Capítulo 4
Rechacé a una Vaca
Lo que sea
que había sido esa luz purpura, la había visto en una fracción de segundo.
Al instante
que oí ese grito, me desvié a esa dirección. Entonces, luego de rondar una
esquina, lo vi— una gran criatura parándose por la entrada del calabozo.
[¿Qué es
eso?]
Vi a una vaca
gigante, y estaba parada en dos piernas.
Esa fue mi
primera impresión, pero nunca había visto una vaca así antes. Su cabeza toparía
con el techo de una casa, y estaba meneando un hacha grande de metal negro más
grande que su propio cuerpo.
Entonces,
noté personas alrededor. Estaban vestidos en armadura plateada que juraba que
había visto antes, sosteniendo espadas y lanzas listas. ¿No eran la guardia de
la capital real? Habían tomado una formación de batalla frente a la vaca,
anteponiéndose en su camino como para proteger a alguien.
La vaca lazó
su hacha a ellos.
No va
bien. Si no se quitan, morirán.
Al momento
que ese pensamiento pasó por mi mente, los cuerpos de varios guardias salieron
volando por el aire. Podías saberlo a simple vista que el peso detrás de un
solo movimiento de hacha. Si uno impacta, un humano no lo soportaría.
Entonces,
mientras los cuerpos de los guardias trágicamente esparcían rayos de sangre, vi
a una chica. Estaba colapsada de espaldas en el suelo, mirando a la boca en
asombro.
[¡…y ataquen!
¡Protejan a la—!]
Por como
suenan las cosas, los guardias estaban tratando de proteger a la chica, pero la
vaca los dispersó de aquí a allá con cada terrible movimiento de su hacha,
bañando los alrededores con sangre. Incluso mientras los guardias gritaban, la
vaca continuó atacando, matándolos uno a uno.
Una espada,
liberada de cuerpo de un guardia junto a toda su armadura, voló por el aire y
aterrizó a mis pies.
Sin embargo,
los guardias vehementemente protegieron a la aún colapsada chica.
[Van a morir.]
Lo sentí
instintivamente. No podía explicarlo bien, pero los movimientos de los guaridas
armados se veían vacíos— bastante. ¿Eran nuevos reclutas quienes no había
tenido mucho entrenamiento?
Lucharon
contra la vaca con todo lo que tenían— pero si eso era lo mejor que podían
hacer, entonces iban a ser eliminados. Pero antes que pudiera incluso terminar
ese pensamiento, el último guardia voló. La chica, aún en el suelo, era la
única que quedaba. Si no se movía, sería aplastada como un insecto.
La vaca levantó
su hacha sobre su cabeza, lista para bajarla y aplastar a su objetivo final.
[¡Cuidado!]
Grité.
Al mismo
instante, activé “Fortalecimiento Físico” a todo poder, tomando la espada del
guardia a mis pies, y corrí hacia la vaca. Mientras corría, y antes de
enderezarme, tomé una piedra del suelo y, usando mi dedo, la lancé tan duro
como podía.
“Tira Piedra”
La habilidad
que había adquirido de mi fracaso de volverme un cazador solo tomó un momento
para usarse, y envió la piedra a volar a través del aire para golpear a mi
objetivo— uno de los ojos de la vaca.
El repentino
ataque parecía que brevemente confundió a la vaca, pero igual quedó sin
heridas. Todo lo que había hecho fue enojarlo.
[¡Grrrrmmmoooooooo!]
Liberando un
rugido agitador, la enorme vaca alejó su concentración de la chica y se dirigió
a mí. Pero tanto como estaba preocupado, estuvo bien.
Si podía
mantener la ira de la vaca dirigida a mí, entonces la chica estaría a salvo, al
menos por el momento. Aún estaba colapsada en el suelo, pero todo lo que podía
hacer ahora era rezar que encontraría la fuerza para correr mientras tenía su
atención.
Luego de eso,
bueno… supongo que tendría que encontrar una forma de lidiar con este oponente.
[¡Grrrrmmmoooooooo!]
La vaca fue a
mí, cada paso deja grietas en el suelo mientras avanzaba. Había levantado su
hacha en el aire una segunda vez y estaba moviéndose a mí con todas sus
fuerzas.
Como esperaba
de una criatura con tan inmensa fuerza física, la vaca era muy rápida también.
Cerró la distancia entre nosotros en un pestañazo y bajó su masiva hacha sobre
mí desde una gran altura.
Si el ataque
impactaba, resultaría de la misma forma que los guardias— volando por el aire
en pequeñas partes. Sin embargo—
“Rechazar”
Usando toda
mi habilidad de esgrima, puse toda mi fuerza para interceptar el hacha bajando
hacia mi cabeza y la hice a un lado. Chispas volaban. Entonces, con el sonido
de un metal rugiendo, la gigantesca hacha se estampó a mi costado y en las
piedras de pavimiento del suelo, aplastándolas como si no fueran nada más que
dulces. El impacto envió una violenta agitando por mis piernas, y apenas pude
detenerme de tambalearme en el lugar.
Miré a el
hacha y vi que se impacto duro en el suelo.
[¡Grrrrmmmoooooooo!]
Con toda su fuerza,
la vaca saco su hacha de las losas y lo hizo a un lado, apuntando para
impactarme un golpe fatal. La masiva hoja, fácilmente más alta que una persona,
volaba directamente a mi torso.
Una mirada a
la negra hacha era suficiente para entender el peso total que tenía. Si incluso
el borde de su hoja me tocaba, me haría picadillos de carne. Como lo que le
había pasado a los guardias hace un momento, mis adentros saldrían volando por
todo el lugar, y moriría.
<Rechazar>
Esta vez,
puse todo lo que tenía en un movimiento vertical, rechazando la masiva hacha
hacia arriba con mi espada.
Hubo otro
choque de chispas, más violento que el último, y entonces el hacha estaba
volando por el aire sobre mi cabeza. Un momento después, mi cara fue abofeteada
por el viento generado por la fuerza del movimiento.
Que
increíble fuerza.
Pensé que
había entrenado mucho, en mi pequeña casa en la montaña, pero mis brazos ya
estaban empezando a entumecerse.
La masiva
hacha, tomada en un par de brazos más gruesos que los torsos de varios hombres,
venía hacia mí en una ráfaga de golpes que llovían una y otra vez como una
entrante tormenta sin un final a la vista. Tomó todo lo que tenía para
repelerlo.
Qué terrorífico.
Cada vez que
rechazaba uno de los movimientos de la vaca, mi propia experiencia y mi propia
ignorancia, me pasaban factura.
Tan fuerte
como parecía, y tanto como era un formidable enemigo para mí, la vaca
probablemente no era siquiera un monstruo real. Después de todo, estábamos a
las afueras de una ciudad relativamente segura. No sabía acerca de la
ciudadanía general, pero no cabía duda en mi mente que cualquier aventurero
decentemente fuerte pudo haberlo manejado en un santiamén.
¿Qué tan
fuertes son los animales fuera de este mundo?
No podía ni
empezar a imaginarlo. No era sorpresa que el tipo de gremio me hubiera dicho
que me rindiera en convertirme en un aventurero. Como una rana en un estanque,
era ignorante del mundo más allá de los confines de mi hogar.
Mientras
rechazaba golpe tras golpe, un solo pensamiento pasó por mi mente: hay todo un
mundo allá afuera. Lo estaba aprendiendo a la mala.
Pensé que
había conseguido ser más fuerte, pero en realidad fui muy ingenuo. Para mí, un
simple animal, de una ciudad cerca a las puertas de donde había nacido y
crecido, era una amenaza. Temblé a la idea de ese horrible hecho— pero también
a la idea que, muy dentro de mí, sabía que no me rendiría con mi sueño.
¿Qué gran
perdedor era?
[¡Grrrrmmmoooooooo!]
Indiferente a
mi autorreflexión, la vaca una vez más blandió su hacha y fue al ataque. Me la
lanzó una y otra vez en un estado de locura, poniendo su entera atención en
cada pesado, pero rápido golpe, incluso mientras frenéticamente los rechazaba.
No había espacio para que contraatacara, e incluso si lo hubiera, no habría
tenido la más ligera posibilidad de lograr la victoria. No tenía ningún medio
de luchar en contra. Las habilidades eran vitales para la batalla, y no tenía
ninguna a mi nombre.
Lo sabía.
Era un sueño tonto.
Mientras
continuaba rechazando el hacha de la vaca, cada golpe era uno potencialmente
letal, ese era el pensamiento que llegó a mi mente. Probablemente nunca hubiera
tenido la posibilidad de ganar desde el principio— después de todo, no tenía
talento para nada. No importa el mucho esfuerzo que ponga, nunca se trasladara
en habilidad. ¿Cómo pude haber pensado que podía salvar a alguien? Estaba
siendo arrogante.
Aunque.
Aunque.
<Rechazar>
Incluso si no
había probabilidad que me convirtiera en un héroe… quería al menos proteger a
la única chica aterrada colapsada frente a mí.
Porque no
importa dónde ni cuándo, el aventurero ideal que había querido convertirme
desde que era niño siempre arriesgaría su vida para proteger al débil.
Así era como
quería ser. No importaba lo mucho que me tomara; ese era mi sueño, y no podía
hacerlo a un lado. Si abandonaba a esta chica, aquí y ahora, entonces, ¿cómo
podría lograr ese sueño en el futuro?
<Rechazar>
Con la
intención en mente, rechacé más de los ataques de la vaca. Era todo lo que
podía hacer.
[¡Grrrrmmmoooooooo!]
La vaca otra
vez bajo su hacha… pero este golpe no estaba apuntado a mí.
Todo este
tiempo, la chica no se había movido. No parecía que incluso tuviera la energía
para correr; en cambio, estaba aún estupefacta, inmóvil allí mirando. Habiendo
notado eso, la vaca probablemente estaba pensando que la mataría primero. Llevo
su hacha directamente a ella en una trayectoria que me pasaría y la aplastaría.
<Rechazar>
Me puse
frente a la chica, interponiéndome entre ella y la vaca por un pelito, y una
vez más rechacé el ataque. El hacha rebotó, causando que la vaca tambaleara
ligeramente.
[¡Grrrrmmmoooooooo!]
La vaca se
enrabio, poniendo más fuerza detrás de sus ataques. Justo ahora, probablemente
pensaba de mí como una molestia necesaria de ser eliminada. Podía sentir su ira
y agitación en cada movimiento de su hacha, los golpes se hacían más pesados
que antes. Mis brazos habían estado gritando del dolor por un rato ya.
Pero no
importa cuántos golpes vinieran, los rechazaría todos. No importa qué, no
dejaría que esa hacha terminara abajo. Mientras aún pudiera respirar, lo
regresaría de donde venía, cada vez. Incluso si no podía ganar, al menos podía,
hasta mi último aliento, proteger a esta chica.
O eso
pensaba. Casi estaba en mi límite ya.
La espada en
mis manos cedió primero. Aunque era superior de las espadas de madera con las
que había entrenado en la montaña, la diferencia de tamaño entre la misma y el
hacha de la vaca era simplemente grande. Con el fuerte sonido del metal
chocando, su hoja se rompió en pedazos.
Viendo su
oportunidad, la vaca se movió directamente a mi cuello. Si el ataque impactaba,
sin esfuerzo me atravesaría y a la chica. Sin embargo—
[¡Aún no
termino!]
Había una
pequeña parte de la espada pegada al mango de la espada que estaba sosteniendo—
suficiente para que pudiera rechazar un golpe más. Sería, sin embargo, el
último rechazo que realizaría con esta arma.
Sabiendo eso,
afilé mi concentración en sus absolutos límites, poniendo todo lo que tenía en
este solo momento, y moví mi espada con todo mi cuerpo y alma.
Por un
instante, se sentía que el tiempo se había detenido.
La espada en
mis manos se metió en el punto exacto de el hacha de la vaca a la que había
apuntado. Entonces, con toda mi fuerza, terminé mi movimiento, alejando el
hacha y fui a mi trayectoria deseada.
<Rechazar>
El hacha que
rechacé se liberó del agarre de la vaca con una tremenda fuerza, girando en el
aire, y se clavó directamente en el cuello de la vaca antes de finalmente
terminar su vuelo aplastándose en un edificio con un tremendo impacto,
desapareciendo de la vista.
[¿Yo… lo
hice?]
Silencio.
La vaca,
ahora sin armas, se paraba inmóvil sin hacer un solo sonido. Entonces, luego de
varios latidos, su cabeza cayó al suelo con un fuerte sonido, seguido de su
cuerpo.
Luego que me
había asegurado que la vaca no se levantaría otra vez, finalmente me permití
liberar un suspiro de alivio. Como resultado de ese último ataque, la espada en
mis manos había sido reducida a pequeñas partes. Ni siquiera el mango quedó.
Esa en verdad había sido mi oportunidad final.
[Eso estuvo
cerca.] Murmuré, luego de pausarme brevemente para recomponerme. [No habría
durado un segundo más.]
No solo la
espada; mi cuerpo ya estaba en sus límites. Ahora que tenía el tiempo para
pensar, me di cuenta que no solo eran mis manos y piernas— todo mi ser estaba
gritando del dolor. Estaba totalmente cansado, al punto donde pararme me
mareaba.
Es en serio
patético. Todo lo que había tomado para ponerme en un estado tan lamentable era
una sola vaca, y ni siquiera una salvaje; era de la ciudad. ¿Y quería salir al
mundo de aventuras así? Incluso los sueños tenían un límite de cuán caprichosos
podían ser.
Aún
necesitaba más entrenamiento.
[Gracias.]
Llego una voz dudosa desde atrás de mí. [Salvaste mi vida. Um… ¿puedo
preguntarte quién eres?]
Mientras
estaba pensando, la chica detrás de mí se había tambaleado para ponerse de pie
para agradecerme. Parecía que finalmente había encontrado la fuerza para
moverse. Gracias a Dios.
[Me alegra
que lo lograra a tiempo.] Dije como mi única respuesta.
Pero ¿era
cierto? Miré a los cadáveres esparcidos de los guardias alrededor de nosotros.
Sus muertes habían sido horribles.
[Um… Si está
bien, ¿puedo pedir tu nombre?] La chica dijo. [No quiero ser una molestia, pero
me gustaría pagarte por lo que has hecho por mí.]
Mientras
luchaba por decidir cómo debería responder, miré a dos guardias correr hacia nosotros
atrás de ella.
[No.] Le
dije. [No necesito nada de eso. Después de todo, solo estaba de pasada.]
Entonces,
demasiado avergonzado como para darles mi nombre, deje el resto a los guardias
para que lo manejen y corrí hacia el gremio. Aunque necesitaba reportar el
trabajo del día que había hecho en el lugar de construcción.
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