Capítulo
1: Un Nuevo Problema
Fuerte Berg— la pieza clave de la parte sur del Gran Imperio Grantz. El fuerte fue construido en la frontera con el Principado de Lichtine y está rodeado por altos muros en preparación para enemigos externos.
El rasgo más llamativo es la torre
central donde el comando central está localizado. En el tercer piso, hay un
cuarto llamado estudio. El cuarto estaba iluminado por el brillo del sol de la
mañana pasando por la ventana— y un chico se estaba levantando allí.
Tiene el cabello y ojos negros, y su
suave rostro está bien hecho. Pero el parche cubriendo más de la mitad de su
rostro le da una distorsionada impresión a esos que lo vieran.
Antes de venir a este mundo, su nombre
era Hiro Ooguro. Fue adoptado por la Familia Imperial Grantz y se le dio el
título del Cuarto Príncipe. Ahora es conocido como Hiro Schwartz von Grantz.
[Fuwahh…]
Al mismo tiempo mientras estaba
bostezando, el pio de una pequeña ave golpeo la ventana y llego a su oreja. Cuando
levanto su cuerpo, el libro se deslizo de su cuerpo con un sonido sordo. Los
libros que habían sido apilados como una montaña alrededor de él colapsaron
como una avalancha.
[Debí haberme quedado dormido aquí…
otra vez. Liz va a enojarse conmigo.]
Hiro miro al desastre en el cuarto y
rascó su cabeza con una miserable expresión en su rostro. Se ha vuelto una
rutina para él tener sus comidas y dormir en su estudio. No era que no tuviera
un cuarto; tenía un cuarto en el segundo piso. Pero ya que el estudio está en
el tercer piso, es un fastidio tener que ir y venir.
[Tengo muchas investigaciones que
hacer…]
Dijo esa excusa para nadie en
particular, y la pila de libros bajo sus pies colapsó. Lo que apareció de la
pila era un lobo blanco peludo llamado Cerberus.
Ella es una rara criatura que no existe
en el continente central, pero Liz la recogió cuando era una niña luego que
fuera arrastrada a la orilla de las Islas Este, y Liz ha estado criándola desde
entonces. De acuerdo a Liz, son como hermanas.
[Supongo que Cerberus se durmió aquí
también.]
El tercer piso es principalmente es un
campo de juego para Cerberus, así que no es inusual para ella estar aquí. De
hecho, podía decirse que se está volviendo el amo de este lugar. Los soldados
no pueden siquiera pararse aquí sin el permiso de Cerberus.
[¿Me mantienes cálido para no morirme
del frío?]
La única respuesta de Cerberus fue un
meneo de su cola de izquierda a derecha. Luego de observar a Cerberus por un
rato sin conseguir respuesta, Hiro se paró, bajando sus hombros.
[Ahora… tengo que volver a mi cuarto
antes que Liz me encuentre.]
Puso su oreja en la puerta del cuarto—
una pesada puerta de madera— para asegurarse que el corredor estuviera vacío.
[Cerberus, por favor quieto.]
Hiro se volteó y puso un dedo en su
boca. Cerberus, detrás de él, abrió su boca y dejo salir un solo suspiro. El
gesto podía ser tomado como una señal que era inútil y debía detenerse.
[Hora del desayuno. Liz debería estar
comiendo en el comedor. Lo lograremos. No te preocupes.]
Luego de palmear la cabeza de Cerberus,
Hiro sonrió. El noble lobo blanco miro a Hiro con el ceño fruncido, pero
suspiro con pesadez cuando retorció su nariz. Hiro estaba asombrado a lo que
significaba, pero pronto descubrió la respuesta.
[¡Hiiroo! ¿Cuántas veces tengo que
decirte que no te duermas en el estudio otra vez? ¡Atraparás un resfriado!]
El sonido de apresurados pasos llegó
del corredor mientras decía una frase maternal.
[¿Qué debería hacer…?]
Le pregunto a Cerberus su opinión, pero
el lobo blanco bajo sus orejas. Traicionado por su amigo, Hiro miro a la ventana.
Pensó en abrirla a golpes y huir, pero se cuestionó si debería ir tan lejos
para escapar— y habría sido un momento fatal para él.
[¡Hiro!]
La puerta fue abierta de golpe. Un
frío, característico de la mañana, entro al estudio. Una bella chica estaba
parada en el corredor con sus manos en su cintura y con el ceño fruncido en su
rostro.
Tiene un flameante cabello rojo, y sus
ojos rojos están llenos con luz como joyas. Sus ojos y nariz están bien
definidos como si un famoso artista las esculpiera, y su piel blanca es un
atractivo para jóvenes y viejos.
Celia Estrella Elizabeth von Grantz, la
6ª Princesa del Gran Imperio Grantz y comandante del Fuerte Berg. Esos que son
cercanos a ella la llaman Liz.
Hiro le dio a Liz una sonrisa.
[B-Buenos días… ¿qué necesitas?]
[Sí, buenos días.]
Liz regresó el saludo con una
refrescante sonrisa. Pero luego se dio la vuelta e hizo una expresión dura y se
infló del enojo.
[¿Qué necesito, preguntas? No es eso.
¿Por qué no duermes en tu propio cuarto? No hay cama en el estudio, así que
tienes que dormir en el suelo. Tu espalda dolerá, y atraparás un resfriado.]
Liz dijo y bajo la mirada con tristeza.
[Me preocupo por ti. Me preocupa que
Hiro atrape un resfriado y sufra.]
[P-Pero es bastante cálido cuando metes
entre los libros.]
[¿Qué dijiste…?]
Los ojos de Liz se fruncieron. Cuando
Hiro pensó que había escogido las palabras equivocadas, era muy tarde. Las
manos de Liz llegaron a tocar las mejillas de Hiro. Se abrazó a sí mismo por el
dolor, pero…
[No escucharé ni una excusa. Desde
ahora, dormirás en tu cuarto.]
[¡Huh!]
La única cosa que sintió fue un gentil
tirón en su mejilla. Su corazón estaba lleno de culpa. Más bien había sido
vencido. Si ha sido advertido con gentileza, no puede refutar o faltarle.
[Bien. Sé cuidadoso desde ahora.]
Liz golpeó la mejilla de Hiro unas
veces.
[¡Bueno, vamos y desayunemos!]
Sonrió como es usual y empezó a
caminar.
[Vayamos.]
Hiro sonrió y dejo el estudio con Liz y
Cerberus.
El comedor del Fuerte Berg estaba
localizado en el primer piso. Ahora, está poblado con soldados de la Cuarta
Armada Imperial que ha terminado su entrenamiento matutino, y la sirvienta del
comedor está ocupada rondando en la cocina. Con eso en el fondo, Hiro y
Cerberus se dirigieron a la mesa.
Allí, Tris estaba sentándose, viendo
triste a la comida fría.
[Chico… mi comida se está enfriando.]
El viejo soldado notó a Hiro y lo miro
enojado. Él es Tris von Termier, un oficial militar de tercera clase. Un
soldado veterano que ha servido a Liz desde que era niña.
[L-Lo siento.]
[No te preocupes.]
Driks dijo eso, un oficial militar de
segunda clase que apareció de atrás.
[Fue la culpa de Señor Reis por no
saber que estaba ahí.]
Driks se sentó a la par de Tris con un
plato de comida en su mano.
[Buenos días. Su Alteza, Hiro.]
[Oh, buenos días.]
Driks miró a la mano de Hiro.
[Veo que aún no ha comido. Puedo ir por
algo para usted si gusta.]
[Relaja la raja. Liz irá por mí.]
[Chico, ¿crees que la princesa es una
mucama o algo?]
Tris está temblando del enojo. Luego
Driks lo palmeó en el hombro y le dijo que se calmará.
[Es normal para las personas que tienen
el derecho a heredar el trono disputen entre ellos. Comparado a eso, ¿no es
maravilloso que se lleven bien?]
[Mm… es cierto, pero…]
Aunque solo se han conocido por un
corto tiempo, Hiro está sorprendido que Driks, quien se sentó cara a cara con
él, supiera cómo tratar a Tris. Luego Liz llego a la mesa con un tazón en sus
manos.
[Hiro, lo he traído. Vamos y come.]
Había una gran pila de carne en la mesa
frente a él.
[Es un hecho que es mucho. Mi estómago
se enojará si como tanto.]
[La comida de Hiro a menudo es tragada
por Cerberus, así que incluí algo más a propósito también.]
[Oh ya veo.]
Cerberus de hecho ha estado robando su
comida por un tiempo. Si hubiera una gran cantidad de comida, incluso Cerberus
no sería capaz de terminarlo. Quizás era gracias al hecho que había estado haciendo
que aprendiera el arte de la guerra regularmente que había anticipado esto.
Hiro fue sorprendido por el crecimiento
de Liz.
[Entonces, lo tomaré con gratitud.]
Mientras Hiro juntaba sus manos, Tris y
Driks también empezaron a comer. Luego de un rato, Driks se detuvo y le habló a
Hiro.
[Su Alteza, Hiro. Su Alteza, Celia
Estrella. Tengo un reporte respecto a los esclavos.]
Los antiguos esclavos— los esclavos que
pelearon por la Armada de Liberación. Ahora están viviendo temporalmente en
campañas fuera del Fuerte Berg, y Liz y los otros les están dando comida y
otras necesidades. Pero es imposible alimentarlos por siempre. Deben volverse
independientes tan pronto posible. Hiro le había confiado a Driks una serie de
tareas para lograrlo.
[He enviado unos documentos junto a una
carta de Su Alteza Celia Estrella al Margrave Grinda.]
[Gracias. Mi tío no hará nada mal.]
[No estoy muy preocupado por el Margrave
Grinda.]
Driks reaccionó a las palabras de Liz y
volvió su mirada a Hiro.
[Sin embargo, podría ser peligroso
asumir que parte del territorio tomado del Principado de Lichtine será cedido
al Margrave Grinda. Creo que sería imprudente asumirlo.]
Driks recogió un jarrón lleno con agua.
Apaciguó su sed de un trago, luego apretó sus labios y continuo.
[Está la posibilidad que será
compartido a los nobles del sur. Si fuera a suceder, nuestros planes serían
frustrados, ¿verdad?]
[Entiendo tu preocupación, pero te
aseguro, conseguiremos las tierras que queramos.]
Hiro río a las preocupaciones de Driks
y le dio sus razones.
[Los nobles del sur estarán ocupados
desde ahora. Ocupados tratando de descubrir cómo pondrán sus manos en el
territorio de la Familia Nickle.]
La Familia Nickle es el noble clan del
actual fallecido General Kylo.
Su territorio está localizado el sur,
pero el clima está cerca del centro. Sin embargo, debido a la fuerte influencia
del sur, es una zona árida con una pequeña precipitación. Como resultado, los
pastizales casi sin árboles son buenos para pastar. Los aristócratas del sur,
cuyo sustento es vender documentos y caballos de guerra debido a la falta de
recursos, están muriendo por esa tierra.
[¿Eso atrae la atención de los nobles
del sur…?]
Hiro asintió en respuesta a la pregunta
de Driks.
Hiro hizo que el General Kylo tome la
culpa por el mal manejo de la última batalla. Así que la Familia Nickle no
puede escapar de la responsabilidad, y sin líder de estado, no pueden solo
andar.
Los nobles del sur se aprovecharán de
esa debilidad y acabarán con la fallecida Familia Nickle. A lo mejor, el
castigo sería un pequeño dominio; a lo peor, confiscación. En todo caso, es
inevitable que no estarán a salvo.
[Además, los nobles están prestando
atención a la ciudad oasis que fue transferida del Principado de Lichtine. Por
otro lado, la tierra que quieren está abandonada, y nadie le prestará atención.]
La tierra que Hiro y los otros querían
estaba rodeada por el Gran Imperio Grantz, y el Principado de Lichtine no había
tomado ninguna acción para evitar innecesarias disputas hasta hoy.
Aunque la tierra estaba en mal estado,
sería posible revivirla si el suministro de agua podía ser mejorado. Podían
sacar agua del territorio del Margrave Grinda y ceder parte de la tierra a los
esclavos liberados para cultivar. Otra opción sería hacerles excavar pozos o excavar
minerales.
[Podemos contratar a los esclavos
liberados como trabajadores, y el territorio de mi tío será más rico, así que
matamos dos pájaros de un tiro.]
Liz tocó los sentimientos de Hiro, pero
no fue todo. Entre más poder Kiork gane, mejor su posición en la nobleza del
sur sería. Se ocuparía y se volvería en el poder de Liz, acercándola más al
trono. Aunque solo había una cosa que le molestaba.
[Va a tomar algo de tiempo.]
En lugar de expresar sus sentimientos,
Hiro solo asintió.
[Y con eso como premisa, estaré en
contacto con el Margrave Grinda para hacer las preparaciones.]
Con eso, Driks bajo su cabeza y regresó
a su comida. Hiro también inició a masticar su comida en silencio, pero se
detuvo cuando notó una perforante mirada al costado.
Liz había estado viéndolo todo el
tiempo. No podía evitar sentirse avergonzado. Luego de tragar la comida en su
boca, Hiro abrió su boca a Liz.
[Um… ¿Quieres un poco?]
[¿Está bien?]
[Sí. Tenía la corazonada que querías.]
[Estaba pensando cuándo delicioso
luce.]
[Ya veo. Aquí tienes.]
Le ofreció a Liz comida.
[Ah…]
La comida desapareció en su boca, donde
sus dientes estaban lindamente alineados. Mientras observaba, Hiro notó las
miradas su alrededor. Tris estaba apretando su puño al punto donde pensó que se
estaba hiperventilando. Driks sacudió su cabeza en incredulidad, y los
oficiales sentados alrededor murmuraron.
[¡Hiro, Hiro, uno más!]
Liz se aferró a su brazo como un
polluelo pidiendo su comida. Pero Hiro no tenía el coraje de compartir su
comida otra vez bajo esa lluvia de miradas. Ya sea que no se diera cuenta o
supiera, de prisa dijo, [Hey, hey, un poco más.] Qué hacer, él pensó. Liz vería
por cualquier plan mal elaborado.
Pero si la trata sin cuidado, el rayo
de Tris perforará a Hiro.
Estoy acorralado, ¿no?
Pero el hombre que una vez fue llamado
el “Dios de la Guerra” se le ocurrió una extraña idea. El noble lobo blanco,
Cerberus, había aparecido bajo sus pies.
Te dejo el resto a ti.
Sus miradas se cruzaron. Palabras no
necesitaban decirse. Eso fue todo lo que era necesario para que ambos se
entendieran. Cerberus saltó en la gran mesa y empezó a tragarse la comida de
Hiro.
[¡H-Hey! ¡Cerberus, qué malos modales
tienes!]
[Bueno, bueno, Cerberus también tenía
hambre. Tendrás que perdonarla.]
[¡Amu!]
Tuvo éxito en meter la última pieza de
carne a la boca de Liz y cerrarla. En el entre tiempo, Cerberus, quien había
terminado la pila de carne, aterrizo en el piso y corrió.
[Dios, no se puede evitar… También
comeré.]
No había nada que pudiera hacer si
Cerberus huía. Liz se rindió, tomó asiento, y empezó a comer. Aunque no llego a
comer mucho al desayuno, Hiro estaba aliviado que fue capaz de superar su
predicamento. Sin embargo, la siguiente acción de Liz causó que Hiro se
agitara.
[Hiro, aquí está tu carne. Ah.]
[Eh…]
La adversidad aún no se acabó. Así
inicia un ruidoso día para Hiro.
________________________
Luego de terminar el desayuno, Hiro
dejo a Liz y camino al jardín. Mientras se acercaba al jardín, pudo oír una
animada voz. No era solo una voz, sino cientos de voces que combinadas forman
un coro que agita sus tímpanos. Tan pronto, detuvo sus pasos y llego a ver a un
grupo de soldados blandiendo espadas en una ordenada formación.
[Sí. Es bastante bueno.]
Están metidos en batallas de simulacro.
Aprendiendo artes de lanzas. También hay unos que están aprendiendo cómo usar
un arco. El equipo también variaba de armadura ligera a armadura pesada e
incluso batas.
Sin embargo, quizás debido a la
uniformidad del color negro, se creó una bizarra escena. Había un solo
comandante a cargo en frente de los soldados, los cuales estaban divididos en
varios equipos pequeños. El comandante estaba parado en una plataforma lejos de
los soldados, dándoles una mirada.
Hiro camino al escenario y miro a la
figura allí.
[Parece que las cosas van bien.]
El hombre usando la armadura de cuerpo
completo— una armadura chapada en negro— miro a Hiro y saltó al suelo con su
gran capucha.
[Solían ser mercenarios. Tienen las
bases ahora.]
Los soldados en el jardín eran antiguos
mercenarios de la Armada de la Liberación. Hiro aceptó a todos los voluntarios
de entre esos quienes habían sido traídos como prisioneros de guerra. Sin
embargo, luego que el entrenamiento empezara, más de la mitad de ellos pidieron
ser dados de alto debido a la severidad del entrenamiento.
[Pero ¿era necesario igualar los
colores del equipo?]
El juego completo del equipo que les
había dado que habían sido comprados con el apoyo monetario de la viuda de la
Familia Kelheit. Sin embargo, su equipo no tenía la cresta de Hiro grabada
encima. Había muchas razones para ello.
No importa qué tipo de maestro artesano
fuera o qué tipo de gran taller tuviera, no había lugar que pudiera producir
miles de piezas de armaduras en unos cuantos días luego de ordenar el equipo.
Esto es incluso si el trabajo es grabar un escudo de armas. Así que empezaron a
comprar equipo negro— o algo similar— de las ciudades vecinas.
[Si el enemigo ve el uniforme equipo,
solo eso les hará cuidarse de nosotros. Si fuera un equipo de elite, podemos
hacer lo opuesto y expandir nuestras tácticas.]
Las palabras de Hiro fueron duras. No
podían ser una fuerza para ser tomada en cuenta si no fueran habilidosos. Eso
es lo que está diciendo. El hombre al comando tampoco lo negó o afirmo, pero
levanto sus labios como si fuera a decir algo irónico.
[Pronto los haré más elite que la
Cuarta Armada Imperial, o incluso lo mejor en el Gran Imperio Grantz.]
[Eso es bastante alentador. El equipo
que tenía cuando eran mercenarios está en el almacén. Estaban esperando que
tuvieran el tiempo para usarlos otra vez.]
[Será pronto.]
La cara del hombre fue revelada al
subir su armadura. Era un purpura pálido— una piel de color único para la raza
demoniaca. Sus filosos ojos hacían que incluso el más valiente guerrero dudara,
y aunque su armadura oculta su fuerte cuerpo, no puede ocultar la supremacía
que exuda su gran cuerpo.
Es un demonio de pura sangre del
archipiélago sur, Ghada Meteor.
El Reino de Levering, localizado en el
norte del Gran Imperio Grantz, es llamado la tierra de la raza demoniaca, pero
incluso la familia real ya no es sangre pura porque han estado mezclándose con
otras razas por lo largo de su gran historia.
En otras palabras, siendo precisos, no
hay demonios de raza pura en el continente central. Luego de considerar la
seguridad personal de Ghada, escogió cubrir todo su cuerpo con armadura con el
fin de esconder la piedra mágica en su frente y color de piel incluso en el
calor.
[Dicho eso… Si fueran a ir a la batalla
desde ahora, ¿estos chicos tendrían algún uso?]
[Depende en el nivel de habilidad del
oponente, pero si se mueven solos, no habrá problema. Pero si están peleando en
coordinación con la Cuarta Armada Imperial, será difícil.]
[Entonces supongo que no será
problema.]
[¿Hay señales de guerra…?]
Hiro ignoro la pregunta de Ghada con un
rostro calmado y miro sobre él. Nubes blancas que colorean el claro cielo. La
luz del sol que pasaba por las grietas se estaba derramando en la tierra. La
briza, la cual aún se siente fría de momento, pronto se volverá en una humeante
briza de calor.
Hiro sonrío mientras volvía su mirara a
Ghada, sabiendo que sería otro día caluroso.
[Es básico estar preparado para las
emergencias.]
[Es cierto, pero… mi intuición es tan
buena como la tuya, ¿cierto?]
[Estoy un poco preocupado por algo. No
tengo pruebas, pero supongo que depende del tiempo.]
Es un poco críptico, pero Ghada asintió
sin ir más a fondo.
[Vamos a entrenarlos entonces mientras
el tiempo lo permita.]
Ghada bajo su armadura y miro a los
soldados quienes estaban entrenando. Si alguien quien no fuera familiar con la
escena veía un gran número de soldados lanzando sus lanzas con un grito, sería
abrumado y pensaría que eran fieros soldados. Pero un habilidoso soldado no
perdería las esperanzas.
Pero es la habilidad del comandante que
llena las brechas— depende de él para hacer el mejor uso de ellos.
[Cuento contigo. Espero que seas capaz
de cumplir mis demandas, incluso si son las más absurdas posibles.]
[Si quieres fortalecerlos en un corto
período de tiempo, la única manera es con un verdadero combate, ¿cierto?]
[Sí, es cierto. Es solo en las batallas
de vida y muerte que puedes ver el potencial.]
Los labios de Hiro formaron una luna
creciente como si fuera un niño que se le había ocurrido un malvado plan.
[Se me ha dicho que bandidos y
maleantes— desertores del Principado de Lichtine— han unido fuerzas para formar
una banda en las cercanías.]
[¿Ese lugar no estaba cerrado?]
[Parece que se han aprovechado del caos
de la reciente guerra para poner fortalezas en cuevas y pasajes estrechos en
las tierras al oeste.]
Hiro le dio dos piezas de pergamino a
Ghada.
[Quiero que escojas uno de esos. El que
resto será tomado por la Cuarta Armada Imperial.]
Viendo que Ghada estaba revisando el
contenido, Hiro continúo.
[Lo primero es una cueva a un día de
marcha al este de aquí, con cerca de 50 cuevas. Lo segundo es cerca de la Villa
Suresh, donde Mirue vive, a un día de marcha al sur, en un estrecho camino en
el desierto, cerca de 300 en números. Oí que ese incluye a los desertores. No
hay fin al número de personas quienes se unirán a ellos incluso ahora… y puede haber más de 300 cuando los
enfrentemos… ¿Qué crees?]
[Ya lo he decidido. Vamos a derrotar a
los bandidos en el estrecho pasaje. ¿Hay una fecha límite o condiciones?]
[Queremos hacerlo lo más rápido
posible… También nos llevaremos a 800. Volveremos en dos días. Ya que los
caballos tendrán que tomar un descanso, solo seremos capaces de pelear por tres
horas a lo mucho.]
[Es absurdo.]
[Tienen que limitarse a sí mismos. De
otra manera, no conseguirán experiencia.]
[Así que Dragón de Un Ojo, ¿cómo vas a
derrotarlos?]
[Hay solo unos 300. Yo iré solo y—]
Se tragó la palabra “exterminar”. Es
porque Ghada lo estaba mirando. Parecía como si le estuviera diciendo que solo
él era el problema. Pero Hiro pretendió no haberlo visto y corrigió sus
palabras.
[Dejando las bromas, el enemigo está
escondido. Aunque tenemos la ventaja en números, será inútil si no podemos
aprovecharla.]
Hiro movió su boca, mostrando señales
de pensar.
[Y ese es el lugar donde están metidos.
Conocen el área topográfica, así que deberían pensar que tienen la ventaja de
terreno. Si no somos cuidadosos, podemos sufrir un daño inesperado. Así que si
fuera yo, los atraería y le daría vuelta al asunto.]
Cuando termino, Hiro puso su dedo en su
boca y sonrío.
[Bueno, entre más pronto lo veas,
mejor. ¿Puedes alistarte para eso?]
[Hmph, serás asombrado por los
movimientos de soldados que he entrenado. Se verán mejor de lo que lo solían
cuando eran mercenarios.]
Arrogancia— una franca actitud hacia la
familia imperial. Si alguien que era leal a la Familia Real Grantz hubiera oído
eso, habría sacado su espada y cortado a Ghada. Si Driks, quien siempre había
sido conocido por su calma, hubiera oído eso, se habría enojado.
[Haha, me alegra oír eso.]
Sin embargo, no importaba cuáles sus
sentimientos fueran, la persona en cuestión no pensaba en eso. Si es algo, esta
tolerancia y amistad han solidificado su popularidad en la Cuarta Armada
Imperial, solo luego de Liz.
Dicho eso, sería indudable si se comportara
así en frente de los soldados. Ghada parece entender eso, y si alguien
alrededor lo escuchara, los tratará con una actitud condescendiente que te dará
escalofríos. Era una interesante escena, pero después de todo, si quería tener
una plática abierta, solo lo haría así cuando no hubiera interrupción.
[Bueno, te lo dejaré a ti.]
[Dejemos que descansen un poco, y luego
podemos partir.]
Hiro estaba por irse cuando de pronto
recordó y volvió con Ghada.
[Oh sí… También decidí tomar algo del
viejo equipo que fue almacenado en nuestro almacén.]
[¿Qué…?]
Ghada parecía estar buscando por el
significado de esas palabras, pero parecía entender y le dio una pequeña
inclinación luego de un rato.
[Bien. Los tendré preparados para ti.]
[Entonces iré a alistarlos.]
Mientras ondeaba su mano detrás de él y
empezaba a caminar, escuchó la ruidosa voz de Ghada dando el descanso.
◄►◄►◄►◄►◄►◄►◄►
800 de caballería galopaban por el
desierto en una nube de polvo. Con solo 3 kilómetros para ir a su destino, la
armada privada de Hiro, la Armada del Cuervo, detuvo su marcha para esconderse
detrás de la cumbre. Aún no están bien entrenados, pero no son menos poderosos
que la Cuarta Armada Imperial.
[Bueno, saquemos a los bandidos.]
Hiro le dio una señal a la retaguardia.
La línea de caballería se abrió para revelar a un ciento de soldados vestidos
como mercenarios. Había otros 20 o más vestidos como granjeros, y estaban saqueando
una carreta.
Se dirigieron por el estrecho camino
por delante, rodeado por acantilados— el estrecho camino donde los bandidos
tenían su fortaleza.
[Entonces la primera y segunda
caballería también deberían empezar a moverse.]
Luego de recibir la orden de Hiro, los
soldados marcharon de derecha a izquierda, escondidos en el polvo creado por
los carruajes. Los 100 de caballería restantes están comandados por Hiro y su apoyo,
Ghada.
[Espero que vaya bien, pero no creo que
sean principiantes. No creo que se les tome el pelo fácilmente.]
[Por sorpresa, las personas pueden ser
engañadas. En algunos casos, incluso los más experimentados son a menudo
inferiores a los principiantes.]
Luego de decirle a Ghada, Hiro frunció
sus ojos como si mirara a la distancia. Ghada, también, se interesó y miro al
mismo punto. En frente de sus ojos, las tropas vestidas como campesinos se habían
detenido justo antes del estrecho camino.
[Supongo que están siendo cuestionados
ahora. ¿Qué crees que harán cuando vean el cebo?]
[Muchos estarán sospechando que es una
trampa.]
[Para eso es el carruaje. El carruaje
tiene muchas armaduras dentro.]
El carruaje está cargado con armaduras
y espadas. Si los bandidos lo ven, lo querrán con desespero. No tienen
suficiente dinero para producir equipo, ni tienen los medios para saquear.
Necesitarían las armaduras si fueran a continuar saqueando comida de forma
regular.
Es por eso que Hiro tenía a sus hombres
como vendedores.
[Pero ¿no son 100 demasiado para una
escolta?]
[Era necesario con el fin de evitar
sospechas.]
[¿Qué si son demasiado cuidadosos y no
salen del estrecho pasaje?]
Ghada tenía un punto. Hay solo 300 de
ellos. Si supieran que había un centenar de guardias, había una posibilidad que
estarían muy cohibidos para dar un paso. Aun así, unos cuantos saldrían del
estrecho camino y los amenazarían. Probablemente dirían que tenían más hombres
que nosotros y amenazarían para conseguir el carruaje.
[Les he instruido a atacar sin dudar.]
[Hoo… ¿y después qué?]
[Les dije que corrieran directo a
nosotros luego que provocaran a los bandidos.]
Los bandidos, enojados por la pérdida
de sus compañeros, llegaron corriendo del estrecho pasaje en persecución de su
presa. Entonces, la primera y segunda unidad de caballería, las cuales habían
sido separadas, fueron tras ellos, bloquearon la entrada y salida, y atacaron.
[Aquí vamos. También deberíamos ir.]
La batalla inició. El viento llevaba el
sonido de espadas chocando a ese lugar. El carruaje llevando a Hiro lentamente
empezó a moverse. Ghada, quien estaba yendo a la par, jalo las riendas del
caballo mientras miraba al frente. Hiro y los otros, con el resto del centenar de
caballería, salieron desde atrás del acantilado.
[Parece que el enemigo actúo como
esperaba.]
[También son tan tontos como para caer
en ese tipo de truco… No es extraño que el Principado de Lichtine fuera
derrotado.]
[Aunque, son más fuertes que la mayoría
de los bandidos. No puedes bajar tu guardia solo porque los hemos rodeado.]
Luego de decir eso, Hiro instruyó a los
100 de caballería restantes unirse a la batalla. Al recibir la orden, actuaron
rápido y empezaron su asalto, dejando a Ghada y Hiro atrás.
Para el momento que Hiro y los otros
llegaron, la batalla estaba por terminar.
[Se suponía que dejaras vivir a esos
que se rindieron, pero… ¿seguro que quieres hacer eso?]
[Está bien. ¿Cuál es el problema?]
[Si fuera por mí, ordenaría que todos
sean asesinados. Es por eso que me estoy preguntando por qué dejarlos vivir,
incluso a esos que se rindieron.]
[Ah, es muy simple. Si los eliminamos,
los cadáveres atraerán más monstruos. Entonces las villas vecinas serían
afectadas, ¿verdad?]
Ya sea que los cadáveres de los
bandidos estén quemados o enterrados, el olor de la sangre atraerá a los
monstruos. Ellos viven en los estrechos pasajes, y cuando pierden su comida,
empezarán a atacar a las villas vecinas. Eso si los bandidos fueran a ocuparse
de eso, pero los monstruos se esparcen, sería la peor cosa que puede pasar. Es
por eso que les instruyó a todos los soldados no atacar a esos que mostraban su
voluntad de rendirse.
[Solo
han perdido la guerra. Se rendirán pronto.]
Cuando Hiro y los otros llegaron al
campo de batalla, la mayoría de bandidos se habían rendido, como se esperaba.
Sin embargo, no muchos cayeron presa de
la caballería. El número de bandidos se había reducido alrededor de 200. Los
cadáveres fueron cargados en el carruaje y se suponía serían eliminados por un
equipo separado en un lugar distante. Esos que fueran capturados serían
castigados. Planeaba dejar el cargo al oficial de segunda clase militar Driks,
quien se quedó en el Fuerte Berg.
[Parece que no necesitábamos las tres
horas. Todo se acabó fácilmente.]
Hiro sonrió y asintió a las palabras de
Ghada. No esperaba fuera una dura batalla, pero la Armada del Cuervo lo hizo
mejor de lo que esperaba.
[Vamos a descansar por el momento y
regresemos al Fuerte Berg.]
Hiro dijo, y Ghada les dio la orden a
los soldados. Mientras Hiro observaba, miraba arriba. Las nubes están fluyendo
gentilmente en el cielo— los rayos del sol están perforando y alumbrando el
desierto.
Seré llamado por la Gran Ciudad
Imperial pronto. ¿Qué debería hacer con la “Armada del Cuervo”?
Sería una pérdida de tiempo tenerlos
marchando por las calles en paz. Entonces sería mejor dejarlos pasar su tiempo
entrenando hasta que Hiro vuelva.
Pero si me piden ir a Felzen, quiero
llevarlos.
Una carta llego de Aura el otro día,
pero parecía que Felzen aún era impredecible, y había una gran posibilidad que
el Emperador se cansaría y le ordenaría ir a Felzen.
Sería la oportunidad perfecta para la
“Armada del Cuervo” ganar algo de experiencia.
Bueno, no hay punto en pensar en ello
ahora… Supongo que tendré que descubrirlo dependiendo en la situación de ese
momento.
Hiro aflojó su collar y limpió el sudor
de sus mejillas. Luego cerró sus parpados y empezó a respirar suavemente con el
fin de recuperar su energía.
________________________
Fue el siguiente día cuando regresaron
al Fuerte Berg. Mientras la “Armada del Cuervo” liderada por Hiro se acercaba
al Fuerte Berg, la puerta principal se abrió. El que salió de la puerta era el
comandante, Liz. A su par, también estaba Cerberus.
[¡Bienvenido!]
Liz llego corriendo con una sonrisa
despreocupada en su rostro. Hiro salió del carruaje y primero palmeó la cabeza
del lobo blanco antes de acercarse a Liz.
[Me has estado esperando, ¿verdad?]
[Sí. Vienes tarde.]
Hiro sonrió amargamente a ella.
[Había intentado volver antes de lo
dicho, pero…]
[Aunque tarde es tarde.]
Los dos caminaron hombro a hombro por
la puerta principal al jardín. En el camino, Hiro le habló a Liz.
[Terminé sin algún problema, pero ¿cómo
te fue Liz?]
[Bueno, pude arreglarlo bastante fácil.
Así que pude volver antes que Hiro lo hiciera.]
Liz saco su pecho con orgullo.
[¡Fufu, gané!]
[Supongo que perdí… ¿Qué hiciste?]
[Me disfracé como una chica de ciudad y
fui al frente de los bandidos. Luego el color de sus ojos cambió, y trataron de
engañarme.]
Una chica hermosa como Liz de hecho
sería rara de ver en un área tan remota. Es una desgracia, pero su apariencia
los deslumbro y todos fueron por ella.
[Debió haber sido muy deprimente para
ti.]
[Para nada. Fue una pelea frustrante
porque no eran muy fuertes.]
Las pisadas de Liz sonaban fuertes como
si estuviera aventando su frustración a la falta de respuesta.
Luego Ghada apareció desde atrás de
Hiro y le habló.
[Si tienes tanta energía, me ocuparé de
ti luego.]
[Hm. No siento como que vaya a perder
un solo encuentro hoy, pero ¿estás listo para salir lastimado?]
Liz dijo eso algo provocativa, y Ghada
sonrió confiado.
[Sin problema. Te ganaré sin causarte
alguna herida.]
[Bien dicho… No quieres arrepentirte de
esto, ¿verdad?]
Entre los dos, quienes chocaban
chispas, Hiro termino acobardándose.
Los dos ahora están igualados. Al
principio, Liz, quien tenía la bendición del espíritu de la espada, había
ganado muchas veces, pero Ghada, quien había pasado por mucho, no era tan fácil
de lidiar. Se le había ocurrido una manera para lidiar con la intuitiva Liz y
lo llevo a un 50-50.
Claro, Liz es consciente de sus propios
resultados y está tratando de superarlos. Cuando supere este obstáculo, será
capaz de hacer un progreso aún mayor. Hiro estaba esperando el futuro.
Mientras los tres entraron al jardín,
un suspiro de alivio podía ser escuchado de los soldados de atrás.
[En serio, nos tomaron con la guardia
baja al último minuto, ¿verdad?]
Ghada vio eso y se echo atrás. Vio que
los soldados se estiraron de la tensión. Luego Hiro vio a Driks saliendo de la
torre central frente a él.
[Su Alteza, Hiro, primero que todo, me
gustaría expresar mis más profundas felicidades en su salvo regreso.]
Driks se arrodillo en el suelo con una
condescendiente actitud y tornó su atención a Liz, quien estaba sentada a la
par de Hiro.
[¿Y Su Alteza Celia Estrella se lo dio
a Su Alteza Hiro?]
[¿Hm? ¿Qué?]
Driks retorció sus mejillas en
respuesta a Liz, quien inclinó su cabeza.
[No, eso… como sea— Es la carta que
acabo de darte.]
[¡Aah! Eso, ¿huh…? Tengo esa carta.]
Liz estaba convencida de algo y le
entrego la carta a Hiro. Hiro recibió la carta con un sentimiento de deja vú,
ya que había visto algo así antes.
[Así que esta es la carta… Está toda
mallugada.]
[Sí, es de mi padre.]
Liz dijo casualmente, pero la sangre se
drenó de la cara de Driks cuando vio la arrugada carta. Hiro sintió pena por
él, pero era la culpa de Driks por darle la carta a Liz.
Hiro tenía una idea general del
contenido de la carta, así que honestamente no pensaba en nada de cómo la carta
fue entregada. Pero cuando vio que Driks está por llorar, decidió que es mejor
leerla apropiadamente.
[Veamos… Dice vayamos a la Gran Capital
Imperial. Quieren alabarnos por nuestros logros al atacar al Principado de
Lichtine.]
Ese era el contenido de la carta, el
cual estaba lleno de florituras retoricas. La cara de Driks se llenó de
felicidad como si hubiera recuperado su compostura luego de escuchar las
palabras de Hiro.
[Oh, es bueno oírlo. Empecemos a
prepararnos para irnos ya mismo.]
Driks se paró, sacudiendo el polvo. Hiro
asintió, luego abrió su boca.
[Nos alistaremos para irnos de aquí
mañana, ¿verdad?]
Hay muchas cosas que deben ser
preparadas para un regreso triunfante. Por ejemplo, necesitan saber cuántos
soltados llevarse, cómo calcular la ruta y la cantidad de comida que
necesitarán comer, y también necesitarán una carta para entrar al territorio de
la nobleza circundante.
[Nos llevaremos alrededor de 5000
soldados. ¿Puedo pedirte calcular los suplementos?]
Aunque intentar usar los caminos bien
desarrollados de la ciudad, entre más soldados tengan, la marcha más lenta
será. Más importante, considerando el mantenimiento de la seguridad dentro y
alrededor del Fuerte Berg, el número máximo de soldados que pueden ser llevados
es 5000.
[Muy bien. Haré los arreglos justo
ahora, pero ¿hay algo más?]
[Resumiré los detalles, así que por
favor ven a mi cuarto luego.]
[Entiendo. Te lo dejaré entonces.]
Driks está yéndose mientras llama a sus
subordinados. Hiro volvió a Liz y le habló.
[Deberías ver un par de vestidos.]
[¿Hiro va a usarlos?]
Hiro se preguntó por tal idea… Él
estaba tan confuso que estaba perdido en las palabras. Pero si pensaba en ello,
Liz nunca había experimentado una celebración donde fuera el centro.
Es por eso que reaccionó extrañamente. Es
fácil de imaginar cómo los nobles y los señores la han tratado. Hiro sintió
enojo saliendo. Sin embargo, Hiro suprimió su enojo y sonrió gentilmente a Liz.
[No. Eres tú eres quien va a usarlo.]
No había duda que sería el centro del
banquete que sería celebrado en la Gran Capital Imperial esta vez. En el camino
a su cuarto, Hiro explicó eso, y Liz se veía asombrada.
[P-Pero es más el logro de Hiro. No
hice nada.]
[Eso no es cierto. Hiciste un gran
trabajo como comandante. Solo estuve para ayudarte, pero fue tu popularidad que
llevo a los soldados a la victoria.]
Fue porque siempre había mantenido
contacto cercano con cada comandante de unidad que pudo proceder sin causar
alguna disputa a los soldados incluso cuando el comando cambió de manos.
Hiro le dio una estrategia ganadora a
la armada.
[Ya veo, entre mejor eres, lo menos
visibles son tus logros.]
[Si nadie lo ve, nadie puede
apreciarlo.]
[De cierta manera, sí. Pero cuando
compilas un reporte, puedes ver quien es la figura clave en la armada. Incluso
si los reportes son destruidos, los soldados serán capaces de testificar. No
puedes controlar lo que las personas dicen, sabes.]
Hiro se pausó mientras decía eso.
Mientras estaba hablando, había llegado a su cuarto. Abrió las puertas, entró,
fue a su escritorio, sacó papel y lápiz, y se sentó en su silla.
[Sin embargo, estoy bastante segura que
no me vería bien en un vestido… así que el uniforme militar estaría bien.]
Liz dijo eso mientras se arropaba en la
cama y abrazaba una almohada.
[Aunque, asegúrate de tener uno o dos
vestidos.]
[Hm… Creo que tenía un par de vestidos
que Rosa-aneesama me dio.]
Las palabras de Liz le recordaron a
Hiro. Tendría que pedirle la cooperación a Rosa también.
Además de los regalos al emperador,
quería hacer un gran regreso triunfal. Los nobles, princesa, y las otras
personas necesitan ser capaces de ver la estrella en ascenso que es Liz. Rosa
lo hará bien en esa área. Hiro decidió escribir una carta a Rosa tan pronto sea
posible.
Por un momento, el único sonido en el
cuarto era el de la punta de la pluma pasando el papel. Mientras el tiempo
pasaba lentamente, un golpe a la puerta hizo a Hiro alzar la vista.
[Entra.]
[Disculpa.]
Era Driks el que entró. Se inclino y
camino al escritorio.
[He arreglado los suplementos. Aquí los
documentos. Agradecería su aprobación.]
Hiro miró los documentos que Driks le
entregó y los firmó. Luego puso la carta a Rosa en un sobre blanco, sellado con
cera, y lo estampo con su sello. La carta le fue presentada junto a un set de
documentos, y Driks frunció el ceño en sospecha.
[Oya, ¿a quién debo entregarlo…?]
[Necesito que lo entregues a la Familia
Kelheit.]
Hiro no perdió el fuerte destello en
los ojos de Driks por un momento. Sin embargo, Driks de inmediato recompuso su
expresión y le dio una mirada de búsqueda mientras se rascaba la nuca.
[Bueno, estoy sorprendido. Así que,
¿eres un conocido de la Familia Kelheit?]
[Tuve una oportunidad de intercambiar
palabras con ellos cuando visité la Gran Capital Imperial antes. Además, me
ayudaron de muchas formas durante la reciente batalla, así que pensé en
pedirles participar en nuestro triunfante regreso como una manera de
agradecerles.]
No había nada que esconder, así que
Hiro simplemente dijo sus razones.
[Ya veo. Creo que es una gran idea. La
enviaré con el primer caballo lo más pronto posible.]
[Por favor hazlo.]
Mientras Hiro observaba a Driks irse,
de pronto notó que Liz estaba callada. Puso su atención a la cama, donde Liz
estaba abrazando una almohada y respirando felizmente. Hiro sonrió, se levantó
de su silla, camino a la cama, y puso una manta sobre Liz.
[Bueno puedes escoger tu vestido
mañana…]
El número de soldados que serán
llevados es de 3000 de la Cuarta Armada Imperial y 2000 de la armada privada de
Hiro, la Armada del Cuervo. Todos los ayudantes, como Tris y Ghada, también
serán llevados.
Mientras tanto, le pidió a Kiork tomar
el comando del Fuerte Berg hasta que volvieran.
[No hay nada que hacer… Creo que también
iré a la cama, pero…]
Hiro contuvo el suspiro de alivio
mientras miraba a la feliz Liz durmiendo y se preguntaba donde debería dormir.
******************
Septiembre 15, año 1023 del Calendario
Imperial. La niebla de la mañana se había alzado, y el sol estaba señalando el
medio cielo donde una fría briza sopló por las calles de Lynx.
La calle central está a reventar con
personas por la hora de almuerzo, y bajando por la calle está un carruaje de
dos caballos con Hiro, Liz, y su tío Luzen Kiork von Grinda, el Margrave,
dentro.
[Ah…]
Viendo fuera de la ventana, Hiro notó
que la ciudad había cambiado. Estaba tan poblado como la última vez que la
visitó, pero había más personas, incluyendo a los vendedores.
Hiro miró por fuera con curiosidad. Kiork
lo notó y abrió su boca.
[El rumor de tu llegada al Fuerte Berg
se esparce rápido. Parece que el número de mercantes quienes consideran la
región sur más importante ha incrementado, y muchas personas han empezado a
visitarla.]
Hiro sintió un poco de vergüenza y
rascó la punta de su nariz a las felices palabras de Kiork. Luego Liz, quien
estaba a su par, se recostó cerca de él y miró fuera de la ventana.
[Eso es. He estado protegiendo este
lugar desde la época de mi abuelo, pero nunca hubo tantas personas visitando.
Ni siquiera los mercantes del Principado de Lichtine venían aquí debido a la
cercanía a Sunspear.]
Sunspear, una gran ciudad al sur,
gobernada por una de las grandes cinco familias, la Familia Muzuk.
Nadie apoya el derecho de sucesión al
trono, y los grandes nobles están vigilando a ver qué pasa.
[Pero estaremos bien desde ahora. ¡Hiro
ha llegado al territorio del Margrave Grinda! ¡El territorio del tío será más
rico, y se volverá una gran ciudad que pueda rivalizar con Sunspear!]
Liz dijo algo confidencial, y Kiork
miró a su sobrina con una sonrisa.
[Eso es. Voy a tener que trabajar duro
por eso. Tendré los ojos bien abiertos mientras estés fuera de aquí, y me
aseguraré de hacer mi parte.]
Esa era la razón por qué estaban aquí. Hiro
y los otros habían llegado a Lynx a pedirle a Kiork ocuparse del Fuerte Berg y
las otras áreas mientras estaban fuera del sur. Claro, Kiork aceptó felizmente.
Estaba montado en un carruaje para despedir a Hiro y Liz que se encontrarán con
sus hombros quienes los esperaban en las afueras de Lynx.
[Está bien no será tan rígido. Es poco
probable que el Principado de Lichtine haga algún extraño movimiento, y la
seguridad alrededor del Fuerte Berg ha mejorado mucho, y no creo que saldrá
algo que te molestará.]
[Hiro tiene razón, Tío. Eres bastante
viejo para saberlo, así que no seas imprudente.]
Dijeron algo que bajó su espíritu, y
Kiork bajó su rostro en decepción.
[¿Tan poco confiable me veo…?]
La mala interpretación de Liz de las
palabras de Hiro llevo a una extraña situación. Para cambiar la atmósfera, Hiro
desesperadamente busco una palabra en sus pensamientos.
[¡Ah!]
Liz de pronto alzó su voz y levantó su
espalda de su silla.
[¡Conductor-san! ¡Detenga el carruaje!
¡De prensa, de prisa!]
El carruaje se paró de golpe mientras
Liz se lo ordenaba al conductor tocando la ventana de frente. Hiro sintió su
cuerpo siendo atrapado en la gravedad cero por un momento. Y cuando ajustó su
postura, salió del carruaje con Liz jalándolo del brazo.
[¿L-Liz? ¿Qué pasa tan de pronto?]
[Solo sígueme rápido.]
Jalando el brazo del confuso Hiro, Liz
se paró frente a un vendedor. Se detuvo frente a un vendedor vendiendo
ornamentos con intrincados detalles. Vendían brazaletes y anillos a precios
razonables.
[Lo dije antes. Me prometiste comprar
algo como disculpas.]
Recuerda que había hecho tal promesa al
final de la batalla con el Principado de Lichtine.
[Sí, recuerdo decir eso, pero…]
[Entonces, ¿puedes comprarlo por mí? Lo
vi antes cuando estábamos cruzando la calle. Pensé que era lindo.]
Lo que sostenía en su mano y se lo
mostró a Hiro era un brazalete plateado. El diseño es exquisito. Quizás era
porque el precio era muy alto. Mientras Hiro miraba el precio, Liz le habló en
un susurro como si se contuviera.
[¿Hm? Es demasiado caro. ¿Debería
conseguir algo más?]
Liz lo dijo con pena, pero el precio
era razonable y no fuera del alcance. No es de lo que Hiro estaba preocupado,
sino que fuera un regalo barato para ella. No se puede comparar con las joyas
las cuales tienen un precio más alto. Sería un poco desproporcionado para ella
usarlo como una princesa imperial.
[No, no es eso. Solo para confirmar,
¿estás segura que es lo que quieres?]
[Sí. ¿Por qué?]
[No, solo pensé que te verías mejor con
ese anillo o collar.]
Hiro apuntó a algo más caro que el
brazalete plateado, pero Liz sacudió su cabeza.
[No. Me gusta este.]
Hiro no podía decir nada más mientras lo
abrazaba fuerte, así que se acercó al propietario de la tienda y compró el
brazalete. También encontró otras tres cosas para meterlas en la bolsa.
[¿Qué compraste, Hiro?]
[Es un secreto. Deberíamos regresar al
carruaje lo más pronto posible.]
Cuando Hiro miro alrededor, vio que las
personas habían notado que Liz y los otros estaban empezó a juntarse alrededor.
Era natural que lo descubrirían ya que no estaban disfrazados.
[Tenemos que salir de aquí. ¡Hiro,
vamos!]
Liz corrió hacia el carruaje en pánico.
[No puede ser que huyas primero… No,
está bien.]
No es como que estén rodeados por una
multitud. Hiro lentamente trato de seguirla.
[Fufu, ¿así que escogiste el
brazalete?]
Hiro detuvo sus pasos cuando alguien lo
llamó desde atrás.
[¿Cuánto tiempo has estado allí…?]
Cuando se dio la vuelta, vio a Kiork,
quien había estado allí por algún tiempo.
[¿Hm? No estoy seguro por cuánto he
estado aquí. Pero ese no es el punto. Ya has comprado tus regalos. Volvamos al
carruaje.]
Kiork palmeó a Hiro en el hombro y
empezó a caminar por delante de él. Pero tan pronto, se dio la vuelta con una sonrisa
en su rostro.
[Oh sí, puedes no saberlo. En esta
área, es una costumbre empezar con un brazalete cuando das un regalo a tu ser
amado.]
[¿Así es eso?]
[Es una vieja costumbre. La madre de Liz
solía decirlo todo el tiempo, así que supongo que ella lo sigue a ciegas.]
[La madre de Liz, ¿huh…? Pero ¿por qué
el brazalete?]
[No solo los brazaletes; algo que va en
un círculo significa encadenarse. Pero lo más importante es que el brazalete
tiene una flor glicina en ella. Esa es la respuesta.]
[Lo siento… me perdí la última parte.]
Las personas empezaron a hacer un
jaleo, y Hiro no pudo escuchar lo último que Kiork dijo.
[No, me alegra que no lo escucharas. No
debía decirlo.]
[¿A qué te refieres…?]
[Olvídalo, es todo. Vamos, Liz nos
espera en el carruaje. Si las personas nos rodean, retrasará tu viaje a la Gran
Capital Imperial.]
Hiro empezó a caminar otra vez,
apresurado por Kiork. Incapaz de obtener una respuesta satisfactoria, Hiro se
subió al carruaje en confusión.
________________________
Septiembre 20, 1023rd año
del Calendario Imperial: cerca de Horen en la Región Central de la parte este.
Hiro y los otros, despedidos por Kiork,
se movieron por las calles de la Gran Carretera Schein al este. Estaban por
encontrarse con la viuda de la Familia Kelheit.
[Ha sido un tiempo desde que me reuní
con Rosa-aneesama. Aunque hemos estado enviándonos cartas.]
Mientras el carruaje empezaba a
sacudirse, Liz le habló a Hiro.
[Rosa lucía muy feliz cuando hablaba de
ti.]
[¿En serio? Eso me hace feliz. Mi
educador fue Rosa-aneesama. Quizás es porque ella siempre ha estado encariñada
conmigo.]
Al parecer, para las mujeres en la
Familia Imperial Grantz, la hermana mayor es como el educador para la más joven
por un cierto período. En cuanto a los miembros hombres de la familia, se dice
que no lo hacen así para evitar conflictos innecesarios debido a los problemas
como el derecho a heredar el trono.
Es por eso que se dice que las hermanas
son bastante cercanas entre sí— la primera princesa sufre de debilidad y ahora
mismo está bajo tratamiento médico en un templo local, y la segunda princesa
murió en su prematura niñez, así que no se conocían entre sí. La cuarta y
quinta princesa son gemelas y cerca de la edad de Liz, pero comparten madre con
el tercer príncipe Blutar, así que se distanciaron muy pronto de Liz que ganó
el favor del Emperador de las Llamas.
[Es por eso que solo intercambio cartas
con Rosa-aneesama ahora.]
Había una pizca de tristeza en la voz
de Liz.
Ha perdido mucho y ganado tan poco
desde que recibió el favor del Emperador de las Llamas. Aunque dependiendo en
cómo se mueva en el futuro, tendrá la oportunidad de recuperar lo que perdió. Por
esa razón, Hiro quiere que se reúna con su hermana primero así podrá recuperar
lo perdido, incluso si solo es un poco.
[Siendo así, debes morirte de ganas de
reunirte con Rosa. Podrás reunirte con ella pronto, y podrás decirle lo que no
pudiste decirle en tus cartas.]
[Sí, tengo mucho que decirle. Estoy
segura que un día o dos no serán suficientes.]
[Eso sería genial. Estoy seguro que
Rosa tiene mucho que decirte también.]
Cuando Hiro dijo eso, el carruaje se
detuvo, y la ventana fue golpeada. Cuando Hiro miro a la ventana, vio al
oficial de segundo grado militar Driks espiando.
[Un mensajero de la Familia Kelheit
está pidiendo permiso de unírsenos aquí.]
[¡Así que Rosa-aneesama ha venido!
Permiso concedido. Permite que se nos unan.]
[Muy bien.]
Tan pronto como Driks se fue, Liz abrió
la ventana.
[¡Mira, Hiro! ¡Está lleno de banderas
de la nobleza del sur!]
Había otro camino frente a los ojos de
Liz. La marcha allí es de la Armada de la Nobleza Este, liderados por la
Familia Kelheit. Hiro y los ojos se bajaron del carruaje en la intersección de
los dos caminos y saludaron a Rosa.
Un centenar o más de caballería de la
Armada de la Nobleza Este se separó y acercó a Liz y los otros.
Quien está al frente de línea es Miste
Caliara Rosa von Kelheit. Es una gran mujer que perdió a su esposo a una edad
joven y es líder de una de las cinco grandes familias nobles, la Familia
Kelheit.
A galope en un caballo blanco, se
miraba más majestuosa, quizás porque estaba usando un uniforme militar con un
color purpura de base. Además de eso, su refinada belleza nunca se ha menguado,
y la combinación de su belleza y encanto ha fortalecido más su hermosura
incomparable.
[¡Oh Liz! ¡Tiempo sin vernos!]
Tan pronto como Rosa se bajo de su
caballo, de inmediato abrazó a Liz.
[¿Cómo has estado? ¿Te enfermaste? La
carta decía que estabas bien, pero hay algunas cosas que no podre entender
hasta verte de cerca.]
[Estoy muy bien. Me alegra oír que a
Rosa-aneesama le va bien.]
Las dos cambiaron saludos, se abrazaron
por un rato, y luego se separaron. Luego, Rosa de pronto miró a Hiro.
[Oh, te ves muy bien. ¿Me extrañaste
cuando estuviste fuera?]
Su amplio pecho presionó la cara de
Hiro abajo, y le dio un arrasador golpe. Fue un evento espontáneo, pero Hiro
trató de tomar una acción evasiva. Sin embargo, decidió no arruinar la
atmósfera, se rindió y levantó sus brazos para ser abrazado por los brazos de
Rosa.
[Sí, sí. Tu olor corporal es tan tenue
como siempre. Muchas personas de Grantz tienen un olor que se siente a
distancia, pero el tuyo no me molesta para nada.]
Hiro sonrió con amargura a Rosa mientras
olía su cuello y otras partes de su cuerpo.
[Bueno… a menudo he oído que los
japoneses tienen un ligero olor corporal.]
Hiro estaba seguro de su propio olor
porque estaba acostumbrado a él, pero el olor de Rosa estaba bien perfumado y combinaba
con su sensualidad, le daba vueltas a su cabeza.
[Ahora, estamos muy felices por esta
reunión.]
Mientras Rosa se alejaba, satisfecha,
puso sus manos en sus labios y puso una expresión seria.
[Tengo unas cosas a reportar. Volvamos
al carruaje primero.]
Cuando Rosa apunto de ir al carruaje
detrás de ellos, Liz y Hiro asintieron con curiosidad y volvieron a caminar al
carruaje. Los tres se sentaron, Rosa fue la primera en hablar.
[No hay necesidad de ser tan serio por
eso, pero oí que los nobles del norte van a tener una campaña a gran escala.]
El Gran Imperial Grantz está dividido
en cinco regiones: Norte, Sur, Este, Oeste y Central. También se refiere
comúnmente a los cinco territorios mayores. Mientras el Emperador gobierna esos
territorios, son los archiduques conocidos como los cinco grandes nobles que se
les confía su manejo.
[¿Dice que el líder de la Familia Sharm
ha hecho un movimiento?]
[No, es el segundo príncipe el que está
detrás.]
La madre del segundo príncipe es de la
Familia Sharm— es por eso que la nobleza del norte lo apoya. Aunque el segundo
príncipe no se mueve por su débil salud, y rara vez sale al centro, como si no
estuviera interesado en luchar por la sucesión al trono.
[Me pregunto qué tipo de cambio de
ideas tuvo.]
[Bueno, incluso quería logros, el único
país que fronteriza al norte es el Reino Levering. Incluso el Emperador que apunta
a unificar el continente central, no atacará un país que ha sido un aliado por
mucho tiempo.]
Si ese es el caso, ¿cuál es el
propósito? El segundo príncipe, quien nunca se había movido antes, de pronto
empezó a moverse. Debe haber un significado en ello… pero hay muy poca
información acerca del segundo príncipe.
Por el momento, solo podemos esperar y
ver.
Hiro sacudió su cabeza e interrumpió su
reflexión, y Liz junto sus manos a su par como si recordara algo.
[Ah sí, hablando del Reino Levering,
¿el ritual de adultez de la princesa no estaba por venir?]
El Reino Levering, también conocido
como la Tierra de los Demonios, es una raza que domina el continente central
hace mil años. Aunque, cuando la raza humana se rebeló contra la tiranía, las
otras razas siguieron el ejemplo, llegando a una guerra— y los demonios fueron
derrotadas y llevados al archipiélago sur.
Sin embargo, algunos de los demonios
han escogido quedarse en el continente central para salvar a sus hermanos
quienes fallaron en escapar.
Esas tribus demonio restantes fundaron
el Reino Levering. Aunque debido al hecho que han estado mezclándose con otras
razas hace tiempo, la mayoría de los niños nacidos hoy en día no tienen poder
mágico— incluso la Familia Real no tiene sangre pura— y la situación actual es
que se están volviendo más cercanos a la raza humana mientras las generaciones
progresan. Entre más generaciones vienen, más humanos se vuelven.
[Eso es. También he oído que ella es
muy hermosa. La llaman la Púrpura Princesa Plateada. Por cierto, la envidio; oí
que su piel es tan blanca como la nieve.]
Rosa reaccionó a las palabras de Liz y
le dio a Hiro una provocadora mirada.
[Como una descendiente de un anterior
aliado y hermosa mujer, debes estar interesado en ella como un descendiente del
Dios de la Guerra.]
Hace mil años, estuvieron los cinco “Generales
Celestiales Negros” quienes se unieron a Hiro, quien era conocido como el Rey
Héroe. Uno de ellos fue Rox van Levering, un demonio de noble corazón quien se
puso del lado humano. Hiro está interesado en el país que creo, pero cuando ve
la cara de puchero de Liz, no hay forma que pueda hablar de la hermosa princesa.
Luego de ver la cara de asombro de
Hiro, quien ser perdió en las palabras, Rosa cambió de tema.
[Bueno, dejemos la parte norte del país
por un lado ahora, y hablemos de la nobleza del centro ahora.]
[¿Hay algún movimiento?]
[Fue un error esperar algo de los Sin
Facción. Fueron intimidados al silencio. Incluso esos con cierta cantidad de
poder están fallando en ponerse en la misma facción, solo criticando.]
Como si dijera que está decepcionada,
Rosa suspiro profundamente.
[Por el momento, he terminado juntando
a la nobleza del este, la Familia Krone estará en una posición más sólida que
antes. Claro, no intento solo quedarme viendo, sino que también sé que no hay
nada que pueda hacer.]
Aunque Rosa está liderando la Familia
Kelheit, la cual está a cargo del Este, aún no se ha ganado la confianza de
todos los nobles del Este, incluso prestando el nombre de Hiro.
Incluso si quería usar otras familias,
los nobles del oeste se están concentrando en pelear contra la Armada Remanente
de Felzen, así que no tienen el tiempo para interferir con los nobles del
centro. La nobleza del sur no muestra señales de movimiento, y la nobleza del
norte está enganchada en campañas militares en un momento crítico.
Esa es la razón por qué la Familia
Krone, la cual une la nobleza central, está asegurando su facción.
[He preparado el siguiente movimiento.
Es por eso que decidí ir por el territorio del Vizconde Wurst.]
Cuando Hiro lanzó sus palabras con
confianza, Rosa lo miró ferozmente.
[Creo… que vas a ser una molestia en su
mansión hoy, ¿no?]
[El Vizconde Hans von Wurst. Tiene una
ciudad y tres villas en su territorio. Parece estar imponiendo altos impuestos
en su gente. Por eso, voy a pedirle mejoras mientras se visita la Gran Capital
Imperial.]
[Suena a una buena idea, pero ¿crees
que el Vizconde Wurst lo escuchará sin decir nada?]
Liz ondeó su mano consternada como si
dijera que estaba preocupada.
[De ninguna manera escuchará. Aunque el
centro ha empezó a separarse últimamente, la influencia de la Familia Krone aún
vive y bien. Bueno, si puedes hacerte de una de sus debilidades, puedes ponerlos
de rodillas.]
[Ahí es donde la debilidad del Vizconde
Wurst entra en juego. Envié cartas a los nobles centrales y líderes nobles en
el área antes de dejar el Fuerte Berg. Estoy seguro que harán algún movimiento.]
[Hm… ¿Mm? ¿Quizás quieras engañarlos?]
Hiro entrecerró sus ojos a las palabras
de Liz. Rosa también miró a su hermana con gran interés. Ya que Liz pudo haber
notado un cambio en la atmósfera. Mostró vergüenza en su cara.
[Oh, ¿dije algo extraño? Lo siento
entonces.]
Mientras empezaba a disculparse, Hiro
de prisa sacudió su cabeza.
[No, tienes razón; los nobles del
centro tienen que ser engañados.]
La carta que también estaría colocada
en la mansión del Vizconde Wurst, y los nobles centrales quienes la leyeron
sospechan que el Vizconde Wurst pudo echarse atrás y que probablemente les
gustaría hacer algo para detenerlo. También está la posibilidad que los nobles
sin facción y archiduques quienes gobiernan otros territorios tratarían de
sabotear la situación.
Hiro había predicho eso, pero no había
esperado que Liz notara sus verdaderas intenciones.
[¡Nee-san me alegra ver que Liz está
creciendo!]
[¡Hey, Rosa-aneesama, eso es terrible!]
Hiro sonrió a las hermanas y luego
murmuro para sí mismo.
[Es por eso que me aprovecharé del
movimiento de los nobles señores para hacer un movimiento en la nobleza
central.]
[Pero ¿va a ser así de fácil?]
Liz alejo a su hermana y volvió a
enfrentar a Hiro.
[Puedo entenderlo, así que estoy seguro
que hay otras personas que pueden verlo.]
[Bueno, estoy segura que más de unos
cuantos se dieron cuenta del verdadero significado de la carta. Pero también
hay muchos que no pueden descifrarlo. En especial, los nobles corruptos que
solo piensan en sí mismos.]
Incluso si nadie da un paso, hay una posibilidad
de fallar porque es inseguro.
[Bueno, deberíamos estar por llegar a
Zuik pronto.]
Cuando Hiro miró fuera de la ventana,
pudo ver a Zuik, la ciudad gobernada por el Vizconde Wurst. Zuik es una ciudad
de tamaño mediano que fue construida luego que los cinco territorios mayores
fueran establecidos.
Debido a su proximidad a la Gran
Capital Imperial, Zuik nunca se ha involucrado en guerras, y por esa razón, se
ha expandido sin construir muros en su estado actual. También floreció como una
ciudad satélite, con muchos aventureros y mercantes pasando en su camino a la
Capital Imperial, así que las calles estaban llenas con personas incluso en la
noche.
La mansión del Vizconde Wurst, el señor
feudal, está localizada en el centro de la ciudad, la cual fue construida en un
círculo.
Cuando Hiro y los otros, acompañados
por una escolta de cerca de un centenar de caballería, llegaron en la mansión,
una banda de músicos empezó a tocar espectacular música desde una grandiosa
plataforma en el segundo nivel de la mansión.
[¡Su Alteza, Celia Estrella, la hemos
estado esperando!]
Había una persona quien recibió a Hiro
y los otros con los brazos abiertos.
[Soy Hans von Wurst, el emperador
representante a cargo de Zuik.]
El Vizconde Wurst, un hombre de edad
media, adornado con joyas, se inclinó como un vasallo ante Hiro y los otros. Estaba
rodeado por varios sirvientes, todos eran guapos hombres y hermosas mujeres.
[Gracias por su hospitalidad.]
Liz le dio una ligera exclamación y
paso caminando por él sin mirar. Fue seguida por Cerberus, quien se le había
unido. Luego se detuvo y miro al Vizconde Wurst mientras palmeaba a Cerberus en
la cabeza.
[Me gustaría que me prepararas la
comida y el baño si no te importa.]
Sin parecer estar ofendido por el
coactivo tono de Liz, el Vizconde se paró felizmente.
[¡Claro! ¡Todos los preparativos para
la cena han sido hechos sin retraso! Ahora, por este camino por favor.]
Mientras Hiro observaba el cambio entre
los dos, Rosa puso su mano en el hombro de Hiro.
[Parece ser un hombre muy insistente.
Me temía que pudiera mostrar su desapego con la actitud de Liz.]
[No, solo está acostumbrado a ello.
Creo que pensó que Liz era fácil de controlar.]
Aunque no está claro lo que piensa en
secreto, un hombre como el Vizconde Wurst es muy habilidoso en el arte de
lidiar con personas. El hecho que los sirvientes alrededor de él sean todos
guapos y hermosas es probablemente un hobby suyo como una forma de engatusar a
las personas influyentes.
[¿Hay una chica que te guste? Aunque
están uno o dos pasos atrás de mí.]
Las palabras de Rosa sonaron
descaradas, pero tampoco estaba mal, así que Hiro lo dijo con sinceridad.
[No, no creo que haya chica más bella
que tú.]
[Eres honesto, entonces compartamos el
cuarto hoy.]
Eso significa que Liz debe ser
incluida.
[Haha, pensaré en ello.]
Hiro entró a la mansión, preguntándose
cómo escapar de la crisis.
El Vizconde Wurst los llevo al gran
salón, donde ostentosa comida estaba yacida en una mesa cubierta con blancas
servilletas. Había muchos sirvientes en cada una de las sillas, y la bienvenida
también fue muy entusiasta.
[Por favor tomen asientos. He reunido a
todos los especialistas de la central. Por favor coman antes que se enfríe.]
Dijo el Vizconde Wurst, y Hiro y los
otros tomaron asiento…
[Eh, ¿no es extraño?]
Hiro dijo alto sin pensarlo dos veces.
Se sentó en medio de la mesa, dejando el asiento superior abierto para Liz,
pero se sentó justo a su par, e incluso rosa se sentó a su par del lado
izquierdo.
[No hay nada de malo con eso.]
[Eso es. Es lo mismo de siempre.]
[Eh, pero si seguimos así…]
En el pasado, los hombres guapos y las
bellas mujeres preparados por el Vizconde Wurst se sentarían para llenar la
brecha entre Hiro y los otros. Por eso, estaban asombrados, y su confusión era
evidente.
El Vizconde Wurst también estaba raro,
pero rápidamente recupero su compostura, alejó a los hombres guapos y las
bellas mujeres, y se sentó frente a Hiro y los otros.
Cerberus luego tomó el asiento
inferior. Como la mascota favorita de Liz, no podían deshacerse de ella, y el
Vizconde Wurst abrió su boca e hincho sus mejillas.
[E-Empezamos el banquete. Primero, me
gustaría agradecer a los doce grandes dioses de Grantz por permitirme reunirme
con su Alteza, y luego me gustaría agradecer al Espíritu del Rey por juntar a
la Familia Imperial Grantz y nuestra familia Wurst.]
Con un vaso de vino en su mano, el
Vizconde Wurst empezó su discurso.
[Es raro oír un discurso tan
desanimado. Los dioses han de ensordecerse si un hombre así les agradece.]
[Estás exagerando, Rosa-aneesama.
Aunque sí es largo y molesto.]
[Liz también está algo sorprendida.
Bueno, se emborrachará en menos de un segundo.]
Hiro y los otros empezaron a comer
mientras escuchaban las palabras del Vizconde Wurst.
________________________
El banquete terminó sin problemas. A un
lado la inútil charla del Vizconde Wurst, fue en sí satisfactoria. Luego de
mostrarle a Hiro y los otros sus cuartos, el Vizconde Wurst volvió a su cuarto
de buen humor.
[Ahora, decidamos dónde vamos a
dormir.]
[¿Por qué Rosa-aneesama tiene que
dormir con nosotros?]
[No está bien que Liz duerma aquí
también.]
Ahora, Hiro estaba metido entre las dos
hermanas quienes se peleaban por dónde dormir.
[Como el maestro-dono del cuarto diga.
Ha pasado tiempo desde que nos vimos, así que Liz y yo deberíamos dormir juntas.
Además, tenemos que madrugar mañana, así que es mejor para los tres dormir en
paz.]
Hiro nunca dijo algo así, pero antes
que pudiera ser interrumpido, Liz habló.
[Mu… supongo que es cierto. ¿Y
Rosa-aneesama aún prefiere el lado de la ventana?]
[Sí, es bueno dormir en un lugar donde
puedas ver el cielo nocturno.]
[Hm, creo que es mejor dormir por la
puerta, así podrás reaccionar en caso que algo pase.]
[Bueno, supongo que tendremos al
maestro del cuarto al medio.]
[Sí. Creo que está bien.]
Las dos se subieron a la cama, y cada
una se recostó y miraron a Hiro.
[Oh, tengo algo que hacer, así que
pueden ir a dormir primero.]
[Fuaah… ¿Así es eso? Muy bien, supongo
que solo me iré y descansaré un poco.]
Porque son hermanas, son iguales, y
cuando están bajo las sabanas, se dormirán rápido. Liz ya está durmiéndose.
Ambas estaban cansadas del largo viaje, y también del alcohol que habían
consumido, y sus cuerpos probablemente priorizaron el sueño.
Luego de confirmar que estaban
dormidas, Hiro tranquilamente salió del cuarto. Luego, mirando a la oscuridad
que habitaba en el corredor, Hiro abrió su boca.
[¿Y cómo estuvo?]
En respuesta a su voz, el sonido del
acero superpuesto podía escucharse en la oscuridad.
[Es lo peor. Si fuera solo un pesado
impuesto, aún podría soportarse.]
Lo que aparece es el gran cuerpo de
Ghada— su rostro no podía ser visto debido a la oscuridad circundante, pero del
sonido de su voz, Hiro podía decir que no estaba a gusto.
[Huh, ¿qué tipo de estupidez hizo?]
Hiro le había ordenado a Ghada
investigar el área alrededor de Zuik de ante mano.
[Luego de exprimirle los impuestos,
puso a sus soldados como bandidos y acabo con las villas.]
[¿Hay alguna prueba…?]
[Cuando nos detuvimos por la villa,
había muchas personas revisando el lugar. Fue algo difícil, pero me metí. Pero
es muy pronto para asumir que el Vizconde Wurst fue quien lo hizo.]
[Si ese es el caso, juntemos a la
fuerza a esas personas con el Vizconde Wurst.]
[¿Asumiría que mantendremos su
ignorancia al mínimo?]
[Hay muchas formas para hacer que
hablen.]
Luego de decir eso, Hiro estaba por ir
al cuarto del Vizconde Wurst cuando notó algo inusual y se detuvo.
[Ghada, toma la retaguardia.]
Tan pronto como dijo eso, Hiro invocó
al Emperador Celestial y saltó en la oscuridad. Un momento luego, chispas
volaron. El fuerte sonido de espadas chocando resonaron en el corredor tarde en
la noche.
El sonido de hojas crujiendo sonaron en
el pasillo, y con un sonido sordo, algo cayó. Sin embargo, Hiro no se detuvo;
retorció su cuerpo y movió el Emperador Celestial a la izquierda.
[¡¿Gaahh?!]
[Te estoy dejando vivir. Necesito que
me respondas unas preguntas.]
Mientras la luz lunar de la ventana
ilumina el corredor, la figura del hombre que estaba atrapado por Hiro
apareció. A su costado, el torso del otro hombre, faltándole el cuello, yacía
escupiendo sangre fresca.
[Buen trabajo.]
Ghada llego a Hiro con una mirada de
admiración en su rostro.
[Me ocupé también de este de aquí.
Parece que solo hay tres asesinos.]
Hiro asintió a las palabras de Ghada,
alejó su pie del asesino quien había perdido su brazo izquierdo y miró su
rostro.
[Si puedes darnos alguna información
útil, no perderás nada más. ¿Qué quieres hacer?]
El asesino tembló al frío sonido de la
voz, y una sonrisa se formó en su rostro, aunque su boca se retorció.
[“Padre” vuestro. Dadles a los tontos
el dolor de la eterna condenación. “Padre” vuestro dales a los tontos el eterno
tormento. ¡Dadles paz a los santos!]
Sangre fresca salía del rostro del
hombre mientras gritaba de pronto, perdiendo fuerza de su cuello y cayendo su
cabeza primero en el pasillo. Un bulto de sangre se esparció en el piso mientras
Hiro observaba.
Los ojos de Hiro se abrieron del asombro,
y de inmediato reviso si el asesino estaba vivo o muerto, pero el asesino
estaba muerto.
[No son solo asesinos ordinarios,
¿verdad…?]
[Eso es; son un grupo de asesinos
conocidos como la Tierra Negra de la Muerte.]
Cuando Hiro miro en dirección a la voz—
al final de corredor— vio a Driks, el oficial de segunda clase militar, parado
allí.
[Han sido cerca de 300 años desde que
su nombre salió a la luz. Estuvo la gran hambruna en el Gran Imperio Grantz en
ese tiempo. Los nobles y señores impusieron pesados impuestos a su gente,
provocando revueltas, invadiendo otros territorios, y otras fechorías fueron
hechas— y el Emperador fue asesinado.]
Mientras Driks se acercaba a Hiro, se
sentó con su espalda contra el muro.
[Es la única vez en la historia del Gran
Imperio Grantz que un emperador ha sido asesinado, y el nombre “Tierra Negra de
los Muertos” se esparció por el continente central.]
Cuando Hiro vio a Driks sudando,
frunció el ceño.
[¿No estás herido en alguna parte?]
[Me lastimaron, pero solo es un
rasguño. La razón de este sudor es por mi desesperado escape de la Tierra Negra
de los Muertos.]
[No éramos nosotros el objetivo, ¿sino
el segundo oficial Driks?]
[Sí, eso es. Cuando estuve buscando
unas cosas, me los encontré. Parecían tener el mismo objetivo y me atacaron de
la nada.]
Driks lanzó a Hiro una pila de papel
atada con lazos mientras corría.
[Parece que el Vizconde Wurst ha
recibido contratos con los esclavistas, registros de tráfico humano, e incluso
sobornos de los mercantes, y hay muchas otras cosas que pueden ser encontradas
si las ves.]
Con toda esa evidencia en mano, Hiro
podía usarla para influir al Vizconde Wurst. Será fácil llegar a su objetivo. Hiro
trato de agradecerle a Driks, pero un grito que sepulto la oscuridad agitó sus oídos.
[¿Puede ser—?]
El corazón de Hiro palpito, y el suelo,
tomando una decisión instantánea.
[Ghada, vienes conmigo. Oficial de
segunda clase Driks ve a despertar a Rosa y Liz.]
Corriendo en dirección de dónde el
grito vino, eventualmente vieron la luz iluminando la oscuridad. Parece que la
puerta al cuarto del Vizconde Wurst está abierta, y luz saliendo de allí.
Cuando Hiro llego allí, encontró a un
sirviente sentándose a espaldas con una cara pálida en la puerta frontal.
[Muy tarde, ¿huh…?]
Cuando Hiro entró al cuarto, vio que el
Vizconde Wurst estaba muerto.
[Ambos ojos fueron aplastados y su
cerebro fue destruido al mismo tiempo. Es una cosa bastante diestra hecha.]
Ghada, quien había alcanzado a Hiro,
dijo, y abrió su boca otra vez, recuperando el aliento.
[¿Debemos cerrar la ciudad? Quizás no
fueron los tres chicos de antes quienes lo hicieron.]
[No, no hay muros en esta ciudad, así
que pueden salir por cualquier lado. Es solo una pérdida de tiempo.]
Hiro cubrió el cuerpo del Vizconde
Wurst con una manta— y encontró algo cayendo al costado. Era una muñeca de
arcilla sin cabeza, la cual Hiro recogió y miró con una expresión sospechosa.
[¿Qué es eso? ¿Puedes decirme, Ghada?]
[¿No es una muñeca de arcilla hecha por
el hijo del Vizconde Wurst?]
[No tiene ningún hijo.]
Incluso si hubiera un niño, fue muy
bien elaborado.
Mientras estaban mirando a la muñeca de
arcilla, escucharon rápidos pasos viniendo del pasillo. No mucho después, Rosa
apareció. Detrás de ella estaban los soldados resguardándola y Driks.
[¡Tú! ¿Estás bien?]
Rosa se veía muy asustada— de pronto
abrazo a Hiro.
[Me alegra que estés bien. No pareces
estar herido. ¿Te duele algo?]
[Estoy bien. ¿Por qué estás tan
asustada?]
[Oí eso de la Tierra Negra de los
Muertos. Driks-dono me contó eso.]
Rosa estaba viendo si Hiro estaba
herido o no, pero entonces llego a su vista la muñeca de arcilla. Hiro lo notó
y levantó la muñeca y le pregunto a Rosa.
[¿Sabes qué es eso?]
[Es una muñeca de arcilla que imita al
“Padre”, quien es adorado como un Dios por la Tierra Negra de la Muertos. Son
muy asertivos. Siempre lo dejan en la escena de un asesinato como prueba que
mataron a alguien.]
Si es así, no parece que tenga sentido
guardarlo. Sin embargo, aunque había esperado que los señores nobles tratarían
de sabotear algo, no había esperado que irían a tales medidas extremas.
Qué se hace desde ahora… el plan se ha
ido al caño. Originalmente, el plan era usar al Vizconde Wurst como una
marioneta al aprovecharse de su debilidad y hacer un plan para destruir a la
nobleza central.
[Pero el Vizconde Wurst fue asesinado.
Significa que un nuevo señor será electo desde la nobleza central.]
Rosa dijo ansiosa, y Hiro le palmeó su
hombro para calmarla.
[No te preocupes, gracias a Driks,
tenemos un as bajo la manga.]
El asesinato fue un éxito, pero
fallaron en destruir la evidencia.
[No esperaba que sea tan fácil en
primer lugar. Contrataron a la Tierra Negra de los Muertos para asegurarnos que
eran serios. No es malo.]
La razón por la que contrataron a la
Tierra Negra de los Muertos en lugar de usar uno de sus protegidos es que
temían ser buscados, sino también incrementar la certeza del asesinato y la
destrucción de evidencia.
[Ghada, Driks.]
Cuando Hiro dijo sus nombres, se
acercaron y postrándose de una rodilla al suelo.
[Ghada, quiero que te unas a la armada
que está poniendo un campamento afuera y prepárate para irte.]
[Como desees.]
Ghada se paró y se dio vuelta para
pasar por el corredor.
[Driks, quiero que te adelantes a la
Gran Capital Imperial con los guardias. Quiero que hagas un reporte de eso en
el camino y se lo des al Primer Ministro Gils.]
Hiro le entregó una pila de papel con
lazos a Driks, la debilidad de la nobleza central.
[Se lo entregaré, incluso si me cuesta
la vida.]
Con una cara tensada, Driks también
corrió por el corredor con unos cuantos soldados.
Las únicas personas sobrantes en el
cuarto eran, Hiro, Rosa y los soldados protegiéndola.
[Por cierto, ¿dónde está Liz?]
[Tan pronto se despertó, se llevó a los
soldados y salió a patrullar la mansión. Estaba preocupada por ti, pero dijo
que tenía cosas que hacer.]
Mientras Rosa decía eso, Liz entro al
cuarto con Cerberus.
[He despertado a todos los sirvientes y
los reuní en el salón. También envié a un equipo de cuatro soldados a patrullar
la mansión. Si hay alguien sospechoso, lo reportaran rápido.]
[Gracias, es de mucha ayuda. Envié a
Ghada afuera, debería de volver pronto.]
[Sí… Hm, no pareces estar herido— Me
alegra que estés bien.]
Mirando el cuerpo de Hiro, Liz confirmo
que no estaba herido y lo abrazó.
[Realmente quería que ayudarás aquí,
¿sabes?]
Hiro le sonrió a la chica.
[Estaba bien aquí. Así que me alegra
que pudieras salir de eso.]
Si Liz hubiera tomado la decisión de
ayudar a Hiro, él la habría regañado por descuidar la seguridad de los
sirvientes, aunque no tenía idea de lo que iba.
[Hiro, ¿crees que estoy estúpida?]
[No, para nada, pero actúas como uno a
veces.]
[Eres horrible. ¿Es lo que realmente
piensas…?]
Es obvio, ya que es un miembro de la
familia imperial, no significa que no tenga cualidades. Su cualidad también es
suficiente para que Hiro la viera. No es inferior al Gran General que ella una
vez trato de volverse.
[Perdón, solo estaba bromeando.]
Hiro sonrió, y Liz alzó sus mejillas en
disgusto.
[Mm, está bien, pero… ¿qué vamos a
hacer ahora?]
[Dejaremos este lugar en manos de la
secretaria de Zuik, y nos iremos mañana temprano. Necesitamos irnos antes que
extraños rumores salgan. Claro, estaremos al tanto de las cosas…]
Si fuera cierto, había preferido dejar
el mandato temporal a uno de los nobles del Este, pero pudo haber dado una
irritación innecesaria a los nobles del centro. Sería mejor dejar la decisión
al personal del Primer Ministro Gils.
[Entonces ustedes chicas deberían ir a
la cama ahora. Me ocuparé del resto.]
[Pero…]
[Liz, seamos tolerantes. Si no duermes
algo, no podrás ponerte el maquillaje como se debe.]
Hiro asintió a las palabras de Rosa.
[Cuando hagas tu regreso triunfante a
la Gran Capital Imperial, serás vista por muchas personas, así que no deberías
darles una mala impresión por la falta de sueño.]
Hiro las apresuró a irse y se quedó
solo en el cuarto.
[Tierra Negra de los Muertos, ¿huh?]
La mirada de Hiro se dirigió a su propia mano. Allí estaba la muñeca de arcilla que el asesino había dejado atrás.
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