Prologo
No había estrellas en el frío cielo. Las gruesas nubes oscurecieron el brillo
de la luz lunar. No había luz tocando el suelo, y el fuerte viendo rugía como
una bestia con su rugido.
[¡Rápido por aquí!]
La vos de una chica apresurada cortó el
aire como nueve soplando con al congelador viento cubriendo su visión. El chico
en negro levanto la mirada, pero la ventisca obscureció su expresión. La chica
corrió a él y sostuvo su mano.
[¿Estás bien?]
El andar del chico era pesado. Sería
entendible luego de tal larga batalla.
[Lo siento, estoy bien, movámonos. Si
nos quedamos aquí, nos congeláramos a muerte.]
[Es cierto. Incluso si escapamos de
nuestros perseguidores, en esta ventisca, no veremos atrapados igual…]
El chico tomó la mano de la chica. Se
está poniendo fría. Parecía que quedaba tiempo.
No tenía el lujo de quedarse cálido,
pero al menos tenía que encontrar un lugar para refugiarse del viento. Una vez
la ventisca paso, el siguiente paso será escapar de sus perseguidores.
Hasta entonces, debían conservar sus
fuerzas tanto sea posible.
[Vamos por allá. No parece que alguien
esté trabajando allí a esta hora de la noche.]
El chico señalo el establo, donde
podían mantener una temperatura corporal razonable y evitar el viento.
[Aah, pero si no te gusta, podemos ir a
otro lado…]
El chico escupió esas palabras. La
chica es un miembro de la familia real, después de todo. Su orgullo no le
permitiría pasar la noche en un establo. Es lo que pensó— pero la chica apretó
el agarre en la mano del chico.
[No importa. Nadie creería que una
princesa durmió en un establo.]
La chica tomó la iniciativa e inició a
caminar, poniendo sus dedos en su boca y sonriendo.
[Pero es un secreto. A las personas les
daría algo de saberlo.]
[Claro. Entiendo.]
Luego de una rara sonrisa, el chico bajo sus hombros. No importa qué dificultades estén por delante, tendría que moverse al frente con la chica. Sin embargo, como si los ritualizara, la tormenta de nieve se hizo más poderosa.
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