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Capítulo 1: La Bala que Cambia el Mundo


Tomó solo un momento. ¿Cuál era la mejor manera de describir esa sensación? Como una película que de pronto empieza a rebobinarse, ¿quizás?

[Ah…]

El mundo había cambiado ante sus ojos, dejándolo estupefacto.

[¿…Huh?]

Un sentido de confusión abrumó a Rain. Él ya no estaba en el medio de un campo de batalla.

[Date prisa, Rain. Es tu turno.]

¿…Qué? Los dedos de Rain estaban agarrando una baraja de cartas, y estaba sentado bien cómodo. Tanto como podía decir, estaba jugando un juego con sus amigos.

[¿Qué ocurre, Rain? Dije que es tu turno.]

[¿Mi…turno…?] Rain murmuró mientras miraba alrededor. Pero toda la pacífica escena solo sirvió para confundirlo más. No se estaba equivocando de lugar. Estaba en el jardín trasero de la base, donde el Mayor Beluk había atacado primero. Era el lugar que se había vuelto el infierno en la tierra en hace solo unos 30 minutos.

O así debería haber sido.

[Ah… Aaaah… ¡Aaaaaaah!]

Rain no podía evitar lanzar sus cartas en sus manos mientras se asustaba.

[¡Whoa, ¿qué carajos, Rain?!]
[¡Vamos, no te pongas de malas solo porque tienes una mano de mierda!]

Sus amigos se quejaron, haciendo su conocido desdén. Pero sus reacciones podían no haberle importado menos a Rain en ese momento.

¡¿Qué es esto?! ¡¿Qué diablos es esto?! ¡¿Qué estoy haciendo aquí?!

[¡C-Chicos! ¡El enemigo! ¡¿Dónde está el enemigo?!]

¡¿Por qué solo estoy sentando aquí jugando al póker…?!

[¿Enemigo?]

Su compañero de clase Orca le frunció el ceño. Él era un tosco y robusto joven, cuya mejor redención de calidad era que nunca mentía.

[¿Por qué diablos debería haber enemigos aquí? ¡Estamos en la retaguardia, hombre! ¡Lo más cercano a un enemigo que he tenido ahora, eres tú!]

[¡Sonámbulo y soñador, todo lo que quieras, pero será mejor que pagues!]

Sus amigos se quejaron otra vez, pero Rain aún no podía aceptar la situación.

[¿…Un sueño? ¡Como si lo fuera! ¡Eso definitivamente fue real!]

Lo recordó todo claramente. El ataque había empezado a la 1:30 PM, cerca de la hora que usualmente se alterna la vigilancia. Nadie lo había predicho, ya que solo era una base de preparación en la parte de la retaguardia.

Sin embargo, Beluk el Carnicero los había atacado igual, enviando a Rain y compañeros a huir. Luego los cadetes fueron dispersados, fueron cazados como conejos. Pero por un golpe de suerte, había llegado a un lugar que lo puso en el rengo de Beluk. Y a pesar de la tensión, su puntería no había fallado. Y exactamente a las 2:00 PM, Rain le había disparado a Beluk…
Justo a esa hora…

Rain sacó su reloj de bolsillo para confirmar la hora, pero verlo lo impresiono. [¿Qué carajos…?]

Las manecillas claramente marcaban las 2:00 PM, significa que no había pasado ni un minuto desde que le había disparado a Buluk.

[¿Qué les pasa, chicos? ¿Cuál es su relajo?]

Cuatro chicas cadetes se aproximaron a la mesa luego de escuchar la conmoción. Al igual que Rain, sirven de estudiantes y tropas de reserva. Y entre ellas estaba…

[Athly…]

Una chica de cabello castaño que lo ataba de atrás y ojos ámbar que se sentían fuera de lugar, en un campo de batalla. Una chica que, hace unos momentos, Rain había visto.

[¿Huh? ¿Qué ocurre, Rain?]

[Pensé que habías explotado en pedazos…]

[¡¿Qué te ocurre?!] Athly gritó por la sorpresa, muerta, pero ahora viva.

Athly. Athly Magmet. La compañera de clase de Rain de la academia de oficiales. Él estaba seguro que había atestiguado su muerte con sus propios ojos, pero…

[Este es un desastre… ¡¿Cómo no estás muerta?!]

[¡Si alguien anda mal aquí, eres tú!]

[¡Detente, Orca! ¡Rain ha enloquecido porque lo andabas sacudiendo, ¿verdad?! ¡No puedo creerlo, me hizo pedazos por tus tonterías!]
Algo… ¿no hay nada? Necesito probarlo… probar lo que experimente en realidad sucedió—

[Espera, sabes…] Rain murmuro mientras agarraba el rifle a su par. Entonces, luego de abrir el compartimiento, revisó las municiones.

Balas Mágicas, como su nombre lo implica, era un medio para imbuir municiones con varios efectos y propiedades. También era el arma más común en la guerra moderna. Y una de sus muchas aplicaciones era el hechizo “Grabar”, Gale, la cual imprime el nombre del difunto en el cascarón de la bala que lo mató. Era magia para poder identificar por quién fue asesinado, y como tal, falsificar resultados era muy difícil. Para la suerte de Rain, ya que los cascos no fueron ejecutados de la cámara, descubrió lo que estaba buscando.

[¡Están aquí…!]

Asentadas en la cámara de eyección estaba la evidencia de la muerte del Mayor Beluk. Es decir, un casco que tenía impreso en sí Beluk O. Koihen.

…Eso es. ¡La prueba que todo lo que experimente realmente ocurrió!

¡Rain tenía la verdadera y definitiva prueba que había tomado la vida de Beluk!

[¡Aquí, denle un vistazo!]

[¿A qué?]

[Lo juro, Rain. Usualmente eres tan tranquilo— Si sigues gritando de la nada, las personas pensarán que estás loco.]

Ya basta. Espera, olvídalo…

[¿Ven? Es la prueba que maté a Beluk el Carnicero.]

Rain clamó mientras presentaba el casco a sus amigos. Sabía que sería más que suficiente para convencerlos. Al cabo que, Beluk era un prominente comandante enemigo.
Claro, podían haber sido estudiantes, pero también eran soldados en reserva. No había forma que no hubieran escuchado historias de sus horríficas hazañas. Sin embargo…

[…Sí, las balas plateadas no son exactamente comunes, pero supongo que tienes razón.]

[Mh-hm. Aunque no andaría por ahí mostrando esa cosa a cualquiera, Rain. Es prueba que mataste a alguien.]

Sus respuestas no tenían sentido para Rain.

[Ni siquiera sé quién es esa persona Beluk.]

Podía decir no había ni una sola pisca de falsedad en sus palabras, y dejo un débil… “¿Huh?” en respuesta.

[¿Quién es Beluk? ¿Alguien del Occidente?]

Ninguno de los presentes sabía quién era él.

Incluso luego de regresar al Oriente, Rain desesperadamente limpio toda la fuente de información que podía buscar de Beluk, pero no podía encontrar a una persona que lo conociera. No había rastro de él habiendo existido.

Se ha ido.

Todo acerca de Beluk había desaparecido. Era como si… era como si en primer lugar nunca hubiera existido.

La tierra del Oriente era llamada O’ltmenia: la tierra del Occidente, Harborant.

La fricción entre los dos países había llevado a la declaración de la primera guerra en un siglo, y el conflicto había estado en proceso desde entonces. La causa fundamental de la disputa, la cual eventualmente había llevado directo a la guerra, fue una importante carrera histórica armamentista.
Exelias, pequeños vehículos cuadrúpedos blindados con cuatro ruedas, la primera había sido inventada hace 100 años. Y gracias a su superior movilidad y defensas, habían evolucionado constantemente desde entonces.

Pasando por el campo de batalla, aplastando todo a su paso, las Exelias se habían vuelto el símbolo de guerra, la cúspide de la tecnología de las armas. Sin embargo, la aleación graimar nuclear que componía el ligero fuselaje del Exelia podía extenderse solo en condiciones extremadamente específicas, locaciones limitadas que solo eran distribuidas en ciertas regiones.

Eso se volvió la justificación para la cuarta guerra. Un conflicto inicial con recursos limitados, en la cual soldados peleaban para saquear los almacenes enemigos que, pronto se volvió un conflicto más grande. Y cuatro años después de iniciar la guerra, las llamas no se habían atenuado en nada.

[Se siente como que el medio y el fin no importan en este punto.] Orca dijo. [Estamos luchando para hacernos de la aleación, la cual usamos para hacer Exelias para más conflicto, ¿cierto? Pero si no estuviéramos en guerra, siquiera necesitaríamos la aleación, ¿por qué es lo que realmente estamos peleando?]

[Orca.]

[¿Sí?]

[Eres más listo de que pareces.]

[¡Esa es tu forma de decir que parezco idiota, pequeño…!]

Athly y Orca discutieron vivazmente a pesar del confinado espacio.

¿Tienes que ser un bastardo ruidoso cuando tengo cosas importantes en mi mente?

[…No fue un sueño, ¿cierto?] Rain se cuestionó a sí mismo mientras rodaba el cascaron plateado en su mano. El nombre grabado era la única prueba que no había imaginado nada.

[Haa…] Rain exhalo un suspiro. Ahora estaban en un tren de transferencia. Al final, nadie había ido por ellos durante sus tres días de período de guarnición, así que habían pasado la hora en relativa paz.

Los estudiantes de la Academia Alestra estaban en su camino de vuelta a las líneas frontales. Excepto que no había suficientes vagones, así que fueron transportados en el vagón del equipaje como si no valieran más que el equipo militar alrededor de ellos. Rain miró al costado, con la vida de Athly y Orga aferrándose, también como las pesadas unidades Exelias armadas detrás de ellos.

Los pequeños vehículos armados llamados Exelias eran armas tácticas superficiales, sea dicho que son tan caras que una sola unidad valía lo de tres casas. Podían atravesar cualquier terreno y era lo suficiente poderosas para pasar por densos bosques. Esas bestias mecánicas se habían vuelto las armas primarias de la guerra, optimizadas para usar junto a un mago de Balas Mágicas.

Con Rain estudiándolo, Orga lo llamó. [¿Por qué tan serio, Rain? Relájate ya.]

[Estoy calmado. Lo estoy.]

[Sí, no. No estoy dando un pase libre en el que aparentemente morí de manera horrenda en tus delirios.] Athly intervino. Ella era una de las cadetes femeninas en la academia, una obstinada chica que se había ofrecido en volverse en una oficial a pesar de las objeciones de su familia.

Ella es de una familia rica, así que apuesto que sus padres le gritaron.

[Pero supongo que no está fuera de las posibilidades.]

[¿Huh? ¿Qué?]


[No sería extraño que alguno de nosotros se haga pedazos, justo como en tus sueños.] Athly dijo. Entonces continúo. [Los cien años de balance entre los dos países fue destruido hace mucho tiempo. Perderemos a este paso. De lo que escuche, muchos soldados han muerto, así que hay menos y menos gente en las líneas frontales. Muy pronto, empezaran a pedir a los estudiantes de alto rango para usarlos.]
[¿Tú…?]

[Es en serio. Quién sabe, pueden enviarlos pronto a ustedes dos. Sacan buenas notas al fin.]

Mientras hablaban sin más, la capital de O’ltmenia entro a la vista, donde los cadetes entrenaban en la Academia Alestra.

Balas Mágicas. Una técnica en la cual magos imbuyen vida con maná para producir efectos especiales. La magia en sí era una técnica heredada del distante pasado. La teoría no podía descifrar su mecanismo, pero claramente había principios ocultos en el funcionar de su operación.

Sin embargo, por el curso de un siglo de guerra, las personas habían buscado una aplicación más práctica de la magia. El resultado era el desarrollo de tecnología que unía balas con efectos mágicos, haciendo Balas Mágicas extendiéndose entre los soldados. Fue desarrollado para el rápido propósito de matar. Un arma definitiva. Y dado el estado del mundo, era la tecnología con más demanda.

Obviamente, el país deseaba un lugar para transmitir el conocimiento, el cual hacia las Balas Mágicas una materia obligatoria en la Academia Alestra, un instituto establecido para entrenar oficiales militares. Las bases de las Balas Mágicas eran enseñadas allí, en una clase establecida, pero los estudiantes eran enviados a misiones para adiestrarlo. Y una vez un estudiante completaba los tres años de entrenamiento, les eran dadas “armas”. O en otras palabras, permiso para realizar un bombardeo.

…En serio, ¿qué diablos fue eso?

Rain Lantz, un estudiante de tercer año en la Academia Alestra, era trivial con su amada BB77 mientras intentaba poner sus pensamientos en orden. Al final, había fallado en encontrar más pruebas que Beluk, el Carnicero había existido.

¿Qué sucedió…?

¿Qué había ocurrido en ese día? Era claramente un fenómeno bizarro, pero él no tenía una posible explicación para eso.

¿Por qué no podía encontrar algún rastro de la existencia de Beluk? ¿Por qué nadie lo recordaba? Incluso luego de volver a la pacífica atmósfera de la Academia Alestra, la vista de esa atrocidad seguía fresca en la memoria de Rain.

Esta bala plateada es la única prueba que conseguí…

Por desgracia, era una bala que había recogido al azar, así que no tenía forma de rastrear su origen. Luego de Beluk, el Carnicero había atacado su base trasera, Rain había huido al bosque cercano con Athly para cubrirse. Y mientras había tratado de esconderse, había encontrado cinco de esas balas. Había usado solo una porque se le había acabado todas sus otras balas, pero tanto como podía decir, la única diferencia era su color. ¿Verdaderamente podía haber sido esa la causa?

[¿Hm?]

Su mirada cayó en el periódico extendido cerca de él.

[Otra derrota.]

[La misión para retomar la Región Montañosa Libra ha fallado.]

[Estado de guerra desfavorable. Perdida estimada de 7.8 millones de zels en daños solo esta temporada.]

[Seguimos perdiendo…]

Los artículos eran siempre los mismos. Hablaban de cómo O’ltmenia estaba cediendo terreno lentamente al país occidental. Había sido cuatro años desde el inicio de la cuarta guerra, y a O’ltmenia no le estaba yendo bien.

Había dos grandes factores a considerar en una guerra moderna. Una eran las Balas Mágicas, y la otra eran las Exelias producidas de la aleación nuclear del graimar. Los países no habían desplegado ninguna diferencia mayor en cualquier categoría en el despertar de la guerra, pero por los últimos años, el Occidente había puesto su apuesta en las pesadas vestimentas en el desarrollo de Exelias y eventualmente había recogido las recompensas de su éxito.

Como resultado, la tecnología Exelia del Occidente se le había adelantado a la del Oriente. Y como sus nuevas Exelias se desmoronaban por el campo de batalla, todos llegaron a darse cuenta que el Oriente estaba…

[Hey, nerdo.]

[No soy nerdo.]

Orca llamó a Rain en su sillón cercano. Él se había acercado, probablemente para quitarse su aburrimiento, agarró una de las partes desarmadas del arma de Rain, y la puso contra la luz. Rain sintió un escalofrío pasar por su espalda; las ballas plateadas estaban justo al lado de las partes.

[…No las toques directamente— el aceite se pegará en tus dedos.]

[¿Por qué necesitas darle mantenimiento a tu arma?]

Rain movió las ballas plateadas de la luz. Orca no parecía notarlo y siguió girando la parte en su mano mientras usaba la luz para inspeccionarla.

[No es que hayamos estado en acción.]

No hayamos tenido acción, ¿huh…? ¿Ese día… realmente fue una ilusión?

Las palabras de Orca hicieron dudar a Rain una vez más. Justo entonces, la campa sonó.

[Whoa.]

La clase estaba empezando, así que puso su rifle de vuelta y la hizo a un lado. Por raro que fuera, el maestro iba tarde.

[¿Qué crees que pasó?]

[No lo sé. Pero escuché algo interesante hace poco.]

[Oh, ¿qué?]

[Parece que tenemos a un estudiante transferido hoy.]

[¿Huh?] ¿Un estudiante transferido?

[Es uno de la academia de oficiales. ¡Ni siquiera tenemos un programa de intercambio, tonto!]

[¿Por qué te estás enojando conmigo…? ¿Has escuchado el dicho “No mates al mensajero”?]

Orca gruñó, entonces dijo, [Al parecer es una chica.]

[¿Oh?]

[No te emociones. Cualquier polluelo que haya escogido ir a la academia de oficiales va a ser un egocéntrico como Athly.]

[¡Oí eso!] Athly, quien estaba al frente de la clase, se volteó y le grito a Orca.

…Eres mejor escuchando de lo que pensé… Rain pensó.

Su anterior pataleta tuvo la chance de volverse una verdadera riña, la puerta de la clase se deslizo, y dos personas entraron. Una de ellas era el Primer Teniente Wilson, que estaba a cargo de la logística. Le hacía como un instructor en la Academia Alestra y un oficial activo de la compañía. Sin embargo, él no era el que atrajo la atención.

[Whoa.] Orca exclamó. Por suerte, Rain se las había arreglado para mantener su voz baja. Aunque ciertamente estaba igual de impresionado por la vista.

Wow…
La chica ante ellos estaba usando el mismo uniforme que el resto de las chicas, pero ella estaba arriba de ello… magnífica. Su cabello blanco estaba atado cerca de su nuca, sus extremidades eran tan delicadas que parecían listas para romperse al más mínimo toque, la más llamativa de todas…

Ella es tan delgada…

Ella era pequeña. Sin embargo, había algo acerca de ella que la hacía difícil tomar como una niña…

[¿Crees que es real?]

[Ni de coña…]

Esos eran dos rifles atados en la espalda de la chica. Uno negro, el otro blanco. Esas eran, probablemente las armas de la chica. Una de ellas era tan blanca como una hoja pulida, mientras que la otra era tan negra como la oscuridad de la noche.

Algunos magos usan absurdos rifles largos con tal de poder disparar sus Balas Mágicas, pero las que estaban en su espalda parecían ser demasiado grandes para poder manejar. Incluso una sola de ellas lucía tan grande para forzar la espalda de una persona promedio, pero ella llevaba dos como si no fueran nada.

¿Quién es esa chica?

Claramente no era normal. El poder en su presencia, acompañada con dos enormes rifles, francamente era raro. Todos continuaron viendo a la chica mientras ella lanza su mirada por la clase. Y una vez levantó su rostro, Rain pudo ver el color de sus ojos. Eran color plateado, igual que el de su cabello.

Una misteriosa chica de cabello plateado, una chica de ojos plateados que irradia un sospechoso aire familiar. Y había aparecido justo luego que Rain hubiera usado esas balas plateadas—

¿Quién es ella?

Eventualmente, la chica abrió sus labios para hablar, solo para decir;

[Ya veo, he entrado en un apestoso país derrotado.]

[…]

La clara voz de la chica resonó por la clase. Su tono sonó con algo de autoritarismo, haciendo que la cara de todos se pusiera blanca de la sorpresa. Esa palabra, “apestoso”, parecía estar en el aire. Pero…

[Qué miserable vista.] La chica continúo. Y ella estaba cerca de irse. [¿Y esto es lo que la Academia Alestra, el orgullo y joya de la corona se ha reducido?]

Ella suspiro en obvia decepción.

[Pueden ser solo niños, pero en unos años, se convertirán en oficiales. Si las personas liderando la organización son de mentes débiles, puedo ver por qué este país está cayendo a la derrota.]

¿Niños…? El mismo pensamiento paso por toda la clase. El título sonaba mal viniendo de ella, ya que parecía ser más joven que ellos.

[En serio, las cosas no han cambiado desde aquel entonces—]

¡Bam! Un repentino sonido sonó mientras la chica trataba de seguir su discurso. El Primer Teniente Wilson, quien habría de acompañarla, la había golpeado justo en su mejilla.

[Kh…]

Los chicos no podían seguir la corriente de lo que estaba sucediendo.

Lo que tenía perfecto sentido, en serio. Una chica con dos cañones colgando de su espalda había entrado, llamado a todos cerdos, y se ganó la justicia del instructor.
 
[Que interesante presentación, estudiante transferida. Pero diría que fue algo sombría.] Wilson dijo, entonces continúo. [Ahora escuchen, y escuchen bien. Nunca bromeen de nuestro país en mi presencia, ¿queda claro?]

Su tono parecía agitar el suelo bajo sus pies. Así es cómo Wilson habla cuando está enojado.

[Tomen esto como advertencia. Al momento que pisan esta academia, chicos, no son mejores que insectos. Obedecerán las órdenes de sus superiores. Habla de más, y quemaré esa descarada lengua tuya.]

Un escalofrío paso por la espalda de Rain. El Primer Teniente Wilson daba una gentil primera impresión, pero su verdadera naturaleza podía ser descrita con una palabra: “Severo”. No dudaba en golpear a sus estudiantes y no perdonaba a esos que respondían a sus superiores. Tenía una mentalidad de soldado, a diferencia de la mayoría que se graduaba de una academia de oficiales. Debido a esos factores, él no era muy popular entre los cadetes, pero aún era una figura militar. Y aunque…

[Oh. Bromas, ¿dices?]

La chica no mostraba señales de dejar su bazofia. A cambio, continúo hablando sin tener pelos en la lengua.

[Ilumíname, entonces.]

[¿Qué?]

[¿Realmente necesitas que te lo explique? Bueno. Dejando de lado a esos mocosos cobardes— como un oficial, puedo tratar de probar que me equivoco. Dime, ¿qué partes de este país no se le puede criticar?]

Ella estaba increíblemente calmada para estar en frente de muchas personas, y en especial por haber pasado no más de un minuto en la clase. Era como si su objetivo fuera simplemente venir y dejar quejas…


[Ha sido un siglo… por los pasados 100 años, este país ha estado en la trasera en términos de tecnología Exelia y Balas Mágias. El Occidente está viendo a 10 años por delante, mientras esté país está obsesionado en calcular cuánta aleación está permitida extraer, sin gastar esfuerzos para investigar y desarrollar algo en que no se beneficiara…] La chica explicó en un duro tono.

[¿Qué estás diciendo…?] Wilson preguntó.

[Los extremados hechos obvios.] La chica dijo a secas. Luego continúo diciendo. [Sí que son una panda de cerdos. La única cosa en su mente es comer paja frente a sus ojos. Debo decir, incluso los perros son más listos. Al menos tienen cabeza para esconder su comida.]

[Pequeña…]

[¿Qué? ¿Estás clamando que eres un perro y no un cerdo? Pruébalo, sí. Vamos. Déjame escuchar tu woof.]

La mano de Wilson se quedó en su cintura… y sacó su pistola militar M7. Con el agarre apretado, movió el cañón a la cabeza de la chica para dispararle en la boca con el golpe de un objeto metálico. Sin embargo—

[…No. Al menos eres un perro.]

La chica… no esquivo. Wilson se había movido para golpearla sin dudar, pero ella no se movió nada. El metal golpeó su cabeza con un golpe seco. Claramente era una herida severa. Sangre salió de su cabeza… pero la chica se mantuvo firme.

[¿Qué es…?]

La chica siquiera trató de dar un solo paso atrás, y eso confundió a Wilson. Viendo la corta abertura, la chica por fin se movió.  No, ella no solo se movió. Ella lanzó un contrataque. La chica torció su brazo en un leve movimiento, quitando la misma pistola que se había deslizado de su cabeza.

[¡Ah, tú pequeña…!]

[Lento.]

La pistola cambió a la mano de la chica. Wilson había sido tomado por sorpresa, pero pronto recupero sus sentidos y trato de recuperar su pistola robada.

[Quédate así. Me das asco. No quiero que tu asqueroso polvo me toque.]

[Grr…]

La chica presionó la pistola robada entre los ojos de Wilson, amenazándolo. En segundos, lo había desarmado por completo.

[Usa tu cabeza en lugar de tu cuerpo, ¿por qué no…? Oh sí, sé todo de ti, Primer Teniente Wilson. Hace dos meses, comandaste las fuerzas de retirada y llevaste a 50 soldados a sus muertes por tus imprudentes órdenes, ¿verdad?]

[¿Y qué…?] Wilson respondió. Entonces luego clamó. [Los soldados deben estar orgullosos de morir por su país.]

[Quizás. Pero nadie quiere morir por las incompetentes órdenes de un comandante.] El dedo de la chica se puso en el gatillo.

[¿Qué clase de idiota eres? ¡¿Tienes idea de lo que estás haciendo?! ¡Esta es una clara violación de las regulaciones militares…! ¡Un delito!]

Y…

[Un crimen, ¿huh?]

…En ese exacto momento…

[Bueno, lo que sea… supongo que mi fachada de estudiante transferida termina aquí.] Rain notó algo que nadie más vio.
¡Eso es…!

La chica sacó una solo munición… una bala plateada. Entonces la intercambió con la que estaba en el arma, la cargo en el banco. Solo Rain, quien había estado observando con cuidado sus movimientos, lo entendió. Tomó solo un movimiento, pero…

¡Esa bala…!

Era el misterioso objeto que Rain había encontrado, y la única que probaba que Beluk el Carnicero no era una ilusión de su imaginación. La misma herramienta que claramente se enlaza al fenómeno que había experimentado. La chica de alguna manera poseía esa cosa. Y—

[La idiotez es el más grande error de todos.]

[No—]

¡Bang!

El sonido ensordecedor de un arma cortó las palabras del Primer Teniente Wilson, y sangre fluía por el aire mientras la bala atravesaba su esqueleto.

Y en ese exacto momento—

— el mundo cambió de tiro.

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