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 Capítulo 4

Vueltas y Vueltas

 

Lindsey Pail estaba sentada en su escritorio en el dormitorio de la facultad, su cabeza en sus manos.

 

Era la maestra responsable para el baile de salón, una habilidad esencial para nobles. Usualmente, los estudiantes que se inscribían en la academia sabían cómo bailar a un punto arriba del inicio. Claro, había quienes no eran buenos en ello, pero al menos conocían las bases. Debido a eso, Lindsey nunca tuvo mucho problema enseñándoles.

 

Por desgracia, este año, había dos niños problemas en segundo año del curso avanzado. Ninguno de ellos tenía idea de incluso los conceptos básicos y cuando se les pedía mostrar sus habilidades, su intento de algo (ciertamente no podía llamarse bailar), asombraba a sus compañeros y la misma Lindsey.

 

Los nombres de los estudiantes problemáticos eran Glenn Dudley y Monica Norton, ambos se habían transferido este año.

 

✽✽✽✽✽

 

[¡Creo que vamos algo lentos para este tempo, es hora de acelerarlo!]

 

[¡Noooooooooo! ¡Altoooooooo!]

 

Una vez las clases terminaban, el salón de baile se llenaba con los gritos de un energético chico y los chillidos de una miserable chica.

 

El chico, Glenn, estaba siguiendo el doble tempo que suponía seguir, mientras la chica, Monica, estaba siendo llevando por todas partes.

 

[¡Y ahora giramos!]

 

Glenn, un chico bien fornido, movía el pequeño cuerpo de Monica en vigorosos giros.

Este ya no era un baile— era un perro grande corriendo a todo gusto mientras su dueño trataba de contenerlo, pero era arrastrado en cambio.

 

El corto que había estado tocando el piano, Neil, era incapaz de observarlo más y dijo. [¡Perdón! ¡Alto por un momento! ¡Por favor, paren!]

 

Glenn de inmediato se detuvo— pero su movimiento dejo a Monica ondeando en el suelo.

 

[¡Monicaaaa!] Glenn gritó, corriendo y recogiéndola en sus brazos. Agitó sus delgados hombros. [¡Ahhh! ¡Lo siento! ¡¿Estás bien?!]

 

[Por…favor…no me agites ahora…haaah…]

 

Monica ya había sufrido considerable daño en los canales de su oído interno, gracias al energético Glenn gritando justo en su rostro y ahora estaba siendo agitada. Eventualmente, sus ojos se dieron vuelta y dejo de moverse.

 

Casey había observado todo el asunto desde su lugar cerca del muro. Agitó su cabeza, haciendo ondear su cola de caballo y suspiró.

 

[Eso fue peor que la clase anterior.] Remarcó.

 

Las clases de baile en la Academia Serendia eran llevadas con dos clases participando a la vez. Los compañeros generalmente eran decididos por el profesor, y su profesor había emparejado a Monica con Glenn. La diferencia de altura entre ellos era obvia, pero la idea de Ms Pail al principio de emparejar a los estudiantes transferidos y medir sus habilidades de baile.

 

Monica se consideró suertuda de tener a Glenn como compañero ya que lo conocía. Si hubiera estado con alguien con el que nunca se había reunido, lo habría hecho peor.

 

[¡Parece que eres mi compañera, Monica! ¡Por favor baila conmigo!]

 

[Un, s-sí, gracias… ¡Phew!]

 

Pero incluso con un grado de familiaridad, Monica encontraba difícil ver a la cara a una persona mientras les habla. Y esta tendencia era incluso más extrema cuando se trataba de hombres.

 

Sin embargo, Glenn no mostró señales de ofenderse. Tomó a Monica por la mano y caminó a la pista de baile. Juzgando por su inmovible confianza, Monica había asumido que era bueno en el baile.

 

Sin embargo… un momento después, con una sonrisa, dijo. [¡Nunca he hecho baile de salón, así que lo intentaré e imitaré a todos los demás!]

 

Para el momento que Monica había pensado, “estás bromeando, ¿cierto?” Ya estaba siendo arrastrada.

 

Y así, los dos se les había tomado retomar el examen. Si fallaban el examen, tendrían que tomar clases suplementarias cada día luego de la escuela hasta el festival escolar. En el peor escenario, incluso podrían tomar clases especiales durante el descanso de invierno.

 

Eso presentaría un obstáculo para el trabajo de Monica en el consejo estudiantil y su misión de proteger al segundo príncipe.

 

¡Si no puedo continuar con mi misión debido a algo como esto, Mr Louis estará molesto conmigoooo!

 

Monica tenía que pasar el examen no importa qué.

 

[Oof… Mi cabeza sigue dando vueltas…]

 

Luego de recuperar finalmente la consciencia, Monica se sentó en el suelo sosteniendo su cabeza mientras Casey se agachaba a su par y miraba su rostro con preocupación.

 

[Monica, ¿estás bien?] Preguntó. [¿Puedes pararte?]

 

[Ooh… Sí, creo, um, estoy bien.]

 

Desde el incidente con los ladrones vestidos como mercantes de la Compañía Abbott, Casey parecía que le tomo interés a Monica y le hablaba con frecuencia.

 

La clase de Casey compartía su período de danza con Monica y la cuidadora chica le había ofrecido algo de información. Casey era tan buena bailarina para ganarse a Ms Pail. Considerando cuán fácil había saltado al carruaje, tenía sentido— tenía buenas habilidades motoras.

 

Monica, por otra parte, no solo tenía lentos reflejos desde nacimiento, sino estaba bastante fuera de forma como resultado de todo el tiempo que había pasado recluida en su cabaña. Era tan torpe, se tropezaría con la nada.

 

Pero a pesar de su falta de atletismo, había estado preparándose para la clase de baila a su propia manera hace unos días.

 

[Ugh… Leí muchos libros sobre danza… El sistema del vals… Lo entiendo lógicamente y aunque…]

 

Palmeando a Monica en la cabeza mientras susurraba, Casey le dio una leve sonrisa. [Monica, tienes que aprender a bailar bailando… Además, se llama triple tempo.] Luego de confrontar a la loca Monica, se giró a Glenn. [Sabía que a Monica le costaban este tipo de cosas, pero eres una cosa también. ¿Qué fue eso?]

 

[Bueno, Ms Pail dice que los chicos deben tomar el liderato.] Respondió. [Así que traté de tomar el liderato por mi cuenta. Me pregunto qué salió mal.]

 

Azotar a Monica sin pensar al parecer era su versión de “tomar el liderato.” Mientras Glenn pensaba en la situación, Neil dio una risa seca y dijo. [Hay una gran diferencia entre tomar el liderato y azotar a tu compañero, creo…]

 

[Sabes…] Glenn declaró, lleno de confianza. [¡Pensé en ello y la forma en la que Ms Pail baila es muy precisa y rígida, ¿no?! ¡Creo que eso es lo que falta!]

 

Neil, con su expresión seria, dijo. [Glenn, creo que puede ser algo más importante que eso.]

 

Tenía razón. Glenn tenía excelentes habilidades motoras, pero bailaba a su propio ritmo. Mientras, en adición a sus malas habilidades motoras, Monica tenía un mal hábito de sobre pensar las cosas.

 

Casey y Neil— sus instructores suplementes— intercambiaron miradas y suspiraron. [Por ahora, cambiemos de pareja y practiquemos hasta que se sepan los pasos, ¿bien? Yo iré con Glenn. Tenemos alturas similares, así que debería ser más fácil.]

 

[Yo iré con Lady Norton.] Neil asintió antes de mirar al piano y fruncir el ceño un poco, algo asustada. [Pero entonces… no tenemos a nadie que toque la música.]

 

El salón de baile tenía un piano dentro, y durante exámenes, los estudiantes bailarían mientras alguien tocaba. La otra persona que Monica sabía que podría tocar el piano era Bridget Greyham, pero no era lo suficiente cortés para pedirle Bridget que tocara para ellos.

 

Apenas conocía a alguien en la academia para empezar. Mientras miraba el suelo, sintiendo culpa por ser inútil, la puerta del salón de baile se abrió a pares.

 

[¡Oh! ¡Bueno, en ese caso, supongo que no tengo más elección que tocar el piano para ustedes!]

 

Usando un dedo para girar su cabello, Lana entró. Al parecer, había estado escuchando a escondidas detrás de la puerta.

 

Glenn, Neil y Casey se veían sorprendidos a la repentina llegada. [Es una amiga tuya, ¿Monica?] Glenn preguntó.

 

[Oh… Sí…] Monica asintió, antes de ponerse pálida.

 

Espera, ¿le causará problemas si empiezo a actuar que es mi amiga...? ¿Qué debería hacer...?

 

Si Lana hacía una cara de disgusto o fruncía el ceño un poco… Monica se vendría abajo mientras se imaginaba la mirada.

 

 Lana entró, dándose la vuelta, y dijo. [¡Eso es! ¡Y ayudaré a mi amiga, así que será mejor que estén agradecidos!] Temblando, Monica miró a Lana.

 

Ella no se veía molesta en nada. De hecho, se veía que estaba tratando de contener una gran sonrisa. A pesar de eso, Monica sintió que las esquinas de su boca se levantaron.

 

[Gracias, Lana…] Dijo en una débil voz, apretando su mano contra su pecho sobre su uniforme— sintió que si no lo contenía, su corazón podía salírsele por la dicha.

 

 ✽✽✽✽✽

 

El sonido del piano podía oírse desde el salón de baile. Mientras pasaba por el salón, Lindsey Pail se detuvo y miró por una brecha en la puerta.

 

¡Vaya, vaya…!

 

Dentro estaban dos estudiantes— los dos retrasados y foco de sus preocupaciones— recibiendo ayuda de sus amigos y dándolo lo mejor por aprender los pasos.

 

¡Sus movimientos eran raros, justo como los de Lindsey cuando había sido joven y se saltaba de sus clases de baile!

 

Escucha, Lindsey. Una vez hagas tu primera aparición en la alta sociedad, nadie va a ayudarte nunca.

 

Su hermana le había dado esa advertencia más veces de las que podía contar, pero la joven Lindsey nunca había escuchado, en lugar de avergonzarse durante sus clases de baile en su escuela de chicas.

 

A todas las escuchas de chicas asistidas por nobles eran lugares de aprendizaje, pero funcionaban como espacios sociales. Malos bailarines serían la comidilla de chismes, y eso era. Nadie la ayudaría. Lindsey había sido forzada a practicar sola, en secreto.

 

Pero más allá de esta puerta estaban chicos y chicas, uniendo sus manos y dándolo lo mejor para enseñarle al otro cómo bailar.

[Hee-hee…] Lindsey puso una mano en sus labios y con una pequeña sonrisa, cerró la puerta del salón de baile.

 

✽✽✽✽✽

 

[Oí del Oficial Maywood que estabas practicando el baile.] Felix dijo con una sonrisa cuando Monica apareció en el salón del consejo más tarde de lo usual.

 

Monica por completo se había olvidado de informarle a Felix que había estado practicando baile luego de clases, pero el siempre considerado Neil debió haberlo contactado. Neil no sobresalía mucho, pero siempre hacía un buen trabajo.

 

Mientras Monica pensaba en qué tipo de comentario Elliott debió haber hecho de estar aquí, Felix se dirigió a Neil. [¿Cómo va la practica? ¿Será capaz de pasar?]

 

Neil movió su vista de un lado a otro. No hacía calor, pero el sudor salía de su frente.

 

[U-Umm… Eso depende… en cuánto esfuerzo le ponga.]

 

[Príncipe.] Cyril dijo. [Si un bonachón como el Oficial Maywood lo pone así, su baile debe ser un desastre.] Él estaba trabajando en una tarea aparte a un lado mientras hablaba.

 

Monica no pudo responder y solo se encorvo, abatida.

 

Cyril tenía razón— la sesión de ese día había sido terrible. Habían empezado a practicar los pasos básicos, pero Monica había olvidado sus dos pies izquierdos y caía uno de cada tres intentos. Casey le había dicho que era mejor aprender haciéndolo, pero su cuerpo no parecía estar aprendiendo nada.

 

Al menos con matemáticas, se lamentaba en silencio, podía superarlo con memorización. Mientras, Bridget escondía su boca detrás de su abanico y le lanzaba una fría mirada Monica. [Pensar que un miembro de este consejo— todos quienes deberían ser estudiantes modelos— está quedándose atrás en clase y incluso necesita retomar un examen. Nunca había oído tal cosa.]

 

[Yo… yo, lo sien—]

 

[¿Entiendes cuántos problemas le estás causando al Oficial Maywood?] Interrumpió.

 

Monica estaba causándole problemas a alguien— oír esas palabras la congelaron. Su compañero, Glenn, había sido malo al inicio, pero tenía buenas habilidades motoras, así que probablemente lo dominaría los pasos rápido.

 

Y luego Monica estaría causándole problemas a Glenn también. Si fracasaba porque estaba emparejado con Monica…

 

[Um, no lo considero un problema…] Neil interrumpió. Bridget cerró su abanico. Luego sus ojos ámbar se fueron Felix.

 

Sus palabras fueron duras. [Señoría, un miembro del consejo fracasando en una simple prueba de salón de baile da un mal ejemplo para los otros estudiantes. ¿Qué piensa del asunto? A este paso, se reflejará negativamente en aquel que la asignó, ¿no lo cree?]

 

Feliz había sido al que asignó a Monica como su contador, a pesar de todas sus fallas. Y si Monica causaba un problema, sería su responsabilidad como quien la había escogido.

 

Miedo y presión amenazaban con aplastar el pequeño cuerpo de Monica. ¡Perdón por causar problemas! ¡Trabajaré duro! ¡Daré lo mejor de mí! ¡Por favor, perdónenme! Aunque muchas palabras rondaban en su mente en ese momento, ninguna logró salir de su garganta; solo abría y cerraba su boca sin decir nada.

 

Felix miró a Bridget y ofreció una leve sonrisa. [No hay nada de que preocuparse.] Dijo. [Tengo altas esperanzas en Lady Norton. Sé que estará a la altura de mis expectativas. ¿No es así, Lady Norton?]

 

Sus últimas palabras habían sido dirigidas a Monica— y con la más dulce sonrisa que cualquiera podría imaginar.

 

No, no puedo hacerlo… Se agitó en su mente, apenas logrando tragarse sus palabras. Si un miembro de la familia real como Felix tenía expectativas de ella, su única opción era cumplirlas.

Sin embargo, bajo su cabeza, incapaz de decir que sí. Felix se paró y camino para pararse frente a ella. Luego puso sus dedos bajo su mentón y lo levantó. El vacilante rostro de Monica brilló en sus misteriosos ojos azules.

 

[Cumplirás… mis expectativas, ¿verdad?]

 

Añadió un tinte de soledad en su voz, el cual habría hecho que la mayoría de chicas se pusieran rojas. Aunque Monica, parecía que estaba siendo amenazada. Asintió, luego usó cada cosa del vocabulario que pudo sacar de lo recóndito de su mente. Lo importante acerca de dar tus opiniones era usar la lógica, claras explicaciones.

 

[P-Primero…] Balbuceó. [Analizaré el tempo de las canciones usadas y lo compararé con la longitud de mis pisadas. También calcularé los ángulos de las piernas, cintura y hombros durante el baile y los memorizaré. ¡Es donde me gustaría empezar!]

 

En la superficie, su explicación podía sonar lógica— pero en esencia, no tenía sentido. Cyril frunció sus ojos y gruñó, luego dijo. [Contadora Norton, debería usar tu cuerpo, no tu cerebro.]

 

Tenía toda la razón.

 

✽✽✽✽✽

 

De vuelta a su ático, Monica se tiró en su almohada y empezó a girar y llorar. No solía ejercitarse y ahora le dolían los pies.

 

[Eres cono una vieja decrepita, Monica.]

 

Nero saltó sobre ella y presionaba su espalda con sus patas. Ahora estaba tratando de darle un masaje.

 

[Oof, ugh… Todo duele…]

 

[Al parecer entre más joven eres, más rápido el dolor muscular pasa. Bien por ti.]

 

¿De dónde aprendió eso? Monica se preguntó, manteniendo su rostro enterrado en la almohada.

 

[Sabes…] Nero dijo. [Estaba mirando desde la ventana. Bailar es… ¿exactamente qué? ¿Una competición para ver quién puede pararse más en los pies de su compañero?]

 

[N-No… Sabes lo que es. Lo has visto en las ilustraciones en tus novelas…]

 

[¡Es por eso que estaba tan sorprendido! Solo lo he visto en imágenes. Nunca supe que bailar fuera un deporte extremo.]

 

Nero se tiró al escritorio a la par hacia un libro abierto y usó su pata frontal para girar las páginas antes de quedarse en una y fijarse en una frase en particular. [Julia confiaba en el liderato de Bartholomew y la música. Era como un sueño. Mano a mano, pisaban donde sea que sus corazones indicaran… Los personajes en este libro debieron haber estado pisando los pies del otro a todo gusto. Aw, mierda— ¡Ahora estoy reinterpretando toda la escena!]

 

[No se trata de eso… En serio…] Monica gritó. Se sentó en su cama, infló sus mejillas y miró a Nero.

 

El gato, sin embargo, le sonrió y ondeó su cola. [¿No puedes resolver todo el problema con un poco de hechicería? Puedes usarlo sin recitar, ¿recuerdas? Solo usa un hechizo que te haga buena bailando y no le digas a nadie.]

 

Un hechizo que te hacía un buen bailarín… ¡Qué conveniente sería si tal cosa existiera! Por desgracia, la hechicería no podía hacerlo todo.

 

[Escucha, Nero…] Ella empezó. [Puedes manipular teatralmente tu cuerpo y forzarlo a tomar ciertas acciones, pero… ese tipo de hechicería está prohibida en este reino.]

 

[Te refieres a eso, uh… esa cosa de antes. ¿Interferencia mental o así?]

 

[La hechicería de interferencia mental está permitida bajo ciertas condiciones, pero la hechicería de manipulación está completamente prohibida. Tiene una estricta penalidad.]

 

Cualquier hechicería que moviera el cuerpo de una persona o temporalmente reforzara sus músculos— básicamente, todo lo que afectara el cuerpo humano— estaba prohibido en el Reino de Ridill. La razón era que el cuerpo humano no tenía resistencia al maná, así que usar tales hechizos se corría el efecto secundario como envenenamiento de maná. Hechicería de curación estaba prohibida por la misma razón.

 

A la explicación de Monica, los bigotes de Nero se retorcieron. [Hm. Espera, ¿En este reino? ¿Puedes usar esta cosa en otros países…?]

 

[Hay una excepción…] Monica se detuvo, antes de apretar sus puños en su regazo. [El Imperio Schwargald al este.]

 

El Imperio, el cual yacía atravesando la frontera este de Ridill, era la nación más grande del continente. El joven emperador quien había tomado posesión cerca de un año antes detestaba las viejas tradiciones y estaba implementando una nueva política el siguiente año. Una de sus medidas había sido levantar la prohibición de la mágica curativa. Había, en una limitada base, permitido la investigación en la hechicería de manipulación. Como resultado, el fortalecimiento corporal y hechicería curativa se aseguraron de desarrollarse y avanzar al imperio.

 

Sobre todo, fue el levantamiento de la prohibición en la hechicería curativa que más influyó en los magos de otras naciones. Recientemente, más y más habían dejado sus estrictos países para mudarse al Imperio.

 

El flujo de talentosos magos hacia otras naciones era un problema difícil para cada país, y había sido el tema de discusión en las conferencias de los Siete Sabios varias veces.

 

[Vaya, los humanos están pasando muchas cosas.] Nero dijo, cerrando el libro.

 

[Sí…] Monica lo aceptó, una vez más rodando a su costado. Su cansado cuerpo añorada descanso, y una vez había cerrado sus ojos, no tomaría mucho para que el sueño llegara.

 

Olvidando prepararse para las clases del siguiente día, Monica se apagó, mientras lo hacía una vez más recordó la hermosa sonrisa de Felix.

 

“Cumplirás… con mis expectativas, ¿verdad?”

 

Sus palabras habían removido viejas heridas en su corazón.

 

¿Cómo podría decir sí a eso…?

 

Recordó la conocida figura de la espada de su padre mientras se dirigía a su escritorio.

 

Había sido reconocido en muchas cosas. Matemáticas, física, farmacéutica, medicina… Había estudiado casi todo, pero biología había sido su fuerte.

 

Escucha, Monica. Los cuerpos humanos están hechos de grandes cantidades de números. Si uno pudiera analizar las ecuaciones que hacen humanos lo que son, podrías salvar las vidas de muchos pacientes de la enfermedad.

 

Y así, un día sí y uno no, su padre se dedicaría a su investigación. No había pasado mucho tiempo con Monica, pero era feliz solo con leer la colección de libros que había amasado y ocasionalmente escucharlo hablar de su investigación.

 

Su padre había sido un brillante académico. Siempre cumpliendo las expectativas de todos. Aun así, al final, la población lo había negado, lanzado piedras, y…

 

No. ¡No, no!

 

En los ojos de su mente, miró el rojo— el rojo del fuego.

 

La vista de su padre, y todos esos números que había acumulado, entrando en llamas. Había cumplido las expectativas de todos. Pero no había sido recompensado por ello.

 

Monica era igual. Con el fin de cumplir con las expectativas de otros, había aprendido la magia sin recitar… y el único amigo cuyo alago había querido tener le dio la espalda.

 

Desearía que las personas no esperaran nada de mí. Si me hubiera encerrado en esa desierta cabaña en las montañas y miró números todo el día, no me habría sentido así otra vez… Pero…

 

Abandonó esos pensamientos y trató de huir a su amado número de ecuaciones, pero lo que vino a su mente en lugar fue Elliott, quien había tratado de ayudarla de escapar de los intrusos.

 

Enfrentada al peligro, había dicho que era el deber de los nobles proteger a los plebeyos y trató de alejarla.

 

Monica, por otra parte, se había permitido ser arrastrada en la vida, convirtiéndose en uno de los Siete Magos, entonces siendo arrastrada por Louis a su actual misión infiltrándose a la academia. Nunca había pensando en las responsabilidades de su posición.

 

Justo ahora, Monica era la Bruja Silenciosa Monica Everett, un Sabio, y Monica Norton, la contadora del consejo. Si hubiera huido de su deber, tendría el sentimiento de quedarse con la culpa siempre que Cyril la llamara Contadora Norton. Si un miembro del consejo, no podía manejar el baile de salón, pondría un mal ejemplo a los otros estudiantes— la hermosa Bridget Greyham tenía razón.

 

[Bien.]

 

Monica recuperó su energía para levantarse y salir de la cama.

 

Nero, quien había estado acurrucado a su par, levantó su cabeza en confusión. [¿Um? ¿No ibas a dormir?]

 

[Voy a practicar el baile un poco más…]

 

Mientras silenciosamente empezaba a moverse con los pasos, Nero le sonrió y ondeó su cola. [¿Vas a practicar pisar a las personas luego de haber practicado el pisar tus propios pies?]

 

[¡N-No!] Monica insistió, enojándose.

 

Nero se bajó de la cama. Una niebla negra lo envolvió, retorciendo su silueta en la noche mientras se transformaba en un joven con cabello negro usando una vieja túnica. Frunciendo sus ojos— los cuales aún eran dorados como su forma de gato— miró a Monica. [¿Te gustaría algo de ayuda, Maestra?]

[Pero tampoco tienes experiencia.]

 

[Pfft. Lo he visto. Lo haré. ¡No subestimes mi resistencia!]

 

Nero tomó las manos de Monica y tarareó una melodía mientras empezaba a bailar. Sus pasos eran rudos y confusos, pero, era mejor que el raro trabajo de pies de Monica.

 

Esa tarde, Monica piso los pies de Nero diecisiete veces, lo pateó en la pierna veintitrés veces, y fue acusada de maltrato familiar.

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