Epílogo
[¡Bienvenidos, Lady Lydia, Mr Allen!]
Cindy exclamó, saludándonos ante la Posada del Dragón de Agua con una escoba en
su mano. [¿Están lastimados? Hemos estado agitadas por la preocupación desde
que sentimos ese asombroso maná.]
Luego de intercambiar unas cuantas
palabras con Niche, quien había prometido regresar a su mansión tan pronto como
arreglara el desastre en la plaza, habíamos regresado al hotel junto a la
primera luz del amanecer. Las maids y el personal estaban en medio de hacer las
reparaciones y arreglos.
[Estamos cansados, por lo demás, todo
bien.] Respondí, guardando la Silver Bloom. [Por desgracia, los agentes de la
iglesia nos dejaron, así que todo lo que necesitamos es ejercer extrema
precaución. Niche regresó a su mansión. En cuanto a Niccolo y Tuna, él nos dejó
con el apasionado mensaje “cuiden de esos dos”.]
[¡Entiendo! Su salvo retorno nos viene
como un gran alivio. Dicho eso…] La animada maid sonrió de pronto. Sus colegas
también estaban susurrando mientras trabajaban.
Lydia libero un gruñido. Estaba
aferrada a mi brazo izquierdo, sus dedos se entrelazaban con los míos.
Cindy junto sus manos y terminó. [¡Lady
Lydia debe tener fiebre!]
La temperatura subió. Sin embargo,
Lydia no se movió para soltarse mientras miraba a las maids. [Cindy, ¿no tienes
mejores cosas por hacer?]
[¡Mr Allen, muchas gracias! ¡Si nos
disculpan, tenemos deberes que atender!] Las maids dijeron, dándome perfectos
saludos. Entonces se esparcieron, dejando solo a Cindy.
Hmm… Supongo que no serían reales maids
Leinster de otra manera.
Con esa extraña creencia en mi mente,
dije. [¿Atra, Niccolo, y Tuna están arriba?]
[¡Sí, señor! Saki los sigue cuidando.]
Seguimos a la incontrolable maid al
hotel. La anterior redada nocturna y la consiguiente batalla había dejado la
impecable decoración destrozada. El tragaluz estaba roto, las mesas y sillas
estaban aplastadas, y la mayoría de otros muebles estaban dañados. Las raíces y
ramas debieron haber sido removidas porque no veía señales de ellas. Sin
embargo, vi al personal del hotel y las maids Leinster limpiando mientras subía
las parcialmente destruidas escaleras.
[He dejado a Mr Paolo el interrogatorio
de los prisioneros Carniecianos.] Cindy nos informó, asumiendo una expresión
más inteligente. [Creo que una vez fue el más grande espía de la Casa de
Nitti.]
Necesitamos contactar de vuelta a la
capital sur tan pronto sea posible. Hablando de eso…
[Niche reunió a una unidad de soldados
de Nitti luego que nos dimos a la persecución, ¿verdad?] Pregunté.
Cindy asintió, frunciendo el ceño. [Sí,
señor. Traté de detenerlo, pero estaba firme con su propósito. Nos dijo, “Este
hotel está en riesgo. Los Nitti mantienen una vieja casa en el destruido
distrito de la ciudad como un archivo secreto. Úsenlo. Paolo conoce la locación
precisa.” También dijo que estará en contacto con el Comité de los Trece para
la información clasificada cuando las circunstancias lo permitan.]
[Tiene coraje, no precaución.] Dije
lentamente, medio asombrado a pesar que había anticipado ese mensaje. ¡Nuestros
enemigos habían movilizado tropas sin dudar que frustren el proceso de paz,
aunque Niche aún estaba dedicado a encontrar una solución sin sangre! Incluso
había dejado a su hermano a nuestro cuidado. ¿Eso indicaba una muestra de
confianza?
El dedo de Lydia tocó mi mejilla.
[Estás haciendo caras raras.]
[Q-Qué crueldad dices.] Dije.
[No hay nada de crueldad en ello. ¡Solo
tienes que culparte por lucir así cuando estoy aquí!] Su voz tomó un tono más
tranquilo. Nuestra inesperada derrota con la Luna Creciente debió haberla
sorprendido tanto como a mí. Por toda su audaz postura, la fatiga mental y
física parecían haberle pasado factura.
[Hm… Ya veo.] Cindy murmuró, asintiendo
repentinamente. [¡Las chicas en las capitales sur y real deben conseguir una
probadita de este sentimiento a diario! ¡Qué experiencia de aprendizaje ha
sido! ¡Oh, no puedo decidir si aplicar para una transferencia!]
Libere una risa incómoda. Lily y Cindy
harían una tormentosa combinación.
Llegamos al cuarto piso. Incluso
arriba, las maids estaban limpiando los restos y reparando los daños.
Nuestra animada guía nos saludo y dijo.
[¡Revisaré el progreso de las demás!]
[Descansa.] Dije.
[Y no te saltes las comidas.] Lydia
añadió.
Con un entusiasta, “Claro” Cindy se
acercó a sus compañeras maids.
Lydia y yo entramos directo a nuestro
cuarto, donde nos encontramos a un niño cansado y a una chica esperándonos en
el corredor.
[Niccolo, Tuna.] Dije.
[¡A-Allen!] Exclamó el agitado chico
con cabello azul pálido. Su elfa mestiza se inclinó sin decir nada.
[Me alegra que estén a salvo.]
Continué, mi brazo izquierdo aún es apretado por Lydia. [Niche me mataría si
dejo que algo les pase.]
El rostro del chico decayó. [Lo dudo
mucho. Mi hermano me odia. No soy más que una carga para él.]
[Don Niccolo.] Tuna murmuró, observando
a su joven maestra como si estuviera por llorar.
Parece que los sentimientos de Niche no
han llegado a su hermano. Bueno, supongo que será mejor que tome partida.
[Niccolo.] Dije. [Lo que estoy a punto
de decirte es solo yo siendo un entrometido.]
[E-Está bien.]
[Primero, el Niche Nitti que conozco es
mejor que yo.] Continué, pasando por el amplio corredor dañado. [Tienes mi
palabra que se preocupa mucho por ti.]
Lydia apretó su agarre en mi brazo
izquierdo.
¡Ow!
Moví mi mano libre derecha. [Piensa en
lo de ayer. Como heredero del nombre Nitti, ha estado corriendo como un
lunático para arreglar la paz. Dudo que incluso consiga una buena noche de
sueño. Aunque al momento que descubrió que su hermano había sido atacado, dejó
todo y vino aquí solo. ¿Cómo explicas eso si no se preocupa por ti?]
Niccolo pestañó en asombro. [¿Tú, er,
conoces a mi hermano?] Preguntó. [Escribió que los dos nunca le hablaron.]
[Nunca olvido el nombre de alguien con
el que he hablado, incluso si fue solo una vez. Ese es uno de mis pocos
talentos. Pero por favor, no se lo menciones. Tuna, la situación es precaria.
Si lo malo llega a empeorar, por favor considera huir de la ciudad con Niccolo.
Ahora, si me disculpan, hablaré con ustedes dos otra vez luego.]
[¡D-Desde luego!] El maestro y
sirviente respondieron juntos y regresaron al cuarto dado a ellos.
Lydia descansó su cabeza en mi hombro y
dijo. [¿Realmente estuvo allí?]
[Lo estuvo.] Respondí.
[Hm…] Ella sonaba escéptica. Aunque,
estaba diciendo la verdad.
Pronto encontramos la puerta de nuestro
cuarto. Toqué, y desde dentro, Saki respondió. [N-No está cerrado.] Sonaba
asombrada.
Cuando abrí la puerta, la adorable maid
se levantó de su asiento ante la cama. [Lady Lydia, Mr Allen.] Ella dijo,
luciendo confusa incluso mientras se inclinaba.
[¿Saki?]
[¿Qué ocurre?] Lydia preguntó.
En silencio, la maid le dio una mirada
a la cama… donde un zorrillo estaba durmiendo acurrucado como una pelota.
[Se transformó anoche.] Saki explicó.
[Inmediatamente después de que un destello pasara por el norte de la ciudad.]
Puse mi mano derecha en la cabeza de
Atra.
Justo después de un destello de luz,
¿verdad? Debió haber ayudado a controlar el máximo poder de la Espada
Escarlata.
Las orejas y cola del zorrillo se
retorcían en su sueño mientras la acariciaba.
[Perdóname.] Dije, inclinándome ante
Saki. [Nunca lo explicamos, ¿verdad? Verás—]
Un fuerte choque desde afuera detuvo
mis palabras. Los tres intercambiamos miradas y corrimos al balcón.
Humo se alzaba desde ubicaciones por la
ciudad del agua. Y juzgando por el movimiento de maná, las luchas se estaban
haciendo más fuertes.
[Parece que empezó.] Dije.
[Sí.] Lydia murmuró.
Incluso ahora, aún había esperanza. La
carencia de las armadas mayores en la ciudad significaba que el desastre sería
evitado tanto como las cabezas de sus casas se controlaran. El problema real
era las sombrías maquinaciones de la iglesia— y la aparición del legendario
héroe de guerra la Luna Creciente, quien había sobrevivido por más de dos
siglos debido a su voluntaria conversión al vampirismo. Las acciones del
Marqués Carnien también me preocupaban— había llegado tan lejos como para
regresar.
Todo para reformar, ¿verdad? Encuentro
difícil de creerlo.
La puerta se abrió y Cindy entró,
gritando. [¡Lady Lydia! ¡Mr Allen! ¡Tienen una carta de Don Niche Nitti!]
Eso fue rápido. Y malas noticias,
asumo.
Acepté la nota de Cindy y pasé mis ojos
por ella.
En la cama, Atra se estiró, despertada
por nuestras voces.
[¿Qué dice?] Lydia preguntó, cruzando
sus brazos.
[La confrontación de ayer asentó las
luchas entre halcones y palomas por toda la ciudad. Pero “debido a que el
número de tropas en la ciudad es limitado, una confrontación mayor parece
improbable a corto plazo. Carnien está conteniéndose por ahora”.]
[Justo como lo predijiste. Pero la
situación solo va a empeorar.] La noble de cabello escarlata camino hacia la
cama y se sentó. Atra se recolocó en su regazo, su cola y orejas se retuercen
felizmente.
Sonreí. [Qué aterrador problema.]
[Lo mismo de siempre.] Lydia respondió,
previendo cualquier protesta de mi parte. [Dormiremos por ahora.] Ella les dijo
a las maids. Entonces a mí. [¿Qué estás esperando? Dales sus órdenes.]
[No, deberías ser el que—]
[Delego toda la autoridad en ti.]
Con eso, mi compañera tomó a Atra en
sus brazos y se acostó.
Rasqué mi cabeza y dije. [Saki, por
favor, fija un equipo de criaturas mágicas para darnas una rápida advertencia
de peligro. Pero bajo ninguna circunstancia te sobre exijas. Lo que sea que el
viento traiga, debemos tener un poco más de tiempo antes que las cosas
empeoren. Los actuales objetivos de nuestros enemigos son Niccolo, Lydia y
Atra.]
[Entiendo.] La maid miró a la chica y
al zorrillo, entonces sus adorables ojos brillaban con espíritu de lucha.
[Cindy, préstale a Paolo un mapa entero
de la alianza. Y…] Recordé el comentario del viejo gerente que había nacido y
crecido en esta ciudad. [Pídele que te diga la locación del archivo secreto.
Nos moveremos allí tan pronto tengamos nuestra siesta.]
[¡Sí!]
Me senté en la cama y acaricié a Atra.
Lydia y yo habríamos estado en serios problemas si no fuera por ella.
[Además, busca el significado de la
palabra “Cornerstone” en la ciudad del agua.] Le pedí a las maids. [Consultarle
a Niccolo te puede ahorrar tiempo, ya que parece que tiene muchos buenos libros
viejos con él.]
[La ciudad…]
[¿Cornerstone…?]
Saki y Cindy se veían sorprendidas.
Aunque estaban estacionadas aquí, este término no parecía sonar bastante.
[Y una última cosa.] Bajé mi voz. [El
Antiguo Templo. Me gustaría que descubras dónde está y para qué funciona.
Parece ser más que una ruina antigua.]
Tan pronto como las dos maids empezaron
a dejar el cuarto, Lydia tomó mi mano y gruñó. [Mmm.] Me dio una dura mirada,
apresurándome a acostarme a su par. Estaba tan cansado como para resistirme.
La noble de cabello escarlata se movió,
acurrucándose en mí y enterrando su cabeza en mi pecho. La acaricié mientras
murmuraba. [Eso sí que nos desestabilizo, ¿huh?]
[Puedes decirlo.]
Nos silenciamos. Al reunir toda la
fuerza que ahora teníamos, solo habíamos logrado quitarnos la derrota. Pero
habíamos quedado lejos de la victoria y ambos lo sabíamos, incluso si no lo
poníamos en palabras. Aun así…
[Lydia…]
[¿Hm?] La noble levantó su cabeza.
[Te daré la misma respuesta que me
diste en la plaza.] Dije. [La siguiente vez, ganaremos— juntos.]
Lydia pestañeó sus grandes ojos un par
de veces, entonces asintió, satisfecha. [Claro que sí.]
Por lo demás, Atra libero un chillido
de dicha.
✽✽✽✽✽
[Sí, Edith querida, es cierto. Si
actuamos libremente ahora, el marqués que favorece la paz acelerará los
despliegues de tropas a la ciudad del agua. Podemos derrotar a sus fuerzas,
pero ¿eso no sería una molestia? Aplastaremos a Rondoiro y el resto de ellos,
uno a uno, así que concéntrate en recuperarte por ahora. Tienes un poco más de
tiempo antes de la batalla final.] Le dije al pequeño apóstol por un talismán
de comunicación. Ella era una buena chica, todo por su afán de expiar sus
errores de la noche pasada, pero pudo haber sido un poco temeraria para su
propio bien.
[¿Qué fue eso?] La chica preguntó en
una túnica gris con capucha quien hábilmente maniobraba nuestro wyvern arriba
de la superficie del océano. [Estoy segura que tú, de entre todas las personas,
pudo haber derrotado a esos dos.]
[No seas así, Viola.] Reprendí a la
seria guardia personal de la Santa. Al mismo tiempo, abrí un viejo libro, el
título del cual había sido titulado en un profundo ojo: La Historia Secreta de
la Guerra del Señor Oscuro, Volumen Dos. Pensar que mi hermanita había
transformado mis cartas de la batalla en un registro como este.
Saboreé la dulce briza oceánica del sur
mientras continuaba. [Disfruto luchar, pero no manto por placer. Y no tengo
pendientes con esos niños.]
La anterior batalla de anoche me había
asombrado como nunca antes en estas décadas. ¿Cuándo fue la última vez que
disfrute tanto? Quizás no desde mi lucha con el casi despertar de la chica
Wainwright en la capital real, y que había sido hace cien años.
Esos niños claramente no tenían
oportunidad contra mí. Aunque lo habían dado casi todo, confían entre sí y en
ningún momento perdieron las ganas. Me recordaron a mi yo de hace doscientos
años— cuando aún tenía fe en el mundo.
[Y la chica que dibujo este diseño en las
profundidades del palacio del pontífice no sea tal cosa.] Solemnemente le
advertí a mi estudiante. [¿Has olvidado lo que siempre dice? Las cosas van tan
rápido que le asusta.]
[Perdóname.] Viola murmuró, entonces se
hundió en el silencio.
[Una llave— defectiva, pero la última
de ellas— está tratando de tomar el manto de la Estrella Fugaz con una adorable
niña maldita a su lado.] Pensé. [Justo igual que esos dos. Y tal alarde
descarado hace que me muera de celos.]
Mis ojos debieron haber sido carmesí
por la dicha de la pelea.
[Otra semana hasta el siguiente Día de
la Oscuridad, cuando las barreras del sello del dragón en el Antiguo Templo
estarán en lo más débil. Hemos descubierto a nuestro “pecaminoso príncipe” a
sacrificar. Y una vez obtengamos al Cornerstone, estaremos un paso más cerca de
nuestro objetivo final. Cualquiera que se llame a sí mismo la Estrella Fugaz
debe ser capaz de superar un poco de adversidad como esta. Aunque…] Por
capricho, moví mi mano izquierda a mi frente, y la onda de choque resultante
causó una explosión en la superficie del océano. [Yo, Alicia Coalfield,
triunfaré. Hasta el día que el plan dé frutos, las palabras de la Santa son
absolutas. ¡Derribaré leyendas nacientes, listos planeadores, temibles
dragones, e incluso a los grandes nobles elementales para ganarlo todo!]
Afterword
Riky Nanano-desu. Han pasado cuatro
meses, y con el volumen diez, estoy celebrando la entrada al doble digito. Todo
es gracias a los lectores como ustedes; Cura, quien dibuja fantásticas
ilustraciones para cada volumen; y los editores que cuidan del canon del autor.
Considerando cuán demandante es el mercado en estos días, me siento muy
afortunado de tener la oportunidad de escribir tanto.
Pero todavía tengo mucho de donde eso
vino, así que estoy determinado a seguir dando mi todo. ¡Al menos, quiero pasar
mi cuarto año como un autor escritor!
En cuanto al volumen, la cubierta ha
sido uno de mis objetivos desde el volumen uno. Siempre planeé que algún día
escribiría un volumen donde Lydia tenga a Allen para sí misma. Me alegra que
llegara a tachar eso de la lista. ¡Claro, el plan es que casi toda la tercera
parte sea para Lydia! Ya me aseguraré que cierta Santa del Lobo y princesa
ladrona quienes demandan tercamente más tiempo en el foco de cada volumen lo
entienda.
¡Ahora de anuncios! Volumen cinco de
Henkyo Toshi no Ikuseisha (El Mentor en una Ciudad Fronteriza) sale a la venta
este invierno. La adaptación a manga también salen en septiembre, casi al mismo
tiempo que el Tutor Privado, así que véanlo.
Me gustaría agradecer a todas las
personas que me ayudaron:
Mi editor. Le di muchos problemas otra
vez en este volumen. ahora… en mi siguiente manuscrito.
Al ilustrador, cura. ¡Tu trabajo en la
edición especial, la cubierta, las páginas a color, y las ilustraciones al
interior siempre sin fallas! Cada vez que reviso tu arte, me siento motivado
para trabajar duro en el siguiente volumen.
Y para todos ustedes que han leído
hasta ahora. No puedo agradecerles lo suficiente, y me muero por verlos otra
vez. En el siguiente volumen: la oscuridad de la historia y la lucha de los
estudiantes.
Riku Nanano
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