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Capítulo 6

Aspirando al Nivel Más Bajo

 

El primer lugar al que me dirigí luego de irrumpir en el Laberinto fue un hospital. Busqué una institución totalmente equipada de alta calidad y me encontré en el hospital más grande en todo Vart. Masiva perdida de sangre, lanzando magia mientras está a las puertas de la muerte, reparación forzada de carne, y lanzando hechizos en sucesión más allá de sus límites había dejado a Dia en un estado desastroso.

 

Los doctores dijeron que Dia necesitaba ser hospitalizada de inmediato. Consentí, pero me asusté cuando vi la declaración de gastos médicos. Logré pagar el avance, pero los fondos que tenía en mano no eran suficientes para cubrir la cantidad que debería al final.

 

Le dije a los doctores que estaba bien con el dinero, entonces me puse a vender las cosas de mi inventario. Mi preocupación monetaria pronto fue resuelta. La gema mágica que Tida había dejado una buena cantidad de dinero. Al parecer sin precedentes e incluso la gema identificada más pura de las más valuadas hasta ahora. Hubo disputas, y mucho ajetreo por esto y ese fue un punto alto, pero logré cambiar la gema por una pequeña fortuna, luego regresé al hospital.

 

Pagué las cuentas y terminé todas las formalidades en la recepción, asegurando el lugar de Dia. Con el fantasma de él siendo perseguido ahora desvanecido, gané algo de paz mental por el momento. Entonces el recepcionista me guio al cuarto de Dia.

 

Era el hospital más grande en la zona, el cuarto que había sido arreglado para él era de alta clase. El edificio estaba hecho de madera, pero ya que estaban metidos con la limpieza, sentí que no había necesidad de preocuparse por problemas de higiene. Era un universo de diferencia de los hospitales de mi hogar, pero para los estándares de este mundo era más que promedio.

 

El cuarto contenía simples herramientas de enfermería también como aparatos que nunca había visto antes. En este mundo, los avances en curación mágica había llevo a esos instrumentos de apoyo. Las cortinas beige se agitaban en la briza, y debajo de ellas yacía una cama, sobre la cual Dia dormía. Gracias a las medidas que sus doctores habían tomado, su complexión había mejorado.

 

Un arrugado médico estaba sentando en una silla de madera a la par de la cama. Me notó y dijo. [Ah, debes ser el compañero de Dia. ¿Fuiste capaz de pagar sin dificultad?]

 

[Sí. Vendí mis posiciones por dinero, así que no hubo problemas.]

 

[Me alegra oír eso. Ahora, me gustaría explicarle la condición de Dia a detalle. ¿Puedo?]

 

[Por favor.]

 

El doctor entró una silla de madera y me pidió sentarme. Tomé asiento y escuché lo que tenía que decir.

 

[Iré directo al grano. Independiente a la pérdida de su brazo derecho, restaurarlo a la normalidad no es posible. Incluso bajo la mejor de las circunstancias y con la mejor magia, pegar los brazos está lejos de ser fácil. Mucho tiempo pasó desde que el brazo fue dañado, la forzada y desmedida magia de curación causó que la herida se cerrara. Aunque su brazo derecho es lo que más le preocupaba, me temo que tendrá que dejarlo.]

 

[Entiendo.] Me mordí mi labio.

 

No sé qué tan avanzada la medicina sea en este mundo. Solo me había aferrado al rayo de esperanza que la magia era cosa de este mundo, quizás podría ayudarle. Pero ese fue un sueño vacío. Si pudiera ser restaurado fácilmente, ¿por qué habría exploradores del Laberinto por la ciudad sin piernas o brazos?

 

[Entonces está la laceración de su hombro hasta su torso. Eso dejará una gran cicatriz, también fue causado por el hechizo de curación que Dia lanzó sobre sí misma. Hubo mucha esperanza que la magia que formuló mientras se acercaba a la muerte curaría con delicadeza y precisión.]

 

[¿Una cicatriz? No creo que a Dia le importe eso.]

 

Ya que se estaba identificando como un chico, me imaginé que perdería el sueño con eso.

 

[¿Oh? Bueno, si ella está bien con eso, no importa. En el siguiente tema. La pérdida de sangre ha inducido la deficiencia de poder mágico. Podemos tratarlo con una dieta especializada, y puede hacer uso de una herramienta mágica si se necesita. Probablemente tomará cerca de una semana para que se recupere completamente.]

 

¿Pérdida de sangre inducía “deficiencia de poder mágico”? Esa fue la primera vez que oí el término. Asumí que significaba que su MP se recuperaría más lentamente. Sabía de lo que había visto en la biblioteca que la sangre y el poder mágica estaban profundamente conectados, pero no previne tales complicaciones. Tanto como mi conocimiento era inadecuado, me refería al doctor.

 

[Gracias. Por favor haga lo que sea necesario.]

 

[Entiendo. Por último, me temo que perder su brazo afectará su equilibrio mental y físico. Preparamos un prostético, pero sus habilidades de espada y lanzamiento de hechizos indudablemente sufrirán. Imagino que para una exploradora de Laberito como ella, esto será un tremendo shock.]

 

[No se equivoca.]

 

[Creo que debería considerar sus planes futuros con cuidado. Ese es todo el pronóstico. Por el momento, la dejaremos aquí por una semana. Si deseas la rehabilitación, necesitarás llenar más papelería, así que por favor hazlo en la recepción.]

 

Las consecuencias que había temido se me tiraron en la cara dolorosamente, y me dolía el corazón.

 

[Oh, una cosa más— ¿Se encuentra bien, Vizzita? Sus heridas pudieron haberse cerrado con la magia de curación, pero se ven bastante dolorosas para mí.]

 

Una pausa. [No, estoy bien. Solo estoy un poco deprimido por diferentes razones.]

 

No era una mentira. Mi HP y MP habían empezado a recuperarse naturalmente, y no me sentía tan mal físicamente. En cuanto a la razón, no sabía si era porque mi cuerpo simplemente era fuerte o si alguna cosa del sistema de juego.

 

[Solo relájese. Adiós.]

 

[Muchas gracias, doctor.]

 

El doctor se fue, y el cuarto se quedó en total silencio solo por el viento soplando por la ventana.

 

Entonces una voz desde atrás: “Hechizo Supremo: Cura Total.”

 

Cálida luz cubrió el cuarto.

 

[Ese anciano está siendo tan dramático. Claro, mi balance está arruinado, no es problema.]

 

[Así que estabas despierto, ¿huh?]

 

Dia estaba sentándose en la cama. Estaba vestido con la ropa blanca de hospital, y su anterior coleta estaba deshecha. Señalé a la luz de su magia.

 

[Eso es…] Murmuré.

 

[Lo siento, Sieg. Lo escondí hasta ahora.] Bajó su cabeza.

 

Tenía ganas de correr. Sabía que tenía más magia en su arsenal, pero internamente me la creía. Sin embargo, para Dia, vio esto como un secreto que le había escondido a su querido aliado hasta que nuestras vidas estaban pendiendo de un hilo. No estaba para animarse.

 

[No, está bien. Digo, estaba sorprendido, pero sabía que debiste haber tenido un intenso trasfondo con la magia. Asumo que tenías tus razones para esconderlo.]

 

[Mis razones… Mis razones, ¿huh? Mis razones realmente eran indecibles.] Levantó su cabeza un poco y golpeó la pequeña bola de luz como un saco.

 

[Bueno, es gracias a ti que estoy con vida. No me importa si solo usas esos poderes cuando se da la necesidad. Desde ahora en adelante, puedes—]

 

[No, las usaré cuando sea. No me detendré.] Murmuró resuelto, aplastando el saco de luz en su mano. [Eso es lo que he decidido.]

Con eso, declaró que usaría la magia que había decidido ocultar hasta ahora. La magia que se había rehusado a usar hasta que la muerte se estuviera acercando. ¿Qué pudo haber cambiado en su mente? Tenía una suposición. Sin intención, mi mirada cayó en su brazo derecho perdido. Dia lo notó y empezó a hablar en tono calmado.

 

[No te equivoques, Sieg. No es debido a mi brazo. Estaba explorando el Laberinto, así que estaba preparada para un accidente como este. Así que no me des esa triste mirada en tu rostro por esto. Si te sientes de bajón debido a mí, eso también me pegará.]

 

Dia estaba tratando de consolarme, pero yo no estaba en un dilema como él. [¡Pero ese era tu brazo dominante! Qué hay de la espada—]

 

[Estoy bien sin la espada.] Interrumpió.

 

[¿Qué?]

 

[¡Tengo mi magia de curación! Me tomará tiempo regresar a la normalidad, pero como puedes ver, estoy bien. De hecho, esta es la oportunidad perfecta para mí para empezar a concentrarme puramente en la magia. Es una gran oportunidad para mí para reexaminar mi estilo de pelea y mi mentalidad. Supongo que pensaré en ello mientras esté descansando aquí.]

 

[¡Espera, ¿huh?!]

 

Dia se sacó un cambio. Era el exacto opuesto de su anterior línea de pensamiento, dejándome sin palabras e incómodo. Casi era como la magia misma— como el repentino y completo cambio de actitud precipitada por mi habilidad “???”. De haber estado tan metido en la espada solo para rendirse a la ligera era bizarro. Si ese cambio de mente era el resultado de pensar cosas con calma y realísticamente, entonces estaba feliz por él, pero no creo que Dia sea capaz de tal racionalidad pura. Viéndolo tan calmado me sentía extraño. Recordé la desesperación y soledad en sus ojos mientras había observado su brazo salir volando, aunque ni una pizca de esas emociones era aparente.

 

Dudaba que la culpa yaciera en mis habilidades de observación. No era que tuviera un buen ojo para eso; solo era que se suponía que Dia fuera de la categoría fácil de entender. Aunque sí que estaba acabado con la espada. ¿Cambió de parecer porque había estado a las puertas de la muerte? Claro, ese a menudo era el caso en libros e historias, pero la sensación de atestiguarlo de primera mano se sintió como que me había perdido algo desde el principio.

[¿Qué ocurre, Sieg?]

 

[Oh no, nada. Si así es cómo te sientes, estoy bien con ello… Es solo… Descansa y piensa en ello. Pagué por todo, así que toma los días que necesites. ¡Oh, sí! ¡Olvidé decirte! ¡Amarás esto! ¡Vendí la gema mágica de Tida y saqué una fortuna!] Dije, reportando nuestro botín con el fin de disparar cualquier ansiedad. Ya que el dinero era la única de las cosas que Dia perseguía, creí que estaría alegre.

 

[Oh, es bueno. Puedes guardar el dinero por ahora. Estoy postrado en cama, así que no lo necesito por ahora. De hecho, si lo necesitas, puedes usar mi mitad de la fortuna.]

 

[¿Huh? Pero ¿no necesitas mucho dinero?]

 

[Sí, eventualmente. Solo no lo necesito ahora.]

 

No vi el destello de propósito en sus ojos. No había sentido de voluntad inquebrantable de antes. Contemplé el tipo de cambio emocional que había pasado dentro de él. ¿La respuesta es obvia? Luego de perder su brazo, estaba tirando la toalla respecto a algo importante para él.

 

[Tengo que descansar ahora, es todo. Pero solo espera, Sieg, porque volveré en poco tiempo. Solo odio que no seré capaz de ayudarte hasta entonces.]

 

Con esa última frase, una expresión típica de Dia entró en su rostro. Ese era el Dia que conocía— quien ponía mucha fe en mí, quien se disculpa por no ser capaz de ayudarme.

 

[En serio, está bien.] Dije. [Si no estás allí conmigo, creo que me tomaré un descanso de explorar el Laberinto también. Estoy seguro que será duro ir solo.]

 

[¡No, eso no es cierto!]

 

No esperaba que Dia dijera eso. Y había propósito en sus ojos otra vez, aunque no sabía lo que propósito podía significar.

 

[Creo que eres más capaz de avanzar por el Laberinto tú solo, Sieg. Sé que en el día que intentaste entrar al Laberinto por primera vez, estabas asustado. Pero ahora estás bien.]

 

Estaba desconcertado, por cómo Dia había sentido mi miedo respecto al Laberinto y lo seguro que estaba que podría manejarlo solo.

 

[¿El laberinto? ¿Yo solo?]

 

[Puedes derrotar monstruos por tu cuenta, y no hay mucho que no puedas manejar. En efecto, me he estado preguntando por qué alguien tan fuerte como tú quería emparejarse conmigo. Todo este tiempo, me lo he estado preguntando. Pero no quería preguntar el por qué ya que te necesitaba.]

 

¿Por qué te usé, Dia? Bueno… debido a tus talentos.

 

Estaba eso, pero la verdadera razón era que estaba demasiado asustado de entrar al Laberinto solo. No había estado emocionalmente listo para ello. A primera vista, era claro como cristal para mí.

 

[Soy cobarde. Sin un compañero, no me sentiría seguro.]

 

[Si eso es cierto, entonces deberías estar bien ahora. Lo garantizo. Eres fuerte, Sieg. ¿Por qué no tratas de ir solo? Es una buena oportunidad para ti. Quiero que reexamines las cosas. Y entonces puedas decidir si me necesitas o no. De otra manera, yo…]

 

Dia tenía sus propias dudas y dificultades. Y vi que ahora estaba tratando de confiar en mí. Podía decir que estaba siendo directo conmigo, así que me imaginé que tomaría su palabra.

 

[Está bien. Trataré de entrar más por mi cuenta. Aunque no sé qué tan lejos pueda llegar.]

 

[Genial; Me alivia.] Él dijo, sacando una sonrisa despreocupada. [No quiero que te quedes ocupándote de mí. Tienes que perseguir tus propios sueños.] Él estaba diciéndolo por mi propio bien y pidiendo que hiciera mi progreso. [Oh, sí.] Continuó. [Solo recordaba. Usa esto. Ya no lo necesito más.]

 

Él lanzó la espada que había estado recostándose contra la pared hacia mí. Era la llamada “Atesorada Espada del Clan Arrace”, la espada la cual Dia tenía un tipo de apego emocional.

 

[Gracias, pero ¿estás seguro?] Podía sentirlo con el acto, no estaba entregándome una espada.

 

[Totalmente. Si te mantiene a salvo mientras estoy lejos, me alegra.]

 

No había duda allí. En efecto, incluso podía sentir la firme determinación asociada con él.

 

[Bien, gracias. La tomaré prestada por ahora.]

 

Era seguro que tenía más sentido entregármela a mí. Estaría en cama, sin luchar. No tenía razón para decir no. Así que tomé la espada y la revisé otra vez más. Era un poco anticuada, pero podía decir que había estado en uso por un tiempo. Ya que la prioridad claramente era el uso práctico de la espada, tenía orfebrería (aunque no lo suficiente para entrar en la utilidad de la espada). Era una simple, pero hermosa espada del estilo occidental de una hoja.

 

Atesorada Espada del Clan Arrace

Poder de Ataque 5. 20% del DEX del usuario se añadió al Poder de Ataque.

 

[Te protegeré, Sieg.] Dijo para sí bajo su respiración mientras sostenía la espada. [Grábate mis palabras. Te protegeré y a tú sueño.]

 

[¿Huh?] Lo que atrapó mi atención incluso más que la pequeña declaración de Dia fue cómo su pronombre de primera persona había cambiado. Había, para ese comentario, ido sin más, de la palabra masculina para “yo” que usualmente usaba a la versión más neutral de las personas que usualmente usaban para identificarse como mujeres.

 

[Está bien. Me iré a dormir.] Dijo, volviendo al habla masculino codificado como si nada hubiera pasado. [Me recuperare rápido.]

 

Y con eso, se recostó. Quería hablar un poco más, pero Dia necesitaba descansar, y quería que volviera a la normalidad, así que no presioné. ¿Simplemente no lo había escuchado bien? Mejor preguntar otro día.

[Entiendo. Que tengas un buen descanso, y me reportaré en unos días. Iré a ver cuán lejos puedo llegar.]

 

Hice mi salida del cuarto con esa promesa, pero solo antes de salir, vi a Dia sosteniendo algo en su mano mientras trataba de dormirse. Era la horquilla que le había dado como regalo. Estaba tomándola con fuerza, como si su vida dependiera de ello.

 

Como si hubiera encontrado un reemplazo para la espada que ahora había perdido para él.

 

✽✽✽✽✽

 

Luego de mi conversación con Dia, empecé a pensar en cómo entrar al Laberinto solo. No me conforté haciendo excusas del por qué no podía. Puse esfuerzo en idear un medio para luchar y progresar que tomará en cuenta mis habilidades. Que Dia y yo tuviéramos que mostrarnos nuestras tontas heridas frescas no cambiaría nada. Es por eso que creí en el deseo de mi compañero postrado en cama.

 

Usé el dinero que había obtenido de vender la gema mágica de Tida para montar todo lo esencial para la exploración del Laberinto, y no tenía nada que quejarme cuando se trataba de mi condición física. Había pensado que entrar en el máximo de mi HP podía resultar en algún tipo de impacto relacionado a la salud, pero estaba bien. Mi HP y MP se habían recuperado por completo al día siguiente. Más que todo se debió al hecho que, a diferencia de Dia, no había recibido ninguna herida grave.

 

Tengo que agradecerle a Dia por todo.

 

Y así estaba allí, parándome frente al Laberinto tan temprano en la mañana que el sol aún no había salido. Escasa luz irradiaba de un punto más allá del horizonte. El cielo, tan índigo que es cercano a negro, se desaparecía en el color lechoso.

 

No había nadie más en la entrada. Queriendo evitar contactar con otros, había llegado tan temprano como pude. Respiré el aire matutino y realicé mi ronda final de revisión de menú.

 

S T A T S

NAME: KANAMI AIKAWA

HP: 302/322

MP: 506/512

CLASS:

LEVEL 10

STR 6.19

VIT 6.28

DEX 7.21

AGI 9.44

INT 9.33

MAG 21.66

APT 7.00

CONDICION: Confusión 8.59

Exp: 17501/20000

EQUIPAMIENTO: Atesorada Espada del Clan Arrace, Traje de Otro Mundo, Manto Largo, Zapatos de Otro Mundo, Guantelete de Cuero, Pechera de Cuero

 

Matar a Tida me había compensado decenas de miles de puntos de experiencia, llevándome hasta el Nivel 10. Mis estatus se habían alzado a grandes saltos comparado a cuando estaba solo en el Nivel 6; sentí como si probablemente podría seguir los movimientos de Tida ahora.

 

Por otro lado, mi “confusión” se había incrementado bastante también, lo cual me enfermaba. El número bajó poco a poco con el paso del tiempo, pero mi habilidad “???” estaba generándose tan frecuente que estaba cerca de marcar doble digito a pesar de eso.

 

Me puse dos objetivos. Primero, ya no apoyarme en “???”. Y segundo, llegaría al nivel 10 por mí mismo.

 

No había explorado solo desde mi primer día en este mundo. Aún podía recordar vívidamente todo lo que había pasado ese día, pero solo había ocurrido porque había sido Nivel 1. Mientras me paraba, tenía confianza que no me encontraría en una situación de vida o muerte.

 

Con las pruebas y aflicciones que llegaron a mi mente, no podía permitirme ponerme a llorar que estar solo daba miedo, como un llorón. Hasta ahora, me había concentrado mucho en subir de nivel. Pero no era todo lo que necesitaba hacer. También estaban esos números más allá de mis números. Tenía que forjar un fuerte corazón, y para ese fin, me embarqué a un nuevo desafió en solitario.

Un nuevo desafió en solitario.

 

Énfasis en solitario.

 

[¿Y qué, vas solo ahora?]

 

Se suponía que estuviera solo aquí, pero escuché una voz que no era mía.

 

[D-Dimensión: ¡Calcular!] Dije, activando mi campo de percepción. No lo había desplegado aún ya que no estaba dentro del Laberinto.

 

Saqué mi espada y busqué la fuente de la voz, pasando cada rincón y grieta en mis alrededores por información con mi magia. Y entonces, lo vi; una llama parpadeando detrás de mí en el camino. La llama no estaba quemando nada. Era del tamaño de una persona, y estaba destellando en medio del aire.

 

[Ah, mi culpa. No debí haberte asustado. Vengo en paz, así que cálmate, ¿sí?]

 

Mis afilados sentidos encontraron la fuerte de la voz: fuego ante mis ojos. El fuego formó una boca, la cual contorsionó para hablar como un humano haría.

 

[¿Una… llama parlante?]

 

[Espera, espera, me cambiaré.]

 

La voz se sentía familiar. El fuego cambió a una forma humana, y vendajes de glifos grabados se reunieron de la nada, enrollándose alrededor de la llama en forma de humano y sobresaliendo. Por último, la porción de cabeza del fuego se volvió “humano” también, y la transformación se completó.

 

Era la chica de cabello rojo de nuestro encuentro de antes. El Décimo Guardián, Alty.

 

[Holis.]

[Hola.]

 

Estaba partido en dos. Pensando en los términos del diseño del juego, era seguro asumir que el guardián del décimo piso era más débil que el guardián del onceavo piso. Claro, no sabía cuánto enfocarme para llegar a esa conclusión.

 

Esta vez era diferente de la batalla con Tida ya que no tenía a Dia. No tenía tanto poder de mi lado, pero mientras estuviera solo, podía retirarme más libremente. Ya que no tenía aliados de los que preocuparme y mi valor físico era relativamente alto, tenía mucha libertad para diversas tácticas de batalla. Y sobre todo, este lugar era genial para mí. Pronto, una multitud de personas se reunirían aquí en la entrada y afuera del Laberinto, hay muchos lugares que recorrer.

 

Dándome cuenta que Alty probablemente no quería dañarme, decidí continuar la conversación con ella. Aunque no bajé mi guardia.

 

[Alty, ¿cierto? ¿Viniste aquí a luchar conmigo?]

 

La flotante Alty agitó su cabeza. Se veía extrañamente adorable haciendo eso, dejándome perplejo. Si, hipotéticamente, nos metiéramos a una batalla, su apariencia me dejaría en una virtual desventaja. No podía verla como algo más que una pequeñita, y eso era romper las reglas si me preguntas.

 

[Uh, no. Literalmente dije “vengo en paz”.]

 

Para alguien tan pequeño, hablaba bastante arrogante. El sentido de incongruencia era fiero, pero estaba agradecido por eso, ya que me ayudaba a no olvidar que la “chica” con la que estaba lidiando era un monstruo.

 

[No lo creo.] Dije. [Solo fue hace unos días que fui atacado por un encantador monstruo llamado Tida. ¿Crees que olvidaría quién selló la salida?]

 

[Hmph… Todo lo que hice fue poner el escenario, pero da igual. Si estás molesto, me disculparé. Mi culpa.]

 

[Uh, lo siento, pero una disculpa no es suficiente. ¿Cómo puedo confiar en ti?]

[Urgh… así que, parece que tu impresión de mí es bastante mala, ¿huh? Estoy un poco sorprendida. Ni siquiera te ataque, macho.] Dijo, haciendo pucheros.

 

Ah. Es la misma. Es igual que Tida.

 

[No, mal es poco. No hay forma que tendría una favorable impresión de un monstruo. ¿Qué pasó con lo que tu amiga Tida dijo? “Cuando una persona y un monstruo se cruzan, pelean,” ¿cierto?]

 

[Hee hee. No tomes lo que Tida dijo tan en serio.] Ella me aconsejó, mirándome con cálidos ojos como que era algún niño que aún creía en Santa. [Solo es una regla que se la saco del orto.]

 

Que me miren con unos ojos así, por una chica que es dos veces más pequeña que yo, era una forma de amedrentar a un chico. [Así que estás diciendo que no intentas luchar conmigo— ¿Y quieres que solo te crea?]

 

[Sí, claro. No soy una luchadora como Tida. No tengo deseos de jugar con el papel de monstruo, así que puedes estar bien y relajado.]

 

[Sí, huh… ¿y ahora quién me detiene de relajarme y entrar al Laberinto?]

 

[Oh, no te preocupes. Ahora que somos aliados, explorar el Laberinto no será difícil. Los jefes ordinarios serán una poseo por el parque. Ah, pero solo en lugares lejanos del Camino Apropiado, ¿te importa?]

 

[Espera, espera, aguarda.]

 

[¿Huh? ¿Qué ocurre?]

 

Mi dolor de cabeza se rehusaba a irse. La forma unilateral en la que hablaba era igual a Tida. Tampoco escuchaba lo que otros decían, decidiendo las cosas puramente por egocentrismo.

 

[¿Por qué estás tratando de meterte en mi equipo? Olvídalo. Está fuera de pregunta.]

[Porque parecía que no confías en mí. Así que pensé que no te lo mostraría solo por mis palabras, sino con mis acciones que no quiero dañarte.  Hace solo un minuto, decidí ayudarte a explorar el Laberinto.]

 

[¿Cómo se supone que luche contigo a mis espaldas? Ni en un millón de años.]

 

[No me importa estar al frente. Estoy bastante buena con la espada también.]

 

Alty sacó una espada de llamas y la movía en el aire repetidamente. En la superficie, era una encantadora escena de una pequeña jugando con una espada. Pero no podía dejarme engañar. Ardiente fuego estaba saliendo de ella. Cosas estaban saliendo de sus manos y pies. No podía tratarla igual que a un compañero humano.

 

[Mientras estés cerca de mí, tengo que estar listo para luchar en cualquier momento. ¿Cómo se supone que explore así el Laberinto?]

 

[Hey, también es un serio problema para mí, sabes. Voy a estar apegada a ti hasta que finalmente confíes en mí. Una relación construida en la confianza es importante. Voy a dedicar a ti, sin importar cuántos días o años tome.] Alty sonrió inocentemente.

 

Había dicho todo eso sin dudar; no sentía que estuviera mintiendo y definitivamente no sentía ninguna hostilidad de ella. Entonces otra vez, bien pude haber estado fallando en detectar su maldad porque era muy poco experimentado. Al final, mis recelos se mantuvieron.

 

No sabía cómo manejar la situación. Perdí. Habría sido mucho más fácil si rápidamente me atacaba. Todos los planes antiguardia que había ideado antes de la aventura de hoy fueron inútiles.

 

[Así que en otras palabras, ¿andarás conmigo? ¿Hasta que te ganes mi confianza otra vez?]

 

[Sip.]

 

[Uhh… ¿quizás puedo derrotarte justo ahora? Eres un jefe, no.]

 

[¿En serio? ¿Cuándo estoy siendo tan amistosa? Eso es cruel. Tienes a una linda chica queriéndose unir a tu grupo. Aquí es donde aceptas mi generosa oferta. Mira, solo quiero que confíes en mí. Honestamente. Tengo un sueño modesto, todo lo que quiero es realizarlo, y con el fin de cumplirlo, absolutamente necesito la ayuda de un humano.]

 

Alty levantó sus manos en pose de “me rindo”, ondeando sus manos para mostrar que era inofensiva. Consideré cortarla mientras estaba de buenas a primeras, pero lo pensé dos veces, ya que algo que había dicho me atrapó. Las palabras de Tida muriendo llegaron a mi mente.

 

[¿Un deseo? ¿Cómo lo sabría?]

 

[Oh, ¿quieres escucharlo?]

 

Me pausé. ¿Escucharla me serviría? El Laberinto estaba lleno de enigmas, así que necesitaría más información con el fin de acabarlo. Pero ¿no significaba que tratando de obtener información de Alty aquí y ahora era lo correcto?

 

[Pongamos de lado eso de la confianza por ahora.] Dije. [Por el momento, puedes escuchar lo que tengo que decir. Estoy bien con eso.]

 

[Bien, también puedo escucharte. Lo que dijiste antes me puso a pensar. Y también cuéntame esa cosa que “no lucharás porque no tienes dudas”.]

 

Ya que Alty era un guardián, cada palabra que decía era un spoiler, por así decirlo. Me odiaba por pensar en una situación como en términos de videojuegos, pero el mismo cerebro que había parido ese pensamiento me estaba diciendo que prestara atención a lo que decía.

 

[Hee hee. Claro, te lo diré.] Alty dobló su infantil cuerpo y me dio una sonrisa.

 

[Bien.] Ella dijo sin prisa. [Empezaremos con las dudas. Estoy seguro que encontraré el provecho. Solo piensa— serás capaz de matar a un guardia sin pelear.]

 

Su sonrisa era implacable, y eso no cambiaría cuando el tema era cómo matarla.

 

[La verdad, nosotros los guardianes estábamos anclados resguardando el Laberinto como monstruos porque tenemos arrepentimientos y apegos remanentes. Así que siempre me preguntó qué sería de un guardián si lo que sea que los mantiene estuviera maquinado. Tida me aclaró esa molesta pregunta. Parece que las ataduras conectándonos se desenredaron, nos debilitamos, y si nuestro deseo se hace realidad, nos desvanecemos. Debe ser el por qué el casi inmortal Tida murió tan fácilmente.]

 

Desde lo que estaba dando a entender, había atestiguado la muerte de Tida. Y habría divulgado bajo circunstancias normales, Tida no pudo haber muerto de la forma en la que lo hizo. Había muerto porque le concedí su deseo— O así Alty lo confirmó.

 

Era la primera vez que oía de eso. Nadie me lo había dicho. Tenía un presentimiento que esta era información que ninguna persona entre todos los tipos en toda la Alianza del Laberinto quienes estaban tratando de limpiar el Laberinto.

 

[Heh heh… y ahora lo que mi deseo es. Tengo un deseo. Uno solo, un único deseo.]

 

Y entonces, como si cada palabra dicha antes fue solo un mero preámbulo, la voz de Alty se puso más profunda y pesada. Me estaría diciendo su más grande deseo—o en pocas palabras, la muerta que quería.

 

[Quiero hacer un amor no correspondido no sea tan no correspondido.]

 

Eso fue tan fugaz.

 

Alty estaba viendo al cielo, avergonzada por su propia proclamación.  [¿Qué crees? Romántico, ¿no?] Dije, burlándose de sí misma.

 

Su deseo y ademanes estaban tan adorables que estaba en mi límite. Mi cabeza dolía, mi cabeza dolía mucho. Y no era un dolor de cabeza tranquilo. Era una mezcla de emociones que usualmente no van juntas— estaba ansioso, medio molesto y asombrado. Y todo mientras, Altu estaba viéndome directamente.

 

Mientras estaba luchando con mi estrés, pensé una cosa: Menuda peste. Ese único sentimiento expresaba todo lo que el monstruo de apariencia humana era.

 

Y así, el sol salió, el inicio del amanecer señalando la llegada de un nuevo día deslumbraba. Había intentado conseguir un bien inicio junto al amanecer y explorar el Laberinto. Quería dar vuelta de hoja al capítulo dos de mis exploraciones. Pero una puesta imprevista había detenido las aventuras del Laberinto de Siegfried Vizzita.

 

Prácticamente podía oír el derrumbe de mis elaborados planes de exploración junto con el sonido de los engranajes chillando. Menudos giros del destino, zumbando mientras pasaba por la colina. Por eso, nuestra historia empezó a dar vueltas. Hacia abajo, abajo, siempre más abajo, hasta el fondo. El destino no podía ser detenido en su inexplorable descenso hacia el nivel más bajo.

 

Esto marcaba el inicio de una historia acerca arrastrarse hasta el nivel más bajo que ninguno debería alcanzar— la verdad.

 

Conceder el deseo del chico llamado Aikwa Kanami significaba bajar al nivel más bajo.

 

Mi experiencia de exploración del Laberinto solo estaba empezando.

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