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Capítulo 40: Ahora de Cocinar

 

Yo, Kaede, Shinji y Otsuki-san estábamos en medio de hacer bollos. Kaede estaba sonriendo felizmente mientras amasaba la masa de los bollos en el delatan que le habían dado.

 

[Yuya, puedes admitirlo, pero tienes que amasar, ¿bien?]

 

[Cállate, Shinji… No eres alguien que se le permita decir eso.]

 

Shinji y yo a menudo tendemos a pausar lo que estábamos haciendo. Siendo así, calentó mi corazón para ver a las dos trabajando juntas frente a mí, viéndose amigable. Quería verlos para siempre.

 

[¡You boys! ¡Move your hands!] Instructor británico, ósea lo dijo al inglés.

 

Estaba aturdido cuando recibí una reprimenda de mi profesor. Pero el tono de su voz era más bien animado y sonaba más a una broma. “¡No fantasees con ella, concéntrate en hacer bollos!”. Shinji y yo tratamos de ocultar nuestra vergüenza al bajar la mirada al balón y dar lo mejor para hacer la masa.

 

[Fufu. Yuya-kun, ¿me estabas adulando?]

 

[Shin-kun, ¿me estabas adulando?]

 

Suficiente, las dos chicas nos persiguieron con rostros sonrientes. En este tipo de situación, Kaede era muy problemática. Me miraría hasta que le respondiera, y si no respondía porque estaba avergonzado, conseguiría ojos llorosos. Y si eso pasaba, de inmediato levantaría la bandera blanca.

 

[Ah sí. Kaede y sus amigas estaban divirtiéndose mucho, estábamos admirándolos. ¿Está mal?]

 

[¡Espera, Yuya! ¿De qué estás hablando? Yo no—]

 

¡Cállate, Shinji! ¡Solo deberías asentir con tu cabeza y dejarle lidiar con eso! Era mejor ser honesto y decir la verdad más que ser perseguido y tener a Kaede y los otros burlándose de ti.

 

[Oh ya veo… no es nada malo… Sí.]

 

[¡S-Shin-kun, así que ese tipo de cosas también te pasan! Ahaha… ¡No lo sabía!]

 

¿Qué tipo de chico no se asustaría de ver una sonrisa que era diferente a las otras que veía a diario, una mirada que solo es posible en este lugar? ¡Si no, sus ojos deben estar ciegos!

 

[Kaede-chan… Cuando estaba escuchándote hablar de él en el bus, había estado pensando, ¿Yoshi siempre te lo dice? ¿No es peligroso?]

 

[Akiho-chan, sí que lo entiendes… Eso es. Yuya-kun es natural a eso. Creo que lo oí en el bus, y siempre dice cosas con las que también estaría avergonzado a decir. Gracias a eso, siempre estoy en problemas.]

 

Kaede, ¿a qué te refieres? ¿Qué pasa con ser honesto con mi admiración? ¿Era correcto decir que no te estoy admirando? No, no, no, no se podía evitar. Era un hecho que estaba admirando la sonrisa de Kaede. Piensas en lo mismo de Otsuki-san, ¿cierto, Shinji?

 

Y había una cosa más que me había estado molestando. ¿Qué estuvieron escuchando en el bus, chicas?

 

[Yuya. ¿No es hora de callarte?]

 

Shinji me dio una sonrisa de enojo; su rostro estaba sonriendo, pero sus ojos no. Y le temo a la muerte, ¿puedes por favor dejar de azotar la masa en el tazón?

 

[Si Yuya se callará e hiciera su trabajo, me detendría, ¿bien?]

 

[Qué hice para merecer todo esto…]

 

No sé qué está pasando, pero no quiero enojar a Shinji más de lo que ya lo he hecho, así que mantuve mi boca cerrada y me concentré en el trabajo.

 

Pero pude oír señales y rumores de admiración de las chicas en la clase.

 

[Admiro eso de ti, Hitotsuba-san. Me gustaría ser capaz de expresar mis sentimientos de forma directa.]

 

[Yoshizumi-kun es muy guapo porque lo dice como un hecho sin ser pretensioso…]

 

Mientras tanto, los chicos han declarado su derrota.

 

[No puedo hacerlo… estaría muriendo de la vergüenza…]

 

[Y esta es la habilidad del hombre que se encariño con la chica de secundaria más linda de Japón, Hitotsuba-san… ¡Yo no puedo hacerlo!]

 

[Ah, in the middle of your youth. I see you are enjoying it.] Profesor británico.

 

Luego de el golpe final de mi profesor, decidí mantener el silencio hasta que los bollos fueran terminados.

 

*****

 

Los bollos salieron bien, pero siendo honestos, el sabor era un poco blando. No sabían bien y dejaron mi boca un poco seca. No importa cuán dulce bebas el té de leche, era difícil disfrutarlos.

 

[No está endulzado, porque es como se supone que sepa. Sería bueno tener jalea o algo, pero no tenemos eso.]

 

Kaede, como se esperaba, estaba comiendo sus bollos con una sonrisa agria.

 

[Creo que sabría mejor si pones chispas de chocolate o algo para añadir dulzura. Pero por ahora, seamos pacientes. ¿Tendremos nuestra venganza en casa?]

 

[No, gracias, pasaré…]

 

Preferiría tener el pastel de chocolate que hiciste el otro día que hacer bollos en casa. Ese pastel era bueno. Esa comparación mostraba cuán difícil era hacerlo, comparado a esos bollos.

 

Hacer los bollos es muy fácil. Solo haces la masa como se instruye, la amasas, formas y horneas en el horno. No había un solo paso complicado. Pero el pastel de chocolate que Kaede me hizo para el Día de San Valentín no era así. Debió haberle dedicado mucho tiempo y esfuerzo para hacerlo. Me hace estar consciente de eso, pero también muy feliz.

 

[Desearía que pudieras hacerlo porque me encantaría comerlo otra vez…]

 

[Claro, si Yuya-kun quiere, siempre puedo hacerlo por ti. Pero si lo hago, ¿por qué no lo hacemos juntos? Estoy seguro que es más divertido así.]

 

Eso es. No es una mala idea para dos personas sentarse en la cocina y hornear juntos. Estoy seguro que cometeré un error con las medidas, o la forma no será perfecta, o algo pasará. Aunque, estoy seguro que—

 

[No sé si pueda hacerlo bien, pero estoy seguro que disfrutaré el momento que pase cocinando contigo, Kaede. Tengo el sentimiento que será divertido.]

 

[Mou. Eres todo un hablador, Yuya-kun. Pero agradezco lo que dijiste. Estoy deseando hacerlo contigo.]

 

La sonrisa de Kaede calentó mi corazón. Oh, muro por ir a casa y hacer un pastel.

 

[Akiho… Sé lo que estás pensando, pero no digas nada, ¿bien? Si lo sacas, perderás, ¿sí?]

 

[Shin-kun… ¡Pero ¿no es demasiado cruel?! ¡¿No es una difícil pelea no decir algo en frente de ese acaramelado ambiente?!]

[Si no puedes soportarlo, no serás capaz de soportarlo en el futuro, así que vamos a acostumbrarnos, ¿bien?]

 

¿Pueden los dos callarse? No puedes entrar a nuestro mundo… ¡Y Shinji! ¡No digas nada que no tengas que!

 

Y mañana en la noche. Tengo un gran juego esperando por mí. ¿Qué si lo descubren…?

 

[¿Qué pasa, Yuya-kun? Tu rostro está rojo, ¿sabes?]

 

“Estaba pensando en cómo decirte cómo me siento contigo, Kaede”. ¿Cómo puedo decir eso? Reí y pretendí que no era nada.


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