Capítulo 52: Un Hombre tan Ingenuo que Quieres Burlarte de Él
Su piel era tan blanca y fina como la
cerámica. Sus delgadas piernas eran saludables con la justa cantidad de
firmeza. Los dos gemelos montículos que se presionaban contra la toalla realmente
eran seductivos e irrazonablemente fascinantes. Además, la forma en que ató su
cabello en un bollo lucía fresca y linda.
[¿Qué ocurre, Yuya-kun? ¿Quizás me
estabas esperando estando desnuda…?]
[¡Bw-bwah! ¡No, no es así!]
Lo negué como lo haría el buen Kudo de
Detective Conan y le di la espalda a Kaede. De hecho, la vista de ella con una
toalla envuelta alrededor me hizo emocionarme más de ella estando desnuda. Era
porque no era capaz de ver todo lo que lucía tan profundo, que estaba
vislumbrado las profundidades de la belleza de una mujer. No, ¿qué estoy
pensando?
[Fufu. Qué divertido, Yuya-kun. Por
favor espera un momento mientras me limpió.]
Escuché el sonido de Kaede metiéndose
en la bañera detrás de mi espalda mientras esperaba por el momento. Pude sentir
mi corazón salirse de mi boca y mi cuerpo tensándose. Sentí como mi corazón
estaba latiendo más rápido cuando había confesado mis sentimientos.
[Uhm, Yuya-kun. Me gustaría sumergirme
en la bañera también, así que lo siento, pero ¿por favor podrías moverte un
poco?]
[¡Sí, sí! ¡Me moveré!]
[Fufu. ¿Por qué estás usando lenguaje
formal? Realmente eres divertido, Yuya-kun.]
“Disculpa”, Kaede dijo, y lentamente
metió su pie y sumergió su cuerpo en la bañera. Con el incremento de volumen,
el agua caliente salía de la bañera con gran fuerza.
Sonaba como una catarata que resonaba
en el tranquilo baño.
[¿No es difícil relajarse cuando estás
al borde?]
[Oh, estoy bien. ¡Supongo que cuando
tienes mi edad, este espacio es suficiente para relajarte!]
No te des la vuelta. La actual Kaede era definitivamente la
Kaede en su modo hechizante que nunca había conocido. La tolla colgando de su
cuerpo era transparente. Su suave y tersa piel. Su cabello levemente mojado por
el agua. Gotas de agua pasaban por su barbilla de su frente y caen en su
hermosa clavícula. Siento que voy a explotar solo de pensar en eso.
[Si Yuya-kun no entra, iré allá.]
[¿Qué…? Kaede, qué estás diciendo—
¿Eh?]
De pronto, sentí la piel húmeda de
Kaede en mi espalda. Sus brazos estaban apretando alrededor de mi cintura y sus
mejillas estaban presionándose contra mi cuello. El pesado y rechoncho
sentimiento estaba matando mi racionalidad.
[Hey, Yuya-kun. ¿Por qué no me estás
viendo? ¿Puede ser que… no soy atractiva?]
[¡¿Qué, de qué estás hablando?! ¡Kaede
es más que atractiva para mí! ¡No creo que necesite decirte eso!]
[Si ese es el caso, mírame… bien. Abrázame…
¿lo harás?]
Oí un leve sonido revelador y vi una
toalla de baño flotando levemente en la bañera. Hey, eso significa que Kaede
ahora estaba genuinamente—
[Ah, K-K-Kaede… Yo… Err…]
Eso es. Si cierro mis ojos y giro rápidamente,
puedo abrazar el cuerpo desnudo de una diosa sin mirarla a los ojos, en cambio,
sería capaz de sentir los encantadores frutos en todo mi cuerpo, pero tendría
que estar contento con eso. ¡Bien, aquí vamos—!
[Lo siento, lo siento… ¡Creo que es
suficiente…! ¡Yuya-kun, eres tan lindo!]
¿Huh? ¿A qué te refieres, Kaede?
[Es por eso que Yuya-kun reaccionó tan
ingenuo. No te estaba molestando… solo quería bromear contigo.]
[Kaede…]
[También estaba nerviosa, sabes. Pero
el corazón de Yuya-kun estaba latiendo docenas de veces más que el mío, y en la
forma que desesperadamente tratabas de alejar la mirada de mí se sintió tan
provocadora que termine siendo mala contigo.]
Luego envolvió la toalla alrededor de
su cuerpo otra vez y se alejó de mí. Tomé repetidos respiros para calmar mi
acelerada respiración. Mi cabeza empezó a sentirse nublada.
[¿Cuánto tiempo más vas a estar viendo
atrás? ¿Por qué no estiras tus piernas y te relajas? Puedo darte un mansaje de
pies si quieres. ¿O te gustaría que te abrace desde atrás y acaricie tus
hombros?]
Oh que fascinante proposición es esa.
Es maravilloso. Pero
desafortunadamente, no tengo suficiente tiempo para jugar con ellas.
[Lo siento, Kaede… No puedo… más…]
[¿Huh? ¡¿Yuya, Yuya-kun?! ¡¿E-Estás
bien?!]
Mi consciencia se puso oscura y oí la
voz asustada de Kaede en la distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario