Capítulo 1: La Bala que
Cambia el Mundo
Tomó
solo un momento. ¿Cuál era la mejor manera de describir esa sensación? Como una
película que de pronto empieza a rebobinarse, ¿quizás?
[Ah…]
El
mundo había cambiado ante sus ojos, dejándolo estupefacto.
[¿…Huh?]
Un
sentido de confusión abrumó a Rain. Él ya no estaba en el medio de un campo de
batalla.
[Date
prisa, Rain. Es tu turno.]
¿…Qué? Los
dedos de Rain estaban agarrando una baraja de cartas, y estaba sentado bien
cómodo. Tanto como podía decir, estaba jugando un juego con sus amigos.
[¿Qué
ocurre, Rain? Dije que es tu turno.]
[¿Mi…turno…?]
Rain murmuró mientras miraba alrededor. Pero toda la pacífica escena solo
sirvió para confundirlo más. No se estaba equivocando de lugar. Estaba en el
jardín trasero de la base, donde el Mayor Beluk había atacado primero. Era el
lugar que se había vuelto el infierno en la tierra en hace solo unos 30
minutos.
O
así debería haber sido.
[Ah…
Aaaah… ¡Aaaaaaah!]
Rain
no podía evitar lanzar sus cartas en sus manos mientras se asustaba.
[¡Whoa,
¿qué carajos, Rain?!]
[¡Vamos,
no te pongas de malas solo porque tienes una mano de mierda!]
Sus
amigos se quejaron, haciendo su conocido desdén. Pero sus reacciones podían no
haberle importado menos a Rain en ese momento.
¡¿Qué
es esto?! ¡¿Qué diablos es esto?! ¡¿Qué estoy haciendo aquí?!
[¡C-Chicos!
¡El enemigo! ¡¿Dónde está el enemigo?!]
¡¿Por
qué solo estoy sentando aquí jugando al póker…?!
[¿Enemigo?]
Su
compañero de clase Orca le frunció el ceño. Él era un tosco y robusto joven,
cuya mejor redención de calidad era que nunca mentía.
[¿Por
qué diablos debería haber enemigos aquí? ¡Estamos en la retaguardia, hombre!
¡Lo más cercano a un enemigo que he tenido ahora, eres tú!]
[¡Sonámbulo
y soñador, todo lo que quieras, pero será mejor que pagues!]
Sus
amigos se quejaron otra vez, pero Rain aún no podía aceptar la situación.
[¿…Un
sueño? ¡Como si lo fuera! ¡Eso definitivamente fue real!]
Lo
recordó todo claramente. El ataque había empezado a la 1:30 PM, cerca de la
hora que usualmente se alterna la vigilancia. Nadie lo había predicho, ya que
solo era una base de preparación en la parte de la retaguardia.
Sin
embargo, Beluk el Carnicero los había atacado igual, enviando a Rain y
compañeros a huir. Luego los cadetes fueron dispersados, fueron cazados como
conejos. Pero por un golpe de suerte, había llegado a un lugar que lo puso en
el rengo de Beluk. Y a pesar de la tensión, su puntería no había fallado. Y
exactamente a las 2:00 PM, Rain le había disparado a Beluk…
Justo
a esa hora…
Rain
sacó su reloj de bolsillo para confirmar la hora, pero verlo lo impresiono.
[¿Qué carajos…?]
Las
manecillas claramente marcaban las 2:00 PM, significa que no había pasado ni un
minuto desde que le había disparado a Buluk.
[¿Qué
les pasa, chicos? ¿Cuál es su relajo?]
Cuatro
chicas cadetes se aproximaron a la mesa luego de escuchar la conmoción. Al
igual que Rain, sirven de estudiantes y tropas de reserva. Y entre ellas
estaba…
[Athly…]
Una
chica de cabello castaño que lo ataba de atrás y ojos ámbar que se sentían fuera
de lugar, en un campo de batalla. Una chica que, hace unos momentos, Rain había
visto.
[¿Huh?
¿Qué ocurre, Rain?]
[Pensé
que habías explotado en pedazos…]
[¡¿Qué
te ocurre?!] Athly gritó por la sorpresa, muerta, pero ahora viva.
Athly.
Athly Magmet. La compañera de clase de Rain de la academia de oficiales. Él
estaba seguro que había atestiguado su muerte con sus propios ojos, pero…
[Este
es un desastre… ¡¿Cómo no estás muerta?!]
[¡Si
alguien anda mal aquí, eres tú!]
[¡Detente,
Orca! ¡Rain ha enloquecido porque lo andabas sacudiendo, ¿verdad?! ¡No puedo
creerlo, me hizo pedazos por tus tonterías!]
Algo…
¿no hay nada? Necesito probarlo… probar lo que experimente en realidad sucedió—
[Espera,
sabes…] Rain murmuro mientras agarraba el rifle a su par. Entonces, luego de
abrir el compartimiento, revisó las municiones.
Balas
Mágicas, como su nombre lo implica, era un medio para imbuir municiones con
varios efectos y propiedades. También era el arma más común en la guerra
moderna. Y una de sus muchas aplicaciones era el hechizo “Grabar”, Gale, la
cual imprime el nombre del difunto en el cascarón de la bala que lo mató. Era
magia para poder identificar por quién fue asesinado, y como tal, falsificar
resultados era muy difícil. Para la suerte de Rain, ya que los cascos no fueron
ejecutados de la cámara, descubrió lo que estaba buscando.
[¡Están
aquí…!]
Asentadas
en la cámara de eyección estaba la evidencia de la muerte del Mayor Beluk. Es
decir, un casco que tenía impreso en sí Beluk O. Koihen.
…Eso
es. ¡La prueba que todo lo que experimente realmente ocurrió!
¡Rain
tenía la verdadera y definitiva prueba que había tomado la vida de Beluk!
[¡Aquí,
denle un vistazo!]
[¿A
qué?]
[Lo
juro, Rain. Usualmente eres tan tranquilo— Si sigues gritando de la nada, las
personas pensarán que estás loco.]
Ya
basta. Espera, olvídalo…
[¿Ven?
Es la prueba que maté a Beluk el Carnicero.]
Rain
clamó mientras presentaba el casco a sus amigos. Sabía que sería más que
suficiente para convencerlos. Al cabo que, Beluk era un prominente comandante
enemigo.
Claro,
podían haber sido estudiantes, pero también eran soldados en reserva. No había
forma que no hubieran escuchado historias de sus horríficas hazañas. Sin
embargo…
[…Sí,
las balas plateadas no son exactamente comunes, pero supongo que tienes razón.]
[Mh-hm.
Aunque no andaría por ahí mostrando esa cosa a cualquiera, Rain. Es prueba que
mataste a alguien.]
Sus
respuestas no tenían sentido para Rain.
[Ni
siquiera sé quién es esa persona Beluk.]
Podía
decir no había ni una sola pisca de falsedad en sus palabras, y dejo un débil…
“¿Huh?” en respuesta.
[¿Quién
es Beluk? ¿Alguien del Occidente?]
Ninguno
de los presentes sabía quién era él.
Incluso
luego de regresar al Oriente, Rain desesperadamente limpio toda la fuente de
información que podía buscar de Beluk, pero no podía encontrar a una persona
que lo conociera. No había rastro de él habiendo existido.
Se
ha ido.
Todo
acerca de Beluk había desaparecido. Era como si… era como si en primer lugar
nunca hubiera existido.
La
tierra del Oriente era llamada O’ltmenia: la tierra del Occidente, Harborant.
La
fricción entre los dos países había llevado a la declaración de la primera
guerra en un siglo, y el conflicto había estado en proceso desde entonces. La
causa fundamental de la disputa, la cual eventualmente había llevado directo a
la guerra, fue una importante carrera histórica armamentista.
Exelias,
pequeños vehículos cuadrúpedos blindados con cuatro ruedas, la primera había
sido inventada hace 100 años. Y gracias a su superior movilidad y defensas,
habían evolucionado constantemente desde entonces.
Pasando
por el campo de batalla, aplastando todo a su paso, las Exelias se habían
vuelto el símbolo de guerra, la cúspide de la tecnología de las armas. Sin
embargo, la aleación graimar nuclear que componía el ligero fuselaje del Exelia
podía extenderse solo en condiciones extremadamente específicas, locaciones
limitadas que solo eran distribuidas en ciertas regiones.
Eso
se volvió la justificación para la cuarta guerra. Un conflicto inicial con recursos
limitados, en la cual soldados peleaban para saquear los almacenes enemigos
que, pronto se volvió un conflicto más grande. Y cuatro años después de iniciar
la guerra, las llamas no se habían atenuado en nada.
[Se
siente como que el medio y el fin no importan en este punto.] Orca dijo.
[Estamos luchando para hacernos de la aleación, la cual usamos para hacer
Exelias para más conflicto, ¿cierto? Pero si no estuviéramos en guerra,
siquiera necesitaríamos la aleación, ¿por qué es lo que realmente estamos
peleando?]
[Orca.]
[¿Sí?]
[Eres
más listo de que pareces.]
[¡Esa
es tu forma de decir que parezco idiota, pequeño…!]
Athly
y Orca discutieron vivazmente a pesar del confinado espacio.
¿Tienes
que ser un bastardo ruidoso cuando tengo cosas importantes en mi mente?
[…No
fue un sueño, ¿cierto?] Rain se cuestionó a sí mismo mientras rodaba el
cascaron plateado en su mano. El nombre grabado era la única prueba que no
había imaginado nada.
[Haa…]
Rain exhalo un suspiro. Ahora estaban en un tren de transferencia. Al final,
nadie había ido por ellos durante sus tres días de período de guarnición, así
que habían pasado la hora en relativa paz.
Los
estudiantes de la Academia Alestra estaban en su camino de vuelta a las líneas
frontales. Excepto que no había suficientes vagones, así que fueron
transportados en el vagón del equipaje como si no valieran más que el equipo
militar alrededor de ellos. Rain miró al costado, con la vida de Athly y Orga
aferrándose, también como las pesadas unidades Exelias armadas detrás de ellos.
Los
pequeños vehículos armados llamados Exelias eran armas tácticas superficiales,
sea dicho que son tan caras que una sola unidad valía lo de tres casas. Podían
atravesar cualquier terreno y era lo suficiente poderosas para pasar por densos
bosques. Esas bestias mecánicas se habían vuelto las armas primarias de la
guerra, optimizadas para usar junto a un mago de Balas Mágicas.
Con
Rain estudiándolo, Orga lo llamó. [¿Por qué tan serio, Rain? Relájate ya.]
[Estoy
calmado. Lo estoy.]
[Sí,
no. No estoy dando un pase libre en el que aparentemente morí de manera
horrenda en tus delirios.] Athly intervino. Ella era una de las cadetes
femeninas en la academia, una obstinada chica que se había ofrecido en volverse
en una oficial a pesar de las objeciones de su familia.
Ella
es de una familia rica, así que apuesto que sus padres le gritaron.
[Pero
supongo que no está fuera de las posibilidades.]
[¿Huh?
¿Qué?]
[No
sería extraño que alguno de nosotros se haga pedazos, justo como en tus
sueños.] Athly dijo. Entonces continúo. [Los cien años de balance entre los dos
países fue destruido hace mucho tiempo. Perderemos a este paso. De lo que
escuche, muchos soldados han muerto, así que hay menos y menos gente en las
líneas frontales. Muy pronto, empezaran a pedir a los estudiantes de alto rango
para usarlos.]
[¿Tú…?]
[Es
en serio. Quién sabe, pueden enviarlos pronto a ustedes dos. Sacan buenas notas
al fin.]
Mientras
hablaban sin más, la capital de O’ltmenia entro a la vista, donde los cadetes
entrenaban en la Academia Alestra.
Balas
Mágicas. Una técnica en la cual magos imbuyen vida con maná para producir
efectos especiales. La magia en sí era una técnica heredada del distante
pasado. La teoría no podía descifrar su mecanismo, pero claramente había principios
ocultos en el funcionar de su operación.
Sin
embargo, por el curso de un siglo de guerra, las personas habían buscado una
aplicación más práctica de la magia. El resultado era el desarrollo de
tecnología que unía balas con efectos mágicos, haciendo Balas Mágicas
extendiéndose entre los soldados. Fue desarrollado para el rápido propósito de
matar. Un arma definitiva. Y dado el estado del mundo, era la tecnología con
más demanda.
Obviamente,
el país deseaba un lugar para transmitir el conocimiento, el cual hacia las Balas
Mágicas una materia obligatoria en la Academia Alestra, un instituto
establecido para entrenar oficiales militares. Las bases de las Balas Mágicas
eran enseñadas allí, en una clase establecida, pero los estudiantes eran
enviados a misiones para adiestrarlo. Y una vez un estudiante completaba los
tres años de entrenamiento, les eran dadas “armas”. O en otras palabras,
permiso para realizar un bombardeo.
…En
serio, ¿qué diablos fue eso?
Rain
Lantz, un estudiante de tercer año en la Academia Alestra, era trivial con su
amada BB77 mientras intentaba poner sus pensamientos en orden. Al final, había
fallado en encontrar más pruebas que Beluk, el Carnicero había existido.
¿Qué
sucedió…?
¿Qué
había ocurrido en ese día? Era claramente un fenómeno bizarro, pero él no tenía
una posible explicación para eso.
¿Por
qué no podía encontrar algún rastro de la existencia de Beluk? ¿Por qué nadie
lo recordaba? Incluso luego de volver a la pacífica atmósfera de la Academia
Alestra, la vista de esa atrocidad seguía fresca en la memoria de Rain.
Esta
bala plateada es la única prueba que conseguí…
Por
desgracia, era una bala que había recogido al azar, así que no tenía forma de
rastrear su origen. Luego de Beluk, el Carnicero había atacado su base trasera,
Rain había huido al bosque cercano con Athly para cubrirse. Y mientras había
tratado de esconderse, había encontrado cinco de esas balas. Había usado solo
una porque se le había acabado todas sus otras balas, pero tanto como podía
decir, la única diferencia era su color. ¿Verdaderamente podía haber sido esa
la causa?
[¿Hm?]
Su
mirada cayó en el periódico extendido cerca de él.
[Otra derrota.]
[La misión para retomar la Región Montañosa Libra ha fallado.]
[Estado de guerra desfavorable. Perdida estimada de 7.8 millones de zels
en daños solo esta temporada.]
[Seguimos
perdiendo…]
Los
artículos eran siempre los mismos. Hablaban de cómo O’ltmenia estaba cediendo
terreno lentamente al país occidental. Había sido cuatro años desde el inicio
de la cuarta guerra, y a O’ltmenia no le estaba yendo bien.
Había
dos grandes factores a considerar en una guerra moderna. Una eran las Balas
Mágicas, y la otra eran las Exelias producidas de la aleación nuclear del
graimar. Los países no habían desplegado ninguna diferencia mayor en cualquier
categoría en el despertar de la guerra, pero por los últimos años, el Occidente
había puesto su apuesta en las pesadas vestimentas en el desarrollo de Exelias
y eventualmente había recogido las recompensas de su éxito.
Como
resultado, la tecnología Exelia del Occidente se le había adelantado a la del
Oriente. Y como sus nuevas Exelias se desmoronaban por el campo de batalla,
todos llegaron a darse cuenta que el Oriente estaba…
[Hey,
nerdo.]
[No
soy nerdo.]
Orca
llamó a Rain en su sillón cercano. Él se había acercado, probablemente para
quitarse su aburrimiento, agarró una de las partes desarmadas del arma de Rain,
y la puso contra la luz. Rain sintió un escalofrío pasar por su espalda; las
ballas plateadas estaban justo al lado de las partes.
[…No
las toques directamente— el aceite se pegará en tus dedos.]
[¿Por
qué necesitas darle mantenimiento a tu arma?]
Rain
movió las ballas plateadas de la luz. Orca no parecía notarlo y siguió girando
la parte en su mano mientras usaba la luz para inspeccionarla.
[No
es que hayamos estado en acción.]
No
hayamos tenido acción, ¿huh…? ¿Ese día… realmente fue una ilusión?
Las
palabras de Orca hicieron dudar a Rain una vez más. Justo entonces, la campa
sonó.
[Whoa.]
La clase
estaba empezando, así que puso su rifle de vuelta y la hizo a un lado. Por raro
que fuera, el maestro iba tarde.
[¿Qué
crees que pasó?]
[No
lo sé. Pero escuché algo interesante hace poco.]
[Oh,
¿qué?]
[Parece
que tenemos a un estudiante transferido hoy.]
[¿Huh?]
¿Un estudiante transferido?
[Es
uno de la academia de oficiales. ¡Ni siquiera tenemos un programa de
intercambio, tonto!]
[¿Por
qué te estás enojando conmigo…? ¿Has escuchado el dicho “No mates al
mensajero”?]
Orca
gruñó, entonces dijo, [Al parecer es una chica.]
[¿Oh?]
[No
te emociones. Cualquier polluelo que haya escogido ir a la academia de
oficiales va a ser un egocéntrico como Athly.]
[¡Oí
eso!] Athly, quien estaba al frente de la clase, se volteó y le grito a Orca.
…Eres
mejor escuchando de lo que pensé… Rain pensó.
Su
anterior pataleta tuvo la chance de volverse una verdadera riña, la puerta de
la clase se deslizo, y dos personas entraron. Una de ellas era el Primer
Teniente Wilson, que estaba a cargo de la logística. Le hacía como un
instructor en la Academia Alestra y un oficial activo de la compañía. Sin
embargo, él no era el que atrajo la atención.
[Whoa.]
Orca exclamó. Por suerte, Rain se las había arreglado para mantener su voz
baja. Aunque ciertamente estaba igual de impresionado por la vista.
Wow…
La
chica ante ellos estaba usando el mismo uniforme que el resto de las chicas,
pero ella estaba arriba de ello… magnífica. Su cabello blanco estaba atado
cerca de su nuca, sus extremidades eran tan delicadas que parecían listas para
romperse al más mínimo toque, la más llamativa de todas…
Ella
es tan delgada…
Ella
era pequeña. Sin embargo, había algo acerca de ella que la hacía difícil tomar
como una niña…
[¿Crees
que es real?]
[Ni
de coña…]
Esos
eran dos rifles atados en la espalda de la chica. Uno negro, el otro blanco.
Esas eran, probablemente las armas de la chica. Una de ellas era tan blanca
como una hoja pulida, mientras que la otra era tan negra como la oscuridad de
la noche.
Algunos
magos usan absurdos rifles largos con tal de poder disparar sus Balas Mágicas,
pero las que estaban en su espalda parecían ser demasiado grandes para poder
manejar. Incluso una sola de ellas lucía tan grande para forzar la espalda de
una persona promedio, pero ella llevaba dos como si no fueran nada.
¿Quién
es esa chica?
Claramente
no era normal. El poder en su presencia, acompañada con dos enormes rifles,
francamente era raro. Todos continuaron viendo a la chica mientras ella lanza
su mirada por la clase. Y una vez levantó su rostro, Rain pudo ver el color de
sus ojos. Eran color plateado, igual que el de su cabello.
Una
misteriosa chica de cabello plateado, una chica de ojos plateados que irradia
un sospechoso aire familiar. Y había aparecido justo luego que Rain hubiera
usado esas balas plateadas—
¿Quién
es ella?
Eventualmente,
la chica abrió sus labios para hablar, solo para decir;
[Ya
veo, he entrado en un apestoso país derrotado.]
[…]
La
clara voz de la chica resonó por la clase. Su tono sonó con algo de
autoritarismo, haciendo que la cara de todos se pusiera blanca de la sorpresa.
Esa palabra, “apestoso”, parecía estar en el aire. Pero…
[Qué
miserable vista.] La chica continúo. Y ella estaba cerca de irse. [¿Y esto es
lo que la Academia Alestra, el orgullo y joya de la corona se ha reducido?]
Ella
suspiro en obvia decepción.
[Pueden
ser solo niños, pero en unos años, se convertirán en oficiales. Si las personas
liderando la organización son de mentes débiles, puedo ver por qué este país
está cayendo a la derrota.]
¿Niños…? El
mismo pensamiento paso por toda la clase. El título sonaba mal viniendo de
ella, ya que parecía ser más joven que ellos.
[En
serio, las cosas no han cambiado desde aquel entonces—]
¡Bam!
Un repentino sonido sonó mientras la chica trataba de seguir su discurso. El
Primer Teniente Wilson, quien habría de acompañarla, la había golpeado justo en
su mejilla.
[Kh…]
Los
chicos no podían seguir la corriente de lo que estaba sucediendo.
Lo
que tenía perfecto sentido, en serio. Una chica con dos cañones colgando de su
espalda había entrado, llamado a todos cerdos, y se ganó la justicia del
instructor.
[Que
interesante presentación, estudiante transferida. Pero diría que fue algo sombría.]
Wilson dijo, entonces continúo. [Ahora escuchen, y escuchen bien. Nunca bromeen
de nuestro país en mi presencia, ¿queda claro?]
Su
tono parecía agitar el suelo bajo sus pies. Así es cómo Wilson habla cuando está
enojado.
[Tomen
esto como advertencia. Al momento que pisan esta academia, chicos, no son
mejores que insectos. Obedecerán las órdenes de sus superiores. Habla de más, y
quemaré esa descarada lengua tuya.]
Un
escalofrío paso por la espalda de Rain. El Primer Teniente Wilson daba una
gentil primera impresión, pero su verdadera naturaleza podía ser descrita con una
palabra: “Severo”. No dudaba en golpear a sus estudiantes y no perdonaba a esos
que respondían a sus superiores. Tenía una mentalidad de soldado, a diferencia
de la mayoría que se graduaba de una academia de oficiales. Debido a esos
factores, él no era muy popular entre los cadetes, pero aún era una figura
militar. Y aunque…
[Oh.
Bromas, ¿dices?]
La
chica no mostraba señales de dejar su bazofia. A cambio, continúo hablando sin
tener pelos en la lengua.
[Ilumíname,
entonces.]
[¿Qué?]
[¿Realmente
necesitas que te lo explique? Bueno. Dejando de lado a esos mocosos cobardes—
como un oficial, puedo tratar de probar que me equivoco. Dime, ¿qué partes de
este país no se le puede criticar?]
Ella
estaba increíblemente calmada para estar en frente de muchas personas, y en
especial por haber pasado no más de un minuto en la clase. Era como si su
objetivo fuera simplemente venir y dejar quejas…
[Ha
sido un siglo… por los pasados 100 años, este país ha estado en la trasera en
términos de tecnología Exelia y Balas Mágias. El Occidente está viendo a 10
años por delante, mientras esté país está obsesionado en calcular cuánta
aleación está permitida extraer, sin gastar esfuerzos para investigar y
desarrollar algo en que no se beneficiara…] La chica explicó en un duro tono.
[¿Qué
estás diciendo…?] Wilson preguntó.
[Los
extremados hechos obvios.] La chica dijo a secas. Luego continúo diciendo. [Sí
que son una panda de cerdos. La única cosa en su mente es comer paja frente a
sus ojos. Debo decir, incluso los perros son más listos. Al menos tienen cabeza
para esconder su comida.]
[Pequeña…]
[¿Qué?
¿Estás clamando que eres un perro y no un cerdo? Pruébalo, sí. Vamos. Déjame
escuchar tu woof.]
La
mano de Wilson se quedó en su cintura… y sacó su pistola militar M7. Con el
agarre apretado, movió el cañón a la cabeza de la chica para dispararle en la
boca con el golpe de un objeto metálico. Sin embargo—
[…No.
Al menos eres un perro.]
La
chica… no esquivo. Wilson se había movido para golpearla sin dudar, pero ella
no se movió nada. El metal golpeó su cabeza con un golpe seco. Claramente era
una herida severa. Sangre salió de su cabeza… pero la chica se mantuvo firme.
[¿Qué
es…?]
La
chica siquiera trató de dar un solo paso atrás, y eso confundió a Wilson. Viendo
la corta abertura, la chica por fin se movió.
No, ella no solo se movió. Ella lanzó un contrataque. La chica torció su
brazo en un leve movimiento, quitando la misma pistola que se había deslizado
de su cabeza.
[¡Ah,
tú pequeña…!]
[Lento.]
La pistola
cambió a la mano de la chica. Wilson había sido tomado por sorpresa, pero
pronto recupero sus sentidos y trato de recuperar su pistola robada.
[Quédate
así. Me das asco. No quiero que tu asqueroso polvo me toque.]
[Grr…]
La
chica presionó la pistola robada entre los ojos de Wilson, amenazándolo. En
segundos, lo había desarmado por completo.
[Usa
tu cabeza en lugar de tu cuerpo, ¿por qué no…? Oh sí, sé todo de ti, Primer
Teniente Wilson. Hace dos meses, comandaste las fuerzas de retirada y llevaste
a 50 soldados a sus muertes por tus imprudentes órdenes, ¿verdad?]
[¿Y
qué…?] Wilson respondió. Entonces luego clamó. [Los soldados deben estar
orgullosos de morir por su país.]
[Quizás.
Pero nadie quiere morir por las incompetentes órdenes de un comandante.] El
dedo de la chica se puso en el gatillo.
[¿Qué
clase de idiota eres? ¡¿Tienes idea de lo que estás haciendo?! ¡Esta es una
clara violación de las regulaciones militares…! ¡Un delito!]
Y…
[Un
crimen, ¿huh?]
…En
ese exacto momento…
[Bueno,
lo que sea… supongo que mi fachada de estudiante transferida termina aquí.]
Rain notó algo que nadie más vio.
¡Eso
es…!
La
chica sacó una solo munición… una bala plateada. Entonces la intercambió con la
que estaba en el arma, la cargo en el banco. Solo Rain, quien había estado
observando con cuidado sus movimientos, lo entendió. Tomó solo un movimiento,
pero…
¡Esa
bala…!
Era
el misterioso objeto que Rain había encontrado, y la única que probaba que
Beluk el Carnicero no era una ilusión de su imaginación. La misma herramienta
que claramente se enlaza al fenómeno que había experimentado. La chica de
alguna manera poseía esa cosa. Y—
[La
idiotez es el más grande error de todos.]
[No—]
¡Bang!
El
sonido ensordecedor de un arma cortó las palabras del Primer Teniente Wilson, y
sangre fluía por el aire mientras la bala atravesaba su esqueleto.
Y en
ese exacto momento—
— el
mundo cambió de tiro.
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