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Prólogo

 

[¿Segura que Allen escapó de la capital real con Lydia y Atra?] Pregunté, entregándole al hombre pelirrojo sentado frente a mí un vaso del té helado local.

 

[Sí, ellos explotaron la casa del Marqués Gardner y salieron volando hacia el sur. Gracias. Ahora puedo jactarme que Lady Stella Howard me preparó el té.] Lord Richard me dio un juguetón guiño, aunque él era el hijo más grande del Duque Leinster, gobernador del sur, y tenía un importante puesto como vicecomandante de la guardia real. Sus subordinados lo habían forzado a tomar el día libre, así que usaba un samue para mantenerse bien.

 

Estábamos en la Ciudad Vieja, un distrito de hombres bestias de la capital este del reino. Este particular jardín les pertenecía a los padres de mi tutor privado, Allen, quien también le enseñaba a mi hermanita Tina, nuestra vieja amiga Ellie Walker, y a la hermana menor de Lord Richard. Un trapo blanco se extendía sobre nuestras cabezas protegiéndonos del sol, pero dejando pasar una fresca briza, y me sentía en casa en un yukata violeta que tomado prestado de mi mejor amiga Caren. Animadas risas pasaban dentro de la casa, donde Lily y las otras maids Leinster estaba horneando bocadillos para las chicas, quienes habían ido al Gran Árbol.

 

[He estado aprendiendo de Mrs Ellyn y las maids Leinster por los pasados días.] Dije sin más, lentamente sirviendo otro vaso para mí.

 

Mrs Ellyn era la madre de Allen y uno de los cuantes miembros restantes del clan lobo en el continente. Ella y su esposo, Nathan, habían encontrado a Allen de bebé y lo criaron. Ambos salieron a comprar en este momento.

 

[Apuesto a que algunos tendrán el Jesús en la boca cuando escuchen que empezó una pelea en la capital real.] Lord Richard añadió. [Aunque supongo que ya estarían asombrados, con eso que mi prima trabaja de maid.]

 

Su prima Lily servía como la número tres de la Corporación de Maids de Leinster. La verdad, sin embargo, ella era hija mayor del Viceducado Leinster, quien gobernaba los antiguos Principados de Etna y Zana en la frontera sur del reino. Ella era un rayo de luz y gozaba de la confianza de Allen— probablemente más que yo.

 

[¿Supongo que se fueron a la capital sur?] Pregunté.

 

Hace tres días, Allen nos había dejado la siguiente nota:

 

“He recibido una citación de Su Alteza Real. Volveré pronto. Por favor, concéntrense en sus tareas en ese tiempo.”

 

“PS: ¡Stella, por favor no te presiones hasta que te hayas recuperado por completo!”

 

Entonces se fue a la capital real con Lydia Leinster, la Dama de la Espada, y la pequeña Atra, quien a pesar de su infantil apariencia en realidad era el Thunder Fox, uno de los Ocho Grandes Elementales. No me había preocupado por ellos al principio, y apreciaba sus preocupaciones por mi salud. Pero entonces había llegado un mensaje urgente de alta importancia.

 

“Allen se rehusó a las demandas del príncipe de la corona, huyo de la capital real. La casa de Gardner se incendió.”

 

El reporte vino de la ama de llaves de los Leinster, Anna, y la segunda al mando de las maids de Howards, Mina Walker. Parecía inconcebible que comentarían tal error.

 

[No hemos sabido de ellos de la capital sur.] Lord Richard dijo, bajando su vaso. [Todos aún están ocupados luchando contra la Alianza de Principados por allá. Nuestra número cinco de la corporación, Celenissa Ceynoth, está en el Gran Árbol ahora, reportando exactamente lo que pasó en la capital real al Duque Howard y Lebufera, mi madre, la Duquesa Letty y Lord Rodde. No puedo decirte nada definitivo hasta que lo escuche de ella.]

 

[Oh, ya veo.]

 

Pase mis dedos por el nuevo cuaderno de tareas que Allen me había dejado. Contenía una formula para controlar el elemento de luz y unas cuantas palabras con su letra: [Recuerda descansar, Stella.] El hechizo fue hecho para combatir la extraña condición que actualmente me está afligiendo, lo cual causa un aumento de luz cada vez que uso magia.

 

¿Dónde encontró el tiempo para idear esto?

 

Luego de asesinar al Océano Apestoso— un monstruo resucitado por la Iglesia del Espíritu Santo— y salvar la ciudad, Allen había sido hospitalizado debido a la fatiga. Desde su dada de alta, había ido a ayudar a su antiguo compañero Lord Gil Algren y batido en suelo con el legendario “Cometa”, la Duquesa Emerita Leticia Lebufera, por el derecho de heredar el título de la Estrella Fugaz. Aunque antes de su partida, había hecho nuevas tareas no solo para mí, sino para las chicas también. Incluso les había dejado una carta formal a sus padres. Y todo mientras su tiempo libre debió haber sido inexistente.

 

Aunque, estaba alegre. Solo tocar su escritura hacía que mi corazón volara y pusiera una sonrisa en mi rostro. Qué mujer tan simple soy.

 

[¿La Princesa Cheryl lo sabe?] Pregunté.

 

[No sé mucho del príncipe de la corona como persona, pero Su Alteza Real está por llegar en algún momento de los siguientes días, y puede ser capaz de decirte lo que quieres saber. No es que sea difícil imaginarlo.] Los ojos de Lord Richard destellaron. No por nada era el heredero del Duque Leinster. Sabía lo que pasaba en las mentes de los hambrientos nobles centrales.

 

Tranquilamente, dije. [Él estaba cauteloso de que Allen reciba más honores cuando Su Majestad regrese.]

 

El rey le había dado a Allen el título de la Estrella Fugaz en reconocimiento de su valor marcial. Aunque era un gran honor, no lo hacía un noble. Esos nobles conservadores quienes no se habían unido a la rebelión debieron haberse adelantado, temiendo al futuro que el avance de la meritocracia traería.

 

Lord Richard asintió, entonces entró al escenario de la guerra. [Los marqueses del norte están haciendo sentir su presencia en nuestra frontera este con el Reino del Espíritu Santo. Serán reforzados por el occidental Margrave Solnhofen y las fuerzas de las casas del este. Y los orientales estarán bajo el mando de… Gil Algren.]

 

Me sorprendí. [Me asombra que mi padre y el Duque Lebufera accedieran a eso.]

 

El Viejo Duque Guido Algren nunca había querido la rebelión— el jefe de los conspiradores habían sido sus hijos Grant, Greck y el desaparecido Gregory. Aun así, muchas áreas habían visto fieras peleas, y el conflicto había tomado vidas. Aunque había oído de los planes para reorganizar a las fuerzas Algren, nunca imagine que Gil los lideraría.

¿Puede ser?

 

[Fue la idea de Allen.] El caballero pelirrojo confirmó, levantando sus manos levemente. [Esto ayudará a Gil a limpiar su nombre, y he hecho un acercamiento privado en dejarlo unirse a la guardia una vez se gradúe de la universidad. Lloró como un bebé cuando recibió la noticia, aunque clamaba que “m-me alegra que me dejen salir de la ciudad antes que el resto del departamento aparezca”.]

 

Saqué mi preciosa pluma de Griffin de la pechera de mi yukata y lo presioné en mi corazón.

 

Allen, por favor guarda un poco— solo un poco— más de bondad para sí mismo.

 

Lily y las otras maid se alegraban. Al parecer, sus postres fueron un éxito.

 

[Luchar junto a Allen realmente me trajo a la realidad.] Lord Richard continuó, apoyándose en su silla. [Estoy hecho para mover mi espada con mis caballeros, no dejo que mi cerebro funcione con la situación. No es una gran cualidad para un futuro duque, ¿no lo dirías?]

 

[Sé cómo se siente.] Dije con pesadez. Cuando se trata del talento natural, nunca podría estar a la par de Lydia, Tina o Caren. Y aunque me había resuelto a ser alguien que pueda proteger a Allen—

 

Lord Richard ondeó su mano. [Lo harás bien, Stella. Te has ganado a tu lado a la nueva Estrella Fugaz. Lynne le ha tomado gusto, y sabes cómo es Lydia, pero no soñaría con interponerme en el camino del amor de una chica Howard.]

 

¿L-Love? Presioné mis manos en mis mejillas y las encontré ardiendo. ¿Las otras personas pueden verme sonrojada?

 

Luego de tomar un momento para calmarme, logré un [Muchas gracias.]

 

[Por favor, no se lo cuentes a mi madre o a Anna. Como sea, la Brigada de la Estrella Fugaz parece obsesionada con las peticiones de Allen. Se les pidió regresar al oeste de una vez. Estoy seguro que no se tomará muy bien el escándalo en la capital real.]

 

Hace dos siglos, durante la Guerra del Señor Oscuro, la Brigada de la Estrella Fugaz se había ganado fama por el continente. Recientemente, Allen había hecho cuatro deseos para sus antiguos oficiales— los jefes de los elfos, gigantes, dragones y espíritus. Reforjar la daga de Caren, crear una nueva espada encantada para Lynne, enseñarle a Ellie magia botánica… y descubrir la causa de mi condición. Ni uno solo de ellos para él.

 

Lord Richard cruzó sus piernas. [¿Oíste de la recompensa que Allen iba a recibir?]

 

[Él lo cedió todo a ti y al Jefe Ogi.] Respondí. [La Duquesa Lisa me lo dijo.]

 

[Me pidió distribuirlo a las familias de los caídos en nombre de la guardia, como compensación adicional. No se lo diré a los hombres bestias.]

 

Estaba asombrada. [¿Qué haremos con él?]

 

Mi mago siempre mantiene sus prioridades.

 

[Él se entromete al reducir la carga psicológica en otros, nunca se preocupa que él mismo trabaja hasta el cansancio. Y los beneficiarios son unos tontos.] Lord Richard se detuvo su alago. [Stella, quiero que tú y Caren le den una buena reprimenda en la próxima oportunidad que tengan.]

 

[B-Bueno…]

 

Como persona, Allen estaba haciendo lo correcto. Solo sentía la urgencia de culparlo por ello porque yo, personalmente, tenía s-sentimientos por é. Así que— NT: Stella la simpática como siempre a todo poder.

 

[¡Sí!] Una voz intervino. [¡Puede darlo por hecho!]

 

Me giré a ver a una encantadora mujer con un listón negro y un clip floral en su largo cabello escarlata. Su top con su patrón de flechas intercaladas la hacía ver maravillosa, al igual que su larga falda y botas de cuero. Llevaba una bandeja, en la cual había pasteles recién horneados. Y un hermoso brazalete plateado brillaba en su muñeca izquierda. Inimaginables celos recorrieron mi pecho cuando recordaba que era una a juego con el de Allen.

 

Esa era Lily Leinster, la maid quien— junto a Lydia— habían ido a la ayuda de Allen en un reciente duelo. Ella se acercó, puso su bandeja en la mesa, y liberó una seca, pero musical risa. [Soy una hermana mayor.] Ella anunció. [¡Así que reprender a los chicos es uno de mis importantes deberes! Tomen una galleta— recién salidas del horno.]

 

Cuando finalmente logré decir. [Me encantaría una, gracias.] Mi voz salió en bajo y amenazadora.

 

Deja eso, Stella. Aunque, me arde, me quemo de la envidia por esos brazaletes a juego, y sí, ella es mejor repostera que yo, y me duele mucho que Allen confiara en ella durante ese duelo, pero debo mantenerme calmada.

 

Mientras comía una deliciosa galleta en silencio, Lord Richard miró al cielo y dijo. [Lily, por favor no hagas las cosas más complicadas de lo que ya están. ¿Quieres hacer llorar a mi tío? Oí que ya está que se muere por que dejes la corporación de maids y tomes a un esposo.]

 

La maid tomó asiento a mi lado izquierdo. [¡Qué de al pelo!] Ella respondió, juntando sus manos. [¡Conozco las palabras mágicas!]

 

[No quiero preguntar.] Lord Richard dijo. [Pero veamos.]

 

[¡Si quieres ser mi prometido, derrota a Allen primero!]

 

Una fiera ventisca ardió en mi corazón, mientras que Lord Richard presionaba una mano en su frente y suspiraba. El maná que había estado suprimiendo escapó, llenando todo el jardín con brillantes bolas de luz.

 

Lily gentilmente junto sus manos con las mías. [Se te sale el maná, Lady Stella. Calma y contrólate.]

 

[Oh, yo… lo siento.] Me concentré, probando el hechizo de control que Allen me había dejado. Pero no tuve suerte hasta que Lily se metió en mi formula. Entonces, poco a poco, las brillantes flores se calmaron.

 

¿Ella es como Allen?

[No se preocupe.] La maid dijo, sonriendo. [¡Yo estaré aquí para usted mientras Allen y Atra estén lejos!]

 

[Lily, cómo puedes lanzar la misma fórmula que Allen—]

 

Antes de poder terminar mi pregunta, un repentino vendaval agito el canope, y una voz vino desde arriba. [¡Stella!]

 

[¡L-Lady Tina, sea c-cuidadosa!] Otra dijo.

 

[Nunca aprendes, Señorita Primer Lugar.] Una tercera suspiró.

 

Intercambiamos miradas, entonces salimos del pabellón al igual que varios Griffins militares. Sentándose en ellos estaban…

 

[¡Tina! ¡Ellie! ¡Lynne! ¡Caren!]

 

Mi hermana y amigas, quienes habían sido llamadas para reunirse con los jefes occidentales temprano esa mañana. Una chica rubia en un uniforme de maid— Ellie Walker, la maid personal de Tina y prácticamente otra hermana para mí— lanzó un hechizo de levitación, y todo el grupo cayó al jardín.

 

Mi hermana corrió, su listón blanco revoloteaba en el plateado cabello que era como el mío. Usaba un clip que le había dado como amuleto y un uniforme militar blanco.

 

[¡Recibimos griffins para el viaje!] Tina anunció, saltando frente a mí. [¡¿Qué estás esperando, Stella?! ¡Vamos!]

 

[¿A dónde?] Pregunté.

 

[A la capital sur.] Una chica del clan lobo con cabello, orejas y cola gris dijo.

 

[¿Caren?]

Mi mejor amiga y hermana de Allen usaba su uniforme de la Academia Real y una boina militar floral que un espíritu le había dado. [Nunca lo sabremos si nos quedamos aquí.] Ella continuó. [Y le pregunté al director cuando la escuela seguirá, pero dijo que aún no está decidido. Así que es nuestra oportunidad para alcanzar a Allen y Lydia. Dudo que huyeran del país… pero nunca se sabe.]

 

[Nee-sama siempre decía que si abandonaba el reino, sería para Lalannoy o la ciudad del agua.] Añadió la chica de cabello rojo en un uniforme militar y boina.

 

[¿Lynne?]

 

[Normalmente lo dice como una broma.] Lynne Leinster continuó. [Pero ahora…]

 

[¡Esto me suena como esa cosa que causa el síndrome de querer a Allen para ella sola!] Lily añadió.

 

¿Q-Qué debería hacer? Ellas sonaban bien convencidas.

 

[¡El Jefe Chise y las otras personas que Allen les pidió favores dicen que no pueden empezar a trabajar hasta que regresen del oeste!] Tina me informó. El Jefe Chise Glenbysidhe, también conocida como la Flor de Sabia, era una legendaria hechicera que había apoyado a la gran Estrella Fugaz durante la Guerra del Señor Oscuro.

 

[¡Y Celenissa nos dijo que han concluido la paz con el Imperio Yustiniano!] Ellie se ofreció, rompiendo su usual comportamiento.

 

Con el norte y el este asentados, pero la capital real en desorden, ciertamente tendríamos más fácil acceso a la información en la capital sur que en otra parte. [P-Pero necesitamos el permiso de papá.] Dudé.

 

Tina ya estaba lista con la respuesta. [Padre dijo, “Deja que Stella decida. ¡Espero su respuesta para esta tarde!” Solo—]

 

[Las chicas no deben ir solas.]

 

[En efecto.]

 

[Duquesa Lisa, Duquesa Letty.] Jadeé, girándome junto a los demás para ver a dos hermosas mujeres— una huma y otra elfa— quienes habían hablado desde la veranda. La Duquesa Lisa Leinster y la Duquesa Emerita Leticia Lebufera eran leyendas vivientes, la fama de cuyas proezas de guerra resonaban a lo largo y amplio del continente.

 

[¡Santo Dios!] Mrs Allyn gritó desde dentro de la casa. Evidentemente había regresado también. [Es bueno verte otra vez, Celenissa.]

 

[¿R-Recuerda mi nombre?] Una respuesta llegó.

 

Tina y Ellie jalaron mis mangas, y Lynne y Caren se les unieron diciendo mi nombre, apresurándome a tomar una decisión. Sentido comín dictaba que nos quedáramos donde estábamos hasta que la situación en la capital real se resolviera. También tenía mi salud a considerar— ¿Cuál era el punto de perseguir a Allen cuando no podía lanzar un hechizo apropiadamente? Aun así…

 

Stella, ¿realmente quieres dejar a Lydia a solas con Allen?

 

En una pequeña voz, murmuré. [No.] Entonces me encontré con la mirada de las dos duquesas y dije. [Todas viajaremos a la capital sur. ¿Puedo tener su permiso?]

 

[No sin un guardia.] La Duquesa Lisa respondió.

 

[Persuade a esa morra.] Añadió la Duquesa Letty. Los ojos de ambas mujeres se centraron en Lily.

 

La maid hizo un show para asumir una postura defensiva. El brazalete en su muñeca izquierda recibía la luz mientras declaraba. [¡Grrr! ¡No me ganarán, mis ladies! ¡Allen se pondrá molesto si las llevo al sur!]

 

La reacción que había esperado. Sentí un brote de malicia brotando de mí. Así que, sonriendo, hice una oferta que ella no podía rechazar.

 

[Lily, ¿te gustaría un uniforme de maid?]

 

Un flequillo de su cabello escarlata se levantó y meneó salvajemente.

 

Mordió el cebo. Ahora es nuestra oportunidad. Le lancé una mirada a Caren. ¡Mantengamos el paso!

 

[Felicia está en la capital sur.] Mi mejor amiga dijo, uniéndose al ataque. [Ella puede hacer el mejor de ellos. Sería fácil para ella hacer un uniforme de maid o dos en poco—]

 

[¡La número tres de la Corporación de Maids de Leinster, Lily, a sus servicios! ¡Por un uniforme de maid, mis ladies, las acompañaría hasta los confines de la tierra! ¡Digo, yahoo!]

 

[¡¿L-Lily?! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!] Lynne gritó, liberando un poco de agitación mientras la maid tomaba por las manos y empezaba a darle vueltas en el lugar.

 

El pelirrojo caballero inclinó su cabeza y murmuró. [Puedo jurar que necesitabas la aprobación de Anna y Romy para recibir un uniforme de maid.]

 

[Lord Richard.] Dije, lanzándole una mirada.

 

[O-Oh, no me pongas atención, Stella. No dije nada.] Él dijo, asustado, pero calmado. [Dales mis saludos a Allen.]

 

Encontré los ojos de Caren, Tina, Ellie y la liberada Lynne, y todos asentimos. Saldríamos a la capital sur en la siguiente mañana. Mientras, necesitaríamos empacar para—

 

[¡Vaya! Se ve que están pasándola bien.] Una musical voz entró a mis pensamientos.

 

[Caren, ven aquí.] Dijo una nueva voz.

 

[¡Madre!] Las tres chicas gritaron juntas.

 

[¿Papá?] Caren preguntó.

 

[M-Mrs Ellyn, Mr Nathan.] Murmuré mientras una pareja del clan lobo con cabello gris— los padres de Allen— entraban al jardín, luciendo bastante atractivo en un kimono y samue, respectivamente.

 

Las chicas saltaron a los brazos de Ellyn, gritando. [¡Abrazooooo!]

 

[¡Santo Dios!] Exclamó, su mirada es tan cálida como el sol.

 

Caren, mientras, estaba recibiendo un pequeño número de pequeñas maletas de Mr Nathan. Amuletos, ¿quizás?

 

[Si van tras Allen, llévense estos.] Estaba diciendo. [Y tengan mucho cuidado.]

 

Los ojos de Caren se abrieron. [No son estos amuletos protectores que— Papá, gracias.]

 

Me quedé atrás del grupo sola, pero Lord Richard y Lily me miraron, silenciosamente me lanzaron al costado de Ellyn.

 

[Stella.] Ella dijo gentilmente.

 

[Mrs E— Digo, m-madre— Oh…]

 

Finalmente la había llamado “madre” por primera vez, pero, para mi vergüenza, mi voz había cedido.

 

Ella apretó mis manos. [Espero que te nos unirás otra vez.] Ella dijo, con una tranquila sonrisa parecida a la de Allen. [Tendré un yukata listo para ti la siguiente vez.]

 

[¡S-Sí! ¡Claro que lo prometo!] Luego de una breve pausa, continué en un tono más calmado. [Muchas gracias.]

 

Ellyn rio y dijo. [¡Abrazo!] Mientras me atrapaba.

 

¡Allen! Dije a todo poder. Te perseguiré. Puedes regañarme una vez lo haga. Así que por favor, perdóname por este capricho.

 

¡Estábamos dirigiéndonos a la capital sur, lugar de la Casa Ducal de Leinster!

 

✽✽✽✽✽

 

Las chicas se fueron directo a prepararse para su viaje al sur.

 

[Caren, Ellie, traten de empacar ligero.] Stella les advirtió. [Iremos directo, sin pasar por la capital real.]

 

[Sí.]

 

[¡Como ordene!]

 

[Ahora, Lady Tina, Lady Lynne, por favor saquen los sombreros.] Lily dijo. [¡No tenemos muchos Griffins, así que una de ustedes tendrá que irse conmigo!]

 

Ambas chicas gruñeron.

 

[¡Será mejor que coman bien esta noche!] Ellyn anunció, ocupándose de la cena. [Lisa, ladies, ¿me darían una mano?]

 

[Depende.] Dijo mi madre. Entonces se giró a mí y dijo. [Richard, acompaña a Letty.]

 

Un coro de “Síes, Mrs Ellyn” siguió.

 

Las maids son una cosa, pero ¿mamá? Le señalé mi consentimiento con mi mano. Allen realmente tiene mucho por responder. Mejor le escribo a mi querida prometida Sasha.

 

Nathan me miró desde el pasillo, así que le asentí. Me hizo una señal de una copa y regresó a su taller. Tendría que hablar con Dag, el anterior jefe del clan nutria y proponer una reunión de copas mientras esté en la ciudad.

 

Me acabé mi té, entonces volví a la Duquesa Letty, quien había abierto un mapa en la mesa.

 

[En serio, qué raro lobo.] La belleza de cabello jade murmuró mientras observaba a Ellyn. [¿Creerías que aprendió amplificación mágica de la hermana menor de Chise, quien salió de la villa hace unas décadas y ha estado desaparecida desde entonces?]

 

[Una extraña coincidencia, supongo.] Un momento pasó en silencio, entonces dije. [Duquesa Letty, ¿puedo preguntarle algo?]

 

[¿Hm? Procede.]

 

[Seré breve. ¿Quién está dirigiendo los eventos en la capital real?]

 

El asunto estaba raro. Su Majestad, renombrado por su coraje, se mantenía en la capital oeste mientras el tímido Príncipe de la Corona llamaba a Allen. De uno, el título de la Estrella Fugaz. Del otro, alguna demanda que Allen no podía dirigir.

 

La mayoría de nuestros oficiales de la corporación de maids estaban concentradas en la capital real, dejando a Lily en el este con nosotros. Lo mismo iba para el temible cuerpo de combatientes de la Corporación de Maids de Howard bajo el mando de Mina Walker, aunque Stella, Tina y Ellie estaban todas en la capital este. Y Celenissa había regresado cuando se necesitaba, como si hubiera previsto el viaje al sur de Lydia.

 

Los mensajes que habíamos recibido del Comandante Owain y el Renombrado Oficial Mayor Bor de la guardia real en la capital oeste se leía: [No tenemos donde meternos por ahora.] Y [Por favor, descansen un poco. En efecto, descansen. Es una orden.] Y sobre todo, Ellyn y Nathan, quienes amaban a Allen con todo su corazón, se veían calmados. Algo pasaba.

 

La Duquesa Letty elegantemente bebió su té, su mirada era tan fría como en el campo de batalla. [El profesor era el artista detrás de este plan.] Ella respondió. [Junto con el Líder de la Corte de Hechiceros Gerhard Gardner. Ahora Rodde ha salido a la capital real también. Los Howards y los Lebuferas no se moverán aún.]

 

Estaba asombrado. ¡¿El profesor y Gardner?! ¡Es de lo peor, la más pervertida combinación que podría imaginar!

 

[Chise tiene a Caren y sus amigas en alta estima.] La Duquesa Letty continuó, pasando un pequeño memo por la mesa con un hechizo de viento. [Aunque incompleto, tal vez esto convencerá a nuestros ancianos de cabeza dura a cambiar de mentalidad. Puede ofrecer una oportunidad para detener el declive mágico.]

 

Pasé mis ojos por la nota. Tienes que estarme jodiendo. Sabía que esas chicas tenían un gran talento, pero nunca sospecho de eso.

 

Se leía:

 

Caren: Inigualable caso de atavismo. Con entrenamiento y la daga del comandante, se convertirá en un verdadero lobo de rayos.

Stella: Fuertes indicaciones del despertar de maná en el futuro. Si es cierto, será la primera candidata en un centenario.

Ellie: Aptitud extremadamente alta para magia botánica. Un Walker y no a la vez.

 

No conocía todos los términos usados, pero esto era serio. Un asunto de tan gravedad.

 

[Extraordinarios talentos se atraen entre sí, juntándose en un gran vórtice que cambiará el mundo.] La Duquesa Letty recitó, casi cantando. [Fue mi fallecida querida amiga la Luna Creciente— Alicia— quien dijo eso en el campo de batalla, creo.]

 

Luego de un momento, ella continuó. [Su Majestad ha respondido a la devoción de Guido, y la caída de la aristocracia central es inevitable ahora. No podemos quitarle los ojos a los Caballeros del Espíritu Santo, Gerard se perdió en ruta a la capital real, y ni el tercer chico Algren quien se fue por la cascada o los traidores de los hombres bestias han sido encontrados. Debemos cuestionar a los Lalannoyanos también. Aun así…] El dedo de la animada belleza se movió, pasando por la capital sur y cayó en el centro de la Alianza de Principados— la ciudad del agua. [Debemos empezar en el sur. Veamos de lo que la Estrella Fugaz de esta nueva era está hecho.]

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