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Capítulo 4: Doncella de la Guerra

 

Mayo 28, 1023, Año Imperial, dos días luego de la batalla sin nombre en el desierto. El grupo de Hiro estaba pasando 24 kilómetros desde la frontera ciudad de Lynx.

 

Al principio del viaje, 300 soldados los habían acompañados, pero luego de repetidos encuentros con monstruos y batallas con el Principado de Lichtine, sus números se habían reducido a menos de 10 ahora.

 

Aun así, la cintura de Liz continúo moviéndose, y Hiro tenía sus brazos alrededor.

 

[Cuando lleguemos al Fuerte Berg, tengo que entrenar a Hiro para montar a caballo.]

 

[No… no puedo montarlos.]

 

Incluso hace 1000 años, el Primer Emperador Altius solía ser un maestro y lo entrenó día y noche, aun así solo podía arrearles, no podía siquiera hacerles caminar, y así que no hizo ningún esfuerzo.

 

Ya que siempre usó un carruaje en el campo de batalla, nunca lo sintió inconveniente, pero podría tener que esperarlo.

 

Había dos razones para que llegara a esa idea. Una era que la cara de Tris era de miedo. La otra era que los suaves pechos que ocasionalmente le tocarían. El último era un asunto particularmente problemático para Hiro.

 

Hace 1000 años, solía montar justo detrás del Primer Emperador, pero ya que el otro era hombre, no le causó ningún sentimiento extraño. Pero ahora quien estaba en frente de él era una mujer. Aunque parece que sus pechos no son para tanto, en el futuro, será conocida en el mundo como una mujer de hermosa belleza.

 

¿Por qué son tan suaves… es porque es la Princesa Imperial?

 

Mientras tenía un tonto pensamiento, Tris, el cuidador, pasó su caballo por él. Claro, no olvida mirar a Hiro. Se llama un compromiso.

 

[Princesa. Tomemos un breve descanso una vez avancemos un poco.]

 

[Sí. Me gustaría saber la situación de Lynx, y Cerberus parece estarla pasando mal, y me gustaría darle a mi caballo un descanso.]

 

Cerberus, quien está corriendo con ellos, está galopando con su lengua por fuera.

 

[Enviaré a un par de hombres a mirar la ciudad. No es muy tarde para ir a la ciudad cuando escuchemos los reportes.]

 

Originalmente, habrían estado en el Fuerte Berg por ahora. Pero los inesperados eventos pasaron en una rápida sucesión, así que no les afectaría ser más precavidos.

 

[Vamos a tomar un descanso en dos más pasos. ¿Eso está bien para ti, Hiro?]

 

[Creo que merecemos un descanso ahora mismo.]

 

No es porque esté cansado o así; es simplemente porque su trasero le duele. Comparado a Hiro, Liz no parece estar sufriendo, y parece más calmada. Incluso su trasero se ve suave… casi estaba por revisar si estaba duro, cuando le llamó la atención y gritó.

 

[¡Liz! ¡Alto!]

 

Reaccionaron de inmediato, y esos caballos se detuvieron de pronto. Tris y los soldados que vienen desde atrás fueron lentos para notarlo y les pasaron antes de detenerse.

 

[¿Qué ocurre? ¿Te mordiste la lengua?]

 

[¡No es eso! ¡Hay un chico que está siendo atacado por allá!]

 

Sonó impaciente.

 

[¡Eso no es bueno! ¿Dónde está? ¿Quién está atacando?]

 

La cabeza de Liz se tornó al área en pánico.

 

[¡Por allá!]

 

Viendo a la punta del dedo índice de Hiro, la tensión desapareció del cuerpo de Liz de una vez.

 

[Ese no era un chico.]

 

[¿Eh? Se ve como un humano, pero…]

 

¿Estaba equivocado? Repetidamente se sobó sus parpados al pensamiento, pero fuera de su mira, algo que parecía como un a chico siendo atacado por una especie de ave que era dos veces más grande que un buitre.

 

[¡Tris! Sé que es un poco temprano, pero tomemos un descanso.]

 

[¡Ha!]

 

Liz se bajó de su caballo primero y le extendió su mano a Hiro.

 

[Sabes, el que se parece a un ave se llama Geldem, y el que parece un chico es un Goblin.]

 

Al descender con la ayuda de Liz, Hiro inclino su cabeza para ver al Goblin. Había monstruos hace unos 1000 años, pero no debió de haber ningún monstruo pequeño. Un pequeño cuerno estaba creciendo en su cabeza, ojos redondos, piel, y una cara de niño que le daba una apariencia de encanto. Usaba un traje verde con un gran ornamento y falto de una pieza, en su mano, sostuvo una rama y la movía al Geldem.

 

[¿No debimos ayudarle? Me siento muy, muy mal por esto.]

 

Incluso desde la distancia, podía ver que era desesperado cuando es así de pequeño, no se puede alcanzar, y no será capaz de repeler ataques enemigos desde el cielo. Hiro, quien se veía ansioso, está cerca de tomar la decisión de ayudar, pero Liz le tomo por el hombro.

 

[Si te llegas a acercar, serás atrapado, así que no te preocupes por eso.]

 

[Bueno, supongo que tendré que involucrarme.]

 

[No, no. Lo sabrás cuando lo veas un poco más.]

 

Liz luego se sentó con sus rodillas entre sí en el suelo. Tris instruyó a los soldados, diciendo “Vayan a revisar la ciudad”.

 

Los dos caballos cabalgaron por la densa y terrible hierba. Hiro miró a los feroces Goblins, pero tan pronto lo vio claramente, su cara se puso pálida.

 

Los Goblins salían del suelo en rápida sucesión. Uno de los Goblins escaló sobre la espalda de su compañero, y luego el otro Goblin saltó a lo alto. Es como si un pilar fuera formado y golpearan al Goblin con una ramita.

 

[Qué fue eso…]

 

[Los Goblins eran originalmente espíritus de la tierra. El Espíritu del Rey al parecer se enfadó con ellos y los hizo espíritus de la tierra en Aletia. Se llevan bien con los enanos. Solía verlos ayudarse con la herrería.]

 

La vista de ellos llegando a un oponente que es dos veces más grande que sus propios cuerpos, es impresionante, y están jugando con sus oponentes con rápidos movimientos que no dejan lugar al contraataque. Pero una ramita les está tocando, lo más seguro era molesto. Por eso, el Geldem solo parecía molesto y no parecía ser una molestia.

 

Siendo así— los Goblins son lindos, Hiro pensó.

 

[Si vas a ayudarles, probablemente habrías sido golpeado junto con el Geldem.]

 

[…Qué bien que no fui. Parece que es un molesto ataque.]

 

[Fufufu, sí. Pero los Goblins dan miedo cuando dejan de usar las ramitas.]

 

[¿Qué dices?]

 

[Hm. Tris casi estaba muerto por eso. Algunas personas incluso le llaman al ataque Goblin el “Meteoro de la Muerte”. Es como esperas de un antiguo espíritu.]

 

Un golpe que sería tan bueno para tomar la vida de Tris, da miedo. Cuando sintió un frío pasando por su columna, el Goblin lanzó la ramita y empezó a atacar. Pero la vista del Geldem soportándolo se sintió más de miedo. Eventualmente, la pelea terminó cuando el Geldem no pudo soportar más el ataque del Goblin y salió volando por el cielo.

 

[Por cierto, los Goblins solo son mujeres.]

 

Escuchó una palabra que llamo su atención, pero los soldados que se habían ido a revisar la ciudad acababan de regresar a tiempo. Estaban acompañados por un pequeño hombre maduro de buena vestidura. El hombre rápidamente bajo de su caballo y puso sus manos en su pecho y se puso de una rodilla, sin preocuparse el ensuciarse.

 

[Su Majestad Celia Estreya, es un placer conocerla por primera vez. Mi nombre es Kurt von Termier. Actualmente estoy a cargo de la delegación del Margrave Grinda en su ausencia.]

 

Liz se paró y puso una mano en su pecho de regreso.

 

[Mi nombre es Celia Estreya Elizabeth von Grantz. El Emperador me ha concedido el rango de General Mayor.]

 

Ya que es la Sexta Princesa, su agraciada e interesante cara es admirable.

 

[Lord Termier en funciones, ¿a dónde se ha ido mi tío?]

[Margrave Grinda está en el Fuerte Berg. Hace 4 días, el Principado de Lichtine nos atacó desde la frontera. De acuerdo al reporte, hay 2000 hombres. Aun así, gracias a la Doncella de la Guerra, la situación se mantiene como un punto muerto entre nosotros.]

 

Termier sostenía una sola carta para ella.

 

[Él dijo, si su sobrina se detiene en Lynx, dale esto.]

 

Liz tomó y rasgó la cera de sellado y miró por la hoja de papel. Asistió mientras estaba mordiendo sus labios varias veces y miro a Tris.

 

[¡Tris…!]

 

[¡Ha…!]

 

Los seis hombres de infantería pesada, incluido Tris, se dejaron de rodillas en el lugar.

 

[Nos vamos al Fuerte Bert. Pero primero, vamos a Lynx a descansar algo.]

 

Luego de unas batallas, montaron sus caballos al punto sin dormir. No importa lo bien entrenado que un soldado esté— aunque no hay señales de eso en la cara Tris y los otros, fatiga debía haberse metido claramente.

 

[¿También quieres leerlo, Hiro?]

 

[¿Está bien que me dejes leerla así de fácil?]

 

Él miro a Liz con algo de sorpresa. Aunque hay diferencias en sí, este tipo de carta personal es algo que no debería ser mostrado a cualquiera. Al menos eso es lo que Hiro es sabido. Pero, accediendo levemente, Liz le entrego la carta a Hiro. El contenido de la carta es—

 

Mi amada Elizabeth.

 

Me alegra que lograras llegar a salvo a Lynx.

Pero debemos tener una larga charla cuando nos volvamos a encontrar.

 

Te estaré esperando en el Fuerte Berg.

 

[Lord Termier en funciones. ¿Cuál es la fuerza de las tropas en el Fuerte Berg?]

 

[Toda la 3ª Armada Imperial traída por la “Doncella de la Guerra” es cerca de 3000 hombres.]

 

[Es una gran brecha.]

 

Era una gran armada de 12000 contra tres mil, así que no era sorpresa para Liz tener una cara de mala suerte. Hiro casi suspiro mientras se preguntaba qué hacer. Pensando en ello, Hiro no tenía estatus en este mundo. Si fuera a decirlo, sería menos que un plebeyo. Si no hubiera encontrado a Liz, se habría perdido en las calles. Si tal persona hiciera un plan de acción, no hay forma que sea adoptado.

 

Además, es un héroe de hace 1000 años. E incluso si dice eso, nadie le creería.

 

Liz puede confiar en mí, pero…

 

Como sea, planeo esperar hasta que pueda lidiar con la situación. Cuando el momento llegue, pensará en ello; no es muy tarde para decidir cuál es la mejor situación. Cuando Hiro miró arriba de él, el cielo azul era tan claro como el día, inconsciente de la presencia humana.

 

La ciudad fronteriza Lynx, una extraña ciudad donde el desierto y la pradera coexisten, está dividida en los distritos norte y sur. El Distrito Sur, la entrada a la ciudad, está localizada en el desierto, y normalmente las calles estarían pobladas con vendedores, pero debido a las señales de guerra, nadie ha abierto una tienda. Incluso los ciudadanos de clase más baja quienes viven aquí se han encerrado en casa. Solo hay unas cuantas personas aquí y allá en las posadas y tabernas.

 

En la parte norte de la ciudad, solía estar una diligencia para la nobleza. Ahora está llena con aristócratas que han empacado sus pertenencias para evitar ser atrapados en la guerra, creando una desolada atmósfera.

 

Desde allí, el camino los llevará a la mansión del Margrave Grinda. En el primer piso de la mansión, cerca el pasadizo que lleva a los baños, hay un cuarto lleno con la historia de la ciudad y la historia del imperio.

 

El cuarto cuadrado está lleno con libreros en los cuatro lados, conteniendo tanto nuevos y viejos libros. Libros que no cabían allí se colocaron en el piso. En el centro del lugar, también llamada librería, un gran escritorio, robusto y sin gala, parado allí como el maestro del cuarto.

 

Debajo estaba la figura de Cerberus, ahora escondido, no el majestuoso perro blanco, sino su tembloroso cuerpo como un cachorro empapado en la lluvia. Una pila de libros ocupó el escritorio, y por el mismo, un hombre estaba leyendo con sus caderas abajo al suelo. Era un chico de cabello y ojos negros con una cara que podía ser descrita tanto patética y sumisa— Hiro.

 

[Huh… esto es embarazoso.]

 

Hiro puso el libro que estaba leyendo en el escritorio y luego puso sus dedos para aflojar sus cejas. Se sintió como si estuviera viendo una historia negra de uno de 8º grado.

 

Cada libro mencionaba al Primer Emperador, y claro, con él también en ello, con el nombre que fue llamado Schwartz. Para Hiro, fue hace tres años; para este mundo, fue hace 1000 años. Incluso lo hicieron una deidad, y solo pensar en ello hizo que le doliera la cabeza.

 

[Pero esto es raro…]

 

Tres años atrás, a la edad de trece años, debió haber regresado a su hogar. La Tierra, de Aletia. Sin embargo, todo el saber popular decía que Hiro está viviendo su natural vida como el Segundo Emperador.

 

¿Quién es este Schwartz?

 

Los pensamientos de Hiro llegaron a una posibilidad, pero de inmediato la sacudió para aliviarse.

 

— Eso fue hace 1000 años. No importa lo que diga ahora, no lo cambiaría.

En un intento para cambiar su humor, llevo su mirada fuera de la ventana. Las nubes de la puesta de sol que se extendían desde el cielo oeste estaban jugando trucos con el sol que estaba flotando en el trasfondo.

 

Con la luz entrando por esa ventana, saco una carta desde el bolsillo interior de su uniforme. Le fue dado por el Primer Emperador Altius antes que volviera a su mundo original.

 

[Bueno, parece como una carta espiritual, pero…]

 

El libro tenía una lista de imágenes de cartas iguales, pero no eran simples o gruesas. No sabía qué es eso o cómo usarlas.

 

[No se parece a la del “Emperador Celestial”…]

 

La bendición del Espíritu del Rey es un poder “Exterior” que existe fuera de los límites de la sabiduría humana. Cuando Hiro vio al espacio vacío, un sonido de romper se escuchó, y una grieta apareció. Una empuñadura blanca salió de allí como si estuviera arrastrándose lentamente.

 

Viendo bajo la cintura, el mango del “Emperador Celestial” desapareció como si hubiera sido cortada. Cuando tomó el mango que flotó en el espacio y se salió, el “Emperador Celestial” desapareció de su cintura y apareció en la mano de Hiro.

 

— Has ganado el favor del Emperador Celestial.

 

Y entonces recordó que Altius lo había dicho cuando se lo mostró.

 

…El espíritu de la espada tenía una mente propia.

 

Con un deseo, el “Emperador Celestial” se materializo por la puerta entre Aletia y el espíritu del cielo. Tan pronto como lo libero, se desapareció en el aire justo antes de caer al suelo. Mientras el silencio caía en el cuarto, una tranquilidad se esparcía como una onda.

 

Oscuridad tranquilamente sello el cuarto. Los sonidos de pisadas se acercaron con un sonido sordo y llamativo. Un rato después, la puerta se abrió, y una chica de pelo rojo entro, viéndose enojada.

 

[¡Cerberus! ¡Sé que estás aquí!]

 

[¡Bufuh!]

 

Girando a ella, Hiro se asustó al punto del asombro malévolo. Cerberus se escondió tras la espalda de Hiro con sus orejas puntiagudas levantadas.

 

[¡Hey! Ven aquí. O al menos lava tus pies.]

 

Liz se acercó y llego a Cerberus, pero el lobo solo gruño con descaro. Viendo a sus ojos, ardían como si hubiera encontrado a su némesis. Estaba firme con su voluntad de no moverse una pulgada.

 

[¡Dios! ¡Por qué odias tanto los baños!]

 

[Uh… lo siento, Liz, siento interrumpirte, pero ¿tienes un momento?]

 

[¿Qué?]

 

[Bueno, uh, ¿por qué no estás usando ropa?]

 

[Para llevar a Cerberus al baño. Me mojaría si me quedo en ropajes. Es por eso que me las quite. Y estoy cubierta apropiadamente con una toalla, así que no importa.]

 

[No, sabes qué… eso no es bueno.]

 

Era cierto que la toalla escondió solo la parte más importante. Era muy difícil de juzgar, pero Hiro alejo la mirada para evitar ver lo más imposible y solo concentrar su mirada en su cara.

 

Esa era compasión en su mirada, pero por una vez, no tuvo elección.

 

[Cerberus, ¿puedes ir al baño por mí?]

 

Tuvo que hacer algo antes que Tris llegara. Como se esperaba, no hay excusa para esta situación. Forzando su brazo alrededor del cuerpo del lobo, el cual se rehusaba al agitar su cabeza, Hiro lo entrego a Liz.

 

[¡Hey! ¡No te hagas el loco!]

 

[…]

 

Hiro no pudo decir algo, frunció sus ojos abiertos. Un ataque de poder, el cual nunca había sentido con el Espíritu de la Espada, se estaba reuniendo en su parte baja. Al mismo tiempo, olvidó respirar, y su cara se puso roja.

 

— Oxigeno.

 

Es la cosa más importante para las personas. Podía decirse es esencial para la vida.

 

[¡Buhah!]

 

Hiro finalmente pudo volver a sus sentidos al recordar cómo respirar. Y de la entre puerta, había una presencia viendo a Hiro.

 

— Era Tris.

 

Lo que flota en su cara no es enojo o tristeza; es algo muy extraño. Mientras Tris se acercaba lentamente, Hiro se quedó de rodillas con una inmediata decisión.

 

[Por favor. Solo pido que salves mi vida.]

 

[Chico, necesito preguntarte algo.]

 

[Haré lo que sea para ayudarte… así que perdona mi vida.]

 

[¿Vida? Qué es eso… ¿qué has estado diciendo desde hace rato?]

 

[¿Huh…?]

 

[¿Me estás escuchando?]

 

La cara de Hiro quedo abajo. Se dio cuenta que la conversación no era igual. Al parecer, la apariencia de Tris no era por Liz estando desnuda. Se alegro de darse cuenta de eso. Si hubiera continuado la conversación como era, lo habría confesado por su cuenta.

 

Hiro levanto la mirada con una sonrisa en su rostro.

 

[¿Q-Qué puedo hacer por ti?]

 

Tris miro con duda al extraño comportamiento de Hiro, pero de inmediato se frenó con su boca en una forma que lo hacía difícil de decir.

 

[Bueno… Nah. Hubo muchas idas el otro día, así que fue algo difícil.]

 

Como esperaba, no era por Liz. Por raro que es, suspiro del alivio y escuchó las palabras de Tris.

 

[Déjame hacerte una simple pregunta. Chico— ¿cuál es tu verdadera identidad?]

 

[A qué te refieres…]

 

Los rayos del sol se reflejan y brillan, y una espada fría llego contra su cuello.

 

[Dependiendo de tu respuesta, puedes perder tu cabeza.]

 

[…]

 

Pudo ver en los ojos de Tris que es serio.

 

[Te tengo confianza, chico. Estoy en deuda contigo por salvarnos de la muerte. Pero no puedo hacer ojos ciegos a tal demostración de poder.]

 

[Bueno, tienes razón.]

 

[Le pondría una mano a mi benefactor si la princesa saldría mal parada. Creo que es todo.]

 

Hiro trago su salida y limpió su garganta.

 

Soy el Segundo Emperador. Si dijera eso, su cabeza probablemente rodaría en el suelo. Pero eso no significa que pueda decir que es de la Tierra. Su cabeza caería si dijera eso. Mientras Hiro dudaba en cómo responder, Cerberus llego corriendo al cuarto con una asombrosa velocidad. Su apariencia es la misma cuando fue tomado por Liz— En resumen; debe haber escapado.

 

[Está bien. ¡He cambiado mi ropa así que no te dejaré ir más!]

 

Liz llego al cuarto también, gruñendo y quejándose, y—

 

[¡Tris! ¡Qué estás haciendo!]

 

Se dio cuenta que Tris apunta su espada a Hiro y corrió a él. Justo así, ella tomó el cuello de Hiro y lo hizo abajo, entonces levanto la mirada y miro a Tris.

 

[¡No sé lo qué está pasando, pero es un hecho que es mucho!]

 

[Su Majestad…]

 

[Silencio. Y aleja tu espada.]

En un tono evasivo, Tris se dejó en una rodilla con su espada envainada. El cuerpo de Liz deja una dulce esencia.

 

[Tris. Explícame exactamente qué pasa.]

 

[Liz. Justo a tiempo para escuchar algo.]

 

Hiro también se sentó y se quedó entre ellos.

 

[¿Qué?]

 

[—Acerca de quién soy. Estoy seguro que se han preguntado por eso.]

 

[Si no quieres decirme, está bien. No me importa si no quieres.]

 

Viendo sus ojos vacilar, Hiro dudo un poco antes de palmear su cabeza. Hiro le chasqueo a Liz, quien lucía con el corazón roto, como un niño que había sido separado de sus padres.

 

[Está bien. Es solo que quiero decirlo.]

 

[Bien, muy bien. Escucharé lo que Hiro tenga que decir.]

 

[No es tan complicado como suena—]

 

Luego de un rato, Hiro murmuro.

 

[Soy un descendiente del Segundo Emperador.]

 

[¿Huh…?]

 

[¿Nuh…?]

Si fuera a ser honesto con algo, tendría que contar una historia de hace mil años. Pero, tenían que irse mañana, y no había forma que pudiera explicarlo en medio día y así. Así que decidió mentir.

 

[Si me pides una prueba, diría que es el color de mi cabello y ojos. Es como una herencia genética.]

 

[…]

 

[…]

 

Hiro continúo, preguntándose en su silenciosa reacción.

 

[Por cierto, creo que se me permitió entrar al Bosque Anfang por la línea de sangre del Segundo Emperador.]

 

[Hiro. ¿Sabes lo que eso significa?]

 

Hiro inclinó su cabeza a Liz, quien pregunto con una seria apariencia en su rostro.

 

[Eh, ¿a qué te refieres?]

 

[Si eso fuera cierto, entonces Hiro sería el heredero al trono.]

 

[No es cierto. Solo soy un descendiente.]

 

[Digo, ¿del Héroe de Guerra?]

 

[Sí… supongo, pero…]

 

[Entonces serás el último de la Familia Imperial. Quizás.]

 

[¿Por qué?]

 

[Porque el Primer Emperador dejo la última petición.]

 

[¿La última petición?]

 

[Sí. Menuda rara petición, ¿huh?]

 

Liz miró a Tris, quien estaba en silencio.

 

[Si alguien clama ser un descendiente de Schwartz, asegúrense en el Templo del Espíritu del Rey. Si lo es, dadle el estatus que se merece. El Espíritu del Rey maldecirá a aquellos que violen está última petición. Y—]

 

— Altius… ¿qué estabas haciendo…?

 

Es un hombre listo. Pudo haber tenido un indicio de lo que iba. Quizás se aseguró que no habría inconveniente cuando sea que Hiro volviera a la era. Sin embargo, era un terrorífico hombre que ha predicho que se llamaría a sí mismo un descendiente.

 

[Así que, puedes ser un miembro de la Familia Imperial. ¿Estás feliz?]

 

Una sonrisa apareció en la boca de Liz mientras envolvía sus brazos su alrededor. Si Hiro no hubiera sido tan insensible, pudo haber sentido que ella estaba enamorada de él. Pudo haberse dado cuenta que no era amor que se alza de las diferentes medidas sociales.

 

Pero Hiro hizo una gran sonrisa al inesperado giro de eventos y le pidió a Cerberus ayuda, pidiendo algún consejo que pudiera darle. Como si estuviera arraigado lo que paso antes, fue ignorado mientras Cerberus giraba y se alejaba.

 

[…Fumu, supongo que ahora está bien.]

 

Con una inconveniente expresión en su cara, Tris se paró con un sentimiento de desaprobación. No es sorpresa que decir sus origines no explica el misterio de su poder, pero con Liz en frente a él, no tiene más opción que dejarlo.

 

[Pero otra vez, no sabía que Hiro fuera un descendiente del Segundo Emperador. Bueno, supongo que es una pena que no fueras un espíritu.]

 

Quería modificarlo, preguntándose si aún estaba por sacar más cosas, pero había más cosas importantes que hacer.

 

[Um, ¿por favor puedes no decirle a nadie que soy un descendiente del Segundo Emperador?]

 

[Lo sé, lo sé. No estamos en esa situación justo ahora, y algunas cosas igual me molestan…]

 

[Sí… gracias.]

 

Aunque se metió en esto, su mentira había hecho las cosas incluso más complicadas. Esto podía ser a lo que se refieren por un astuto maquinador dibujando su propio plan. Suspiro al hecho que nada iba como quería con su vida en este mundo alternativo. La mente de Hiro se aceleró desesperadamente con pensamientos del futuro.

 

____________________________

 

El Fuerte Berg está rodeado por el desierto. La villa más cercana está a un día de camino, y dos días a caballo está la ciudad fronteriza de Lynx.

 

Aunque se dice estar en la línea frontal de sur, los dos países, Principado de Lichtine, los cuales usan el sistema de esclavitud y el Gran Imperio Grantz, ni siquiera han tenido una pelea en años, y podía decirse que sus relaciones están bien. Por ello, aunque el Fuerte Berg está bien mantenido, no es confiable y no es muy robusto cuando miras a una batalla de larga duración.

 

En una pequeña colina de tal fuerte– la armada de Lichtine estaba estacionada allí. Había un aire de tranquilidad que hacía difícil creer que era tiempo de guerra. Aunque algunos de los guardias estaban allí, la mayoría estaban sentados en el suelo haciendo nada.

Los oponentes solo eran tres mil, y la armada de Grantz fue confinada a un vulnerable fuerte que se acabaría si fueran atacados. Quizás era algo natural para ellos pensar que habían ganado.

 

Un caballo galopa entre los soldados que parecen poder beber tal licor. La persona en el caballo tiene una ropa roja envuelta en su brazo, la cual es la prueba de un mensajero. El mensajero bajo de su caballo en frente de la tienda del comandante de la armada de Lichtine y se apresuró a la entada.

 

[¡Déjenme pasar ahora! ¡Es una emergencia!]

 

[No. Incluso si eres alguien conocido, aún tengo que hacer una inspección física.]

 

Dos soldados parados frente al mensajero. Con una pista de molestia en su voz, el mensajero dijo; “No tenemos tiempo para hablar. ¡Algo terrible ha pasado!” Los dos soldados en guardia se miraron entre sí como si estuvieran confundidos por las palabras del mensajero.

 

[Entiendo. Pero no digas que no has pasado apropiadamente por la revisión.]

 

El soldado en guardia bajo sus hombros y giro su cuerpo al costado. El mensajero de inmediato se metió a la tienda.

 

Había varios hombres adentro. Todos lanzaron una burlona mirada al mensajero. Es normal, había sido sacado, pero quizás porque estaba en apuros, el mensajero abrió su boca sin dudar.

 

[¡Tres mil fuerzas separadas han sido destruidas! ¡Vile-sama, a pesar de su tremendo esfuerzo, fue asesinado en batalla!]

 

El lugar estaba movido con la información que el mensajero había traído.

 

[Cállate.]

 

Un grito. Con solo eso, el lugar se tranquilizó. Quizás es por el inusual enojo mezclado con el sonido de la voz.

 

Rayhill Lemaire Lichtine. Es el heredero y el siguiente en la línea del Clan Lichtine.

 

[¿Qué pasó con el arma espiritual que mi idiota hermano tenía en su posición?]

 

Estaba más preocupado por lo que le pasó a la preciosa arma espiritual que la vida de su hermano. No hay espíritus en el Principado de Lichtine. Por eso, no podían obtener piedras espirituales. No es imposible comprarlas si pones algo de dinero, pero el intercambio es declinado por su país.

 

[Quizás está en las manos de la Sexta Princesa.]

 

[Qu… qué desastre. Ese idiota.]

 

Aunque solo estaba entrenando su cuerpo y no era muy listo, Rayhill no esperaba que su hermano pequeño perdiera al liderar tres mil tropas. De acuerdo a la información que le fue traída, la Sexta Princesa solo fue capaz de tener unos cientos. ¿Podía ser que… fue atrapado en una trampa?

 

Rayhill miró a la fuente de la información, el hombre con capucha.

 

[¿Qué es? ¿Tienes algo que decirme?]

 

[¡Dijiste que tres mil serían suficiente para capturarla! ¡Y que la Sexta Princesa solo tiene menos de cien guardas para protegerla!]

 

[¿No te atreves a decirme que he te he traído información falsa?]

 

Un instinto asesino salió del hombre en capucha. Rayhill bloqueó la presión.

 

[N-No… no dije eso. Debe haber un error…]

[También me dijiste no subestimar al Espíritu de la Espada. Aunque la Sexta Princesa aún tiene que ser manejada, la original Emperador de las Llamas puede asesinar a miles de enemigos.]

 

[Así que… ¿dices que ella lo ha dominado?]

 

Rayhill pregunto, y el hombre encapuchado agitó su cabeza.

 

[No creo eso. Pero es algo que tiene que ser prioridad.]

 

El hombre encapuchado pensó en la situación. Y Rayhill se sentó en su silla. El plan era solo capturar a la Sexta Princesa y entregársela a este hombre. Luego de eso, todo lo que tenían que hacer era asegurar esclavos en el territorio de Margrave Grinda y regresar a salvo a casa.

 

¿No debí tomar el reto?

 

Ha conocido a este hombre encapuchado por bastante tiempo y ha intercambia cartas con él por años. Ahora, le envió una carta diciendo, “Si capturas a la Sexta Princesa, yo te daré un centenar de Monedas de Oro de Grantz y dos Armas Espirituales como recompensa por tu éxito.” Lo rechazó, claro, ya que no confiaba en él. Sin embargo, luego de repetidas peticiones y pago avanzando por un arma espiritual, Rayhill de inmediato persuadió a su renuente padre y junto a las tropas.

 

Sobre todo, fue tentado a decir que la 4ª Armada Imperial no se movería.

 

También estaba escrito para indicar que no importaba cuánto alborotaran el territorio de Margrave Grinda, el Gran Imperio de Grantz no tomaría represalias contra el Principado de Lichtine.

 

Si fuéramos a retirarnos ahora… nos dejaría un mal sabor de boca.

 

Luego de tomar una decisión, Rayhill volvió al hombre encapuchado.

 

[¿De verdad la Sexta Princesa no está explotando el poder del Emperador de las Llamas?]

[Sí, no creo que lo hiciera. Lo aseguro.]

 

El hombre asistió. Rayhill confirmó.

 

[Así que, ¿la 4ª Armada Imperial no se moverá tampoco?]

 

[¿No cree en mi palabra?]

 

El hombre encapuchado río, su garganta temblando. Rayhill siseó en duda.

 

[¡Claro! ¡No solo hemos perdido tres mil soldados, sino también hemos perdido a nuestra arma espiritual!]

 

[Entonces te diré algo.]

 

Encogiendo sus hombros, el hombre encapuchado tomó un arma de atrás de su capa y la coloco en el escritorio. Era un arma spiritual decorada con plata y oro.

 

[Si capturas a la Sexta Princesa, añadiré otra cosa más. Te daré 200 monedas de oro.]

 

Rayhill se puso rígido a la recompensa, la cual era muy irrazonable. Entonces la mano del hombre encapuchado llego a él.

 

[Y te daré esto también.]

 

El hombre encapuchado tenía una bola en su mano que parecía una nuez.

 

[¿Qué es eso?]

 

[Bueno, bebe. Es un milagro que se desbloqueará el poder de tu arma espiritual.]

 

Nunca escucho eso. Rayhill inclino su cabeza mientras recibía la bola.

[No es un veneno, ¿cierto?]

 

El hombre encapuchado se río con disimulo cuando lo vio escéptico.

 

[Supongo que de eso es la medicina. Si no confías, lo arrojare.]

 

Rayhill miró el arma espiritual en el escritorio y luego levanto el borde de su boca.

 

[Confío en ti.]

 

Arrojo la bola en su boca y la trago. Luego, reviso su propio cuerpo.

 

[¿En serio… funciona?]

 

[Creo que tomará tres días para que surta efecto.]

 

[Hm. ¿Así es eso… entonces debería atacar el Fuerte Berg en tres días?]

 

[Sí, sería lo ideal.]

 

El hombre encapuchado dijo eso y se paró.

 

[Entonces, si me disculpas.]

 

Antes de dejar la tienda, el hombre encapuchado giro una vez más.

 

[Si me decepcionas— ya lo sabes, ¿verdad?]

 

Cuando Rayhill suspiro y miro a la entrada, el hombre ya no estaba allí.

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En el 1º de junio, 1023, del año imperial, cuando la Sexta Princesa y su equipo llegaron al Fuerte Berg. No había señal de un asedio del enemigo, y la armada del Principado de Lichtine estaba simplemente colocando sus posiciones a distancia y se miraron entre sí.

 

Tris dio una señal a los soldados en guardia, y la puerta de hierro fue abierta. Una vez dentro, lo que llamó su atención fue la plaza central. Principalmente es tratada como un terreno de entrenamiento para soldados, y cuando miras al este, hay muchas oficinas de oficiales, mientras que al este, hay una fila de tiendas donde los soldados están.

 

La torre central, la cual alberga el centro de comando de operaciones, un gran baño, y el comedor, puesto al norte. Guiado por los soldados, Hiro y los otros entraron a la torre central. Luego de caminar en la escalera espiral, a una corta distancia, llegarían al cuarto de comando de operaciones.

 

En el muro este del cuarto estaba un mapa del continente central, y a la par estaba un mapa del mundo. Hay sillas para diez personas en el centro del cuarto, colocadas a lo largo del escritorio. Una bandera de la cresta de un león de oro en un trasfondo blanco y una bandera de cresta de rosa en un trasfondo café estaba erigida por la ventana viendo la plaza central.

 

Cuando Hiro y los otros aparecieron, tres hombres y una mujer dentro se pararon de sus sillas y les saludaron.

 

El primero en acercarse era un elegante caballero con barba. Usaba una buena armadura y abrazó a Liz con un claro sonido.

 

[Buen trabajo en llegar aquí a salvo. Has crecido luego de un buen tiempo de no verte.]

 

[¡Tiempo sin verle, Tío Grinda!]

 

Los dos estaban felices de verse otra vez. Mientras Hiro los observaba sonriente, se dio cuenta de una mirada y giro su cabeza para ver a una delicada chica parada allí.

 

Su delgado y flexible cabello plateado brillaba en el flujo de la luz del sol metiéndose por la ventana. Su cara era pequeña, y sus ojos estaban ahuecados, se parecía a un pequeño animal, te hace querer protegerla. Sus flequillos estaban recortados lo suficientes para ocultar sus cejas, para contribuir más a su juventud.

 

Quizás era el color plomo de sus ojos, o tal vez era su inexpresividad que le daba una fría impresión. Era incluso más baja que Hiro, quien era consciente de su baja estatura. Usa un uniforme militar negro, pero las mangas son tan largas que sus manos están escondidas a la vista. Estaba usando un uniforme militar tan grande que la palabra “Holgado” le quedaba.

 

Me pregunto si es un soldado. Creo que es muy joven para eso.

 

En su mano izquierda, estaba sosteniendo un libro que lucía familiar. Hiro trato de recordarlo, pero sus pensamientos fueron interrumpidos con la chica acercándose.

 

[¿Quién eres…?]

 

Ella dijo con una expresión seca y una apariencia aturdida. La chica parece estar viendo a Hiro, pero sin mirarlo exactamente, y tenía esa extraña atmósfera.

 

[Q-Qué idiota…]

 

Escucho un gruñido. A la par del lugar donde la chica estaba al inicio, un guapo hombre con cabello café estaba viéndolos con una cara de sorpresa.

 

¿Qué es eso…?

 

Mientras Hiro inclina su cabeza y se pregunta, las mangas de su uniforme estaban colgando, causando que sus ojos regresaran a la chica otra vez.

 

[¿Quién eres…?]

 

[Mi nombre es Hiro. Y soy un plebeyo.]

 

[¿Hiro… Hiro… Hiro? Hiro, Hiro, Hiro, Hiro.]

 

Hiro sonrió amargamente a la chica que empezó a murmurar y dijo su nombre. Por favor deja de decir el hombre de las personas como si fuera el llanto de un animal.

[Ya veo…]

 

La chica asistió y tocó sus largas mangas antes de sostener su blanca mano. En eso algo estaba envuelto en papel.

 

[Te lo daré. El Segundo Emperador Manju.]

 

[G-Gracias…]

 

Estaba sorprendido que hubiera una cosa como el manju en este mundo, pero lo aceptó. Calentado por piel humana, es un poco difícil de comer. Puede ser una recompensa para cierto tipo de ser humano… Ahora, el chico guapo de cabello café estaba mirando a Hiro con una fuerza que estaba por hacerle llorar lágrimas de sangre. Si le pide un apretón de manos, una espada probablemente saldría.

 

En frente de los desconcertados ojos de Hiro, la chica puso su mano en su pecho mientras bajaba sus largas mangas.

 

[Trea Luzandi Aura von Bunadara. Mi rango es General de Brigada. Llámame Aura.]

 

[Qué cortés…]

 

Hiro inclino su cabeza mientras le toma interés a tal confiable chica, y luego levantó su cabeza y miro a la chica en serio.

 

[¿Qué…?]

 

[Um, ¿puedo hacerte una pregunta?]

 

[No importa. ¿Qué es?]

 

Inclino su cabeza con una gran sonrisa en su cara. Es una inexpresiva pero entrañable cara.

 

[¿Eres la rumoreada Doncella de la Guerra?]

 

[Sí.]

 

Ella respondió de inmediato sin dudar. Además, ser llamada la Doncella de la Guerra es solo como una cosa trivial para ella, pero su cara parece haberse suavizado un poco, y se puso orgullosa. La chica una vez fue conocida como la “Doncella de la Guerra”, y admiraba su apodo. La persona más joven en ser seleccionada como un miembro del personal del Tercer Príncipe, y un prodigio que sirve como jefe del personal a sus solos 17 años.

 

¿Cómo podía ser tan pequeña? Para empezar, Hiro estaba sorprendido que era más adulta que él.

 

Así que esta chica era…

 

Mientras Hiro se echaba atrás por el inesperado hecho—

 

[¡Oomph!]

 

Aura desapareció de la vista con una voz como de un anciano. Cuando lo siguió con sus ojos de prisa, encontró a Aura siendo presionada y siendo tomada en sus mejillas por Liz.

 

[¡Aaw, qué linda! ¿Qué es esto? ¡Es tan suave!]

 

[…]

 

[Así que esta es la Doncella de la Guerra. ¡Increíble! ¡Pude haber perdido ante esta abrumadora lindura!]

 

[…]

 

Con una deprimida apariencia en su rostro, Aura se dejó ir con Liz. No estaba seguro si ella no se resistió porque Liz era una Princesa Imperial, incluso si era una depravada, o porque fuera un lío, pero Hiro decidió detener a Liz ya que Aura no parecía gustarle la situación.

[Liz. No parece que le guste, así que para.]

 

[¡Pero ella es tan suave!]

 

Oh, supongo que no queda de otra. Hiro murmuro y se hizo atrás. No es que tuviera miedo por esos ojos asesinos o algo.

 

Lo siento. Así que no me mires así, dijo eso Hiro.

 

Se disculpo con Aura, quien estaba mirándolo con una cara de resentimiento y luego decidió dejarlo hasta que Liz se aburrió. Luego el elegante tío llego al costado de Hiro.

 

[Hola. Creo que has escuchado de mí por Liz, pero déjame presentarme.]

 

El tío extendió su mano, y Hiro la tomó. Parece delgada, pero es obvio que sus manos son fuertes y no les falta entrenamiento.

 

[Soy Luzen Kiork von Grinda. Soy el Margrave del territorio de Grinda. Siéntete libre de llamarme Tío Kiork.]

 

[Soy Hiro. Bueno, creo que solo te llamaré Kiork-san.]

 

¿Cómo puede llamar a tal excelente persona tío? Kiork murmuro en silencio. [Parece que aún es temprano.] pero Hiro no lo escuchó.

 

[Mis disculpas.]

 

Y luego de ser rechazado por Hiro, Kiork fue hacia Cerberus y Tris. Como si lo reemplazara, un guapo tipo con cabello café apareció frente a los ojos de Hiro.

 

[La tensión aquí está por estallar por ustedes chicos. Bueno, hay 12000 oponentes, así que probablemente es mejor ponerse nervioso, pero todas las cosas se arruinan.]

 

El guapo tipo de cabello café sostuvo su mano con un bufido. Hiro apretó la mano del tipo de cabello café, el cual reaccionó como un tsundere.

 

[Soy Lawrence Alfred von Spitz. Un vizconde y oficial de segunda clase. Ahora mismo soy ayudante de Aura-sama. Puedes llamarme Spitz-sama.]

 

Los oficiales militares del Gran Imperio de Grantz son principalmente del sector militar, y también hay oficiales civiles y oficiales administrativos. Los rangos de primer, segundo, y tercero son los oficiales más altos, y el cuarto, quinto y sexto rango son los oficiales más bajos. Por cierto, Tris, es un oficial militar de tercera clase.

 

[…Entonces te llamaré Spitz.]

 

[Bueno, no me importa igual.]

 

[Sí… bien.]

 

Hiro pensó que era el tipo de chico que se negaría el pedirle llamarle sin honoríficos, pero parece que es diferente. Era solo un poco inmaduro, eso es lo que Hiro pensó.

 

[¿Cómo puedo yo, un noble, ser ofendido por un plebeyo?]

 

Dijo eso en un tono sarcástico, lo cual hizo que Hiro se retractara de su previo dicho.

 

[Ah, bien… tengo algo que decirte, asistente.]

 

[¿Qué es?]

 

[¿No deberías estar ayudando a Aura?]

 

[Soy un noble del Gran Imperio de Grantz. Puedes no saber esto como un plebeyo— pero ¿cómo puedo darle una orden a Su Majestad?]

 

Cruzo sus brazos en una pomposa forma y dijo eso.

 

[Y mirar a dos bellas doncellas entrelazadas. Estoy satisfecho solo con eso.]

 

Este chico no tiene un gramo de tensión, Hiro pensó.

 

Como sea, luego de alejar con éxito a Liz de Aura, cada uno se puso en sus sillas junto a la mesa. Liz fue la primera en abrir su boca.

 

[¿Por qué la Tercera Armada Imperial de la Doncella de la Guerra está aquí?]

 

Liz inclino su cabeza y pregunto, siendo suficiente, Spitz se puso rígido y sobo sus ojos con algo de negligencia. Hiro frunció sus ojos al comportamiento de Spitz y miró cada movimiento que hace para asegurarse de no perderse nada.

 

[D-Déjame explicar esto—]

 

Spitz se paró con vigor, pero una larga manga estaba aplastando su rostro. Era el trajo de Aura, cuyas manas están colgando.

 

[Se los diré. Señor Spitz, por favor siéntese.]

 

[S-Sí…]

 

Con una intimidación sobrenatural liberada, la fuerza dejo las rodillas de Spitz, y se sentó en su silla. Aura, quien estaba a su par, se paró, tomó un respiro, y llevó su atención a Liz.

 

[Estoy aquí para capturar a Su Majestad.]

 

¿Alguien escuchó el sonido del aire agrietarse?

 

Un extraño sonido incurrió en un cuarto lleno de silencio. Fue un profundo sonido, pero puedo haber sido solo un sonido. Sin embargo, hay solo persona que lo notó.

Era Hiro, el único que llego al abismo. El espacio en su mano se agrieto, y un pequeño pomo emisor de luz sobresale. Dependiendo en cómo el oponente llegue, él sacará al “Emperador Celestial”. La expresión en la cara de Hiro decía eso, pero esa oportunidad nunca llego.

 

[Pero no tengo la intención de hacerlo. No te preocupes.]

 

La tensión pasó de la escena de una vez. El siguiente en hablar fue el tío de Liz.

 

[Bueno, hay muchas cosas, pero decidimos llegar a una tregua. La razón de esto es, como sabes, porque el Principado de Lichtine nos atacó. Lastimosamente, lo descubrí solo porque el Conde Bunadra me informó de ello.]

 

Una vez esas palabras fueron cortadas, Kiork continuo.

 

[Estaba sorprendido. Ondearon la bandera blanca que ya no habría pelea. Tan pronto como dude, un mensajero vino a mí y me dijo que el Principado de Lichtine estaba actuando sospechosamente.]

 

[Es natural. No tenemos tiempo para peleas familiares.]

 

Aura intervino.

 

[Es cierto… incluso si no estamos compaginados, el Gran Imperio de Grantz siempre debe ser fuerte ante las caras enemigas. Aunque hay algo que no cuadra dentro de esta cosa.]

 

Y le dio a la Doncella de la Guerra una muestra de eso, añadió Kiork, orgulloso.

 

Aura levantó sus cejas irritada y dijo. [Siquiera peleamos, así que no perdimos.]

 

Ella inflo sus mejillas. Es un gesto bastante lindo. Hiro le dio una sonrisa amarga. Liz, sentada a su par, también le mando una apasionada mirada a Aura, quizás porque tenía algo que pensar, pero luego de un rato, puso su dedo en su mentón e inclino su cuello.

 

[¿Huh? Hablando de ello, tío, ¿qué pasó con la Cuarta Armada Imperial?]

[…Les he mandado varias cartas, pero no han respondido.]

 

Kiork respondiendo a las palabras de Liz, miro por el cuarto, y de pronto murmuro.

 

[Ahora que lo pienso; aunque no veo a Lord Dios.]

 

Y luego el ambiente cambió. Sin notar el cambio, Kiork continuó.

 

[Se supone que ha dejado el Fuerte Alto para recogerle, Liz… ¿puede ser que no lo encontró?]

 

Viendo a Liz con una sombría cara, Kiork parece haberse dado cuenta de su error. Aunque, las palabras que fueron dichas no podían deshacerse. Tris levantó sus cejas y llego en un intento de romper la rara atmósfera.

 

[Hubo una emboscada por las fuerzas del Principado de Lichtine cerca del pequeño país de Baum. En ese momento…]

 

[Ya veo…]

 

Los hombros de Kiork cayeron mientras descansaba su espalda contra la silla. Kiork debía de saber que tres mil tropas separadas del Principado de Lichtine estaban dirigiéndose en dirección al Fuerte Alto, pero viendo a salvo a Liz, debió haber pensado que Dios estaría a salvo también.

 

[He jurado encontrarme con él otra vez, pero…]

 

Cuando Hiro miro al rostro de Aura, también se veía sorprendida y aparto la vista.

 

[¿Ese “Ogro”…?]

 

Aura murmuro en silencio. Kiork también tenía lamentos.

 

[Si no hubieras dejado a las fuerzas enemigas separarse…]

 

Spitz, el ayudante de Aura, respondió eso.

 

[Ahora es momento de hablar de “ellos”. De hecho, los dejamos pasar sin más, pero sería suicidio perseguir tres mil tropas con nuestras espaldas contra la pared.]

 

Todos se pusieron de acuerdo. Si abandonan el fuerte y persiguen al enemigo, no solo serán atrapados cerca, sino también pueden ser atrapados en el fuego cruzado. El primer paso es derrotar a los doce mil hombres y perseguirlos, pero no es una prueba que pueda ser tomada así de simple.

 

[Pero Su Majestad se ha ocupado de las tres mil tropas despachadas.]

 

Aura prosigue.

 

[El enemigo sabría de eso por ahora. Sabes que son muy cuidadosos. El hecho que no nos estén atacando es prueba suficiente.]

 

Hiro asistió. El oponente sabría que Liz había entrado al Fuerte Berg. En cuanto porque no se estaban moviendo, uno tendría que preguntarse si aún estaban alterados por los cientos de soldados que habían derrotado a su número de tres mil, o que fueron incapaces de moverse debido a otro cierto factor.

 

[No tenemos tiempo de sobra, pero parece que podemos prepararnos para algunas cosas.]

 

Varias ideas llegaron a su cabeza… Hiro no estaba seguro cómo transmitirlo. Aunque, la indecisión fue de inmediato alejada porque Aura dijo eso con un espíritu de pelea.

 

[Ahora es nuestro turno…]

 

Una pequeña llama se encendió en los ojos de Aura. Kiork enderezo su postura y pregunto.

 

[¿Tiene alguna buena idea?]

[Vamos a salir del Fuerte Berg.]

 

[Solo tenemos tres mil aquí. No ganaremos si peleamos de frente.]

 

[Margrave Grinda se quedará en el fuerte con Su Majestad, solo por sí acaso.]

 

Entonces solo dos mil tropas tendrían que lidiar con una gran armada de doce mil. Hiro pensó que escuchó mal, pero viendo a su ayudante, Spitz asistió con orgullo en un lugar, no parecía ser ese el caso.

 

Kiork suspiro profundamente.

 

[Esto es absurdo. Sería mejor ir a la pelea juntos.]

 

[Estará bien. Solo déjamelo a mí.]

 

Aura no agitó su cabeza. Luego, trató de convencer muchas veces a Liz, pero continuó rechazándole.

 

Hiro de alguna manera se dio cuenta de las intenciones de Aura. Por algo, no podía coordinarse con los soldados del Margrave Grinda. Hay una diferencia en el nivel de habilidad, y sobre todo, es la caballería que ha traído con ella.

 

En contraste, los soldados del Margrave Grinda fueron hechos para infantería. Sería importante llenar sus debilidades sin destruir las fuerzas entre sí, pero sería malo ya que nunca habían entrenado juntos.

 

La otra cosa que podía pensar era que podía ser su propia forma de disculparse. Quizás sentía culpa por causar una confusión innecesaria en el territorio del Margrave Grinda. Como tal, Kirok dejo la persuasión y decidió tener otra reunión mañana, y el consejo militar fue terminado.

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Bueno, dudo que pueda ser persuadida.

Aura podía ser terca, pero probablemente también posee un fuerte sentido del deber. Hiro sonrió con amargura y se quitó su uniforme y lo lanzó al cesto.

 

Aun así, estoy sorprendido que tengan un baño aquí.

 

Un baño existe en la base de la torre central del Fuerte Berg. Parece ser usado más por los oficiales. Sin embargo, parece estar brotando del suelo, así que parecen ser aguas termales. Luego de lavar su cuerpo y sumergirse en agua caliente, Hiro suspiro admiración de su boca y entonces—

 

[Wow, hay mucho vapor.]

 

[Parece caliente.]

 

Oyó algunas voces familiares de mujeres. Bajo sus hombros y miró detrás de él. No era solo la figura de Liz sin ropa; Aura también estaba allí.

 

[¿Cómo está el agua? ¿No está caliente?]

 

Liz se acercó felizmente.

 

[…]

 

Las mejillas se Aura se rigieron al notar a Hiro, y su cara estaba roja de la vergüenza.

 

[Sí, eso es. Necesitamos echarnos algo de agua en nuestros cuerpos primero—]

 

Liz se agachó, puso sus manos en la tina, y empezó a verter agua caliente sobre su cuerpo.

 

[¿Por qué estás aquí?]

 

[Solo quería tomar un baño.]

[No, no es lo que estoy preguntando. Ahora estoy dentro.]

 

[Sí. Pensé en que iría contigo.]

 

Sintió tener una corazonada que ya no pensaba en Hiro como un hombre, pero ese no era el caso. Cuando miró a Aura, a diferencia de Liz, ella trató desesperadamente esconder su cuerpo con sus manos mientras su cara se sonrojaba.

 

[Hola… ¿Aura también quería tomarse un baño?]

 

Trató de llamarle, pero no hubo respuesta. Fuera de su visión, Liz estaba metiendo su cuerpo en la tina.

 

[Mm, se siente tan bien—]

 

Y cuando se acercó a Hiro, le vertió agua caliente, diciendo, “Eii, eii”. No importa cuánto vapor hubiera, aún podía ver lo que podía ver.

 

[Entra, Aura, deberías entrar también. Se siente bien.]

 

Aura miró a Liz con una cara que decía que no podía creerlo, pero decidió hacerse a la idea y entró a la tina con un gran salto.

 

[¡Hey! ¡Tienes que echarte agua caliente en tu cuerpo primero!]

 

La atención de Liz quedo fuera de lugar.

 

Si Liz es un gato, entonces quizás Aura es un perro.

 

Hiro pensó mientras se le salpicaba agua.

 

*************

Al día siguiente— como uno esperaría… Aura no podía ser persuadida, Hiro y los otros lo dejaron y estaban en el techo de la torre central del Fuerte Berg.

 

Este lugar es donde puede tener la vista entera del campo de batalla, pero la caliente luz del sol es una desventaja. Estaban sudando quisieran o no. Para distraer su mente, Hiro miró abajo del techo al parque central y vio tres mil caballos de caballería y setecientos de infantería alineados cerca de la puerta principal.

 

Si algo pasa, estarían en espera para salir al rescate de una vez. Por el otro lado de la puerta de hierro— había una armada de dos mil liderados por Aura en una extraña formación.

 

[Hey, ¿todo está bien…?]

 

Y entonces el sonido de una preocupada voz salió de la par de Hiro. Cuando Hiro volteó su cara al costado, Liz miro al suelo con una cara ansiosa.

 

[Aún creo que es mejor para nosotros quedarnos en la ciudad.]

 

[No, es una mala idea. Este fuerte es algo robusto desde fuera. Fácilmente puede caer si se expone al fuego enemigo por mucho tiempo.]

 

[¿No podemos esperar que la Cuarta Armada Imperial llegue?]

 

[Es un punto difícil. En primer lugar, no sabemos si la Cuarta Armada Imperial realmente viene. No deberías esperar mucho.]

 

[Ya veo—]

 

La cara de Liz cayó en decepción, pero de inmediato levanto la vista.

 

[Bueno, ¿no podemos pelear junto a Aura? Creo que es mejor darles un poco de probabilidades de ganar.]

 

[Los soldados del Margrave Grinda y los de Aura tienen diferentes niveles de habilidad. Si pelean juntos, pueden ser una carga en el campo de batalla. Pero si pelean por separado, solo serán destruidos individualmente.]

 

[Es complicado.]

 

[No tanto cuando tienes el mismo número que tu oponente, pero esta vez, ya te lo imaginas.]

 

Pero sería bastante difícil derrotar a doce mil con solo dos mil. Si el comandante fuera un inútil, serían eliminados al instante.

 

Pero cuando Hiro miro la extraña formación de Aura debajo de él, su boca se levantó y una sonrisa se formó en su cara. Dos mil soldados estaban compuestos de caballería pesada. Había cinco en línea horizontal con mil hombres como uno, y tres detrás de ellos, incluyendo la fuerza principal de quinientos como uno. Sería una tontería si iban a este punto, pero…

 

Ya veo… Formación de “Tridente”, huh…

 

Viendo la vieja formación, Hiro sintió que estaba en la vieja Alethia. El campo de batalla empezó a moverse como la primera ola de trompas empezando a actuar.

 

*************

 

De norte a sur, dos mil jinetes negros avanzaban lentamente. Son los “Caballeros Imperiales Negros” liderados por Aura, quienes claman ser la elite de la Tercera Armada Imperial.

 

Los caballos estaban envueltos en armadura. Se estaba envuelto en su cabeza en fuerte hierro. Los cuerpos de los caballeros usando pesadas armaduras negras sobre ellos los hacen tan grandes como osos. Con un fuerte viento, las banderas de la espada y escudo se agitan en el purpura suelo.

 

Un grito de batalla lleno de tensión fue entregado desde la posición del enemigo. No era irrazonable. A una edad joven de 17, Aura es la Jefa de Personal de la Tercera Armada Imperial y es conocida como la Doncella de la Guerra. Ya no había nadie en el Continente Central que no conociera de su existencia.

Las fuerzas enemigas habían dejado a sus arqueros en la línea frontal esperando por los Caballeros Imperiales Negros acercarse. Una mueca apareció en sus rostros. Naturalmente, su enemigo se formó solo de caballería. Aun así, estaban bastante armados de caballería sin movilidad.

 

Un gran número de flechas se dispararon del arco del enemigo y al momento cubrió su visión. No hay forma de saber qué escena apareció en la mente del otro, ya sea que el enemigo estuviera muriendo, o las flechas que estaban siendo bloqueadas por armaduras y escudos se rompiéndose cruelmente.

 

Aura sonrió. Alzó su mano izquierda. Un sonido de tambor, y toda la armada llego a un alto. Flechas cayeron en frente de los soldados en el frente. Por sorpresa, ni uno fue herido.

 

[Ahora es el momento— vanguardia.]

 

Ella levantó su mano al cielo y la ondeó. Tres tambores sonaron, y el frente de línea galopó al desierto, golpeando a sus caballos en la pansa mientras levantaban sus escudos de acero.

 

Las cinco unidades se fueron verticalmente para formar cinco líneas. Flechas fueron disparadas del enemigo, pero su mira era pobre, la mayoría perforó el suelo, y si impactaran, eran bloqueadas por los escudos. Entonces salió el caballo. Pero el caballo también está cubierto con armadura. Si es así, no hay otra forma más que apuntar a los ojos o pies, pero los líderes del escuadrón enemigo están confundidos, y sus ataques son pesados.

 

[Aura-sama. He pasado las instrucciones a cada líder de escuadrón.]

 

A la par de Aura, quien escuchaba el rugido de la herradura, era Spitz quien metió su caballo a su par.

 

[Entonces avanza sin ser notado por el enemigo.]

 

[¡Ha!]

 

Spitz levantó dos dedos y ondeó sus brazos al costado. Cada líder de escuadrón se aseguró de eso, y la línea trasera empezó a avanzar. El hecho que están usando caballos armados y armadura pesada no significa que las flechas no impactarán a los soldados.

Inevitablemente impactarían si toman unos cuantos golpes. Unos cuantos del equipo de avanzada cayeron al suelo y se volvieron en objetivos para las flechas enemigas. Viendo eso, Aura se puso rígida infelizmente.

 

[Haremos nuestro siguiente movimiento. Prepara los tambores.]

 

[¡Ha!]

 

Spitz levanto su brazo derecho y los de caballería en el fondo prepararon los tambores.

 

[Tomaremos la iniciativa antes que repongan su compostura.]

 

Aura extendió su brazo derecho al costado. Dos tambores fueron golpeados dos veces, y dos banderas fueron alzadas. Luego dos unidades se unieron juntas y empezaron a ir en círculo al borde del flanco izquierdo del enemigo. Si podían distraer y confundir la atención de los soldados enemigos al flanco derecho—

 

[Siguiente.]

 

Aura extendió su brazo izquierdo al costado. Dos tambores sonaron dos veces, y cuatro banderas se levantaron. Dos unidades se unieron juntas, y van al borde del flanco derecho del enemigo.

 

[Al final.]

 

Las largas mangas se movieron en el viento con Aura juntando sus manos. Cinco tambores fueron sonados, y cinco banderas fueron levantadas.

 

[A por ellos.]

 

La última unidad va al centro del enemigo. Al mismo tiempo, el ataque empezó del flanco izquierdo y derecho. Las fuerzas enemigas trataron de rebajar a sus arqueros, pero no pudieron hacerlo así a tiempo y fueron presa de las lanzas de la caballería pesada.

 

Aura ve la oportunidad en las confusas líneas enemigas.

 

[Toda la armada a la carga.]

 

Ella sacó la espada en su cintura y la libero y levanto en lo alto de los cielos. El arma espiritual es reflejada en la luz del sol. Se veía tan hermosa. Viendo la figura de su diosa, Spitz sacó su espada y la desenvaino.

 

[¡Todas las tropas, a la carga! ¡Victoria para nuestra Doncella de la Guerra!]

 

[¡Uoohhh!]

 

Los jinetes de armadura pesada respondieron al golpear la empuñadura de sus lanzas contra el escudo. Escuchando eso, Spitz se apresuró al frente de línea, y quinientos jinetes iban desde atrás con un abrumador sentido de intimidación.

 

La retaguardia y los flancos izquierdo y derecho, como el frente de línea, se distanciaron de la fuerza principal en un círculo para hacer un ataque de pinza. El frente de línea se encontró con los enemigos y se fueron por la línea principal enemiga como una sola lanza.

 

Mil quinientos jinetes se aproximan; los soldados enemigos en el frente de línea están al tanto de ello. Aunque, con una gran armada de doce mil, la transmisión de información será retrasada.

 

— Impacto.

 

Muchos soldados enemigos muestran sus espaldas donde las embocaduras de quinientos de la fuerza principal cayeron. Un soldado enemigo es aplastado y muere en un charco de sangre. Es como si un fangoso arroyo se llevará los árboles destruyendo los muros creados por personas. Es solo cuestión de pasar por el camino de la vanguardia, y los flancos de ambos lados estaban sacando a los enemigos para unirse a la fuerza principal.

 

[Sigan presionando a la línea principal enemiga así— ¡¿Huh?!]

 

Spitz gritó y luego lo miro con una cara de sorpresa.

[Lord Spitz, no hay margen de error. ¿Quiere morir?]

 

Eso fue por Aura, quien se suponía estar en el campo principal, estaba cabalgando en paz en caballo. Mientras levemente mueve su arma espiritual y asesina a los soldados enemigos, Aura se estaba adelantando.

 

[¡Qué está haciendo! ¡Es peligroso aquí!]

 

[Tengo un arma espiritual. Soy más fuerte que Lord Spitz ahora.]

 

[¡Es cierto, pero…! ¡No sabemos qué hay afuera! Tiene que volver ahora—]

 

Spitz miro atrás y notó que ya estaba lleno con soldados enemigos, no son muchos, pero no era suficiente para que solo Aura pasara. Los flancos izquierdo y derecho ya se habían unido, y todo lo que queda era unirse al equipo de avanzada y evadir la línea principal enemiga.

 

[¡Nunca me dejes, por favor nunca me dejes!]

 

Habiendo llegado tan lejos, no tuvo más que ir por ello. Además, al menos su moral será elevada.

 

La Doncella de la Guerra está con nosotros; no hay forma que podamos perder. El gozo de los soldados podía sentirse. En ese momento, las mejillas de Aura estaban empapadas, y miró al cielo con sus cejas levantadas.

 

[…No va bien.]

 

El cielo se había puesto negro. El sol, el cual había brillado tan deslumbrante, estaba empezado a corroerse. El tibio viento llevaba la esencia de la muerte de los enemigos, así como señales de lluvia.

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En tanto, la torre central del Fuerte Berg. Las personas en su techo también sintieron algo extraño en el cielo. Cabello carmesí danzaba en el viento que se hacía más fuerte. Liz sostuvo su cabello con una mano y le dio la cara a Hiro.

 

[Aura, y los otros son increíbles… no esperaba que llegaran al campamento enemigo.]

 

Liz señaló un tridente que caería en territorio enemigo. Hiro asistió en acuerdo.

 

[Eso es. Es una forma rara de ir, pero creo que hicimos un buen trabajo.]

 

[¿En serio?]

 

[Si fuera cierto, tendrían que abrir la puerta del centro del lado enemigo con infantería antes de poder hacerlo así. Pero Aura la abrió con su caballería. No es difícil de imaginar. Si las cosas salen mal, serán eliminados.]

 

Si los números en un lado son abrumadoramente pequeños, no es el primer método de guerra que escogerías a usar. Esto sería más de un atributo de un soldado bien entrenado que un elogio a ella.

 

Luego de unirse sin interrupción, la carga sin prisa, y el explosivo poder viniendo de ello. Luego de eso, cuando el enemigo fue distraído por la línea frontal y se marcharon, el liderazgo de Aura fue brillante. Fue una increíble vista de admirar. Esto es algo que puede decirse porque son aliados, pero hay algo irresistible para el enemigo.

 

[¿Pueden ganar?]

 

[Si las cosas salen bien, creo que ganarán.]

 

No habla de su ansiedad. Al menos, las cosas van bien ahora. Continuarían atacando al campamento enemigo, sacando al general, y entonces dejarlo así. Lo único que queda es arrasar a los soldados sueltos que han caído en pánico, pero hay algo de lo que Hiro estaba preocupado.

 

Dependiendo en la fuerza militar del general enemigo…

En el pasado, cuando uso esta estrategia, hubo fieros peleadores que eran conocidos como los “Cinco Generales Negros Celestiales”. Era porque se habían puesto a la vanguardia de la batalla que pudieron ganar con esa estrategia. Ya sea que haya muchos fieros hombres en el campamento de Aura o no.

 

Además…

 

Cuando miro al cielo, incluso más ansiedad le paso. En menos de un minuto más, el cielo empezará a sonar y mojará el suelo. La caballería pesada que es menos movible, su poder destructivo será reducido en el terreno mojado. Cuando Hiro miro al campo de batalla, la línea enemiga había sido destrozada desde el centro por los “Caballeros Imperiales Negros” liderados por Aura. Es un recordatorio de un dragón negro ascendiendo a los cielos y cautiva al espectador.

 

[Liz. Mientras tanto, ¿puedes decirle a Kiork-san que se vaya alistando?]

 

Si algo sucede, deben alistarse a ir al rescate inmediato. Las personas inevitablemente crean brechas en sus vidas, no importa la situación. Si algo inesperado pasa, se notará. Un enemigo arrinconado no se rendirá; nadie quiere morir, después de todo.

 

[Bien.]

 

Liz accede sin decir palabra. En su actual posición, no tuvo elección.

 

[Gracias. Por favor.]

 

Hiro murmuro una palabra de gracias antes de observar su espalda mientras iba a Kiork. Cuando miro arriba, vio sombrías sombras y nubles de tormenta en el cielo.

 

********************

 

El campo de batalla era un torbellino. Aunque era solo mitad de la mañana, el alto sol estaba oscurecido por nubes. Debajo de ellos, la armada en el campo estaba siendo presionada por un grupo de jinetes muchas veces inferior a ellos.

 

El sonido de los jinetes golpeando la tierra pisoteando los gritos del enemigo. Una sola línea estaba cerrándose en el campamento enemigo. Sin embargo, su velocidad gradualmente se reducía como pequeños granos saliendo desde las nubes del cielo. Antes que mucho tiempo hubiera pasado, grandes granos de lluvia habían ganado impulso y penetraron el suelo, aplastando por completo el impulso de los “Caballeros Imperiales Negros”. El tipo de cabello castaño segundo al mando, Spitz, abre su boca para su oficial inferior que estaba corriendo junto a él.

 

[¡Aura-sama! ¿Qué deberíamos hacer?]

 

[El general enemigo está justo frente a nosotros. Tomaremos su cabeza y nos retiramos. Escaparemos hasta el Fuerte Berg.]

 

[¿Es nuestra única opción…?]

 

[No me fijaré en eso. Si parece imposible, nos retiraremos de inmediato.]

 

[¡Ha!]

 

Aura miro al campo enemigo para localizar al general enemigo. La visibilidad no es buena por la lluvia, pero con desespero saca todo a sus ojos para la victoria. Ella siquiera miro al caballo armado mientras se alejaba del enemigo, sino solo se concentró en el campamento enemigo, un soldado la señaló con su cara de pánico. El rostro de un soldado está tensa del miedo. Un soldado esperando con una bestial expresión en su cara. Ni uno de ellos es el que quiere.

 

Quitando todo de su vista—

 

Sus ojos con éxito lo capturo como un flash de luz.

 

[Lo descubrí. ¡Síganme!]

 

Inusualmente, Aura levanto su voz. No solo eso, heroicamente alzó su arma espiritual y palmeo la barriga del caballo. Spitz estaba horrorizal. Sin embargo, rápidamente recupero su compostura y fue tras Aura con todas sus fuerzas. Cambio su espada por su lanza.

 

[¡Caballeros Imperiales Negros! ¡Sigan a Aura-sama!]

 

Él grito tanto como podía. Los caballeros respondieron con espíritu de ataque en lugar de una voz. Asesinaron a la infantería enemiga alrededor y enterraron la sangre del siguiente enemigo llegando en lo alto del cielo. Aura podía sentir el espíritu viniendo desde su espalda. Podía sentir el calor juntándose en sus manos, las cuales estaban frías de la lluvia. Bendecida por la bendición del arma espiritual, Aura detuvo a los soldados enemigos protegiendo al general. Los soldados enemigos mantuvieron su distancia para evitar ser despistados por los jinetes.

 

Solo son soldados que fueron forzados. Barbaros que venían de otros países buscando esclavos. No tienen una causa o ambición. No hay espacio para que tales personas pisoteen el territorio del Imperio.

 

[Dedico esta victoria a Su Majestad Schwartz.]

 

El arma spiritual de Aura brillo. La cara del general enemigo estaba llena de asombro y desesperación. La hoja del arma espiritual de Aura se clavó en su cuello. Un feo sentimiento se sintió en su mano, y al mismo tiempo, usó el impulso de su caballo para moverse. La cabeza del general enemigo rodo por el suelo, ensuciándose del lodo. La figura, la cual es grande, caía. Aura, quien atestiguo el evento, levanto su arma espiritual a lo alto del cielo.

 

[¡He matado al general!]

 

Aplausos salieron de sus aliados detrás de ella, y agitación salía de los enemigos a su alrededor. La cara de Aura se endureció mientras reprimía su gozo y parecía irse.

 

[¡Lord Spitz! ¡Recoja la cabeza de una vez!]

 

No había punto en solo matar al general enemigo para terminar esta guerra. Si su muerte fuera escondida, tendrían que continuar lidiando con 10000 enemigos. Deben recuperar rápido la cabeza del general enemigo e informarlo a todo el campo de batalla.

 

[¡¿Qu—?!]

 

 

Los ojos de Aura se abrieron de asombro mientras se daba la vuelta. Es porque ella vio al general enemigo quien había perdido su cabeza pararse en paz y recoger su propia cabeza. El cuerpo entero de Aura se llenó de miedo. Ya no era humano, moviéndose sin su cabeza. La decisión de Aura fue rápida. La palabra “Retirada” de inmediato paso por su mente. Su garganta se endureció, y un grito salió de su boca.

 

[¡Vizconde Spitz! ¡¿Retirada—?!]

 

Aura no pudo gritar hasta el final. Es porque el general enemigo, quien ató su cuello, saltó a Aura con su arma especializada en mano. Sacó su arma spiritual rápidamente y repelió el ataque enemigo, lo que hizo un gran sonido, y el cuerpo de Aura flota en el aire. Y entonces rodo con vigor en el suelo, cubierto en lodo.

 

Su caballo perdió su cabeza con todo su cuerpo en armadura y cayo al costado, salpicando sangre de donde fue cortado. El punto de vista del hombre viendo a Aura, quien había dejado de moverse, no se fijó, y abrió su boca mientras mira al vacío.

 

[¡No te dejes llevar, mocosa!]

 

Se acerco a Aura a largos pasos, con una elegante espada decorada en joyas en su hombro.

 

[¡Aura-sama!]

 

Spitz corrió y lanzó su lanza desde su caballo, pero fue atrapada entre dos grandes hombres.

 

[¡Qu—!]

 

Mientras se levantaba, Spitz fue tirado al suelo. Al mismo tiempo, un golpe de agua saltó ruidosamente, pero es un cambio insignificante en la lluvia cayendo.

 

[¡¿—?!]

 

El general enemigo golpeo su talón en Spitz, quien estaba luchando por respirar. Una gran cantidad de sangre salía de la boca de Spitz mientras es golpeado repetidamente.

Con el fin de salvar al segundo al mando quien estaba por ser asesinado, un jinete de armada pesada practico un ataque.

 

[¡Ura—!]

 

[¡Bastardo!]

 

El general enemigo sacó su espada a la cara del soldado en un pestañeó. Un soldado inconsciente se cayó de la parte trasera de su caballo. La muerte de un soldado valiente que salvó a Spitz, pero estaba inconsciente y lluvia le cayó, la cual causó que la sangre se esparciera por su cara.

 

Es cuando Aura finalmente se paró. Su brazo izquierdo, sostenido por su mano derecha, estaba colgando, y lodo estaba goteando de su puño. Su brazo está roto. La vista de dolor domino la expresión en su cara, probablemente es la mejor evidencia de eso.

 

[¿Arma espiritual…?]

 

Aura miro a la espada en la mano del gran hombre con sus ojos que no podían salirse del punto de vista.

 

Y así… ¿qué diablos pasa con este brazo?

 

No hay bendición en un arma espiritual que pueda curar las heridas de un humano que ha sido decapitado. Si hay tal milagro, ¿es un arma spiritual habitada por un espíritu o—?

 

O incluso los grandes tesoros de las cinco espadas … pero es un arma espiritual en todo sentido. No solo poderosa.

 

Mientras estaba pensando, los soldados enemigos se estaban cercando a Aura. Los “Soldados Imperiales Negros” dibujan un círculo para amenazarlos y mantenerlo a la vista. Pero no podían contenerlo por mucho. No importa cuán amenazante los jinetes son, son tan lentos en la lluvia. Más sin embargo, son superados en números, nada es más fácil de cazar que un enemigo reunido en un lugar. La ventaja que tenían se acaba de perder.

 

El general enemigo movió sus ojos por separado y miro alrededor. El feo gesto hizo que Aura se sintiera mal.

 

[Viendo cómo los soldados no te han abandonado, debes ser la Doncella de la Guerra, ¿uh?]

 

Los labios purpuras del general enemigo se dividieron en forma de una cresta y salió una sonrisa.

 

[Fumu… es una lástima que no seas de mi gusto. Pero aún te llevaré conmigo. Tampoco soy un demonio. Serás liberada cuando tenga el rescate.]

 

Cuando el general enemigo movió su arma espiritual, la hoja cortó el espacio y envió gotas de lluvia a volar.

 

[¡¿Ugohh?!]

 

El soldado que se dio contra el general enemigo para proteger a Aura fue asesinado.

 

[¡Los soldados te usan como un juguete, eso es!]

 

Para rescatar a su Lord, un pelotón de los “Caballeros Imperiales Negros” vienen a ellos. No dejarían que un solo dedo enemigo tocara a Aura, y con un espíritu que les haría pensar así, atacaron al general enemigo con una furiosa fuerza.

 

[¡Su Excelencia! ¡Solo un momento, por favor! ¡Llegaremos a toda costa!]

 

[Fuhaha, que valiente. Esos que quieren morir vengan primero a mí. Soy más fuerte ahora que tengo un arma espiritual.]

 

Aura no podía creer lo que oyó de las palabras del enemigo. Es por eso que, aunque las armas espirituales le daban una gran bendición, el poder que sintió del hombre nunca había sido algo traído por un arma espiritual. Sin embargo, una increíble escena se desarrolló a los ojos de Aura. Incluso si sus muñecas fueron cortadas, su pecho perforado, y había perdido sus piernas, el general enemigo no retrocedió y mató a los “Caballeros Imperiales Negros”.

[¡Oraa! ¡Siguiente! ¡No dejaré que nadie me venza!]

 

[¡No den marcha atrás! ¡Nos aseguraremos de salvar a Su Excelencia!]

 

Los subordinados de Aura continuaron peleando, alzaron sus voces sin miedo, incluso con sus compañeros asesinados sin piedad.

 

[¡Zeeahh!]

 

[¡Agaahh!]

 

El último soldado fue perforado en el pecho y cayó de su caballo.

 

[Fuh— haha… haha… esto de hecho es cansado.]

 

El general enemigo miro por arriba de su cabeza, sacudió sus hombros, y empezó a respirar. Hay una pila de cadáveres cerca, probando que un pelotón de los “Caballeros Imperiales Negros” ha0 llegado a su muerte. Las heridas en todo el cuerpo del general enemigo son todas fatales, pero las heridas se están cerrando mientras las mira.

 

Aura apuntó el arma espiritual al general enemigo y le pregunto.

 

[¿Qué hay de ese sobrenatural poder que posees…?]

 

[¿Te refieres a esa arma espiritual?]

 

Piedras espirituales nunca han sido encontradas en el Principado de Lichtine. Una de las razones de eso es que toda el área es un desierto. Sin embargo, hay muchos bellos oasis y lugares donde espíritus parecen vivir. Sin embargo, personas se reúnen a vivir en esos lugares. Para los espíritus que prefieren un lugar tranquilo, no hay nada más que dolor. Sobre todo, al espíritu no le gusta la atmósfera sombría de los estados esclavistas.

 

Aunque es posible que pudieran haberlo comprado en otro país, el Principado de Lichtine no tiene el presupuesto para eso. La razón de ser, una sola piedra espiritual sería suficiente para los plebeyos el vivir el resto de sus vidas.

 

A diferencia de las espadas espirituales, armas espirituales son objetos consumibles que se romperán eventualmente. Pueden romperse luego de unas batallas. Si son forjadas en una mala forma, se volverán simples piedras. Aunque el poder de las piedras espirituales es atractivo, es mejor mejorar el equipo de los soldados que gastar el presupuesto estatal en tales cosas. Por eso, incluso el poderoso Gran Imperio de Grantz, solo las personas que poseen armas espirituales son las familias imperiales o esos que están atados a ellos.

 

[Aunque estoy interesado en cómo obtienes las armas espirituales, estoy incluso más centrado en ese poder tuyo.]

 

[No hables de cosas que no tienen sentido. Y ¿qué conseguiste al comprar tiempo?]

 

[No te das cuenta de tu propia condición, ¿verdad? No, incluso si eres consciente de ello, no creas que es algo fuera de lo ordinario.]

 

[No puedo tener una buena conversación contigo. No más habla; de lo contrario te mataré. ¡Y mira, tus soldados están atrapados!]

 

El área se tornó en un caos. Los “Caballeros Imperiales Negros” están empezando a ser tirados de sus caballos. De inmediato de paraban y luchaban, pero eran superados. Fueron rodeados y reducidos en número, uno a uno y otra vez. La sangre fluyendo de las heridas de la caballería pesada está mesclada con lodo y mierda.

 

[Pronto será tiempo que jadees de placer. ¡Estaré jugando contigo hasta entonces!]

 

El general enemigo movió su espada a ella. Aura la atrapó con su arma espiritual, pero su pequeño cuerpo salió volando. Cayó con su hombro al suelo. Y entonces la patada del general enemigo impacto su costado. Pero antes de poder quejarse, su boca fue bloqueada con lodo, y continúo rodando en el suelo, una, dos, y tres veces. Cuando por fin se detuvo, la vida se le había escapado.

 

[Aagh…]

 

Sus subordinados están peleando, y como un comandante, no podía rendirse con facilidad. Eso la inspira. Pero cuando trata de levantarse del suelo con sus manos, de inmediato pierde su fuerza en sus codos.

 

Mientras hundía la cara en el charco, Aura notó lo que fluía de sus ojos. ¿Está llorando? Ella pensó, pero no podía decirlo por la incesable lluvia. El general enemigo se está acercando. Él tomó el cabello de Aura sin cuidado y le hizo levantar la mirada.

 

[¿Qué es eso, estás cerca de perder la consciencia? Puedes estar más feliz así. Serás dada a incontables hombres desde ahora en adelante.]

 

[…]

 

[No te preocupes; te trataremos gentilmente así podremos recoger la recompensa. Así que nos ocuparemos de ti así no morirás.]

 

[…]

 

Aura no dijo nada. Solo puso sus ojos en blanco. Cuando el general enemigo soltó su mano, la cabeza de Aura fue llevada al lodo. Entonces quitó su mirada como si hubiera perdido el interés y recogió el arma espiritual de Aura que había caído cerca.

 

[Capturé a la “Doncella de la Guerra” y conseguí dos armas espirituales. Mi estúpido hermano perdió una, pero aún es suficiente para hacer el cambio.]

 

No lo había notado. No— no hay forma que pudiera notarlo.

 

[Debo agradecer al hombre.]

 

El general enemigo extendió sus brazos como si expresara su gozo. Al mismo tiempo, el arma espiritual de Aura cayó al suelo con su muñeca.

 

[¿Hm? ¿Qué es esto?]

 

Una gran cantidad de sangre brotó del lugar donde había perdido su muñeca. Aunque, no le prestó atención. Sus ojos fueron llevados al arma espiritual que apareció frente a él.

 

[¿…Esa es el… arma espiritual que le di a mi estúpido hermano? ¿Por qué está allí?]

 

Algo extraño estaba pasando detrás del general enemigo que estaba observando con asombro. Hay una luz blanca pasando por el campo de batalla llena con una gran armada. Era como si estuviera volando por el cielo, y “eso” estaba acercándose al general enemigo.

 

El resplandor de la espada desenvainada que corta la oscuridad y la desesperación— 

 

— El “Trueno Blanco” brotó del suelo.

 

 

 

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