Prólogo: Cielos (Celica)
[Retorna al círculo de la providencia…]
La chica velozmente pronuncio el encanto
mientras una cantidad abismal de poder mágico circulaba en ella.
[¡Ahora, desaparece de mi vista!]
Magia Negra Modificada [Extinction•Ray]
La chica levanto su mano izquierda mientras un
brillante rayo de luz salía disparado de su palma, brotando del corredor como
un imparable torrente. Ese era un hechizo que podía descomponer la materia a
básicos elementos. Todos los enemigos que se paraban ante ella – incontables
marionetas de antiguos hechiceros iban a ella en una formación cercana – estaba
eliminándolos con un hechizo en un abrir y cerrar de ojos.
Aunque, la chica no se veía relajada ni
celebrando su victoria.
[Haa… Haa… Haa…]
La chica, Celica Arfonia, se recostó en la
pared del corredor con un fuerte dolor agudo.
Estaba en el 44avo piso del Laberinto
Subterráneo de la Academia Imperial Mágica Alzano.
En la interminable oscuridad, la débil luz de
la lámpara dócilmente iluminaba la silueta de Celica la que podía ser descrita
únicamente como muy lamentable.
Su cuerpo estaba cubierto de heridas pequeñas y
grandes, su sangre mojo sus ropajes, y su respiración era débil y esporádica.
Adonde quiera que vieras estaba la confiada y hermosa mujer.
[Haa… Ugh… ¡Y aquí pensé q-que… e-esta vez…
sería c-capaz de…!]
El permiso de explorar el Laberinto Subterráneo
de la Academia Imperial Mágica Alzano – tal era la indiscutible razón para que
el más grande mago del continente, Celica, servía como un maestro allí.
Por los años, ella había sido devota a la
mayoría de sus esfuerzos para conquistar el Laberinto Subterráneo. Aunque, a
pesar de su perfecta preparación, y utilizar cada truco que pudo reunir, su
intento de esta vez termino fracasando. Celica solo podía tragarse esa dolorosa
verdad.
Otro esfuerzo inútil.
La herramienta mágica en forma de un reloj de
bolsillo, y la delgada espada en su cintura – ítems que compro Celica para
completar su habilidad como un mago… Ítems que hablaban que ella había ido a
conquistar el Laberinto.
A pesar de todo lo que dio, el día en que el
Laberinto pudiese ser limpiado aún estaba en el lejano horizonte.
Celica ciertamente era un mago de fuerza
incomparable, pero el arrollador Laberinto era superior incluso a sus habilidades,
donde sintió que las incontables trampas en su camino la ridiculizaban.
[Maldita sea… El dolor…]
Celica con ira maldijo al Laberinto. Ella era
incapaz de curar sus propias heridas con mágica, solo se apoyaba de hierbas
medicinales con bandas que le proveían un alivio temporal. Su cuerpo ya había
pasado el límite de lo saludable.
Era un límite que ocurría de repetir hechizos
de curación dentro de un período corto de tiempo. Con el uso repetido, la
efectividad decaería, al punto que al usar el hechizo de curación dañaría el
cuerpo. Tan temido es este fenómeno que, ‘Muerte por Curación’ sacaba a tantos
soldados de un campo de guerra.
Como tal, el miedo a la muerte envolvió el
veterano corazón de Celica.
Ya es
imposible… es tiempo para retirarse… es tiempo de regresar…
Tales pensamientos lógicos circulaban la mente
de Celica.
Sin embargo…
[Hahaha… ¿no es perfecto? ¿Siempre había estado
buscando una buena muerte?]
Celica gentilmente levantó su cabeza, revelando
una sonrisa menospreciativa.
[Ugh… pelear con demonios del culto cultista…
duelos con magos… ¡Nada de eso fue un impedimento para mí…! ¡¿No es esta la
oportunidad perfecta?!]
¿Cuál fue la fuente de su deseo firme, para
sobrepasar su calmado juicio?
Incluso al borde de la muerte, Celica continúo
su insaciable marcha. Incluso cuando cada fibra de su le gritaba que escogiera
el camino hacia su insignificante muerte, ella fue hacia adelante.
[¡Adelante! ¡Hacia adelante está tu destino!]
En su mente, la voz seguía gritando mientras daba
un paso tras otro por el corredor… como si fuera una marioneta, lentamente
tambaleando iba hacia adelante.
[…Sí. ¡Yo... d-debo…c-continuar…! D-De otra
manera, yo… s-siempre…]
[Está bien. Pero prométeme que regresaras a
salvo… te lo pido.]
De pronto, una voz familiar paso por su débil
mente. Esa nueva voz supero a las otras, alcanzado a lo profundo de su alma.
[¡…!]
En ese punto, la marcha de Celica a su propia
muerte se detuvo mientras la luz regresaba a sus ojos.
Su mente lentamente se enfrío y la lógica
regreso a ella una vez más, mientras esa voz temporalmente desaparecía de sus
pensamientos.
Luego de un momento de pausa…
[M-Me jodes… ¿y-yo no estoy mezclando mis
prioridades…?]
Luego que Celica murmurara esas palabras de sus
labios, ella giro su cuerpo.
[Maldición…]
Mientras maldecía su falla, ella inestablemente
se arrastró… ahora paso a esta tormenta por otra falla.
Al final…
Celica nunca lo notó…
[…Celica.]
Una presencia observaba a Celica mientras
partía.
Al momento que Celica dio un paso dentro del
Laberinto, esta presencia siempre la siguió detrás, constantemente
observándola.
Celica, una vez más, falló en notarlo.
seuiran traduciendo la novela ?
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