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Capítulo 3

Qué tan Rápido se Frota las Manos el Director

 

La Academia Serendia fue nombrada por Serendine— la Diosa de la Luz y uno de los Espíritus del Rey— para recibir su divina protección. Su báculo y corona de lirios servían como los adornos para el emblema escolar.

 

Originalmente, no era la costumbre de la realeza y nobleza enviar a sus hijos a la escuela. Mientras el tiempo progresa, sin embargo, más y más niños nobles empezaban a asistir a las instituciones educativas. La Academia Serendia era el lugar.

 

El Reino de Ridill tenía tres escuelas elite en particular: la Academia Serendia, donde miembros de la familia real iban; la Institución de Entrenamiento de Magos Minerva; y la Universidad Afiliada al Templo.

 

Entre ellas, la Universidad estaba más concentrada en la ley. Las áreas de especialización de Minervan eran la magia y hechicería. La Academia Serendia, mientras, sobresalía en la enseñanza de todo menos esas dos.

 

La academia lo tenía todo: instructores de primera, una enorme colección de libros, y facultades y equipo digno de sus estudiantes nacidos como nobles.

 

Entrar en la academia requería una substancial cuota de inscripción y donación, pero los estudiantes tenían una gran desventaja encontrar trabajo en la corte luego de graduarse. Entre los nobles, ser capaz de llamarse un alumno de la Academia Serendia era un símbolo de estatus.

 

Necesitaba decirse que esos que habían participado en el consejo estudiantil de la academia eran vistos con particular asombro. Especialmente con el segundo príncipe, Feliz Arc Ridill, actualmente actuando como el presidente del consejo, volverse un miembro significaba una oportunidad para ser escogido como su ayudante cercano.

 

En efecto— normalmente, volverse un miembro del consejo garantizaría un futuro seguro.

 

¡¿Y por qué está pasando…?! Aaoron O´Brien gritó en su mente.

 

Aaron era el actual tesorero del consejo estudiantil en la Academia Serendia. Se paraba en el centro del cuarto, con el resto del consejo estudiantil rodeándolo. Habían sido sus compañeros desde el día anterior, pero ahora, todos lo veían como si fuera un criminal.

 

Tensión llenaba al cuarto del consejo, pero una persona estaba sonriendo: un joven sentándose en la silla del presidente con un puño en su mejilla— el presidente del consejo estudiantil y segundo príncipe del Reino de Ridill, Feliz Arc Ridill.

 

[Muy bien.]

 

Dos palabras de Felix fueron suficientes para cambiar la atmósfera por completo. Los hombros se Aaron se agitaron. Felix le dirigió una sonrisa— la sonrisa de una profunda compasión.

 

[Nuestra investigación ha descubierto rastros de manipulación.] Feliz empezó. [En especial, una mala proporción de los fondos de presupuesto. Y pasó más de una o solo dos veces… ¿No es cierto?]

 

Su voz era gentil y bastante calmada, así que el frío se sentía como un cuchillo clavándose en el corazón del escuchante.

 

Aaron se mantuvo en silencio. El secretario, un joven con cabello castaño y ojos caídos llamado Elliott Howard, se encontró su mirada.

 

[¿Has perdido la cuenta de cuántas veces has malversado fondos?] Él dijo. [Porque de lo que he encontrado, la cuenta es más de treinta…]

 

El tono de Elliott era frívolo, pero sus ojos estaban repletos con desdén mientras observaba Aaron.

 

Luego de Elliott, otro secretario— una chica rubia llamada Bridget Greyham— cubrió su boca con un abanico desplegable y comentó. [Es bastante, considerando que solo cubre el presupuesto general del año pasado. Pero ¿no tampoco desfalcaste fondos del presupuesto especial?]

 

Por las palabras de Bridget, un joven bajito con cabello castaño llamado Neil Clay Maywood— su oficial de asuntos generales— asintió. [Sí. Aún estamos revisando el presupuesto general, pero había señales de falsificación allí también, así que hay duda. Una cuenta preliminar coloca el total combinado en… cerca de cincuenta instancias.]

 

De cara a una persona luego que otra señalara sus fechorías, Aaron chasqueó su lengua. ¡¿Cómo diablos se supone que recuerde cuántas veces lo hice?! Su colaborador le había advertido que se estaba pasando, pero aun así, nunca debió haber sido descubierto.

 

Mientras Aaron mantenía su silencio, Felix, con una gentil sonrisa en su rostro, empezó otra vez. [Te seleccionamos para el consejo estudiantil por recomendación de mi abuelo, el Duque Clockford.]

 

Los miembros del consejo eran escogidos por el presidente. Habían sido varios quienes habían usado dinero con el fin de ganarse el favor de Feliz, y por ende con su abuelo, el Duque Clockford. Uno de esos quienes habían ofrecido mucho fue el padre de Aaron, el Conde Steil.

 

Es por eso que el Duque Clockford le había ordenado a su nieto Felix seleccionar a Aaron para el consejo. Si solo hubiera hecho su trabajo como tesorero apropiadamente, su futuro y el del Conde Steil habrían estado asegurado.

 

Por desgracia, la Casa Steil había contribuido mucho al Duque Clockford, resultando en una casi destitución. Como resultado, la concesión de Aaron había sido bastante reducido, y había empezado a desfalcar los fondos del consejo estudiantil por dinero para tontear.

 

¡Mierda, mierda, mierda…!

 

Aaron apretó sus dientes y los ojos de Felix se fruncieron. Mientras el príncipe pasaba su juicio, su voz era increíblemente suave y fría. Quería arrinconar a Aaron lentamente y prolongar su tormento.

 

[No puedo exigir cualquier castigo más grande que la expulsión. Sin embargo, mi abuelo probablemente cortará todo lazo con el Conde Steil.]

 

Aaron sintió la sangre drenarse de su cuerpo. Todos quienes estudiaban en esta academia sabían que detrás del segundo príncipe estaba el noble más influyente en el reino: El Duque Clockford. Y el duque era de cabeza fría, sin misericordia, y un hombre brutal.

La cara de Aarron se llenó de sudor. Estaré bien, pensé. Lo sé. ¡Sé que harán algo al respecto!

 

Había tenido un colaborador todo este tiempo. Estaba seguro que tomarían las riedas y lo sacarían de este desastre.

 

Sí… Erm, ellos, um…

 

Pero cuando trato de visualizar el rostro de su colaborador, encontró que no podía. Al inicio, pensó que era solo confusión debido a su actual estado de estrés, pero entre más trataba de recordarlo, más borrosas sus recuerdos se volvían. Sus pensamientos eran turbios. Su cabeza se daba vueltas.

 

¿Por qué? ¿Por qué no puedo recordarlos?

 

Aaron O´Brien había tenido un colaborador. Estaba seguro de ello. Bastante, sí. Habían conspirado con él a cambio de la mitad de las ganancias.

 

Aunque, no podía recordar el rostro de ese colaborador, o su voz, o nombre— nada.

 

[Ah, ah, ahh…]

 

Por alguna razón más allá de su entendimiento, el recuerdo se había desvanecido por completo. La sensación era similar al miedo que puedes sentir al ver un gran hoyo en tu cuerpo.

 

Su rostro se empapaba de sudor, sostenía su punzante cabeza y empezaba a temblar sin control. Su intenso miedo cedió a pánico. Aaron estaba a nada de perderse— y entonces Felix, con una santa sonrisa, dio el golpe final.

 

[¿Entiendes? Tu idiotez ha causado la caída de la Casa Steil.]

 

Aaron podía oír un chasquido en su mente. Había perdido el control.

 

El interior de su mente estaba caliente. Se sentía como los vasos sanguíneos estaban ardiendo— y cedió al calor, gritando mientras espuma empezaba a formarse en sus labios.

 

[¡Cállate, cállate, cállate! ¡La familia real… son solo los perros falderos del duque!]

 

Sin su autocontrol, Aaron saltó al escritorio con enojo y trató de tomar a Felix. Antes que pudiera tocar al príncipe, sin embargo, uno de los ayudantes de Felix esperando en el muro entró en acción y lo restringió. Este joven con cabello plateado era Cyril Ashley, el vicepresidente del consejo estudiantil.

 

Cyril recitó un hechizo rápido, luego con el comando: “¡Congélate!” De inmediato, los pies de Aaron se cubrieron con bloques de hielo.

 

Ahora que había restringido a Aaron con magia de hielo, los bien definidos rasgos de Cyril formaron una mirada de enojo. [¡Cómo te atreves! Salvajes comentarios y violencia dirigida a Su Alteza Real… ¡Mereces morir mil veces! ¡Te transformaré en una escultura de hielo y te sacaré por le ventana!]

 

El hielo cubriendo los pies de Aaron empezó a hacer ruidos de estruendos mientras subían en cada una de sus piernas. A ese ritmo, se transformaría en una escultura de hielo de cuerpo completo.

 

Pero mientras el hielo llegaba a las rodillas de Aaron, Felix interrumpió. [No es tu trabajo lidiar con él, Cyril.]

 

A la orden de Felix, Cyril de inmediato detuvo el progreso de su hechizo. Entonces inclinó su cabeza al príncipe.

 

[Me pasé de la raya… Por favor acepte mis más humildes disculpas.]

 

[Te preocupaste por mi seguridad, ¿cierto? Gracias por protegerme.] Felix le sonrió a Cyril antes de pasaron su mirada de vuelta a Aaron.

 

Sus ojos, azul cielo con un toque de verde mezclado, veían a Aaron sin piedad.

 

[Aaron O´Brien, debes confinarte en tu cuarto hasta que la notificación oficial de tu expulsión sea entregada. Debes tener el tiempo suficiente para reflexionar en cuán idiota debiste ser por haber sido engañado por un perro del duque.]

 

[Ugh.] Aaron murmuró con sus labios temblando.

 

Sus recuerdos estaban poniéndose más y más nublados. Sabía que tenía un colaborador. Estaba seguro de ello, pero no podía recordarlo… No, no, no.

 

¿Realmente ha estado trabajando solo…?

 

✽✽✽✽✽

 

En el carruaje de camino a la Academia Serendia, Monica estaba sin palabras. [¿Q-Qué hago, qué hago…?]

 

Para ser precisos, la razón por la que está metiendo su cabeza en sus manos en este momento tenía que ver con los cuartos en el dormitorio de chicas.

 

La Academia Serendia era un internado, y su asignación de dormitorios era para dos personas en un cuarto. Pero Monica, quien había estado viviendo en una cabaña montañosa debido a su miedo a estar rodeada de personas, nunca iba a sobrevivir viviendo en un cuarto para dos.

 

¡Como si tener que resguardar el príncipe no fuera una mierda ya!

 

[No necesita ser nada lujoso… Por favor, déjame en el ático…]

 

La escuela cuartos para una persona, pero esos estaban limitados a los estudiantes con notas excepcionales o esos que habían hecho donaciones significantes. A decir verdad, no habría sido tan difícil pagar la donación requerida. Monica apenas había tocado el ingreso que había recibido como uno de los Siete Sabios, así que el dinero no era el problema.

 

Pero con su historia de fondo como Monica Norton, el marginado de la Casa Kerbeck, sin duda levantaría sospecha si pagaba una gran donación para asegurar un cuarto solitario.

El problema estaría resuelto si fuera a compartir cuarto con su colaborador para esta misión, Isabelle, pero la jovencita era de primer año en un curso avanzado. Los dormitorios usualmente ponen a las personas del mismo año juntas, así que como segundo año, Monica no podía ser emparejada con ella.

 

¿Qué hago? ¿Qué hago? Mientras Monica temblaba, su cabeza seguía enterrada en sus manos, Isabelle ofrecía una propuesta con confianza.

 

[Si los dormitorios son lo que te preocupan, mi hermana, tengo una idea. Permíteme resolver el asunto brillantemente y de una forma propia de una villana.]

 

[¿P-Propia de… una villana?] Monica repitió, visiblemente confundida. Isabelle sonrió. [¡Puedes dejármelo a mí!]

 

Eventualmente, el carruaje llegó a la Academia Serendia. El edificio era hermoso, justo como el Palacio Real Ridil. Blancos muros y un techo azul— no tenía los espirales que el castillo tenía, pero estaba decorado con hermosas esculturas. Monica levantó la mirada en asombro.

 

[¿Nos vamos?] Isabelle preguntó, moviéndola a la fuerza.

 

En lugar de dirigirse a los dormitorios, Isabelle procedió a la oficina del director. Si de pronto pedíamos una reunión, Monica pensó, llena de temor, ¿el director no se enojará con nosotros?

 

Contrario a sus expectativas, sin embargo, el director estuvo bastante dispuesto en aceptar su petición, sobando sus manos juntas todo el rato.

 

La familia de Isabelle, la Casa Kurbeck, era famosa— en efecto, era uno de las cinco mejores casas en el reino. Dado a lo mucho que habían donado a la escuela, no era sorpresa que el director fuera especialmente respetuoso hacia Isabelle.

 

[Oh vaya, hola y bienvenida, Lady Isabelle. Como siempre, estoy eternamente en deuda con su padre.]

 

El director era algo grande y tenía su cabello gris peinado hacia abajo. Su cara larga ahora estaba cubierta con una intrigante sonrisa mientras guiaba a Isabelle y Monica a su oficina.

Como una apropiada escuela para los hijos de nobles, el interior de la Academia Serendia estaba bastante decorado. En particular, habían echado la casa por la ventana en la ofician del director; los muros estaban decorados con pinturas de apariencia lujosa y esculturas iguales.

 

Isabelle tomó asiento— sola— en el sofá frente al director, entonces le ordenó a Monica pararse detrás. [Vine aquí con una petición que me gustaría mucho que me ayudase, Director.]

 

[Oh, sí. Si hay algo que le preocupe, haré todo en mi mano para ayudar.]

 

Mientras el director levente se recostaba, Isabelle sacó su abanico desplegado y cubrió su boca con él. Entonces libero un suspiro que sonaba melancólico. [Oí que los dormitorios de la Academia Serendia son para dos estudiantes por cuarto… Soy una chica muy delicada y sensible, y simplemente no puedo aguantar dormir en el mismo cuarto con alguien con el que nunca he coincidido.]

 

[¡Oh! Si eso es todo, no necesita preocuparse. Prepararé un cuarto individual digno de la noble hija del Conde Kerbeck. Y ahora que lo menciona, esa jovencita es una pariente, ¿verdad? ¿Debo preparar un cuarto para ella cerca suyo?]

 

[¡No, nunca! ¡¿La pondría cerca de mí?!] Isabelle dijo, aprovechando la oportunidad para levantar su voz. El director se agitó en sorpresa. Monica, quien no tenía idea del plan de Isabelle, también estaba sorprendida y no pudo evitar liberar un chillido y encogerse. [¡Debe estar bromeando!] Isabelle continuó. [¡No debo estar ni cerca de esta chica que apesta a mierda!]

 

[Ahh, mi disculpo sinceramente por ser tan insensible. Prepararé un cuarto para ella lo más lejos del suyo como—]

 

[¡Director! ¡Incluso un cuarto normal no es adecuado para esta chica! ¡Me sentiría terrible por quien sea forzado a vivir con ella!]

 

Cuando Isabelle inclinó su abanico y empezó a fingir un lloro, el movimiento de manos del director se aceleró considerablemente. Mientras sobaba sus palmas juntas en un despliegue de servilismo, dijo. [E-En ese caso, ¿qué quiere que haga…?]

 

Detrás de su abanico, Isabelle sacó una sonrisa— Ahora estaba segura de su victoria. Entonces miró a Monica, quien estaba poniendo su cabeza detrás del sofá, y dijo en una voz energética. [Por qué, un ático es suficiente para ella… ¿No es cierto?] Temblando, Monica agobiada asintió. Isabelle volvió al director y le aseguro. [Ella accedió, como puede ver.]

 

[¿Un ático…?] El director repitió, sonando sorprendido. Probablemente estaba más preocupado por la reputación de la academia que de Monica.

 

Isabelle le regresó su filosa mirada. [¿No está disponible? Si es así, un establo serviría.]

 

[No, no. Subiremos una cama al ático. Sí, sí.]

 

Mientras el director alejaba la mirada, Isabelle le soltó a Monica con un guiño. Monica estaba totalmente asombrada por la resolución de esta habilidosa villana.

 

L-Las villanas son bastante increíbles…

 

Pero no eran las villanas las que eran increíbles— era Isabelle.

 

✽✽✽✽✽

 

Una vez había dejado la oficina del director, Monica libero un suspiro de alivio.

 

El ático estaba más allá del cuarto de almacenaje en el piso superior del dormitorio de estudiantes, un piso diferente para los otros estudiantes. Tal tato podía haber lanzado a una jovencita noble a las lágrimas, pero Monica estaba bastante agradecida por ello.

 

[Yo, ummm, Lady Isabelle… G-Gracias…]

 

Mientras Monica intentaba murmurar un gracias, los ojos de Isabelle de pronto se pusieron brumosos. Monica, asombrada, la miró en pánico.

 

[U-Um, ¿L-Lady Isabelle?]

[Ahh… ¡Si tan solo pudiéramos haber sido compañeras de cuarto! ¡Pudimos haber hecho fiestas de té secretas en medio de la noche o meternos bajo los cobertores y compartir secretos! ¡Pero… pero no puedo permitirme meterme en tu misión! ¡Lo entiendo bien!]

 

Luego de limpiar sus ojos con un pañuelo, lanzó sus brazos alrededor de una nerviosa Monica y se aferro a su nuca. [¡Hermana! ¡Si estás libre, por favor, por favor ven a mi cuarto a visitar! ¡Daré lo mejor para hacerte sentir bienvenida!]

 

[B-Bien…] Monica dijo, asintió. Isabelle de pronto se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se puso rígida.

 

Podían escuchar las voces del rincón del pasillo. La ceremonia de entrada no era hasta mañana, pero unos cuantos profesores y estudiantes con actividades de club podían verse alrededor de la escuela. Por eso, no era extraño para ellas encontrarse con alguien, pero la conversación que estaban escuchando era bastante inusual.

 

[¡Mierda! ¡Suéltame! ¡Déjenme! ¡No hice nada malo!]

 

[¡Ya cállate! ¡O congelaré tu boca la siguiente vez!]

 

[Relaja la raja, Cyril Ashley.]

 

[Sí, Cyril. Estás siendo más ruidoso de lo que él es.]

 

Desde el rincón venían tres estudiantes y un profesor joven.

 

Un estudiante con cabello negro estaba gritando y tratando de liberarse, mientras los otres tres estaban restringiéndolo, al parecer tratando de llevarlo a otra parte.

 

Isabelle le susurró a Monica en una voz baja para que solo ella pudiera escucharlo. [Ese joven de cabello negro… Ese sería Lord Aaron O´Brien de la Casa Steil. Lo he visto antes en eventos sociales.]

 

Aaron era un chico alto, y los otros tres estaban teniéndola difícil restringiéndolo a pesar de sus números.

Isabelle sacó su abanico y cubrió su boca. [El chico de cabello castaño es Elliott Howard de la Casa Dasvy. No estoy familiarizada con el de cabello plateado, pero ya que usa el emblema del consejo estudiantil, debe ser de una casa elite también.]

 

Ya veo, Monica pensó. Como Isabelle lo había señalado, los tres estudiantes tenían pequeños emblemas en sus solapas. Isabelle tenía una buena memoria y un ojo fino— la forma en que había recordado sus nombres tan rápidamente y miró sus solapas era brillante.

 

Monica la miró con admiración. ¿No sería mucho mejor en la infiltración que yo? Se preguntó.

 

Mientras, el glamuroso grupo de cuatro empezó a ir a su destino, así que Isabelle y Monica rápidamente se pegaron al muro para hacer espacio.

 

El chico de cabello castaño con ojos caídos, Elliott Howard, las miró y casualmente levantó una mano, diciendo. [Perdón por el ruido.]

 

Pero entonces, el chico de cabello negro, Aaron— el que está siendo restringido por otres tres— miró a las dos chicas con ojos de ira y gritó. [¡Hey! ¡Hey, ustedes, digan algo! ¡Me la jugaron! Yo no… no recuerdo… no lo sé, no puedo recordarlo… ¡Ahhh…!]

 

[¡Quieto ya! ¡Cierra el pico!] El joven de cabello plateado gritó, las venas se sobresalían de su temple. Rápidamente murmuró algo.

 

El murmullo hizo que Monica levantara su cabeza. Fue un canto mágico. ¡Y uno acortado también…!

 

El chico de cabello plateado creo su hechizo en la mitad del tiempo de un canto normal, entonces chasqueó sus dedos. Las muñecas agitadas de Aaron se congelaron como grilletes. El chico de cabello plateado entonces produjo una pequeña pieza de hielo en su palma y la metió en la boca de Aaron, sosteniéndolo allí.

 

Mientras el pedazo de hielo se deslizaba por su boca, los ojos de Aaron se abrieron, y gritó.

 

[Hmph. Esperemos que esto enfrié tu cabeza un poco.] El chico albino escupió.

 

El ojos caídos de Elliott lo miró con exasperación. [Cyril, ¿sabías que todas las chicas te llaman el Vástago de Hielo?]

 

[¿Qué significa eso?]

 

[Es el nombre de un personaje en una popular novela en la capital. Al parecer, es bastante frío y recatado. ¿Por qué no tratas un poco más de hacer realidad sus expectativas?]

 

[Temo que no entiendo. Siempre estoy calmado.]

 

[…]

 

Elliott se bajó de hombros por Cyril— el joven albino. Finalmente, el profesor se dirigió a ambos. [Muévanse.]

 

[Sí, Thornlee-sensei.] Elliott respondió sin argumentar.

 

Cyril miró a Monica e Isabelle y les ofreció una breve disculpa. Entonces los tres arrastraron a Aaron.

 

Cuando los cuatro estaban fuera de vista, Isabelle rompió el silencio. [Me pregunto si algo pasó en el consejo estudiantil.]

 

Hablando del consejo estudiantil, su presidente era el objetivo de la tarea de Monica— el segundo príncipe, Felix Arc Ridill. Si hubiera sido un incidente en el consejo estudiantil, significaba que Monica, su guardaespaldas, necesitaría descubrir los detalles.

 

Nooo… me acabo de transferir, y tengo un presentimiento que las cosas ya se están complicando…

 

Reflexionando en su turbulento encuentro con los miembros del consejo, Monica sostuvo su estómago y libero un grito.

 

✽✽✽✽✽

El ático que se le dio a Monica resulto ser mucho más limpio de lo que había esperado. El director probablemente lo había visto. El cuarto tenía una pequeño y simple cama, y un escritorio de estudio— más que suficiente para Monica.

 

Levantó la ventana para airear el cuarto, entonces abrió su maleta de viaje. [Nero, puedes salir ahora… ¿Nero?]

 

Ella tiró el contenido de su maleta de viaje en la cama, también mandando a rodar a Nero.

 

[Myaaahh…] Hizo un sonido como de un bostezo y un maulló. [¿Hm? ¿Qué es esto? ¿Ya llegamos?]

 

[Mm-hm. ¿Estuviste durmiendo todo este tiempo?]

 

[Sí. Puedo dormir donde sea que quiera. Genial, ¿no?] Se jactó.

 

[Claro.] Monica dijo bruscamente mientras recogía su tetera de la cama.

 

El escritorio que venía con el cuarto tenía varios pequeños cajones. Los del fondo podían cerrarse, así es donde puso el tarro.

 

A pesar de ser uno de los más grandes magos en el reino, Monica tenía preciadas posesiones que realmente le importaban. Esta tetera, un recuerdo de su padre, era más importante para ella que su báculo de oro o el aniño y túnica indicando el rango noble que había recibido cuando se convirtió en un Sabio.

 

El tarro era su único tesoro— no podía pensar en otros.

 

Nero bostezó y la miró desde la cama luego que hubiera cerrado el cajón. [¿Así es la vida escolar?]

 

[Um. Dicen que las clases iniciarán mañana…]

 

 

Empezando mañana, estaría entrando a la Academia Serendia como una estudiante de segundo año en el programa avanzado. Y lo estaría haciendo como Monica Norton— no como Monica Everett, la Bruja Silenciosa. Su rostro se nubló mientras recordaba sus días en la Institución de Entrenamiento de Magos Minerva. Para alguien tan tímida como ella era, el estilo de vida de grupo de una escuela no era más que agonía. Para sus últimos momentos en Minerva, se había recluido en el laboratorio.

 

[Ugh… Solo imaginarlo me está dando un dolor de estómago…]

 

La razón por la que Monica había venido aquí era para proteger en secreto al segundo príncipe. Pero antes que pudiera siquiera pensar en la misión, para no sobresalir, tendría que vivir una vida como un estudiante. Lo cual, para Monica, iba a ser difícil.

 

[Eh, que te sude. Solo diviértete con ello. ¿No parece la vida académica divertida?]

 

[Solo lo dices porque no sabes lo temible que es…]

 

[Si parece que alguien va a descubrir tu secreto, puedes usar magia para controlarlo, ¿cierto? Pan comido. Eres un mago increíble, así que… Como, ¿no solo puedes controlar o alterar los recuerdos de alguien quien te descubra?]

 

Nero podía ser despreocupado porque sabía poco de los asuntos humanos. Monica agitó su cabeza, con una sombría expresión en su rostro. [En serio, cualquier magia que interfiera con la mente humana, como manipular a alguien o rescribir sus recuerdos— todo está prohibido… Si lo usara en alguien sin permiso, me quitarían mi certificado de mago…]

 

La magia que interfiere con la mente de alguien o estado mental era solo permitida en casos muy especiales, tales como extraer confesiones de criminales. Investigar lo permitía, y Monica había leído un libro o dos del tema. Sin embargo, ya que podía usar tales hechizos si deseara, particularmente no quería.

 

[Los hechizos como esos son difíciles de controlar. Algunas veces las personas desarrollan efectos secundarios, como problemas de memoria o caer en un estado de confusión… Y he oído que si realmente va mal, nunca podrán recuperar la consciencia.]

 

[¿Qué? Eso es terrible.]

 

[Mm-hm. Así que no puedes usarlo por nada.]

 

De pronto, Monica recordó a Aaron O´Brien, uno de los estudiantes que había encontrado antes. Había estado en un estado de confusión, diciendo que no lo sabía, que no lo recordaba, y más. Eso sonaba muy familiar a los síntomas de alguien cuya mente había sido intervenida usando la magia.

 

No, no puede ser… Monica pensó antes de agitar su cabeza y concentrarse para prepararse para el siguiente día.

 

[Los humanos sí que la tienen difícil, ¿huh?] Nero dijo, sus bigotes se levantaban y bajaban.

 

[Sí. Desearía poder ser un gato…] Monica murmuró con una risa seca.

 

Nero frunció sus dorados ojos y la miró. [¿Has escuchado de la supervivencia del más apto? Es incluso peor para los gatos que para los dragones. Puedo asegurártelo— si fueras a convertirte en un gato, un cuervo te picaría hasta la muerte en minutos.]

 

[Haaha…]

 

No tenía respuesta a eso.

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