Capítulo
35: Una Kaede Abatida
Acabábamos de terminar nuestras
actividades de club diaria como es usual, pero había algo diferente en este
día. Kaede ya se había ido.
Pero sé por qué. Son las bolsas de
chocolates en las bolsas que estoy sosteniendo con mis manos.
[Kaede…]
Durante las actividades de club, chicas
llegaron a darle chocolates a los miembros del club de soccer, buscándolos,
incluyéndome. Para ser honesto, me habría gustado rechazarlos, pero Shinji,
quien estaba parado a mi par, recibió chocolates con una fresca sonrisa, así
que no tuve elección que hacer lo mismo. Cuando Kaede vio eso, me miro y habló.
[Ugh… Yuya-kun, idiota… eres todo un
mujeriego… ¡Ya me da igual!]
Y luego corrió. ¡Pero no estoy en mi
modo coqueto, ¿sabes?! Quería gritar, pero había muchas chicas frente a mí,
así que ni siquiera podía ir tras ella.
Al final, el manager se ocupó de todos
los chocolates porque eran una molestia para practicar, y también fueron
distribuidos a las personas apropiadas luego de las actividades.
Fue una lastima para los otros, pero no
fue bueno intervenir con las actividades de club. Como resultado, ahora tenía
un regalo en mi mano de otra chica cuyo nombre y rostro no conozco, pero yo
honestamente no podía estar molesto con eso.
[No pienso en nada de los chocolates
que recibí de alguien más que Kaede…]
Quizás porque era desalmado para mí
pensar así. Pero no se podía evitar. Recibí el mejor chocolate de la persona
que más quería, y he pasado la más dulce y feliz noche de mi vida.
[No puedes darle chocolates a alguien
quien tiene novia, ¿cierto? Aún no me le he confesado, así que ella no es
esencialmente mi novia, pero…]
Hoy, Shinji me dijo que Kaede y yo
habíamos estado formando un “acaramelado aire”. Incluso si argumento que no lo
pretendía, los dos, quienes ya eran famosos por ser una pareja, siguieron
insistiendo en eso.
[¡Cállate, segunda generación de
pareja!]
¿Qué fue eso? ¿Qué hice mal? ¿Fue
cuando le prometí a Kaede que miraríamos las estrellas juntos? ¿O fue cuando le
dije que quería abrazarla tanto como pudiera cuando estuviéramos solos? No,
¿ninguna de esas? Aún no lo sé.
[Pero eso no importa. ¿Qué debería
decirle a Kaede…?]
La pregunta que queda sin respuesta
mientras vuelvo a casa. Lo siguiente que supe, ya estaba parado frente a mi
casa. Oh, Dios mío. ¿Qué debería hacer? ¿Kaede está enojada?
¿O está llorando? ¡No sirve de nada
pensar! ¡Vamos!
[Estoy, estoy en casa…]
Normalmente, vendría a la puerta de la sala,
haciendo un sonido de pasos mientras me recibiría con “bienvenido a casa”, pero
hoy, no hubo respuesta. La puerta fue bloqueada, así que no había duda que
alguien más estaba aquí, pero ¿dónde?
[…ya…kun… Yu…ya…kun…]
Un leve murmullo podía escucharse. No
era un sollozo, sino una voz llena con cierta dulzura. Es probable que venga
del cuarto. Silencié mi respiración y lentamente me metí en la escena. Era como
si estuviera pretendiendo ser un espía con el código “Snake”.
[Yuya-kun… Yuya-kun…]
Mientras más me acercaba, la voz que
oía más clara era. ¿Estaba diciendo mi nombre? Pero el sonido de su voz era más
“sexy” de lo usual.
[Suu… haha… suu… haha… abrázame. Abrázame
más fuerte, no me dejes ir…]
¡¿Kaede?! ¡¿Qué carajos estás haciendo?!
Hice lo que pude para resistir mis
ganas de gritar al sonido de su encantadora voz saliendo del cuarto, y
lentamente abrí la puerta un poco, con cuidado de no ser notado.
[¡Yuya-kun es mi Yuya-kun, sabes! ¡No
se lo daré a nadie más!]
Si mi cerebro estaba procesando la
información que mis ojos estaban capturando correctamente, entonces lo que
estaba pasando en mi cuarto justo ahora era Kaede en nuestro futón, yaciendo de
espalda con su rostro en mi pijama, la cual había estado llena con mi esencia.
Y en la almohada también. Sus piernas estaban retorcidas. Se ve lindo.
¡Espera, no lo es!
[Hehe… huele bien. Es como ser envuelta
por Yuya-kun… Es lo mejor…]
[Parece que Kaede prefiere olfatear mis
pajamas que ser abrazada por mí.]
[¡No es cierto! ¡¡¡Sería más que feliz
siendo abrazada por el real Yuya-kun—!!! ¡¡¿YUYUYA-KUN?!! ¡¿Cuánto tiempo has
estado allí?!]
Kaede salto y se hizo a un costado de
la cama a gran velocidad, al costado donde usualmente dormía. Pero no dejo mi
pajama y siguió abrazándola fuertemente. No estoy seguro por qué me siento tan
mal.
[¡Err, no es así, ¿sabes?! ¡No es como
que esté celosa del hecho que Yuya-kun recibiera chocolates de otras chicas, o
que estuviera deprimida porque le dije algo terrible! ¡No es como que viniera a
casa sola y estuviera sola queriendo oler la esencia de Yuya-kun y me excitara
cuando lo hice, ¿sabes?! ¡No es eso, ¿sabes?!]
‘Zee-hah, zee-hah, zee-hah, zee-hah.’ A
pesar de decir eso, Kaede estaba respirando con sus hombros retorciéndose.
Sí, eres alguien que revela todas las respuestas antes de, ¿cierto? Ni siquiera
necesite hacer una guía de preguntas para hacerte escupir.
[Ugh… Yuya-kun es un baka… ¿Por qué no
me llamaste luego? Usualmente dices “Estoy en casa”. ¿Por qué viniste a casa
con calma solo hoy?]
[No, lo dije como se debía. Pensé que
era extraño que no respondieras, pero luego oí tu voz en el cuarto…]
Bueno, me disculpo por ser menos
ruidoso de lo usual. Aunque, no esperaba verte con tu rostro en mis pajamas,
¿sabes?
[Bueno, ¿por qué… te disculpas? Si
quieres disculparte, puedes… dormir con un abrazo esta noche, si está bien
contigo. Haré lo que quieras hacer, Kaede, para ponerte de buen humor, ¿sabes?]
[¿…En serio? ¿Harás todo lo que quiera
que hagas? La palabra de un hombre tiene que ser firme, ¿cierto?]
Oh eso es extraño. Noté que se suponía
que haga algo por Kaede, ¿cierto? Bueno, no es un problema en sí, pero ¿qué con
esos ojos brillantes?
[Entonces, pon tus brazos alrededor de
mí. Acaricia mi cabeza. Y… mímame toda la noche y no me sueltes, ¿bien?]
[Como diga, mi princesa…]
Luego de decir las palabras que siempre
he querido decir, baje mi cabeza. Estaría más que feliz de dormir con la
calidez de Kaede en mis brazos.
[Phew. Estoy esperando la noche. Oh, se
hizo tarde, pero bienvenido, Yuya-kun. ¡La cena está lista, comamos!]
[Volví, Kaede. Gracias por todo. Me
pregunto qué hay de cena hoy— Me muero por ello.]
Disfrutamos el teriyaki casero de
Kaede. Luego tomamos un baño para recuperar nuestra fatiga y cumplir la
petición de la princesa.
[Ehehe… Estoy feliz. Es bueno joderla
de vez en cuando.]
Antes de dormir. Mientras estaba
palmeando la cabeza de Kaede con mi brazo de almohada, sin más me dijo eso. No,
si la jodes, harás que mi corazón duela, ¿puedes parar por favor?
[No, por favor no. No tienes que
joderla, solo dime y haré algo por ti.]
[Nunca olvidaré esas palabras, ¿bien?]
Kaede restregó su cuerpo más a mí. Si
muevo mi rostro un poco, puedo besarla. Mire al techo para asegurarme que no
pase. Aún no. Ya he decidido que voy a besarla luego que confiese mis
sentimientos. Ya lo he decidido. Creo que el orden de las cosas está mal,
pero tengo que ser paciente.
[Hm. Eres muy disciplinado en una forma
rara… ¡Pero amo eso de ti también!]
[¿Es la parte donde deberías decir
“gracias”?]
[Bueno, ¿quién sabe? Vamos, durmamos.]
Las luces en el cuarto se apagaron y se
puso oscuro. Lo tomé como una señal para abrazar gentilmente el suave cuerpo de
Kaede.
[Buenas noches, Yuya-kun…]
Murmuré en su oído y la cortina cerró
el Día de San Valentín de este año.
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