Pero no bajes tu guardia. Es una
batalla que no podemos perder, considerando el futuro.]
Rosa hizo eco en los sentimientos de
Hiro.
— Es una batalla que pueden ganar.
Lo había visto muchas veces en el
pasado cuando las personas bajaban su guardia porque pensaban que podían ganar
la pelea, pero fueron atrapados.
Es por eso que no hace daño preocuparse
mucho en ello.
Los pensamientos de Hiro vagaban a los eventos que tomaron lugar hace tiempo. El Imperio Grantz tiene muchos enemigos,
y con el fin de prevenir a otros países de tomar ventaja de ellos, es
absolutamente necesario evitar una dura batalla.
Mientras tanto, el tiempo es limitado,
y hay unos movimientos que pueden hacerse.
[Hay algo que con lo que necesito que
Rosa me ayude.]
Con el fin de asegurar una victoria, Hiro empezó a tomar acción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario