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 Prólogo

 

[Allen… No puedo creer resto, pero no pasaste el examen para ser Mago de la Corte.]

 

[Haah… así es eso.]

 

No sé cómo reaccionar. Tenía la confianza en el examen escrito, y no me creo que también fallara el examen practico de habilidad Mágica. Aun así, los resultados dicen que no pase. El mundo seguro que es un lugar duro.

 

Sin embargo, más importante.

 

[Profesor, ¿tienes algún trabajo para mí? Me avergüenza decirlo, pero no tengo dinero para volver a casa, incluso si quiero.]

 

[¿Te refieres a retirarte a tu hogar? Estoy seguro que puedes encontrar mucho trabajo en la Capital Real si deseas.]

 

[También le di un pensamiento, pero parece como hay personas más increíbles que yo allí afuera.]

 

Había revisado las respuestas de mi examen con mi rival de la Academia Real, y puedo decirlo que lo hice muy bien. Supongo que debe ser mis pobres habilidades prácticas. Siempre hay un pez más grande, como dicen. Qué lamentable.

 

[Es algo verdaderamente lamentable. Tú y Miss Lidya, ambos han sido unos de los más finos estudiantes de estos años recientes.]

 

[Muchas gracias. Estoy seguro que pasó el examen, así que por favor cuida de ella desde ahora.]

 

[No necesitas preguntar. Y acerca de tu trabajo— y un viejo amigo mío está buscando un tutor particular para su hija. El trabajo solo dura hasta primavera, pero dice que paga bien. ¿Qué tal? ¿Por qué no lo intentas?]

[Un tutor particular, huh—]

 

Los amargos recuerdos cuando enseñé interminablemente a otros durante mi tiempo en la Academia Real y la Universidad resurgieron.

 

Ah… Lo estaré haciendo bien.

 

[Claro que sí, por favor.]

 

[Ya veo. Entonces, lo contactaré de inmediato. Como dicen, golpea mientras el hierro está caliente.]

 

Luego de decirlo así, el profesor se estiro hacia el teléfono cerca.

 

¿Hm? ¿El otro lado es un clan que puede permitirse un teléfono? ¿No es un dispositivo que los clanes comunes aún no pueden permitirse? De alguna manera, tengo un mal sentimiento de eso…

 

[Profesor, en realidad…]

 

[Hola, soy yo. Sí, estoy hablando de eso. Puedo presentarte a alguien. ¿Qué tan buenos son, preguntas? Es uno de los talentos más sobresalientes que me he encontrado en mis 30 años de enseñanza. Sí. Ya veo, entiendo. Enviaré los detalles con mi familia.]

 

El profesor bajo el teléfono y me dio una gran sonrisa.

 

[Que te esperan, dicen. Tu estudiante es Miss Tina, la hija de la Casa Ducal Howard. Se está preparando para inscribirse en la Academia Real esta primavera.]

 

[¡Me la jugaste!]

 

[Haha, ¿lo que quieras? Mi más excelente estudiante está pensando en esconderse en el campo. Como el profesor a cargo de él, no puedo dejar que tal talento se desperdicie así.]

[No es como que esté buscando fama o algo, pero… es un milagro cómo he llegado tan lejos, ¿sabes?]

 

[Poder decir eso de hecho tu fuerte espíritu, sino también tu debilidad. ¿Y qué? Estoy seguro que volverás a la Capital Real en nada. Lo doy por hecho.]

 

Aunque dice eso así, ser un tutor particular de una duquesa no es fácil—En realidad, no. Lidya es lo mismo, así que supongo que solo necesito hacer lo que siempre he hecho. Estoy seguro de eso.

 

Además, cada una de las cuatro familias de Archiduques del Reino tenían un miembro de la Familia Real casado con ellas durante la fundación del Reino, y así su título de honor era “u Majestad”. En otros países, es usual “Su Excelencia”.

 

[Entiendo. Lo tomaré.]

 

[Ya veo. Bueno, voy para allá. La región del Duque Howard es un poco más fría que la Capital Rea. Asegúrate de mantenerte cálido.]

 

[Profesor. Solo me estoy preguntando si puede prestarme algo de dinero para el tren.]

 

[Aquí está tu boleto, es solo valido para hoy. Guardé una locomotora de Primera Clase para ti. Además, aquí está tu almuerzo, para conmemorar nuestra partida.]

 

[Lo sabía… Me engañaste, ¿verdad?]

 

[Hahaha, tengo que enviar en seguida a mi amado hijo. La vida está llena de sorpresas, Allen-kun.]

 

Te atreves a decir eso con una sonrisa de gusto en tu cara… Bueno, no se puede evitar. Al fin que, si no puedo hacer dinero, no podría retirarme al campo— o más bien, volver a casa. Pongamos atención al trabajo por los siguientes tres meses. Dejaré una nota para Lidya, quien de paso reside en la casa de sus padres. Seguro que lo tiene a buenas. Es cálido y acogedor.

 

Me pregunto qué tipo de chica es mi estudiante. Espero que sea una buena chica. Bueno, lo descubriré pronto.

 

En retrospectiva… Deseo que podía abrir los ojos al optimista yo en ese momento. Pero, yo lo admito, tenía que experimentar este momento al menos una vez. Sí.

 

Días hasta que hice a la chica que básicamente siquiera podía usar magia inscribirse a la Academia Real como rango uno: 100 días.

 


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