Capítulo
3 – De tal Madre, tal Hija
Hitotsuba Sakurako, era la madre Hitotsuba-san,
era alta, mujer delgada, levemente más alta que Hitotsuba-san. Su rojizo cabello
café estaba recortado hasta sus hombros. Tenía una hermosa cara con cejas bien
definidas, las cuales le daban la apariencia de una diosa de guerra quien trajo
la victoria para sus aliados más que una diosa de la belleza.
[Omichi-san, el joven líder de clan Harazu.
Parece que has estado llevando algunos negocios sospechosos.]
Su expresión era calmada. Pero el tono
de su voz sonaba tan filosa como una espada como si nadie pudiera escapar de la
invisible hoja que apuntaba a sus gargantas. Incluso yo, quien no estaba
directamente involucrado en el incidente, podía sentir la presión, así que
Taka-san, quien estaba directamente enfrentándola, podía sentirse aterrado.
[¿Q-Qué se supone que significa? Solo queremos
el dinero que prestamos. Pero fue su padre quien huyo al extranjero sin pagar
lo que le préstamos. Y aunque, no somos responsables, no nos quedó más opción que
demandarlo por el pago, ¿cierto? ¡¿No debería ser de esa manera?!]
¡Fue como el momento cuando Taka-san
estaba llevando un puesto de yakisoba a la buena, y pensó que estaba sonriendo
mientras entregaba los bienes, pero lucía como un Hannya a los niños! ¡Se asustaban
y lloraban, y se sintió tan triste luego, que tuvo que contener sus lágrimas!
[No es lógico. De hecho, el negocio de
préstamo de dinero que estás haciendo está fuera de toda ley. No necesitas
hablar de los montos de interés o algo así, ¿verdad? Eres consciente que estás
rompiendo la ley, ¿cierto?]
[¡Ha! ¡Cómo puedo prestar dinero si le
temo a eso! ¿Y qué vas a hacer con nosotros, abogada? ¿O vas a decirle a los jefazos
en la policía en el departamento de policía? ¿Qué vas a hacer?]
Oh. Taka-san hizo su postura final. Ya que
estoy seguro que su corazón se aceleraba, y que estaba sudando frío, esa fue
una impresionante hazaña para él. En mi corazón, derramé una lágrima para Taka-san
y le aplaudí.
Pero para la madre de Hitotsuba-san, Taka-san
no era más que un enclenque al inicio de un juego. Era como un enemigo del
tutorial con el que nunca perdería.
[“Mi papá es el chico más genial en Japón,
huh”. Eso es lo que tu hija dijo. Es linda, ¿no?]
¡Sin incluso dudar, al instante entrego
un golpe letal a su enemigo! Dándose cuenta de lo que acaba de decir, la cara
de Taka-san mostraba señales de impresión. Hice lo mejor para contener mi
risa.
[Mi papá trabajo duro cada día para mí
mamá y para mí. Deja la casa temprano en la mañana y viene a casa tarde por la
noche. Pero nos da un buen beso de despedida y de buenas noches en nuestras
mejillas, con mi mamá, directo en los labios. “Oh vaya, ¿no es eso algo
demasiado para tu hija de primer grado?”]
[¡Tú…! ¡A dónde carajos quieres llegar…!]
[Si fuera a besarte en frente de mi niño…
cómo mi futuro hijo se vería…]
s— Como si se sumara al golpe de su
madre, Hitotsuba-san libero su propio golpe al corazón. Este dúo de madre e
hija de hecho es de miedo.
Taka-san se alejó de ellas; su boca se
abrió como un pescando buscando oxígeno.
Eso es, Taka-san amaba a su hija,
Rika-chan. También estaba enamorado de su esposa. Bueno, ¿cómo sé eso? Es porque
he estado en la casa de Taka-san unas cuantas veces. No, Rika era
muy linda. Sería popular
en el future, estoy seguro de eso.
[Pero Omichi-san. Para tu esposa, dejando
a tu cariñosa hija, solo te has descrito tu trabajo como un simple asalariado.
¿Qué pasaría si conocieran la verdad?]
No sabía mucho de leyes. Pensé que si
mis padres le causaban problemas a Taka-san y los otros, entonces yo, como su
hijo, debería ser el que limpie su desastre. Además, Taka-san ha sido muy
amable para mí. Era como un hermano mayor para mí.
[Pero no sería conveniente para ti o tu
jefe, así que hagamos un trato.]
Con eso dicho, la madre de
Hitotsuba-san sacó un sobre de la bolsa que sostenía. Taka-san la recibió y reviso
su contenido con una apariencia cautelosa. Luego de una miradita, una expresión
de sorpresa podía verse en su cara.
[¿Estás… loca? Digo, no solo eres una
abogada cualquiera, ¿verdad?]
[No, solo soy un abogado, ¿verdad? Es solo
que me empleador es muy rico.]
La sonrisa de la madre de Hitotsuba-san
lucía muy hermosa, pero el resplandor y la belleza se sentía como una rosa con
sus espinas. Ese tipo de rosa que podía resultar fatal para una persona cuando
la toca sin cuidado. Era la primera vez que había visto tal retorcida sonrisa,
y luego rascó su cabeza unas veces, Taka-san levanto su mano en rendición.
[Está bien. Si está bien contigo, el
trato está sellado. Nunca tocaré a Yuya otra vez. Lo prometo.]
¿Qué? Taka-san, ¿a qué te refieres? ¿La entera cantidad de 3607977 yenes adeudada sería pagada con el contenido de ese sobre? ¿Algo así? Eso me asusta.
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