Full width home advertisement

Post Page Advertisement [Top]

 

Capítulo 3

 

[Está bien. Empecemos.]

 

[¡Sí, señor!] Las voces de Tina y Ellie llenaron el cuarto. Estaba alegre de oír que se veían animadas y energéticas.

 

Habían sido dos meses desde mi llegada a la mansión Howard. Había estado preocupado en cómo las cosas resultarían primero, pero…

 

[¡Lo hicimos!] Ambas chicas gritaron mientras se volteaban a mí, como animalitos esperando por un halago. Habían conjurado siete remarcables flores entre las dos— seis por Ellie, y una por Tina.

 

[Tina, pierdes parte de tu flor porque tu fórmula de hechizo es floja.] Anoté. [Deberías aspirar a que sea rápida y precisa. Además, usaste mucho maná. Siempre recuerda mantenerlo bajo control.]

 

[S-Sí, señor.]

 

[Ellie, ¿aún te está costando con el trueno y la luz? Te confianza— no son nada para temer. Pero si no puedes hacerlo, entonces que se le va a hacer; trabajaremos en mejorar con otros elementos. Imagínate lanzando tus hechizos en silencio e inténtalo otra vez.]

 

[S-Sí, señor.]

 

[Allen.] Tina objeto un momento después. [No puedo evitar sentir que es débil con Ellie, pero no conmigo.]

 

[Es solo tu imaginación.] Dije. [¿No es cierto, Ellie?]

 

[S-Sí, señor. Uh, um…] Ellie balbuceó. [Eres muy bueno, Allen.]

 

[Entonces sé bueno conmigo también.] Tina demandó.

 

[Nada que ver.]

 

[¡¿Qué?! ¡Eso es injusto!]

 

[Tina…] Agité de forma exagerada mi cabeza y le recordé la realidad de la situación— de la gigantesca escultura de flor de hielo formada perforando el techo y tejado. Acababan de ser reparadas justo luego del incidente de hace unos días.

 

Aunque, no sentía frío. Ni siquiera podía empezar a suponer dónde la milicia había planeado usar las barreras resistentes al hielo que el profesor me había enviado, pero llegaron a ser de utilidad.

 

Ya veo… Estos hechizos estaban para momentos como estos. Son bastante increíbles.

 

[¿Crees que la chica que explota tejados, techos y barreras cada vez que lanza un hechizo, necesita que alguien sea bueno con ella?] Le pregunté a Tina mientras lanzó un hechizo de hielo para sellar el hoyo en el techo.

 

[¡Sí! ¡Absolutamente sí! ¡En efecto, no está recibiendo suficiente amabilidad! ¡Creo que es una negligencia de parte suya! ¡Ahora, dame un gran abrazo! ¡Y que sea rápido!]

 

¡¿Una categórica declaración?! Y qué actitud.

 

Tenía una sospecha furtiva que estaba lentamente, pero que seguro llegaría a parecerse a cierto alguien que conocía. ¿Debí haberle enseñado de forma diferente? Claro, la expresión de alguna forma resentida en su rostro era tan adorable que la perdonaría en un instante. En serio me recordaba a un animalito.

 

Eso me recuerda— no había recibido otra carta de Lydia desde la primera. ¿La había fastidiado por quejarme de los cheques? Dudo que algo estuviera mal— lo me habría informado de igual manera— pero estaba algo preocupado. Nunca lo sabrías, pero no le tomaba demasiado deprimirse. Dicho eso, iba a tener las manos llenas con la fase final del entrenamiento de las chicas. Si no iba a responder, supongo que tendría que ignorarla; no me sorprendería que vinera aquí si le prestaba mucha atención.

Tina, ¿por qué me estás viendo así?

 

[Allen, justo ahora estabas pensando en otra chica, ¿verdad?] Ella dijo luego de un rato en silencio.

 

[Nada de eso. Ellie, por favor sigue. Tina… ¿por qué no vienes conmigo a disculparme con Walker-san?]

 

[N-No, gracias. No puedo evitar sentir que tú Graham, Shelly y los demás han sido muy duros conmigo últimamente. Mejoro con los halagos, así que por favor dame muchos, muchos más. No puedo creer que por fin he aprendido a lanzar hechizos, pero todo lo que hacen es regañarme…]

 

[Creo que te estoy dando bastantes elogios. Ahora, pongámonos en marcha.]

 

[Oh, eres tan malo…] Tuba refunfuñó. Era evidente que estaba un poco frustrada, pero eso no la detenía de tomar mi mano cuando se la ofrecí.

 

Santo Dios. Incluso la forma en que se pone frente a mí me recuerda un poco a— ¿Hm?

 

Sentí una leve presión contra mi otro brazo. Giré mi cabeza para encontrarme que Ellie se estaba aferrando a mí.

 

[I-Iré contigo—]

 

Volteé a ver Ellie, al punto que se sonrojó y bajó su mirada. Quizás se había avergonzado. En efecto, era muy adorable sin duda— tan adorable que amaría preservar su reacción en una grabación.

 

Un ligero golpe llegó a mi brazo izquierdo.

 

Oh, sí. Sí. No te apures en volverte competitiva, Tina. En tu caso, puede ser un poco— No, lo siento; fue un desliz de lengua. Siendo ese el caso, ¿por qué no dejas de tratar de congelarme así de cerca? Que da frío.

 

♦♦♦♦♦

 

[¿Otra vez?] El señor Walker pregunto luego de una larga pausa.

 

[Mis sinceras disculpas. Su control está mejorando poco a poco. Estoy seguro que nunca estará en peligro otra vez en el invernadero.]

 

[L-Lo siento…] Tina balbuceó.

 

[A-Abuelo, Tina-sama no parece tener daños, so, uh, um…]

 

El señor Walker había estado trabajando en su oficina cuando llegamos a reportar que habíamos hecho otro hoyo en el techo ese día. Sus manos dejaron de ver los papeles y tener una apariencia de cansancio pasando por su rostro.

 

Sí, también estoy familiarizado con ese sentimiento.

 

La fuerza de los hechizos de hielo de Tina hace más difícil de creer que había sido incapaz de usar magia hasta ahora— rompían las barreras resistentes al hielo tipo militar con facilidad. Estoy seguro que las reparaciones costarían una fortuna.

 

[En todo caso, tomé medidas de emergencia para sellar el hoyo. Creo que mi trabajo seguirá hasta la primavera.] Consolé al mayordomo, quien parecía que tenía un dolor de cabeza fuerte.

 

[Gracias.] El señor Walker respondió luego de un momento. [Incidentemente, Allen-san…]

 

[¿Sí?]

 

[¿Puedo tomar tu… actual condición como una declaratoria de guerra contra mí?] Me preguntó en una voz baja, con sus ojos fruncidos.

 

[Oh, bueno… Ah haha…]

No podía contener la tensión en mi voz. Tina y Ellie estaba pegadas en mis brazos, y la expresión del señor Walker de desaprobación solo les hacía pegarse más. Les había perdido soltarse mientras dejábamos el cuarto de Tina en el invernadero, pero se habían rehusado. Tenía una sospechosa que estaban empezando a volverse un poco deliberado… no siendo claros en lo que querían era algo malo.

 

[No puedes, Graham.] Tina objeto. [Si le pones una mano a mi tutor… te congelaré.]

 

[¡N-No, abuelo!] Ellie añadió. [¡Si vuelves a lastimar a Allen, p-perderé los estribos!]

 

El señor Walker gruñó. [Pero Tina-sama, Ellie, ¿deben estar pegadas a su brazo? Si solo lo dejan—]

 

[¡No queremos!] Las chicas gritaron juntas.

 

Walker-san colapsó en su escritorio con una cara de agonía.

 

No puedo explicarlo… era talla de distinguido mayordomo cuando lo conocí por primera vez, aunque ahora luce más como un viejo desconsolado a quien le han robado a su señora y nieta a las que ha visto por tanto tiempo. Muy bien, es suficiente de andar jugando. Será mejor que vaya al grano.

 

[Tina, Ellie.]

 

[¡Sí, señor!] Respondieron juntas.

 

[Tengo algo que discutir con Walker-san. ¿Podrían volver a la clase antes de mí, por favor?]

 

[Sí.]

 

[Sí, Allen.]

 

Ambas chicas dudaron por un momento antes de dirigirse a mí.

[No necesitan estar tan preocupadas.] Les aseguré. [No será por mucho.]

 

No lucían felices por eso, pero soltaron mis brazos y salieron del cuarto, cerrando la puerta detrás de ellas. Estaba alegre que fueran razonables.

 

Oh vaya.

 

Incliné mi cabeza, y un cuchillo de mano impactó en el espacio que había ocupado. [Lo menos que puedes hacer es advertirme.] Dije.

 

[No, gracias. Tengo un asunto serio que discutir contigo.]

 

[Por favor toma asiento…]

 

Que aterrador. Sabía que no había intentado dañarme, pero no tendría ninguna chance contra él en combate mano a mano— ni la mínima con la señora Walker, pensando ya en ello. Los defendían una creencia. El duque puede ser el “rostro” de la Casa de Howard, pero era una vieja pareja que administraba sus asuntos internos. Era por eso que necesitaba llegar a un entendimiento con ellos, a menos de un mes antes del examen de entrada.

 

El señor Walker puso una copa de fragante té negro en la mesa ante mí.

 

[Muchas gracias.]

 

[Ahora, ¿qué deseabas discutir?]

 

[Déjame ir al grano— tengo confianza que ambas chicas serán admitidas a la Academia Real y pondrán en lo más alto del examen. No puedo pretender que Tina— discúlpeme—]

 

[Por favor, Allen-san hable con libertad. Mucho a lo que Tina-sama concierne, nadie puede tomar su lugar ahora. Todos en la mansión entienden eso— al menos yo y mi esposa. Ninguno de nosotros objetaría que omitas su título… Aunque sugiero que te abstengas en presencia del maestro.]

 

[Gracias. Eso es amable de tu parte. No puedo pretender que Tina lo tenga controlado, pero estoy seguro que lo logrará con otras cuantas semanas de práctica. En cuanto a Ellie… ¿Sus padres fueron talentosos mágicamente hablando?]

 

[Ambos fueron muy bendecidos.] El señor Walker lo reconoció luego de un momento de silencio. [Aunque se rehusaban a heredar el nombre Walker y en lugar se volvieron doctores en la Capital Real. Él y mi hija crecieron juntos a una edad muy temprana. Había asumido simplemente que seguirían mis pasos, así que me llegó el shock cuando anunció sus intenciones de convertirse en un doctor. Creció como un gran hombre, pero durante una epidemia en la capital…]

 

Así que esa era toda la historia. No era sorpresa que los Walker adoraran a Ellie.

 

Pueden estar tranquilos, mentalmente se lo dije a los padres de Ellie, cuyos rostros nunca había visto. Su hija está creciendo en una jovencito adorable y sana. Algún día, será una de las más renombradas hechiceras en el Reino.

 

[Mis sinceras disculpas.] Me incliné al señor Walker. [No quería desempolvar dolorosos recuerdos.]

 

[Para nada. No importa.]

 

[Como siempre digo, no creo que Ellie tenga algo que preocuparse. En particular, el silencio con el cual lanza sus hechizos es más que magnifico. Se me dijo que tú y la señora Walker le están enseñando los fundamentos del combate mano a mano. También le estoy enseñando; espero que pueda contar con tu apoyo.]

 

[Claro. Estamos agradecidos por todo lo que has hecho; nunca imaginé que Ellie haría tal dramático progreso. Como el jefe de la Familia Walker, las palabras no podrán expresar mi gratitud. El señor Walker se pausó por un momento mientras cambiaba de tema. [Supongo que tu principal preocupación es mi maestro.]

 

[Lo es.]

 

Desde mi llegada, había estado dándole al señor Walker reportes diarios en todo lo que le pasaba a Tina y Ellie. Esos reportes le fueron entregado en persona, o en escritos en ocasiones cuando era imposible que nos reuniéramos. Ambos hombres inicialmente habían estado en sus sillas meneándose de la dicha a la preocupación mientras iban escuchando.

Incluso les habían dado seguimiento a los reportes. Y aunque, cuando le había informado al duque que el maná de Tina se había salido de control y que por consiguiente había lanzado un hechizo por su cuenta por primera vez, solo había visto su magia con sus propios ojos en una sola ocasión.

 

Entendí que había habido un deslizamiento en el ducado y que había bloqueado el único camino a la villa más cercana, dejándola aislada. El duque al parecer había salido a la escena del desastre para lidiar con la situación, pero le estaba tomando mucho tiempo el volver. Las reparaciones al camino habían sido completadas rápidamente, de lo que entendía, aunque el duque aún estaba lejos de cada. Entendía que debe tener muchas cosas demandas con su tiempo— él era la cabeza de la Casa de Howard, los guardianes del norte— pero no podía evitar tener sospechas. Ciertamente hubo dicha en el rostro del duque cuando Tina había demostrado su habilidad de lanzamiento de hechizos, pero su confusión y lamentación al parecer habían sido más notables.

 

[Creo que Tina y Ellie han desarrollado un suficiente dominio de la magia.] Proseguí. [No tendrán ningún problema con el examen escrito tampoco. Como dije antes, tengo confianza que incluso pueden estar en la cima, dependiendo en su rendimiento en lo práctico. Y aunque…] Me pausé por un momento mientras pensaba en cómo decir lo que estaba en mi mente. [Disculpe, pero ¿cuáles son los sentimientos del Duque Walter sobre este asunto? No puedo entender el repentino cambio en su actitud ya que Tina aprendió a usar magia. Y asumiendo que está lidiando con los problemas en el ducado, debe ser capaz de hacerlo más efectivamente desde esta mansión. Es como si—]

 

[Allen-san, tu preocupación es bastante razonable. Sin embargo… ¿puedo sugerir que esta sea una decisión para que mi maestro tome?]

 

[Entonces, si fuera a prohibirle a las chicas de ir a la Capital Real… No, supongo que es inútil suponer. Muy bien. ¿Cuándo volverá?]

 

[No lo sé.] El señor Walker lo admitió. [Mis disculpas.] Debió haber estado en conflicto, ya que su rostro era una máscara de angustia.

 

El tema estaba fuera de sus manos. Por el momento, todo lo que podía hacer era continuar las lecciones de las chicas y asegurarme que estuvieran bien preparadas. Me levanté de mi silla y estaba por dejar el cuarto cuando de pronto recordé algo.

 

[Hay una cosa que me gustaría decirte.] Dije.

 

[Asumiendo que sabe la respuesta, sí.]

 

[¿Qué pasa?]

 

[Es acerca de los libros en el archivo. Hay un nombre que he encontrado ocasionalmente escrito en la última página. ¿Me dirías de quién?]

 

[Creo que ya lo has adivinado.]

 

[Ya veo… muchas gracias.]

 

Bueno, supongo que tendré que hacer algo respecto a esto.

 

♦♦♦♦♦

 

Luego de la cena, tomé un libro de arriba esa pila en mi escritorio y empecé a hacerme un camino por el botín del archivo. Anko estaba enroscado en mi silla.

 

Oh vaya, está será complicado. Hay sello en este, y puedo decir que contiene una asombrosa cantidad de maná. ¿Mantienen algo como esto metido en un estante? No tengo palabras.

 

Me alegra tener la oportunidad de leer muchas y variedad de trabajos durante mi estadía en la casa ducal. Había sido algo de tiempo desde última vez que había sido tan afortunado, considerando que había bajado mi tiempo de lectura para prepararme para el examen de Hechicero de la Corte. No podía evitar ser un ratoncito de biblioteca, incluso si el albatros me llamaba “la mera definición de aburrido” debido a eso. Podía ser dura, especialmente considerando que era una ferviente lectora.

 

El libro que estaba tratando de leer era un viejo volumen corto. Como la mayoría de mi reciente material leído, que databa a la Guerra del Señor Oscuro. Tina había ganado la habilidad de lanzar hechizos, pero había una chance de que pudiera perderlo en cualquier momento. Quería tener contramedidas listas, si es posible, pero la identidad de la cosa que había estado privándola se mantiene desconocida.

 

Tiempo atrás cuando perdió el control de su maná, había sospechado en el gran hechizo perdido Frigid Crane pensando en ello con cabeza fría, sin embargo, no podía evitar preguntarme si solo había estado soñando despierto. ¿Esa cosa había sido un hechizo? Se había sentido más que estaba confrontando a una criatura viva. Le había cuestionado a la misma Tina sobre ello, pero me había dicho que no había oído la voz, y que no había visto al ser que había intentado manifestarse porque tenía los ojos cerrados.

 

Allí estaba la palabra que había sido capaz de sacar: “Llave”. ¿Se refería a Tina? Si no y se refería a mí en lugar, estaba perdido; tales cosas estaban más allá de un humilde plebeyo como yo.

 

En todo caso, no había nada malo con añadir mi cantidad de conocimiento, y había una buena colección de libros viejos y raros en el tema de la magia para que quede con este, incluso en la Capital Real. El archivo de los Leinster me había impresionado también, pero sospechaba que contuviera más libros viejos y registros estadísticos, relativamente hablando. La Casa de Leinster estaba consumada tanto económicamente como militarmente.

 

Un toque interrumpió mis pensamientos.

 

[Entra.] Le dije a mi visitante. [No está cerrado.]

 

La puerta se abría lentamente, y entraron dos chicas en sus vestidos de noche. Tenían unas chamaras puestas, pero las líneas de sus cuerpos aún eran visibles. Tina lucía más como una niña; solo tenía 13 años, así que suponía que tenía mucho por crecer. Ellie quien veía detrás de ella, por otra parte… Ahora que la vi en su vestido de noche, su feminidad era difícil de ignorar. Solo era un año mayor que Tina, pero la diferencia era… Ahem.

 

[Buenas noches. ¿Qué pasa?] Pregunté.

 

[Bueno, Ellie dice que no puede dormir.] Tina empezó dudosa.

 

[¡T-Tina-sama, e-eso no es justo! Solo te dije que el libro que leímos juntas te asusto mucho que no podías dormir, así que llegó a mi cuarto y— ¡Eek!] Ellie estaba tan nerviosa que se paró en el borde de su vestido de noche y estaría en peligro una vez cayera.

 

[Vamos.] Dije mientras corría para atraparla. [Eso estuvo cerca.]

Esta chica sí que está propensa a tropezarse. Espera. Oh no. Tiré el viejo libro que estaba estudiando. Recomiendo que no lo toques, Anko; sospecho que es bastante peligroso.

 

 Sentí algo suave contra mi brazo, y podía decir exactamente lo que era— especialmente porque Ellie estaba usando prendas de vestir más delgadas de lo usual. De prisa intenté soltarla, pero estaba sosteniéndose de mí.

 

Um…

 

[Allen. V-Verá, um, yo…]

 

[¡Está bien, es suficiente!] Tina interfirió, metiéndose entre nosotros dos. Hizo a un lado a Ellie y tomó mi brazo.

 

[Ellie, te tropezaste a propósito, ¿verdad?]

 

Qué extraño… ¿Por qué no se siente nada suave? ¡Espera, no! Tengo una premonición que terminaré congelado si sigo esa línea de pensamiento, y nadie mejor sabe de lo que yo que es confiar en la intuición en momentos así. No pienses en eso. Ese camino es el desastre.

 

Las dos chicas continuaron tonteando, inconscientes de los pensamientos que pasan por mi mente.

 

[E-Eso…] Ellie tartamudeó por un momento antes de encontrar las palabras. [No es cierto. N-Nunca pensaría nada tan presuntuoso que quiero que Allen-san me abrace o— ¡Ah!]

 

[¡Eres una mentirosa! ¡Y tú eres muy malo, señor! Esa mirada en tu rostro era… indecente. Y no reaccionaste así cuando tomé tu brazo. ¡Pido— no, demando—hacerlo—otra vez! ¡En este instante!]

 

Oh vaya. Me arrastraron a su cosa.

 

[Chicas, es tarde, y deberían estar en la cama. Nunca se harán más grandes si no duermen bien. Puedes quedarte aquí sí Tina realmente está asustada, pero solo por un rato. Calentaré algo de leche para ambas, así que suéltenme.]

[L-Lo entendiste mal. No estoy nada asustada.] Tina empezó a protestar, pero luego lo admitió con pena. [Bueno, estoy algo asustada. ¡Y no puedo evitar sentir que reaccionaste diferente con Ellie!]

 

[Es solo tu imaginación.] Insistí. [Ahora, tome asiento en la silla.]

 

[Oh, eres tan malo. Tonto.]

 

Oí a Tina decirme un apodo mientras recogía el viejo libro que había arrojado al suelo. Fue cuando un pensamiento me llegó.

 

Estaba mal. Este no es un libro de hechizos.

 

Era tan delgado. ¿Puede ser un diario personal? Pero ¿por qué estaba sellado con tal poderosa maldición, una que quizás estaba a la par de una barrera militar? Si el dueño del diario había llegado a tales extremos… debieron ser personas asombrosas. Reflexione en el pasado del dueño del diario mientras me paraba y lo dejaba en el escritorio.

 

Saqué el tarro de leche de la hielera de mi cuarto, llené dos copas de manera, luego de pensarlo, añadí algo de miel en las copas.

 

¿Hm? ¿Qué pasa, Anko? ¿Te gustaría algo también? Supongo que tendré que complacerte. Le pondré en un plato y— ¿Qué? ¿Está frío para ti? Pensé que los gatos odiaban la comida caliente.

 

A pesar de mi exasperación, calenté el plato de leche un poco. Anko empezó a lamerlo con gusto. Como su maestro, el familiar era particular en sus gustos.

 

Me di la vuelta descubrir eso, por alguna razón, las chicas habían optado por sentarse en mi cama más que en las sillas disponibles. Tina aún estaba haciendo pucheros.

 

[Toma.] Les entregue las copas con una sonrisa amarga.

 

[Gracias.] Tina lo admitió luego de un momento de petulante silencio. [Oh, está caliente.]

 

[Muchas gracias, Allen. ¿Usaste un hechizo para calentar nuestras bebidas?]

 

[Sí, aunque es un poco diferente de un control de temperatura ordinario, así que necesitas habilidad para usarla. Es un poco engañoso para cuando quieres una bebida caliente en las prisas. Aunque lo admito— no estoy seguro por qué, pero las bebidas saben mucho mejor cuando están calentadas en una hoya. Sugiero que tomes ese tiempecito extra y esforzarte si alguna vez lo hacen para sus futuros esposos.]

 

[¿Esposos?]

 

[Ah…]

 

Tanto Tina y Ellie me lanzaron repetidas miradas, sus mejillas sonrojadas. Quizás había sido un pensamiento muy emocionante para las chicas de su edad. Reflexioné en eso mientras caminaba a una de las sillas libres, pero muy pronto había tomado asiento Tina empezó a palmear la cama con una mano. Ellie estaba mirándome también, aunque no podía decir por qué razón.

 

[¿Por qué no te nos unes?] Tina preguntó— aunque parecía más como una demanda. [Tu adorable estudiante está justo aquí.]

 

[¡E-Eso es! Ah, um, también su adorable maid…] Ellie parecía menos y menos confiada en sus palabras, hasta que, su voz se desapareció por completo. Lejo salir un llanto de vergüenza.

 

[No, ambas están creciendo señoritas, así que no deberían visitar el cuarto de un hombre a esta hora de la noche. Los hombres son lobos al fin de cuentas.] Respondí sin más.

 

[Lucías muy feliz de abrazar a Ellie justo ahora, ¿acaso también eres un lobo?] Tina señaló acusadoramente.

 

Los ojos se abrieron a la idea.

 

[Es un secreto.] Le respondí a tina luego de una pausa. [Ellie, ¿pasa algo?] La maid había colapsado en la cama y estaba sonriendo con su rostro presionado contra las mantas.

 

¿Qué pasa? Bueno, no se ve enferma, así que creo que la dejaré ir en sus deseos.

 

[Es tarde y tienen un día lleno de lecciones mañana así que por favor vayan a la cama una vez terminen su leche. Si simplemente tienen mucho miedo, entonces puede quedarse otro poco— estaré despierto al fin de cuentas. Pero solo si están calladas. Estaré en problemas si la señora y el señor Walker lo descubren.]

 

[T-Te lo dije, no estoy tan asustada…] Tina dejo que sus palabras salieran y luego cambio de tema. [¿Siempre ha leído mucho, señor? ¿Incluso antes de llegar aquí?]

 

[Siempre me ha gustado leer; es mi único hobby que es útil. Como sabes, no tengo una gran cantidad de maná. Hechizos supremos están lejos de mí, y aunque que soy capaz de formular hechizos avanzados, no soy capaz de activarlos.]

 

No era capaz de volverme el mejor en esgrima, magia, o lo académico— no es que me estuviera cumpliendo— pero pensé que al menos podía leer tanto como quisiera.

 

En ese lado, disipé la parte del sello en el diario que estaba tratando de ver. Cuando lo abrí, sin embargo, descubrí que sus páginas eran negras.

 

Bueno… ¿Ya no se puede leer?

 

El autor había pasado por algo, y no podía evitar sentir un leve sentido de afinidad. Desgarré la otra pequeña parte del hechizo para revelar una incomprensible serie de letras.

 

¿Un cifrado…? Quien sea que escribiera esto realmente no quería que nadie más lo leyera.

 

Dos hechizos de sello y ahora este código. Iba a ser duro descifrarlo de inmediato. Sabía que muchos libros viejos estaban impresos con hechizos, pero ¿qué podría justificar este nivel de seguridad?

 

Cerré el diario y lo coloqué sobre la pila de documentos que estaba guardando para luego; lo que sea que tomaría tiempo para leerse podía esperar. Me hice a la idea que entregaría el diaria al profesor o al director más luego, asumiendo que podía convencer al duque que me lo prestara.

 

Lo siguiente era… No, sabía que no funcionaría. Me paré, rasqué mi cabeza y luego levanté a Tina, quien había estado observándome con felicidad todo este tiempo. Aún era tan ligera como una pluma.

 

[¿Hm? ¿Um?]

 

[Vamos.] Gentilmente la metí en la cama, puse las mantas sobre ella, y luego moví mi silla al costado. [Por favor ve a dormir; no puedo concentrarme con tus ojos sobre mí. No te preocupes— no iré a ningún lado. Tú también, Ellie. Siéntete libre de dormir aquí esta noche. No me importa.]

 

[¡¿Q-Qué dice?!] Tina exclamó.

 

Ellie sonrío y dijo antes de enroscarse bajo las mantas a su par con una sonrisa de dicha. [Me permite, Tina-sama.] Solo pude oírlas riendo entre ellas.

 

Santo Dios…

 

Recogí el siguiente libro apilado y empecé a leer.

 

Bueno. Un libro mágico escrito aproximadamente hace dos siglos.

 

Comparado a ese diario, fue fácil de leer. ¿Hm? Un marcador. ¿Qué con eso? Activar hechizos de hielo desde el subsuelo. Así que así es cómo lo usaban…

 

No pasó tanto antes que oí el respirar de las chicas entrando en pacifico ritmo. Estaban durmiendo a gusto, mano a mano. Quería ayudarlas a asistir a la Academia Real juntas, pensaba desde el fondo de mi corazón mientras acariciaba a Anko, quien se había subido a mi regazo.

 

Cuando alcancé el fin del libro. Me cruce con una estampa personal que había visto en la página final de muchas grandes obras en los pasados dos meses. Nadie coleccionaría tantos libros para su lectura personal— particularmente no tantos libros de texto. Esos debieron…

 

En todo caso, necesitaría hablar con el duque mientras hacía las preparaciones. No me importaba quién era; haría que mantuviera su promesa.

 

♦♦♦♦♦

 

Pase varios días esperando con paciencia mientras instruía a las chicas. Tenía confianza que el duque llegaría para hablar conmigo; Al fin que, quedaba menos de un mes hasta el examen de entrada de la Academia Real, significa que no quedaba mucho tiempo para aplicar o hacer arreglos para el viaje a la Capital Real.

 

Y entonces, el momento llegó.

 

Le estaba enseñando a Tina y Ellie en el invernadero ese día cuando el señor Walker entró. [Allen-san, el maestro le gustaría verlo en su oficina.] Ella dijo. [Tina-sama, Ellie, tengo dulces para ustedes. Por favor síganme.]

 

[Muy bien. Tina, Ellie, por favor tomen un breve descanso.]

 

[Sí.] Ambas chicas respondieron con ganas.

 

No podía dejar que nada oscureciera sus sonrientes rostros. Era su tutor.

 

No se preocupen, señores Walker. Por favor cuiden de ellas.

 

 

[Le he dado vueltas al asunto y decidí no enviar la aplicación de Tina y Ellie para la Academia Real.] El duque anunció, recostándose en su silla.

 

Era justo lo que esperaba oír. El señor Walker, quien estaba esperando a su par, frunció sus ojos.

 

[Pero ¿por qué? En su nivel actual, Su Alteza y Ellie ambas seguro que ganaran sus admisiones a la Academia Real, sino con grandes notas en el examen. Por favor, dígame—¿por qué dejarlo a estas alturas? ¿Seguramente no demanda que se coloquen en el primer y segundo lugar en su clase?] Pregunté con una mirada de confusión.

[Nada de eso, no puedo agradecerte suficiente por lo que has logrado. Nunca imagine que no solo Ellie, sino Tina también tendría algo para la magia. Puedo ver que el profesor estaba diciendo la verdad cuando dijo que “Allen y Lydia hacen lo imposible posible”.] El duque dijo. Él se pauso otra vez, y luego añadió. [Tanto como Ellie es, estoy dispuesto de acatar la decisión de Graham y Shelly.]

 

[En ese caso, Su alteza también debería permitirse—]

 

[No. No puedo permitirlo. Creo que mi chica ha aprendido a lanzar hechizos, pero tiene muy poca experiencia con la magia. Sería una locura para una chica como ella intentar el examen práctico a la Academia Real. Sabes cuánto maná tiene. Puede tener el poder, pero ¿puede controlarlo? Estoy recibiendo reportes que ha estado destruyendo el invernadero casi a diario, incluso luego de intento que atestigüé. Incluso si logra pasar el examen de entrada, no será más que un obstáculo para los otros estudiantes.] El duque dudó por tercera vez antes de sacudir su cabeza. [No, eso no te concierne.]

 

[¿Por qué me contrató?] Demandé al duque molesto. [No tiene sentido.]

 

Se mantuvo en silencio, así que respondí mi propia pregunta.

 

[Me trajo aquí solamente como una herramienta para forzar a Su Alteza para abandonar su sueño de ir a la Academia Real. Desde el principio, estaba convencido que mi tarea era imposible. ¿Estoy mal?]

 

[Me arrepiento de la forma en la que te he tratado.] El duque admitió luego de un rato. [Claro, te pagaré por tu trabajo. Incluso el doble— no, el triple, de lo acordado.]

 

[No sea ridículo.]

 

Tanto el duque como el señor Walker me miró en consternación. Oh, no lo hará. Metí algo de animosidad en eso, me di cuenta de ello así que forcé una sonrisa para compensarlo.

 

[Con todo el debido respeto, Su Alteza, Duque Walter Howard… está ciego.]

 

[¿Estoy qué…?]

 

[Primero, dice que Tina será una molestia para sus compañeros, pero ha aprendido algunas formas de control por los pasados días. Si la academia la consideraría una molestia ahora, estarán contando a los nuevos admitidos de este año con una mano. Mi corazón se me sale por eso. Oh, mis disculpas, pero he mentido en mis reportes de los últimos días; ya que se rehusaba a volver a la mansión, me tomé la libertad de usar los viejos. Lo hubiera notado por una vez les hubiera estado prestando atención.]

 

[¡¿Qué?!]

 

[Segundo, no es a la única persona que esto le concierne. Tina desea esto— como su madre, su difunta esposa. Estoy sorprendido que llegue a esa decisión sin siquiera hacer el esfuerzo de medir el progreso de su propia hija. ¿Puede el actual Duque Howard, líder de uno de los Cuatro Grandes Ducados, ser un hombre de mente cerrada?]

 

[¡¿Cómo sabrías lo que mi esposa quería?! ¡Esto no te concierne! Solo estás tratando de enojarme…]

 

[Lo sé. El contenido de su archivo lo hace obvio.]

 

Puedo ver el desconcierto en su rostro. Como pensé— no lo había notado. Reía mientras pensaba en la madre de Tina— una mujer a quién nunca había conocido, pero con quién confiaba le había gustado las travesuras.

 

Solo un lector empedernido entendería su legado. Pero entonces, debió haber tenido fe— fe que alguien lo descubriría.

 

[Tres, le hice una promesa a esas chicas— una promesa que los ingresaría a la Academia Real. Y perdón por decir que nunca he rotó una promesa en mi vida. No me importa cuán poderoso e importante sea noble como usted; me rehúso a romper mi palabra solo porque lo dice, especialmente como una vez me dijo en inciertos términos que apoyaría a Tina si aprendía a usar magia. Incluso lo juro por su difunta esposa. ¿Fue una mentira?]

 

[P-Pues…]

 

[No me importa si lo era. Sin embargo… Oh, lo sé. Regaré la noticia en cada diario en la Capital Real. Se leerá: “El Duque Walter Howard no puede cumplir con su palabra incluso cuando lo jura por su difunta esposa. Ténganlo en consideración.”]

[T-Tú no puedes—]

 

[Su Alteza, mi padre me enseñó que un hombre que jura en un difunto y aun así incumple su palabra es menos que basura— ni siquiera vale que se le hable y sería mejor que esté muerto, donde sea que fuera. Eso es a lo que me ha empujado a decir.]

 

Me incliné al duque, quien mantenía un silencio colérico. [Se lo imploro, vea y experimente por sí solo los grandes esfuerzos que su querida hija Tina ha hecho y cuánta fuerza h ganado. Si ve que no es suficiente… entonces es mi falla como su profesor. Aceptaré cualquier castigo que vea que sea adecuado asignarme por mi incompetencia y por mi impertinencia.]

 

Cuando el Duque por fin acabó su silencio, su enojo se había desvanecido.

 

[Eres… demasiado… amable…] Él murmuró. Cerró sus ojos en consideración por un momento y luego anunció con calma. [Muy bien. Pero con una condición.]

 

 ♦♦♦♦♦

 

[¡¿U-Un examen final?!] Tina y Ellie exclamaron.

 

[Eso es.] Casualmente les informé mientras bebíamos nuestro té en el invernadero. [Por favor relájense; no es para para preocuparse.]

 

Necesito calmarme también, me dije. No puedo permitirme que lo peor de mí salga.

 

[Ambas han trabajado realmente duro, y tengo confianza que no tendrán problemas en ganarse su admisión a la Academia Real. Desde hoy en adelante, voy a darles preguntas de prueba que he sacado en base a mis predicciones. Me gustaría que las resolvieran en preparación para el examen escrito. Tanto como a lo práctico concierne, difícilmente otros aplicantes les darán problema.]

 

[Y eso es todo gracias a usted.]

 

[S-Sí. Es porque usted nos ha enseñado.]


[Estoy alegre de oír eso, pero este es el resultado de sus esfuerzos diarios. Todo lo que he hecho es pasar noche tras noche leyendo y dándoles una pequeña ayudadita.]

 

[¡Eso no es cierto! Digo… ¡Me dio la magia!]

 

[¡E-Eso es, Allen! De no ser por ti, h-habría estado sin esperanzas por siempre.]

 

[Gracias por tus amables palabras, pero por favor, traten de no minimizarse— aunque me di cuenta que también es un hábito mío. Ambas son encantadoras, y tienen brillantes futuros por delante. Estoy seguro que se volverán más encantadoras e increíbles.]

 

Ambas chicas liberaron pequeñas exclamaciones de avergonzamiento. Les había dado mi honesta opinión, pero por alguna razón, tenían las manos abajo y más sonrojadas de lo usual. Me pregunté por qué; estaba seguro que les estaba diciendo la misma cosa.

 

[Es todo un loquillo, señor, pero siempre escoge momentos así para hablar sin medida… Puedo decir que realmente lo haces adrede… Tonto.]

 

[Um, uh… ya veo… A-Allen, lo kiedo…]

 

Tina y Ellie estaba murmurando mientras respiraban, pero no podía entender una palabra de lo que estaban diciendo. Se ponían así de vez en vez— como Lydia hizo, ahora que pienso en ello. ¿Todas tienen algo en común?

 

[¿Y-Y cuál va a ser nuestro examen final?]

 

[¡O-Oh! Sí—] Ellie empezó, pero luego de detuvo y se corrigió. La forma en que tartamudea con sus palabras siempre calienta mi corazón.

 

[Sí, por favor dinos.]

 

[El Duque Walyer me dijo que, bajo normales circunstancias, le habría gustado examinar sus habilidades él mismo.] Expliqué. [Pero es un hombre muy ocupado, y parece que es improbable que lo haga a tiempo.]

 

[Por lo tanto—]

 

[Oh, ya sé.] Tina me cortó.

 

[S-Solo tenemos que vencerte, ¿cierto, Allen?] Ellie intervino. [Si ganamos, entonces, um, incluso luego que vayamos a la Academia, usted—]

 

[¡Ellie, ¿no acabamos de acordar que tendremos nuestro momento? ¡Se suponíamos que preguntáramos juntas]

 

[¡M-Mi abuelo me enseñó que en el amor y la guerra todo se vale!]

 

[¡¿Incluso Shelley está en mi contra?! ¡No me contendré!]

 

[Creo que ha sido un malentendido… No soy con el que lucharán.]

 

Qué desgarrador… Parecía que mis estudiantes habían hecho su objetivo el derrotarme, y no he sido anda sabio. La forma en que las chicas piensas era— No, no era cierto. La forma en que las chicas a mí alrededor piensan empieza a ser loable y luego se vuelve más y más forzado con el tiempo. Esperaba que Tina y Ellie no irían por el mismo camino, pero…

 

[El Duque Walter le dará a su oponente. Su elección será algo para tener en cuenta, así que no bajen la guardia. Tu examen final tomará lugar en tres días antes que partan a la Capital Real. Trabajemos en todos los detalles que podamos mientras tanto.]

 

[¡Sí!] Mis adorables estudiantes respondieron. Era muy malo para el duque, pero para su bien, no iba a contenerme.

 

♦♦♦♦♦

 

Luego de sorbo de fría y dulce leche, no pude resistirme a lamer mis labios. Era extraño cuán bien sabía luego de un baño caliente.

 

No sabía de quién había sido la idea de poner una hielera y un gran sofá suave para recostarte en un enorme cuarto cerca de los baños, pero sabían bien en lo que estaban. Incluso había hecho un lugar para colocar copas de cristal, aunque los Howards generalmente usaban de madera durante sus comidas y en otras ocasiones.

 

Normalmente tomaba baños muy tarde. Ese día, sin embargo, había decidido tratar de bañarme más temprano de lo usual, lo cual había resultado conmigo teniendo el baño y el sofá para mí solito. Ciertamente tenía sus beneficios— usualmente terminaba compartiendo ambos con los sirvientes de la casa ducal, quienes más a menudo me la hacían fácil. Eran persona agradables y buenos para charlar, al menos en mayor parte, pero podían estar algo incómodos… persistentes en sus preguntas acerca de mi relación con Tina y Ellie. Habían perdido su temperamento cuando dije que no me casaría con ninguna, y luego lo volvieron a perder cuando había bromeado que lo haría. Esas dos chicas de verdad eran muy amadas… Aunque sospecho que ese amor puede ser un poco sofocante.

 

El sol ya se había puesto, así que el mundo a través de las enormes ventanas era de un tono negro, pero el sonido del viento me decía que había una furiosa tormenta afuera. La nieve seguía bajando día tras día. Personalmente no me importaba el frío, sin embargo, debido a la mansión— especialmente esta parte— se beneficiaba de la calefacción geotermal.

 

Desde mi perspectiva, la mansión Howard albergaba dos asombrosas instalaciones. Uno era el invernadero familiar de Tina, y el otro era enorme baño del que acaba de salir, el cual era lo suficientemente grande como para nadar. Como esperarías, los baños estaban divididos en secciones para mujeres y hombres. Tampoco estaba llenos con agua ordinaria— el lugar era una terma natural. Dudaba que hubiera más de unos cuantos baños en el Reino que se igualaran con ellos.

 

A como iba la historia, el primer Duque Howard había sido fanático con el baño al punto que había decidido construir su propio cuartel sobre las termas. Asumiendo que fuera cierto, estaba seguro que él y yo nos habríamos hecho buenos amigos.

 

No podía lidiar bien con el clima frío, parcialmente porque nunca antes había estado en algún lugar que nevera mucho, así que de verdad apreciaba la oportunidad poder calentarme cada día. También ayudaba a eliminar mi cansancio luego de un día de trabajo, e incluso sospechaba que eso había hecho mi piel más suave. Disfrutar de una deliciosa bebida fría era otro buen beneficio.

 

Me preguntaba lo que debía hacer una vez regresara a mi cuarto. Aún tenía más libros para leer, y necesitaba hacer preparaciones para el examen final de las chicas. También necesitaba escribirle una carta a ella, ahora que tenía un poco de tiempo libre.

Mientras me hundía en el sofá y bebía de mi copa de cristal, una chica emergió del baño de mujeres. Estaba vestida en un vestido de noche, con un trapo en su mano y una toalla envuelta en su cabeza. Y por alguna razón, se congeló cuando me vio.

 

¿Qué pasa?

 

[Oh, Ellie. ¿También estabas tomando un baño?]

 

[S-Sí. ¿Huh? A-Allen… U-Usualmente no está aquí tan temprano… Pensé que se bañaba más tarde…]

 

[Pensé en tratar de tomar mi baño temprano. ¿No sería mejor que secaras tu cabello?]

 

[B-Bueno, um… V-Ves…] Ella murmuró avergonzada. [N-Normalmente lo seco. E-Eso solo que hoy yo, um…]

 

Sus ojos estaban en mi copa; parecía que había sido incapaz de resistir el placer de una bebida fría luego de un baño caliente. Quizás tomaría uno luego de su tutoría.

 

[¿Te gustaría beberlo?] Le pregunté, riendo y abriendo la hielera.

 

[Oh, um… T-Tomaré lo que está tomando…]

 

Vertí leche en una de las copas, la moví para que se quedará atrás del sofá y luego llamé a Ellie con mi mano libre. Ella lucía confundida.

 

[Toma asiento.] La apresuré. [Secaré tu cabello mientras te lo tomas.]

 

Ellie no respondió; en lugar, sus ojos se abrieron y empezó a inquietarse. Quizás lo consideraba una oferta molesta.

 

[No lo haré si no quieres que lo haga.]

 

[S-Sí que quiero.] Ellie grito. Entonces corrió al sofá, se sentó, y giró su cabeza para verme. [P-Por favor. Adelante.]

 

[No necesitas estar tan nerviosa. Ahora, si hay algo en especial que te gustaría que hiciera, no duces en hacerlo. Pero ¿te importaría si tomó prestado tu cepillo?]

 

[P-Para naya.]

 

Tomé el cepillo para cabello de Ellie y le entregué la copa. Lo contuvo de forma contenta con ambas manos y beberlo a sorbos me daba una cálido y gustoso sentimiento.

 

Para empezar, mejor seco su cabello, pensé mientras desenvolvía la toalla de su cabeza. Bueno ahora…

 

[¿Allen?] Ellie volteó a verme, curiosa al por qué había dejado de moverme.

 

[Oh, estaba pensando que tan encantadora con tu cabello suelto.]

 

[Ah… N-No lo greo…] Ellie respondió, su nuca se ponía aún más roja. Continuábamos charlando mientras me ponía a secar su cabello, hasta que eventualmente…

 

Eso. Debe ser eso.

 

Formulé un hechizo con mi mano izquierda, creando una cálida brisa para soplarla contra la cabeza de Ellie. [¿Huh?] Ella dijo. [¿E-Eso es…? Pero no hay un calentador aquí.]

 

[Oh mis disculpas. ¿Te sorprendiste?]

 

Estaba por secar el largo cabello de Ellie de las raíces hasta las puntas mientras mantenía el hechizo con mi mano izquierda. Ellie debió haberlo encontrado gustoso porque cerró sus ojos y dejo salir un gemido de placer; lucía como si echaría a dormir en cualquier momento. Tomé su copa para que no se le cayera y la coloqué en la mesa frente a ella.

 

Realmente me trae recuerdos. Solía esto para mi hermanita en mi hogar—


[¡Aaah!] Un grito acabo con el silencio. [¡¿Q-Qué creen que están haciendo?!]

 

Miré en dirección al grito sin dejar lo que estaba haciendo y estaba algo sorprendido de ver a Tina. Parecía que, como Ellie, había sucumbido a la tentación— tenía una toalla envuelta alrededor de su cabeza y estaba moviendo una bolsa frenéticamente.

 

Vaya. Mira por dónde mueves eso.

 

Camino directo a la mesa, tomó la copa, y la bebió de un trago, y luego lamió sus labios en agradecimiento. [Estuvo delicioso. Ahora… Allen, Ellie, qué estaba— ¿Se durmió?]

 

[Parece que sí, por favor, bájale a tu voz.] Puse mi dedo índice derecho en mis labios sin dejar de cepillar el cabello de Ellie y le guiñé un ojo.

 

 Tina estaba haciendo pucheros, pero tomó asiento a la par de Ellie sin más. Luego de un breve silencio. [Es mi turno ahora.]

 

[Oh, ¿en serio? No sé nada de eso.]

 

[¿Hay que considerarlo? Esta es una oportunidad para acariciar el cabello de tu adorable estudiante hasta que quede contenta. ¡Deberías estar agradecido a tu suerte!]

 

[Despertaré a Ellie. Además, no apruebo la forma en que dijiste eso. Tsk, Tsk.]

 

[Nunca has sido tan estricto con alguien…]

 

[Para nada. Espera un momento. Casi termino.]

 

Era tiempo de cambar la briza de caliente a fría— pero primero, limpié un poco de la baba alrededor de la boca dormida de la maid con un pañuelo. Una vez terminé, envié una ráfaga fuerte por todo su cabello, y se despertó.

 

[¿Huh?]

[Aquí vamos. Buenos días.]

 

[¡A-Allen! Yo, u-um, bueno…]

 

[Ellie. Estabas babeando. ¿Lo sabías?] Tina añadió.

 

[¡T-Tina-sama! ¿Huh? Uh…] Ellie gruñó de la vergüenza.

 

[Hey vamos. No te burles de ella.] Reprendí a Tina. [Se termino. ¿Qué piensas?]

 

Ellie pasó sus dedos por su cabello, sonrojada levemente, luego se paró e hizo una reverencia. [¡M-Muchas gracias!]

 

[No fue problema, Ellie. Te veías adorable durmiendo.]

 

[Oh, A-Allen… no tiene que halagarme…]

 

[Estoy siendo sincero.]

 

[¿Huh?] Ellie se tomó un momento para procesarlo antes de decir. [Um, gracias…]

 

[Ellie, ¿no te estás olvidando de alguien?] Tina intervino luego de una pausa.

 

Oh vaya. No pasará. Lancé una brisa de aire frío a la jovencita con pucheros. Perdón por tener que enfriarte justo cuando acabas de terminar de calentarte, pero…

 

[Sí, sí. Gracias por esperar.]

 

[Un solo “sí” será suficiente.]

 

[Tina… Por favor no digas eso. Lo digo en serio. Lo he oído lo suficiente de Lydia ya.]

[Allen, sugiero que te ponas las manos en tu corazón y reconsideres en serio tu actitud hacia tus estudiantes.] Tina remarcó. Un momento después, ella añadió. [¿Y por qué eres tan bueno secando el cabello de una chica? Es extraño. Es curioso. Es sospechoso. Demando una explicación satisfactoria.]

 

[Oh, eso es simple— tengo una hermanita, y a menudo solía ayudarla con cosas como estas cuando éramos pequeños.]

 

[¿Tiene una hermana?]

 

[Sí. Ahora es una estudiante en la Academia Real.]

 

Los ojos de Tina se abrieron. [E-Eso significa que será nuestra senpai cuando...]

 

Ellie libero una exclamación aturdida. [¡Y-Ya me estoy p-poniendo nerviosa!]

 

Mientras las chicas estaban hablando, desenvolví la toalla alrededor de la cabeza de Tina y gentilmente empecé a secar su cabello. No se veía muy diferente de lo normal, pero su cabello era hermoso.

 

Vamos, mantén tu cabeza quieta.

 

[Tina, dame tu cepillo.] Dije.

 

[Solo usa el de Ellie. Siempre me deja usarlo igual.]

 

[Muy bien.]

 

Me puse a secar el cabello de Tina con una briza caliente. Antes de saberlo, su respiración había entrado en el ritmo regular de dormir. Eso fue rápido… sonreí con amargura y seguí trabajando lentamente para no despertarla.

 

Ellie quien apareció por fin se ha calmado, se sentó tranquilamente a la par de Tina. [Allen… ¿Tu hermana va a la Academia Real?] Ella me preguntó.

[Sí. Recibí una carta de ella el otro día; parece que lo está haciendo bien.]

 

[E-Entonces tu hermana va a ser nuestra senpai…]

 

[Me encantaría que se hicieran sus amigas. Aunque es una buena chica, sé que no soy exactamente parcial. Claro, les haré pasar su primer examen.]

 

[S-Sí. Daré lo megorsh— uh, mejor.] Ellie se corrigió con un gruñido de vergüenza, y no podía evitar sonreír.

 

[Eres realmente encantadora, Ellie.]

 

[¿Qué hay de mí?] Tina intervino luego de un momento de silencio.

 

Ella me miro con un gesto de ojos medio abiertos somnolientos que tenían un poder diabólico cuando emparejaban con su cabello y su juventud. La despeiné mientras secaba su cabello para enmascarar mi avergonzamiento, lo cual le hizo gritar en sorpresa. [¡¿Q-Qué ocurre?! ¿Qué se te metió?]

 

[Nada. Termine. Ellie, por favor arregla el cabello de Tina.]

 

[S-Sí.]

 

[Nos acompañarás a la Capital Real, ¿verdad?]

 

[Eso supongo. Mi trabajo es guiar a ambas hasta que sean admitidas en la Academia Real, y esperaré hasta que suceda.]

 

[Desearía que no fuera a terminar, pero lo hará. En ese caso, ¿qué harás con Lydia-sama? Se me dijo que ha vuelto a su hogar ahora, pero no sabía que estuvieron apartados por tanto tiempo. Perdón que sea parcialmente mi culpa, pero ¿no estaba ella segura que al volver a la Capital te vería?] Tina dejo ese comentario en el aire por un momento antes de reír. [No puedo esperar a verla. ¡Ha pasado mucho tiempo!]

 

Tragué saliva. ¿T-Tina estaba amenazando con contarle todo, incluyendo que le sequé el cabello a las dos chicas? S-Si eso pasa— baje los hombros levemente— hay una fuerte posibilidad que me atacará con su espada, como si no lo hubiera hecho con su cabello muchas veces en el pasado.

 

[Muy bien. Ganas.] Admití mi derrota con un suspiro y presioné mis manos contra mi temple.

 

[Oh, ¿en serio?] Tina se regocijo por el triunfo. [Más acciones que palabras. Ahora, peina mi cabello.]

 

[Muy bi—]

 

[Allí está, Tina-sama. Termine.] Ellie cortó de tajo mi consentimiento. Sus anos se movieron rápidamente, arreglando el cabello de Tina en un pestañazo.

 

Ese fue un trabajo rápido.

 

[¿Cuál es significado de esto, Ellie?] Una disgustada Tina le pregunto a su maid mientras admiraba el trabajo de Ellei. [Quería que nuestro tutor lo hiciera por mí.]

 

[Soy su maid persona, Tina-sama.] Ellie respondió con una inusual postura.

 

[No te pedí que lo hicieras.]

 

[No creo que se lo deba imponer a Allen-san.]

 

[¡Oh, todo es su culpa, señor! ¡Siempre mima a Ellie y nunca a mí!]

 

[No concuerdo.] Respondí. [Tengo confianza que estoy siendo bueno con ambas. Sin embargo…]

 

[¿Sin embargo?]

 

[Nunca es suficiente con sus divertidos rostros.]

 

[¡Es un idiota! ¡Malvado! ¡Es suficiente!] Los pucheros de Tina se intensificaron mientras saltaba y se alejaba dramáticamente a como había llegado. Quizás me había burlado de ella un poquito demasiado.

 

[¡T-Tina-sama, por favor espéreme!] Ellie dijo. [Allen, um…]

 

[No te preocupes. Las veré mañana en sus lecciones. Dando lo mejor para Tina también.]

 

[S-Sí.]

 

Y con eso, Ellie corrió tras Tina.

 

Recuerda ver tus pasos, Ellie. Ahora, es hora que vuelva a mi cuarto y—

 

Todo de pronto, puedo sentir sus ojos en mí. Giré para ver unos cuantos mechones de cabello azul asomándose en un rincón del pasillo. Mientras me acercaba, oí voces murmurando.

 

[E-En serio, Tina-sama. ¿Por qué tomas ese tono con Allen? Sé que es bueno, pero…]

 

[B-Bueno… Tienes suerte, Ellie— conseguiste que te peinara. Yo no. No es justo. No es que no lo quiera—]

 

[¿Qué te gustaría que haga para ti?] Pregunté.

 

Las chicas debieron haberse sorprendido de ver mi cabeza en un rincón porque se tomaron de las manos, giraron sus espaldas a mí, y luego huyeron tan rápido como sus piernas las llevaban. Su cabello brillaba a la luz, y mientras las observaba, me pregunté si debía estilizarlo diferente la próxima vez. Entonces otra vez, tenía un sentimiento que solo llevaría a más molestia.

 

Mientras corrían por el pasillo, Tina giró para ver atrás. ¿Dejo caer algo? No, no era eso— sacó su lengua y me la mostró, luego siguió corriendo. Reí; aún era una niña.

 

Sí, me hice a la idea; pasaré esta tarde escribiendo una cara a la otra niña— a Lydia. Lo que se que termine haciendo una vez termine mi trabajo como el tutor de Tina y Ellie, me gustaría encontrarme con ella otra vez cara a cara. Es lo correcto por hacer, incluso si no puedo decirle toda la verdad respecto al examen de mago de la corte. He recibido mis salarios, así que lo enviaría por griff por correo.

 

♦♦♦♦♦

 

Querida Lydia.

 

Ha pasado tiempo desde mi última carta. Sé que estás enojada, así que déjame empezar con excusas.

 

Como te informe en mi primera carta, ahora estoy metido como un tutor privado de la Casa Ducal de Howard. Creo que ya lo he mencionado también, pero mis estudiantes son la segunda hija del Duque Howard, Tina, y su maid personal, Ellie. Ambas son extremadamente talentosas, y no tengo duda que serán admitidas a la Academia Real. Sí, ambas.

 

Estoy seguro que ya estás más que al tanto acerca en la que estoy metido, pero era de conocimiento común entre la nobleza que la segunda hija de Howard no podía usar magia. Bueno, no fue fácil, pero lo que importa es que funcionó, y Tina lanzó su primer hechizo hace un mes. Es cierto; le estoy enseñando técnicas de control básico ahora.

 

Me alegra que pueda lanzar hechizos ahora, pero… su maná es tan poderoso como el tuyo— posiblemente más fuerte. También es hábil en la construcción de hechizos. Imagínate cuando aprendiste la magia, disparando hechizos a todo poder y rápida velocidad. Qué pesadilla. Dudo que algún buen estudiante que vaya contra ella en lo práctica sea capaz de hacer algo más que llorar.

 

Dicho eso, aún es inexperta y nerviosa, mucho como solías ser. No es una espadachina, lo cual hace que sea más fácil manejar a cierto alguien que conozco, pero aún creo que este poderoso maná es un problema.

 

Así que entre enseñarle a Tina a controlar su maná y aconsejar a Ellie, he estado hasta el gorro de trabajo, y simplemente no tuve el tiempo de escribirte.

 

Lo siento.

 

Eso concluye mis excusas.

 

Realmente lo siento. Por favor créeme— no pretendía ofenderte en mi anterior carta. Simplemente no quiero que hagas nuestra relación una financiera.

 

Oh, basta de eso. No típico de mí.

 

Estaré dejando la mansión Howard en unos días, así que espera que mi siguiente llegue desde la Capital Real. ¿Podré verte allí? Hay cosas que me gustaría discutir contigo, así que espero que podamos hacer una reunión.

 

Además… solo para tu información, una vez mis estudiantes reciban sus resultados de exámenes, pretendo volver a mi hogar.

 

Atentamente.

 

Allen (un tutor privado en una tierra nevada).

 

♦♦♦♦♦

 

Querido Mr. Corazón de Hielo.

 

Entiendo tu situación… y lo admitiré, sobrepase con los cheques, así que no estoy enojada contigo. Nada menos.

 

Tampoco soy una adolescente que se molesta por que estás siendo bastante bueno con un par de chicas que acabas de conocer, así que no dejes que te moleste. Me pregunto, ¿has hecho algo así por mí? Estoy devastada. Apenas puedo creer en el hombre con el que pase esos años pasados esté con unas lindas chicas… Oh, pero no me importa. Sé que esas chicas significan más para ti que yo.

 

Pero ya en serio, ¿realmente esperas que te crea que esa chica aprendió magia? Nunca pudo realizar un hechizo en su vida. ¿Estás mintiendo? ¿Es algún tipo de broma? Qué tipo de truco usaste—

 

Estoy seguro que no te atreverías, pero no terminaste usando la misma cosa que hiciste conmigo, ¿verdad? Incluso tú debes entender qué significaría eso; incluso te escribí por eso… Bueno… Tengamos una buena charla sobre estos temas. Y aunque aún necesito que me digas acerca de cómo fallaste el examen de Hechicero de la Corte, ¿verdad? Solo no tiene sentido…

 

Reunámonos en la Capital Real, no importa qué.

 

Además, ¿quién te dio permiso de recluirte en tu hogar? Ciertamente yo no, y no pienso hacerlo. La posibilidad es nula.

 

Atentamente

 

Lydia (Planeando interrogar a un sospechoso amante de unas chiquillas).

 

PD: Mi hermanita está molesta porque debiste haberte vuelto su tutor. Asegúrate de confortarla. He pasado tres meses poniéndola en un intenso entrenamiento, así que si crees que tus estudiantes van a vencerla para tomar el primer lugar en el examen, tienes otra cosa que pensar. No lo olvides— ¡No eres rival para mí!

 

¡Envíame una carta cuando dejes el norte! Y asegúrate de dirigirla a la casa Leinster en la capital.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bottom Ad [Post Page]