Capítulo 10: ¿Ataque Nocturno?
[¿Por qué insistes en dormir solo,
Yuya-kun?]
Luego que Hitotsuba-san hubiera tomado
un baño, era hora de dormir. Por fin, me enfrenté con el problema más grande de
todos.
¿Huh? ¿Qué hice cuando Hitotsuba-san
estaba tomando un baño? Bueno, me estaba relajando en la sala, mirando una película.
Y desde el baño…
[Yuya-kun… ¿No vas a venir a espiar? La
puerta está abierta, ¿sabes?]
No te comportes como una cierta comedia
erótica diciendo: “Hey, ¿quién quiere entrar a mi cuarto vacío?”. En especial
no en una forma casual. Normalmente, la rutina cómica terminaría con “Nadie va
a entrar aquí”, pero en ese caso, se sintió más como lo opuesto. Hice lo mejor
para quitarme la urgencia de perder esta oportunidad.
Pensé en el problema respecto a la cama
compartida no solo cuando estaba esperando en la sala, sino también durante el
tiempo que estuve mojado en la cama. Ese problema era uno confuso, me sentía
como un filósofo preguntándose por qué el mundo no podía ser libre de
conflictos.
Y cuando el momento llego, en lugar de perder
mi tiempo y esfuerzo en argumentar al respecto, decidí declarar egoístamente que
estaría durmiendo en el sofá de la sala.
[No, Yuya-kun, no hay necesidad de estar
preocupado. ¿Por qué querrías dormir en el sofá cuando hay una cama tan grande
como para que dos personas duerman lado a lado? ¿Estás proponiendo una separación
doméstica en el primer día viviendo juntos? Voy a llorar, ¿sí?]
Y ahora, Hitotsuba-san y yo estábamos sentándonos
en lados opuestos de la cama, llevando una conversación. Hitotsuba-san, habiendo
salido fresca del baño, se veía dos veces mejor a lo usual. Me sentía como si
me estuviera acercando más, podía morir del encanto de Hitotsuba-san. Podía
sentir mi caída inminente.
[Me gustaría dormir en esta cama de alta
calidad si pudiera, ¿sí? Pero sabes, no creo que sea una buena idea para un
hombre y una mujer que no están saliendo de pronto duerman en la misma cama. No
importa qué también sea, no es por mí.]
[¿Por qué no…? ¡Oh, lo entiendo! Estás preocupado
que me atacarás, ¿verdad? ¿No es cierto?]
¿Por qué tu cara tiene una expresión feliz
mientras dices que podías ser atacada por mí? ¡Y por qué te estás acercando a
mí! Me sentí tan nervioso que me eché en la cama. Duele como el demonio.
[¡Yuya-kun, ¿estás bien?!]
[Está bien… Estoy bien, solo aléjate de
mí. Hueles también, me estoy volviendo loco.]
La fresca esencia cítrica de
Hitotsuba-san pica en mi nariz. Me pregunto si sabía que me gustaba ese tipo de
aroma y lo había usado para mí. Si ese fuera el caso, entonces debo admitirlo,
ella era tan buena como el estratega Zhuge Liang. La fragancia de su champú y
cuerpo bañado se mezclan perfectamente entre sí. Si me daban las
ganas, la abrazaría fuerte.
[Está bien, ¿no? ¿Qué tal si me abrazas
y mimas como una mascota? Aunque estoy un poco avergonzada, incluso te acariciaré
y consentiré, Yuya-kun.]
[¿Eres un esper…?]
[Entiendo todo de Yuya-kun, ¿sabes?]
[Bueno, solo estoy bromeando. Es fácil
decirlo por tu cara, Yuya-kun.]
¿En
serio? ¿Era mi expresión
tan obvia? ¡Estaba más allá de la vergüenza dejarle saber a Hitotsuba-san que
estaba conteniendo mi deseo de abrazarla! ¡No, no cederé a mis deseos tan fácilmente!
¡No cederé!
[Entiendo… Si fuera por mí, me habría
gustado quedarme dormida mientras me acurruco contigo, pero parece que tengo
que rendirme. ¡Pero! Aún quiero que Yuya-kun duerma en la misma cama conmigo. Si
te duermes en el sofá frío de la sala sin un futon, atraparás con facilidad un
resfriado. Oh, pero me quieres para cuidarte mientras estás enfermo, entonces
es una historia diferente. Hm, supongo que también es una buena cosa…]
Derivado del sueño, la fantasía de
Hitotsuba-san empezó. Primero, su cara estaba rara, pero gradualmente, como
cuando había llegado a ayudarme con la deuda de mi padre, su boca se suavizo y
eventualmente formó una gran sonrisa. Me pregunto qué tipo de rara historia
esta chica estaba trazando en su cabeza como para cerrar sus ojos y hacer tal expresión.
[Hehe…
Hehe… Yuya, estás sudando. Lo
limpiaré por ti. Así que por favor, no sea un nene y quítate la ropa… Ah,
que bonita espalda… hehehe…]
[¡No me voy a quitar la ropa y dejar que
te me acerques en tu fantasía!]
Grité y gentilmente toqué su cabeza, trayéndola
a la realidad, mientras estaba metiéndose un poco más a su mundo de fantasía. Ah,
por favor no haces lindos ruidos mientras te golpeo.
[Ouch, me la estaba pasando bien
contigo… ¿Por qué lo hiciste? Fue terrible, Yuya-kun. Durmamos juntos como castigo.
No te perdonaré si no lo haces.]
[Bien, bien, bien… Podemos dormir
juntos, ¿bien? Pero mantendré la mayor distancia posible. No soy un mal soñador
o abrazador, así que creo que estarás bien, pero no quiero que algo me pase.]
[¡Pero no soy buena soñadora y tengo
una tendencia de abrazar a las personas, y si algo pasa cuando estoy dormida,
por favor perdóname”]
[Si lo haces, me separaré sin
misericordia. Lo digo en serio.]
[Huh. La dulzura de Yuya-kun radica en
el hecho que no me atacarás en la cama. Me gusta eso de ti.]
Alejé mi caza cuando me sonrió mientras
que una vez más decía algo que hizo mis mejillas arder. ¿Cómo usa la palabra “gustar”
tan casualmente?
[Dejando de lado mi familia, solo le dije
“Me gustas” a Yuya-kun. No es una palabra ligera para mí, así que por favor no
lo tomes a mal.]
Parecía que mi expresión era fácil de
entender. Sus palabras solo hicieron que mis mejillas se pusieran más rojas. Sin
ganas que mi rostro siga siendo visto, me metí desesperado en las mantas. Había
veces cuando un hombre requería hacer una retirada táctica.
[Yuya-kun, por favor ve a la cama
primero. Me secaré el cabello. Bien, buenas noches.]
[Buenas noches…]
Apague las luces del cuarto, Hitotsuba-san
se fue. Desesperado traté de cerrar mis ojos y entrar al suelo, pero estaba tan
nervioso como para hacerlo así. El leve sonido de la secadora parecía tan
ruidoso. Cuando se detuvo, Hitotsuba-san volvió y se metió a la cama, siendo
cuidadosa de no hacer ningún ruido.
Pero no pronunció palabra. De inmediato
empezó a respirar en un placentero sueño.
[Dame un respiro. Cómo se supongo que
me contenga…]
No estaba lo suficientemente calmado
para dormirme solo así sin problema cuando la chica más linda de secundaria en
Japón estaba durmiendo a mi costado. Fue cuando el sol había empezado a subir
que finalmente sucumbí al sueño.
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