Full width home advertisement

Post Page Advertisement [Top]

 

Capítulo 4: Dragón de un Ojo.

 

Debajo del abrazador sol, la Cuarta Armada Imperial confrontó a 6000 de la Armada de Liberación. La Armada de Liberación se establece en una formación de punta de lanza. La primera y segunda línea estaban hechas de esclavos de infantería. Mientras que las líneas frontales y traseras hechas de camellos— principalmente mercenarios. La formación parecía la punta de una lanza.

 

En contraste, la Cuarta Armada Imperial los saludaron con la Formación Dragón Alado. La primera línea consistía de 2500 soldados en la defensa central, seguido de 1000 en la línea principal, y los 2000 en cada flanco jugaban un rol importante cercando al enemigo. En el otro lado de la línea principal está la tercera línea con 500 y la cuarta línea con 500 soldados. Los restantes de 1500 están en reserva, esperando en el fondo.

 

[¡Rompan filas!]

 

Gritó un hombre al comando de la primera Línea de la Cuarta Armada Imperial. Él es el General Kylo segundo al comando, y su nombre es Kigui Markar von Zuraki.

 

[¡Dales a esos esclavos comida hasta que empachen!]

 

Kigui movió su brazo para señalar a la portadora de la bandera. Una gran bandera fue alzada. Con eso, flechas de la primera línea de arqueros fueron liberadas y les llovieron a las fuerzas enemigas.

 

Muchos de los soldados enemigos fueron enterrados en la arena, pero no detuvieron sus movimientos, tan pronto el sonido de las espadas luchando resonaron en las líneas frontales. Sin embargo, el pobre equipo de la infantería de esclavos era inútil contra la Cuarta Armada Imperial. Fueron asesinados uno tras otro ante las espadas bien afiladas. Sin embargo, los esclavos también parecían tener su propia voluntad, y abrieron el centro de la primera línea con sus espíritus.

 

[Solo eran esclavos. ¿Qué están esperando?]

 

Kigui observo con una cara hambrienta de sangre mientras el centro era abierto. Siendo así, la infantería de camellos de la Armada de Liberación vendrá rápido.

[¡Reténganlos a toda costa!]

 

Pero la voz de Kigui falló en llegar al frente. La caballería de camellos estaba pasando en el frente de línea. Los camellos estaban aplastando a los fuertes y armados hombres de infantería. Los gritos de los esclavos se acercaban más y más. Kigui sacó un ramo de talismanes espirituales de su bolsillo y golpeo a su caballo en su panza.

 

[¡Si esto pone así, los detendré yo mismo!]

 

Un camello apareció frente a él. Montándolo está un gran hombre de pie purpura pálida— uno de raza demonio.

 

[¡¿Él es el demonio del que la Princesa estaba hablando?!]

 

Kigui debió haber huido de inmediato. Debió haberse retirado. Pero su decisión fue nublada por el hecho que estaba llevando talismanes espirituales. Cuando lanzó un talismán rojo, una bola de fuego apareció.

 

[Huh. ¿Qué es eso?]

 

El demonio— Ghada se río y lo aplasto.

 

Kigui está agitado, pero lanzó otro talismán espiritual. Un bloque de hielo cae, viento se forma, y rayos de luz bajan del cielo al suelo. Pero Ghada bloqueó todos con solo una mano.

 

[¿Es todo lo que tienes?]

 

[Qué, no jodas… ¿Eres un monstruo?]

 

Ghada luego cerró la distancia entre él y Kigui, movió su gran espada a los costados.

 

[Fuu— D-Demonio.]

 

Era la última palabra que podía escucharse de Kigui. Su cabeza voló al aire, sacando sangre fresca, y su cuerpo se deslizo de la espalda de su caballo. Ghada siquiera lo miro, como si no estuviera interesado.

 

[¡Atravesaré el centro y tomaré la cabeza del comandante!]

 

Un montón de caballería de Grantz se pararon frente a Ghada mientras los esperaba. Todos tiene una enojada expresión en sus rostros mientras lo cortaban en todas partes.

 

[Hmph.]

 

Ghada movió su “Creador Demoniaco” levemente como para golpear. Moviéndolo a la derecha, ensartando, regresándolo a la izquierda, y luego moviéndolo verticalmente. En un pestañeo, cinco de caballería perdieron sus vidas. La caballería de Grantz no podía esconder su agitación, pero no se retiraron. Estaban orgullosos de ser la elite del Imperio Grantz. La caballería de camellos corrió a la caballería de Grantz para apoyar a Ghada.

 

[¡Ahora, vamos por la victoria…! ¡Síganme!]

 

Ghada alzó su voz y estaba cerca de devastar a la Cuarta Armada Imperial. En ese momento, del borde de su visión, una balla de llamas rojas lo golpeó.

 

[Hm, pequeña. No iré fácil contigo como hice ayer, sabes.]

 

[¡Te regresaré tus palabras exactamente como eran!]

 

Liz desapareció de su caballo y voló por el aire en un elegante movimiento.

 

[Es valiente de ti. No tengo gusto por matar niños. Aún puedo dejarte ir ahora.]

 

Un corte fue lanzado por ella mientras pasaba por la cabeza de Ghada. Pero Ghada movió su gran espada y lo repelió. Chispas vuelvan entre los dos y desaparecen. Al esquivar, Ghada golpeó la espalda del camello. Fue por el momento que Liz aterrizo. Voló frente a ella y paseo su gran espada por su cara. Ella apenas pudo reaccionar, pero fue lanzada, y la distancia entre ellos se abrió.

[No es muy tarde. Si quieres huir, entonces huye. No te perseguiré. Sé que no quieres morir en un lugar como este.]

 

Ghada le advirtió, pero Liz solo sonrío y continúo agitando su cabeza.

 

[Tienes razón. Así que no voy a morir.]

 

Los ojos de Ghada se abrieron mientras Liz tomaba una postura más relajada. No era miedo o rebeldía que venía de ella. La única cosa que mostró del jade rojo era una determinación que era similar a un sentido de deber.

 

[No puedes suponer la diferencia de poder entre nosotros, ¿verdad? Creo que es temerario.]

 

[Si huyo ahora, estaré huyendo cada vez que encuentre un gran obstáculo. Es por eso que no puedo huir.]

 

Liz peino su cabello rojo desde sus hombros y alisto su Emperador de las Llamas.

 

[Ya veo. Entiendo. Creo que entiendo por qué fuiste escogida para volverte una poseedora de una Espada Espiritual a tu edad.]

 

Ella tiene un noble, hermoso y puro corazón. Incluso si encuentra dificultades, no piensa que huir es una opción. Es por eso que es una lástima. No es el tipo de vida que debería ser regada en un lugar así. Sin embargo, Ghada tenía sus propias razones para no retirarse.

 

[Así que acabamos esto, ¿no?]

 

[¡Lo he estado pensando por un rato ahora, pero no te dejes llevar!]

 

Liz enterró sus zapatos en la arena y levantó sus pies. Polvo de arena fue soplada por el viento y bloqueó la visión de Ghada. Liz entonces movió su “Emperador de las Llamas” al cuello de Ghada para aprovechar la oportunidad.

 

[No lo llamaría cobardía. ¡Pero debes ser castigada como se debe por tu mal comportamiento!]

 

Ghada bajo su cabeza para evitar la hoja. Era una ágil maniobra evasiva que no era propia de su estatura. Liz tiene una asombrada apariencia en su cara. Mientras tanto, Ghada puso sus manos en el suelo y libero su poder mágico.  La arena se enreda alrededor de las piernas de Liz. Perdió su balance y se cayó. Liz trató de levantarse, pero sus pies estaban enterrados en la arena, y no podía liberarse.

 

[¡¿Kuh?!]

 

Una gran sombra cayó sobre la cabeza de Liz. Cuando levanto la mirada, vio que Ghada había levantado su gran espada.

 

[¡Aún no termino!]

 

Cuando Liz gritó y azotó su puño al suelo, una gran cantidad de polvo voló en el aire. La gran espada de Ghada, de guardia baja por la repentina acción, la bajo a un lugar lejano a Liz quien, habiendo escapado, saltó sobre la cabeza de Ghada y llegó detrás de él.

 

[¡Haaa!]

 

Liz corto la espalda de Ghada con su Emperador de las Llamas.

 

[¡Mm, no una, sino dos veces!]

 

Tan pronto como Ghada lo sintió, de inmediato se dio la vuelta y lo intercepto. Un momento después, dos espadas chocaron, y un ruidoso grito fue escuchado.

 

[¡Acabaré contigo aquí!]

 

Como en respuesta al espíritu de Liz, llamas erupcionaron del Emperador de las Llamas.

 

[¡Tsk!]

Ghada trató de tomar un paso atrás, pero Liz se aprovechó de la oportunidad y atacó con una serie de fintas. Algunas veces usaba sus puños, algunas veces trataba de evitar el ataque, y cuando fallaba, se acercaba y lo cortaba. Ghada suspiro en admiración a su magia y refinados movimientos.

 

[Eres un gran oponente… Tus movimientos han cambiado desde ayer.]

 

A más poder del deseo del portador, se le dará más poder a la espada espiritual, y al mejor “deseo sincero”, el efecto más pronunciado. La única forma de sacar el poder espiritual es ver cuánto resuena con tu corazón. Es decir, la chica debió haber tomado su primer paso.

 

Aún está luchando por romper el cascaron de una persona ordinaria, pero ha tomado un paso por delante. Liz ha iniciado el camino para volverse un héroe.

 

[Nunca pensé que podrías crecer en tan corto tiempo; es por eso que los humanos dan mucho miedo. Fácilmente pueden sobrepasar todas las expectativas.]

 

Pero Ghada tenía una razón para no rendirse. Debe ganar a toda costa.

 

[¡No puedo permitirme perder! ¡También es por el bien de Mirue!]

 

Poder mágico es liberado del cuerpo de Ghada, y la piedra mágica en su frente emite una intensa luz.

 

[Qu—]

 

Los movimientos de Liz se detuvieron, y su expresión cambio completamente. Es por eso que el cuerpo de Ghada se había hecho más grande.

 

[Es mi turno ahora. Si me toma muchas veces a este punto, la Armada de Liberación será aniquilada.]

 

Ghada bajó su gran espada con todas sus fuerzas. Liz apenas lo evitó, pero el lugar donde solía estar fue cavado por el golpe de la gran espada.

 

[¡Mira al poder de la raza demoniaca que una vez acabo con el continente central!]

 

Ghada inicio a blandir el Creador Demoniaco con todas sus fuerzas. Liz intentó atacar en desesperación, pero fue incapaz de mitigar el poder de la gran espada y empezó a ser echada atrás por la fuerza bruta de la gran espada.

 

Sus mejillas fueron cortadas por la sola presión del viento. Era un corte menor debido a la protección de la espada espiritual, pero normalmente, había hecho trizas su rostro. Los soldados de Grantz cerca fueron atrapados en el viento, el cual no era diferente a una espada, y sus cuerpos fueron cortados en pedazos.

 

[¡Solo deberías apuntarme a mí!]

 

Liz no tenía consciencia por su propia seguridad mientras iba a por todas. Mientras se acercaba a Ghada, sostenía su Emperador de las Llamas.

 

[No puedes detenerme con eso.]

 

Ghada fácilmente atrapó la hoja de la llama roja con su mano.

 

[¡Entonces te venceré!]

 

El puño de Liz aterrizo en la mejilla de Ghada. Un sonido mudo, como si hubiera golpeado acero, resonó por el aire. Pero Ghada estaba mirando a Liz con una asombrada expresión en su cara.

 

[Te dije que era inútil, ¿no? Y eres menos poderosa que antes. ¿Eres consciente de ello?]

 

Los ojos de Liz estaban llenos con agitación. Probablemente no era consciente de eso, aunque su gran espíritu pudo haberlo hecho así.

 

Su cuerpo tiene una gran cantidad de poder. El poder del espíritu es agotado y disipado. Cada uno de sus ataques les faltaba finesa. Es decir, estaba peleando con su puerta abierta. Malos movimientos contribuyen al cansancio de la fuerza física, y una tremenda cantidad de poder podía sobrecargar el cuerpo.

[Es lamentable. Si supieras cómo manejar tu poder… pudiste haberme sobrepasado.]

 

Mientras hablaba, Ghada estaba liberando sus ataques. Liz continuó a resistirse, pero eventualmente cayó de rodillas al suelo, sudando bastante.

 

[Lo haré fácil para ti.]

 

Ghada blandió al Creador Demoniaco. Liz apenas bloqueó con su Emperador de las Llamas, pero fácilmente fue lanzada.

 

[Aún no… Ugh…]

 

Liz hizo lo mejor para levantarse, pero sus rodillas perdieron fuerza, y cayó al suelo. Cuando Ghada se le acercó, levanto su “Creador Demoniaco”.

 

[No me da gusto matar mujeres y niños… pero supongo que de eso se trata la guerra.]

 

Mis disculpas, Ghada murmuro, bajo el Creador Demoniaco— Pero no pudo hacerlo así.

 

[¡¿Qu—?!]

 

Un fuerte miedo paso por su espalda. Ghada de prisa vio detrás de él. Era la luz del día, pero había oscuridad frente a él que hizo que su mundo perdiera su luz. Se devoro toda la luz alrededor y se transformó en una desastrosa “oscuridad”. Un rayo de luz apareció en la oscuridad. Con el sonido de pisadas en la arena. Algo salió.

 

Sudor frío corrió por las mejillas de Ghada mientras se alistaba rápidamente.

 

[¿Quién… eres?]

 

Era un chico con una suave cara y un desproporcionado parche que apareció en la oscuridad. Sin responder a la pregunta de Ghada, el chico se acercó con una miserable sonrisa en su rostro.

[¿Te importaría alejarte de Liz?]

 

Cuando los murmullos agitaban sus tímpanos, un shock recorrió el abdomen de Ghada.

 

____________________________

 

Apartando su mirada del demonio que se hizo atrás, Hiro camino a Liz.

 

[Liz, ¿estás bien?]

 

[H-Hiro…]

 

Liz estaba respirando con pesadez como si el poder de su espíritu dejara su cuerpo. Hiro suavizo sus ojos y puso sus brazos alrededor de su cuello, sosteniéndola.

 

[Está bien, cálmate y respira. Solo tomate tu tiempo y piensa… en algo divertido.]

 

Este “Campo” era muy pronto para ella. Incluso Altius, quien fue tratado como un prodigio, le tomo dos años soportar este “Campo”. ¿Qué es lo que el “Emperador de las Llamas” está pensando? Hiro miro a la roja espada que yacía a su lado…

 

[Hiro… Yo—]

 

[Está bien. No necesitas decir algo. Solo debes mantener tu determinación en tu pecho.]

 

Si eso la hace más fuerte, es mejor para Hiro no escucharlo. Si quería sacar el poder de la Espada Espiritual, tenía que guardárselo para sí misma. Hiro se sentó en el suelo, mientras su respiración se calmaba.

 

[Solo déjame el resto a mí. Lo terminaré en cuestión de nada.]

 

Hiro se paró y lo miro detrás de él.

[¿Quién diablos eres…?]

 

Lo sonrisa de Hiro se profundizo mientras veía al demonio levantándose y acercándosele.

 

[Hee— Eres bastante fuerte, ¿no? ¡Qué tal de esto!]

 

El borde de la bata negra del Hiro bailaba en el aire, retorció su cuerpo y aplasto su plateada espada con todas sus fuerzas.

 

[¡Gunu! Estoy preguntando, ¿quién eres?]

 

Ya que la velocidad de Hiro no era suficiente, el demonio pudo evadirlo con espacio de sobra.

 

[¡Qué!]

 

Luego, Hiro realizo una precisa trayectoria y apunto su filosa espada al punto vital del demonio. Aunque, ese ataque también es evadido, pero sirvió para cortar la piel del demonio y haciendo que su sangre saliera.

 

El demonio contraataco, pero Hiro giró su cuerpo a un lado para esquivarlo. La gran espada que fue movida verticalmente termino pasando por la punta de su nariz. Luego Hiro de inmediato lanzó un ataque al atónito demonio.

 

[¡Muere!]

 

[¡Gnuhh!]

 

El demonio bailó por el lento y estable ataque de Hiro. Sin embargo, no hay nada que pudiera hacer para detenerlo; si baja la guardia, su cabeza sería cortada. El demonio no tuvo más que tomar el ataque de Hiro.

 

Luego una patada circular golpeo la mejilla del demonio. Su gran cuerpo bailó, pero se rehusó en caer; el demonio limpio la sangre de su boca y miro a Hiro.

[Hm… Justo cuando pensé en que llegué tan lejos, y alguien vino otra vez a interferir…]

 

El demonio peino su flequillo sudado molesto.

 

[Parece que no soy un tipo con suerte.]

 

Mostró el cristal purpura incrustado en su frente, el cual había estado oculto, y lo expuso al mundo exterior. Por otra parte, Hiro relajo su cuerpo y se venía natural. Su postura era tan relajada que pensarías estaba bajando su guardia. Pero el demonio debió haber sentido el poderoso espíritu de lucha que el chico tenía.

 

No sería posible alcanzarlo aún con varios años de luchas, y solo esos que han estudiado de fondo pueden lograrlo. De hecho, es sorprendente que un chico sea capaz de irradiarlo.

 

[Kuku, hahaha… ¡Eso es a lo que llamas talento natural!]

 

El demonio no pudo contener su risa al hecho que tal feroz guerrero era más joven que él. Luego movió su gran espada, la cual era tan alta como él como si estuviera moviendo una varita.

 

La gran espada que rugió por el aire tomo el polvo y se dirigió al chico con el parche. Hiro respondió con un pequeño movimiento, solo levantando su blanca espada plateada. Espada contra espada, chispas volaron mientras la gran espada chocaba con la espada blanca.

 

[¡Hou, lo hiciste, chico!]

 

El demonio estaba por tener una gran apertura cuando fue bloqueado. Sin embargo, el demonio uso el impulso de la gran espada para lanzar un puño al parche de Hiro. Se suponía es el punto ciego del chico, pero…

 

[Por desgracia, no es un punto ciego. Puedo ver.]

 

Hiro pudo evitarlo al retorcer su cuerpo. Pero el gran movimiento creó una apertura para Hiro. Si hubiera sido una persona normal, pudo haber tomado la oportunidad. Sin embargo, el demonio parecía haberse dado cuenta que era una invitación.

[¡Sí es así, entonces te haré ciego!]

 

Clavo sus pies en la arena y movió sus piernas como si las levantara. Una gran cantidad de arena voló frente a los ojos de Hiro. Mientras tanto, el demonio golpeó el suelo y se hizo atrás para distanciarse— pero se sintió incómodo y miró a su brazo derecho.

 

[Me alegra no tomar tu invitación…]

 

Era la primera vez que había experimentado tal cosa. Cuando levantó su mirada otra vez, el polvo que había cubierto la visión de Hiro se había desaparecido en un momento. Sudor bajo de la frente del demonio y fluía de su mejilla. Levantó sus hombros y los limpio, entonces levantó el borde de su boca.

 

[Aunque eres mi enemigo, te admiro. ¿Cómo pudiste llegar al pico de las artes marciales siendo tan joven? Sin embargo, no puedo quedarme admirado por mucho. Debo encargarme de esta situación.]

 

Las miradas de ambos hombres se cruzaron. Leían los movimientos por adelanto, luego dos. El ganador será el que pueda anticipar el siguiente movimiento del oponente. Es por eso que no pueden hacer movimientos fáciles. Ambos se concentran en tener el primer movimiento al sacudirse sus nervios.

 

[Haha— esto es bueno. No he sentido algo como esto en un buen tiempo. ¡No puedo evitar la lucha de vida o muerte! ¡Nunca sentí tal regocijo en el fondo de mi corazón!]

 

El temblor del guerrero golpeo al demonio— su cuerpo tembló con gozo.

 

[Vamos a matarnos entre sí de una vez por todas… ¡Hey, “Dragón de un Ojo”! ¡El último en pie es el ganador! Es fácil de entender, ¿no? Mi nombre es Ghada Meteor. ¡Vamos a jugar!]

 

El demonio creó con sus labios secos una forma circular y retorció su cuerpo. Luego la punta de su gran espada, la cual era tan alta como su cuerpo, fue enterrada en la arena. Hiro le dio una miradita y bajo sus hombros.

 

[Estoy bastante asombrado de la raza demoniaca. Pero no estoy interesado en matarnos.]

 

Pero contrario a sus palabras, Hiro tenía una fiera sonrisa en su cara.

 

La expresión en su cara era tan desproporcionada para un chico tan joven— Liz lo vio y lucía preocupada. Hiro miro sus costados y suprimió un poco su intento asesino.

 

[Pero estoy un poco irritado ahora. Tendrás que prepararte para una buena herida.]

 

Ahora, la nada se apodero del chico. Se hundió al abismo y estripo toda emoción…

 

Hiro levanto su brazo derecho al frente de su pecho, alzo su plateada espada blanca en horizontal, y apunto la punta de la espada al demonio. Un momento después— chispas vuelan entre los dos. Un fuerte sonido resonó por el campo de batalla.

 

Les gustaba competir entre sí y seguir apuntando a los puntos vitales de sus oponentes. Sin embargo, en sí, la diferencia en sus habilidades empezó a verse aparente. Ghada empezó a alentarse comparado a la velocidad de Hiro. Quizás juzgando que era demasiado peligroso ir más allá, el demonio una vez más tomo distancia.

 

[¿Qué con eso? Puedo ver un torrente de inmenso poder que está siendo oculto hábilmente. Pero no se menciona esa espada en alguna literatura o historia. Al menos, es lo que he leído y visto.]

 

El cuerpo bien entrenado del demonio está lleno con poder mágico, y sus ojos parecen perforar su corazón.

 

[Dragón de un Ojo… te pregunto otra vez, ¿qué es esa cosa que tienes?]

 

[La bendición del “Creador Demoniaco” está agitado. El “Emperador de las Llamas” es “Monstruosamente Fuerte”. Cada uno de los cinco grandes tesoros del mundo tienen su propia bendición especial. Dos no son iguales. Entonces deberías ser capaz de descubrirlo.]

 

Hiro continuo con una mirada de remembranza en su cara.

 

[Entonces, déjame mostrarte.]

 

Luego de tomar un respiro, Hiro sostuvo el “Emperador Celestial” al cielo y golpeo el suelo.

 

[¿Qué?]

 

Ghada se asombró por un momento, pero luego un divino corte de luz lo golpeo.

 

Divino Flash de Luz— un intenso ataque de velocidad sónica. La “Divina Velocidad” traída por el “Emperador Celestial” dejo los sonidos del mundo atrás.

 

Para suprimirlo, Ghada puso el “Creador Demoniaco” frente a él, pero su brazo derecho saltó, sacando sangre. Antes que pudiera sufrir el intenso dolor, Ghada fue golpeado por la siguiente espada de luz. No era posible detenerla o evitarla, y su fuerte cuerpo fue teñido con sangre en un pestañeo.

 

[¡Mugaaah!]

 

Ghada trato de contraatacar, pero no había forma que pudiera golpear a un enemigo que no podía ver. Aun así, blandió su “Creador Demoniaco” y persiguió desesperado la imagen de Hiro. Sin embargo, el resplandor de la radiación solo se incrementó como si se burlara de él, y el número de cortes en el cuerpo de Ghada se incrementó.

 

[Detrás de ti.]

 

Hiro apareció detrás de Ghada y lanzo una poderosa patada a su espalda. Estaba cerca de salir volando, pero Ghada surgió su poder mágico y retorció la arena alrededor de su pierna para resistir el impacto.

 

[¡Guh!]

 

Con Ghada apretando sus dientes y volteando su cuerpo, la hoja del “Creador Demoniaco” rebano el aire. Pero antes que pudiera acercarse, Hiro salto para evitarlo.

 

[¡Hah! ¡No puedes moverte cuando estás en el aire!]

 

Como si esperara por él, Ghada lanzo su “Creador Demoniaco” a Hiro.

 

[Por desgracia no. Aún puedo moverme.]

 

Hiro hizo aparecer un arma espiritual bajo sus pies. Luego de usarlo como soporte, se posiciono en el aire y se agacho con todas sus fuerzas.

 

[¡Tch—!]

 

Ghada fue forzado a cambiar de ataque a defensa. Una vez más estaba siendo el juguete del impredecible juego de Hiro. Incluso si detenía su espada, puños llegarían a él. Incluso si evitaba el puño, la patada lo golpearía en el estómago. Si atrapa la patada, la espada será apuntada a su cuello.

 

[Mierda— ¡Si esto continua así!]

 

Mientras Ghada sacaba su frustración, desesperado trato de atacar. Pero no hay punto en cortar en la dirección equivocada.

 

En el abrazador sol y repetidos movimientos reducirán tu fuerza. Dentro de unos momentos, Ghada estaba sudando y sangrando de sus cortadas, y cayó de rodillas como si hubiera llegado a su límite.

 

Hiro notó que Ghada estaba respirando con dificultad repetidamente y apuntó la punta del “Emperador Celestial” al suelo.

 

[Creo que esto es suficiente, ¿no…?]

 

[No seas ridículo. ¡Aún puedo pelear!]

 

Que difícil; Hiro suspiro en desacuerdo cuando recibió una respuesta inmediata.

 

[Ya veo… Sinceramente espero que te rindas y lo dejes.]

Luego de limpiar el sudor de su cara, le tomó a Hiro un momento respirar y mirar alrededor.

 

[¡Uraaa!]

 

Un soldado de Grantz estaba asesinando soldados enemigos mientras gritaba. Estaban bajando de sus camellos y rodeándolos en grupos, matándolos. El impulso inicial que los rebeldes habían tenido se perdió por completo.

 

[¡No te intimides! ¡Tenemos la bendición del Dios de la Guerra!]

 

En su armadura pesada, representan el coraje de todas las personas— la Cuarta Armada Imperial, el protector de la parte sur del Gran Imperio Grantz.

 

El segundo al mando del primer grupo, Kigui, fue asesinado en batalla por el demonio. Sin embargo, no están angustiados como han estado en muchas batallas antes y están luchando mucho para retraer a los rebeldes como si disiparan la penumbra. Por eso, las dos alas de la Cuarta Armada Imperial estaban completando el círculo de la armada rebelde.

 

Luego, los gritos y llantos de los soldados enemigos llegaron a sus oídos, y el olor de la muerte y la sangre se mezcla con el viento en la nariz. Dejando ese infernal lugar, Hiro le dijo al demonio.

 

[Aunque, no has podido sacar el poder de la Espada del Emperador Demonio.]

 

Hiro había peleado contra un anterior usuario en el pasado, pero no era un oponente que pudiera vencer como gustara. Era un fiero hombre quien hábilmente usó el “shock” para detener el movimiento y contraataque de Hiro. Aunque la protección del Emperador Celestial ha amplificado las habilidades físicas de Hiro, no hay forma que Hiro pueda derrotarlo tan fácilmente. La habilidad física del oponente también se ha fortalecido por la protección de la Espada del Emperador Demonio. Luego de considerarlo, Hiro hizo una sugerencia y se lo menciono al demonio frente a él ahora.

 

[No sé qué tienes que atraes a la Espada del Emperador Demonio, pero creo que podemos asumir que estás perdiendo. No tengo que decírtelo, pero es mejor que lo sepas.]

 

[En efecto, estaba pensando en rendirme. Sé la razón exacta. Pero aún tengo que seguir peleando.]

 

[No puedes vencerme si ni siquiera puedes sacar el poder de la Espada del Emperador Demonio.]

 

Dejando los mil años detrás, el continente central ahora está dominado por espíritus.

 

No hay espíritus en el Principado de Lichtine, aun así, poder mágico se mezcló con partículas que son extremadamente delgadas igual. No importa cuántas piedras mágicas posea, no sería capaz de mostrar su verdadera habilidad en este continente. Además, si no puede sacar el poder de la Espada Emperador Demonio, no será capaz de vencer a Hiro.

 

[Y quiero que te rindas. No haré nada que te lastime.]

 

Es mentira. Dependiendo del futuro desarrollo en la situación, habría tenido que maltratar a esos que se rindieron. Si les decía que confíen, se volverían tercos y la resistencia incrementaría. Ya sea que viera por la mentira o no, Ghada no asintió, solo respondió con una amarga sonrisa.

 

[Hmph, inténtalo con todas tus fuerzas. Si crees que puedes vencerme, sería fácil.]

 

Hiro estaba esperando que dijera eso, así que pensó en su siguiente movimiento. Esto es para quebrar el espíritu de lucha de Ghada. Para hacerlo así, necesitaba conmoverlo.

 

[Has estado preocupado por tu espada por un tiempo, ¿verdad?]

 

Ghada se quedó sin expresiones, pero Hiro no perdió la chance cuando sus hombros se bajaron.

 

[¿Es posible que hay alguien importante en tu campamento principal?]

 

Hubo muchas veces durante la batalla cuando la concentración de Ghada se había perdido. Era lo mismo ahora. Incluso su vida estaba en peligro, centro su atención en su espalda.

 

[¡Cállate!]

 

Ghada lo miro, sin incluso tratar de esconder su enojo. Era como si lo acabara de confesar. Hiro al instante pensó en ello y dejo salir su voz.

 

[¡Liz! ¿Puedes pararte?]

 

[Eh sí, estoy bien… creo que estoy mucho mejor que antes.]

 

[Si es así, quiero que vayas al campamento enemigo y traigas a la chica que está actuando como su líder.]

 

Cuando Hiro dijo eso, como esperaba, la reacción del demonio volvió.

 

[¿Crees que te dejaré?]

 

El espíritu de lucha de Ghada salió, y el espacio alrededor de él empezó a distorsionarse. Hiro sintió un tremendo torrente de poder mágico. Su piel sintió como si el calor la quemara.

 

Hiro estaba más que un poco sorprendido. Porque era inusual para Ghada preocuparse tanto por otras razas. En sí, la raza demoniaca discriminaba a cualquier raza que no fuera pura sangre como una raza inferior.

 

Al menos hace mil años, la discriminación contra razas por la raza demoniaca era muy prominente. Otras razas eran esclavos y objetos de nada. Clamaban que la raza demoniaca era la suprema y superior raza absoluta. Podía decirse que fue por esa arrogancia que la Alianza de la Cuarta Raza los destruyo. La posibilidad que Ghada sea un externo no podía descartarse, pero si le importaba la chica, debía hacer algo rápido.

 

[Liz. Quiero que me lo dejes todo aquí a mí.]

 

El campamento principal de la armada rebelde está rodeado. Si esto continua, la vida de la chica líder estará en peligro. Si su motor de fuerza es la chica, el demonio no escogerá rendirse si algo le pasa a ella. Así que la batalla continuaría hasta que un lado sea aniquilado.

 

En la totalidad de cosas, esto no es deseable. El Principado de Lichtine ha sido informado que la batalla ha empezado. Si pueden coger un flanco ahora, incluso la fuerza de la Cuarta Armada Imperial no será capaz de soportarlo.

 

Para hacer puntos, debemos evitar un daño significativo.

 

Para hacerlo así, una victoria es necesaria para que los nobles en el centro no tengan espacio para objetar. Así que la primera prioridad es hacer a los rebeldes rendirse. Lo mejor para hacer es interceptor a la armada del Principado de Lichtine luego.

 

[Liz, por favor.]

 

[De acuerdo.]

 

Ella saltó en la espalda de su caballo y lo montó hasta el campamento del enemigo.

 

[¡No te dejaré!]

 

Ghada estaba por seguirla, pero Hiro se paró de frente y apunto la punta de su Emperador Celestial a él.

 

[¿Crees que voy a dejarte seguirla también? Te capturaré aquí.]

 

Su motivación era conocida. Liz lo haría bien al atrapar a la chica.

 

[¡Hmph, si quieres atraparme, tendrás que cortarme las piernas!]

 

Hiro se agachó al costado de Ghada.

 

[Terminemos con esto. ¿Puedes dormirte por un rato?]

 

Hiro, habiendo encerrado a Ghada, ataco con su puño su cara. Tomó al demonio por el cuello, arrastrándolo, llevando sus rodillas a su estómago, girándolo, y aplastando sus talones en su nuca con gran fuerza.

 

[Ogouaah.]

 

Hiro tomo al demonio por la cara y lo derribo. Una gran cantidad de polvo amarillo voló. Levantó sus piernas para alejar el polvo y lo dejo caer en el plexo solar del demonio, causando que el gran cuerpo del demonio se hunda en el desierto.

 

Con el demonio inconsciente a su lado, Hiro le dijo a un soldado cercano.

 

[Atalo con fuerza para que no pueda escapar.]

 

Luego, tomando al “Emperador Celestial” con fuerza, Hiro atacó a los rebeldes que aún se estaban resistiendo.

 

[¡Hyii!]

 

[¡Ahí viene!]

 

Cuando vieron que Ghada había sido derrotado, los rebeldes temblaron. Algunos trataron de huir, pero no pudieron hacerlo cuando estaban rodeados.

 

[¡No se atrevan a huir! ¡Me haré con sus cabezas!]

 

Si no pueden escapar, no tienen más que resistirse, pero no había nada que pudieran hacer contra un enemigo que no podían ver, y fueron cortados en un pestañeo. Cada vez que una espada de viento era creada, había un grito, y sangre salpicaba. Mucha sangre se formó en el desierto, y mientras el enemigo se hundía, los aliados de Hiro gritaban con gozo.

 

Por el momento una pila de cuerpos se construyó, un grito de batalla se había levantado de la segunda línea. Quizás notando su derrota, los rebeldes del área circundante empezaron a debilitarse en resistencia.

 

[Ahora solo tengo que esperar que Liz la traiga.]

 

____________________________

 

La situación general ha sido decidida, pero aún están esos que se rehúsan a admitir la derrota. Para conseguir que la Armada de Liberación baje sus armas, necesitarán a Ghada y la chica líder.

 

Hiro camino pasando a los rebeldes que habían bajado sus armas y empezado a rendirse y llego al lugar donde Ghada había estado. Sin embargo, los soldados del Imperio rodearon a Ghada, y Hiro no podía verlo.

 

Están en guardia para asegurarse que los rebeldes no lo tomen de vuelta. Pero los números son mucho más que eso. Mientras Hiro pasaba por los soldados para llegar el centro—

 

[No crees que una raza demoniaca puede sobrevivir en este mundo contra la raza humana.]

 

El hijo de un noble usando una fina armadura estaba pateando al demonio. Había otros soldados que se aprovecharon de la situación y asaltaron a Ghada.

 

[Si no fuera por la generosidad del Primer Dios, habrías sido erradicado por el Dios de la Guerra. ¡Eres una raza baja desgraciada que olvida ese favor y van directo a la raza humana!]

 

No era sorpresa que se sintieran de esa forma. No podían evitar ser emocionales ya que muchos de sus amigos habían sido asesinados. Hiro pudo haberlos sacado del lío si lo hubieran pensado bien. Sin embargo, era completamente imperdonable para alguien actuar de tal manera que interferiría con la armada entera solo para confiar sus quejas por un momento.

 

[Deberías detenerte.]

 

La severa voz de Hiro se encontró con una invasiva mirada.

 

[Mocoso. ¿A quién le estás hablando?]

[A ti y tus compañeros.]

 

[¿Sabes quién soy…?]

 

[No lo sé, así que dímelo. ¿Eres un famoso general liderando una unidad?]

 

[Lidero la 26va unidad. Daniele von Edward, un capitán.]

 

Lord Daniele estaba al fondo del primer grupo… y de haber presenciado la pelea de Hiro, no habría tomado una actitud tan pomposa. Los soldados alrededor de él, quienes sabían cómo Hiro luchó, se retiraron juntos.

 

Puede que haya venido aquí luego de recibir las noticias que el demonio había sido capturado. No es posible pasar por alto las violaciones a la disciplina militar, incluyendo acciones arbitrarias y excesivo maltrato de prisioneros.

 

[Bastardo, escoge morir o ser un esclavo…]

 

Es una favorable posición para reforzar la disciplina. Para el futuro, su vida no sería mejor que la de Ghada. Luego de tal deliberación, Hiro concluyo que no necesitaba a este hombre para planes futuros.

 

[Lo siento. No puedo darte una oportunidad. Siempre puedo reemplazarte como líder del grupo.]

 

[¿Huh?]

 

[¿No me escuchaste? Dije que tu vida no es de valor.]

 

[¿Qué estás—?]

 

La cabeza de Lord Daniele fluyo en el aire mientras trataba de tomar a Hiro, siguiendo un rastro de sangre fresca. Su cabeza cayó al suelo con una enojada apariencia, sacando sangre.

[Ah mis disculpas. Fuiste de valor. Al morir aquí.]

 

Con todos sin palabras, Hiro se acercó a Ghada y se agachó.

 

[¿Estás bien?]

 

[Momento justo para despertarme.]

 

[No quiero que mueras. No dejaré que nadie te toque otra vez. Puedes relajarte.]

 

[Me haces sentir que soy mejor que esas personas.]

 

[Haha, lo tomaré como un cumplido.]

 

Por cierto, Hiro dijo mientras se rascó su espalda y mira alrededor. Los soldados por fin recuperaron su compostura y pusieron sus manos en el mango para sacar sus espadas.

 

[Ahm es mejor no sacar sus espadas. No quieren ser acusados de irrespetuosos, ¿verdad?]

 

El dragón veloz se acercó a Hiro, amenazando a los soldados.

 

Hito tomo uno de los palos colgando del costado del dragón y lo clavo al suelo. El viento soplo, y el trapo que había sido envuelto alrededor se expandió bajo el cielo.

 

Era la bandera de armas que una vez más había sido ondeada por un hombre.

 

Hoy en día, es solo preservado en el folklore y solo podía ser visto en el mundo de las pinturas. Así de sagrado es para las personas del Gran Imperio Grantz.

 

―― Esta es una bandera con un dragón sosteniendo una espada blanca y plateada en un fondo negro.

 

Esta es la divina bandera que el Segundo Emperador y uno de los Doces Grandes Dioses de Grantz, el “Dios de la Guerra”, alzó.

 

Los ojos de todos estaban bien abiertos. Como si hubieran atestiguado un ser legendario, miraron entre la bandera y Hiro, solo para abrir bien sus bocas, incapaces de decir palabra.

 

Fue Ghada quien rompió el silencio.

 

[¡Hahahaha, ahora todo tiene sentido!]

 

Hiro miro sospechoso a Ghada, quien de pronto empezó a reír. Ghada rugió al cielo.

 

[¡Me usaste! ¿Me dejaste vivir solo por esto? ¿Qué es lo que quieres?]

 

Tienes que estar jodiendo, dijo Ghada al final. En ese momento, la Espada del Emperador Demonio tomo un brillo y desapareció como si se estuviera derritiendo el aire. Tomó un momento para Ghada notarlo, su cara hecha de frustración, y de inmediato se volvió una sonrisa que parecía ser tanto sincera que de lamento.

 

[Qué cosa más leal…]

 

Su expresión hizo a Hiro pensar. La Espada del Emperador Demonio había dejado a Ghada.

 

[Ahora solo eres un demonio. Pero aún tienes la piedra mágica, así que eres bastante fuerte.]

 

[¿Estás satisfecho?]

 

[No lo sé. Para mí, sería feliz de cualquier forma.]

 

Incluso si Ghada fue abandonado por la Espada del Emperador Demonio, eso no perjudicaría sus planes futuros. Luego Hiro miro a los soldados. Parecían estar completamente abrumados y aturdidos mientras miraban a Hiro. ¿Cuánto más van a estar en ese asombro?

Hiro suspiro y lanzó unas cuantas palabras a los soldados.

 

[Mi nombre es Hiro Schwartz von Grantz. Soy un descendiente del Segundo Emperador, quien también es el Dios de la Guerra. Me he vuelto un miembro de la Familia Imperial Grantz como el 4º Príncipe.]

 

La voz de Hiro no fue alta, pero sonó claro incluso en medio del sonido.

 

[Como un miembro de la Familia Imperial, no puedo seguir a alguien a destruir nuestra disciplina militar. Antes, Lord Daniele había maltratado a los prisioneros en exceso. Lo he castigado por ello, pero si alguien tiene alguna objeción, dé un paso al frente.]

 

La voz no era particularmente hermosa, pero aún tuvo el poder de hacer que quienes la escucharon obedecieran.

 

[Nadie, ¿huh? Entonces capturen a esos dos.]

 

Hiro señaló a las personas que había estado violentado a Ghada junto con Lord Daniele. Los soldados quien fueron señalados por Hiro se retiraron con una apariencia de sorpresa en sus rostros, pero fueron restringidos por los soldados quien seguían las órdenes de Hiro.

 

[¡D-Déjame ir!]

 

[¿Qué pasa contigo? ¡El demonio mató a mis amigos! ¡Debes odiarlo también!]

 

Ya que Lord Daniele fue castigado, no debían ser perdonados. Sería malo para la moral, y los soldados no entenderían y estarían frustrados. Ellos deben ser castigados como se debe.

 

[Llévenlos al fondo. Y el resto de ustedes, notifiquen a sus unidades. No maltrato excesivo al personal rendido.]

 

Hiro miro a Ghada mientras los soldados empezaban a moverse velozmente con las órdenes.

 

[Es hora que la chica que cuidas sea traída aquí.]

[Te mataré si hay siquiera un rasguño en ella.]

 

[¿Ella es así de importante para ti? Si no te importa, me gustaría saber por qué.]

 

Luego de un rato de duda, Ghada abrió su boca, como si se diera cuenta que no había punto en andar con rodeos.

 

[Es un poco inconveniente para un demonio liderar una raza humana… Y así que la use. A pesar de mi egoísmo, me obedeció. Quería enviarla a casa sana y salva, al menos, pero por cómo van las cosas. Eso no va a pasar.]

 

[En ese caso, tengo una propuesta para ti.]

 

[¿Una propuesta?]

 

[Sí. Si obedeces mis órdenes desde ahora, enviaré a la chica a casa a salvo.]

 

Hiro continuo a decirle a Ghada quien frunció el ceño en sospecha.

 

[Creo que no es una mala idea. No es fácil para ti rescatar a la chica y escapar del campo de batalla cuando has perdido tu espada mágica, y probablemente no eres tan tonto como para dar un mal paso.]

 

[Si eso es cierto, ¿cómo planeas probarlo? No hay garantía que serás capaz de llevarla a salvo.]

 

[Lo juro por el Espíritu del Rey.]

 

Hiro hizo sus ojos al sur luego de decirlo así. Un caballo está viniendo a él. El que estaba montándolo era Liz. Se bajo del caballo y halo las riendas para detenerse al frente de Hiro.

 

[He capturado a la chica.]

 

Una chica con una capucha blanca estaba sentada frente a Liz.

 

[Gracias por el esfuerzo. ¿Ella es?]

 

[Mirue, comandante de la Armada de Liberación.]

 

La chica en una bata negra respondió. Hiro camino a ella y la miro de cara y fue golpeado por un sentido de dejá vu.

 

[¡Oji-san!]

 

Mientras Hiro estaba asombrado, Mirue saltó del caballo y abrazó a Ghada.

 

[Lo siento. No pude hacerlo…]

 

[No. Me alegro que estés bien.]

 

[¿Estás herida?]

 

[No. Esa Onee-san me protegió.]

 

[Ya veo…]

 

Hiro miro a Liz mientras se reunían otra vez.

 

[Antes de hablar del futuro, ¿puedes decirme qué pasa al frente?]

 

[De momento, llegué al campamento enemigo, todo lo que quedaba era la guardia personal de la chica.]

 

[¿Solo los guardias?]

[Sí, los otros dejaron el campo de batalla tan pronto como la guerra inició. Parece que algunas de las tropas en el campo enemigo también huyeron de inmediato. Así que la resistencia fue corta, y pude capturar a Mirue fácilmente.]

 

[¿Sabes por cuál camino huyeron?]

 

[Oí que fue al este.]

 

[Muchas gracias. Lo entiendo ahora.]

 

Hiro miro al este. La retaguardia de la armada rebelde huyo en dirección al Fuerte Arzuba. Es una gentil cima, y es imposible ver por el otro lado. Hiro volvió su atención a Ghada.

 

[Ghada. ¿Reconoces la retaguardia con mercenarios?]

 

[Sí, y unos cuantos esclavos de infantería también.]

 

Está hecho. La retaguardia ciertamente ha sido traída por el Principado de Lichtine. No hay tiempo para pensar en cuándo o dónde. Es un hecho que la retaguardia ha desaparecido, y por eso es necesario para lidiar con eso.

 

[Liz, creo que estás al mando de dos mil hombres ahora, pero ¿vas a dejar a cargo a Tris ahora?]

 

[Sí, eso es.]

 

Luego de escuchar la respuesta de Liz, Hiro llamó a dos de caballería montados a caballos.

 

[¿Qué puedo hacer por usted, señor?]

 

[Perdón por pedirte tomar el lugar del mensajero, pero necesito que vayas al flanco izquierdo y le digas esto a Lord Tris. Dile que despliegue sus tropas al este. Dile que es una orden de Su Majestad Celia Estrella. Él lo entenderá.]

[¡Sí!]

 

[Además, quiero que vayas al campamento principal y le digas al General Kylo. Dile que envíe una unidad de reserva al este, donde el Principado de Lichtine aparecerá. Puedes decirle que esta es una orden del Cuarto Príncipe.]

 

[¡Muy bien, Señor!]

 

Entonces Hiro volvió a Liz.

 

[Liz. Quiero que te des prisa y te encuentres con Tris y tomes el mando del flanco izquierdo.]

 

[¿Qué hay de Hiro?]

 

[El enemigo vendrá a nosotros, así que tendremos que derrotarlos de una vez. Creo que puedo comprarnos algo de tiempo.]

 

Hiro tomó su propia bandera y montó al dragón veloz.

 

[¿Qué debería Mirue y yo hacer?]

 

Ghada interrumpió la conversación.

 

[Mirue debería ir con Liz, y tú deberías seguirlos detrás en un camello.]

 

Hiro movió su plateada espada y corto el lazó que ataba a Ghada.

 

[¿Me quieres liberar? Puedo solo matar a esa chica por allá y escapar.]

 

[No puedes vencer a Liz ahora que has perdido la espada del Emperador Demonio. No puedes tomar a Mirue y huir de ahí, como dije antes.]

 

Y además, quién sabe qué pasará si Hiro solo los deja. No quería que escapen, pero tampoco quiero que sean asesinados. No tenía más elección que hacerlo. Y Hiro no pensaba que Ghada escaparía.

 

Debido a la existencia de Mirue, si la deja a cargo de Liz, Ghada no será capaz de hacer algún movimiento inapropiado. La seguirá con cuidado.

 

[Bueno me voy.]

 

En lo alto de una leve subida, una gran cantidad de polvo se levantó al cielo del otro lado. Hiro tensó su expresión, pateó la panza del dragón veloz, y corrió por la plana arena.

 

____________________________

 

La armada del Principado de Lichtine estaba pelos de punta por la Cuarto Armada estando comprometida con los rebeldes. Se enumeraron en cinco mil. Mil de caballería de camello en cada flanco, mil en infantería de esclavos en la línea avanzada, y un total de dos mil en infantería ligera en las líneas principales y traseras.

 

Esta armada está liderada por el segundo hijo de la familia del Príncipe, Karl Olk Lichtine. Y apoyando a Karl como su segundo al mando está Ranquille Caligula Gilberrist.

 

La cara de los dos estaba oscura mientras montaban sus caballos lado a lado.

 

[No esperaba que los nobles tengan tanto miedo.] Marquis Ranquille dijo eso frustrado.

 

Fue solo ayer que la noticia de último minuto llego. La noticia era que un destacamento de la Cuarto Armada Imperial estaba quemando las villas a cenizas. Era natural ya que estaban invadiendo muy adentro al territorio. Sin embargo, los nobles, quienes querían proteger sus territorios, doblaron rodillas.

 

Empezaron a gritar que debieron rendirse al Imperio Grantz y que debían negociar con ellos. Tomó algo de tiempo persuadirlos, lo cual retraso su llegada aquí.

 

[Es una lástima. Hemos llegado hasta aquí.]

Sin embargo, todos los nobles en ese momento quienes decidieron empezar una guerra con el Imperio Grantz fueron asesinados en batalla contra los rebeldes. E incluso rendirse está fuera de cuestión, la Cuarta Armada Imperial debe ser aplastada con el fin de negociar. Para mantener la apariencia de una nación, deben obtener mejores condiciones. Si escogen perder sin dar pelea, serían el hazme reír de otras naciones.

 

[Karl-sama. Este es un momento crucial para nosotros.]

 

[Sí. Lo dejaré todo a ti. Estoy contando contigo.]

 

Ranquille asintió. Entonces un mensaje llego a él muy rápido.

 

[¡Su Excelencia! Algunos de los rebeldes se dirigen aquí.]

 

[Así que parece que los mercenarios pudieron alejarse.]

 

[¿Deberíamos dejarles unirnos?]

 

[No, trabajaran como una unidad separada.]

 

Para reponer el retraso, no podían permitirse bajar la marcha al unirse.

 

En primer lugar, Ranquille no confían en mercenarios. No es por el bien del país o alguien más que van a la batalla. Es por el dinero. Entonces no hay forma de saber cuándo traicionarán al país o cuando huirán. Si esas personas se les permite unirse a la armada, solo serán un estorbo.

 

[La situación de guerra por allá también me concierne. Quiero hablarle al líder mercenario. ¿Puedes traerlo aquí?]

 

[¡Ciertamente!]

 

Luego de un tiempo que el mensajero se fue, un hombre de ligera armadura llego.

Sangre seca se paga a su armadura y su sucia cara falta de inteligencia. Incluso si es un mercenario, no es diferente a un bandido. Ranquille frunció el ceño mientras observaba la apariencia del hombre. En una inspección más cercana, el mercenario estaba usando la armadura del Principado de Lichtine.

 

La sangre seca mostraba que no era reciente y que mucho tiempo había pasado. Era fácil de suponer que el mercenario originalmente pertenecía a la armada rebelde. Quizás era por el boletín de guerra que habían adquirido en la guerra en la cual el Príncipe había perdido mal. Esto no le sentó bien a Ranquille. Sintió enojo moviéndose en su corazón.

 

[Bueno, bueno, gracias por tu patrocinio.]

 

Sin darse cuenta que había ofendido a Ranquille, el sonriente hombre rascó su nuca e inclinó su cabeza en su caballo. Ranquille quería cortar al hombre quien no tuvo sentido de decencia en ese momento, pero hizo lo que pudo para suprimir su enojo al exhalar pesadamente.

 

Karl, quien estaba sentándose a su par, notó su presencia y respondió a cambio.

 

[Gracias por tu tiempo. Soy Karl Olk Lichtine. Es un placer tener una pelea conmigo.]

 

[Hm, bueno, me alegra escuchar eso. He pagado mucho dinero, así que debo hacer mi parte apropiadamente.]

 

[¿Y cómo va la guerra?]

 

[Bueno, los rebeldes están siendo presionados. Solo es cuestión de tiempo antes que se rindan.]

 

[Eso no es bueno. Marqués Ranquille, tenemos que apresurarnos.]

 

Las palabras de Karl trajeron a Ranquille de vuelta a sus sentidos, y respondió asistiendo.

 

[Eso es. Hey, mercenario.]

 

[¿Huh?]

 

[Toma el liderato del campo de batalla. Nuestros scouts no saben mucho al respecto. Llévanos al lugar donde podemos flanquear a la Cuarta Armada Imperial.]

 

Karl inclinó su cabeza a las palabras de Ranquille. Es entendible porque los reportes de sus scouts continuamente vienen. Más importante, tienen información en donde la Cuarta Armada Imperial y los rebeldes están peleando.

 

[Bueno, cuento contigo.]

 

[¡Aye, déjamelo a mí, les daré un incentivo por dinero!]

 

Luego de ver a los mercenarios irse, Karl llamó a Ranquille.

 

[¿Por qué dices cosas como esas?]

 

[¿Estás hablando de la mentira?]

 

[Sí. Ese mercenario debe estarse riendo en su cabeza. Debe pensar que los scouts del Principado de Lichtine no eran capaces.]

 

[Por otro lado, no nos llevarán.]

 

[¿Incluso si era una humillación para nosotros?]

 

[El destino de nuestra nación está en juego en esta guerra. No hay más vergüenza que la destrucción de una nación. Deja que esos que quieran reírse lo hagan así.]

 

[Fumu… ya veo. Marqués Ranquille de hecho es habilidoso en controlar sus emociones. Pero no creo ser capaz de hacerlo fácilmente.]

 

Ranquille le dijo a Karl, quien aún parecía infeliz, y luego soltó sus palabras.

[Más importante, ¿notaste que la armadura que el mercenario estaba usando le pertenece a nuestro país?]

 

[Claro. Estaba sucia, pero no había forma que pudiera equivocarme. Debió haber sido traído por algún mercante.]

 

[No, debió haberla arrebatado del cadáver cuando derrotó al príncipe.]

 

[¿Estás seguro de eso?]

 

[Estaba hecha de hierro de alta calidad. Probablemente le perteneció a un distinguido noble. No pude identificarlo porque estaba muy sucio para ver la cresta.]

 

[Es imperdonable. Cuando esta guerra acabe, deben ser castigado.]

 

Karl saco su enojo. Él tomó las riendas con fuerza y miro a los mercenarios quien estaban fuera de la vista. Cuando vio a Karl, Ranquille lo apaciguó.

 

[Es por eso que los deje irse por ese camino.]

 

[¿Qué?]

 

[Los mercenarios deben ser los primeros en pelear. Es por eso que decidí disponer de ellos como puntas de flechas. Si tienen la fuerza de sobrevivir, podemos castigarlos luego.]

 

[Hm. ¡Esa es una buena idea!]

 

[Además, lo has entendido todo mal, Karl-sama.]

 

[¿Mal?]

 

[En sí, antes dijiste que tengo excelente control de mis emociones, pero no soy una persona muy noble.]

Bajando sus hombros, Ranquille continúo.

 

[Incluso si yo soy alguien sin furia. Quería cortarle su cabeza en ese momento, pero cuando veo la gran pintura, incluso la mierda tiene su uso. Así que pensé que ponerlos en el frente de línea podría quitarlos de mi mente un poco.]

 

Karl retrocedió por la malvada sonrisa de Ranquille. Estaba sorprendido de ver que incluso ese hombre podía ser manejado por la pasión.

 

[Aunque, estoy impresionado por tu iniciativa al tratar de usarlo a tu ventaja. No había sido capaz de hacerlo así. Habría matado a ese hombre.]

 

[Es un poco vergonzoso. Espero que no alabes más. Si puedes, guárdalo para cuando ganemos esta guerra.]

 

Ranquille tomó su cuello y parecía molesto. El enojo por fin había pasado, y Karl sonrío.

 

[También tienes razón. Primero tenemos que ganar.]

 

Con determinación su corazón, Karl levantó su cabeza y miro al frente. Ranquille asintió con su cabeza en satisfacción, y ambos procedieron con sus caballos. Solo era cuestión de tiempo antes que se aliviaran de saber que algo estaba mal con los mercenarios que había estado liderando.

 

Hubo un fiero sonido de espadas siendo chocadas. El aire fue sacudido por los gritos de los mercenarios quien estaban llevando sus espíritus en sus voces. Los mercenarios aplastaron sus espadas contra sus escudos para intimidar a sus oponentes y gritaron a todo pulmón.

 

Sin embargo, el campo de batalla invadido por la armada del Principado de Lichtine aún estaba lejos. Mientras Ranquille estaba preguntándose, un mensajero llego, luciendo cansado.

 

[¡La batalla ha empezado!]

 

[¿Qué…? ¿A qué te refieres?]

La ceja de Ranquille se frunció mientras miraba al frente. Pero el polvo y la arena le prevenía el entender los detalles del frente de línea.

 

[¿Cuántos?]

 

[Es solo un hombre…]

 

[¿Huh…?]

 

Ranquille no podía evitar sacar una exclamación de espanto. Pensó que había oído mal, pero su boca se retorció, y repitió.

 

[Te estoy preguntando del número de personas con las que estamos tratando.]

 

[Solo uno, señor. ¡De pronto, apareció en nuestro camino y fue por los mercenarios quienes estaban yendo a la carga!]

 

[¿Un hombre asalto contra mil?]

 

Qué estúpida idea para comprar tiempo. ¿Qué puede hacer una sola persona?

 

Podían estar escondiéndose en algún lugar. También había la posibilidad que hubiera hecho algo imprudente como ir solo para atraer la atención. Ranquille sonrió a ese pensamiento.

 

[No, no lo creo.]

 

Si la Cuarta Armada Imperial hace fuertes movimientos, los scouts serán capaces de detectarlo. No es fácil evadir la vigilancia, especialmente en el desierto donde pueden tener una buena vista. Aunque su mente estaba confusa por la situación que no entendió, volvió a sus sentidos al golpearse sus mejillas. Quizás el propósito de esto es confundirlo.

 

Si su objetivo es bajar la marcha al comprar tiempo, entonces tienen un buen plan, Ranquille sonrío.

[Bien hecho. Si no hubiera sido por mí, muchos de los generales habrían sido alertados y detenido su marcha. O quizás debería decir que fue porque fui cuidadoso que lo noté…]

 

[¿Todo está bien?]

 

Karl pregunto con apariencia preocupada en su cara. Ranquille asintió y extendió sus manos para asegurarlo. No importa cuál es el propósito del oponente, será capaz de leerlo. Sobre todo, ¿qué puede una persona hacer?

 

[No hay problema. Procedamos con la armada. No hay necesidad de preocuparse por emboscadas.]

 

Sin embargo, la confianza de Ranquille se hizo añicos. Momentos después, las tropas de avanzada llegaron a un alto. Dejando a Karl esperar en la posición principal, Ranquille fue a unirse a la línea avanzada.

 

[¿Qué estás haciendo? ¡No hay tiempo para descansar! ¡Sigan moviéndose!]

 

Ranquille gritó, pero notó algo extraño en la atmósfera de la línea avanzada. Las caras de todos los esclavos estaban pálidas y faltas de sangre como si fueran a colapsar. Ranquille llevo su caballo a un esclavo cercano y pregunto.

 

[¿Qué pasó?]

 

Un esclavo en la fila del frente respondió con temblor en su voz.

 

[Infinita Desesperación…]

 

Las misteriosas palabras hicieron que Ranquille sienta escalofríos en su corazón.

 

Era una vieja historia que padres leerían a sus hijos para asustarlos de quedarse hasta tarde. Nadie sabe cuándo la historia fue contada primero en el mundo. Sin saberlo, se había extendido desde nobles a personas comunes e incluso los esclavos. Se decía haber sido entregado por un trovador sin nombre o derivado del cuento de hadas del Reino Caballero de Nala, localizado en el suroeste del continente central.

[Estupideces. ¿Qué es esa mierda de infinita desesperación? Es solo un viejo dicho.]

 

Ranquille se río de eso, pero dentro de su cuerpo, una cálida campana estaba sonando. El aire ahora debía estar caliente, aunque el sudor bajando de su cuerpo se hace más y más frío, y puede sentir la temperatura de su cuerpo ser drenada. Ranquille aclaro su garganta y jadeo mientras movía su mirada al frente. Algo estaba bailando en el campo de batalla, moviéndose con calor.

 

Como si invitara, como si lo atrajera—

 

— Un Cuervo Negro estaba extendiendo sus alas.

 

“Cuervo Negro”, nombre de un dios en cuento de hadas. También es conocido como el “Dios Negro” y se dice que es el dios de la muerte y destrucción, llevando al mundo a su fin.

 

[¿Esto es… real?]

 

Uno a uno, los mercenarios quienes fueron golpeados por furiosas alas sacan sangre fresca surcando a los cielos, expandiendo una gran cantidad de sangre en la arena antes de colapsar. Lo que Ranquille oye son los gritos de mercenarios sonando con dolor. Algunos de ellos deben haber sido famosos rufianes. Algunos deben haber excedido la esgrima. Pero todos ellos no fueron más que un juego de niños frente a las Alas Negras.

 

Los mercenarios blandiendo sus espadas contra él solo terminarían perdiendo sus vidas. Aunque había pensado en usarlos, sintió lastima por ellos cuando los vio asesinados con tal crueldad. Pero, Ranquille no sintió apuro en ayudar. Habiendo atestiguado a un ser no identificable, miedo había surgido en su cuerpo, y no pudo moverse. Una cabeza voló a los pies de Ranquille, quien no podía hablar. Era la cabeza del líder mercenario, quien odiaba tanto que quería matarlo.

 

Pero la mirada de Ranquille se fijó en un solo punto. Era debido en sí a su obsesión que moriría si fuera a distraerse… pero la razón principal era que el chico quien cortó la cabeza del líder mercenario estaba viéndolo. No podía determinar que era un chico a distancia, y no había manera que pudiera ver su expresión. Quizás su cerebro estaba alucinando. O quizás era tan terrorífico que no podía pensar bien.

 

Pero Ranquille estaba seguro que lo había visto.

— El vio al chico reírse.

 

Los mercenarios empezaron a correr por sus vidas. Ranquille pudo verlos correr a él, buscando ayuda.

 

[¡Lancen las flechas! ¡Mantengan alejados a los mercenarios de aquí!]

 

Los arqueros eran fieles a las órdenes de Ranquille. Más de mil flechas volaron, dividen el aire y golpean a los mercenarios en una parábola. Los mercenarios que fueron expuestos a la lluvia de flechas pelearon y murieron. Claro, las flechas llegaron al chico también, pero por sorpresa, no fue lastimado.

 

[¿Es un monstruo?]

 

Ranquille solo pudo imaginar que el chico era el Dios Negro del cuento de hadas. Si no, ¿cómo podía explicarlo? ¿cómo podía ser llamado humano?

 

Luego Ranquille notó la situación alrededor. Los esclavos estaban de rodillas a él, rogando por perdón. Algunos incluso estaban haciendo penitencia. La guardia avanzada estaba perdiendo su voluntad de pelear.

 

[Esto no es bueno. No podemos ir así.]

 

Ranquille abrió su boca con toda la fuerza en su estómago para estimularse a sí mismo. Luego la cerró rápido. El chico danzó su negra capa y se alejó. Ranquille pensó que era una excelente oportunidad. Ahora que el chico tenía su espalda a él, pensó, puedo golpearlo con una de sus flechas. Nadie tiene ojos en la espalda, al fin de cuentas. Por otro lado, sería capaz de confirmar si el chico era humano o algún tipo de monstruo.

 

[¡Ahora! ¡Disparen la flecha otra vez!]

 

Movió sus brazos adelante con fuerza. Una masiva lluvia de flechas una vez más ocuparon el cielo. Las flechas eran tan densas que siquiera un ratón podría escapar, pero todas fueron repelidas por la bata negra del chico.

 

Ranquille estaba asombrado, pero luego una serie de pesados sonidos llegaron a sus oídos, causándole mirar alrededor. Los esclavos estaban yaciendo sus espaldas con hoyos en sus pechos.

 

De la mira en las caras de los muertos, es probable que siquiera supieran lo que había pasado. Miedo, desespero, terror… las expresiones en sus caras eran todas diferentes, pero nadie parecía que le doliera. Un segundo pensamiento, podía haber sido una bendición haber fallecido sin sentir algún dolor.

 

Ranquille estaba asombrado, pero un fuerte dolor en su mejilla lo trajo de vuelta. Cuando puso su mano en su mejilla, sintió una viscosa sensación.

 

[¿Por qué estoy sangrando…?]

 

Cuando vio la sangre en sus temblorosos dedos, Ranquille estaba atontado y miro al chico. Sin embargo, no había señales del chico allí. No había nada más que cuerpos de los mercenarios yaciendo allí en un cruel estado.

 

Una caliente briza paso, y su cuerpo recupero su temperatura. Cuando su cabeza recupero su claridad, fue golpeado por un temblor que le hizo querer gritar. Su corazón estaba latiendo mucho. Con el fin de quitarse el sonido de su pulsante corazón, Ranquille presionó su puño contra su pecho.

 

[Kuhaha… Ya veo. Así que ese es el hombre en negro que fue reportado.]

 

No es que no lo supiera. Solo fue juzgado por los incompetentes nobles que perdieron a sus legítimos hijos y al tercer hijo y mintieron con el fin de evitar ser acusados de perder la guerra. Aún no podía creerlo, pero ahora que lo había visto con sus propios ojos, tenía que creerlo. En lugar de descartarlo como una mentira, debió haberlo tenido en mente.

 

Es muy tarde para hablarlo ahora, pero como sea, las contramedidas contra el hombre en negro serán necesarias. Quería considerarlo con cuidado, pero el enemigo no esperaría por él. Además, los esclavos están temblando, murmurando los nombres de los dioses. Es seguro que sea un problema en el futuro.

 

[Así que… debo detenerlo. Ni una guerra se libra sola.]

 

Por el momento, Ranquille decidió retirarse. Si no hacía algo con los dudosos esclavos, no habría nada que pudiera hacer. El inicio de una guerra es crucial. Si caen aquí, el futuro es incierto.

 

Ranquille instruyó a toda la armada a retirarse y volver al campamento principal.

 

____________________________

 

El ala izquierda de la Cuarta Armada Imperial había acabado su despliegue hacia el este, pero la moral de los soldados era extremadamente baja debido a la forzada marcha y la batalla con los rebeldes. Aun así, no había sonido de insatisfacción, y las tropas estaban alineadas en un limpio orden, sin nada que decir. Si hubieran sido reclutados, no habrían sido capaces de moverse tan rápido, y no habría fin para el número de personas quienes habrían desertado del miedo.

 

En el flanco izquierdo donde tal tensa atmósfera estaba flotando, la 6ª Princesa estaba a cargo. Tan deslumbrante con el sol, su cabello rojo fue cubierto en polvo y mostraba señales de cansancio. Pero eso no le quitaba su encanto, y su coqueta apariencia, como una dama de guerra, le ayudo subir la moral en decline.

 

[Ah…]

 

Liz suspiro molesta. Ella es como una esposa que espera que su esposo vuelva de vuelta del campo de batalla— o como una madre que espera por el regreso de su hijo.

 

[No tienes que preocuparte, Onee-san. Ese Onii-chan es fuerte, ¿no?]

 

En frente a ella, había una chica. Ella tenía una piel morena, pero era escondida por una gran bata. Además, la capucha pegada a la bata crea una sombra sobre su cara, haciendo imposible ver su expresión. La chica era la líder de la armada rebelde, la Armada de Liberación. Por eso, había muchas personas que tenían rencores contra ella, y el Principado de Lichtine la habría odiado por señalar querer matarla. La Cuarta Armada Imperial no es excepción. Es por eso que Liz, la 6ª Princesa, está trabajando para protegerla de las personas.

 

[Eso es. Solo estoy preocupada por él porque es una persona temeraria. Espero que Hiro… no se lastime.]

[No hay que preocuparse por ese mocoso.]

 

Tris respondió a las palabras de Liz.

 

[Tampoco diría que no hay que preocuparse por él. He sido tu enemigo, así que dejaré que decidas si confías en mi palabra…]

 

A la par de Tris estaba Ghada. En términos de apariencia, está en sus 20, pero la verdad es que es un demonio, y está sobre los 100 años.

 

[Pero detener al avance del enemigo solo él es absurdo, no importa cuánto pienses en ello.]

 

Liz no pudo terminar su oración, ya que estaba preocupada porque el chico quien había sido la causa de su preocupación había regresado. Aún había algo de distancia entre ellos, pero la cara del chico mostraba señales de fatiga.

 

Liz tomó su cantimplora y dijo.

 

[Limpia el camino. ¡Dejen que pase!]

 

No mucho después, Hiro vino a Liz. Liz en silencio le entrego la cantimplora, y luego pensando en ella, Hiro sorbió de la punta. Cuando Liz vio a Hiro beberlo de un trago, exclamó, [Ah.]

 

Era su propia cantimplora la que Hiro estaba sosteniendo, y ella había bebido en ella varias veces. Quizás lo que esto significaba causo que su cara de enrojeciera, como su cabello rojo.

 

[¿Um—?]

 

Liz estaba sosteniendo su cabeza avergonzada mientras soltaba un grito inaudible. Hiro tenía una dudosa expresión en la cara de la princesa, quien mostraba una extraña reacción. Sin embargo, de inmediato notó el intento asesino y miró a su par. Tris estaba mirando a Hiro con una expresión bastante descontenta. Hiro se quedó mudo. Limpió los restos de su boca y miro alrededor como si pretendiera algo.

 

[H-Huh, ¿es todo lo que tienes?]

 

[¿Eeh?]

 

Liz no parecía entender el significado de sus palabras.

 

[¡Ah, necesitas más agua! ¡Iré por más ahora!]

 

Ella dijo su malentendido y fue por más agua. Hiro de prisa se detuvo.

 

[¡No, no, espera! No es eso. Aún queda algo, así que es suficiente para mí, ¿bien?]

 

[L-Lo sabía… Solo bromeo.]

 

Liz soltó las riendas y empezó a acariciar la cabeza de Mirue, quien se sentaba frente a ella.

 

Mirue, quien había estado dejando que su cabeza sea acariciada, debió haber llegado a su límite cuando su cuello fue llevado a una extraña dirección. Luego de un rato, levantó su voz en protesta.

 

[¡Onee-san, duele!]

 

[¡L-Lo siento! ¡Pero tu cabeza luce tan buena!]

 

[¡Eso no es cierto!]

 

Liz no la escuchó y aún estaba acariciando la cabeza de Mirue sobre su capucha. Aunque Hiro no pudo ver la expresión escondida en la capucha, podía entender fácilmente lo que la chica está pensando por saberlo manejar.

 

Él no podía evitar notar el lamentable estado de la 6ª Princesa.

 

[¡Ahem! Princesa, el chico probablemente está preguntando si solo ese es el número de soldados que tenemos.]

 

Tris aclaró su garganta y le dio una mano a Liz.

 

[C-Claro. ¡Lo sabía!]

 

Liz soltó la cabeza de Mirue y señaló su dedo a Hiro.

 

[¡Supongo que es muy difícil para mí!] Liz dijo.

 

Hiro sonrío en amargura y sacudió su cabeza.

 

[N-No, está bien. Es mi culpa que no lo explicara apropiadamente.]

 

[Sí que son bien tensos, ¿no?]

 

Hiro pretendió no haber oído las duras palabras de Ghada. Y luego hizo otra pregunta.

 

[¿Así que… esto es todo lo que pudimos reunir? ¿Dónde están los soldados de reserva?]

 

Era el ala izquierda que había formado una formación lateral y se preparaba para un golpe.

 

Antes de irse, Hiro ha enviado un mensaje al General Kylo, pidiéndole enviar una unidad de reserva. Sin embargo, no había señal de la unidad de reserva. Detrás del flanco izquierdo, los soldados tomaron armas de los prisioneros y las reunieron en varios lugares. Muchos se sentaron y descansaron.

 

[Si alguien tiene alguna idea… No importa, pero—]

 

Es solo que no tienen un plan para lograrlo, parece que están bajando su guardia, pero están tan confiados que es difícil creer que están recibiendo tales instrucciones. Liz abrió su boca a Hiro con una expresión dudosa en su cara.

[Um, sabes… Dijo que ya que es el comandante, no puede recibir órdenes del 4º Príncipe.]

 

Liz apretó sus dedos en sus manos e hizo una cara de disculpa.

 

[También envíe unos mensajes, pero se me dijo que 2000 de caballería serían suficientes para debilitar a las tropas del Principado de Lichtine. No pude persuadirlo… Lo siento.]

 

[Ya veo. No es tu culpa. No tienes que preocuparte por eso.]

 

Liz lucía deprimida y bajo su cabeza, es probable que sea por cuán franco lo dijo. Hiro pudo sentir el enojo de Tris en el aire. Va a sacar su espada en cualquier momento. Hiro no se atrevió a confirmar si era en respuesta a su mensaje o la ruda respuesta del General Kylo.

 

[Liz… Por ahora, vamos al campamento. Creo que sería mejor reunirse con el General Kylo cara a cara. Y se hace difícil conseguir una reunión con el general sin ti. Cuento contigo.]

 

Liz estaba feliz que Hiro estaba apoyándose en ella.

 

[¡Sí, déjamelo a mí!]

 

Liz sonrío como si fuera una flor. Hiro estaba aliviado y palmeó su pecho.

 

[Tengo que mostrarle todas las cosas buenas de ti.]

 

[No, solo una rápida presentación estaría bien.]

 

[¿Vas a llevarte a Mirue contigo?]

 

La frustrada voz de Ghada iba en el viento.

 

[De lo que han dicho, no creo que el General Kylo sea un hombre para confiar. ¿No es peligroso llevar a Mirue a tal lugar?]

[Pero si no, puedes huir con ella.]

 

Liz miro de reojo a Ghada, y su mirada era fría con disgusto.

 

[Nunca te perdonare por aprovecharte de una pequeña. Así que la llevaré conmigo. No quiero que inicies otra guerra con ella.]

 

Ghada bajo sus hombros, murmuro. [Eso es duro.]

 

Y Hiro era el único que notó la condición de Mirue. De la perspectiva de Hiro, podía ver la boca de Mirue. Su boca se retorció, luciendo triste, pero no dijo nada, como si sintiera que Liz tenía razón. Es una chica lista para su edad, Hiro pensó. Hiro decidió llevar la conversación para no hacer la atmósfera más rara.

 

[Tris, por favor instruye a los soldados a tomar un descanso.]

 

[¿Estás seguro? El Principado de Lichtine puede atacarnos.]

 

[Es al revés. Si el resto de la armada está descansado y solo el ala izquierda está alerta, sabrán que la cadena de mando se ha destruido y atacarán.]

 

[Mm… pero si no estamos alerta, ¿no nos atarán con más razón?]

 

[Es posible. Si son muy valientes, vendrán a nosotros, pero esta vez el oponente parece ser una persona muy calmada, así que compremos algo de tiempo al hacerlos sospechar lo mejor. Además, en cuanto a los soldados— dejemos a los caballos descansar.]

 

El hecho que había peleado una vez para mantenerlos a raya también ayudo. Si la armada de Grantz no mueve ficha, serán precavidos. Era un mal cálculo por parte del General Kylo ser renuente en enviar tropas de reserva, pero por otro lado, era efectivo en estar alertas del oponente. Cuando Tris fue convencido, Hiro levemente tocó al dragón veloz por el cuello.

 

[Muy bien, estaré contando contigo.]

 

[Mm. Se me ha confiado con ese deber. ¡Ve y dale al General Kylo una buena joda!]

 

Tris golpeo a Hiro en la espalda tan fuerte como pudo. Decidió ir por el campamento principal, sacando su alma del golpe.

 

____________________________

 

El caluroso sol estaba alumbrando en el campamento de la Cuarta Armada Imperial. Pero el ambiente era calmado y pacífico. Podía verse a unos soldados hablar y reír, y la escena era tan buena que era difícil creer que el enemigo había sido visto cerca. En un rincón del cuarto, una cortina fue puesta para alejar el polvo.

 

Dentro estaba un simple escritorio con un mapa extendido y el General Kylo y su personal rodeándole.

 

[Los scouts reportan que la armada del Principado de Lichtine se está retirando—]

 

Alguien del personal puso una pieza en el mapa.

 

[Parece que están esperando aquí a ver lo que pasa. El enemigo parece que está enviado scouts igual, lo que significa que nuestra situación está dependiendo en ellos.]

 

El oficial levanto la mirada y vio al General Kylo.

 

[¿Eso está bien, señor? La orden del 4º Príncipe fue enviar una unidad de reserva.]

 

[No me importa. No necesito escuchar órdenes de alguien cuya identidad no es cierta. ¿Qué si es obra de un espía enemigo?]

 

[Pero es cierto que a armada del Principado de Lichtine había llegado a este lugar. Dos mil de caballería pueden no ser suficientes.]

 

[Eres un polluelo. Si fuera Kigui, no habría dicho algo así.]

Kigui es el nombre del segundo al mando quien estaba asistiendo al General Kylo. Él confrontó temerariamente al demonio y murió en batalla. Cuando el General Kylo se enteró de su muerte, estaba tan enojado que casi se olvida de sí, pero su personal hizo lo mejor para calmarlo, y fue capaz de evitar la situación.

 

[Y el 4º Príncipe estaba alzando la bandera de armas del Segundo Emperador, ¿verdad?]

 

[Es lo que oí.]

 

[Si el hombre de verdad es un descendiente del Segundo Emperador, entonces será capaz de trabajar de acuerdo a la leyenda.]

 

[Si lidera a 10000 hombres, sin duda es igual a los cielos. Si lidera a 1000 hombres, es sin duda igual a la tierra. La estrategia del Dios de la Guerra controla todo el mundo— Eso es lo que se dice, ¿no?]

 

[Cierto. Suena ridículo, pero es un descendiente, 2000 es suficiente. No tendrá enemigos en la tierra.]

 

El General Kylo chasqueó. Era claro que estaba burlándose de Hiro. Alguien del personal parece pensar que el General estaba haciendo una mala broma, pero solo frunció el ceño y dijo con calma.

 

[Es un mito, y no sabemos lo que era en realidad. Sobre todo, ¿que sí de verdad era un descendiente del Dios de la Guerra? Sin mencionar a los ciudadanos, muchas personas en la Cuarta Armada Imperial creen en él. Si lo descubren, la posición del General Kylo está al hilo.]

 

Era claro por sus palabras que ese ayudante era uno de los creyentes. La sonrisa del General Kylo desapareció, y su enojo surgió.

 

[Cállate. ¿Cuál es tu rango, Driks?]

 

[Oficial militar de segunda clase, señor.]

 

[Si entiendes eso, puedes volver ahora.]

 

El General Kylo ondeo su mano, apurando al oficial que le había dicho a Driks irse.

 

[Tendrás que irte ahora. El ambiente es algo pesado para ti.]

 

[Discúlpame…]

 

El otro ayudante alejo su mirada de Driks, sintiendo pena por él. Sin embargo, Driks, quien estaba urgido por irse, no pudo salir. Porque—

 

[Oficial militar de segundo grado, Driks, se le permite quedarse aquí.]

 

Una chica parándose en la entrada de la cortina— una chica de cabello rojo. Todo el personal bajo sus cabezas mientras la “Princesa en Llamas” apareció. El General Kylo se asusto y le dio una amena sonrisa.

 

[¿Qué te trae a un lugar así? ¿Pensé que estabas moviendo egoístamente tu flanco izquierdo en preparación para una limpieza del Principado de Lichtine?]

 

Liz frunció el señó al sarcástico comentario.

 

[Quiero hablar de eso contigo. ¿Por qué a pesar de las repetidas peticiones, no ha enviado una unidad de reserva?]

 

[No eres la comandante de la Cuarta Armada Imperial. No hay mejor razón que eso.]

 

El General Kylo dijo una pequeña broma y notó la presencia de un chico a la par de la 6ª Princesa.

 

[No me gusta la idea de tener a un exterior en un lugar así. Incluso si eres un miembro de la familia real, no es un comportamiento aceptable.]

 

A una inspección más cercana, notó que había otra persona detrás de la 6ª Princesa. No podía decir si es un hombre o una mujer por la capucha, pero juzgando por la altura, podía ser un niño a una mujer.

 

El General Kylo miró a los tres con frialdad.

 

[Había de castigarte severamente si fueras un soldado, por desgracia, eres un miembro de la familia real. Dejaré pasar el asunto. Espero que seas cuidadoso en el futuro.]

 

Suspiro deliberadamente, luego movió su mano como si fuera a asustar a un perro.

 

[Si lo entiendes, vuelve al comando del ala izquierda. Este no es un jardín de niños.]

 

[El General Kylo, tú—]

 

Liz estaba cerca de acercarse, pero alguien puso una mano en su hombro para detenerla.

 

[Liz, espera. Déjame manejar esto.]

 

El General Kylo lo miro con sospecha cuando el chico llamó a la 6ª Princesa por su apodo. Pero sin poder encontrar una respuesta, el chico se acercó a él.

 

[Hola, mucho gusto; eres el General Kylo, ¿correcto?]

 

Cabello y ojos negros. En el Imperio Grantz, se llama doble negrura, un color que no existe entre las personas de este mundo. Aún más bizarro, un parche que cubre más de la mitad de la cara del chico, y su cuerpo estaba envuelto en una bata negra, semejante al mito del “Dios de la Guerra”.

 

[Mi nombre es Hiro Schwartz von Grantz. El 4º Príncipe del Gran Imperio Grantz.]

 

Hiro sacó su mano para un apretón.

 

[Oh… Eso es. Aunque soy el 4º Príncipe, mi rango es un oficial militar de tercera clase.]

 

Hiro le dio una vista a Driks, a quien se le había pedido irse, luego regreso su mirada al General Kylo y dijo felizmente.

 

[Supongo que no puedo apretar tu mano porque soy de rango más bajo.]

 

[N-No, eso… no es cierto.]

 

La sospecha aún es fuerte, pero el General Kylo apretó su mano y luego abrió su boca.

 

[Lo siento, pero ¿tienes alguna prueba?]

 

[Diría que este pelo y ojos, pero si dices que estoy disfrazado, entonces… Supongo que esta bata negra será la prueba.]

 

Hiro palmeó su pecho— a la “Princesa de la Camelia Negra”, y el dobladillo de ella se salió como una flecha, enviando al General Kylo a volar.

 

Lo repentino del evento hizo imposible para él tomar el ataque. El cuerpo del General Kylo se golpeó con el duro suelo, y liberó un pesado suspiro. Debido a su entrenado cuerpo, el General Kylo se paró de inmediato, pero su cuerpo tembló como si no pudiera respirar, y su rostro se retorció del dolor.

 

[¿Q-Qué estás haciendo?]

 

En respuesta al enojo del General Kylo, el personal tomó el mango de las espadas en sus cinturas.

 

[Lo siento. Lo siento, parece que estaba en el lugar y el momento equivocado y tome una actitud agresiva. Además, la Princesa de la Camelia Negra es una persona tímida. Una vez saca su arma, no puede controlarse. Incluso yo, el maestro, no puedo detenerla.]

 

Chasqueando, Hiro miró alrededor al personal.

[¿Quieres intentarlo?]

 

Ni uno asintió. Todos en el cuarto, excepto Hiro, quien parecía estar familiarizado con el nombre de la “Princesa de la Camelia Negra”, fue paralizado por la bata negra. Parecían sorprendidos al ver el “poder real” que solo al Segundo Emperador se le permitía usar.

 

Hiro vio que el intento asesino se había ido del ambiente y llego a su bolsillo y sacó una pieza de pergamino.

 

[Si no me crees, o incluso a la Princesa de la Camelia Negra, puede que quieras leerlo.]

 

El General Kylo se acercó con cuidadosos pasos. Le parecía ridículo que hubiera sido tan abrumador, y entonces de pronto, se quedó quieto. Pero luego de tal ataque, era natural que adoptara esa actitud. El General Kylo frunció el ceño mientras recogía el pergamino. Se debió haber dado cuenta que la carta era del Emperador. Miro tranquilo a ello y perdió todo color tan pronto como lo vio.

 

Lentamente, el General Kylo levanto la mirada y vio a Hiro.

 

[Esto es…]

 

No hay forma para describirlo… y el General Kylo tenía una pinta de agitación en sus ojos. Hiro levemente palmeó el hombro del General Kylo. Luego le pidió la carta del emperador de vuelta y dijo con un rostro claro mientras pasaba el pergamino.

 

[Su Majestad me ha ordenado que se me transfiera el comando si no eres exitoso. Estoy pensando en colocar a Celia Estrella, la 6ª Princesa, como nuevo comandante, y seré su asistente…]

 

[¡N-No seas ridículo!]

 

El General Kylo, cuyo cuerpo tembló con enojo, interrumpió las palabras de Hiro.

 

[¿Darle el comando a alguien tan joven como tú?]

 

[No a mí, sino a Celia Estrella, la 6ª Princesa.]

 

[¡Es la misma cosa!]

 

Aunque el calor era horrible, la calentura del General Kylo hizo del aire aún más caluroso. Estaba más agitado de cuando la Princesa de la Camelia Negra lo había atacado.

 

El personal se estaba acobardando y se miraban entre sí con miedo. Hiro bajo sus hombros, levantó su mano derecha, y puso su dedo índice en la boca del General Kylo.

 

[Silencio. No puedes cambiar nada al gritar. Solo acéptalo.]

 

[¡Qu—¡ ¡N-No hay forma que vaya a aceptar tal humillación…! ¡No lo aceptaré!]

 

[Te estoy diciendo que te calles.]

 

Una reluciente línea blanca destello en el aire. La hoja fue pegada al cuello del General Kylo.

 

[Ugh…]

 

[Te he dado muchas oportunidades. Y todo lo que has hecho es actuar como un idiota arrastrándose. No me hables más, bastardo incompetente.]

 

[Q-Qu…]

 

[Te diré lo que te pasará luego. Este no es el momento adecuado.]

 

Tanto pronto como Hiro puso el Emperador Celestial de vuelta a su funda, miro del General Kylo a su personal.

 

[Son tan culpables si solo siguen a su comandante sin decir nada. Si solo acceden, no se necesita de personales.]

El chico era mucho más joven que ellos. Sin embargo, la intimidación que irradiaba era la de un gran guerrero. Todo el personal se quedó sin aliento, miedo llena sus cabezas mientras se disculpaban.  Los planes del General Kylo para su carrera pueden haber salido mal, pero estaba asombrado por las duras palabras del joven Hiro. Luego llego para acabar con él.

 

[Puedes salir para enfriarte.]

 

La cara del General Kylo se puso roja, y en silencio cayó al suelo.

 

[¿General? ¡Por favor entre en sí!]

 

[¡Vamos a llevarlo a un médico militar!]

 

El General Kylo fue llevado en los hombros de dos soldados. No esperaba estar tan agitado para desmayarse, pero no debía estar mal. Luego Hiro le dio a Liz una mirada, y le dio una pequeña reverencia y camino al escritorio.

 

[Empecemos la reunión militar. No tengan miedo. ¿Estarían dispuestos a ofrecer sus opiniones?]

 

A la declaración de Liz, el resto del personal tensó sus expresiones y estiraron sus espaldas.

 

Tan pronto como Hiro salió de la reunión militar, fue golpeado por la brillante luz solar. Por fuera, un gran número de soldados se estaban moviendo de prisa. El suelo había sido pisoteado una y otra vez, causando que la arena se mezcle con el aire y se esparza en el viento el cual jugaba con las banderas sostenidas por sostenedores en el cielo, causando que el borde de su bata negra se menee sin rumbo. Luego Hiro notó un cambio en la bandera de la cresta.

 

[Trabajan rápido.]

 

Todas las heráldicas banderas del General Kylo en el campamento habían sido sacadas, y en cambio estaban las banderas de la 6ª Princesa— un lirio en un fondo rojo. Significaba que Liz había tomado el mando del General Kylo. Sin embargo, incluso si tomaba el mando, sería insignificante si no podía ganar esta batalla.

[¡Hiiiiroo—!]

 

Con Hiro perdido en sus pensamientos, una mujer lo abrazó por su espalda. No tuvo que ver atrás para saber quién era. Hiro sonrío amargamente.

 

[Liz, ¿qué pasa tan de repente?]

 

[Ha sido un tiempo desde que nos vimos. ¿No deberías estar más que feliz por verme?]

 

La boca de Liz se retorció en frustración mientras ponía su fuerza en sus brazos para protestar.

 

[Claro que estoy feliz. Me alegro de ver que estás bien.]

 

[Mm, algo falta aquí. Sí, las palabras de Hiro son perezosas. Está bien ser más agresivo, ¿sabes? Solo muéstralo con tus acciones.]

 

De alguna manera estaba de buen humor y se entrelazó alrededor del cuerpo de Hiro, pero Hiro no pudo evitar estar consternado por la mirada de los soldados. A Liz no parecía importarle, y como si eso no fuera suficiente, restregó su mejilla contra el cuello de Hiro.

 

[Liz… hay muchas personas viéndonos, así que no lo hagas.]

 

No es que no le guste a Hiro, pero está avergonzado. Cuando Hiro se lo dijo gentilmente, Liz alejo su cuerpo.

 

[Es cierto. ¡Entonces continuemos más tarde en la noche!]

 

Ella era tan caprichosa como un gato, pasando de lo apasionado a separarse sin más.

 

[No, um… por qué—]

 

Hiro estaba por preguntar.

[¡Es probable que estén cansados, pero soportemos un poco más!]

 

Liz tomó a Mirue y camino entre el grupo de soldados que estaban llenando sacos con arena.

 

[Princesa, podemos manejar este tipo de situaciones solos…]

 

[Está bien. Estoy haciendo esto porque quiero. No se preocupen, solo sigan trabajando.]

 

[Entendido…]

 

El cuerpo del capitán se sacudió con emoción, y soltó una ruidosa voz.

 

[¡No dejes que las manos de la princesa te molesten! ¡Terminemos con esto ahora mismo!]

 

Riendo a la vista, Hiro vio una figura en un rincón de sus ojos. Con Hiro acercándose a él, lo llamó.

 

[¿Puedo tener un momento?]

 

[¿E-Es a mí?]

 

El hombre con la espalda derecha era el oficial llamado Driks, quien estaba cerca de ser acabado por hablar contra el General Kylo. Fue salvado por la aparición de Liz justo antes de irse.

 

Parecía estar más nervioso por reunirse con un descendiente del Segundo Emperador que estar acercándose a la familia real. Hiro sonrío felizmente y le palmeó en el hombro para darle una postura más confortable.

 

[Hay algo más que me gustaría que hicieras, aparte de lo que acabamos de discutir.]

 

Hiro había ordenado una rápida retirada en el consejo militar. Eso es por lo que Liz y los otros están trabajando. La retirada sería luego que hubieran hecho algunos planes en caso que el oponente los notara.

 

Mientras hubiera formas de ganar sin retirarse, causaría más que un pequeño daño en su lado. Lo que Hiro quiere es una completa victoria— Debe pelear para poner a su oponente de rodillas, hacerles creer que no pueden ganar, y encadenarlos.

 

[¿Qué es esto, señor?]

 

[¿Puedo tener el reporte dirigido al General Kylo?]

 

La expresión de Driks se tensó como si se diera cuenta de lo que Hiro estaba tratando de decir.

 

[Entiendo… Lo traeré de inmediato.]

 

Luego de observar la espalda de Driks mientras se alejaba, Hiro camino adelante. Quería ayudar a Liz y los otros en su trabajo. No es solo el comandante sino también quien está en la cima que debe dar un ejemplo, y las personas no lo seguirán solo al dar órdenes. Si marchan tanto en territorio enemigo, sería muy importante que lo hagan a tiempo. Deben comer más tarde que los soldados y hacer su deber sin quejarse.

 

Es simple, pero un asunto importante que afecta la moral. No es nada visible, pero tendrá un efecto dramático luego.

 

[Liz, ayudará también.]

 

Liz dejo su trabajo y dio vueltas. Limpió el sudor de su frente e inclino su cabeza.

 

[¿No tienes otras cosas que hacer, Hiro?]

 

[Le he notificado a los capitanes de cada unidad el cambio de mando y les envíe instrucciones para el futuro. Y tanto como puedo ver, no hay confusión. Todo lo que tenemos que hacer es esperar por los scouts que vuelvan.]

De lo que Hiro había oído, Liz había estado en contacto cercano con cada capitán. No sabía lo que estaba pasando por sus mentes, pero como sea, gracias a eso, nadie mostró alguna deficiencia. Incluso desde aquí, podía ver que estaban trabajando como se ordenó. Todo lo que quedaba era esperar que los scouts vuelvan, y hasta entonces, Hiro no tendría nada que hacer.

 

Liz se quejó como si aún no estuviera convencida.

 

[Tendremos que apoyarnos en Hiro desde ahora. Espero que tengas energía sobrante en ti, pero… has pasado en tantas peleas. Debes estar algo cansado, ¿cierto?]

 

[Mentiría si dijera que no estaba cansado, pero soy el único que no está haciendo algo.]

 

Liz le hizo una mala cara a Hiro, quien hundió sus hombros.

 

[Hm, supongo si te fuerzo a tomar un descanso, trabajaras en algún lugar. Creo que es más seguro tenerte dentro de mi vista.]

 

[Haha, ya no soy un niño…]

 

[¿Así es eso? Hiro siempre está desapareciendo cuando le quito los ojos de encima.]

 

[Ahora… deja de hablar y ponte a trabajar.]

 

Si continuaba acechando cerca, nunca sabría lo que saldría. Hiro reunió a los soldados e inicio a trabajar. No mucho después de eso, un scout volvió a Hiro.

 

[Su Alteza Hiro. Como ordeno, he estado espiando a la armada enemigo.]

 

[Gracias por tus esfuerzos.]

 

Hiro le entregó una cantimplora y espero por el scout recuperar su aliento.

 

[Como Su Alteza predijo, los esclavos arraigados a la armada enemigo parecían estar perdiendo su voluntad de luchar.]

 

[¿Se venían incapaces de moverse con rapidez?]

 

[No, los esclavos han sido colocados en la retaguardia, y la caballería de camellos ha sido llevada al frente. Parecían estar listos para salir en cualquier momento.]

 

[¿Nos abatirán si mostramos un espacio?]

 

[Eso parece.]

 

[Pero no parece que tengan un plan firme. Nuestras preparaciones están llegando a su fin; vayamos a sacudirlos.]

 

Hiro alza su mano. Señaló al soldado con el tambor. Los tambores fueron golpeados con fuerza. El sonido de los tambores sacudió el aire y viajó por el aire a los soldados. El primero en moverse fue la caballería en el flanco izquierdo. Iniciaron a marchar al este. La caballería del ala derecha, la cual los había pasado por alto, le siguieron.

 

Hiro llevaba en su espalda lo que había hecho antes, y cuando llamó al dragón veloz, se subió en su espalda.

 

[Liz, el resto es como lo explicado en el consejo.]

 

[Está bien. Ten cuidado, ¿verdad?]

 

[Bien. Lo confiaré a ti.]

 

[¡Muy bien, vamos a trabajar, chicos! ¡Actúen rápido!]

 

Como si se animara por la voz de Liz, Hiro llevó al dragón veloz al este.

 

[Sí. El viento está soplando rico.]

 

Hiro sonrío mientras escuchaba el sonido de los tambores sonando en el cielo.

 

____________________________

 

El campamento del Principado de Lichtine estaba en pánico al sonido de los tambores resonando de la Cuarta Armada Imperial.

 

[¡Ataque enemigo! ¡La caballería enemiga viene!]

 

[¡Traigan a los esclavos al frente para formar un muro! ¡Y envíen a los arqueros al frente para disparar sus flechas!]

 

El Marqués Ranquille miró la sed de sangre de los nobles en disgusto y luego rechino sus dientes en molestia.

 

[Tomaron la iniciativa…]

 

Cerca de un segundo atrás que descubrió que el comandante de la Cuarta Armada Imperial había sido reemplazado. Así que el Marqués Ranquille trato de conocer al general enemigo. Lo primero que hizo fue poner su caballería de camellos frente a ellos para ver cómo reaccionarían. Luego, cuando se dio cuenta que el enemigo estaba indefenso, trató de golpearlos con un pequeño número de tropas para tener una idea de la situación del enemigo, pero justo estaba por hacerlo así— la caballería enemiga empezó a avanzar.

 

[¿Las aguas están a nuestro favor?]

 

Estaban por delante del enemigo en el momento perfecto. Si fuera la habilidad de la 6ª Princesa, sería terrorífico. Incluso si ese no es el caso, está claro que una persona informada se ha unido a ellos.

 

Como esperarías del Gran Imperio Grantz, el poder dominante en el mundo, tienen una buena cantidad de talento. Sin embargo, no había tiempo para quedarse impresionados.

 

[¡No te asustes! ¡Desplieguen la caballería de camellos de derecha a izquierda!]

 

No importa cuáles son las intenciones del enemigo, deben evitar rendirse.

 

[¡Traigan a los arqueros al frente! El enemigo ha venido hasta acá. ¡Es una buena oportunidad!]

 

Luego se dio cuenta que el hombre al frente de la caballería era ese hombre.

 

[Como pensé, viniste…]

 

Las heridas dejadas por el hombre en negro aún son profundas. No son solo los esclavos, sino soldados regulares a quienes se les ha contado la historia y el miedo se le pega al rostro. La única forma de eliminarlo es darles confianza. Como si acabaran su ansiedad, Ranquille dijo para sí mismo que se aprovecharía de la situación a toda costa.

 

[¡Arqueros listos!]

 

Mientras le daba una orden, una extraña escena se desarrolló frente a él. La caballería enemiga se había esparcido y dispersado. Una gran nube de polvo se elevó, tiñendo el cielo de café.

 

[Viento a favor, ¿huh…?]

 

La caballería desapareció en una nube de polvo. Solo el rugir de los caballos y gritos podían escucharse. La situación no es muy placentera, pero está feliz que el hombre detrás ya no está a la vista. La mayoría de soldados no estaban conscientes de su presencia.

 

[Como sea, ¿están planeando ocultarse en la arena y hacer un ataque? Si ese es el caso, hemos sido subestimados.]

 

Ranquille miró alrededor del lugar y levantó su voz.

 

[¡Flanco izquierdo, flanco derecho al frente! ¡Primer grupo, retirada!]

Ranquille le dio la orden de establecer un contraataque.

 

Tiempo después.

 

[¿El enemigo no viene…?]

 

Notó algo extraño. Pero el sonido de los tambores, el grito de batalla de los soldados, y el rugido de los caballos aún sacuden sus tímpanos.

 

[No… ¿aún se alejan?]

 

De momento, pensó que se había conspirado en contra, era muy tarde. De momento, el polvo se había aclarado, la caballería se fue. Estaba cerca de reflexionar cuál era el propósito de todo eso cuando fue interrumpido por la voz de un soldado.

 

[¡E-Es el hombre de negro! ¡Aquí está!]

 

Tal voz vino de la línea frontal. Confusión salía de su armada y se extendió rápidamente.

 

[¿Qué diablos…?]

 

Ni siquiera le da tiempo a pensar. Cuando Ranquille se veía sorprendido, el área estaba en un lio, y hubo un derrumbe en rangos. No solo eso, sino lo soldados habían llegado a un completo alto. Ranquille sintió un dolor de cabeza viniente y pasaba de su mano a su frente, mirando al mismo lugar como los soldados.

 

Un hombre en una ondeante bata negra estaba parándose allí.

 

La vista de mil soldados siendo asesinados venía a su mente. Su cuerpo tembló del miedo. Sin embargo, Ranquille no era tan tonto para dejar de pensar. Luego de golpear su propia mejilla para recuperar su compostura, Ranquille tomó un pequeño aliento y abrió su boca.

 

[¡No rompan los rangos! Es solo un hombre. ¿De qué están asustados?]

[¡P-Pero ese hombre pudo derrotar a mil hombres solo!]

 

[No tengan miedo. Estamos preparados para eso.]

 

Para lidiar con el hombre de negro, reunieron a cien hombres habilidosos e hicieron un escuadrón. Para esos que pueden enfrentarse a mil, incluso son la elite, 100 no es suficiente, pero mientras puedan comprar tiempo, no hay problema. Mientras el hombre de negro fuera retenido a ese lugar, sacarían a la exhausta Cuarta Armada Imperial.

 

Al fin que, son superados en número, y no hay forma que una solo persona puede perseguir a una armada dispersa.

 

[Conseguirás lo que te mereces.]

 

Ranquille sacó su espada de su cintura y la señaló al abanderado. Cien de caballería de camello fueron seleccionados para encabezar el ataque. Luego de una corta distancia, toda la armada inició a avanzar otra vez.

 

[Cuando la batalla entre las tropas de lanza y el hombre de negro inicie, atacaremos a la Cuarta Armada Imperial. Hasta entonces, seguiremos al equipo de lanza sin ser detectados.]

 

[Sí, notificaré a las tropas.]

 

Sin embargo, la batalla no inicio por algún tiempo. Un mensajero volvió a Ranquille, quien se preguntaba qué estaba pasando.

 

[¡Eso fue una farsa! ¡El hombre de negro es una farsa!]

 

[¿Huh…? ¿A qué refieres con farsa?]

 

[Era solo un tronco atado a una bolsa de tierra y cubierta con un trapo negro.]

 

Hubo un pesado silencio. Era el sonido de algo que el mensajero había tirado de su espalda. Era, como el mensajero había dicho, solo un tronco con un trapo negro encima.

[Huh… ¿Qué diablos con eso?]

 

[Las mismas cosas están por delante.]

 

Estaba tan asombrado que no podía hablar. Quizás estaba más aterrado por caer en ese infantil truco que tomó por algo real.

 

[Lo mismo aún está por delante.]

 

[¿Qué…?]

 

Este era el lugar donde la Cuarta Armada Imperial y la armada rebelde habían peleado. Había una gran depresión en el suelo que podía verse de cualquier lado. En medio de los cadáveres sobresalen muchos troncos cubiertos con trapos negros, como si fueran lápidas.

 

[Me siento como un idiota.]

 

Pero fue una estrategia muy efectiva. Todos sabían que el hombre de negro era bueno en lo que hizo, pero no había garantía que no se estuviera escondiendo detrás de los troncos o que el verdadero hombre estuviera ahí. Muchas personas piensan de la misma forma. Es por eso que dudan de hacerlo así.

 

[Me preguntaba si todo el propósito era salir de allí, o si estaban poniendo tropas en todas partes. Como sea, nunca pensé que sería tan bien maniobrado.]

 

Por el camino desde el jardín, la Cuarta Armada Imperial se estaba retirando, mostrando su trasera. Es el cebo perfecto para hacerles querer perseguirlos. Si fueran a atacarlos, tendrían que ir directo por allí. Si fuera una trampa, no solo perderían la ventaja de terreno, sino también cavarían sus tumbas. Por eso, si el hombre de negro estuviera escondiéndose, no había forma que pudieran verlo. Sería una batalla perdida de seguro.

 

[Si pasamos por alto este lugar y perseguimos al oponente…]

 

No es solo que el oponente tomará una posición de intercepción, pero también está la posibilidad que sus rangos sean destruidos, y se muevan a la batalla. Fue muy bien pensado y bellamente ejecutado, como un ejemplo.

 

[Aunque es el territorio enemigo, ser capaz de manipular el campo de batalla en tal forma como para cambiarlo libremente, parece que… el oponente tiene un monstruo como el Dios de la Guerra.]

 

Luego de una pequeña risa auto burlona, Ranquille miró al cielo. El anochecer está por descender. Si dejan ir el celestial tiempo, la única cosa que les espera será la destrucción.

 

La expresión de Ranquille era sombría. El camino a la victoria ahora estaba oscuramente cerrado. La voluntad de lucha de la armada está decaída. Si no descubren una forma para salir de esto, perderán.

 

Ranquille podía ver un invisible muro que se alza en la distancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bottom Ad [Post Page]