Capítulo
1: La Dama de Hielo Atrapa un Resfriado
[No puedo comer más, munyamunya…]
Con un buen y adorable ritmo, voz
durmiente y una cara inocente como un ángel. Viendo a la chica quien está
felizmente durmiendo en la cama en casa, Kagami Asahi se preguntó cómo todo
esto había pasado.
Un paraíso para estudiantes, vacaciones
de verano, al fin de agosto, se estaba acercando.
Luego de entrar a la secundaria, la “Dama
de Hielo” Himuro Fukuya se mudo al cuarto a la par de Asahi, quien empezó a
vivir solo en un apartamento con una corta caminata desde la estación más
cercana. Aunque se le llama la “Dama de Hielo”, no era como que esas princesas
que aparecen en las películas, pero es un apodo exagerado que alguien se le
ocurrió solo.
Aunque, Fukuya Himuro tiene una razón
para ser llamada la “Dama de Hielo”.
Ella era una persona perfecta, con una
hermosa apariencia, bien educada y tenía buenos modales.
Rumores acerca de ella estaba
circulando cada día por la escuela, llegando a los oídos de sus compañeros, Asahi.
Ranqueada el primero en examines previos y finales. Al almuerzo, siempre comía
en la cafetería escolar. Incluso un A en medidas de educación física. Durante los
descansos, siempre tiende a leer novelas de romance. Nacio en una prestigiosa
familia y creció para ser una gran dama.
Historias de ella serían habladas. De cosas
triviales en la vida escolar a profundas historias, su popularidad era inmensurable,
y muchos estudiantes trataron de acercársele independiente al género, clase, y
grato. Al final, sin embargo, menos de medio año luego de la ceremonia de
entrada, nadie fue capaz de llevarse bien con ella.
— Por favor aléjate de mí.
Parece que dijo eso a sus compañeros de
clases en un tono claro y frío, poco después de haber entrado a la secundaria.
Para Asahi, quien estaba en una clase
diferente, no era nada más que un chisme. Sin embargo, en realidad, siempre
actuaba solo y tenía una atmósfera que mantenía a otros alejados de ella.
Como resultado, Fuyuka Himuro se le dio
el apodo de la “Dama de Hielo”.
Ella siempre mantenía su distancia de
todos, nunca le habló a nadie más allá de lo que era necesario, y siempre tenía
una cara seria. Una dama que era tan fría como el hielo. Era hacía el fin de septiembre,
cuando Asahi estaba empezando a convérsese de ese rumor. Un mes después que la “Dama
de Hielo” se mudra a la par, Asahi inesperadamente se involucro con Fuyuka.
Luego de seis horas de clases, Asahi
estaba de camino a casa luego de hablar con sus amigos cuando se encontró con
la “Dama de Hielo” en la entrada de su apartamento. Sus ojos se encontraron
mientras se reconocían entre sí, pero sin alguna reacción de ambos pasaron en
silencio… el cual debió haber sido el caso.
[¿Estás bien?]
Aunque sabía en su cabeza que no
debería reaccionar, la boca de Asahi continúo hablando. Luego de llamarle, recordó
el día que Fuyuka se mudo a su par el mes pasado. Ella no le había dicho ni una
palabra, siquiera un pequeño saludo. No había forma de saber la razón detrás de
ello, pero Fuyuka rechazó tener una relación con otros y cerró su corazón. Si ese
era el caso, no había necesidad de involucrarse.
Asahi pensó que debían vivir como
extraños, sin forzarse a hablar entre sí o tener que ver entre sí. Sin embargo,
las cosas hoy eran diferentes. Caminando un poco al frente de él, sus pasos eran
inseguros, más aún, su blanca piel de nieve estaba roja pálida. Incluso si uno
no podía diagnosticar la enfermedad de inmediato, era bastante claro que ella
no se estaba sintiendo bien.
[Hey,
¿estás bien…?]
Aunque era consciente que era ruidoso, le
dolía a su consciencia mirar a otro lado, aunque Asahi fuera ignorado aún le
llamó.
Por fin, Fuyuka detuvo sus pasos y volteo
a ver a Asahi. Sus ojos estaban llenos con precaución, y su mirada era gélida.
[Estoy bien, así que por favor déjame sola.]
Las palabras que salieron de ella eran
faltas de alguna emoción o sentimiento, con eso Asahi se convenció del rumor y concordó
con ello en su mente. Era la primera conversación que Asahi tuvo con Fuyuka, pero
fue suficiente para él entender por qué era llamada la “Dama de Hielo”.
Era una señorita fría quien mantenía su
distancia de todos, no hablaba a nadie más allá de lo necesario, y siempre
tenía una cara seria. Excepto por ser una señorita, ella era exactamente cómo los
otros la habían descrito. Cuando se acerca, tomará un paso atrás y construirá
un grueso muro invisible alrededor de ella.
Me pregunto qué es lo que causa esto.
No podía haber empezado a rechazar a
otros desde el inicio. Algo debió haber sucedido en el pasado que resulto en
ella volviéndose la “Dama de Hielo”. Aunque, no era algo que un extraño
pudiera preguntar.
Al final, lo mejor sería quedarse fuera
de su vida y no hablarle, justo como quería. Asahi reafirmo ese hecho y dejo de
ir por Fuyuka. Era claro que no estaba bien, pero no quería ser molestada.
Caminando por el pasillo, manteniendo distancia
mientras mira hacia su glaseado cabello moverse lado a lado. Naturalmente, Fuyuka
llego al frente de la primera Puerta y estaba por abrirla, fue entonces— Asahi
claramente vio a Fuyuka lentamente colapsar al suelo.
[¡Hey, ¿qué pasa?!]
De inmediato corrió y la llamó, pero no
hubo respuesta. Era lo mismo de antes, pero esta vez no fue un acto deliberado
de no reaccionar, sino que no pudo reaccionar. Sus ojos estaban fuertemente
cerrados y su cuerpo le faltaba fuerza. Su piel estaba caliente al toque, y su
respiración era pesada. Por lo que se veía, era mayormente solo un resfriado.
Aun así, no era algo que Asahi pudiera
juzgar por sí solo sin algún conocimiento especializado, y si se confirma, su
vida podía estar en peligro.
La fría mirada de Fuyuka y las palabras
de pronto emergieron a su mente, pero no había forma que pudiera dejarla sola
cuando colapso frente a él.
Solo en caso, debería llamar una ambulancia.
Asahi sacó su teléfono, solo en caso. Rápidamente
lo cambió a modo llamada de emergencia y sintió un débil calo en su mano
mientras trataba de ingresar tres dígitos: Uno, uno, nueve.
[Por favor… no llames una ambulancia,
solo tengo un resfriado…]
Era diferente de antes, la voz era frágil
y débil, como si fuera a desaparecer, pero sus palabras estaban llenas con determinación.
Un dedo detuvo al botón del número nueve, el teléfono naturalmente se bloqueó. Antes
que tuviera tiempo de preguntar por qué, Fuyuka colapsó una vez más. Aunque la
razón no era clara, parece que no quería ir a un hospital. Su voz sonaba pequeña
y débil, pero la fuerte suplica que no podía ignorar permaneció en los oídos de
Asahi.
Alejando la mirada de la pantalla negra
de su teléfono, Asahi pensó con calma. Si no llamaba a una ambulancia, ¿qué se
suponía que haga en esta situación?
En menos de 10 segundos, dos ideas
llegaron a su mente y escogiendo una de las dos opciones, Asahi rápidamente desbloqueó
la puerta frente a él. Luego detuvo la puerta con el taco y puso su mano bajo
la espalda de Fuyuka y se arrodillo a quien yacía colapsada en el piso.
No me culpes por esto…
Sin esperar respuesta, pero luego de
una rápida palabra, Asahi levanto el cuerpo de Fuyuka. Era una forma algo
extraño e inestable de cargar a una princesa.
Las manos que deberían estar alrededor
del cuello fueron echadas al aire, y si uno no fuera cuidadoso, uno podría
perder su balance y caer. El calor corporal del inevitable contacto cercano con
su cuerpo y la débil esencia dulce confundía los pensamientos de Asahi.
Sin embargo, justo ahora, no tenía
tiempo para ser consciente de su atractivo como un miembro del sexo opuesto. Necesita
cuidar de una persona enferma quien había colapsado frente a él, Asahi cerró la
fuerte tan lento como es posible para así no poner alguna mancha en la “Dama de
Hielo” quien estaba durmiendo en sus brazos.
Una novela ligera y tranquila,justo lo que necesito después de tantas peleeas, drama y violencia. Gracias por la traducción
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