Capítulo
17: Aún le tengo miedo a Sakurako-san
Era lunes, el primer día de la semana.
Estaba conteniendo un bostezo mientras me preparaba para ese día.
Bueno, ¿qué hice el domingo? Me tomé un
día de las actividades del club y fui a casa para organizar mis cosas. Claro,
fue un trabajo duro. Reorganizar mis cosas consumió bastante tiempo.
Recogí mi ropa y pertenencias
personales, los empaque en cajas de cartón. El resto de las cosas iban a ser
ordenadas por un contratador y manejados por Hitotsuba-san, o más bien la madre
de Kaede, Sakurako-san.
[Es solo el equipaje dejado por las
personas que abandonaron a su único hijo y huyeron del país. Si fuera yo, las
habría desechado. Aunque me ocuparé de eso, porque tengo que guardar algunos
recuerdos para tu boda con Kaede.]
“Qué decir”, hice una risa retorcida. Bueno,
mis padres eran unos idiotas, también tontos. Siempre llegaban a mis juegos de
soccer para aminarme mientras tomaban fotos y vídeos.
Claro, también había almacenado muchos
álbumes, incluyendo fotos de mi niñez, y para ser honesto, de alguna forma
estaba avergonzado de tener a la madre de Kaede manejándolos.
[¡No es justo que solo mi madre los
disfrute! ¡Por favor déjame verlos también! ¡Está prohibido monopolizar y amar
a la versión shota de Yuya-kun!]
[Estás viviendo con Yuya-kun ahora, así
que puedes amarlo y ser amada por él todo lo que quieras, ¿cierto? Pero yo no
puedo, ¿sabes? ¡Así que usa tu propia imaginación!]
[¡No, no puedes! ¡Yuya-kun es mi
Yuya-kun! Así que tengo el derecho en cualquier retrato de Yuya-kun, incluso
cuando era un pequeño. Mamá, tú debes arrinconarte con papá.]
Quería decirles que el derecho a mis
retratos es mío, pero no estaba de humor para hacerlo. De la conversación, no
estaba seguro si Sakurako-san fuera una amante shota o no. No, espera un
minuto, imagina eso. Si una mujer fuerte como Sakurako-san fuera a minarme
gentilmente, entonces mi interés sexual sería muy distorsionado.
[Ara ara, ¿qué pasa, Yuya-kun? ¿Puede
que lo imaginaras…?]
[¡Yuya-kun! ¡No, no puedes hacer eso!
¡No, mi madre no! ¡Puede ser amable al principio, pero su verdadera naturaleza
es la de una bruja, astuta como una serpiente! ¡Haré todo lo que pueda, todo lo
que tienes que hacer es verme!]
[Oh vaya. Si ya lo estás restringiendo
en el segundo día de vida juntos, vas a perder su afecto, ¿sabes? Yuya-kun.
¿Qué crees? ¿Por qué no pruebas el encanto de la madurez de una mujer luego de
eso? No te preocupes, mantendré el secreto de mi esposo.]
Kaede estaba gritando y golpeando el
suelo adorablemente. ¿Eso es lo que Sakurako-san estaba pensando? Bueno, sus
ojos parecían estar riéndose, así que era obvio que solo estaba bromeando. ¿Se
estaba burlando de Kaede? Tendría sentido. ¿Se burla de la chica que se enamoraba
primera vez, disfrutando su reacción y al mismo tiempo burlándose de mí?
[Es una oferta muy tentadora, pero
tendré que rechazarla amablemente. Soy una persona sincera. Además, no puedo ir
contra la deuda de gratitud que le debo a mis padres por limpiarme el trasero.]
[Yuya-kun… eres tan maravilloso…]
¿Por qué me estás mirando con tus manos
juntos y el sonrojo en tus mejillas, Kaede? Dije que soy una persona sincera, pero
aún no he dicho que me gustas.
[Oh vaya… ¿estoy perdiendo en esta
apuesta? De verdad me estás mostrando cómo se deben hacer las cosas, Yuya-kun. Es
difícil creer que eres el hijo de Kotaro-san, pero eres una dulzura comparada a
él. Sus días de escuela fueron… Bueno, eso lo dejamos para otra ocasión.]
¡Hey, perro padre! ¡¿Qué hiciste en tus
días de escuela?! ¡Los ojos de Sakurako-san parecían encenderse del odio por un
momento!
[Kaede. No puedes dejar ir a Yuya-kun.
Es un dulce y caballeroso chico, lo cual es raro hoy día. Siempre velará por
ti.]
[Lo sé. ¡Definitivamente lo haré mi
prisionero no importa lo que tenga que hacer!]
¿Podrían hablar de eso cuando no esté
cerca, por favor? No estoy seguro de qué estás asintiendo con tu cabeza,
¿Sakurako-san? Y Kaede, dices que usarás cualquier fin necesario, pero
¿exactamente qué estás planeando hacer? Si es posible, quiero que manejes las
cosas en paz.
[Buena idea, Kaede. Debes cautivar el
alma y cuerpo de Yuya-kun. La técnica que necesitas usar es…]
[¡¡ALTO—AP!! ¡¿Qué estás tratando de
decirle a tu propia hija?! ¡¿Puedes guárdatelo para ti misma?!]
¡No! ¡No! ¡Ella es tu hija y tú eres su
madre!
Juzgando por la forma que lo dijo,
Sakurako-san era bastante habilidosa y una profesional en tales técnicas de
seducción. Si tal conocimiento fuera a ser dominado por una persona brillante
como Kaede, en serio sucumbiría. ¡Sería corrompido de varias formas!
[Ugh… ¿Por qué nos interrumpes,
Yuya-kun? Puede ser información importante con el fin de mantener el fuego
nocturno…]
[Uh-huh. Eso es. Es bueno intentar esas
cosas entre ustedes. De esa forma, ambos podrán disfrutar incluso más y
profundizarán su amor.]
Sakurako-san siguió hablando mientras
palmeaba el hombro de Kaede, quien había entrado en llanto.
[Pero estoy feliz por ti, Kaede.
Significa que el sincero Yuya-kun te aceptará incluso si no eres buena en eso.
Solo tendrás que trabajar duro. Aún puedo enseñarte mi técnica cuando quieres
hacerle el deli….oso. Está bien, a Kazuhiro-san también le encanta esa técnica,
así que Yuya-kun estará impresionando.]
Kazuhiro-san, ¿es mi suegro a quien debo
culpar? Bueno, puedo entender que no pudiera resistirse si una hermosa mujer
como Sakurako-san fuera tomar la iniciativa. Pero dejar a una persona como
Kaede hacer lo que yo quiera es algo…
[Hm. Pensé que Yuya-kun era un M, pero
parece que tiene elementos de un S en él. De hecho, es probable que él sea el
dominante en la cama. Kaede, da todo lo que tengas, ¿sí?]
[¡Sí, sí! ¡Yuya-kun! ¡Daré lo mejor!]
Solo pude asentir con mi cabeza con un
rostro retorcido. No sé si fue por Sakurako-san, pero siento como que una nueva
puerta había sido abierta para mí.
Así fue ese domingo.
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