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Capítulo 16: Lo que le Gusta a Yuya-kun…

 

Mientras estaba relajándome luego de terminar mi pasta y lavando los platos, Hitotsuba-san recordó algo de pronto y pregunto.

 

[Hablando de eso. ¿Aún sigues con ese juego de fantasía, Yuya-kun? No has terminado la historia aún, ¿verdad?]

 

Era cierto que solo iba a la mitad de la historia, justo como Hitotsuba-san lo había dicho. Una hora o dos antes de ir a la cama sería el momento perfecto para que le dé al juego.

 

[Pero contigo aquí no puedo solo jugarle. Sería demasiado aburrido para ti solo observar, ¿verdad? Al fin que, solo sería yo el que estaría disfrutando el juego, ¿verdad?]

 

Estaría bien si solo fuera un juego que pudiera disfrutarse con ambos, como un juego multijugador o un juego cooperativo. Sin embargo, dicho juego mencionado era un juego RPG de un solo jugador. Si fuera que observara desde el inicio, ambos pudimos haber disfrutado de la historia juntos, pero ya estoy a la mitad de la historia. Eso le hace imposible divertirse mientras yo esté jugando.

 

[Hm, es cierto, pero no tienes que contenerte por mí, ¿bien? Si quieres, puedes contarme la historia o así. Podemos disfrutarlo juntos, ¿cierto?]

 

Era algo razonable que decir, y una buena oferta para mí. Estaba increíblemente feliz de escucharlo porque estaba tratando mucho de disfrutar algo lo cual me gustaba, juntos los dos. Considero que es un aspecto particularmente importante compartir gustos con alguien porque entonces te haría sentir feliz y te permitiría sentir la calidez de ambos mientras hacen las mismas cosas juntos. 

 

Pero había otra razón por la que me había querido rehusar. ¿Estaba mal que quisiera esconder mis preferencias sexuales de una chica?

 

Tenía una amiga de la infancia con grandes pechos quien era un miembro de mi equipo, y la amaba. No importa cuán fuerte sea el enemigo, la usaría lo más posible. Sí, ella era lo que llamarías mi personaje favorito. Pero me avergonzaría si ese hecho es conocido por las chicas, solo mis amigos lo sabían. No, no es solo vergüenza, sino el daño mental que puedo recibir, me haría imposible mostrar mi rostro.

Pero mientras me estaba preguntando como podía excusarme, ya que decir algo como eso estaría revelando mis intereses sexuales, Hitotsuba-san me lanzó una bomba.

 

[Yuya-kun, ¿te gustan las mujeres con pechos grandes, como la heroína que es la amiga de la infancia en este juego?]

 

[¿Huh…? ¿Qué estás diciendo?]

 

[¡Bueno, creo que soy tan buena como ella! ¡Estoy segura de ello!]

 

El rostro de Hitotsuba-san se acercó al mío. Los dos frutos colgaban peligrosamente cerca el uno del otro con su suave superficie tocándose entre sí. Por lo tanto, estaba usando un vestido de punto canalé con una silueta que encaja con su cuerpo a la perfección. Eso intensifico su belleza más de lo usual. La postura de irse hacia adelante con sus pechos reposando sobre la mesa también era malo para mis ojos. 

 

[Hey, Yuya-kun. ¿No soy… nada atractiva? Me han declarado como la chica de preparatoria más linda en Japón, ¿sabes?]

 

[No… eso es… eso…]

 

[Ya veo, no me ves así… Estoy tan triste que voy a llorar…]

 

Hitotsuba-san lloró, sosteniendo su rostro con una mano y fingiendo llorar adrede. Pero era bastante obvio que estaba pretendiendo lo cual podía ser inferido de cómo estaba mirándome a través de sus dedos. Bueno, he sido golpeado muchas veces entre ayer y hoy, así que demos pelea.

 

[Huh, Hitotsuba-san… ¿dices que no eres atractiva? ¿Cómo puede ser eso? Puedes no saber esto, pero fui una de las personas que te admiraban. Pensé que eres una chica diligente, pero resultaste ser también una chica divertida que disfruta de hablar. La forma en que te comportas es tan linda, y la forma en que me seduces siempre que tienes la oportunidad, y la forma en que tu rostro se pone rojo también es linda. ¡Así que cuando una chica como tú me dice que puedo hacer lo que quiera contigo, normalmente no sería capaz de contener mis ganas de hincarte el diente!]

 

Me acerqué, golpeando la mesa con una excesiva cantidad de fuerza. Los hombros de Hitotsuba-san se agitaron del miedo. Pero mientras podía ver el miedo en sus ojos, ¿también se mezcló algo de anticipación? ¿O era solo mi ilusión del deseo?

 

[Mira, todos los hombres somos lobos, ¿bien? Si eres muy juguetona, yo… en serio te atacaré, ¿sabes? ¿De verdad quieres eso?]

 

Mi voz estaba temblando, y mis manos estaban sacudiéndose mientras decía eso. Este forzoso acto no era algo que solía realizar, pero esperaba que esto hiciera sentir a Hitotsuba-san un poco mejor con ella misma. En realidad… Ella era demasiado tentadora, así que por favor no me hagas sentir más nervioso.

 

Pero ese fue un movimiento completamente malo. Totalmente contraproducente. Porque Hitotsuba-san gentilmente sostuvo mi rostro en sus manos y llevo su rostro cerca del mío. ¿Qué? ¡Espera! ¡Estás muy cerca! ¡La punta de tu nariz está tocando la mía! ¡Tengo tus hermosos, suaves, y coloridos labios justo frente a mí!

 

[Soy de Yuya-kun. Realmente creo que tú y yo podemos… ¿sabes?]

 

[H-Hitotsuba-san… Pero eso es…]

 

[Lo sé. Lo sé. Entiendo. Sin embargo… no voy a contenerme una vez te enamores de mí de verdad.]

 

Hitotsuba-san chasqueó su lengua con una filosa mirada de depredador. Mis latidos podían escucharse. No podía creer que ella fuera mi compañera de clases, porque ahora era tan hechizante que tuve que tragarme mi saliva. Temía que fuera a sucumbir solo así.

 

[Y primero, ¿por qué no acortamos la distancia? Claro, no me refiero a más de lo que estamos ahora, me refiero a la distancia entre nuestros corazones.]

 

A este punto, Hitotsuba-san me dejo ir. Solo deje un mudo “Ah”, sintiendo un poco de arrepentimiento. Sonriendo, Hitotsuba-san continuo su historia.

 

[¿No crees que injusto que sea la única que te llama Yuya-kun con tu nombre de pila? También quiero que me llames “Kaede” en lugar de “Hitotsuba-san”. ¿Puedes…?]

Un cambio en su encantadora expresión. Ella me miro ahora con unos ojos caídos y húmedos como el Chihuahua que estaba dominando los comerciales, y a pesar de ser invierno, mi frente empezó a sudar. Trague mi saliva otra vez, y un momento de silencio descendió sobre la sala.

 

Pero. Este juego de miradas que empezó tan abruptamente pronto llego a su fin. No había forma que pudiera ganar este juego…

 

[Bien. Entiendo. He perdido, Kaede.]

 

Estaba tan avergonzado por esto. Pude sentir que mi rostro estaba tan rojo a un nivel de enrojecimiento que respiraba fuego justo ahora. Pero el rostro de Kaede también era impresionante, sus mejillas se pusieron tan rojas como un tomate en época de cosecha.

 

[Estoy tan feliz… ¡Gracias, Yuya-kun!]

 

La sonrisa que apareció en su rostro junto a sus mejillas coloreadas de carmesí como la puesta del sol la hacían verse como la manifestación de un ángel, y todo lo que podía hacer era quedarme avergonzado.

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