El Carácter de un Brave
Era de extenso conocimiento común que las 17 Bestias
tenían la posición de la más grande amenaza para todos los seres vivos, pero la
concreta naturaleza de las Bestias no era muy bien conocida, por dos razones en
sí. La primera, muchos misterios las rodeaban, por lo que ni en investigaciones
se tenían detalles. Y en segundo, ya que, como regla general, esos que se
encontraban con las Bestias nunca regresaban a casa vivos, difícilmente alguien
tendría una directa experiencia con las criaturas.
Es decir, casi nadie vivo en Regul Aire hubiese
considerado el posible ataque de una Bestia. Incluso para los soldados de la
Guardia Alada, la situación difícilmente difería. La gran mayoría de ellos
nunca habían visto directamente a una Bestia, así que, independiente a la
preparación mental, simplemente no estaban acostumbrados a esos enemigos. Por
sobre todo, las Bestias no podían volar. El Teimerre podía ser llevado por el
aire bajo las condiciones correctas, pero se trataba de eso. Como resultado,
las oportunidades de ver a una Bestia más que la 6ta sin bajar a la superficie
era de cero.
Básicamente, Collinadiluche tenía una fatal falta de
conocimiento acerca de la Aurora.
El temor casi descendió sobre los cuarteles generales
de la Guardia Alada. Reportes de daños llegarían volando de aquí y allá. Los
escombros causados por las Bestias son la mitad de ello, mientras la otra mitad
consistía de los accidentes o incidentes causados por el pánico de los
ciudadanos. Y lo más probable, la mayoría de los eventos se reportarían en
ambas categorías que nunca ocurrieron en verdad. Información confiable era un sueño
irremediable en medio de la pesadilla que abarcaba la ciudad. A pesar de ello,
su trabajo solo contribuía al caos.
[Supongo que es dónde entramos.] Aiseia lo dijo con un
gritó mientras frotaba sus ojos.
Dejándolo de lado, ella no tenía mucha idea de lo qué
pasaba afuera. Esas Bestias caían del cielo y eso, basados en la información de
testigos, el tipo específico parecía ser Aurora debido a su gran conocimiento.
De recordarlo bien, materiales detallados relacionados
a la Aurora habían sido apilados en el cuarto de referencia del almacén de las
hadas. Sin embargo, nadie esperaba que una repentina batalla se diera entre
ellos, por lo que esos recursos tenían que ser seriamente leídos. Con la sola
excepción, Nephren, quien leía cualquier material, no importa cuán aburrido
fuera de principio a fin, no lo era con ellos.
Bueno, la falta de información contra las Bestias
había sido un constante factor en todas sus batallas previas también, por lo
que exactamente no es mucho problema. Sin embargo…
[Este es un campo de batalla bastante irregular para
nosotros. Se me hace un poco incómodo que esta sea la primera batalla de
alguien.]
[Es cierto.]
Tiat, estaba vestida en sus pijamas, dejo salir un
bostezo a los comentarios de Aiseia y Lantolq.
[¡Y-Yo también iré! ¡Déjenme pelear!] Lakish levanto
su mano fervientemente mientras se apresuraba a arrebatarle la ropa de los
brazos de Tiat.
[No.] Naigrat agitó su cabeza. [Tu arma todavía no ha
sido decidida, ¿sabías?]
[Pero tenemos espadas, ¿verdad?]
Naigrat se calló. Tenían espadas: Valgalis, Historia,
Ignareo, y, además las Kaliyons de esas tres hadas, una espada más que Naigrat trajo
como un amuleto de buena suerte. Nadie que la conociera tanto sería capaz de
blandirla, así que realmente no tenía otro propósito más que el de un amuleto.
Incluso mientras hablaban, el mango salía de la gran mochila jumbo de Naigrat.
[Pero…]
[No quiero solo esperar. No seré capaz de quedarme de
brazos cruzados. Quiero… tal vez no sea de mucho uso, ¡pero al menos no los
atrasare!]
Un ligero dolorcillo golpeo en el pecho de Naigrat.
[No, no puedes ir. No puedo exponer a un niño que no ha
terminado el post entrenamiento básico de entonación a tal peligro. Solo has
tenido éxito usando esa pesada en una prueba. Eso no significa que serás capaz
de usarla en una batalla real, ¿sabes?]
[¡Pero!] Lakish levantó la voz un poco más alta. Justo
entonces.
[Disculpen, señoritas.] La voz de un hombre vino desde
atrás.
Dando la vuelta, Naigrat vio a unos hombres parados
allí vistiendo unos trajes nuevos. Un Orco sobresalía de entre el grupo y
sonrió. Viendo más de cerca, ella vio unas bandas envueltas alrededor de su
cuerpo y bajo su traje.
[Tú eres… ¡el de Elpis!] Solo tomo un segundo para que
la voz de Naigrat se llenara de enojo.
[¿¡Ah!?]
[S-Señorita Naigrat, qué coincidencia encontrarla
aquí.] Mientras el resto de los hombres se acobardaban de la sorpresa, el Orco
se las arregló para seguir de pie. [Parece que la situación se ha hecho
bastante seria. Ya que no puedo ofrecer mucho, vine aquí a preguntar si puedo
ser de alguna ayuda.]
[¡Cómo te atreves a decir eso!]
De acuerdo a lo que Naigrat escucho, Elpis metió a las
Bestias a la isla. Es decir, el hombre parado enfrente de ella podía ser muy
bien el responsable de todo este desastre. Incluso al hablar, docenas de seres
están siendo asesinados en las calles. La Guardia Alada y las fuerzas
ciudadanas probablemente se movieron a la defensa, pero sus armas y cañones
ordinarios tenía poco efecto en las Bestias. Junto con la confusión que
envolvía la cuidad, ella no veía cómo podían tener éxito.
[Parece que tenemos un malentendido. El caos afuera no
fue a causa de nosotros. De acuerdo a los testigos, parecer ser un acto de la
Aniquilación o, mejor dicho, una organización criminal de esta ciudad.] El Orco
continúo escupiendo evidentes mentiras. [Por favor no haga esa mala cara. Hemos
venido aquí hoy solamente con la pura intención de darles una mano.] Él movió
el vendaje de sus manos en un intento de mostrar su falta de hostilidad.
[Con la potencia de fuego que la Guardia Alada puede
utilizar formalmente, disculparan mi rudeza, dudo que sean capaces de hacerle
frente a sus enemigos. Sin embargo, hoy, tenemos una aeronave con nuestras
armas abordo en el muelle babor.]
Entonces, como si recordara algo, él añadió. [Oh,
claro, trajimos armas aquí siguiendo los procedimientos apropiados. Desearía
que le dieran uso para exterminar a nuestros enemigos.]
[Th…] Naigrat comprendió la significancia de la armada
de otras islas desplegadas en la ciudad. Cualquiera que estudiara un poco la
historia lo sabría. [¡Eso nunca será permitido! ¡Bajo la Constitución de Regul
Aire, esto está bajo la jurisdicción de la Guardia Alada!]
[No, no, te equivocas.] Toda la cara del Ogro hizo
toda una gran sonrisa, como si hubiese llegado solo para decir esas palabras.
[Ya hablamos con los altos mandos de la Guardia Alada.]
[¿…Eh?]
[Oh, una cosa más. Creo que la Compañía de Trato
Orlandri les contactara pronto, pero, por la amabilidad de mi corazón, se los
diré ahora.] Actuando como si él de pronto recordara algo, añadió. [Preocúpese
por su puesto y esa choza, las cosas ya se decidieron, incluyendo un concreto
plan. Además de incluirlo, claro, el equipamiento almacenado allí.]
[M-Mientes.]
[Aw, no hagas esa cara. Las expresiones faciales de
los sin marcas son tan difíciles de leer, pero esa cara que hacen cuando
contemplan su desesperanza es algo diferente. Es obvio que no puedo más que
reír.]
El Ogro extendió sus manos, sacando un báculo, y se
puso un sombrero de seda, ambos salieron de la nada. [Bueno, allí lo tiene,
Señorita Naigrat. Esta cuidad es nuestro escenario, así que lo mejor es que
evite tontas acciones como desplegar a las hadas sin permiso. El trato que sus
lindas y preciosas marionetas reciban una vez dejen sus manos… siendo tan sabia
como es, estoy seguro que comprende que es la decisión correcta.]
Con eso, el hombre salió del cuarto de comando,
llevado por el Ogro, quien salió muriéndose de risa.
[…Whew, la Guardia Alada está más podrida de lo que
pensé.] Aiseia murmuro.
[¿Eh?] Tiat levanto su cabeza.
[Es posible que fueran forzados a acceder a un
contrato antes de saber qué tan grande sería todo. Hacerlo como un pequeño
trabajo sucio solo haría desperdiciar un poco de dinero, pero luego se dieron
cuenta que era mucho como para retroceder.] Lantolq añadió.
[¿Ehh?] Tiat la miró.
[Así que básicamente, a Elpis se le confió el eliminar
a las Bestias justo ahora para que se vieran bien, ¿cierto? ... Eso es algo
frustrante, pero si pueden hacer algo, entonces quizás está bien.] Lakish lo
dijo.
[¿¡Ehhhhh!?] Tiat gritó. [L-L-Lakish, ¿¡comprendes de
todo lo que están hablando!?]
[S-Sí… hay partes difíciles, pero creo que en general
lo entiendo, creo yo…]
[¿¡Soy la única que no lo comprende!?]
[E-Está bien, lo explicare ahora, así que cálmate.]
Lakish hizo para atrás a Tiat, quien parecía estar lista para pegarse a ella.
[Veamos, conoces a Elpis, ¿cierto? En la 13ava Isla Flotante, esa que está
ligeramente distante al país vecino de aquí. Bueno, técnicamente es una ciudad
estado.]
[Sí, el país que siempre se dice que ‘Las Flamas de
Elpis y las Sombras de Pitos’, ¿cierto?]
[Bueno, sí, pero olvidaste de tu impresión del cristal
de películas. De cualquier manera, Elpis, uh…es solo una suposición, pero
probablemente quieran comenzar una guerra.]
[Por qué.] Tiat lo dijo con una cara que no comprendía
nada.
Lakish vio a Aiseia, quien continúo explicando.
[Veras, una guerra tiene ese efecto mágico que puede
posponer todos los problemas dentro de un país. Por ejemplo, no importa cuánto
tú y tus vecinos se odien, si alguien con un hacha puede venir y atacar en
cualquier momento, no podrás darte el lujo de pelear con tus vecinos, ¿cierto?
Además, incluso si eres pobre o tienes hambre, en un asesinato o situación de
ser asesinado, no hay lugar para las quejas. La existencia de un enemigo
externo oscurece cualquier problema interno.]
Mientras lo explicaba, Aiseia frunció el ceño
antipática al tema. [Pero cuando la paz vuelva, todos esos problemas quedaran
bajo la alfombra. Cuando nadie con hachas venga a atacarte, no podrás evitar
recordar cuánto odiabas a tus vecinos. Cuando eso pase, habrá dos elecciones,
ambas llegaran al mismo resultado. Empezar una guerra con tus vecinos, o
encontrar otro enemigo externo con el que empezar una guerra.]
[¿…Llevarse bien con tus vecinos no es una elección?]
Tiat pregunto tímidamente.
[La es. Tienes que encontrar al siguiente enemigo.
Hasta hace poco, el Teimerre servía como un enemigo externo, y en general,
todos en Regul Aire se llevaban bien. Pero ahora que este mundo quedo sin
Teimerre por un tiempo, algunos países empezaron a recordar ‘Oh sí, en realidad
odio a esos chicos’. Y el país entre ellos que tomo acciones inmediatamente es
Elpis.]
[Ellos escogieron un método muy astuto. Si simplemente
atacaran a sus vecinos, ellos serían conocidos como los que amenazan la paz en
Regul Aire y se volverían el nuevo enemigo externo. Por lo que cambiaron su
aproximación. Llamaron a un enemigo del exterior y lo dejaron libre en el
jardín del vecino. Luego, todo lo que tuvieron que hacer es caminar al jardín
de su vecino y valientemente matar al intruso. Sus vecinos les agradecerían y
voluntariamente estarían bajo su control y todos vivirían felices por siempre.]
Aiseia aplaudió sarcásticamente.
[Y básicamente, ellos son los que trajeron a los
chicos malos, pero ¿están jugando a los héroes y fuerzan a los otros a quedar
en deuda con ellos?] Tiat exclamó.
[Oh, sí, es exactamente eso. Lo entiendes rápido,
huh.]
[P-Pero, ¡ser el héroe es el trabajo de la Guardia
Alada, ¿cierto?! Alguien más no puede solo tomarlo.]
[Ellos se encargarán de eso primero. Si la Guardia
Alada, que supuestamente son los héroes, no serían de utilidad, entonces Elpis
podría entrar y salvar el día, robando toda la confianza del público que la
Guardia Alada construyo en años.]
[Pero… eso es…] Todo estaba fuera de cuestión, Tiat se
silenció.
Sin nada más que explicar, Aiseia y Lakish
prosiguieron.
[Allí estás.] Con la luz y con ligeros pasos
inapropiados a su gigante cuerpo, Limeskin llego corriendo del pasillo. [Naigrat.
Regresa a las hadas a sus habitaciones.]
[…Sí, ya lo sé.] Naigrat respondió suavemente.
[Espera un segundo. ¡No me dirás que planeabas hacer
lo que nos dijeron!] Lantolq dio un paso entre los dos.
[Es correcto. Esta es la orden de mis superiores, y
además de un método para terminar con este peligro con el menor daño posible.]
Limeskin respondió.
[Pero, para no dejar que estén en su camino,
necesitamos hacer que sus armas no produzcan los resultados que esperaban.
Además, si salimos ahora, podemos ser capaces de reducir el daño a la ciudad,
incluso si es solo un poco.] Lantolq protesto.
[Y ustedes pueden sufrir más que solo un pequeño
daño.] Naigrat lo dijo, su voz sonaba casi como al de un gato asustado.
[Continuamente las hemos enviado a la batalla todo este tiempo porque no
teníamos de otra. Nadie más que ustedes pudieron estar en el campo de batalla.
Si ese no fuera el caso, yo nunca las habría dejado hacer algo tan peligroso.
Pero…]
La fuerza regreso a los ojos de Naigrat. [Este no es
uno de esos campos de batalla. Esto no es más que una caza para liberar a
Elpis, pelear, y capturar a su propia presa. No hay razón para que ustedes
tengan que arriesgar sus vidas por esto.]
[Entonces todo irá como lo planearon, ¿sabes? ¿Se
quedarán quietos y dejarán que aplasten a las hadas del almacén?]
[Claro que no. Yo resistiré hasta el final. Pero es mi
batalla, no es algo para que ustedes tengan que derramar su sangre.]
[Hmph.] Mientras tanto, Limeskin asistió con una cara
algo calmada. [Te haré una pregunta. ¿La guía del viento alcanza las
profundidades de tu corazón?]
[¿…Qué?] Una completa línea incomprensible salió de un
lagarto de alguna parte por primera vez en un tiempo.
[Una sola espada ha escogido que este campo de batalla
sea el propio. Si hay un campo de batalla que desearas, debe ser el de un
guerrero. En un dedo soportando el mango, en una mano soportando la espada, uno
que se lleve el viento.]
[¿…Um…?] No era eso. Lantolq no tenía idea de lo que
él trataba de decir. [Aiseia.] Golpeando a su amiga sentada a su par con el
codo, ella murmuro. [Sabes mucho de cosas raras. ¿Entiendes de lo que están
hablando?]
[Solo lo hago por diversión, en realidad no soy buena.
Todas las cosas que leí no son de uso ahora.]
[Bueno, tampoco tengo idea de qué va.]
[…Um, Primer Oficial Limeskin.] Mientras las más
grandes iban y venían entre ellas, Tiat dio medio paso adelante. [Amo esta
ciudad. ¿Eso cuenta como una razón?]
[Deberías quedarte aquí, el siguiente terreno estará
bajo ataque que lastimará más. ¿Comprendes eso?]
[No, realmente no señor.]
[¿Hm?]
[Pero si Kutori estuviera aquí, estoy segura que diría
eso. ¿A quién le importa el siguiente lugar? Un hada pelea por lo que es
importante. No importa la razón, no puedo huir en un momento crucial… o algo
como eso.]
Naigrat tragó. Aiseia hizo un ruido raro. Lantolq se
silenció tontamente con los ojos bien abiertos. Lakish solo no mostro signos de
sorpresa.
[Aquel que persigue la espada de un guerrero un día
crecerá para ser también un guerrero, bueno… ya veo.] Limeskin, quizás está de
buen humor, emitía un raro sonido de su garganta. [Les concedo el permiso de
atacar. Sin embargo, no se sobrepasen.]
[¿¡Primer Oficial!?] Naigrat exclamó, casi como un
grito.
[De ninguna manera. Si las forzamos a quedarse, pueden
desobedecer las órdenes y moverse por su propia cuenta.]
[Eso es… cierto, pero…]
[Y más que nada, esta joven guerrera no tiene duda de
ir con el viento.] La palma del gigante Reptrace ligeramente palmeó el cabello
de Tiat. [No cualquiera se amarra al viento, ni lo sigue. Eso es todo.]
Como los otros lo notaron antes, Lakish se quedó
atrás. Despedidas por Lakish con la cara pálida mientras Naigrat la abrazaba
con todas sus fuerzas, Lantolq, Aiseia, y Tiat volaron al cielo matutino.
Viendo abajo, Lantolq se dio cuenta que ella nunca
había volado ni una vez desde que llego a Collinadiluche. Viendo la ciudad
desde un ángulo diferente le daba una extraña sensación de emoción, como ser
capaz de avistar los bastidores, o el regresar un libro al estante luego de
disfrutarlo, luego dar un paso atrás y ver su dorsal.
Sin embargo, cuando le bajo a su altitud un poco, ella
podía ver las heridas infectadas de la ciudad. Hileras y columnas de edificios
caídos, reducidas de golpe. Una sola aeronave arruinada quedaba en el medio. Y
entonces, aquí y allá, las personas yacían en el suelo, transformadas en
fuentes de sangre. Sangre roja, sangre azul, y sangre cercana a no tener color.
Los cuerpos de varias razas quedaban en las calles de la ciudad como muñecas
rotas.
Para ponerlo objetivamente, es un terrible panorama.
En cuanto a la extensión de su débil sentido del miedo, las hadas no tenían una
fuerte reacción a los eventos o escenas relacionadas a la muerte. Unos cuantos
cadáveres yaciendo en el suelo no eran suficiente para evocar algún miedo o
emoción similar. Eso se dijo, tal vista fluyendo con muertes irracionales y
destrucción naturalmente las enojarían.
[¡Ah! ¡Por allí, por allí! ¡Las armas nuevas!] Tiat
exclamó, todo su cuerpo mostraba la emoción a su gran descubrimiento.
Dando vuelta a donde señalaba, Lantolq vio una gigante
armadura caminando por una avenida por debajo de ellas. Se veía lo suficientemente
gigante para dos o tres veces el tamaño de Limeskin. Aunque, de raros momentos,
ella podía decir que lo que fuera que estuviera adentro no parecía ser un
verdadero Gigante.
Unas cuantas Auroras notaron la presencia de las
armaduras gigantes y atacaron. Usando sus incontables hileras, arrastraron los
pies de las armaduras en un abrir y cerrar de ojos, junto a sus espinillas al
igual que sanguijuelas en un pantano. Sin embargo, sus agujas, supuestamente
tan fuertes para perforar metal cuando se endurecían, rebotaron en la armadura,
y las Bestias fueron arrojadas al pavimento. Un momento después, un martillo
colosal de guerra las aplasto en pedazos.
[Eso es… un poco más fuerte de lo que esperaba.]
Aiseia comentó.
[Totalmente de acuerdo.] Lantolq dijo.
Hasta hace poco, ella pensaba de los tipos de Elpis
como arrogantes idiotas. Ella descubrió que no sabía nada de las Bestias y no
tenía evidencia para apoyar la confianza en su victoria. Sin embargo, ella
parecía estar equivocada.
El metal de la armadura constantemente cubierta del
intenso Venom incinerado, y así mismo el martillo de guerra. Las Bestias no
podían ser destruidas por medios normales, y por lo tanto no tomaban un daño
apreciable más que el de un ataque suficientemente poderoso de Venom para desordenar
el sistema interior de su cuerpo. Por esa razón, la combinación de las
Leprechauns y sus Armas Excavadoras habían sido consideradas necesarias para
derrotar a las Bestias. Pero ante los ojos de Lantolq, ese mental continuamente
expulsaba Venom que rivalizaba a la de un Arma Excavadora que blandía una
Leprechaun.
[Esa puede ser la carta del triunfo Anti-Bestias…]
Ella murmuró.
Lo que avivaba la curiosidad de Lantolq era la fuente
de Venom de la armadura, que se forzaba en el opuesto final del espectro de la
vida. Esos cercanos a la muerte podían blandir un fuerte Venom. Si la armadura
fuera una simple máquina con nada dentro, no sería capaz de usar Venom en
primer lugar. Por otra parte, Lantolq no podía hacerse a la idea de una raza lo
suficientemente muscular para moverse libremente mientras usaba esa armadura,
le faltaría la suficiente fuerza de vida para usar Venom.
Este poder… incluso rivaliza con la salida del
instante de la apertura de la puerta de la tierra de las hadas. El fenómeno
conocido como la puerta del mundo de las hadas, un tipo de autodestrucción
resultaba de una Leprechaun, una existencia muy inestable, incinerando Venom
más allá de su límite. Literalmente la cantidad de Venom de la explosión podía
obtenerse al instante de la vaporización de cualquier Bestia que recibiera el
golpe directamente. Al decirlo al menos, no era algo que pudiera ser replicado
con la tecnología e ingeniería.
Cómo es que… por desgracia, no era el tipo de problema
que pudiera ser resuelto. Probablemente había un tope a la comprensión de la
tecnología en la materia para un amateur como Lantolq. Pero, no podía hacer más
que pensar.
Ella vio objetos los cuales se veían como gotas de luz
vertiéndose del área alrededor del codo. Se veía familiar, pero, antes que
tuviera tiempo de recordar donde lo había visto, un Bestia mordió el brazo
derecho de la armadura, transformado los incontables cabellos del cuerpo en
agujas, luego perforaron. La defensa del Venom falló en soportar el ataque.
Penetrado por miles de espinas, la armadura se plantó, probablemente forjado
por el metal, debilitándose y partiéndose,
[Ah…]
El contenido de la armadura se desparramo. Revoloteando
en el cielo a una distancia lejana, Lantolq lo vio claramente: un gran número
de las mismas gotas de luz de antes y, adentro de ellos, algún objeto delicado
de agua azul.
[¿…Eh?]
Al siguiente instante después de pensar al verlos,
desaparecieron. En cuanto a la armadura, incluso después de perder un brazo, no
dejo de moverse. Luego de reajustar el agarre en el martillo de guerra con la
mano derecha, lo bajo y aplasto a la Bestia que solo arranco el brazo izquierdo
con un movimiento fluido que casi lo hacía parecer que ni siquiera hubiese
tenido el más mínimo efecto.
[Justo ahora…]
Ella solo lo vio por un segundo. En ese segundo, ella
pudo suponer lo que era. Pero ese segundo no fue suficiente para estarlo con
certeza.
[No…]
Sin duda, servía como la raíz de la fuerza de la
armadura. Un gran secreto entre los grandes secretos. Si lo que Lantolq pesaba
fuera cierto, explicaría fácilmente por qué la armadura podía incinerar y
manipular tal inmensa cantidad de Venom.
— No…
¿realmente… podía serlo? Pero no, es una completa violación a la Constitución.
Incluso si podían obtener la autoridad en el futuro cercano, no tenían el
permiso ahora.
La realidad y la imaginación, las cosas que ella
quería creer y las que no, todas se mezclaban en un lío dentro de su mente, y,
por el momento, la mente de Lantolq se puso en blanco.
Mientras tanto, Willem estaba situado en un lugar más
cercano a la armadura de metal que Lantolq, y ese lugar también le proveía una
clara vista de la ruptura del brazo derecho.
Como resultado, él podía ver todo lo que ocurrió en ese segundo cuando
esa cosa en la armadura se fracturo en luz y desapareció. Era suficiente para
saberlo.
Dentro del brazo derecho de la armadura de metal,
había una chiquilla, atada a los ribetes de la armadura por incontables
cuerdas. Ella tenía un cabello azul brillante del color del agua. Sin embargo,
su apariencia sin cuernos y colmillos se parecían a la de un sin marcas. Debido
a una máscara negra, Willem no pudo ver su cara. Todo su cuerpo ligeramente
emitía una luz. Todo su cuerpo también había sido perforado por la Aurora. Su
incineración de Venom la llevo a un Berserk. Juntándolo, esas dos hacían una fatal
combinación. Al instante supo que la chica nunca pudo ser salvada.
Y entonces, la luz brillo notablemente más fuerte. Y
estalló. Y desapareció. La figura de la chica ya no se veía en ningún lado. Se
había desvanecido del mundo por la eternidad. Entonces, de la nada, Willem le
volvió a dar un intenso dolor de cabeza.
— Si… y es una
pregunta hipotética, ¿de acuerdo?
— Si fuera a
morir en 5 días, ¿serías más bueno conmigo?
Una voz. Willem escuchó una voz que debería estar
cerrada en una caja y sumergida en lo más profundo de su mente.
— Si fueras a
morir, al menos no quisieras desaparecer, ¿cierto? Querrías que alguien te
recordara. Para tener una conexión con alguien.
[Ah…]
La niebla blanca de sus recuerdos. Él no podía
recordar la cara de la chica que dijo esas palabras. El fuerte sentimiento que
era algo que no debía recordar de sus recuerdos bloqueados se estaba
reproduciendo.
— Entonces, ¿qué
tal pastel de mantequilla?
Cabello azul. Ella tenía el cabello azul color de un
claro cielo sin nubes. Sus ojos llenos del profundo azul del océano. Ella no
era honesta del todo, pero al mismo tiempo era muy honesta, siempre ponía a los
otros antes que ella siendo increíblemente egoísta. Ella tenía ese tipo de
contradicción, una personalidad difícil de entender, pero parecía estar
confundida, lo que significaba que había alguien que hasta hace poco la volvió
de esa manera.
— ¡E-Espera!
¡Ow! ¡Duele! ¡No puedo respirar! ¡Esto es vergonzoso! Estoy cubierta de
suciedad y arañazos y no he tomado un baño y todos nos están viendo – ¿¡estás
escuchando!?
No. El azul agua que Willem vio por un segundo ahora
no era igual al cielo azul de su memoria. Esa vida que el vio desaparecer ante
sus ojos no era ella. Es obvio. Ella ya se había ido.
— Realmente… lo
hice…
Willem quería hacerla feliz. Él quería aferrarse a ese
deseo. Él quería olvidarse de ese pasado y solo pensar en el presente y futuro.
Pero, como ahora, en el momento después que hizo esos deseos, él perdió tanto
el presente como el futuro.
— Gracias.
Ese azul agua no era ella. No había duda de ello. Esa
chica era un hada totalmente diferente, pero el disparador fue lo
suficientemente fuerte. Él ya había empezado a recordar. Kutori Nota Seniolis,
la chica que deseaba ser recordada por alguien incluso después que se haya ido.
[Maldita sea…]
Una maldición salió de sus labios, pero ¿a quién le
iba? ¿A él mismo que la olvidó? ¿A él mismo que no pudo mantener su cuerpo sin
tener que olvidarla? ¿A él mismo que ahora paso al punto de no regreso debido a
que los fragmentos de su mente fueron sellados? ¿O todas a la misma vez?
[¡Willem!] Elq llego corriendo.
[¡No vayas!]
[Está bien. Ya no hay ninguna de esas Bestias cerca de
nosotros.]
[¡No, no es eso! ¡Hay una justo allí!]
El cuero de sus zapatos rechinó contra el suelo, Elq
dejo de correr y se levantó. [Willem, no me digas…]
[Estoy al límite. Puede que sea capaz de regresar
ahora.] Él respondió en una voz de gemido.
Él no solo estaba diciendo que es para hacerse el
fuerte. El sello que Nils Didek, ese maestro bueno para nada que seguía vivo
por alguna razón la cual Willem no podía comprender, aplicó a sus recuerdos era
fuerte y flexible. Willem Kumesh estaba al borde de ser un Bestia. Su espíritu
o alma o lo que sea que se mezclara con la substancia que cayó del Shiantor,
resulto en una transformación de su cuerpo físico. Su apariencia externa
difícilmente cambiaría, pero, en el interior, él ya había dado un paso por fuera
del recuadro de una vida normal.
Nils esencialmente selló por separado el té de leche
dentro de una copa con dos distintas y estables secciones de leche y té.
Estando estable, un poco de movimiento moderado no sería suficiente para
desestabilizar el balance. Mientras Willem no pusiera una cuchara dentro de la
copa y lo mezclara todo, los recuerdos que habían resurgido ahora eventualmente
se desaparecerían en el olvido. Entonces, una vez pasará, todo regresaría a la
normalidad. Él debería ser capaz de regresar a esos días de holgazanería en la
posada.
Pero no era demasiado tarde. Él aún podía regresar.
Solo necesitaba desearlo.
[Willem.]
[No vayas.]
Él se paró y palmeó todo su cuerpo, revisando su
condición. No parecía que hubiera mayor problema. Él no podía ver mucho debido
a que un ojo está cerrado, y su cabeza estaba siendo superada por un dolor
punzante como si alguien estuviera tocando una campana gigante allí por
siempre, pero sus 4 extremidades se movieron. Él aún tenía huesos y músculos de
un Emnetwyte. Tomando un gran respiro y al exhalarlo confirmaba que sus
pulmones y diafragma estaban en orden también. Él aún podía usar todas sus
técnicas como es usual.
[Espera.] Elq respondió.
[Regresa con Carmine Lake, Elq Harksten.] Willem se lo
ordenó mientras le daba la espalda. [Te agradezco que estuvieras conmigo hasta
ahora. Ya es tiempo que vayas a donde perteneces.]
[Pero…]
[Por favor, haz lo que digo.] Él giro su cabeza para
verla y dejo salir una risilla. [No puedo llevar a cualquiera conmigo desde
aquí.]
[¡Willem!]
Sin respuesta a esa última suplica, él fue hacia
adelante una vez más.
¿Quién soy?
Willem pensaba de él mismo. Un Emnetwyte. Antiguo Quasi Brave. Un sin una
Kaliyon especializada. Segundo Técnico de Armas Encantadas de la Guardia Alada.
Solo una decoración. El encargado del almacén de las hadas.
El mundo termino hace tanto, tanto tiempo. En ese
breve intervalo, él necesitaba hacer todo lo que pudiera. Él no tenía tiempo
para pensar en el pasado. Las Bestias parecían tener un método de compartir
información con las otras, para que todas vinieran de su lugar de origen y se
esparcieran por la ciudad para reunirse con sus enemigos recién descubiertos,
las armaduras de metal.
Al pasar del tiempo, las Auras establemente
desaparecieron.
[Esa cosa claro que es fuerte.] Willem exclamó.
Él podía formar una suposición general de lo que era
exactamente la armadura de metal. Una nueva arma Anti-Bestia desarrollada por
alguna organización militar, para utilizar una cantidad abrumadora de Venom
tanto en ofensiva como en defensiva, podía soportar el ataque de las Bestias y
hacer efectivos sus propis ataques, sin apoyarse en la amplificación de una
Kaliyon. Ya veo. Si puedes tener esta estabilidad, es más fácil de usar que
unas inestables chicas blandiendo espadas. Realmente es una magnifica
invención. Si él no le hubiera dado un vistazo a lo que estaba dentro, Willem
pudo haber querido una para él.
[Desarrollarlo debió ser un fastidio. Si la noticia
que ellos estaban haciendo algo anormal antes que pudieran explicarlo, todos
los involucrados serían enviados directo a la cárcel.]
Ellos debieron planearon y preparado meticulosamente, consagrados
a la vasta cantidad de tiempo y recursos. Willem vagamente recordaba haber sido
golpeado por sentimientos similares de admiración antes. Esa vez, él aplasto
esa cristalización del trabajo duro y esfuerzo sin duda, y estaba vez no sería
diferente.
[Perdón, pero no puedo dejar que armas como tú sean
usadas.]
Él se quitó el parche que cubría su ojo derecho y lo
abrió, exponiendo su pupila dorada. Un ceniciento color gris lleno todo su
campo de visión.
Parece que la bestia en mi interior me fastidia,
Willem pensó. Destruir, borrar, enviarlos de regreso a casa en pedazos – una
intensa urgencia de destruir fluía de su interior, junto a un interminable vendaval
de palabras. Pero, ya que había preparado desde antes su mente, él podía
resistir. Por 5 minutos, él pudo mover ese cuerpo mientras mantenía su propia
voluntad como Willem Kumesh.
Violento Ruiseñor Demoledor. Con toda la fuerza para
descender, Willem cerró la distancia entre él y la armadura de mental de un
pestañazo. Por una vez estoy de acuerdo con esa voz. Reduzcamos a este chico a
tierra. La armadura, parecía haber reconocido a Willem como un enemigo,
llevando el martillo de guerra hacia abajo con una terrífica velocidad y con
una fuerza impensable. Luego de una pausa, una violenta ráfaga de viento siguió
el camino del martillo.
Mierda, eso dio
miedo.
Mientras observaba su fuerte golpe revolotear, Willem
dio un último paso adelante. Ese pequeño espacio cerca de la mitad de un paso
proveyó la distancia perfecta. Arrojando su propio cuerpo al aire, una vez él
giro horizontalmente para construir un impuso luego dio unos puñetazos con su
puño a las uniones de la armadura.
Un ruido como el hierro golpeando contra el aceite
resonó por el aire. El Venom de la armadura, la presión se elevó explosivamente
por un instante, trato de forzar su puño por fuera. Ignorando el intenso dolor
de su piel derritiéndose y la carne quemándose, Willem continuó presionando su
puño hacia adelante. Cuando su brazo se atoro en la armadura hasta el codo, él
tomó la cosa en el interior, entonces, un sinnúmero de hilos se rompieron,
jalándolos para fuera.
Una chica con un cabello amarillo de diente de león
salió. Como Willem esperaba, ella ya estaba en un estado de Berserk como el
resultado de incinerar una excesiva cantidad de Venom. Todo su cuerpo emitía
una débil luz. Ella podía explotar en cualquier momento.
[¿Quieres ponerle fin al dolor?] Willem lo pregunto,
aunque él no pensó que ella podía escucharlo de todas formas.
La chica débilmente sonrió, o al menos Willem sintió
que lo hizo. Él puso su dedo en el pecho de la chica, entonces, en una brecha
entre los latidos, levemente presiono el interior. Su corazón, el ritmo
habiendo sido desestabilizado con un mal tempo, se detuvo en un instante. Con
el flujo de la sangre cesado, el Venom ya no podía seguir en el modo Berserk.
La chica Leprechaun, de nombre desconocido para él, falleció silenciosamente.
Sin ser capaz de adquirir el suficiente Venom para
operar, la armadura de metal dejo de moverse. Willem sacó a una chica más del
interior de la máquina y le puso fin a su vida de esa forma. Con un pequeño
golpe, los dos cuerpos estallaron en granos de luz y desaparecieron. Parado
entre los granillos mientras se iban en el viento, Willem cerro su boca por un
momento, como si lamentara su perdida.
Inhala. Exhala. Él no las conocía. No eran del
almacén. Es decir, aparecieron de alguna parte de Regul Aire y fueron
capturadas y usadas para estas armas antes que pudieran ser llevadas al
almacén. De ser mejor su suerte, se habrían reunido en el almacén de hadas con
las otras niñas y vivir sin cuidado… incluso si ellas se encontraban en el
mismo final como armas, su vida hasta ahora solo había sido relativamente
divertida. Pero las cosas no son de esa manera.
Willem mordió un poco sus labios. No era nada inusual.
Desde el día que fue un Brave, esos pensamientos y sentimientos pasaron por su
cabeza una y otra vez. Siempre que él encontraba a alguien que quería salvar,
la situación ya había progresado más allá de su control.
[…Hazlo.] Viendo los restos de la armadura de metal
con su ojo derecho, Willem le dio el permiso a la Bestia en su interior.
Con un silencioso sollozo de júbilo, la parte de él
que heredo al Shiantor fue liberada. Es una existencia que revertía el ambiente
a su alrededor a su forma primaria. Es decir, casi nada se creaba luego que los
Visitors llegaran a revertir a una Bestia, mugre, o arena. Una vez, hace
tiempo, los Visitors, o más acordes el Poteau que les servía, usaron la vasta
tierra con nada más que arena cenicienta como un ingrediente base para crear un
mundo fértil. Pero nada se creó de esa tierra fértil que pudiese volver a su
forma original.
Whoosh.
Con un sonido poco dramático, la rota armadura se
volvió una mera montaña de tierra cenicienta.
El silencio descendió en el área. Era natural, tomando
en cuenta que nadie con su sano juicio quisiera quedarse mucho en un lugar con
una violenta Bestia. Los ciudadanos fueron sabios y evacuaron. Viendo todo,
Willem pudo ver una figura.
[Lantolq.]
Una vez él dijo su nombre, la chica, como si hubiese
asegurado su decisión, dio unos pasos más cerca. Aunque, no mostro signos de
cerrar la lejana distancia.
En general, las hadas, quizás debido a su verdadera
naturaleza de niñas, tendían a ser confiadas. Una vez se volvían cercanas a
alguien, ellas nunca dudarían de ese alguien sin importar qué. Lantolq, sin
embargo, era inusual en que pudiera tomar decisiones racionales… o al menos es
lo que le decían los débiles recuerdos a Willem. Y ahora, incluso después de
ver la cara de Willem, Lantolq no bajo su guardia y notó algo irregular… Willem
decidió no pensar en la posibilidad que ella solo lo odió desde el inicio.
[Ya que estás aquí, eso significa que el Plantaginesta
llego a salvo a casa, huh. De verdad me preocupe, ¿sabes? ¿Qué haces en la
ciudad?]
[¿De qué estás hablando? Soy quien debe preguntarlo.
Tiempo sin vernos, Técnico.]
[Mhm. ¿Estás sola hoy?]
[Me lo pregunto. Quizás los otros se estén escondiendo
cerca.]
No solo Lantolq no escondía su recelo, ella incluso
solía restringirlo. Willem una vez más fue impresionado por su habilidad de
mantener la calma y rápido pensar. Su usual yo podía detectar la presencia de
un hada sin problema. La posibilidad de otros esperando en un arbusto cercano
no tendría algún efecto como una amenaza. Pero, en su estado actual, el hablar
mientras resistía un constante dolor de cabeza, hacía las cosas eran
diferentes.
[¿La conversación de desaparecer al almacén de hadas
está relacionado con este chico?] Willem lo pregunto mientras levemente pateaba
la montaña de arena.
[¿De dónde escuchaste eso?]
Él lo escucho de Nephren cuando ella llego de visita a
la posada. Esa vez, debido a su falta de recuerdos, él no pensó mucho en ello,
pero ahora comprendía lo que significaban esas palabras.
[Muchas cosas pasaron. ¿Y bien?]
[Estás en lo correcto. La Fuerza de Defensa Nacional
Elpis, maquinó el robarle la autoridad de pelea con las Bestias a la Guardia
Alada, desplegando estas armas y exhibiéndolos como algo que son más fuerte que
nosotras.]
La respuesta de Lantolq básicamente coincidía con las
predicciones de Willem, pero al mismo tiempo también las superaba. Las
intenciones de Elpis eran fáciles de entender, pero, dado a que produjeron
tales armas poderosas, era difícil hacer algo para detenerlas. Espera, no. Hay
una forma en la que Willem podía pensar, aunque él exactamente no podía
llamarla una forma sabia de hacer las cosas.
Agh. Su dolor de cabeza continúo intensificándose.
Como dejaron a hablar, su tiempo restante solo bajo. No había tiempo que perder
en preguntar y responder.
[También tengo una pregunta. Hasta ahora, qué—]
[Lo siento, pero tendré que rehusarme a más preguntas.
Te diré lo que probablemente quieres saber ahora mismo.]
[Eh… ¿¡ah!?] Lantolq dio un gran paso atrás. Al mismo
tiempo, una lámpara, un banco, y una señal, la cual estuvo allí hasta hace un
segundo, cerca de donde Lantolq estaba parada se transformó en cenicienta arena
y se desmoronaron. [Ese poder… ¿¡En verdad te convertiste en una Bestia!?]
Willem río. [Una subespecie del Shiantor.
Probablemente.]
[Estás bromeando.]
[La Bestia dentro de mí está en una enorme nostalgia.
Quiere regresar al mundo al que una vez vivió. Y ese deseo lo lleva a desear la
aniquilación de este mundo.]
[Pero…]
[Vivir en un mundo donde tu ciudad natal desapareció
es difícil, ¿sabes?]
Lantolq trago su saliva.
[Bueno, es todo para las preguntas. ¿Deberíamos
empezar? Señorita guardiana de Regul Aire—]
Willem cortó sus palabras y levemente inclinó su
cuerpo. Entonces, usando lo que quedaba de su cuerpo humano para llegar a ese
punto, empezó a ‘caer’ lateralmente a toda velocidad. Violento Ruiseñor
Demoledor, uno de los pináculos de la sabiduría la cual los Emnetwyte una vez
crearon y a la que confiaron su futuro.
Observando la respiración de Lantolq, él apunto por un
momento en el cual ella no sería capaz de reaccionar y cerrar la distancia.
Ella no pudo reaccionar a tiempo, ella ya no dio más… o así le convenía a
Willem. Como siempre, él se detuvo a un poco más de medio paso, luego retorció
su cuerpo. Así como asesino a los dos de antes, él apunto al punto crítico en
el centro del pecho y, Lantolq fue al punto ciego, moviendo dos dedos para
terminar de un golpe—
Él se detuvo a medio camino. En la distancia entre
Willem y Lantolq, una sola espada fue lanzada. Una pequeña explosión de calor
paso por los dedos de Willem en un segundo. Las explosiones agitaron a Lantolq.
La Kaliyon, Valgalis.
[¿No creen que hacerlo solo con ustedes dos es un poco
lujurioso?] Justo al lado de Willem, llego sin que se diera cuenta, Aiseia
estaba parada con su usual sonrisa. [¿Puedo unirme?]
[Está bien, pero no puedo ser bueno contigo, ¿sabes?]
[Haha, esa respuesta es más que suficiente.]
Con un golpecito de su muñeca, Aiseia envió la hoja de
Valgalis a un innatural camino hacia la nuca de Willem. Luego de agacharse para
esquivarlo, la hoja, la cual había pasado por arriba, bajo directamente.
[¿¡Whoa!?]
Rodando hacia atrás, Willem apenas esquivo el segundo
ataque.
[Oh vaya, esquivaste eso, huh.] Aiseia lo dijo,
pretendiendo ser sorprendida. [No he perdido ni una sola vez en una verdadera
batalla.]
[Puedo ver por qué.] La boca de Willem se rigió. Sudor
bajaba de sus mejillas. Aún puedo sudar luego de volverme una Bestia, él pensó.
[Iniciaste con un ataque sorpresa inerte, huh… en serio no tienes
misericordia.]
[Bueno, a decir verdad, soy muy seria acerca de ti,
Técnico.] Incluso por responder con una broma, Aiseia no toma descanso y fue a
él otra vez. Él no pudo sentir mucha presión del Vemon en su hoja, pero no
significa que no doliera.
[E-Espera, ¿¡qué hacen ustedes dos!?] Luego de unos
segundos de retraso, Lantolq gritó.
[¿No es más que obvio? Estoy aceptando el amor del
técnico.]
[¡Eso no es algo para alguien que esté en la ofensiva
diga!] Willem grito.
[¡No quiero escuchar bromas!]
[¿Bromas?] Luego que Valgalis fuese bloqueado por el
puño de Willem, Aiseia se agacho, entonces, antes que Willem lo supiera, una
piedra del pavimento fue golpeado y él se hizo atrás, abriendo una distancia
entre ellos. [No estamos bromeando, ¿sabes? Lan, ¿sigues sin entender por qué
él hace esto?]
[¿…Eh?]
[No necesitas decirle mucho.] Willem se quejó.
Aiseia, sin embargo, continuaba de cuquillas con una
rodilla en el suelo. [Él nos está dando un papel.]
[Dije que no hay necesidad de decirle.]
[La última y más fuerte fortaleza, protegiendo a Regul
Aire de la amenaza de las Bestias. Ese título nos llevará al campo de batalla,
aunque al mismo tiempo nos protegerá. La enorme armadura de hace rato es una
buena prueba. Ahora veo claro cómo los chicos de Elpis querían usarnos.]
Esa era una magnifica pieza de tecnología. Arreglada
para controlar toda la enorme cantidad de Venom resultante de la apertura de la
puerta del país de las hadas y llevada al Berserk. En lugar de terminar en un
momento de explosión, el Venom servía como un combustible sostenible para la
operación de la máquina. Las hadas vivían encontrando el mismo final igual,
pero de esa manera era mucho más fácil de usarlas como armas.
[El técnico va a darnos ese título una vez más.]
Aiseia bajo la mirada. [Esa armadura no tiene oportunidad contra él — esta
Bestia. Si podemos derrotar a esta
Bestia, eso probara que nuestro valor en el campo de batalla no puede ser
ignorado. Al menos, el plan de Elpis será totalmente arruinado.]
Lantolq se quedó con la boca abierta antes de cubrirla
con su mano.
Aiseia lentamente se paró mientras abría sus ojos.
[…Él quiere proteger el almacén de hadas. Y dará su vida para ello, ese
idiota.]
[No necesitas…] Willem no necesita que su plan fuera
comprendido. Si él solo jura su papel como una Bestia maléfica que necesita ser
derrotada, el resto se iría fácil. […Y ustedes. ¿Les agradan las pequeñitas del
almacén?]
[¿Huh?] Lantolq, con la guardia baja, abrió sus ojos.
[¿Hm?] Aiseia inclinó su cabeza.
[La razón para que pelees con tu vida al límite, ¿las
estás protegiendo?]
[Q…] La cara de Lantolq brillaba de rojo. [¡¿A quién
le importa eso?!]
Willem estalló en risa. [Ha… ¡Haha!] Un fuerte sentido
de nostalgia llego a él. Eso es, él lo recordó. Una vez le hice la misma
pregunta a Kutori. Esa vez, él escucho la misma respuesta que Lantolq le dio.
[Ahh, chicas. Realmente… en serio…] Las amo chicas. Él recordó.
Él recordó lo que había intentado de hacer en este
mundo. No había más batallas para él en este mundo, pero de haber esa pelea con
los mismos pensamientos y sentimientos como él y sus compañeros lo hicieron una
vez, entonces él quería al menos ayudarlas. En un lugar de él, quien no podía
salvar a nadie, él quería ayudarlas a llevar su deseo de proteger lo preciado
para ellas.
[Andando.]
En su estado actual, Willem no podía incinerar Venom. El
más cercano a morir, tiene el Venom más fuerte, una fuerza opuesta a la vida,
puede incinerarlo. A cambio, uno sería llevado a la muerte a un paso más
acelerado. Por el otro lado, esos más lejanos a la muerte no les iba bien junto
a su Venom. Por ejemplo, Lakish y Naigrat, naciendo tan fuertes y duras como
raza, no podían incinerar Venom en primer lugar.
El cuerpo de Willem ya había dejado de ser el de un Emnetwyte.
Era cuestionable si la muerte lo esperaba en el camino. Debido a eso, él ya no
podía incinerar Venom. Sobre eso, él estaba desarmado, eso solo significaba que
las únicas armas válidas para él eran las técnicas marciales que adquirió con
los años y su habilidad como una Bestia para volver a su oponente cenizas. Aunque,
más tarde, probablemente no sea muy efectivo contra las hadas, quienes no
tenían un cuerpo estrictamente físico. Sus habilidades de humano eran la única
cosa en la que podía apoyarse.
Esta batalla
será dura, pero haré lo mejor. Esta vez por seguro le pondré un fin a mi pelea. Tomando un profundo respiro, el cuerpo de Willem se
deslizo. Ardiente Sol Andando. Detectando el peligro, la espada de Aiseia
suprimió el aire alrededor con trazos de luz. Willem paso por todo eso y cerro
por completo la distancia entre ellas. Él vio a Lantolq empezar a moverse
luego, pero ella no lo hizo a tiempo. Su codo derecho apunto al mentón de
Aiseia, mientras su puño izquierdo a su costado. Aiseia soltó la Valgalis. Por
soltar de pronto el pesado objeto que ella había estado moviendo, su postura se
colapsó, causando que el codo y puño de Willem perdieran sus objetivos. La mano
de Aiseia llego y tomo el cabello de Willem, entonces llevo toda su cabeza hacia
su pecho. Él no podía alejar su mano, mientras su Venom se fortalecía
grandemente en sus brazos.
[¡Lan!] Aiseia grito. [¡Rápido!]
[U—]
Incluso con sus dudas, Lantolq empezó a moverse para
hacer lo que ella necesitaba hacer. La punta de Historia perforo directo al
estómago de Willem. El Venom infundido por la hoja se hundió en lo más profundo
de su abdomen, rasgando la carne en el proceso. Sangre roja salía. La cara de
Lantolq se deformo, como si fuera a llorar, y la fuerza desapareció de sus
brazos.
[Ah… Ah…]
[¿Es todo?] Willem presionó su pecho contra el pecho
de Aiseia y libró un golpe más allá de su defensa de Venom. Sus pulmones se
aplastaron, Aiseia silenciosamente grito de la agonía y perdió el agarre en la
cabeza de Willem.
[Hay dos cosas que Aiseia olvidó mencionar. Si ustedes
no son tan fuertes, entonces morirán aquí y este será el final. Es común
decirlo, pero es mejor morir ahora que sufrir después.] Willem presiono más a
Aiseia y tomo la hoja de Historia pegada en su estómago. [Una cosa más, ya soy
una Bestia. Mi propio sentido me permite hablar de esto tan pronto desaparezca.
Si no pueden derrotarme, tendrán que hundir la 11ava Isla.]
La cara de Lantolq se retorció más del dolor. Ella
sacó a Historia, revelando una hoja empapada de rojo. Entonces, ella la movió.
Sus movimientos eran lentos. Lleno de aberturas. Willem podía apuntar y golpear
siempre que quisiera.
¿Me quiere atacar? Willem envió un golpe con su puño
izquierdo y una patada con su pierna derecha. Ninguna intentaba ser un
verdadero ataque, sino provocaciones que tenían que sacar las verdaderas
intenciones de Lantolq. Ella torció su cuerpo, evadiendo la trayectoria de sus
ataques, luego puso todo su impulso en el movimiento de Historia.
Un fiero viento filoso dirigido de la hoja de un
ejecutor rugió pasando la cabeza de Willem.
[Ya veo.] Willem, quien se arrastró detrás de Lantolq,
murmuro a sus oídos. [Me alegra que tus dudas desaparecieran. Pero, si es lo
mejor que puedes hacer, no hay forma en que yo—]
[¡¡Ahhhhh!!]
Cerca, él escuchó el poderoso grito de guerra de una
tercera hada.
— ¿Qué?
Tiat. Ah, eso
es. Lo olvide. Aunque nadie más que yo la trajo por primera vez a esta ciudad.
Esta chica también es un hada. Una Kaliyon blandida por un guardián de Regul
Aire. Un buen sucesor para nosotros los Braves.
— ¡Ignareo!
La Kaliyon la cual Tiat tenía, Ignareo, ni en sueños
era una espada de alta clase. A lo mejor, era una espada estándar solo mejor
que los modelas producidos en masa. Es un Talent personalizado que no hacía
nada más que no sobresaltar la espada.
— ¿Ella ya
consiguió blandirla? ¿¡Cómo le hizo para crecer rápido!?
Claro, este era el resultado del que Willem le diera
toda su atención a Aiseia y Lantolq. Su incesante dolor de cabeza tampoco
ayudaba. Pero aún así, ser capaz de acercase sin que Willem lo notara le hacía
merecedora de algo de admiración.
En primer lugar, el Talent de una espada no era algo
que pudiese ser comprendido en seguida. Si uno no se enfrentaba cara a cara con
una espada, era imposible incluso tener el sentimiento de qué hacer o qué
pasaría. Ella se hizo un buen soldado. Willem recordó las palabras que un
doctor Kikuroppe menciono una vez. Ah,
tenías razón. Al punto. Eres un gran doctor.
Sin embargo, Tiat dio un paso a la izquierda. Willem
alejó a Lantolq y se dio la vuelta para enfrentar a la recién llegada. Tenía el
espíritu e impulso, y sin dudas o vacilaciones que entorpecieran sus
movimientos. Pero ella tenía una severa falta de estatura, fuerza física,
técnica, y experiencia. Aunque un completo ataque sorpresa podía conseguirlo,
dado que Willem Kumesh tenía el tiempo para responder a su ataque significaba
que no había esperanza—
[¿…Ah?]
Una gigante hoja parecía estar pegada al pecho de
Willem. Esa forma es familiar para él. Una de las más grandes espadas santas
ancestrales, Seniolis.
— ¿Kutori? No,
eso no puede ser.
Pensamientos de confusión pasaron por su cabeza,
Willem trato de voltear. Aunque, su cuerpo, se entieso. Con un doloroso
esfuerzo, él se las arregló para al menos voltear su cabeza.
[Ah… uh… ah…]
Allí, él encontró una cara llena de lágrimas. Era una
cara que conocía bien, y también una cara que él no esperaba.
[¿La… kish?]
[Uah, ah… W-Will… em…]
¿Por qué está
aquí? Aun es una niña… espera, no. Muy mal. Los niños crecen. Si los pierdes de
vista por un momento, ellos cambian. Mientras Willem
se alejaba, nuevas fuerzas habían crecido unas tras otra en el almacén de
hadas.
[…Haha.]
Me alegro, Willem pensó. La mitad de las almas rotas
de niños que apoyan a esta mitad del mundo roto hasta ahora. Como pensó, son
realmente fuertes. Más fuertes que él, quien había estado perdido en el camino
todo este tiempo.
No había de que preocuparse por el futuro. Incluso si
él no estuviera con ellas, incluso si él no pudiera hacer más por ellas, ellas
estarían bien. Él finalmente podía poner fin al período de esta historia de un
Brave fallido, la cual continuaba hasta ahora por repetidas palabras sin
significado y repetidos pasajes.
[Nada mal. Apenas lo lograste.] Willem se río. Sangre
salía de su boca. [Ahh, pero Lakish. Para usar a Seniolis, todavía te hace
falta llenar algunos puntos. Si vas contra un inmortal, entonces usa
apropiadamente a ese chico como un asesino de inmortales. Eres increíble, digo,
te las arreglaste para sellar al Visitor Elq Harksten por 500 años.]
[¿Eh…?]
[Ve con cuidado. Esto es lo que hace.]
Willem puso su palma en la hoja. Las Kaliyons
incrementan su Venom en respuesta a la fuerza de su oponente. Willem ya no
podía incinerar Venom, pero un exceso de poder fluía dentro de Seniolis. Todo
era suficiente para activar el milagro de Seniolis. Leves sonidos llenaron el
aire y se armonizaron, haciendo sonidos como si él estuviese tocando una torpe
canción de cuna en un arpa.
Como una de las más grandes espadas sagradas
ancestrales, se decía que Seniolis es de calidad superior entre el vasto número
de Kaliyons. Como resultado, solo un número limitado de personas podían
blandirla. Las condiciones, cuando se describen propiamente serían algo así. Alguien
que no tenga un lugar al que llamar hogar, alguien que se rindiera en regresar
al lugar que anhelaba regresar, alguien que arrojara por completo su futuro.
Solo alguien así podía ser calificado para blandir a Seniolis.
No solo aquel cuya vida estuviera llena de tragedia.
No solo aquel que vencía la tragedia. No solo esos sin esperanzas. No solo
aquel que arrojaba la esperanza. Solo aquel que tuviera un fuerte deseo por el futuro,
pero aceptaba que tal futuro nunca sería obtenido podría tomarse de esta espada
y llegar a un futuro diferente.
Esas fisuras en la larga espada se abrieron. Débil luz
fluía de las brechas. El Talent personalizado de Seniolis, la más poderosa
Kaliyon en el mundo humano, se revelo. Ese poder, el poder de llevar a la
muerte a nada y todo, aceptándolo sin excepciones, incluso los seres
inmortales. La débil luz gradualmente se debilito, luego se esfumo.
[¿Técnico…?] Lantolq miro arriba y murmuro suavemente.
[¿Willem…?] Sin nadie que llevara la Ignareo ella la
llevo de arriba de su cabeza hacia abajo, Tiat con la mirada vacía llamó a su
nombre.
[Uuu… uaaahh…] Lakish simplemente lloró y lloró.
Idiotas. Willem ya no podía usar su voz, por lo que río
amargamente en su mente. Ganaron. Derrotaron
a una Bestia peligrosa y salvaron a la isla. Son héroes. Probaron su valor.
Aseguraron su futuro con sus propias manos.
Y sean felices.
Regocíjense. Si ustedes solo van a llorar, ¿por qué estoy aquí en el suelo
cerca de morir? Todo es la culpa de Aiseia. Ella echo a perder todo, y mi plan
de ser el villano se arruino todo.
Ahh, maldita
sea, ¿no es así? Siempre tratas de dar lo mejor de ti desesperadamente, eso es
de ti.
Él sintió que alguien se río de él. Era una voz que él
no había sido capaz de escuchar. Él sabía que es una alucinación. Pero, él
estaba alegre de escuchar su voz una última vez.
Él tenía muchas palabras que quería decirle. Muchos
sentimientos que quería transmitirle. Pero él no tenía el tiempo y la
compostura para hacerlo.
Muchas gracias.
Todo lo que pudo hacer era pronunciar esas dos
palabras en su mente.
De pronto, su campo de visión se tornó negro, como si
una cortina se hubiese bajado. Una sensación de flote lo envolvió. Él sintió
como si él hubiera empezado a caer eternamente en un interminable abismo. En lo
más profundo él iba a una vasta oscuridad.
Mientras tanto, en la 2da Isla Flotante, Nephren
abruptamente se dio la vuelta. Antes de situarse en un bizarro jardín en el
cual las 4 estaciones se mezclaban y revolvieran juntas. Y más allá de eso
yacía el único cielo azul, moviéndose por siempre y para siempre de esa manera.
[¿Qué ocurre?] El Gran Sabio pregunto.
Nephren no respondió. A cambio, ella murmuro. […Ese
idiota.]
Una sola y pequeña lágrima bajo de su mejilla antes de
caer al suelo.
wha mi kokoro!!!!!!!!!!!!!!!whao no pense que después de black bullet otra novela me sacaría lagrimas, hay rayos que esplendida historia, muchas gracias por la traducción. Dios los bendiga!.
ResponderEliminarMaldita sea Willem...
ResponderEliminarWillem se hizo malo? ¿¡¿¡¿¡¿Q esta pasando doctor García!?!?!?
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