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 Capítulo 4 – El Despertar del Emperador de las Llamas x El Surcar de la Princesa de las Llamas

 

Diciembre 26 del año 1023 del Calendario Imperial: Las Planicies de la Esperanza en la parte sur de la Región Central.

 

Filas de personas y caballos se movían con prisa. Un grupo de soldados, sus armaduras crujían, sus lanzas brillaban. La luz del sol se sentaba en mar abierto, vertiéndose en la tierra e iluminando brillantemente el futuro de las personas viviendo en el suelo.

 

La bandera revoloteando en la gentil briza es el escudo de armas del dragón negro, y danzando a su par está una bandera con una flor de lirio en un fondo rojo— la bandera del cuarto príncipe y sexta princesa del Gran Imperio Grantz.

 

Los soldados están corriendo bajo la historia bandera. Nadie estaba tomándoselo con calma, y estaban trabajando tranquilamente para realizar sus deberes.

 

En la formación ordenada, había un lugar que sobresalía. Era el centro de comando donde todas las personas importantes estaban reunidas.

 

Dentro, el aire estaba lleno de seriedad mientras esperaban a que el consejo militar iniciara. Todos estaban viendo a la persona sentada en el asiento de honor con una mirada nerviosa en sus rostros.

 

La sexta princesa, Celia Estrella. Parada a su par esta el cuarto príncipe, Hiro.

 

[Ahora que todos se han reunido, ¿puedo pedir un reporte?]

 

Hiro hizo una pregunta. Al final de la línea está la nobleza central con quienes tienen una relación cooperativa.

 

[¡Ha!]

 

Quizás era el resultado del extremo nerviosismo, pero uno de ellos respondió con una voz fuerte y se paró. Señaló al mapa central con un dedo tembloroso y movió su boca para escoger sus palabras cuidadosamente.

 

[Parece que la armada rebelde, liderada por el General Loing y asistida por “Nameless”, ha detenido su marcha justo frente a la Gran Capital Imperial.]

 

[¿Ha habido alguna demanda de los rebeldes?]

 

[Nada, señor. Sin embargo, los nobles en las cercanías han recibido cartas amenazantes.]

 

Si no toman partido, no hagan nada. Si están del lado equivocado, los destruiremos en un parpadeo. El valor militar del antiguo general militar Loing es bien conocido por Grantz. Todos debían temerle. Sobre todo, en el centro, donde hay muchos nobles codiciosos, hay algunos que tienen el espíritu de rebelarse contra el General Loing.

 

[Va a ser difícil atraer a la nobleza de esta área a nuestro lado.]

 

Hay 3800 aquí. Es como lanzar una piedra en el agua fangosa donde tu oponente tiene 30000. Cualquier pensaría que serían tragados al instante.

 

[Es una situación difícil. Los nobles en las cercanías temen ser atacados y destruidos, pero siguen ocultos y no mostraban señales de moverse. Si se dan cuenta que la armada rebelde está en desventaja, estarán felices de entrarle, pero a cómo va, seguirán en espera.]

 

Hiro libero un suspiro de decepción mientras escuchaban palabrerías.

 

[Entonces, ¿conocen los movimientos de los nobles fuera del centro?]

 

[El otro día, recibí noticias que el Segundo Príncipe Stobel está de camino. La nobleza del este pudo haber recibido la información para hoy, aunque no serán capaces de hacer algo al respecto debido a la seguridad y las actividades de reconstrucción en la región Felzen.]

 

Los nobles del centro, quienes tosieron, siguieron hablando.

 

[En cuanto a la nobleza del sur, no tenemos información suficiente para saberlo con seguridad, pero no parece que vayan a moverse, así que creemos que están planeando mantenerse en silencio.]

 

Rosa le envió una carta a Hiro ayer diciendo que los nobles restantes del este estaban dirigiéndose a ellos a toda velocidad. Pero aun así, lo llegarán a tiempo para que Hiro y los otros combatan con los rebeldes.

 

[Es decir, pudimos adelantarnos a todos los otros.]

 

No había forma de perder esta oportunidad. Él miró a Liz, y ella asintió.

 

[Deberíamos descansar aquí un par de dúas para prepararnos para la próxima batalla. Durante se tiempo, enviaré otra carta a los nobles aledaños. Si atraemos su entusiasmo, algunos podrán moverse.]

 

La decisión de Liz no era mala.

 

Además de los 3000 soldados de la nobleza central que cooperaban con ellos, los 800 de la armada del cuervo llegaron aquí desde el sur en a marcha forzada. Ellos debían aliviarse de su fatiga antes de ir a la batalla. Incluso si solo son 800, pueden tener un impacto en una situación de guerra.

 

Aún hay tiempo para que descansen ya que fueron los primeros en llegar aquí.

 

[Aunque, sería mejor estar en guardia.]

 

Por eso, debería estar alerta de los ataques nocturnos. Un hombre que se ha alzado en el pináculo del servicio militar en el Imperio Grantz no debería ser tomado a la ligera. Será el primero en tratar de aplastarlos con todas sus fuerzas.

 

[Sí. Si los rebeldes no nos aplastan, tendremos nuestras espaldas expuestas.]

 

Hiro asintió su cabeza a las palabras de Liz.

 

Si quieren atacar y destruir la Gran Capital Imperial, deben hacer todo en su poder para hacerlo así. Si es así, no esparcirán sus fuerzas, sino que usarán toda su fuerza para destruir a Hiro y los otros.

 

[Pero entonces, ¿por qué no cooperamos con los Caballeros del León Dorado quienes están resguardando la Gran Capital Imperial? Mientras estamos luchando, los Caballeros del León Dorado pueden ir por los rebeldes.]

 

Liz preguntó una pregunta razonable.

 

Hiro trato de responder, pero antes de poder, Aura se paró de su asiento.

 

[Es peligroso.]

 

[¿Por qué?]

 

Aura empezó a explicar, moviendo piezas en el escritorio mientras Liz inclinaba su cabeza con curiosidad.

 

[Estoy seguro que eso es lo que el General Loing espera.]

 

Si los rebeldes empiezan a luchar con Hiro y los otros, sus espaldas estarán de cara a la Gran Capital Imperial. Lucirá tan atractivo que querrán morderlo. Si ese fuera su objetivo, sacar a los Caballeros del León Dorado de la Gran Capital Real, sería un desastre en sí mismo.

 

[Si fuera yo, organizaría una fuerza separada. Yo atravesaría a los Caballeros del León Dorado y atacaría la puerta de la Capital Imperial.]

 

Entonces la massacre de las personas, prenderles fuego a los edificios, demoler el palacio imperial, y robar todos los tesoros.

 

Una vez el centro del Imperio Grantz esté paralizado, el plan estará completado mientras los otros países llegarían a atacar y colapsaría. Por eso, no tenía más opción que tomar acción. Este es el mejor curso a seguir.

[Ugh, parece peligro esperar a los Caballeros del León Dorado para luchar.]

 

[Sí… Es mejor no incluirlos en la guerra.]

 

En otras palabras…

 

En esta batalla, los Caballeros del León Dorado no podrán moverse hasta que el ganador esté decidido.

 

Por el contrario, mientras no sigan con el plan del General Loing, la Capital Imperial Grantz no será involucrada en la guerra. si el Emperador fuera fuerte, él tomaría acción, pero si sabía que los nobles correrían a apoyarlo, no tomaría tal movimiento.

 

Es demasiado imprudente, incluso después de pensarlo otra vez.

 

Si la ciudad está sitiada, las armadas de las cinco grandes casas nobles, excluyendo a la Familia Krone, correrán a reforzarlos. Además, a pesar que la Gran Capital Imperial no ha sido expuesta a la guerra por muchos años, sus muros siempre están mantenidos, y es reconocido por su fuerte fortificación.

 

Los rebeldes ya están perdidos. A pesar que podían ver que están perdiendo…

 

Como sea, si luchan, pueden ser capaces de ver lo que el otro lado está pensando. Hiro no tenía más opción que cambiar de parecer. Primero, debería pensar en cómo luchar con 3800.

 

[Bueno, hablemos del future.]

 

Hiro murmuró y empezó por alrededor del escritorio, y las personas sentadas en sus sillas se pararon de una vez.

 

[Primero, ¿dónde está el lugar donde el antiguo General Loing asentará su campamento?]

 

Hiro lanzó una mirada a los nobles centrales. Aclaró su garganta y empezó a moverse.

[Ha encampado a 6 kilómetros de la Gran Capital Imperial.]

 

No hay nada alrededor. Parece que no hay lugar para esconderse.

 

No es el mejor lugar para un ataque sorpresa, pero aun así había un lugar para esconderse, la lluvia del otro día habría hecho imposible el acercarse tranquilamente con el sonido del lodo resonando.

 

¿Y cómo derrotarán a 30000 personas? Necesitarían un plan ingenioso.

 

[¿A alguno se le ha ocurrido un plan mejor?]

 

Hiro miró a las personas alrededor del escritorio.

 

[Hey, Hiro, ¿realmente necesitamos ganar?]

 

Era suficiente para que Hiro entendiera lo que Liz quería decir. No era que no lo había esperado, pero lo había descartado como una idiotez. Sin embargo, si se lo negaba a este punto, ella se habría asustado. Finalmente estaba ganando suficiente confianza para expresar sus propias opiniones.

 

Hiro se sintió bien con el crecimiento de Liz y decidió esperar que siguiera en silencio.

 

[Solo hay 30000 de ellos, ¿verdad? No habrá ningún otro refuerzo, ¿verdad?]

 

[Bueno, sí. Dependiendo en el futuro de la situación de la guerra, puede haber algunas personas que se alinearán con los rebeldes, pero en cuanto ahora, solo tienen 30000 con los que luchar.]

 

[Pero solo somos 3800 ahora, pero si nos unimos con los otros nobles, ese número crecerá rápidamente, ¿cierto?]

 

[Sí. Creo que al menos será más de 20000.]

[Si ese es el caso, no creo que necesitemos tomarlos en serio. Creo que deberíamos luchar para evitar perder, seguir en contacto con los otros nobles, y finalmente cercarlos y erradicarlos…]

 

Hiro sonrió y le respondió a Liz, quien estaba observándole para ver cómo iban las cosas.

 

[No es una mala idea. Creo que es un buen movimiento.]

 

[¿En serio?]

 

No es mala idea. Determinado a explicar sin lastimar sus sentimientos, Hiro empezó a hablar en un tono calmado.

 

[Pero el plan de Liz funcionaría si el Imperio Grantz fuera inflexible.]

 

Realmente noes una mala idea. Si fuera posible, quería mostrarle la luz del día, pero la situación no lo permitiría.

 

[Si esta batalla simplemente hubiera sido entre los rebeldes y el Imperio Grantz, no habría sido problema.]

 

Aquí es donde el problema del derecho de sucesión al trono entraría al juego.

 

Por ejemplo, si se unían con los otros nobles, los otros herederos al trono tomarán la iniciativa de tomar el liderato para quedarse con el crédito. Es decir, habrá una competición por el crédito. Incluso hay una posibilidad que esto lleve a unas peleas.

 

Si las disputas políticas son llevadas al campo de batalla, no habrá día pacífico, sino días de temor por un asesinato. Esta es una excelente oportunidad para que el heredero al trono se reuniera en un lugar. Crearía una situación donde podía sacar a todos sus rivales a la vez.

 

Si eso pasa, no serán capaces de trabajar mano a mano para destruir a los rebeldes. Se pondrían alerta e incapaces de confiar en alguien.

 

Si fuera un rebelde, me aprovecharía de esta oportunidad. Orientarlos mal con falsos rumores y dividirlos.

 

Hacer muchas traiciones y cansarlos. Si eso pasa, no serán nada, y no serán una amenaza. En tal situación, es difícil decir si podrían luchar de frente contra los rebeldes. Si no, pueden ser destruidos.

 

[Entonces… no tenemos más opcion que ir por la Victoria con los 3800.]

 

Liz suspiro profundamente en arrepentimiento y empezó a mirar al mapa otra vez con un gruñido.

 

Hirola miró y entonces miró a los otros.

 

[¿Alguien más tiene alguna idea? ¿Qué tal Aura?]

 

[Hm… Creo que pensaré un poco más.]

 

[¿Qué hay de Skaaha?]

 

[Creo que un ataque sorpresa es la única forma de seguir. El terreno es lodoso debido a la lluvia, pero creo que aprovecharse de la oscuridad para atacar al enemigo será más efectivo que una batalla de frente.] 

 

Skaaha se cruzó de brazos y giró sus verdes ojos a Hiro.

 

[Creo que deberíamos hacer algunas cosas antes de eso. Todos ellos son soldados traídos por nobles que habían perdido la cabeza de la ira. Dudo que haya lealtad allí. Si están en una situación donde pueden morir, habrá desertores.]

 

Si hubiera sido un noble sin nombre, Hiro habría seguido con la historia de Skaaha.

 

Pero el otro lado era el antiguo General Loing. Hay muchos nobles que le devotaron su dignidad, y hay muchos soldados que lo envidian cuando piensan en el registro de guerra que había dejado atrás.

 

Un intento a medias no funcionaría. Si eso falla, puede fortalecer la unidad de la armada rebelde. Hiro cree que las cosas deben hacerse con cuidado. El antiguo General Loing debe tener muchos movimientos en mente. La llave a la victoria o la derrota yace en cómo ambos lados son capaces de llegar a los movimientos del otro.

 

[Lo estás pensando de más, ¿verdad? No sé cuán estupendo este tipo Loing es, pero no creo que vaya más allá que Hiro-dono, ¿cierto?]

 

[Quizás, pero… no creo que duela preocuparse un poco por eso.]

 

[Tienes un punto, pero—]

 

Skaaha aún estaba tratando de pensar en algo que decir.

 

[No, detengámonos aquí.]

 

Luego de ver a Hiro por un rato, cerró la boca y se silenció. La extraña reacción tomó por sorpresa a Hiro.

 

[¿Tienes una idea, Hiro?]

 

Cuando Aura lo llamó, su sentido de disconformidad lo sacó de sus pensamientos.

 

[Oh sí, la tengo.]

 

La sonrisa de Hiro se profundizó mientras veía el campo.

 

[Creo que usaré el lodo.]

 

[¿El lodo…?]

 

Aura pestañó e incline su cabeza como si no entendiera lo que él estaba tratando de decir.

 

Hiro recogió una de las piezas de su escritorio y la colocó en el mapa.

 

[De acuerdo al reporte de la unidad de reconocimiento, varios pantanos se han formado aquí.]

 

Eran 18 kilómetros del norte de las Planicies de Hope, donde Hiro y los otros habían puesto su campamento— 12 kilómetros al sur del campamento rebelde.

 

[El primer paso está en atraer a los rebeldes aquí. Vamos a poner trampas y tratar de ganar la batalla de una vez.]

 

Hiro miró a Liz y Skaaha con una extra mirada.

 

[También aplicaré su plan. Han pensado demasiado en ello, y sería una lástima perderlo.]

 

La expresión de Liz era una mezcla de sorpresa y deleite. La única respuesta de Skaaha fue retorcer sus hermosas cejas.

 

[Así que cada uno de ustedes tendrá un importante papel que jugar desde ahora.]

 

Hiro miró a las personas reunidas en el centro de comando con exagerados gestos de manos y habló con ganas.

 

[Primero, quiero que compren tanto aceite como puedan de las villas y ciudades cercanas.]

 

Hiro explicó, colocando pieza por pieza en el mapa.

 

[Luego de eso, lo haremos pasar como lodo y le prenderemos fuego al aceite.]

[¿Fuego…?]

 

La pregunta de Aura se encontró con una asistencia de Hiro, quien señaló al mapa.

 

[Luego de eso, quiero que corten algunos árboles del bosque cercano. Intento colocarlos entre nuestras fuerzas y las del enemigo para formar un muro.]

 

Entonces llegó el momento de obtener flechas, averiguar quién jugaría qué papel, quién lideraría las tropas, y cuánto tiempo necesitarían para prepararse, aplicar el plan de Skaaha, incorporar el plan de Liz, y encontrar un plan que satisfaga a todos.

 

[Es solo una teoría. No todo irá como lo planeado.]

 

Solo necesitaban estar preparados para fallar. Hiro entonces levantó la mirada del mapa y sonrió.

 

[Si fallamos, yo haré que sea un éxito. Quiero vayan a la batalla con la mente clara.]

 

Esa fue la última cosa que él dijo.

 

[Entonces empecemos a planear.]

 

Hiro dijo que se disolvieran.

 

[¡Déjame el resto a mí y espera las buenas noticias, Hiro!]

 

Liz fue la primera en dejar la tienda para hacer su parte.

 

[Estoy preocupada; Iré a verla…]

 

Aura, quizás nerviosa en dejárselo todo a Liz, se fue con una súbita expresión en su rostro. Luego de eso, Ghada y los otros también dejaron la tienda para cumplir sus respectivos papeles.

[Su Alteza Hiro, ¿qué deberíamos hacer?]

 

Los nobles centrales quienes iban a ayudarlos en esta guerra preguntaron con una apariencia de confusión en sus rostros.

 

Hiro sacó una bolsa llena de monedas de oro de sus bolsillos.

 

[No me guardaré nada, así que quiero que hagan algo.]

 

Cuando la bosa de monedas de oro fue colocada en el escritorio, un sonido de joyas resonó por la tienda.

 

[Quiero que compartan el heroísmo de Liz con las personas y nobles que viven en el centro.]

 

[¿Es todo lo que quiere? ¿Hay algo más con la rebelión?]

 

[No, solo Liz. Si otros rumores se esparcen juntos, la información puede mezclarse y causar confusión. Solo hablen de Liz, es todo.]

 

Con solo 3800 soldados, ella se fue a la crisis nacional. Los corazones de las personas seguramente arderán cuando escuchen la historia de Liz, quien entro en batalla para aliviar la ansiedad de las personas, nadie se guardará nada. Eventualmente, bardos escribirán canciones, y bailarines danzarán con el son en las tabernas.

 

[Muy bien. Entonces deje que nos preparemos.]

 

Entonces los nobles centrales murmuraron que no necesitaban el oro. Amablemente se rehusaron, murmurando que era una inversión para el futuro.

 

[Bueno, lo dejamos ahora.]

 

Hiro dijo una palabra de agradecimiento a espaldas de los nobles partiendo y entonces retomó su atención a la mujer que se había quedado hasta el final.

[Skaaha, ¿qué quieres de mí?]

 

[Hm… Bueno, digamos que tengo algo que hacer.]

 

En un tono confuso, Skaaha camino a Hiro, palmeando la parte de atrás de su cabeza de manera confusa. Se detuvo y miró el rostro de Hiro con sus ojos azules.

 

[No cargues con más de lo que puedes. Tienes muchos amigos, y deberíamos confiar en ellos un poco más.]

 

[…]

 

El rostro de Hiro estaba asombrado, y Skaaha toco la punta de su nariz en vergüenza.

 

[Soy nueva aquí, así que es natural no ser de confianza. Creo que al menos deberías decirle algo a Aura-dono y Liz-dono. Parece que las has estado preocupando mucho últimamente.]

 

[¿Liz y Aura…?]

 

[Es fácil de entenderte estos días. Puedes organizar una reunión con ellas luego que la batalla se acabe. No quieres arrepentirte… ¿verdad? Habla con ellas.]

 

Skaaha palmeó a Hiro en el hombro.

 

[Muy bien, iré a apoyar a Liz-dono con eso.]

 

Ella dejo la tienda, dejando su consejo para cumplir con su papel. Tenía su peso. Las palabras que solo podían ser dichas por una mujer que había perdido a su familia. Cuando quiso hablar con ella, ya no estaba, pero su rostro aún estaba en su corazón.

 

En lugar de arrepentirse por el resto de su vida, dime qué está en tu mente. Quizás eso es lo que Skaaha quería decir. Pero no tenía las palabras para decirlo ahora.

 

[Tarde o temprano, incluso si confió en ellas, dependerá en qué tipo de resultado esta batalla tendrá.]

 

Hiro tocó una, dos o tres piezas del mapa y entonces bajo su rostro.

 

Había una cosa que no había mencionado en el consejo militar. Una cosa que pensó que sería problemático si las personas lo descubrieran. Hiro no se atrevió a mencionar el nombre de “él” en el consejo militar.

 

[Ha… Haha.]

 

Era inconscientes.

 

[Huh. ¡Ha, hahaha!]

 

El placer brotaba den las profundidades de su corazón. Un incontrolable frenesí estaba revolviendo su corazón.

 

[Fufu, haha ― ¡guh!]

 

Pero en cambio, la expresión de Hiro se volvió dolorosa, y su frente empezó a sudar mucho. su corazón estaba latiendo rápido, y apretó su pecho para mostrar su resistencia. Como si tratara de controlar su respiración, se recostó contra el descanso de la silla y miro al cielo con ojos vacíos.

 

[Liz… lo siento.]

 

La locura dentro de él quiere guerra. Puede sentir su malévola mente agitándose. Puede sentir que deja de ser él menos y menos mientras la oscuridad toma su consciencia. Hiro miró al mapa en su escritorio como si escapara de su dolor. Miro a las piezas que mostraban las posiciones de varias fuerzas.

 

[Si las van como se planeó…]

 

El mundo será exactamente como quiere. Así que no puede suprimir su placer— la añorada guerra. no era algo que pudiera ser manejado con lógica. La razón no tenía uso para ello.

 

[No creo que pueda soportarlo más…]

 

A pesar de sus palabras de resignación, Hiro formó una gran sonrisa, acarició su parche, y busco por señas en sus alrededores. Pudo escuchar los sonidos de los soldados moviéndose a prisa mientras empezaban a prepararse para la batalla.

 

Sin embargo, el centro de comando fue envuelto en un extraño silencio, como si se separara del mundo.

 

Hiro miró a los cielos y frunció su Celestial Ojo Espiritual.

 

Las estrellas estaban parpadeando en el cielo. Aún estaban brillando ya que tenían miles de años.

 

[Finalmente… finalmente.]

 

Hiro puso su mano en el borde de su parche y lo removió sin dudar.

 

[Altius, el heredero de tu voluntad ha aparecido.]

 

Una misteriosa luz salía del ojo izquierdo de Hiro. Y así— había una oscuridad de lamento que impactaba su corazón.

 

Crujió.

 

La atmósfera crujió.

 

El espacio no podía soportar la inmensa fuerza y empezó a hacer un sonidito alrededor de los alrededores.

 

El ruido que había estado sonando en un rincón de su cabeza por mucho tiempo.

 

[Rey, el heredero de tus sueños ha llegado.]

 

— Era un sonido claro.

 

[¡¿—?!]

 

Stobel se paró de su silla con vigor y corrió al exterior con una diabólica mirada en su rostro.

 

Pero afuera estaba tranquilo.

 

Los soldados estaban patrullando las brechas entre las barracas con antorchas en sus manos. En una fría noche como esa, parecía que hay muchos soldados vagando en el exterior, así que no había mucha actividad.

 

Como es usual, había un normal y no resaltable campamento frente a él.

 

[Mierda…]

 

Pero Stobel no removió el color de precaución de sus ojos. Miro alrededor como si estuviera observando los alrededores. Viendo al cielo, el sol se había puesto, y la luna con una cálida luz estaba andando en el aire.

 

Era porque estaba en posesión de uno de los Cinco Emperadores del Espíritu de la Espada que se sentía de esa manera, pero para los soldados que no tenían protección, no les daría esa calidez, ni aliviaría el frío viento que pasaba por su piel.

 

[¿Ocurre algo? Su Alteza Stobel.]

 

Una voz familiar llego detrás de él. Sin darse la vuelta, él podía saberlo. Era el antiguo General Loing.

 

Debió haber estado preocupado con Stobel, quien de pronto corrió y lo siguió.

 

[Sentía una presencia similar. No— no la misma.]

 

[Yo no sentí nada… Debe ser tu imaginación.]

 

Loing hablo levemente mientras ponía su mano en su nuca.

 

[Has estado bebiendo, y tu ebriedad pudo haberte causado escuchar cosas.]

 

Este viejo soldado siempre habla sin miedo y sin escoger sus palabras con cuidado. Ha olvidado cómo ser asertivo. Stobel estaba acostumbrado a eso, así que no estaba molesto, pero estaba más preocupado acerca de la presencia no identificada que había sentido recién.

 

[Hmph, eso fue muy poderoso como para quitarte la ebriedad.]

 

[¿Así es eso…?]

 

Cuando Stobel volvió a la tienda y se sentó en su silla, Loing murmuró para sí como si algo como si no fuera nada más, sacando un suspiro.

 

En todo caso, estoy esperando tener más personas fuertes. Sin embargo, no importa cuánto él beba, sus mejillas no se ponían rojas, y su postura no se debilitaba, indicando que no parecía estar ebrio.

 

[Licor, mujeres, guerra. En el pasado, eso era todo lo que un hombre necesitaba.]

 

[He oído hasta el cansancio de tus viejas historias.]

 

Stobel sonrió, pero el viejo soldado mantuvo su buena sonrisa en su rostro y siguió hablando.

 

[Si has vivido una vida fácil y sencilla, eventualmente buscarás paz en cierto lugar. Supongo que es inevitable.]

 

Loing le dio una mirada distante de nostalgia.

 

[Aunque te sacaron de tu lugar…]

 

El viejo soldado se rio al sarcástico comentario de Stobel.

 

[Tienes razón. He vivido lo suficiente para saber que perder mi hogar no dolerá ni me lastimará. En todo caso, entre en la cima del Imperio Grantz— la Armada de los Cinco Generales, así que mi vida no fue mala.]

 

Las vacías botellas de licor estaban apiladas como una montaña en el regazo de Loing. De pronto, la mirada del viejo soldado cayó en las vacías botellas.

 

Una pisca de tristeza cubrió sus ojos, los cuales estaban llenos de luz de un heroico guerrero.

 

[…]

 

Sin decir palabra, Stobel bebió su cerveza.

 

[Y bueno, no estoy al corriente, pero ¿aún puedes sentir esa extraña presencia que mencionaste antes?]

 

Pudo no haber notado la mirada de Stobel, pero Loing lo dijo en un tono despectivo. Así que Stobel no lo mencionó, pero lo dijo sarcásticamente como es usual.

 

[¿Qué importa si lo oíste? ¿Puedes entender el poder del primordial que yo no pude capturar?]

 

[Ese tipo de poder no es algo que mis viejos huesos puedan soportar. Ya he caído, así que espero que me excuses.]

Cuando Loing dijo sus disculpas en una cálida forma, Stobel sonrió y decidió cambiar de tema.

 

[¿Crees que serán de utilidad en una batalla verdadera?]

 

[Siguen nuestras instrucciones, así pueden no ser útiles, pero en cuanto a combate, no sé mucho. Veremos cómo les va en esta batalla, así que sugiero que espere y vea.]

 

Pero aun así…

 

[Una cosa es segura; son muy fuertes.]

 

Cuando Loing felizmente palmeaba su barba, Stobel también levantó su boca.

 

[Es suerte que los portadores de los Cinco Emperadores del Espíritu de la Espada están aquí. Podemos usarlos como sujetos de prueba.]

 

[Así que no deberíamos atacar la Gran Capital Imperial, sino ¿debemos lidiar con la armada de Su Alteza Celia Estella?]  

 

[Sí, dales todo lo que puedas; es más fácil engañar al viento. Una vez hayamos logrado nuestro objetivo, acabemos con este podrido país.]

 

[Sí…]

 

Cuando Loing asintió con una sombría cara, las palabras de Stobel se intensificaron como si lo condenara.

 

[¿Qué pasa? ¿Aún estás apegado a este país?]

 

[No, ahora que estoy en este cuerpo, no tengo arrepentimientos. Si mantengo mi lealtad a Su Alteza Stobel hasta que mi vida termine, no tendré arrepentimientos.]

 

[Ya veo…]

 

Stobel no dijo nada más. Podía sentir la determinación en las palabras de Loing. Entonces siguió para beber en silencio, y eventualmente, Stobel se paró.

 

[Debería irme ahora. ¿Puedo dejarte el resto?]

 

[Sí, arriesgaré mi vida para asegurarme que nuestros planes rindan frutos. Su Alteza, no se preocupe por nosotros y concéntrense en su gran prueba.]

 

Con esas poderosas palabras, Stobel se volteó e inició a caminar. Cuando salió de la tienda, el viendo llevaba hojas volando en el cielo.

 

Las fogatas que han sido construidas por el campamento iluminan una inadecuada área, y las llamas están destellando contra el viento. Lo único acababa con el aire nocturno era el sonido de las pisadas de Stobel en el lodo y la ocasional risa de los soldados aun bebiendo.

 

El cielo era claro y sin nubes como si la tormenta del otro día nunca hubiera pasado. Luego que la tormenta había pasado, una luna llena estaba flotando en el cielo como si estuviera asegurando su dominio.

 

[Phew…]

 

Stobel empezó a agitar sus hombros con felicidad.

 

[Finalmente, he llegado tan lejos— justo como lo planeé.]

 

Se detuvo y extendió sus manos hacia el cielo nocturno.

 

[¿Qué puede ser más aburrido que un mundo lleno de humanos?]

 

Era como si estuviera haciéndole una pregunta a alguien, pero nunca llegaba la respuesta.

 

[El fuerte sobrevive y el débil muere.]

 

Hace mil años. Esa era la norma.

 

[No tengo más elección que traer el caos a este mundo otra vez.]

 

Una salvaje energía suprema fue liberada de todo su cuerpo. El espacio que no podía soportar la presión se distorsionó.

 

El zumbido de los insectos desapareció.

 

Las llamas de las fogatas se ondeaban violentamente.

 

El viendo rugió y sopló en todas direcciones.

 

[Tomaré el lugar de los dioses quienes han perdido su poder.]

 

Los puños de Stobel se apretaron como si aplastaran la luna llena.

 

[Me convertiré en Majin y subiré al cielo.]

 

Diciembre 31 del año 1023 del Calendario Imperial.

 

El antiguo General Loing lidero 30000 tropas rebeldes. 3800 fuerzas aliadas lideradas por Liz y Hiro.

 

Las dos armadas se enfrentaron en las Planicies de Hope.

 

El cielo era claro, y el aire estaba libre de toda ira. Incluso te hacía sentir fresco. Pero lo que pasó por el suelo fue un viento salvaje y espeluznante. La temperada es invierno, aunque el calor emanando de ambas armadas está causando que la temperatura suba violentamente.

La armada principal estaba rebosando de extraña tranquilidad, mientras el espíritu de los líderes de tropa iba de lugar en lugar.

 

[Su Alteza Hiro, parece que Su Alteza Celia Estrella está en posición.]

 

Un mensajero a una rodilla levantó la mirada. Había un carruaje sin techo parqueado allí. Quien se sienta dentro, en su centro, observando los alrededores, es Hiro.

 

[Entonces, alcemos la cresta.]

 

[Ha, de inmediato.]

 

Cuando Hiro miro al guardia, su respuesta llegó con vigor.

 

[¡Alcen la bandera! ¡Muéstrenles la divina bandera de nuestro “Dios de la Guerra”!]

 

Mientras el abanderado de la armada principal alzaba una enorme bandera, las banderas de la cresta de Hiro eran alzadas una tras otra en varios lugares. Los soldados de pronto se alarmaron, y un caballo se acercó a Hiro.

 

[Parece que ya están listos.]

 

Era un hombre usando una armadura de cuerpo completo— armadura negra con ranuras. Él es la mano derecha de Hiro y también un demonio de sangre pura, el cual es raro en el continente central. Por eso, debido a su rareza, tenía que cubrir su cabeza con armadura para protegerse de las miradas curiosas.

 

[Ghada, ¿has preparado todo?]

 

[Sí, le deje eso a Munin. Estamos listos.]

 

Hiro asintió en respuesta y miró al campo de batalla otra vez.

 

Los otros 2000 se le dejaron a Liz y estaban posicionados a 3 kilómetros. Parecían haber notado que el bando de Hiro estaba alzando una bandera, una bandera enorme del lado de Liz estaba flotando en el aire, llevada por el viento.

 

[No puedo evitar notar que la moral es baja. Además, es obvio que están nerviosos.]

 

La opinión de Ghada era dura. Incluso si eres experimentado— o incluso un laico— puedes ver que los soldados que Hiro está liderando están temblando.

 

[Creo que es entendible en esta situación.]

 

Cualquiera se sentiría desinflado de cara a una armada que llena su campo de visión. En primer lugar, ellos no son la “Armada del Cuervo” entrenada por Ghada.

 

Los soldados que Rosa había dejado— su hogar estaba lejos del este. Nadie quiere morir en una tierra extraña. Así que no están preparados, y sus rostros están tan pálidos que si gritas en sus oídos, se desmayarían.

 

Sobre todo, el otro lado es comandado por una leyenda viviente, el antiguo General Loing.

 

La desesperación y presión no deben ser ni la mitad de grande de lo que parece. La única cosa en la que Hiro podía pensar era que era mejor que no huyeran.

 

[Dragón de Un Ojo, mira por allí. Hay una gran diferencia entre aquí y allá.]

 

En contraste, la moral de los rebeldes era visiblemente alta. Estaban tocando sus tambores y soplando cuernos para inspirar a los rebeldes. Cada vez que un grito era liberado de las fuerzas enemigas, los soldados del lado de Hiro se asustaban.

 

[¿No deberíamos movernos pronto?]

 

Hiro agitó su cabeza al consejo de Ghada que debería inspirar a sus aliados tanto como sus oponentes.

 

[No, seguiré con esto hasta el último momento. El entusiasmo a medias se enfriará rápidamente.]

 

Desde ayer, había estado tratando de mantener la moral. Había permitido que una pequeña cantidad de alcohol sea consumido, trabajo duro con los soldados, y extendió el rumor que habría una gran recompensa cuando las cosas se acabaran.

 

Para prevenir desertores, también extendió mentiras que la batalla apuntaba a engañar al otro lado y que no sería una verdadera pelea. Viendo que todos los soldados están aquí sin una sola escapatoria, no hay duda que está funcionando.

 

Ahora, todo lo que queda es el toque final.

 

La mejor hora para hacer eso es justo antes que la guerra inicie.

 

[¡Sabio hermano! ¡Acabo de ir a espiar a la armada enemiga!]

 

El gustoso sonido de una animada y temblante campana llegó a los oídos de Hiro. Cuando Hiro cambió su mirada del campo de batalla al fondo del carruaje, vio a una mujer de piel morena de rodillas con una sonrisa sin miedo en su rostro.

 

[Hugin, muchas gracias por tu trabajo. Escucharé tu reporte mientras vamos al frente.]

 

Hiro le dio una palabra de agradecimiento y llamó al Dragón Veloz, quien estaba parándose cómodamente a la par de Hugin. Hiro saltó a la espalda del Dragón Veloz, quien se acercó al carruaje con un solo gesto.

 

[Sabio hermano, parece que la armada enemiga se separó en dos grupos. El número de las fuerzas enemigas que vienen hacia nosotros es cerca de 15000. Tienen 5000 de caballería y caballos en la línea frontal y han tomado una posición horizontal.]

 

Hiro puso la cabeza del Dragón Veloz alrededor de la línea frontal y escuchó el reporte de Hugin, quien estaba cabalgando junto a él.

 

[Además, en medio de la armada enemiga de 8000, allí parece estar la figura del antiguo General Loing.]

 

[El antiguo General Loing ha llegado aquí… y parece que no se la tomará fácil con nosotros.]

 

Sobre todo, la información con la caballería en la línea frontal— si la guerra inicia, la apariencia será transformada. Fuera de ocho formaciones, avisto unos cuantos que serían buenos para una gran armada en las planicies.

 

[Es un fuerte oponente.]

 

Ghada expresó su honesta opinión.

 

[¿Lo crees?]

 

[Sí, sería bueno si fueran más cuidadosos y vigilantes con nuestras tácticas, pero su alineación parece no tener ningún truco.]

 

Parte de esto es probablemente debido al hecho que hay algunos de ellos, pero el otro lado no le tiene miedo el éxito. Incluso si solo son 3800, una colisión seguramente causará daño.

 

Dependiendo en la habilidad del comandante, muchos soldados perderían sus preciadas vidas.

 

[Él no está pensando en el resto de la batalla— o quizás cree que puede pensarlo luego que gane.]

 

Ghada sonrió, haciendo un rostro infeliz sobre su caballo.

 

No van a bajar su guardia— harán todo lo que puedan, incluso si los números son pequeños. Es posible juzgar que los aprecian como un enemigo difícil, pero es poco probable que tengan refuerzos suficientes para reponer sus filas.

 

[E incluso si nos derrotan, aún están los Caballeros del León Dorado en la Gran Capital Imperial. Creo que quieren mantener sus pérdidas a lo mínimo, pero juzgando de esa alineación de mierda, van a tratar de derrotarnos a la primera.]

 

[Es posible que hayan visto en nuestros planes, y es por eso que están tomando una posición tan fuerte.]

 

[Sí… Esa puede ser una buena posibilidad.]

 

Luego de indicar el lugar, el cual está lleno de lodazales debido a las lluvias, como un campo de batalla, Hiro compró tanto aceite como podía de las villas y ciudades cercanas. También compro tanta flechas como es posible y les dio a sus soldados tantas como podían llevar.

 

La formación también siguió el mismo patrón, con arqueros en la línea frontal y la caballería en el medio y las filas traseras, tomando forma de una cabeza de flecha. Los arqueros debilitarían los gruesos muros de la armada enemiga, y entonces verían una oportunidad para pasar de izquierda a derecha, la caballería se echaría al frente y los atravesaría. Era una formación diseñada para llegar al centro.

 

Esta es una de las ocho formaciones— formación punta de lanza.

 

[Es seguro asumir que el plan del fuego ha sido previsto. De lo contrario, no habrían llegado a este lugar.]

 

[No, creo que deben estar muy confiados.]

 

Para levantar sospecha en cuanto si realmente o no iban a lanzar un espectáculo de fuegos artificiales, Hiro compró más aceite del necesario. Esa información debió haber llegado de inmediato a los oídos del oponente. Y el lugar que escogió para el campo de batalla fue un lugar lleno de lodazales. Si fuera un simple humano, habría escogido usar el aceite como un lodazal para realizar su plan. Sin embargo, su oponente era un fiero guerrero que había llegado al rango de uno de los cinco grandes generales.

 

Habría sospechado que había un motivo oculto y habría ido para asegurarse que el cebo colgando frente a él no estuviera envenenado y que era seguro comerlo.

 

[Cualquiera que sea el caso, ganaremos esta balla si Liz y los otros sobreviven.]

 

Llegando al frente, Hiro miró alrededor.

 

Había vallas para caballos empapadas de aceite rodeando la armada de 1800 de izquierda a derecha y el fondo. Frente a ellos, no había vallas para caballos, y a 60 metros de la línea frontal, había un anormal número de árboles cortos y fácilmente traspasables yaciendo uno sobre el otro.

 

[Ghada, te dejo a cargo de los otros 800.]

 

La batalla esta vez ha sido confiada a los 800 de la “Armada del Cuervo” y 600 hombres de caballería de los 1000 liderados por Hiro.

 

[Sí, entiendo, pero… ten cuidado, ¿sí?]

 

[No tienes que preocuparte por mí. Quiero que te concentres en tu papel, Ghada.]

 

Se ha preparado para ser eliminado. No es problema mientras Liz y los otros sobrevivan. El resultado será rechazado, renegado e incluso aborrecido.

 

Prefiero aceptarlo todo que arrepentirme.

 

De eso es lo que se trata la guerra. Sobre todo, ha abandonado su ingenuidad del pasado.

 

[Te dejaré el resto a ti, pero asegúrate de no cagarla.]

 

[Sé cuáles son mis prioridades. No es nada personal.]

 

Hiro asintió en respuesta a las fuertes palabras de Ghada y entonces vio al frente.

 

[Se están moviendo…]

Un grito de batalla salió de las tropas enemigas como si un potente trueno les cayera encima.

 

¡No es justo del Emperador usar medidas tan despreciables! ¡Aquellos que participan en eso son igual de culpables! ¡Bajen el martillo de la justicia sin misericordia! ¡El Espíritu del Rey seguramente nos sonreirá!

 

El sonido de los tambores llego al cielo, y el sonido de los cuernos estimulaba tus tímpanos como si los perforara.

 

¡El primer grupo ataque! ¡Muestren nuestra ira a esos que tiemblan del miedo!

 

Las pisadas de las botas de los militares resonaron a través del aire y el impacto de los caballos agitaban la tierra.

 

[Kuh, aquí vienen…]

 

[¿Realmente vamos a luchar…?]

 

[No hay forma que podamos ganar contra esos números…]

 

Gritos de agitación y consternación venían de los aliados.

 

Ansiedad, sospecha, quejas, frustración, y emociones negativas se extendían rápidamente.

 

Mientras miraba a los bulliciosos soldados, Hiro vio que su voluntad para luchar había empezado a caer rápidamente.

 

[Es hora… También empecemos.]

 

Hiro sacó el “Emperador Celestial” de su funda y levantó la punta de su espada al sol.

 

Un fuerte brillo de siete colores cubrió la tierra, iluminándola.

 

[Chicos, ¿hay necesidad de estar asustados?]

 

La voz resonó— era una cualidad natural.

 

Las palabras, las cuales podían ser llamadas la voz de un rey, llegaron a los soldados por todas partes.

 

[El oponente es solo de 15000. No hay necesidad de temer.]

 

Hiro sonrió sin más.

 

[La victoria siempre yace en el nombre del Dios de la Guerra. Por eso, ofrezco la victoria prometida al Espíritu del Rey.]

 

Silencio.

 

Luego que Hiro terminara, un indescriptible silencio llenó el campo de batalla. Todos miraron a Hiro, como si hubieran olvidado respirar.

 

Gradualmente, las personas empezaron a entender. Debieron haber empezado a sentir el calor brotando en lo profundo de sus cuerpos mientras regresaban a la realidad, debido al significado de esas palabras.

 

Un momento después— un grito surgió.

 

Lanzas, arcos, y espadas fueron alzadas al cielo, y un grito de batalla imparable explotó. La moral se elevó violentamente. Un poderoso calor empezó a envolver el área.

 

[Tus habilidades de actuación son tan buenas como siempre. ¿Por qué no te unes a una compañía de teatro o parecido?]

 

Hiro alejó el sarcasmo de Ghada con un rostro calmado y apuntó la punta del Emperador Celestial en lo alto. El primer grupo de enemigos se estaba acercando a gran velocidad.

[¡Preparen las flechas llameantes!]

 

De la forma que iban directo a ellos, probablemente estaban tratando de pasar sobre los cortos árboles sobrepuesta a una distancia de 60 metros.

 

Algunos arqueros, quizás presionados por los gritos de ira de las fuerzas enemigas, vacilaron. El rugido de las pisadas de los caballos de las fuerzas enemigas creó un sentido de urgencia que se extendió a los otros, causando que se pusieran tensos.

 

Si esta hubiera sido la “Armada del Cuevo”, no habría sido problema.

 

Sin embargo, como se esperaba— aún había algo de distancia que recorrer. No era una situación para asustarse.

 

Hiro no dijo nada. Decidió esperar a que terminaran sus preparaciones.

 

En un momento como este, si los apresuraba, atraería más errores. Es por eso que les daba estrictas órdenes a los comandantes de unidad para no reprimirlos a menos que fuera un problema serio.

 

Y…

 

[¡Sabio hermano, el abanderado dio la señal! ¡Los arqueros están listos!]

 

Reaccionando a la voz de Hugin, Hiro vio la bandera de la cresta del dragón negro ondeando en su visión. Hiro levantó si brazo izquierdo alto en el cielo y la bajo con gran fuerza. Los arqueros dispararon cientos de flechas a la vez. La vista de las ardientes flechas volando a través del cielo te recordaba al cielo nocturno, incluso a mediodía.

 

Pero la lluvia de flechas de fuego no se dirigió a la armada enemiga aproximándose, sino se detuvieron y cayeron en los árboles sobrepuestos a 60 metros. Los árboles, empapados de aceite, se quemaron. El fuego estalló con gran fuerza, creando un muro de llamas en nada.

 

 

Sin embargo, el primer grupo del enemigo no parecía agitarse. Empezaron a retrasarse como si supieran lo que estaban haciendo. Aun así, algunos soldados enemigos no pudieron detener su impulso, y más de algunos cuantos se cayeron de sus caballos cuando se acercaron de más a las llamas y se asustaron.

 

[Disparen la segunda ronda.]

 

Hiro rápidamente dio la orden, y las flechas que atravesaban el aire fueron liberadas una tras otra. Las flechas se extendieron en forma de abanico y volaron en la armada enemiga.

 

Al momento siguiente— llovieron sobre los soldados enemigos caídos sin misericordia, llevándose sus vidas.

 

Algunos levantaron sus escudos para protegerse, pero sus piernas estaban atrapadas en el lodo, y perdieron su postura, causando que las flechas perforaran sus gargantas. Algunos se vieron atrapados debajo de sus caballos, pidiendo ayuda mientras sucumbían.

 

Sin embargo, el daño a las fuerzas enemigas era mínimo. Solo unas decenas de vidas fueron tomadas por el lodo.

 

[Sabio hermano, el enemigo se ha dividido en dos desde el centro. ¡Están esquivando los árboles y se dirigen a nosotros!]

 

Parecía que no podía reducir el impulso del enemigo. Entonces, tomaron un movimiento más profundo.

 

[Siguiente.]

 

Tan pronto como Hiro dio la señal al abanderado, la “Armada del Cuervo”, una unidad de caballería esperando al fondo de la armada, empezó a correr vigorosamente. Sin embargo, la dirección era la opuesta al enemigo.

 

[Preparen la tercera ronda.]

 

Hiro les instruyó a los arqueros. Delante de ellos, en los ardientes árboles, hubo un cambio en el campo.

 

Una cuerda que había sido sumergida en el lodo apareció. Está atada a los árboles ardientes, conectando a la caballería que ha empezado a moverse. Era natural que la cuerda debía estar tensa, y los soldados enemigos que no pudieron evitarlo a tiempo caían uno tras otro, sus piernas se enredaban.

 

[¡Disparen!]

 

Flechas fueron liberadas con gran fuerza. Las flechas perforaron a los soldados enemigos caídos sin misericordia, matándolos uno tras otro.

 

Los gritos, gruñidos, y maldiciones de los soldados enemigos llegaban al cielo.

 

La sangre salpicada y el lodo se mezclaron y tiñeron la tierra de negro, y la cortina de sangre producida por los cuerpos sin almas contaminaban el aire.

 

Y entonces…

 

[¡La primera línea enemiga está tratando de pasarnos! ¡Han leído por completo nuestros movimientos!]

 

[Grandioso, ¿también se dieron cuenta de eso?]

 

Originalmente, el daño enemigo habría sido enorme. Habría sido capaz de infligir daño suficiente para deshacer la primera línea de defensa del enemigo.

 

[Ya veo: este es el poder del antiguo General Loing.]

 

La primera línea enemiga parece que se ha dividido en dos debido a la tormenta, pero los coordinados movimientos muestran que habían intentado hacerlo así desde el principio.

 

 

En efecto, la formación ala de dragón había sido completada. El primer grupo de enemigos, se dividieron en dos, se abrieron para rodearlos. El hecho que las alas sean más grandes de lo usual probablemente sea porque el aceite esparcido fue colocado en el terreno.

 

[Haha… es grandioso. Parece que tiene una mente flexible.]

 

Él es capaz de evaluar la situación cuidadosamente y hacer extremos movimientos.

 

También es un buen guerrero que tiene flexibilidad y fuerza. No fluye nada allí. No hay duda en la armada liderada por el antiguo General Loing… quien había ganado confianza del pasado historia de guerra.

 

Están tratando de minimizar el daño y tomar la vida del enemigo con todas sus fuerzas.

 

[Te admiro. No puedo evitar admirarte.]

 

Todas las tropas que Hiro había colocado han sido activadas, y Loing los había detectado con éxito.

 

Ha evitado la más importante trampa y está tratando de ir por la cabeza de Hiro. Eso haría que el aceite que Hiro había colocado luciera como inútil lodo.

 

[Lo siento…]

 

Hiro se disculpó y bajó su rostro, y empezó a agitar sus hombros. Y fue entonces que el viento sopló.

 

Su sedoso cabello negro danzaba en la luz del sol, emitiendo un brillo.

 

[Lo siento mucho…]

 

Hiro levantó su rostro del terreno.

 

[Engañoso— En primer lugar, el aceite nunca fue colocado.]

 

Silencio, silenciosamente, él rio.

 

Sí, en primer lugar, no hay tal cosa como aceite.

 

La única razón por la que designaron este lugar como un campo de batalla y por la que compraron todo el aceite fue para hacerle pensar a las personas que allí habría un incendio. Sobre todo, si colocaban esa trampa, se lastimarían ellos mismos.

 

[Vamos a empezar…]

 

La sonrisa de Hiro se profundizo mientras sostenía su parche para suprimir su dolor de ojo izquierdo.

 

[Ghada.]

 

[¡Lo sé! ¡Pero no puedo por mucho tiempo!]

 

Hiro dijo su nombre, y Ghada, quien se había bajado de su caballo al suelo, le respondió.

 

[No me importa. Si puedes distraerlos por un momento, es suficiente.]

 

[¡Hmph, me haces trabajar como esclavo!]

 

Azotó sus manos en el suelo, quejándose.

 

[Date prisa. ¡Una tormenta de arena no te servirá de mucho si hay lodo en el campo!]

 

Todo el cuerpo de Ghada irradiaba el espíritu de lucha, y el poder mágico liberado de sus manos golpearon el suelo.

 

Entonces, un extraño fenómeno ocurrió frente a los ojos de Hiro. El terreno bajo el control del poder mágico le alzó, y una tormenta de arena conteniendo lodo se hizo al frente.

 

[¡Haré mi parte entonces!]

 

[¡Oh, por favor!]

 

Hiro le dijo a la espalda del Ghada a caballo y le dio una mirada a Hugin quien gritó con fuerzas, sintiendo las intenciones de Hiro.

 

[¡Quema las vallas para caballos! ¡Hazte camino a la línea frontal! ¡Caballería, prepárense para atacar!]

 

La orden fue realizada. Los arqueros dispararon flechas uno tras otro a las vallas para caballos en ambos costados. Las vallas empapadas sacaron fuego y humo negro, rápidamente pintando el cielo azul de negro.

 

Mientras el cielo era teñido de un misterioso color, Hiro y los otros en el campo empezaron a moverse lentamente.

 

[¡Sabio hermano! Estamos listos. ¡Podemos irnos en cualquier momento!]

 

[Vayamos a ver al antiguo General Loing.]

 

Con un lento movimiento, Hiro levantó la punta del Emperador Celestial.

 

La tormenta de arena no mostraba señales de parar. Hiro frunció sus ojos y miró al furioso viento.

 

Era como si estuviera yendo por el tipo invisible al otro lado.

 

[Atención, todas las tropas…]

 

Solo una palabra.

 

Con eso, el sonido desapareció del mundo.

 

La voz del enemigo, la voz del viento, la voz de la tierra, la voz de los cielos, todo se perdió.

 

Excepto por una cosa— la voz del joven.

 

Todos están forzados a escucharla. Nadie podía resistir el encanto de la voz del joven.

 

[No tengan miedo, no se atemoricen, y si se acobardan, miren al frente.]

 

Todos miraron a Hiro en consternación.

 

Quizás recordaron la nostalgia de su infancia. Era una historia heroica que cualquiera nacido en Grantz debió haber escuchado.

 

[Solo sigan mi espalda. La victoria siempre está allí.]

 

Hace mil años, había un joven que poseía un color que ningún humano podía tener. Se decía que todos veían al joven con ojos de evasión debido a su usual apariencia.

 

Pero eventualmente, las personas empezaron a alabar al joven por su coraje y valentía.

 

Porque nunca se retire, nunca conoció la “derrota”, y sus proezas militares eran sin igual.

 

Porque nunca escape, nunca supo cómo huir, y su estrategia era flexible.

 

No conocía la derrota porque nunca perdió una batalla, y su estrategia militar es inigualable.

 

Cuando dirige a 10000, no existe enemigo en los cielos, y cuando dirige 1000, no existe enemigo en la tierra.

Por eso, las personas lo alababan demasiado.

 

―― Él es el invencible rey héroe.

 

[Chicos, bajo la bandera del Dios de la Guerra, derrota a los rebeldes y ofrece la victoria a los Doce Grandes Dioses de Grantz.]

 

Tan pronto como Hiro termino, el “Emperador Celestial” brillo con fuerza. La bandera del dragón oscuro alejaba el polvo y flotaba bajo el cielo, batiendo el aire.

 

En ese momento, un grito de batalla resonó. El fuerte volumen de las lanzas chocando contra los escudos agitó la atmósfera.

 

Por eso, los soldados estampaban sus pies y azotaban sus botas de guerra como si intimidaran a la armada enemiga.

 

Hiro los escucha, usa su emoción, y aviva las llamas dentro de su corazón.

 

[Batalla rápida, rápida decisión— ¡Las tropas a la carga!]

 

Él dio una fiera orden con una voz celestial que resonó por lo largo y amplio.

 

Hiro pateó levemente al Dragón Veloz en el estómago, y empezó a correr por las planicies con un grito de valentía.

 

[La única cosa que quiero es la cabeza del general enemigo, el antiguo General Loing.]

 

Una gran cantidad de luz fluyendo de la brillante hoja del Emperador Celestial, creando una línea que parecía iluminar el camino. Los 500 hombres de caballería que seguían una demente marcha fueron seguidos por guerreros que habían cambiado arcos por lanzas y espadas. Las armas en sus manos eran diferentes, pero todos tenía una apariencia de guerreros sin miedo.

 

Aunque, las fuerzas enemigas se habían dispersado, solo estaban debajo de unos cuantos cientos y aún tenían alrededor de 14000 soldados restantes. Aunque, ni uno solo de ellos mostró miedo. Creyeron que si siguen a este hombre, saldrán victoriosos.

 

[Lo único que determinará sí somos atrevidos o no es el resultado.]

 

Frente a los ojos de Hiro, la tormenta de arena que había estado topando antes se aclaró como si fuera una mentira.

 

Aun así, Hiro solo pudo ver a través del negro humo sucio que el obstáculo adelante había sido removido. La separada “Armada del Cuervo” había bajado árboles que habían sido engullido en un ardiente fuego, y el muro había sido removido. Eso removió el obstáculo que había estado bloqueando el centro y en lugar se abrió al frente para que Hiro viera la expresión en el rostro de Loing.

 

[¿Realmente crees que puedes con una armada de 15000?]

 

No podía escucharlo, pero Hiro no podía evitar preguntárselo.

 

[No necesitas estar sorprendido. Dispersar las fuerzas enemigas es el primer paso en tácticas, ¿no?]

 

Ahora, las primeras tropas enemigas de 8000 fueron divididas en dos grupos, esparcidas de izquierda a derecha, estaban corriendo a toda velocidad para rodear a Hiro y los otros. La segunda línea de 5000 se está moviendo en persecución de la retaguardia, y ahora que los ardientes que separaban las dos armadas— el muro— han sido removidos, la fuerza principal enemiga está completamente al desnudo. Aunque, la brecha en números no se ha rebajado. La batalla real de carne y sangre iniciaría aquí. Aunque el enemigo había estado frustrado, no significaba que su abrumadora inferioridad había sido superada.

 

[No se las dejaremos fácil ya que nos estamos quedando sin tiempo.]

 

[¡¿Qu?!]

 

Un flash de luz golpeo el cuello de un soldado defendiendo la fuerza principal del enemigo. Hiro asesinó soldados enemigos uno tras otro con el mismo impulso.

Perdiendo el impulso, la caballería también atacó, corriendo en línea recta sin ver al costado del enemigo que estaba en paralelo. Incluso si solo eran 500 de caballería, no podían aguantar el fiero ataque.

 

La sangre salpicando de los soldados enemigos se vertía sobre la arena, y el raro sonido de los caballos aplastando las masivas corazas resonaba. Además, los gritos y llantos de angustia se mezclaban, y la fuerza enemiga principal, la cual había empezado a ser asesinada, se tornó como un maligno bufet para feroces animales.

 

[Erradiquémoslos antes que sus filas se hagan más grandes…]

 

Solo tenían que pelar una delgada capa de piel. Si las dispersadas fuerzas enemigas regresan, serán eliminadas de una vez. Aunque, la filoza aguja puede llegar al centro.

 

Entonces, hinquemos nuestros colmillos en su garganta y devorémoslos sin dejar una sola pieza de su alma. Desgarren la corte, aplasten sus huesos, aplasten sus órganos, y declaren la victoria con grandes espíritus.

 

[Ha, no eres muy bueno escondiéndolo, ¿verdad? Te encontré.]

 

Hiro gritó de emoción y envió a volar al Dragón Veloz.

 

[Hola, antiguo General Loing, ha pasado tiempo.]

 

[¿Su Alteza Hiro…?]

 

[¡Perdón por reunirme aquí contigo, pero tomaré tu cabeza!]

 

Él movió el “Emperador Celestial” en el cuello del sorprendido Loing.

 

Mientras, Liz y los otros estaban pasándola difícil. Espadas estaban chocando con furia, y chispas estaban destellando por todas partes. Llantos de ira ahogaban los gritos, y los gritos eran liberados uno tras otro de las dos batallas luchando.

 

La sangre se salpicaba de los cuerpos aplastados y obstruía la visión. El hedor a muerte corrompe el aire, contaminando los pulmones al punto donde ya no era posible respirar.

 

 

Aunque, las dos armadas siguieron luchando sin parar. Le cortaban la carne al otro y aplastaban los huesos del contrario con sus hachas y luego movían sus espadas para determinar su siguiente presa.

 

Y entonces…

 

[¡Aura-dono! ¡Hay una señal del ala derecha para retirarse!]

 

Tris, un soldado musculoso, gritó mientras cortaba soldados enemigos. Aunque sus heridas de la reciente años aún no se han curado, su corte era tan poderoso que no parecía estar lastimado en lo más mínimo.

 

Ahora, bajo el ataque de las 15000 tropas rebeldes, los 2000 soldados liderados por Liz gradualmente estaban perdiendo su fuerza. Era porque Aura calmadamente estaba evaluando la situación de la batalla y dando órdenes para fueran capaces de seguir aguantando.

 

[No, ahora no. Envía 200 refuerzos para el flanco derecho y retenlos.]

 

Aura le dio una señal al abanderado, y en un pestañeo, 200 tropas atravesaron la retaguardia de la fuerza principal.

 

[Lord Tris. El frente de línea en el centro se está cayendo, así que presionen. Si no lo hacemos, Liz y los otros estarán aislados.]

 

[¡Déjamelo a mí! ¡Síganme, chicos!]

 

Con su lanza en mano, se echó al frente, el enemigo corrió. Las tropas lideradas por él lucharon con ganas y alejaron a los soldados enemigos quienes trataron de bloquear el centro. Aura siguió de cerca, manteniendo su distancia del enemigo. En ese momento, una bandera se levantó del ala izquierda, llamando refuerzos.

 

With his spear in hand, he charges forward, the enemy rushing in. The troops led by him fought hard and kicked away the enemy soldiers who tried to block the center. Aura followed close behind, keeping her distance from the enemy. At that moment, a flag went up from the left wing, calling for reinforcements.

 

Las hermosas cejas de Aura se retorcieron, y una mirada de angustia se extendió en su rostro.

 

[Hm… Envía un ciento de la fuerza principal y refuerza al flanco izquierdo.]

 

[¡Aura-dono! Si alejamos a los soldados del centro, la línea frontal colapsará.]

 

[Lo sé…]

 

Como Tris dijo, el enemigo ya ha penetrado en lo profundo de la fuerza principal. Como se esperaba, no son capaces de devotar más fuerza a la guerra. Pero si el ala izquierda es destruida, la línea frontal colapsará igual. Entonces no quedarpa más que enviar refuerzos.

 

[Tenemos que dejarle el resto a Liz y los otros.]

 

Aura miró al frente como si estuviera orando. Era un duro lugar donde solo aquellos con fuertes instintos pueden sobrevivir en este campo de batalla.

 

En la línea frontal, donde amigos y enemigos se entrelazan, incluso un monstruo mal parado puede asesinarlos. En tal lugar— la chica pelirroja estaba levantando su cuerpo como si estuviera danzando.

 

[¡Haaaa!]

 

Las llamas que salían de la espada roja envolvían el campo de rojo. Soldados enemigos envueltos en armaduras ardientes están cayendo en el suelo, gritando con un intenso dolor. Aquellos que no podían morir de una vez se revolcaban en el suelo, siendo presas de lanzas y morían.

 

[¡Alto, Su Alteza Celia Estrella! ¡Si la detenemos ahora, ganaremos!]

 

[¡Fuera de mi camino!]

 

Un fuerte golpe fue liberado de Liz con una voz llena de ira.

 

[¡Gaaahh!]

 

Los soldados enemigos caían al suelo con sus cuerpos partidos y fresca sangre llovía en todas partes.

 

Sin incluso mirarlo, Liz dio un paso al frente y se dio la vuelta, esquivando la lanza que fue expulsada desde el costado.

 

Luego de evitar la punta de la lanza, la cual puso justo frente a su nariz, retorció su cuerpo y movió al “Emperador de las Llamas” con gran fuerza. La lanza de los soldados enemigos fue partida a la mitad tan fácil como si fuera una fruta.

 

[— ¡Qu, mm, bfuh!]

 

Luego de perforar el cuerpo de un sorprendido soldado enemigo, Liz deslizó la hoja desvainada horizontalmente y le cortó la cabeza a un segundo soldado. Ella cortó el brazo del tercer brazo con su mano y aplastó el rostro del cuarto soldado a mano limpia.

 

[¡Abran el frente! ¡No seré suave con ustedes!]

 

Ella amenazó al enemigo con su enorme energía. Cuando los llorones soldados enemigos se retiraron, los cortó sin más, sin querer perder su oportunidad. Incluso son su abrumadora proeza militar, sus rojos ojos fueron dominados por una emoción similar a la frustración.

 

[¡Te lo estoy diciendo, estás en mi camino!]

 

Ella corrió a los soldados enemigos juntándose alrededor de ella, desplegando llamas mientras se enfurecía. Estaba tan determinada que no dejaría que nadie la pasara.

Sin embargo, su atención, estaba en otro lado. Sus ojos siempre estaban en el camino.

 

No era que los subestimara. Pero los soldados enemigos que llenaban su campo de visión estaban donde ella quería que estuvieran, y eran la causa de la frustración de Liz.

 

[Voy ahora mismo; ¡Solo espera!]

 

Un fuerte golpe.

 

Siempre uno, siempre uno muere.

 

Una gran cantidad de cuerpos yacían en el camino que Liz recorrió. Nadie podía detener su velocidad.

 

Es un mundo si no matas, serás asesinado. Liz no mostraba dudas en tomar una vida.

 

Todos, incluyendo a Liz, van al campo de batalla con esa resolución. Así que, para proteger a esos que necesitan ser protegidos y salvar a esos que necesitan ser salvados, no hay espacio para la indulgencia.

 

[¡Skaaha!]

 

Liz dijo el hombre de su aislada compañera.

 

No hubo repuesta. Todo lo que había era la melodía de la muerte mientras el sonido de las espadas chocando creaban un grito.

 

Originalmente, Liz y otros debieron haber estado en la Gran Capital Imperial por ahora.

 

Aunque las cosas habían ido bien al inicio de la guerra, la situación rápidamente dio un revés cuando algunas personas irrumpieron en el campo de batalla. Para restaurar el decaído frente de línea, Skaaha fue quien tomó el cebo contra los asaltantes.

 

Liz, mordiendo sus labios, corrió a su costado mientras acababa con los enemigos. Pronto, los soldados enemigos quienes mostraron sus espaldas empezaron a aparecer escasamente. Era obvio que había algo adelante que llamó su atención.

 

[¡Limpien el camino!]

 

Liz golpeó el suelo con fuerza. Claro, no había forma que los soldados enemigos la dejarían pasar tan fácilmente.

 

[¡Ríndete! ¡Celia Estre—!]

 

[Estoy cansada de oír esa línea.]

 

Con la punta de su espada, perforó la garganta del soldado enemigo y lo asesinó. Entonces azotó el mango del “Emperador de las Llamas” en el casco para aplastar el cráneo del enemigo que había llegado detrás de ella. Mientras el acero crujía con un fuerte sonido, el plasma cerebral del enemigo se esparció y tiñó la tierra de rojo.

 

Liz atacó a los asombrados soldados, llevando el combate campal a un combate personal. Con su hoja golpeó a los enemigos alrededor de ella, atacó a los soldados enemigos quienes habían perdido su voluntad de luchar, dejándolos noqueados.

 

Entonces miró al frente otra vez, pero…

 

[¡¿…?!]

 

Notó una presencia volando hacia ella, atravesando las olas de soldados enemigos.

 

[¡¿Kuh?!]

 

Liz de prisa puso sus manos para detener a esa persona. Pero no pudo detener el impulso por completo, y rodó una y otra vez en el suelo con el objeto volador. Con el lodo juntándose y el polvo alzándose rápidamente, Liz, quien había sido sacudida por el impacto, dejo de moverse.

 

[Ugh…]

 

Liz saltó cuando escuchó un gruñido. En sus brazos, una mujer con caballero azul verdoso estaba en agonía.

 

[¡Skaaha! ¡Quédate conmigo!]

 

Cuando Liz golpeó su mejilla para confirmar su consciencia, Skaaha abrió sus ojos.

 

[Oh, eres tú, Liz-dono.]

 

[¿E-Estás bien?]

 

No había una herida notable. Sin embargo, había una gran cantidad de sudor en su frente.

 

[Sí… Lo siento. Estoy a salvo. Es solo que usé mucho poder.]

 

Skaaha le agradeció y se puso de pie. Luego preparó al Emperador del Hielo y miró al frente. Liz también se vio atraída a eso y se echo a ver a un grupo de personas paradas allí.

 

Un ojo vacío que no sabe dónde está mirando. No importaba cuántas veces fueran cortados, sus fuertes cuerpos al instante reparaban sus heridas. Lo que apareció frente a los ojos de Liz fue cuatro grandes monstruos de apariencia dura que se veían como ogros.

 

[Liz-dono, será mejor que tengas cuidado…]

 

Con una advertencia de precaución, Liz se dio cuenta de lo que Skaaha estaba diciendo.

 

Había visto algo como ellos una vez antes, sino más veces. Cuando había conocido por primera vez a Hiro, el heredero del Principado de Lichtine se había transformando en eso durante la guerra.

 

[Angeles Caídos.]

Es un nombre abominable para el idiota que trató de poseer el poder de los espíritus.

 

Hace más de mil años, un rey de cierto país, con curiosidad, destruyó piedras espirituales y creó un proceso especial llamado “Píldora Espiritual Demoniaca”. Fue una tragedia que llevo a un soldado a beberla por curiosidad.

 

La “Píldora Espiritual Demoniaca” no era una droga con efectos inmediatos. Era algo que se transformaría con el tiempo, dependiendo del individuo. El hombre a quien se le dio la droga empezó a sufrir a media noche cuando todos los demás estaban durmiendo, y su apariencia cambió, y perdió la razón y se convirtió en un monstruo.

 

Los patrulleros quienes notaron el cambio se convirtieron en las primeras víctimas, y el monstruo, habiendo probado la sangre y carne, después se comió al rey. Entonces, no satisfecho con eso, atacó indiscriminadamente a viejos y jóvenes en el castillo.

 

[Son los Ángeles Caídos, ¿huh…? Oí rumores de ellos, pero estoy sorprendida que realmente existan.]

 

Liz no pudo responder a las palabras de Skaaha. Se debió a que la estaba golpeando algo más confuso de lo que estaba experimentando.

 

[¿Por qué están los Ángeles Caídos… en un lugar como este?]

 

Sabía que el método para hacer la droga había sido traspasado tranquilamente y aún existía.

 

Las bendiciones de los espíritus son atractivas en efecto. Sin embargo, no es algo que funcione tan bien si es introducido en el cuerpo. No es un poder que pueda ser contenido en un recipiente humano. Al instante te hará menos un ser humano. Debido a sus peligros y características, las personas le llamaban la “Píldora Espiritual Demoniaca” o “Droga Demoniaca”.

 

[Está prohibido reproducirla en el Imperio Grantz… pero quién podría…]

 

No es que todos hayan perdido la razón, pero hay quienes puede soportarlo— una persona que puede ganar habilidades físicas que superan con creces a los de los humanos mientras conserva la razón.

Es lo que las personas llaman una persona transcendental que se ha resistido a un demonio.

 

Les llaman “Majin”.

 

Un misterioso rugido emanó del “Caído”. El aire tembló como si partiera el espacio. Liz y Skaaha al instante tomaron una postura de lucha y prepararon sus respectivas armas.

 

[Liz-dono, sería mejor pensar en ello luego.]

 

[Eso parece.]

 

El enemigo no es solo el “Caído”. Hay muchos soldados enemigos rodeándolos. Con la punta de sus lanzas brillando tenuemente, le apuntaban a Liz y Skaaha.

 

Fue aquí que Liz notó un extraño sentimiento.

 

[Hablando de eso, la última vez que vi un “Caído”, estaba atacando a aliados y enemigos por igual…]

 

Los cuatro “Caídos” frente a ellos no estaban atacando a sus aliadas, sino estaban viendo a Liz y Skaaha con un amenazante rugido.

 

[Ahora que lo pienso, esos cuatro no atacaban a los aliados, pero al que acabo de matar atacó a un aliado.]

 

Así que usó su poder para eliminarlo primero. Skaaha sonrió amargamente, diciendo que eso causaría que cayera más bajo, y tuvo que ir al costado de Liz.

 

En ese momento—

 

[¡Vienen! ¡Evítalo!]

 

Skaaha gritó y llegó al costado. Liz levantó al Emperador de las Llamas sobre su cabeza.

Uno de los “Caídos” se movió con una agilidad inigualable a pesar de su masivo tamaño, cerrando la distancia con Liz. Cuando el brazo que parece un gran árbol arremetió, un tremendo choque pasó por sus brazos y recorrió todo su cuerpo.

 

[¡Haaa!]

 

Liz presionó al “Caído” con la bendición natural de “fuerza monstruosa” y lo hizo a un lado.

 

Creo más llamas y las disparó al frente con gran fuerza. La explosión se expandió en todas direcciones. Algunos soldados enemigos no pudieron aguantarlo y salieron volando. Las llamas ardieron y el calor se extendió.

 

[Eres despiadada…]

 

Soportando el tremendo calor, Skaaha murmuró sus pensamientos mientras mantenía su distancia. Pero su expresión se puso rígida de inmediato.

 

La razón de eso fu porque vio cuatro sombras moviéndose en el océano de llamas.

 

[Santa dios, menuda habilidad de regeneración para sobrevivir a eso. La única forma de ganar, al parecer es, hacerlos pedazos, ¿huh?]

 

Skaaha miró de reojo a Liz por confirmación.

 

[Sí, tienes razón, pero… dijiste que derrotaste uno antes, ¿verdad? ¿Cómo lo derrotaste?]

 

[Bueno, siempre he oído que la mejor forma de matar a un monstruo es cortarle las extremidades. Lo congelé con un “ataque especial” y lo aplasté.]

 

Skaaha de bajó de hombros y apuntó al lugar donde había estado luchando. Había un gran y delgado trozo de hielo enterrado en el lodo en el lugar donde señalaba.

 

[Supongo que tendré que dejar que las llamas exploten directamente dentro de sus cuerpos.]

Liz lamió sus labios seductoramente y puso toda su fuerza en su mano, tomando el mango de su espada.

 

[Si entran en las llamas, lucharemos con ellos de una vez. Si nos quedamos así, nunca lo lograremos.]

 

[Tienes razón… Esta no es la única batalla que hemos tenido.]

 

Liz miró alrededor en todas direcciones y vio que sus aliados aún estaban luchando entre los soldados enemigos.

 

Trató de mantener la línea frontal avivada al aplastar las espadas de los otros y echándole ganas. Estaban luchando en pequeños números contra la mayoría para prevenir que Liz y los otros sean rodeados.

 

Pero solo era cuestión de tiempo. No había muchos de ellos para manejarlos. Serían rodeados y aniquilados pronto.

 

[¡Vamos!]

 

Cuando miró atrás al muro de llamas, los cuatro “Caídos” entraron en las llamas.

 

Liz golpeó en suelo y empezó a correr. Un puño fue liberado con gran velocidad, y la presión del viento causo que su cabello rojo bailara.

 

Mientras Liz evitaba el ataque al pasarse por el campo, escucho el sonido del campo destruyéndose detrás de ella. Desacelero con sus manos en el suelo y movió el “Emperador de las Llamas” para cortar la pierna del “Caído” sin dudar. Sin embargo, la herida fue curada al instante. Pero a Liz no le molestó e impactó un poderoso golpe para detenerlo por completo.

 

El “Caído” gritó con extremo dolor, con rodillas en el suelo, miró a Liz.

 

Liz miró a atrás a ello con ojos fríos, como si estuvieran viendo la nada.

 

[No puedo perdonar al “Caído” como Hiro.]

 

Con ligeros pasos, Liz saltó al aire. Cuando pasó sobre la cabeza del “Caído”, quien libero un grito, retorció su cuerpo y soltó la punta de su espada. La cabeza salió volando con un splash de sangre. Luego, cortó el hombro del “Caído” y lanzó un bombardeo de cortes en todas direcciones.

 

[Se terminó.]

 

Al final, insertó la hoja del Emperador de las Llamas en su cuerpo, y un flash de luz roja fluyó del “Caído” y explotó. A pesar que sus mejillas estaban cubiertas con viseras y una gran cantidad de sangre fresca en el suelo, Liz no cambió su expresión mientras miraba al “Caído” mientras caía al suelo con un hoyo en el su cuerpo.

 

[¿Siguiente…?]

 

Los tres, dos de los cuales Skaaha estaba conteniendo, estaban atacando a sus aliados mientras luchaban contra las fuerzas enemigas.

 

[¡Qué, no teman! ¡Luchen! Esta guerra— ¡Agh!]

 

[Si puedo ser de ayuda Su Alteza Celia Estrela… ¡Ggahh!]

 

Uno a uno, los devastados aliados caían al suelo, sangre chorreaba de sus cuerpos. Aun así, no huyeron, sino que se pararon.

 

[¡Tu oponente está justo aquí!]

 

Liz, quien había iniciado a correr, al instante cerró la distancia entre ella y el “Caído” e hizo un corte horizontal con su espada desde su hombro. Mientras exhalaba irregulares respiraciones, sus ojos estaban empañados con una mala vista.

 

[¡Aléjense de mi gente!]

 

Liz golpeo al gigante, quien es mucho más grande de lo que ella es. El Caído rodo por el campo con tanta fuerza como una roba bajando de una colina.

 

[¡Liz-dono! ¡Hay uno en tu dirección!]

 

Ya sea que corriera a sus compañeros por peligro o sus instintos detectaran un buen enemigo, no es seguro, pero el Caído corrió a ella y liberó un puñetazo en su cara.

 

[¡Kuh!]

 

Con éxito lo evitó, pero sus pies estaban atrapados en el lodo, y perdió su postura. Entonces el “Caído” que acaba de enviar a volar la atacó desde atrás.

 

[¡Tsk!]

 

Liz deliberadamente deslizó su pie y azotó su espalda contra el suelo. Usó sus manos para saltar y bajar mientras revisa la tormenta de ataques del “Caído”.

 

[¡Eres muy lento!]

 

Rápidamente lanzó un ataque. Ella contraatacó, esquivando la tormenta de ataques.

 

Pero lo que podía ser un golpe mortal para una persona normal no siquiera un rasguño para el “Caído”. Ella chasqueó la lengua y trató de crear una masa de llamas para ajustar su postura.

 

[¡Liz-dono! ¡Detrás de ti!]

 

[¿Eh—?]

 

Trató de girar en respuesta a las palabras de Skaaha, pero no podía hacerlo.

 

Por un breve momento— ella no sabía que había pasado. Uno de los “Caídos” fue tomado por Skaaha, mientras los otros dos estaban justo frente a ella.

 

[¡Kah!]

 

Un violento impacto transmitido desde atrás sacó todo el aire de sus pulmones. Lo siguiente que supo, sus tímpanos estaban llenos del sonido de huesos crujiendo y quebrandose en todo su cuerpo.

 

Luego del impacto, Liz tomó un paso al frente para tratar de contenerlo, pero sus rodillas cedieron, y ella cayó con el rostro al suelo. El impactó hizo que el ligero cuerpo rebotara. El cuerpo de Liz rebotó en el suelo mientras era aplastado dos, tres, cuatro veces.

 

[¡Oh…!]

 

Su visión se puso oscura. Se encontró en aturdida.

 

Mientras la visión de Liz parpadeaba repetidamente, vio que Skaaha había empezado a luchar contra los cuatro “Caídos”. Uno de ellos tenía su estómago deshecho. Pensó que había asesinado al primero, pero pronto se dio cuenta que no.

 

[¡Liz-dono! ¿Te encuentras bien?]

 

Liz movió sus dedos mientras escuchaba la voz de Skaaha confirmando su seguridad. Pero no podía recuperar su fuerza para levantarse. Alzó la mirada, mordiendo su labio en frustración.

 

[¡Liz-dono! ¡Espérame!]

 

Skaaha desató su técnica de lanza con ira. La lanzó a través de la garganta del primer “Caído”, pateó su hombro, y saltó. Movió el mango de su “Emperador del Hielo” en la cabeza del segundo, aplastando su cráneo. Justo mientras el plasma cerebral se esparcía alrededor, Skaaha asesinó al tercero con un golpe. En cuanto al cuarto, lo derribó al suelo con solo la fuerza de su brazo. Su apariencia era como la de un dios demonio, sus habilidades de artes marciales eran tales que incluso los soldados enemigos rodeándola se sorprendieron.

 

[¡Te mataré de una vez!]

 

La energía de Skaaha rápidamente explotó mientras su cuerpo libero un incontrolable intento asesino.

 

Liz se dio cuenta que iba a usar su “poder”. A pesar que ya estaba cansada, su consciencia se nublaría si lo usaba una y otra vez. Si no era cuidadosa, podría perder su vida. No es bueno. Liz trató de hablar, pero…

 

[¡No otra vez! ¡No puedo soportar perder a nadie más!]

 

Así que no me detengas, ella dijo, como si le refutara a Liz. Era una poderosa voz, y sonaba como si estuviera tratando de tranquilizarla.

 

Y entonces la consciencia de Liz se desvaneció, y la solitaria batalla de Skaaha empezó.

 

[Prepárate. No hay nada que el Emperador del Hielo no puedo perforar.]

 

El frío aire del “Emperador del Hielo”, que gobierna los cielos, tiñó el mundo con humo gris. De cara al abrumador poder, cualquiera estaría preparado para morir. El vivo y el muerto se acobardaban por igual frente al Emperador del Hielo.

 

――Divino Perforación.

 

La lanza de hielo de Skaaha voló como un rayó, congelando el área alrededor y volaba en línea directa hacia el "Caído”. Uno de los “Caídos” fue hecho añicos, y la lanza de hielo aterrizó atrás sin detener su impulso— estalló en el suelo.

 

Pero aún quedan tres.

 

[¡Emperador del Hielo! ¡Dame tu poder! ¡El poder de aplastar al enemigo frente a mí!]

 

Como si respondiera a su petición, una luz azul salió disparada del Emperador del Hielo. Sin embargo, a pesar que el espíritu es el suficiente, la fatiga de Skaaha es muy aparente.

 

[Fuh… aún puedo soportarlo.]

 

El sonido de la atmósfera crujiendo resonó alrededor de ella. La temperatura había empezado a caer rápidamente. Mientras el humo envolvía el área. El incontable vapor de agua en la atmósfera empezó a congelarse y crear lanzas de hielo.

 

Incontables lanzas de hielo estaban flotando alrededor de Skaaha.

 

[Mi nombre es Haran Skaaha de Felzen.]

 

Skaaha miró a los tres “Caídos” mientras ponía su mano en su pecho y contuvo su respiración.

 

[Los destruiré a todos con el orgullo de la familia real.]

 

―― La bendición del Emperador el Hielo ―― Ataque Especial.

 

Skaaha golpeó el suelo y corrió con gran fuerza. Con su rostro contorsionado del dolor, fue al frente con su espada de hielo flotando alrededor de ella.

 

Las puntas de las lanzas, las cuales iban en todas direcciones, creo copos de nieve que volaban alrededor.

 

A pesar que uno de los “Caídos” fue congelado desde sus pies y es incapaz de moverse, Skaaha lanzó su lanza de hielo sin mostrar ninguna simpatía. Incluso que se reducen a una aguja en un pajar, la lluvia de ataques no se detiene. Skaaha siguió atacando son misericordia hasta que su cuerpo fue reducido a polvo.

 

[Hah… hah… hah… ¡Aún no termino!]

 

Dos más. Skaaha dio un paso al frente, repitiendo su respiración entrecortada.

 

En ese momento— las lanzas de hielo que estaban flotando por el área se destrozaron todas a la vez. Los fragmentos llovían en el suelo.

Viendo a Skaaha, quien observaba la escena con asombro, probablemente fue contra su voluntad.

 

[A-Agh…]

 

Su fuerza física se estaba agotando. Su fuerza restante estaba hasta su nivel más bajo. Ella quedó de una rodilla y siguió tratando de mantenerse en pie.

 

[Fuh… fuh… un poco más. Liz-dono, pronto seré capaz de atenderte. Solo un momento.]

 

Ella le sonrió a la caída Liz y se paró, enterando su “Emperador del Hielo” en el suelo. Sin embargo, mientras se paraba, dos “Caídos” se pararon frente a ella sin más.

 

[――Ugh!]

 

El primer golpe— un poderoso puño— fue liberado, y el cuerpo de Skaaha se alzó en el aire. Sin embargo, su voluntad y bien entrenado cuerpo no permitieron que perdiera fácilmente.

 

[Ugh— ¡Ggaah!]

 

Sus piernas fueron tomadas, y ella fue azotada en el suelo como un juguete. Estaba controlada por un gran poder sin fuerza restante para resistirse. Algunos soldados trataron de ayudarla, pero las fuerzas enemigas de inmediato los rodearon, y no pudieron llegar a ella.

 

El sonido de carne chocando contra carne seguía agitando la atmósfera, mezclándose con el sonido de luchas con espadas hacía que quisieras cubrirte los oídos.

 

Eventualmente, el “Caído” quien había estado sosteniendo las piernas de Skaaha dejo de moverse, lanzándola en el aire como un malabarista, y tomándola por el cuello. Entonces abrió su gran boca y trató de morderle su cabeza.

 

Pero――

 

[¿Es todo lo que tienes…? Eso… no es suficiente para ponerme a dormir.]

 

Luego de soportar un gran dolor, Skaaha rio, a pesar que su cabeza y boca están sangrando profundamente.

 

[¿Debo devolvérsela…?]

 

Mientras su cuello era tomado, Skaaha llevó el Emperador del Hielo a su mano derecha y deslizó la punta de su lanza en la boca abierta del “Caído”.

 

[Eres todo un seductor… pero aún no me he casado. Y tengo el derecho para escoger a mi esposo.]

 

Un resplandor azul salió disparado, al instante congelando la cabeza del “Caído” quien estaba tratando de cazar a Skaaha. El poder del apretón en su cuello se debilitó, y con logro escapar con éxito.

 

Cuando finalmente aterrizó en el suelo, le dio una mirada al “Caído”, a quien se le había congelado la cabeza.

 

[Kuh… ¿sigues vivo?]

 

Skaaha murmuro en frustración cuando vio que la cabeza había empezado a regenerarse. Y cuando notó una sombra cayendo sobre su cabeza, levantó la mirada y lo vio.

 

[Haha, ya estás allí…—]

 

Un fuerte golpe arrojó a la temblante Skaaha al suelo. Aunque, se paró, y a pesar que estaba cubierta en heridas, llevaba una sola lanza y se paró con su ayuda.

 

Incluso el enemigo se apartó de tal dolorosa escena.

 

[Ugh…]

Liz gruñó.

 

[Ah… ¡Ah!]

 

Estaba debilitada y frente a ella estaba la figura de Skaaha derrumbándose, expuesta a un poderoso ataque. Quería ayudarla, pero su cuerpo era incapaz de moverse. No podía proteger a la mujer quien la había protegido.

 

Aun ahora, cuando estaba por se aplastada por la vergüenza, dos de los “Caídos” están babeando y poniendo su vista en su moribunda presa--- Skaaha.

 

[Hiro…]

 

Ella no podía evitar pedir ayuda, su rostro se está poniendo rojo de la vergüenza. Entonces, mordiendo su labio, Liz azotó su cabeza en el suelo.

 

[¡No he crecido nada!]

 

No hay diferencia de cuando fue tomada prisionera en Felzen.

 

Está débil, es pura palabrería, y está dependiendo de otros; está podrida y siendo mimada por otros.

 

[Se lo juré a él… que me quedaría a su lado…]

 

Se lo dijo a sí misma que no debería pedir la ayuda de Hiro, que no debería depender de él todo el tiempo.

 

[¡Lucharé junto a Hiro!]

 

Liz se paró. Puso toda su fuerza en sus piernas y tomó al Emperador de las Llamas en sus temblorosas manos. Sus orejas estaban resonando. La sangre fluyendo de su frente estaba entrando a sus ojos.

Sin importarle, Liz miró alrededor de ella.

 

Podía ver que todos estaban luchando sin rendirse. En el fondo, Aura, protegida por sus guardias, está gritando desesperadamente sus órdenes a las tropas.

 

Skaaha, quien estaba yaciendo en el suelo, también luchó para proteger a Liz del “Caído”.

 

¿Y yo qué he hecho? Ella pensó.

 

Ni siquiera podía derrotar a uno de los “Caídos” y arriesgo la vida de Skaaha. Y entonces se desmayó sin más, dejando que Skaaha lidiara con todo el problema. Cuando se despertó, pidió la ayuda de Hiro y se rindió, diciendo que no podía pararse por sí sola.

 

―― Solo es una carga para otros.

 

[Fuh… ¡Ugh, ahhhhh!]

 

Liz apretó su puño y golpeó el suelo. Una grieta apareció verticalmente en el suelo. El impacto que agitó el suelo puso la consciencia del “Caído” en Liz.

 

[…]

 

Li exhalo tranquilamente. Sus ardientes ojos rojos están dominados por la ira. No se trata del enemigo, es acerca de su propia ingenuidad, y no podía soportarlo.

 

[Emperador de las Llamas, préstame tu fuerza.]

 

Ella recordó cómo ese día había jurado dar lo mejor para estar a la par de Hiro. No necesita tenerle miedo al fracaso. Sin miedo a morir. Creer en ella que había jurado ser fuerte.

 

[¡Dame la fuerza para superar este predicamento!]

 

Liz escupió la apasionada rabia en su pecho.

Como en respuesta, el “Emperador de las Llamas” emitió una deslumbrante luz roja. De las profundidades de su ardiente corazón, el poder brotó. Una tremenda cantidad de poder fluyó en cada rincón de su cuerpo.

 

En ese momento— Liz escuchó una vez dentro de sí; estaba segura de ello.

 

[…Esto es…]

 

Una inextinguible llama estaba brotando dentro de su cuerpo. Mientras la mente sea fuerte, la llama ganará el impulso y florecerá en una gran llama.

 

[Esto es… el primer emperador…]

 

No podía evitar sonreír mientras sentía una gustosa sensación en los rincones de su mente aclarándose.

 

[¡Guooo!]

 

Como asustadas por una fuerza desconocida, uno de los “Caídos” la atacó.

 

[Fuera de mi camino. Me estás estorbando.]

 

Ella perforó el pecho del “Caído” acercándose con el “Emperador de las Llamas” y le cortó la cabeza de un solo movimiento.

 

[¡Ugoaaaaa――!]

 

Pero son monstruos. La super rápida regeneración al instante se conectó con el cuello.

 

[Molesto.]

 

Liz le dio una fría mirada, y como si dijera que era inútil, y desplegó su roja espada.

La cabeza cayó, engullida en las llamas. La cabeza del “Caído” golpeó el suelo con un sonido sordo.

 

Entre más el tiempo parece reducirse, más siente el poder extendiéndose a cada parte de su cuerpo.

 

[¡Gaaaaaaaaaah!]

 

El último estaba acercándose a Liz.

 

Sin embargo, recogió una lanza que había caído al suelo y la hizo a un lado. El gran cuerpo se partió a la mitad y sucumbió al suelo.

 

El “Caído” miró a sus propias tripas desparramándose con sorpresa. Luego de pisotear su hombro, Liz empapó la punta de la lanza con una llama azul y clavó la lanza en la cabeza del “Caído”, destruyendo su cerebro.

 

[…]

 

Solo podía sentir su mente aclarándose.

 

Podía sentir su cuerpo poniéndose más y más ligero.

 

Liz sintió una enorme oleada de poder. Juntó sus manos una o tres veces, asombrada por su propio poder.

 

[Finalmente… en la espalda de Hiro…]

 

Los rojos ojos de Liz brillaron. Había cierto gozo en ellos.

 

Pero incluso si está podrido, su enemigo es el “Caído”. Una gran sombra cayó sobre la cabeza de Liz.

 

La súper veloz regeneración una vez más la confrontó.

 

[Tengo que tratar a Skaaha. ¿Puedes hacerte a un lado?]

 

Cuando Liz dio un paso al frente, llamas salían debajo de sus pies, y el terreno explotó.

 

Llama azul transparente— llamas azules envolvieron su cuerpo como si le dieran alas.

 

El “Emperador de las Llamas”, lo más amado del Primer Emperador Altius, mostro todo su potencial.

 

Sus llamas son la prisión.

 

Sus llamas son el infierno.

 

Sus llamas son el purgatorio.

 

―― El “Emperador de las Llamas” finalmente nació.

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